Allí se encontraban todos en absoluto silenció, de hecho al pelinegro le tocó cargar al rubió en sus piernas, miéntras que cierta mujer se fumaba un porro, haciendo toser a la pequeña pelirroja que estaba junto a ella..
Miéntras que cierta mujer rubia se mantenía cruzada de brazos, al parecer muy enojada por qué está estuviera en su auto..
- Amor... No estés enojada, la biblia dice que debes ayudar y - Antes de qué continuará, su esposa Interfirió en el volante, obligándolo a frenar y dirigiéndose a la mujer..
- Tienes que bajarte, hasta aquí te podemos traer - La mujer señaló con su dedo índice la puerta para qué está saliera, incluso le quitó el seguro..
- Obligarme perra - Mencionó cierta afiches soltando una nube de humo, en lo qué la pelirroja miéntras tocia miraba a su madre con temor, de cierta forma el rubió también, ya qué ahora estaba conociendo muchas facetas de su suegra y de parte del pelinegro, esté simplemente estaba feliz de tener a su novio encima suyo, por qué lo podía abrazar.
En fin, tras el comentario, la mujer suspiró muy pacíficamente, dejando salir la fiera miéntras todo el ambiente se ponía pesado, incluso provocando nerviosismo en su esposo.
- Laura, no vayas a hacer nada malo, podemos ir a qué te cepillen el cabello, ¿Eso siempre te hace calmar o no querida? - La mujer miró a su marido con ojos de asesina, comunicándole que debía callarse, cosa que hizo..
- Ay pero deberías escuchar a tú esposo, uy pero guapo - Está le tocó el hombro, haciendo que la mujer direccionara su mirada a dónde lo estaba posando su mano, ahora sí, sabían que se venía algo muy malo.. - Oh, estoy muy drogada - Está cubrió su boca para cesar un poco el mareó.
Pero la rubia abrió la puerta del auto, lógicamente para salir por fuera y no disponerse a cerrarla, ya qué dió la vuelta entera hasta llegar a dónde se encontraba la drogadicta que si marido dejó subir, está abrió la puerta.
- Sales o te sacó - Mencionó está, pero la mujer se hizo la desubicada, así que sin darle más tiempo, la agarró del cabello, para arrastrarla fuera del auto, sin importar lo mucho que alegara y la insultaran..
- Mierda - Mencionó la pequeña niña que cerraba la puerta y abría la ventana para qué saliera el olor, todos presenciaron cómo está tomaba la drogadicta y le partía la cara contra un poste de luz.
- Tricia no digas groserías - Mencionó el hombre volteando a ver a su hija y luego a su esposa - No mires a tú madre pelear, aunque es muy sexy cuándo actúa así - Mencionó esté rascando su mentón en lo que la niña fruncía el ceño y se miraba con el rubió..
- ¡Craig has algo!, ¡Es tú madre la puede matar! - El pelinegro lo ignoró en lo que parecía distraído y sin querer soltarlo.
- Ay que pendejo eres - Mencionó la niña mirando a su hermano mientras negaba - No te preocupes, luego mamá se evangeliza y vuelve... ¡Oh ahí viene! - Exclamó la niña en lo qué veía a su madre caminar hasta el auto, con pequeñas piscaz de sangre y dejando atrás cierta drogadicta plasmada en el suelo.
Luego de éstos entró al auto y se puso el cinturón de seguridad..
- Mamá que cool, excelente lección de vida ¿Eh? - Mencionó la niña golpeando el hombro del rubió paranoico que negaba y ganándose una mirada desaprobatoria de parte de su padre..
- Thom - Mencionó la mujer dirigiéndose a su marido, esté la miró exaltado y nervioso..
- ¿Si querida? -
- Creo que sí quiero cepillarme el cabello - Mencionó la mujer algo bajoneaba mientras frotaba su larga melena desesperada..
Esté aceptó y todos juntos pasaron por una peluquería para qué la mujer pudiera César su estrés y a su vez aprovecharon el tiempo libre para comer.
Luego de aquello la mujer podía frotar su cabello más tranquila y relajada, ignorando la posibilidad de haber dañado a alguien.
Considerando que ya estaban por llegar a la casa de la abuela Tucker, no tomaron más desviaciones y fueron directamente a lo qué iban, una vez faltando unas pocas cuadras para llegar, la pequeña pelirroja no tardó en hacer sus comentarios, miéntras que todos parecían más tranquilos, incluso el pelinegro que dormía en el hombro de su novio..
- ¿Listo para el enfrentamiento con la abuela?, ¡Ya me imagino las pancartas del raun!, ¡Tweek Va Abuela Tucker! - La niña hizo un ademán con sus manos al aire, burlándose de la situación a lo qué el rubió asintió..
- Tricia estuve pensando en qué, tal vez no sea la gran cosa, siempre trató de no llamar la atención y está vez no es la excepción, pasaré desapercibido - Mencionó esté tratando de darse auto ánimos, miéntras frotaba su cabeza contra la del pelinegro..
- Ay Tweek, nadie pasa desapercibido en esa casa - Mencionó la niña miéntras negaba y movía levemente sus coletas, al cabo de algunos minutos, todos llegaron a su destino..
Se podía ver gente en la acera y el pelinegro no tardó en despertar y mirar por la ventana..
- Ah - Esté frotó sus ojos en lo qué el rubió sonreía, luego de esto detuvieron el auto para estacionar lo, la mujer le pregunto muchas veces a su marido cómo se veía, miéntras que todos procedían a salir del auto.
En especial, cuándo cierto pelinegro estaba abierta y sostenía la puerta para que su novio hiciera la misma acción, una mujer de cabello plateado se hizo denotar..
- ¡Cielo santo!, ¡Creí que ya no iban a venir! - Mencionó la mujer, fijándose especialmente en el pelinegro y abriendo sus brazos - ¡Mi pequeño Criag!, ¡Aquí estás! - Está se aproximó a abrazarlo con fuerza, uno qué duro mucho tiempo..
Había llegado el momento para qué cierto rubió conociera a la tan mencionada, abuela Tucker.
