Hola seres hermosos! Les traigo esta pequeña historia de un capítulo. Me gustó tanto escribirla que incluso la continuaría.

Disfruten!


Virtuales…

— Agosto —


cherricherri: Al parecer no le gusto al chico que me gusta… ToT

waUch: Eso suena mal.

waUch: ¿Cómo fue?

cherricherri: Te contaré si no te ríes…

waUch: No me verías hacerlo, pero no lo haré.

cherricherri: Bien. El día estaba siendo completamente normal. Pero cuando a la hora de almuerzo, veo a "marmota" hablando con… una de nuestras compañeras, quien ha estado demostrando su enamoramiento hacia él demasiado últimamente!... recordé lo que me dijiste hace algunas semanas. ¿Recuerdas?

waUch: Elabora…

cherricherri: "Debes perseguir lo que quieres si planeas ser feliz en algún momento".

cherricherri: Realmente cada vez que te leo siento que hablo con la persona más seria del mundo…

cherricherri: Bueno… como te contaba. Lo que me dijiste me dio la valentía para acercarme a "marmota" en la hora de almuerzo y le dije: "Tú y yo tenemos que hablar!". Él me arqueó una ceja en respuesta. Creo que nunca le había hablado así en mi estadía en la escuela. Entonces se puso de pie y me dijo que no podía irse porque estaba en la fila del almuerzo y no pensaba perder su lugar.

waUch: Eso suena desalentador.

cherricherri: por supuesto que lo fue!

waUch: ¿qué hiciste?

cherricherri: pues… le dije que me gustaba frente a todas las personas que estaban alrededor.

waUch: Auch.

cherricherri: exacto.

cherricherri: más que decirlo, lo grite. Con más rabia de lo normal. Y creo que él también se enfadó, porque todos se giraron a mirarnos y SENTÍ las miradas de pena que me estaban dedicando cuando él dijo que no podía corresponderme. n.

waUch:

waUch: Es solo la secundaria, cherri. Pronto te olvidarás de esto y pasarás a la siguiente página.

cherricherri: A qué te refieres con que "es solo la secundaria"? No me digas que en realidad eres un viejo pervertido y no tienes 20 como me dijiste.

waUch: No seas tonta. Salí hace poco de la secundaria.

cherricherri: Bien… me alivia saberlo

waUch: ¿Así de fácil me crees?

cherricherri: Confío en ti ciegamente.

cherricherri: Literalmente ni siquiera conozco tu cara, así que en términos técnicos, confío en ti ciegamente…

waUch: Quiero pensar que es tierno lo que dices, pero es realmente ingenuo. Espero que no te topes con ningún pervertido por aquí.

cherricherri: Claro que es tierno. Hay cosas que solo te puedo contar a ti! Si algún día sabes quien soy me podrías fácilmente extorsionar.

waUch: Igualmente. Voy a cenar. Hablamos mañana.

cherricherri: Adios wa-kun. ^.^

o—

Recordar el atorrante rechazo que sufrió horas antes a manos del chico del que había pasado el último año enamorada fue el golpe más bajo que había sufrido ese año. Parte de ella sabía que solo se pondría peor de ahora en adelante.

Se desperezó y soltó la larga trenza que sostenía sus hebras rosas. Un día así ameritaba una cena deliciosa y un largo baño de espuma, solo así podría "purificarse" de tan desastroso evento. Una parte de ella sabía que waUch tenía razón. En algún momento iba a superar esto. Y los consejos de su amigo virtual los tomaba sagradamente. Era la persona más sensata que conocía. Incluso cuando en realidad, no lo conocía.

De él solo sabía que vivían en la misma ciudad, que iba a la universidad y estudiaba algo en el área de finanzas. Vaya que era un genio. Es por eso que iba a tomar nuevamente su consejo. Perseguir lo que deseas para ser feliz. Esta noche le diría a su padre que de ninguna manera optaría por estudiar leyes. No señor, no le importaba si él quería que lo presidiera en el negocio familiar. Ella quería ser médico y sabía que tenía toda la capacidad de poder serlo.

Sí. Era inteligente. Y antes de mudarse a Konoha y entrar a su institución más prestigiosa, era bastante conocida en su antigua escuela por ser un ratón de biblioteca. Siempre con trenzas, faldas largas, leyendo y no hablando con nadie, pese a que era una chica simpática. Siempre estudiando, sin novio, sin amigas, sin hobbies atractivos para sus compañeras. No había nada que interesara de ella a las chicas de su escuela.

Una vez se cambió de ciudad, supo que era el momento para cambiar un poco su vida. Especialmente porque antes de mudarse conoció a su amigo virtual, con quien hablaba sagradamente todos los días. Él la hizo sentir lo suficientemente valiente para atreverse a hacer cosas nuevas.

Así fue como de poco fue explorando su propia persona, sabía muy bien que tenía gustos tranquilos para su edad: tejer, leer, disfrutar de la soledad. Pero esto mismo lo cuestionó cuando waUch le preguntó si era que le gustaba porque no podía socializar con otras personas por las presiones de sus padres o porque realmente disfrutaba de esas actividad.

Sakura supo casi de inmediato que era una mezcla de ambas cosas. Ante este descubrimiento, uno de sus objetivos en su nueva escuela fue dejar de tener su nariz metida en un libro cuando estaba sola. Eso le daría un espacio para que algunas personas se acercaran y también para ella poder acercarse a ellas. Dicho y hecho, exactamente esa semana hizo más amigas que en toda su vida. Se vio adoptada por una hermosa rubia escandalosa, una morocha bastante burlesca y una tímida pelinegra con la que se llevó de maravilla de inmediato. Ino, Tenten y Hinata.

En los almuerzos, comenzó a interactuar con las amigas mayores de ellas, Konan, Temari y Karin. Un año mayor.

Sakura no pudo evitar contarle todo esto a su amigo virtual, quien sabiamente le aconsejó no confiar demasiado en amigas nuevas. Te pueden decepcionar, le dijo.

La pelirrosa no supo interpretar muy bien sus palabras, por lo que no tuvo ningún tipo de filtro para contarles de inmediato quién le interesaba amorosamente. Uchiha Sasuke.

Ino le contó divertida que a ella le gustaba cuando eran más jóvenes. Tenten añadió que a la mitad de la población femenina de la escuela gustaba de él, mientras que la otra mitad gustaba de su hermano mayor. A Sakura no le sentó muy bien.

Eventualmente se dio cuenta de algo. Karin se veía demasiado callada cuando hablaban de él y entendió las palabras de Itachi apenas la vio besando a Sasuke detrás de la escuela varios meses después. No confíes en amigas nuevas.

La joven le contó entre lágrimas lo que había visto a Ino, quien se había autoproclamado su mejor amiga y durante meses la había ayudado a explotar su hermoso potencial. Cuando Ino se enteró, ardió troya. El grupo se dividió inevitablemente entre ellas cuatro y las 3 chicas mayores. No hubo tregua durante ese año. Sakura vio dolorosamente como la pelirroja se fue acercando lentamente al Uchiha durante los siguientes meses y explotó el día en que lo vio demasiado cerca de él en la cafetería ese mismo día.

Que estúpida había sido. Pensar en competir con Karin, quien era mayor, hermosa y claramente sabía bien lo que hacía. ¿Quién podría decir que no a eso?

—¡Sakura! ¡La cena!

—¡Voy!

Se puso ropa cómoda. Por dentro esperaba que la cena terminara pronto. No tenía nada de hambre.

o—


— Septiembre —


cherricherri: pasando a otro tema… tengo demasiado tiempo libre, así que me inscribí para ser tutora ^.^

waUch: Suena como un buen uso de tu tiempo.

cherricherri: espero que lo sea. Ya me dieron a mi primer ayudado. Es muy escandaloso y tengo que ayudarlo en matemáticas. Realmente no tengo idea de cómo ha pasado todos estos años aprobando si apenas puede con lo básico.

waUch: Todos pasan por cosas distintas. Con contextos distintos.

cherricherri: Sí… tienes razón. Por lo que sé él es huérfano de padre, pero gracias a que su madre viene de una buena familia han podido mantenerse bien.

waUch: Parece una situación difícil.

cherricherri: ¡Lo es! Bueno, ya debo irme, se hizo muy tarde. Hablamos mañana ^.^

waUch: Buenas noches, cherri.

—o—

Esa mañana le dirían quién es su segundo ayudado. Tener calificaciones perfectas tenía este gran beneficio que le permitía tener ingresos extra por ayudar a estudiantes en materias en las que estuvieran en problemas. Según lo que le había contado Shino, durante un semestre uno tenía aproximadamente 3 ayudados, pero en época de exámenes podía alcanzar hasta 7.

Después de hora de almuerzo, se excusó de su clase para hablar con Kurenai, la profesora de biología quien le pondría a cargo a uno de los chicos de su clase.

Cuando entró al salón, vio de pie a nada más y nada menos que Uchiha Sasuke.

Sus miradas se toparon y a Sakura le dio un pinchazo al corazón cuando vio la mirada fastidiada de su compañero. Mierda. Ayudar a Naruto en matemáticas era molesto para ella, pero ayudar a Sasuke probablemente iba a ser un infierno.

—Ohayogozaimasu, Kurenai-sensei.

—Ohayo Haruno-chan. Este es Sasuke Uchiha, tu ayudado en biología.

Sakura hizo una pequeña reverencia en forma de saludo y fingió una pequeña sonrisa. Se aproximó y ambos pactaron los días y horarios en que podrían juntarse a estudiar. Kurenai anotó los datos y los despidió.

—Nos vemos mañana, Sasuke.

—Nos vemos.

o—

waUch: Definitivamente no me gustaría estar en tu lugar.

cherricherri: no me gusta estar en mi lugar tampoco… no sé cómo veré a "marmota" durante todo el semestre.

waUch: ¿Qué harás ahora?

cherricherri: ver una película

cherricherri: la forma más efectiva para distraerme!

waUch: ¿Cuál?

cherricherri: ummm…

waUch: ?

cherricherri: no me presiones

cherricherri: algo de terror?

cherricherri: alguna sugerencia?

waUch: As above, as below.

cherricherri: Me dará miedo?

waUch: A ti sí. A mí no.

cherricherri: Presumido… avísame cuando darle play.

waUch: Bien.

—o—

Al día siguiente, a las 7 de la tarde, Sakura estaba afuera de la mini-mansión Uchiha, apretaba fuertemente su bolso escolar lleno de los materiales que necesitaba para la lección del día de hoy y hacer un diagnóstico de los fuertes y debilidades de Sasuke.

Cuando tocó el timbre, una mujer de mediana edad de largo y lacio cabello negro le abrió la puerta. Se veía hogareñamente espléndida. —Tú debes ser Sakura. Por favor, pasa. Sasuke-chan te está esperando.

La pelirrosa le agradeció con una sonrisa y siguió a la mujer hacia un gran salón con muebles de madera y una larga mesa de vidrio grueso en medio. En ella, un par de libros gruesos se apilaban al lado de un cuaderno con apuntes. Una vez se sentó, llegó su compañero Uchiha.

—Konnichiwa Sasuke.

Él asintió una vez para saludar —Terminemos con esto de una vez.

Durante una hora Sakura examinó el conocimiento del joven, desde lo que sabía, lo que le faltaba saber, sus habilidades para estudiar y su memoria. Supo que su principal problema era memorizar la cantidad de conceptos que entrarían en el examen final, especialmente porque estaba empecinado a manejar la materia al revés y al derecho. Tenía que tener una A en el examen.

Sakura supo de inmediato que al chico no le iba mal, por lo que se dio el lujo de organizar sus clases de un modo avanzado. Iba a dar todo de sí para que a Sasuke le fuera excelente. No porque le gustara, pensó, sino por mero profesionalismo. ¿Cierto?

Una hora y media había pasado y la madre del chico hizo acto de presencia. —Sakura-chan, he puesto un plato de comida para ti, así nos acompañas en la cena.

La pelirrosa se sonrojó —Oh, no es necesario Mikoto-san. Mis padres me deben estar esperando.

—Insisto, Sakura-chan, vas a estar viniendo seguido. —La matriarca Uchiha hizo una gesto facial que no admitía rechazo alguno —Me gustaría que te quedaras esta noche a comer.

Haruno asintió tímidamente, dando un vistazo a su compañero, quien no se veía complacido con la situación, pero tampoco del todo fastidiado. Por un momento deseó que este trato no se lo den todos los jueves. No le gustaría tener que comer allí cada vez que le hiciera tutorías a Sasuke.

Una vez en la mesa, Sakura se deleitó con la cantidad de delicias culinarias que estaban distribuidas en la mesa, una serie de mariscos marinados, camarones con crema, arroz con verduras, tempura y en medio de la mesa un pequeño pastel de manzana.

Acto seguido, llegó el que parecía ser el hermano mayor de Sasuke. La pelirrosa quedó maravillada con lo que a ella le pareció el ser humano más hermoso del planeta. Mirada penetrante, cejas rectas, piel nivea y un cuerpo angosto y alto. No pudo evitar el sonrojo al ver semejante varón e intentó disimularlo tomando un poco de té.

—Itachi-chan, ella es Haruno Sakura. Será la tutora de Sasuke-chan.

Mientras el mayor de los Uchiha tomaba asiento, arqueó una ceja en dirección a su hermano. —¿Tutora?

—Biología —respondió fastidiado.

—¿Estás teniendo problemas?

—No.

—Pudiste pedirme ayuda.

—Tsk.

Esta vez Itachi se dirigió a la joven. —Un gusto Haruno-san.

—Un gusto Uchiha-san.

—Itachi está bien.

—Entonces puedes llamarme Sakura.

El joven asintió.

La cena se desarrolló en un relativo silencio, solo siendo interrumpido por la matriarca y la joven pelirrosa, quienes conversaban amenamente sobre temas ligeros. —Sakura-chan, veo que al ser tutora tienes excelentes calificaciones. ¿Ya sabes qué estudiar?

La joven pareció dudar de su respuesta.

—Pues… mi mayor anhelo es estudiar medicina, —se llevó la taza de té a la boca —aunque mi padre desea que estudie leyes.

Sakura sintió los ojos de Itachi dirigirse a ella y sintió bochorno. Santísima mierda, que esta cena terminara rápido.

—o—

Uchiha Itachi posó sus onyx sobre la figura de la chica. Tenía mirada tranquila, manos gentiles y una manera muy cordial de dirigirse a su madre, a él mismo e incluso a Sasuke. También se sentía incómoda y se preguntó por qué. ¿Será que su madre la obligó a quedarse a cenar? ¿u otra cosa?

Decidió no seguir dándole vueltas al asunto y comer en tranquilidad. Rápidamente sus pensamientos navegaron hacia la película que había visto la noche anterior con su amiga virtual y deseó ir a su habitación y chequear si estaba conectada. Luego recordó que se conectaría tarde porque estaría… ejerciendo su día de tutoría.

Un pensamiento veloz pasó por su cabeza y lo descartó. Eso sería… demasiada coincidencia.

Una vez terminó su comida, se dispuso a retirarse hasta que escuchó lo último que dijo la joven compañera de su hermano.

—Pues… mi mayor anhelo es estudiar medicina, aunque mi padre desea que estudie leyes.

—Oh. ¿Y qué planeas?

—Bueno, creo que debo perseguir lo que deseo para ser feliz.

Demasiada coincidencia.

Demasiada.

—Me hace feliz escuchar eso. —Mikoto sonrió sinceramente hacia la pelirrosa y luego se dirigió a su hijo mayor. —Oh, Itachi-chan, ¿podrías cortar el pastel antes de retirarte?

—Sí, Okaa-san.

—Mikoto-san, ¿a sus hijos no les molesta el apodo que les tiene?

La mujer pestañeó—¿Apodo?

—Sasuke-chan e Itachi-chan. —puntualizó.

—Oh, eso. No, claro que no. Es simple cariño, les digo así desde que son niños.

Itachi miró de reojo la interacción mientras servía el pastel.

—¿Tú nunca has tenido un apodo de pequeña Sakura-chan?

—Mmh… bueno, cuando era niña mi Otou-san me decía Cherry. Y Cherry-cherry cuando era bebé.

A Itachi se le resbaló el plato de la mano cuando escuchó. Pastel desparramado en el piso.

Santísima mierda.

¿Cherricherri?