CAPÍTULO 26:

EL PRINCIPIO DE NOSOTROS

Kakashi sonrió al ver en su despacho a Hinata y Sasuke, no estaban únicamente allí para finalizar la misión que un año atrás les había dado. Sino por todo el tema de su boda falsa.

No se esperó que poner de guardiana a Hinata haría que las cosas terminaran de esa manera, pero debía admitir que la pareja que ambos hacían era muy equilibrada. Sasuke le daba a Hinata la ferocidad y el valor para seguir con sus convicciones, mientras que ella le aportaba estabilidad y un hogar.

Porque se podía hacer el loco, pero notaba como Hinata había influido para bien en la personalidad de su exalumno, logrando sacar a relucir lo mejor del chico. Podían llamarlo loco, pero no había mejor pareja que ambos y ahora que los tenía en frente lo corroboraba.

—Hasta hace poco recuerdo que eras un genin vengativo y ahora te vas a casar. Crecen tan rápido—dijo el Hokage en broma mientras se limpiaba una lagrimilla y Sasuke giraba los ojos, a veces creía que él y Naruto se ponían de acuerdo para sacarlo de sus casillas.

—Déjate de tonterías y danos el documento de finalización de la misión para que Hinata y yo podamos casarnos—dijo de mala gana mientras lo veía mal y Hinata a su lado se disculpaba con la mirada.

—Sasuke-kun, no seas así por favor—le reprendió en voz baja.

Kakashi volvió a sonreír, definitivamente ambos estaban hechos el uno para el otro, seguramente Hinata era la única persona en el mundo capaz de domar el amargado carácter de Sasuke.

—¿Como me podría negar? Casar a dos enamorados es algo que siempre he querido—dijo burlón sonrojando a Hinata mientras que Sasuke lo fulminaba con la mirada.

Dejaría de atentar contra su suerte y no molestaría más a la pareja por su propia seguridad. No quería que un día de estos Sasuke se vengara. Además, aunque se lo tomaba a juego el asunto era serio, ya que por lo que había dicho Hiashi los ancianos del clan Hyuga no se pensaban rendir con sus planes para hacerse con un híbrido Uchiha-Hyuga.

Le parecía increíble que, siendo familiares de la propia Hinata, no les importara su felicidad y solo se preocuparan por sus intereses.

Además, los hijos de ambos no tenían por qué ser conejillos de indios, así fueran a crear un nuevo dojutsu o simplemente heredaran los de sus padres nadie tenía derecho a marcarles su destino.

—Ya tengo preparado el documento, solo necesito el informe de Hinata y podré dar por finalizada la misión—dijo ya con un actuar más serio, haciendo que Hinata se acercara y dejara lo pedido en el escritorio del Hokage.

—¿Les entregaras a esos dos viejos su informe? —dijo algo asqueado haciendo que Kakashi asintiera.

—Son parte del consejo de Konoha—dijo como si eso lo explicara por sí solo.

—Muchas gracias Hokage—dijo Hinata con educación haciendo que el hombre volviera a sonreír.

Sin decir mucho más salieron de la oficina del Hokage. Sasuke aún se podía ver un poco disgustado, pero le molestaba tener que dar tantas explicaciones a personas que para él ni siquiera pintaban nada en su relación. Ahora más que nunca se arrepentía de haberse convertido en un proscrito, si no lo hubiera hecho podría estar con Hinata sin ningún problema.

De manera inesperada Hinata tomó la mano del chico, sorprendiéndolo.

—Todo irá bien Sasuke-kun—dijo con seguridad haciendo sonreír al chico.

Tal vez no se tenía que arrepentir de su pasado, aceptaría que había cometido errores, pero gracias a ellos es quien era y lo más importante; estos le habían llevado a Hinata.

—Lo sé—dijo confiando haciendo sonreír esta vez a la chica. —Te vas a casar con el mejor prospecto de la aldea, claro que irá bien—dijo fanfarroneando.

Tal vez no se lo iba a decir en voz alta, pero cuando el chico se ponía así de altivo lo sentía tan tierno. Así que sin poder evitarlo lo tomó de la mano y le dio otra sonrisa, que de nuevo tomó desprevenido a Sasuke.

Hinata no se daba cuenta del gran poder que tenía en el último Uchiha, pero Sasuke no se molestaría incluso si ella quisiera jugar con él.

Ambos, sin que le importara las miradas de los demás salieron de la torre del Hokage tomados de las manos. Claro que para Hinata aún era un poco vergonzoso, no negaba que en más de una ocasión se había acabado desmayando, pero aun así quería dejar de ser tan vergonzosa. Además, sus sentimientos por Sasuke no eran algo malo de lo cual se tuviera que esconder, le gustaba el chico.

A su paso la gente comenzó a murmuran, pero ninguno de los dos prestó atención. Estaban seguros de que cuando lo de su compromiso se hiciera de dominio público la cantidad de mirones aumentaría todavía más, así que no tenían que preocuparse por nimiedades.

Hinata apretó aún más la mano de su novio, no le importaba nada más que estar con él, sabía que a su lado sería capaz de lograr cualquier cosa.

oOoOoOo Dos semanas después oOoOoOo

Hinata sentía su cara arder, aún parecía increíble lo que había pasado unas horas atrás. Tal vez no eran oficialmente una verdadera pareja casada, pero de alguna manera para ella sí que era real. No podía quitar su sonrisa de solo recordar lo sucedido.

Si era sincera le gustaba mucho más el tiempo que la gente no sabía realmente sobre su relación y solo era un rumor.

Su noviazgo había sido corto y gracias a las tretas de su familia se había visto orillada a acelerar las cosas. Pero no se arrepentía, algo muy dentro de ella le decía que lo que iba a pasar estaba bien, que Sasuke era su camino.

Dio un largo suspiro para luego entrar por la puerta, la mirada de la gente era penetrante y sin Sasuke para sostener su mano se sentía mucho más nerviosa. Fue entonces cuando sus miradas se cruzadas y una ola de calma la arropó.

Se veía tan atractivo con aquella ropa ceremonial.

Como si de magia se tratara todo lo demás dejó de importar y solo se centró en la figura del Uchiha, tan pronto estuvo a su lado no pudo evitar que se le escapara una sonrisa.

—Estas hermosa—dijo con una pequeña sonrisa socarrona. —Estoy deseando porque llegue la noche—le dijo suave consiguiendo sonrojarla.

Sus amigos veían la escena tranquilos, solo Kiba, Shino y Sakura sabían que en verdad no se estaban casado. Pero la pelirosa sabía que, aunque la boda no fuera "real" para ambos sí lo era, habría que estar ciego para no ver el enorme amor que se profesaban.

Tal como le había prometido a Hinata, había necesitado un poco de tiempo para intentar superar su enamoramiento de la infancia y aunque aún sentía algo por Sasuke también se alegra por él, por ambos.

Al ver como intercambiaban anillos sintió que por fin podía cerrar en paz un capítulo de su vida.

Aplaudió cuando la ceremonia hubo terminado y sin que nadie lo notara animó a su atolondrado amigo que tenía al lado. Posiblemente ella era única que sabía por boca de Naruto sobre su desamor por Hinata, lo lamentaba por su amigo ya que si hubiera sabido jugar sus cartas posiblemente sería él quien estaría allí en lugar de Sasuke.

Pero, igual que ella, sabía que eso no estaría bien. Viéndolos juntos quedaba todo claro, Hinata y Sasuke estaban hechos el uno para el otro.

Cuando se estaban por marchar Hiashi se acercó a ambos.

—Sé que no es necesario que te diga que la cuides—dijo serio el patriarca de los Hyuga. —Espero que seas feliz Hinata—dijo con cariño acariciando el rostro de su pequeña haciendo que ella sonriera.

Hanabi también se acercó a la pareja feliz para darles la enhorabuena, Hinata se alegraba que su hermana pequeña volviera a recuperar su sonrisa ya que días atrás había estado taciturna por el rechazo de Konohamaru, se alegraba que el chico se hubiera dado cuenta de sus sentimientos.

La vista de Hinata iba de su familia a Sasuke a sus amigos, se sentía tan feliz y completa. Sin poder evitarlo miró el cielo, buscando a su primo en alguna parte de este y esperó que también pudiera verla.

"Gracias Nii-san" pensó.

Un poco más alejados de todo el bullicio Toki se removía incómodo, había querido tanto tener ese híbrido y que el apellido Hyuga se volviera aún más poderoso de lo que era ahora, pero parecía imposible de conseguir, incluso los demás ancianos del consejo se habían rendido con ese sueño.

Inesperadamente notó como Hinata se acercaba a él, era cierto que ambos eran familia, pero jamás habían intercambiado palabras con ella, nunca le había prestado atención a la primogénita de Hiashi, no sabía porque se acercaba a él. ¿Aún estaría molesta por intentar adueñarse de su futuro hijo?

Intentó parecer solemne, no tenía por qué intimidarse por ella, pero contrario a lo que él esperó la chica le dio una sonrisa.

—Espero que Toki-san y el resto comprenda que somos familia, por eso podemos perdonar los errores que a veces cometemos. Quiero creer que en un futuro no muy lejano puedan también formar parte de nuestras vidas, no solo por el apellido—dijo la chica dejando de piedra al hombre.

Toki fue incapaz de decir ninguna palabra, desde pequeño le habían enseñado que vivía por y para el apellido Hyuga, no para sus miembros, pero esa cálida chica con unas simples palabras había hecho caer todo eso en solo unos segundos.

La miró marcharse con su marido con nuevos sentimientos en su corazón y por primera vez en su vida pensó que si alguien como ella tomaba el mando de su clan progresarían como nunca lo habían hecho.

oOoOoOo Años después oOoOoOo

Sasuke corría por el patio de su casa, persiguiendo a su hijo más pequeño que reía sin parar. Sin que ninguno de los demás fuera invitado se unieron a la persecución y en cuestión de segundos casi toda la familia Uchiha estaba correteando.

—Parece que me extrañaron mucho—dijo Hinata divertida.

—¡Mamá! —gritaron sus hijos felices al verla volver de su misión y corrieron a abrazarla.

Sasuke tampoco se hizo de rogar y fue hacia su mujer para darle un beso de bienvenida que ella aceptó más que encantada.

Cuando se miraron a los ojos todo fue perfecto, era cierto que habían tenido alguna que otra pelea, sobretodo por los celos desmedidos del Uchiha, pero nada que no pudieran superar.

Ambos habían formado la familia feliz que tanto querían y aunque su matrimonio había sido falso al principio tres años después lo volvieron oficial con el nacimiento de sus gemelos.

—Te amo—susurró Sasuke mientras le daba otro beso y sus niños ponían cara de asco.

—Y yo a ti—le respondió Hinata con una mirada llena de amor.


Notas de la autora: Oh por dios, no me lo puedo creer, por fin he podido darle un merecido final a esta historia que tanto me tarde en escribir y que tenían bastante cariño.

Espero que les haya gustado, muchas gracias por todo el apoyo.

Ya nos leemos.