CAPÍTULO VI: La Tarde Brillante
I want to build you a boat
One that's strong as you are free
So any time you think that your heart is gonna sink
You know it won't
I want to build you a boat
Habían pasado unos días desde el incidente de la comida cuando Anne decidió que era hora de invertir los papeles.
Hasta ese momento, su esposo había estado pendiente de todo, desde su salud física y emocional, hasta la administración de la casa. Todo planeado cuidadosamente para que viviera como una princesa y no se preocupara más que por sanar su herida y hacerse de un nombre en la sociedad de Cuatro Vientos. Anne admiraba la manera en la que Gilbert se tomaba las cosas: Con calma, sí; pero de forma racional y decidida.
En eso pensaba una tarde, mientras estaban en el estudio, ambos leyendo bajo la luz de la chimenea. En un momento dado, Anne levantó los ojos de versos de Tennyson y fijó la mirada en los rizos castaños del muchacho
—Gilbert ¿te acuerdas de nuestra boda? — inquirió sonriendo para sí.
—¿Cómo olvidarla? Davy, casi se echó el pastel encima y mi madre lloró tanto que por un momento pensé que le habíamos dado una invitación para mi funeral en lugar de una para mi boda.
—¡Esa boda no!— protestó Anne — Nuestra primer boda.
Gilbert sonrió. A Anne le impresionaba la cantidad de personas que no sabían que su marido tenía hoyuelos, pero Leslie lo explicaba diciendo que solo aparecían "con la sonrisa para Anne".
—¿Te refieres a nuestra boda no oficial y no legal?. Nunca voy a olvidarla. Te presentaste a Mí como una dríade cuando el Sol se iba despertando.— respondió, como soñando.
— Y yo te dije "Madre del amor hermoso, por fin estamos aquí"
—Yo a mí vez, respondí "Es un alivio, porque no soportaría un día más sin ser tuyo". Estabas hermosa, por cierto, con tu vestido blanco bordado con margaritas y los lirios de los valles en el pelo.
Anne tomó asiento en el suelo, al lado del sillón de Gilbert. Apoyó la cabeza en sus rodillas, como una niña en busca de mimos.
—¿Qué te pasa hoy, Anne nenita?
—¿A qué te refieres?
—Hoy estás toda linda conmigo.
La chica rió en voz baja.
—No sé, es sólo que hoy me dieron ganas de amarte mucho; aunque no te lo mereces. —respondió bromeando.
—¿Quieres decir que el resto del tiempo no me amas?—dijo Gilbert, herido, pero con una cara que afirmaba "Vamos, no puedes resistirte".
Anne tuvo que admitirlo para sí. Era incapaz.
—Claro que te amo, pero hoy estoy cariñosa. Es extraño, sí. Pero deberías aprovecharte.
—Bueno, podrías escribirme algo. —El muchacho se puso a acariciar las ondas rojas que salían de la cabeza de Anne. —Me encanta todo lo que escribes. No entiendo por qué dejaste de hacerlo.
—En realidad sigo escribiendo. Es sólo que no creo que mis historias le interesen a los periódicos o a los lectores. Es difícil publicar porque siempre se busca complacer a todos, menos a uno mismo.
—Creo que la gente debería fijarse más en la escritura y el mensaje de la obra que en cuantos personajes se casan o mueren al final.
–Estoy de acuerdo, pero uno no vive de buena gramática. ¿Qué quieres que te escriba? No estoy de humor para cuentos o historias largas. Quiero algo rápido y directo.
—No lo sé Anne, tú eres la artista. ¿Cuando me ves que quieres escribir?
Gilbert puso su rostro serio y su mejor pose. No era muy difícil inspirarse así.
—Quiero escribirte una canción— decidió, tomando el cuaderno de Gilbert de uno de los bolsillos de su vestido y levantándose a por la tinta.
…Everything I need I get from you
Givin' back is all I wanna do
La canción de este capítulo es I Want to Write You a Song, de One Direction compuesta por Ammar Malik, John Henry Ryan y Julian Bunetta, lanzada por BMG.
~Mund.
