Ahí estaba Cierto rubió poniéndose su mochila y entré sus manos llevando una nevera portátil, miéntras se preparaba psicológicamente para un largo viaje..
- ¿Es necesario llevar tantas cosas?, Piensas quedarte a vivir por allá? - Señaló la mamá del presente miéntras tomaba una taza de café y reposaba en una de las sillas del comedor..
- Es tan Gay querida, casi no durmió en toda la noche - Ambos compartieron una risa burlona mientras el rubió los miraba con fastidió - Te empaque condones en el bolsillo derecho - Señaló tomando también de su tasa de café miéntras sostenía la mano de su esposa.
El rubio se espantó mucho y acabó por soltar todo para poder buscar entré los bolsillos de su mochila y sacar la tira bastante larga de preservativos..
- ¡Papá Carajo!, ¡Craig y yo no hacemos esas cosas! - El rubió acabó por tirarlos a algún lugar de la sala - ¡Además es una cena con toda la familia de Craig!, ¡Ustedes son muy sucios! - El rubió parecía realmente alrededor, miéntras que sus padres continuaban irradiando felicidad.
- Que no vayan a dejar que la abejita entré a la flor, no significa que nunca pasé, es mejor prevenir que lamentar, ¿O no es así cariño? - Esté se dirigió a su esposa quién asintió..
- De no haber tenido precaución, no estaríamos encantados ahorita contigo ... Aunque no sabíamos del sexo anal, es un poco más eficiente - Ambos se miraron y asintieron, miéntras que el rubió parecía al borde del colapso..
- ¡Ah!, ¡Cómo los odio! - Esté exclamó y justo cuándo ya estaba a punto de arrancarse el cabello por las palabras de sus padres, la bocina de un auto comenzó a sonar, haciendo que esté se espantara..
- Oh~ Que puntuales - Mencionó la mujer parándose de su silla para ir a abrir la puerta, miéntras que su hijo se desesperaba por volver a ponerse su mochila y tomar la nevera portátil en sus manos.
Para su suerte su madre ya había ido a abrir la puerta salido tras está junto a su madre, una vez fuera, la mujer rubió se acercó a está para darle un abrazo, acción qué repitió con el padre también..
- Laura, cada día estás más hermosa ~ - Mencionó la mujer con una sonrisa en lo qué la mujer posaba su brazo en el hombro de está..
- Gracias, a ti tampoco se te notan los años - Ambas rieron miéntras continuaban en sintonía con la conversación, cierto rubió salió de la casa en dónde su novio lo esperaba junto al maletero, esté le hizo un gesto para que se acercará miéntras abría la puerta..
El rubió hizo caso omiso, ignorando el hecho de que su madre estaba siendo inoportuna en hablar con tanta confianza a la mujer rubia que simplemente era cálida al expresarse, algo parecido con su padre, pero ganándose una ignorada olímpica de parte del pelirrojo quién simplemente leía su periódico dentro del auto o le subía volumen a la radio..
Simplemente deseo que la tierra se lo tragara, eso hasta que tuvo frente a frente a su novio, quién le recordó el motivo por él qué hacía ésto..
- Hey Honey - Esté se acercó a abrazar al rubió, acción que esté aceptó rodeando su espalda con su brazo libre, una vez terminó este, el pelinegro intentó sacarle la maleta - Ven, dame tú mochila para guardarla - El rubió asintió observando cómo la ponía dentro de esté, junto a las demás cosas que llevaban, tras ésto intento agarrar la nevera del rubió, pero esté no lo permitió..
- No déjalo, es para el caminó - El pelinegro ladeó la cabeza y juntos miraron al frente luego de un llamado..
- Muy bien chicos, suban al auto, nos vamos - Mencionó la rubia haciéndole un ademán a éstos dos y despidiéndose de beso en la mejilla de los padres del rubió.. - Su niño va a quedar en buenas manos - Mencionó yéndose a hacer en el asiento del volante..
El pelinegro accedió a la petición de su padre cerrando la puerta y yendo a abrir la puerta para qué el rubió entrará, en un intento de ser caballeroso, pero justo llegó la madre del rubió a abrazarlo..
- Oh~ Craig nuestro hijo estará tan protegido si está contigo - El pelinegro se quedó estático miéntras fruncía el ceño en lo qué aquél rubió se encargará de quitárselos de encima..
- ¡Agh!, ¡Ya nos tenemos que ir, sueltelo - El rubió tomó los brazos de su madre y al final terminó recibiendo un abrazo también, pero sumándose su padre - ¡Agh! -
- Nuestro pequeño es muy celoso - Mencionó la mujer miéntras acariciaba el cabello de esté, al igual que su padre quién asentía, el rubió se escapó de los brazos de éstos..
- ¡Ya es hora de irse! - El pelinegro asintió, viendo cómo esté se metía en el auto, siguiéndolo acabó por cerrar la puerta - ¡Adiós! - Esté les hizo un ademán de despedida, mientras que su madre pellizcaba la mejilla del pelinegro.
- ¡Oh! ¡Thom! - Exclamó el padre del rubió dirigiéndose al pelirrojo quién no tardó en subir la ventanilla para no hablarle, ganándose un gesto furioso de su mujer..
- Bueno chicos, que se diviertan, ya nos vemos luego - Exclamó cierta mujer castaña alejándose del auto y haciéndole junto a su marido un ademán al rubió..
- No te olvides de llamar - Ambos siguieron con el ademán..
- ¡Oh y de cuidarte! - Mencionó de nuevo de madre, pero está vez haciendo un bulto con su lengua y moviendo su puño en horizontal.
- ¡Ah!, ¡Debemos irnos! - Mencionó el rubió tocando el hombro de la madre de su novio quién asintió y dió marcha.
Sería un caminó largo para aquél rubió.
