Harry Potter No me pertenece.

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5 veces donde Harry fue un idiota posesivo +1 donde no lo fue.

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1

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—Malfoy va regresar para el 8 año—había dicho Hermione y con eso empezó todo, o tal vez no es que algo hubiera empezado.

Harry sabe que siempre tuvo problemas con Malfoy, desde antes de conocer a Ron o Hermione, había conocido a Malfoy en medio de una tienda de túnicas y desde ahí todo había ido de mal a peor. Los primeros 5 años de Hogwarts podrían haber sido un augurio de que se odiaban, Harry lo odio, hubo un momento en su vida donde no habría dudado en decir que Malfoy era de sus personas más odiadas en el mundo.

Tal vez no nivel Dursley o Voldemort, pero le desagradaba bastante.

Y luego sucedió el sexto año.

En retrospectiva y ahora sin guerra de por medio sobre sus hombros, Harry puede decir que debió sospechar que era bisexual desde antes de eso, pero si había un momento donde su bisexualidad fue totalmente visible para quienes lo rodeaban (y para él) fue cuando luego de cinco años de ser acosado por Malfoy, el único año donde no lo hizo fue Harry quien lo acoso.

Claro que tenía razón, había sido un mortifago, así que eso es un punto a su favor.

Pero no solo eso.

La forma en como había mirado cada detalle del chico, en un claro deseo de descubrir que ocultaba, pero al mismo tiempo se frustraba por todo lo que representaba, había sido muy…revelador. Harry admiraba el cabello de Malfoy de formas que no hizo con Ginny, lo cual era ridículo, porque Ginny era preciosa y sin duda una novia encantadora. Pero Malfoy tenía su atención, incluso más que el quidditch y de forma poco sana; de manera que cualquiera se detendría a pensar que algo no estaba bien con él.

Lo cual era también cierto.

Pero como siempre no tuvo tiempo de pensar eso, porque tenía que pensar en salvar el mundo y no como su cuerpo no siempre reaccionaba de forma totalmente negativa con Malfoy. No siempre lo observo con deseo de saber que ocultaba, si no que pensaba que era un idiota atractivo y puede que cuando comenzara a pensar que era atractivo tuvo que detenerse.

No lo hizo.

Nunca se detuvo con Malfoy y odio que, de cierta forma, fuera gracias a él que descubriera que los chicos le gustaban igual que las chicas. Claro que luego descubrió que no solo era Malfoy, otros chicos como el hermano mayor de Ron o Oliver, habían llamado su atención, pero no pudo notarlo en ese entonces.

No lo llamaría amor.

No.

Era obsesión.

Pero luego de eso, ese momento en la mansión donde el chico había negado que era él, aunque Harry había visto en los ojos de Malfoy su claro reconocimiento; que mintiera por él, hizo que todo fuera tan…confuso. Años donde estaba seguro que se odiaban, meses donde Harry descubrió que lo quería físicamente, seguro de que Malfoy jamás voltearía a verlo y luego hace eso.

Cuando todo termino.

No había dudado en ir a los juicios, no importa cuánto Hermione le advirtió que no lo hiciera, Harry había entrado en el juicio de Malfoy al cual no fue invitado (era el héroe de la guerra, debía servir para algo el titulo) para abogar por este y su madre; había visto la incredulidad en su mirada, la misma mirada incrédula que tuvo Harry cuando este mintió por él.

Y luego le había regresado la varita.

Malfoy no dijo nada cuando se marcho y una parte de Harry se sintió triste de no encontrar otra oportunidad para hablar con él después de eso…hasta ahora.

—No sabía que lo dejarían ir, papá escucho algo, pero aún estaba en consideración—habla Ron desde el suelo de Grimmauld Place, donde Harry había estado desde el final de la guerra intentando cambiar algo del lugar.

Se sentía tan…vacío cuando todo termino.

Es raro sentirse vacío cuando no tienes un loco psicópata en tu espalda o correr porque alguien quiere asesinarte. Pero odiaba salir a la calle, donde lo verían y señalarían, incluso más que en su primer año en Hogwarts. Le habían recomendado ir con un psicólogo, pero luego de ir con uno y que este intentara vender sus secretos antes que Hermione le amenazara; bueno, ahora a la lista de temores es contar información a otros y que vendan dicha información a los periódicos.

Se siente temeroso.

No confía en nadie.

Hermione dijo que eran secuelas de la guerra.

Aparte de Ron y Hermione duda que pueda confiar en alguien, pero tampoco quiere acapararlos tanto, ahora que han terminado todo sufrimiento es agradable verlos intentar sobrevivir juntos; ellos son pareja, pero aun así lo cuidan.

Egoístamente Harry acepta eso, porque, aunque odia estar rodeado de personas, odia estar solo.

—McGonagall abogo por él, claro que tendrá restricciones, pero volverá con algunos otros Slytherin—musita Hermione pensativa.

Ron apenas si le da otro pensamiento.

Si bien Ron de primer año podría haber sentido desprecio por los Slytherin, como la mayoría de los Gryffindor, Ron ha pasado una guerra y esas líneas de odio se han desdibujado en aquellos que participaron. Incluso cuando algunos Slytherin si fueron malvados, ahora puede pensar en algunos Gryffindor como Peter que tampoco fueron tan positivos en el mundo.

Además.

Era cansado odiar.

Había pasado toda su vida odiando a los Dursley y luego a Voldemort, pero luego que la guerra termino, mantener ese odio era demasiado cansado.

—Bueno, Harry y yo estábamos pensando entrar directamente a la academia como dijo Kingsley, así que tendrás que decirnos que tanto cambia el hurón—musita Ron aburrido bostezando.

Hermione va a decir algo, pero Harry se adelanta.

—Regresare a Hogwarts—dice antes que pueda procesarlo.

No tiene nada planeado, a pesar que las clases inician en 5 días, tendrá que rechazar a Kingsley a pesar que hace semanas había aceptado unirse al plan de aurores en entrenamiento; que no importa no tuviera ninguno de sus EXTASIS, ser el héroe del mundo mágico habría puertas más que sus notas escolares. Tendría que hacer compras apresuradas, prepararse mentalmente para volver a estar reunido con otras personas a su alrededor todo el tiempo; saber que las pesadillas y ataques de pánico podrían alertar a otros, aparte de Ron y Hermione.

Cuando Hermione les había casi suplicado por volver, Harry había rechazado, odiaba estudiar y su vida había sido un constante de hacer cosas por los demás y no por él mismo.

Pero esto era diferente.

Draco Malfoy regresaría a Hogwarts.

Pensó en ese momento en el ministerio, en el rostro del chico decaído, en sus hombros encorvados que distaban del idiota engreído que solía pasearse por Hogwarts como si fuera un príncipe. Medito poco sobre como este era de los pocos que parecían ser una constante en su vida (para bien o para mal), sobre competir al quidditch con este o simplemente discutir por cosas que ahora parecen tan ridículamente triviales, que no sabe como en algún momento fueron de vida o muerte para Harry.

Todo lo que hizo Malfoy en su vida, ahora parece tan, claro y brillante, a diferencia de otras cosas que se han ido desdibujando.

Y quiere de regreso esa sensación.

O tal vez.

Solamente es egoísta, de querer acaparar a Malfoy ahora sin Voldemort, como los viejos tiempos; se siente mal al respecto, pero tomo una decisión.

Al ver las miradas poco impresionadas de Hermione y Ron, tuvo que haber dudado sobre que tanto sabían de lo que pasaba por la mente de Harry.

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2

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Malfoy regresa como muchos otros de octavo año, no están en los dormitorios de Slytherin, ya que McGonagall en un afán de mejorar la unión de casas, coloco a todos los octavo año en una torre diferente con compañeros de cuarto variados; Harry se había ilusionado ante la idea de que la suerte podría estar de su lado y pudiera compartir habitación con Malfoy. Pero no, Harry fue unido a Blaise Zabini quien apenas si pestañeo ante la información, mientras que Malfoy termino compartiendo habitación con Anthony Goldstein; fue frustrante verlo lucir bastante tranquilo con eso, de hecho, pocos de los presentes parecían ver mal a Malfoy y eso lo hizo sentir dudas.

No había visto que sucedió en séptimo año, pero si no se equivoca, pudo notar el punto de Draco Malfoy en ocasiones cuando buscaba el nombre de Ginny; no quiere pensar en cuantas veces había buscado el nombre de Ginny en comparación del nombre de Malfoy cuando había descubierto que este regreso al colegio.

No quiere abrir esa lata en especifico en su cabeza.

Ahora que eran estudiantes, Harry pensó que podría hablar con Malfoy, pero rápidamente eso quedo descartado cuando este simplemente ignoraba a todos. En ocasiones dejo a Blaise acercarse, charlas rápidas, antes que este se marchara rápidamente solo asistiendo a clases o encerrándose en su habitación.

Su plan de volver para hablar estaba fallando.

Cuando se quejo al respecto con Ron y Hermione, estos solo se vieron con cansancio.

—¿Volvimos a sexto año? —preguntaría Ron con una sonrisa divertida, a lo cual Hermione solo suspiraría y Harry decidiría que necesitaba nuevos amigos.

Era ignorado.

Pero ya no tenía que serlo.

Ambos se habían salvado el uno al otro, y si bien no quería que el chico volviera a este agradeciendo su ayuda, espero al menos un reconocimiento que nunca llego.

Lo peor fue cuando una tarde, tres semanas después de iniciar el octavo año, encontró a Malfoy en la sala común de octavo año, hablando con Anthony, el Ravenclaw que había estado en el DA. El chico hablaba divertido sobre algo, Malfoy no decía nada pero había aceptado el libro que este le dio, antes de levantarse y caminar hacía el dormitorio, sin verlo ni una vez.

Rápidamente Harry se apresuro hacía Goldstein, que estaba comentando algo a Neville y Harry se metió en la conversación.

—¿De qué hablabas con Malfoy? —la sutileza nunca había sido su fuerte, por la forma en como Anthony y Neville se vieron de reojo, si notaron algo, fueron amables de no hacerlo tan notorio.

Hermione y Ron habían fracasado al respecto.

—Draco está en estudios muggles, ocupábamos leer un libro así que le preste el Hobbit, parece curioso cuando lo comente la noche anterior—responde Anthony con una sonrisa amable.

Harry lo odia.

¿Por qué puede hablar con Goldstein y no con él?

Harry lo había intentado durante días, intento hacer el intento de saludarlo, sentarse casualmente con él en clases (Ron y Hermione solían sentarse juntos) ya que siempre estaba solo, saludarlo durante la cena; pero es como si Malfoy tuviera un plástico repelente para Harry.

Lo bueno.

Aunque había comentarios y susurros que gruñían "mortifago" entre los estudiantes al ver a Malfoy, ninguno hizo nada activamente para atacarlo. Su plan de verse como protector de Malfoy y conquistarlo estaba fallando antes de iniciar, la mayoría de estudiantes de octavo año tenían un trato bastante cordial con Malfoy e incluso algunos tuvieron el descaro de protegerlo si fuera necesario.

Eso fue emotivo.

Pero no entiende por qué.

Sabía que estaba estudiando estudios muggles, cuando intento tomar la clase, McGonagall había sido seria de que no tenía el TIMOs para eso y que incluso ser el héroe del mundo mágico no le ayudaría; fue agradable ver que alguien no tomaba en serio el nombre de héroe para variar.

Pero eso lo alejo más de Malfoy.

No es que quisiera a Malfoy, solo, quería ser su amigo.

Que tuviera sueños bastante indecentes con él desde que regreso a Hogwarts, para verlo siendo el idiota pretencioso pero de buen parecer, no tenía nada de malo; Malfoy había sido constante en sus sueños desde sexto año, no era nada nuevo.

Un momento.

Draco.

Anthony llamo a Malfoy por su nombre.

—Así que eso era lo que estaba buscando en la biblioteca, se me hizo raro cuando le dije que podría ayudarlo y estaba rojo como un tomate—hablo Neville de forma distraída, Anthony soltó una risa, pero Harry solamente se quedó ahí.

Sintiendo una gran necesidad de golpear a Anthony por algún motivo.

Nadie solía llamar a Malfoy por su nombre, solo algunos pocos de Slytherin, todos solían llamarlo por su apellido.

—Le dije que podría ayudarlo, pero sigue siendo tan tímido, incluso Terry se ofreció en ayudarle y este pareció abochornado—continua Anthony ajeno del peligro que tiene.

Neville se ríe.

Antes de saberlo otro chico que antes era de Ravenclaw llama a Anthony, que se apresura a caminar hacía ellos, deteniéndose donde las gemelas Parvati, especialmente donde Padma (quien había ido al baile con ron en cuarto año), hablando bastante animadamente.

—No sabía que eran cercanos a Malfoy—y puede que salga con reproche, pero eso no importa ya que quiere respuestas.

Neville lo ve fijamente, antes de encogerse de hombros.

—No somos cercanos, pero no puedo olvidar el séptimo año, muchos no podemos olvidar a Draco—la ceja de Harry salta un poco al escuchar que este también dice su nombre—puede que fuera un idiota, pero todos preferíamos un Crucio de su parte que de los Carrow—

—¿Un Crucio? —pregunta Harry recordando lo horrible que fue en su cuarto año en el cementerio.

Neville hizo una pequeña mueca con sus labios, no era muy fanático de hablar sobre que habían vivido en séptimo año.

Harry y compañía tuvieron sus dificultades, pero los que quedaron dentro de Hogwarts tampoco tuvieron una mejor experiencia, Neville entre ellos.

—Uno tiene que sentirlo para hacerlo—sí, Harry ya había usado esa maldición y entiende lo que quiere decir—a veces otros estudiantes eran los elegidos para maldecir a otros, entre ellos Draco y…era claro que no lo sentía, un cosquilleo y actuación, muchos estudiantes se sintieron aliviados cuando Draco era señalado para lanzar la maldición y…siempre era tan amable con los de primer año, cuidándolos y alejándolos cuando los Mortifagos claramente querían hacerles daño…no sé qué problemas tengas con Draco, no voy a interferir, pero ha cambiado y no soy el único que lo ha notado—finaliza Neville con un suspiro pensativo, antes de sonreír ante el llamado de Hannah al otro lado del salón.

Ha cambiado.

Eso no lo sabía.

Bueno Harry tiene historias que Malfoy tampoco sabe, así que es normal que hubiera cosas que Harry no sepa de Malfoy. Aunque puede verlo, cuando compartió conexión con Voldemort, había visto como Malfoy no había podido torturar a otros.

Incluso si eran muggles.

Volteo a ver al pasillo lleno de habitaciones, sin entender su necesidad de hablar con Malfoy.

Como la necesidad de golpear a Neville y Anthony.

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3

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Tomo dos meses lograr romper la barrera de Malfoy para que le hablara, cuando lo hizo con cansancio y resignación, Harry se palmeo la espalda con éxito; Ron y Hermione simplemente suspiraron cuando conto esa noche lo emocionado de poder hablar con Malfoy luego de todo este tiempo. El chico no comía bien, parecía siempre tener ojeras y en su mayoría solo eran respuestas de monosílabos cuando Harry se acercaba, pero no lo ignoraba y nuevamente eso era ganancia. Puede que Harry estuviera más preocupado por obtener la atención de Malfoy que estudiar, lo cual llevo a otra nueva oportunidad cuando solicito ayuda de este para estudiar; no por nada era el segundo mejor que Hermione en clases.

Malfoy señalo que podría ir donde Hermione.

Harry señalo que ella tiene suficiente con Ron.

Así que comenzaron las clases de estudio, lo cual luego de algunos días le dio la oportunidad de llamar a Malfoy con el nombre de Draco y eso se sintió como otra victoria.

Hasta que no lo fue.

—Mira Draco lo que conseguí, es la nueva copia del señor de los anillos—Harry estaba comenzando a odiar la voz animada de Anthony Goldstein, que debido a que ahora estaba más cerca de Draco, pudo notar que no era el único.

Draco cambiaba su rostro a uno más suave cuando el chico Ravenclaw se acercaba, especialmente porque ambos hablan del libro del señor de los anillos, el cual parece ser largo y aburrido; Hermione parecía divertida cuando pregunto al respecto. No solamente era el chico Ravenclaw, Blaise su compañero de cuarto (que suele ignorar a Harry como la mayoría de Slytherin) suele pasar tiempo con Draco y este no parece tan incomodo como cuando es Harry quien esta presente; Daphne Greengrass y su hermana pequeña (con un obvio enamoramiento por Draco) también suelen ser receptoras del Draco tranquilo. No fue hasta que vio al chico charlar suavemente con Luna una mañana, que Harry comenzó a molestarse, lo cual fue estúpido porque todos aman a Luna cuando la conocen.

La niña había admitido que cuando era prisionera en la mansión Malfoy, Draco era quien los alimentaba y usaba magia para sanar si se sentían mal.

Así que ambos generaron una especie de relación cercana.

Luego vio a Ginny bromear con Draco, quien parecía incomodo a su lado, pero la chica al igual que Luna lo aceptaron con relativa facilidad.

Ginny comento sobre como le había salvado de un castigo una vez y que envió flores como su pésame por la muerte de su hermano, así que no tenía nada en contra de él; no es que hablaran mucho después de eso, Ginny seguía un poco resentida por como las cosas terminaron entre ellos y como no regresaron a lo que fueron.

—Se ve bastante impresionante—habla Draco sacándolo de sus pensamientos, y de su trabajo de pociones, tomando el libro de Anthony en sus manos—¿se lo enseñaste a Padma? —también odiaba que el chico nombrara a otros por su primer nombre tan fácilmente, cuando Harry casi tuvo que suplicarle que lo llamara como Harry.

Luego que le llamo Draco por dos semanas sin que este quitara el Potter de sus labios.

Puede que hubiera sentido un escalofrió la primera vez que lo llamo Harry.

Puede que se hubiera tocado esa noche ante el recuerdo.

Nunca lo admitiría en voz alta.

—Dice que soy un nerd—gruñe Anthony tomando asiento en la sala de estar, que es un espacio común, pero que Harry posesivamente se había adueñado con Draco estos días.

La mayoría no se acercaba cuando los veía estudiando, así que detestaba cuando alguien rompía esa regla tacita.

—Ella comento sobre un libro, deberías leerlo—aconseja Draco, sigue viendo el libro del señor de los anillos con curiosidad y un poco de brillo en sus ojos que no ha tenido desde antes de sexto año.

Harry se ve tentado por un segundo a ofrecerle una cantidad ridícula de dinero a Anthony por ese libro para dárselo a Draco, pero se contiene porque eso podría ser pretencioso. A pesar que Lucius esta en azkaban, la familia Malfoy conservaba parte de su riqueza y el dinero no podría impresionar a Draco.

—Orgullo y perjuicio es demasiado…de niñas—dice Anthony con pesar, a lo cual Draco rueda los ojos.

—Lo leí—

—No juegues—

—Ella es orgullosa, él tiene prejuicios—

—Dame un resumen por favor, hare lo que sea—

Harry gruñe, como un gruñido real cuando Anthony había sujetado el brazo de Draco para lucir suplicante. El Ravenclaw parece nervioso, pero Draco solamente pestañea confundido al verlo, por lo cual Harry solo tose como si le doliera la garganta.

—Draco puedes ayudarme con esta parte, es sobre pociones, Slughorn realmente se enojó por mi último trabajo—ahora que no tiene el príncipe mestizo, bueno, Harry no era el mejor estudiante y no importa cuando Slughorn quisiera ayudarle.

No puede hacer milagros.

Que Draco lo ayudara en clases era el mejor milagro para todos.

—No te quito más tiempo, pero tenemos que hablar de ese libro más tarde—suplica al final Anthony antes de irse.

Draco lo ve fijamente pensativo un tiempo demasiado largo, pero antes que pueda decir algo a su favor, Draco solamente suspira antes de tomar su ensayo. Toma asiento a su lado en el sofá, a diferencia de como suele quedarse en otro sofá frente a él, sus rodillas se tocan en ocasiones y Draco lo ve en cada momento como si esperara algo; Harry solo sonríe como siempre.

Bien.

Tiene la atención de Draco nuevamente.

Todo está bien.

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4

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La primera vez que besa a Draco fue por celos, fue detestable que el día siguiente Hermione cobrara a Ron por una apuesta o que este se quejara de no esperar una semana más. No es que Harry hubiera querido que fuera así, había visto a Draco charlar de forma animada (Draco nunca esta animado) con Blaise, colocar una mano en su brazo y ver a este acercarse a él como si fueran una pareja; Harry había visto rojo. No se enorgullece de decir que apenas este se despidió y colocando en riesgo casi un año de intento de amistad, lo había abordado entre los pasillos para besarlo. Draco había parecido honestamente sorprendido, pero no lo empujo como pudo haber hecho y tampoco se quejó.

Le regreso el beso.

Harry pudo haber vuelto a luchar contra Voldemort solo por ese beso o conjurar el patronus más brillante.

Besar a Draco era diferente de Besar a Ginny, muchísimo mejor que el beso con Cho (aunque esa podría ser su peor experiencia besando hasta ahora) y todo su interior se lleno de calidez cuando lo sujeto por la cintura, empujándolo contra la pared.

¿Qué esperaban de ellos?

¿Ternura y suavidad?

No.

El idiota luego de la sorpresa inicial, había besado a Harry como si fuera una bestia y Harry había disfrutado cada segundo de ese maldito beso. Si una vez había pensado que no tenía atracción por los hombres, bueno, eso se fue por la borda cuando sintió la rigidez del cuerpo de Draco contra él. Los ojos grises del chico estaban brillando, toda la atención estaba sobre él y Harry supo que eso quería.

Poseerlo.

Pero poseer a una persona es ilegal y sobre todo porque no habían hablado bien después del beso, o los que siguieron, porque se siguieron besando; mucho.

Solo eso.

Besos.

Draco lo besaría en cualquier rincón del castillo, hasta el punto de tocarlo y dejarse tocar por un hambriento Harry cuando quisiera, pero lejos de la atención del público. La única vez que Harry había intentado tocar su brazo frente a otra persona, se había puesto tenso y prácticamente huido por dos días de la atención de Harry; así que supuso que lo que fuera que tuvieran ambos.

Solo era de ellos.

Hermione y Ron saben por supuesto, Harry es incapaz de guardar un secreto de ellos luego de años de adiestramiento para no hacerlo.

Blaise le daba miradas curiosas y usualmente no dormía en su habitación, compartiendo con quien fuera que estuviera, dejando vía libre a Draco de colarse para besarlo sobre la cama.

Si no fuera por eso, por como Draco parece totalmente destrozado al besarlo y gimoteando por más, casi juraría que no le interesa.

¿Qué tiene de malo ser abierto frente a otros?

Harry odia la atención de los demás, usualmente le gusta tener un perfil bajo, pero como desea poder pasar por los pasillos de Hogwarts con el brazo sobre Draco o su cintura, para que cualquier idiota que le estuviera haciendo ojos, pudiera notar que tenía dueño.

Y eso sonaba tan mal que lo hizo sentir culpable.

Draco no pertenecía a nadie.

Una persona no puede pertenecer a nadie.

Pero al menos que pudiera ser llamado como su pareja, no seria mucho pedir, ha salvado el mundo mágico algunas veces, no cree que merece menos. Draco puede que no fuera la persona más popular y varios ojos indiscretos estuvieran sobre él, hay personas que lo odiarían sin saber el trasfondo de que sucedió con él y puede que si fuera un mocoso muchas veces; pero no merece odio.

Solo era otra victima más de la guerra.

De sus padres.

Pero ahora que no esta con ninguno, esta intentando ser alguien mejor.

—¿Por qué no puedo besarte en público? —nuevamente, no es la mejor persona para la discreción.

Draco deja de lado los libros, viéndolo un poco sorprendido de que hubiera hecho la pregunta en voz alta. Habían ido a Londres muggle, Hogwarts había terminado la semana pasada y Harry no pudo esperar mucho tiempo sin ver a Draco antes que lo citara para verlo.

El ultimo fin de semana en Hogwarts fue cuando al fin habían tenido sexo, no es que lo hubiera presionado para eso, Harry estuvo bastante (y gratamente) sorprendido con el hecho que Draco lo besara más allá de la ropa. Con Ginny nunca había tenido sexo, era su única relación estable y en sexto año tenía muchas cosas mejores que pensar que tener sexo con su novia.

Su adolescencia no fue normal.

Que se puede decir.

Entonces cuando Draco lo beso y Harry le quito la camisa, este lejos de verse perturbado como otras ocasiones, simplemente dejo que siguiera; un paso tras otro. Fue un poco doloroso ver su torso lleno de cicatrices, de las que Harry hizo y un recordatorio que a pesar de lo que piensan las personas, Harry no era bueno; tampoco era malo, simplemente era gris, como los ojos de Draco.

Se sintió culpable de ver las cicatrices, porque es el recuerdo de un momento traumático en la relación de ambos, pero más que todo, porque esas cicatrices eran de Harry.

Porque inevitablemente cada que Draco las viera, pensaría en Harry para bien o para mal.

Y eso es…malo.

Hermione una vez le explico que Harry necesita sanar, que toda su infancia y adolescencia, lo hicieron tener una mirada del mundo diferente, un poco retorcida en la cual deberá trabajar de ahora en adelante. Tiene problemas, no tiene que decirlo en voz alta y no poder ver un sanador para hablar ya que desconfía de todos no ayuda, así que su forma de querer a otros, no es normal.

No es correcta.

Esta mal.

Porque Harry no sabe amar, pero de alguna forma está enamorado de Draco.

No sabe tratar a otros.

Sus sentimientos posesivos son casi una forma de amar desesperada, por temor de perder a alguien, su manera de obsesionarse con otros es un reflejo de como en su infancia fue ignorado por los demás. Querer algo solo para él es una forma de luchar contra como su vida siempre tuvo que dar todo por otros, solo quería algo que pudiera llamar suyo y su cerebro retorcido había elegido a Draco.

Especialmente luego de tener sexo, de sentir el calor cuando estuvo dentro de su cuerpo, recordar la sensación de encajar por primera vez en algo que se sintió correcto.

Que se sintió suyo.

Porque cualquier relación o interacción en su vida con Draco Malfoy, era algo que solo pertenecía a Harry.

Así que.

Quiere presumirlo.

—Porque no deberían saber que estamos…—Draco parece meditar en sus palabras y Harry se para erguido al lado de este en la librería, incrédulo que no pueda decir que están juntos como pareja cuando claramente han estado juntos como pareja—…relacionados—finaliza con duda.

Duda en su palabra.

No en sus acciones, ya que lo ignora mientras camina un poco más, viendo curioso los nombres de los tomos, como si algún libro muggle fuera sin duda un tesoro el cual analizar. El corazón de Harry latería emocionado en cualquier otro momento, emocionado por el rostro adorable de Draco al ver libros muggles como si fuera un niño; había temido temor de que se sintiera incomodo entre personas no mágicas.

Pero aparte del rostro lleno de asco al casi pisar excremento de un perro, se había portado increíblemente comprensible en este mundo.

Lleno de curiosidad y mentalidad abierta.

Era hermoso.

Y era suyo.

Pero Draco no parecía querer serlo, al menos no como Harry quiere y eso está bien, no se debe obligar a nadie, igualmente era tan frustrante.

Culpa.

Siente culpa al pensar de esa forma en Draco.

Así que para despejarse e ignorar un poco a Draco, decide caminar un poco lejos de los libros, no es como si importara, algo bueno del mundo muggle es que nadie reconoce lo famoso que es entre el mundo de los magos. Toma un tiempo en la sección de libros de cocina, pensando que podría conseguir algunos ya que había estado obsesionado con la cocina para liberar tensión y enfocarse en algo.

Ron había dicho que el entrenamiento para aurores empezaba en tres meses.

Harry no se siente tan animado por ser auror, pero si le gustaría serlo, capturar a los idiotas sueltos que han quedado luego de la guerra, sentir que ha cerrado finalmente un libro y hacer que nadie más tema por esos imbéciles de supremacía de sangre.

¿Y luego…?

No sabe.

No sabe qué hará después y por eso decide enfocarse en lo que tiene frente a él.

Escucha risas y voltea al detectar la de Draco, esta por sonreír ante el sonido, cuando su expresión se congela al ver a este reír con una chica de la librería. No debería molestarle, Draco había aceptado ser gay sin interés en chicas, pero la forma en que ríe con esta desconocida, un muggle que hace algunos años podría haber odiado, solamente le hace sentir.

Celos.

Porque no son nada, Draco no explica que son y Harry se siente atrapado en sus no palabras dichas.

La chica esta coqueteando y cuando Draco no aleja la mano de esta de su brazo, Harry se mueve sin poder evitarlo, colocándose entre ambos de forma "inocente" y mostrando a Draco el libro que iba a conseguir sobre postres. Draco apenas si parpadea, manteniendo una apariencia tranquila cuando lo toma casi de forma subjetiva de la cintura y caminan hacía la caja.

Draco se está por quejar sobre que puede pagar su libro, que Harry había pagado con el suyo, antes de detenerlo con un beso rápido en sus labios.

Ahí.

Frente a todos.

El rubio parece incrédulo, pero lejos de quejarse, solamente le da una larga mirada, antes de suspirar y ver a otro lado.

Otra victoria.

Y se siente mal, culpable, pero comienza a besar a Draco en otros lugares públicos y este no se queja.

Parece recio cuando lo hace en el callejón Diagon, porque hay muchos testigos y efectivamente salen en la portada el día siguiente; pero Harry no puede más que sonreír cuando este se queja que ahora tendrá que enviarle una carta explicándole a su madre que ahora son pareja.

Y esa fue la primera vez que Draco uso esa palabra.

Pero no la última.

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5

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Tener sexo de reconciliación no es raro, es una de las ventajas de tener una pareja con la cual discuten constantemente y la mayoría de veces, solo lo hacen por diversión o costumbre. Pero tener sexo de reconciliación en medio del ministerio de magia, puede que fuera peligroso, lo cual no le importa cuando encierra a Draco y su persona en uno de los baños de la planta más baja del lugar. Su novio lo ve incrédulo cuando usa magia para bloquear la puerta y que nadie pudiera entrar, pero luego comienza a besarlo, comienza a tocarlo y este deja de ser el mocoso mimado que tiene por novio hace 4 años, para convertirse en masa en sus manos.

Tan susceptible.

Draco es sensible a su toque, especialmente porque Harry sabe donde tocar, donde presionar para llevarlo a la locura, como mantenerlo ahí sin poder irse y prolongar la locura de ambos.

No esta vez.

Esta vez es solamente sexo fuerte, rápido, uno donde quiere recordarle a Draco a quien pertenece.

Y esto le hace sentir tan bien como culpable al mismo tiempo.

Con 4 años siendo pareja (Draco insiste que son solo 3 y unos meses, pero Harry quiere contar desde la primera vez que se besaron como ser pareja) es normal que la relación creciera y eventualmente probaran cosas nuevas. A pesar de su forma posesiva de ser, Harry no ha mostrado una alta inclinación a practicas masoquistas o juegos de amos; pero disfruta sujetar a Draco con cuerdas y hacerle decir que le pertenece, dentro y fuera del sexo.

Ver su cuello con sus marcas, sentir su piel contra la suya y ver las marcas que le ha dejado.

Sus amigos no ven nada raro, pero no es que comparta con ello sus oscuros pensamientos, la forma en como Draco es una pertenencia para él o como no solo es eso, es su respiro de su vida; con Draco no es el héroe de guerra, es el niño que rechazo su amistad en primer año y que luego de eso fue un descenso en la vida del otro.

Lo ve como es.

Le dice lo idiota que es en la cara.

Ríe con él cuando juegan juegos de mesa.

Lo arrastra para que se vaya temprano al trabajo y es el que le prepara el café como le gusta.

Quien lo obliga a ver películas, aunque inicialmente le tenía miedo al televisor.

La persona que compra una tarta de melaza cuando se siente triste y que le paga con sexo si quiere subirle el ánimo…lo cual funciona de maravilla.

—¿Por qué coqueteaste con el secretario del ministro Frances? —gruñe Harry envistiendo más fuerte dentro de Draco, quien esta sobre uno de los lavados sujetándose de él para no resbalarse.

Es un desastre, su rostro rojo y sus manos arrastrándose por su espalda, incrustando las uñas como si no pudiera contenerse.

No se han quitado toda la ropa, solo esta separada para permitir el movimiento, aunque hay piel que se toca y puede sentir el pene de Draco entre el vientre de ambos.

Parece querer la fricción, si Harry no estuviera tan enojado, lo haría correrse sin tanto juego.

—¿Celoso Potter? —brama Draco con obvia diversión y gimotea como un gato en celo cuando Harry acelera el movimiento para recordarle con quien está hablando.

No con un idiota francés agrandado, que había estado viendo a Draco como si estuviera soltero toda la reunión. Harry quien apenas se ha graduado de la academia de aurores estuvo en la reunión y Draco quien era un recién maestro en pociones que estaba colaborando con un caso; ambos se habían encontrado con el ministro francés y su secretaria, Kingsley pensó que era buena idea presentarlos en medio de una reunión diplomática.

Porque Draco hablaba Frances y parecía hacer sentir cómodos a los invitados.

Pero el tipo secretario, demasiado mayor para Draco, no dejaba de verlo con esos ojos que Harry odiaba.

Ojos de idiotas que no sabían que Draco ya tenía dueño, no debe sentirse así, está mal y pensó que con los años se acentuaría.

No lo hizo.

Empeoro.

Sonrió de forma culpable contra el hombro de Draco cuando siente que se ha corrido, porque ahora puede correrse tranquilamente dentro de él. Es delicioso, sentir la piel del trasero de Draco contra su miembro, aparte del calor de su semilla que sabe que a Draco le encanta.

—No—responde a la pregunta de hace momentos, Draco totalmente destrozado, tiene la osadía de reírse en su cara—porque me perteneces—dice sujetando suavemente la mandíbula del chico y pasando su pulgar sobre sus labios.

Draco lo ve fijamente por un largo periodo de tiempo, antes de sacar la lengua y lamer su pulgar de forma tan condenadamente erótica, que Harry solo sonríe en respuesta.

Había pensado en solo tenerlo una vez, pero bueno, supongo que tienen tiempo para una ronda más.

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+1

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Harry tiene dudas cuando le propone matrimonio a Draco, este había aceptado con demasiada facilidad y lo había hecho de forma discreta; pensó primero en una fiesta ruidosa, para que todos vieran que el chico aceptaba (tenía que aceptar, no podía pensar en una vida sin él), pero dejo de lado sus pensamientos egoístas. Draco había parecido sorprendido por la proposición tan aleatoria en medio de Grimmauld Place poco antes de navidad, pero había dicho que si y eso era más que suficiente para que Harry lo besara de forma alegre, para luego pasar a tener sexo; por casi todo el salón, hasta que pudo tener lucides de aparecerlo dentro de su habitación para seguir la celebración.

Fue.

Delicioso.

Tener sexo con él viendo el anillo en su mano, sintiéndolo cuando entrelazaba sus dedos aun dentro de él.

Una señal.

Todos sabrían que seria suyo y eso hizo que la bestia dentro de él se deleitara, que creciera y ronroneara por tener a su pareja ahora para él solo.

No fue hasta que por fin estuvo satisfecho luego de una larga celebración, acostado al lado de Draco desnudo sobre las almohadas y mantas de su habitación, que comenzó a temer de si estaba haciendo lo correcto. Parecía tan injusto tener estos sentimientos, ocultarle a Draco la verdad de estos, sus verdaderos pensamientos egoístas y posesivos.

Debería iniciar una relación saludable, si se casaban, Harry quería que este supiera con que se estaba metiendo.

Pero tenía miedo.

Miedo de que eso le asustara, miedo que le dejara.

Debe ser solo la valentía Gryffindor y la estupidez propia de él (Hermione decía que era inteligente, pero era idiota en meterse en problemas rápidamente) que le hicieron admitir en voz baja un poco de sus pensamientos, como si quisiera tantear aguas, que Draco no fuera totalmente desprotegido a un matrimonio con él.

Que supiera que…

—Se que estas obsesionado conmigo, lo sé desde sexto año—Harry pestañea sorprendido por las palabras tranquilas de Draco que no mostro el más mínimo de sorpresa de su confesión—también sé que eres un maniático posesivo, celoso y tiene esa necesidad de controlarme la mayor parte del tiempo; eres muy trasparente, sé que dijiste que el sombrero te quería en Slytherin, pero aceptemos que no eres tan astuto—añade con burla antes de bostezar como un gato sobre su vientre, acomodándose mejor sobre sus mantas.

Harry lo ve incrédulo.

Esperando más caos, más drama, porque Draco es una reina del drama.

Que le dijera lo enfermo que era por quererlo tan posesivamente.

Alguien debe notar que está mal.

No solo Harry.

—No te entiendo, no soy normal—intenta estúpidamente sacarle alguna emoción, Draco ni siquiera hable los ojos para hablar.

—Lo sé, eres un raro, lo he dicho toda la vida—

—Estoy obsesionado contigo, me pongo celoso cuando hablas con otros hombres o chicas, apenas si no me muestro celoso con tus amigos—

—La semana pasada casi le arrancas el ojo a Anthony, lo cual me hizo recordarte, que está casado y va tener un hijo—

—Exactamente mi punto—

Draco decide abrir sus ojos cansados, pero Harry está sentado a su lado en la cama, sin ropa y luciendo totalmente mortificado porque sus preocupaciones no fueran apreciadas. Preocupaciones que quedan un poco de lado cuando Draco se arrastra a su lado, sentándose entre sus piernas; traga saliva al sentir su miembro suave contra el suyo. Todo era piel, piel blanca llena de cicatrices que Harry ha memorizado y besa todo el tiempo, porque son tan suyas como las de su cuerpo.

Es hermoso.

Un ser que no debería existir.

La persona más arrogante, estúpida y deliciosa del mundo.

Que era suya.

—Harry Potter, sé que eres un idiota controlador y esta bien—no, no esta bien, pero Draco no ha terminado de hablar—al igual que existen personas como tú, existen personas como yo que les gusta ser controladas y queridas de esa forma—continua con un encogimiento de hombros, que hace a Harry detener sus pensamientos para verlo incrédulo—desde primer año en Hogwarts solo quise tu atención, puede que no fuera como se esperó, pero ahora la tengo y se desde octavo año que estabas obsesionado conmigo; y eso quiero. Incluso me aprovecho de eso la mayor parte del tiempo, tenía mis dudas al inicio sobre si seriamos compatibles, pero creo que salió bien…además adoro coquetear con hombres, eso hace que seas mucho más duro en la cama—finaliza con una sonrisa de falsa inocencia.

La neurona de Harry sale volando por la ventana.

—¿Tu hiciste qué? —se queja audiblemente, pero Draco lo mueve para que caiga sobre su espalda, con él sobre sus caderas de forma descarda.

Sus manos acostumbradas y adiestradas, viajan a los muslos de su pareja para sujetarlo ahí sin moverlo.

—Te pertenezco—bien, esas palabras al menos lo hacen tranquilizar y bajar un poco el enojo—al igual que tú me perteneces a mi—añade con una voz profunda que hace que todo dentro de Harry comience a calentarse.

No cree tener tanta suerte.

Encontrar una persona que lo complemente tan bien, que luche con él, que lo haga sentir con vida y que de alguna forma también parezca enamorado de él a su manera.

Bueno.

Algo bueno tenía que tener por salvar el mundo mágico.

—¿Otra ronda? —pregunta esperanzado.

La sonrisa salvaje de Draco, es todo lo que necesita para empezar a sentirse nuevamente listo para continuar lo que habían estado haciendo.

Bien.

Al menos luego de ese día, aunque sigue siendo considerado por sus amigos como el "novio celoso" del grupo, ya no se vuelve a sentir más culpable por eso.

Fin

Espero les gustara.

Idea loca que he tenido en mi mente desde hace tiempo que quería escribir.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.