N/A: Hola!
En el capítulo previo tuvimos un esperado acercamiento EdWin :D pero con la forma en que terminó ese encuentro que pasará ahora? Qué decisiones tomarán Ed, Winry y Rose? Pues bien, recibamos al prometido de Winry y descubramos que sigue a continuación porque sí, algo importante sucederá aquí…
Muchas gracias por leer!
Golden
Ed no despegó su mirada de la figura de Winry hasta que la rubia desapareció por completo de su campo de visión. Cuando lo hizo, reaccionó y estampó con furia su pie derecho contra el borde de la fuente.
"¡Maldita sea! ¡¿Qué demonios acaba de pasar?!" El rubio maldijo en voz alta para después resoplar y pasarse las manos por el cabello, enterrando sus uñas en su cuero cabelludo.
Todo había sido tan perfecto por un par de minutos y repentinamente Winry lo había apartado reabriendo el abismo que había aparecido entre ellos el día que se reencontraron y Ed no tenía idea del porqué las cosas habían sucedido de esa manera.
No eres el único que puede besar y después irse como si nada.
Ed resopló y bajó sus manos a sus lados mientras las palabras de Winry hacían eco en su cabeza. No había pasado ni un solo día en la Tierra sin recordar el beso que le había robado a Winry. Era uno de sus más valiosos recuerdos aunque a su vez le hacía sentirse culpable por no haber hablado apropiadamente con ella antes de cruzar el Portal. A pesar de su frustración actual, sabía que lo que había hecho en ese entonces había estado mal pero de verdad había creído que estaba tomando el camino correcto para compensar a Winry por ello al mismo tiempo que se esforzaba por ganarse su corazón.
Pero ahora… todo su 'avance' se había hecho añicos y encima había retrocedido bastante y lo peor de todo es que Ed no podía terminar de asimilar cómo lo que había pasado entre él y Winry había dado un giro tan marcado cuando pudo sentir cómo ella correspondía gustosamente a sus besos y caricias.
Ed volvió a resoplar antes de imitar a Winry y ver su reflejo en el agua de la fuente para asegurarse de que su ropa y cabello estuvieran lo suficientemente arreglados para no levantar sospechas de lo que había sucedido entre Winry y él.
Cuando terminó, Ed avanzó a zancadas hacia las escaleras pero cuando puso un pie en la escalera se detuvo en seco cuando un pensamiento cruzó su mente. Winry… ¿quería darme una cucharada de mi propia medicina? Pero… ella no es así. Aunque… ¿y si no es eso? ¿Y si en realidad todo este tiempo estuvo jugando conmigo? ¿Qué tal si se dio cuenta de mis intenciones y quiso divertirse un rato a expensas mías? Sacudió su cabeza un par de veces tratando de apartar el rumbo de pensamientos que le estaba provocando punzadas dolorosas en el corazón. Ella no lo haría… No puede ser… Sé que no la he visto en años pero no pudo haber cambiado tanto… Ella sigue siendo Winry…
A pesar de que él mismo estaba tratando de convencerse de que Winry no haría algo así adrede, su puño se apretó sobre el barandal de la escalera y necesitó de unos segundos extra para lograr que su rostro volviera a una expresión neutra pues los sucesos recientes y la duda que se había sembrado en su corazón lo estaba incitando a mantenerse con un pronunciado ceño fruncido.
Al dirigirse de vuelta hacia la mesa en la que Rose lo esperaba, Ed trató de ubicar a Winry sin parecer obvio pero no tuvo éxito y tuvo que volver a su lugar para sentarse con un debate interno en su mente y con una copa de champagne que había tomado de una de las bandejas de los meseros que estaban comenzando a servir la comida.
"¿Todo bien, Ed?" Preguntó Rose en tono dulce.
Esforzándose para mandar sus pensamientos al fondo de su mente, Ed mostró una leve sonrisa y respondió. "Claro." Llevó la copa a sus labios y la bebió de un tirón, no pudiendo evitar casi romperla cuando la devolvió de golpe a la mesa.
"¿Seguro?" Preguntó Rose con preocupación.
"Sí, sólo me muero de hambre." Mintió el rubio.
Rose lo miró atentamente por unos segundos. Era obvio que no creía del todo en su mentira pero lo dejó pasar. "Ya están comenzando a servir la comida." Le echó una ojeada a la copa que ahora reposaba vacía sobre la mesa. "Aunque creo que ya tuviste suficiente alcohol por hoy. Recuerda que no tiene mucho que pasaste por una cirugía."
Notando la sincera preocupación de Rose, Ed dijo. "No tomaré mucho ¿sí?"
"Creo que tendré que vigilarte."
"¿Quién soy? ¿Eddie?" Preguntó Ed en tono bromista, logrando un tono ligeramente más relajado ahora que más alcohol estaba recorriendo sus venas.
Rose sonrió. "Si es necesario, te cuidaré como si fueras Eddie."
Ed rió. "Ya veremos." Y sin saber bien porqué Ed le guiñó un ojo haciéndola sonrojar levemente aunque dejaron el tema por el momento debido a que en ese momento les sirvieron sus platillos.
Ed se mantuvo un tanto silencioso durante la comida aprovechando que Rose estaba manteniendo una agradable conversación con sus compañeros de mesa y que, afortunadamente, no requerían continuamente de su participación en la misma. Su apetito había desaparecido desde el momento en el que Winry le dio la espalda por lo que pasó casi todo ese rato moviendo la comida de un lado a otro del plato con su tenedor tomando solo un par de bocados en el proceso, los cuales había consumido simplemente para complacer a Rose, quien le había dirigido un par de miradas preocupadas y algunas palabras para incitarlo a comer.
Hacia el final de la comida, Rose pareció haber decidido que Ed ya se había aislado demasiado de la conversación por lo que lo fue incluyendo cada vez más en ella hasta que, casi sin darse cuenta, Ed comenzó a ser parte activa de la conversación, logrando desviar un poco los pensamientos relativos a Winry de su mente.
Un tiempo después, sus acompañantes de mesa fueron excusándose para irse a bailar dejando únicamente a Rose y Ed en la mesa. El joven podía notar las miradas anhelantes que Rose le lanzaba a la pista de baile, sin duda esperando volver a bailar pero Ed tuvo que fingir no notarlas. Durante la conversación había logrado mantener a Winry relativamente oculta dentro de su mente por lo que no quería topársela por el resto de la noche. Con todo lo ocurrido había perdido el deseo de conocer a su prometido puesto que ahora no sabía que haría cuando tuviera a la pareja frente a sí.
"Acero, Acero, Acero… No puedo creer que seas capaz de dejar a una dama tan bella aburriéndose en esta mesa." Dijo de repente Roy, quien se había acercado a su mesa en compañía de Riza, ambos con los brazos entrelazados.
Ed le dirigió un ceño fruncido. "Nos estamos divirtiendo ¿no es así, Rose?"
Rose sonrió. "Por supuesto."
"Señorita Thomas, no deje que por culpa de este chico con poca gracia para estos eventos se desperdicie la música de esta noche." El pelinegro apartó delicadamente el brazo de Riza no sin antes besar su frente para después ofrecerle su mano a Rose. "¿Me permitiría un par de piezas?"
"Si la señora Mustang está de acuerdo…" Dijo Rose obviamente emocionada ante la idea de bailar un poco más pero un poco tímida al no tener tanto trato con Roy como lo tenía con Riza.
"Claro, Rose. Róbatelo todo el tiempo que quieras." Respondió Riza con una sonrisa. "Mientras veré si puedo animar a Edward a bailar un poco."
Rose rió. "Gracias, volveré en unos minutos."
"Diviértete." Dijo Ed con una sonrisa.
Rose le dedicó una última sonrisa antes de seguir a Roy a la pista de baile.
En cuanto se alejaron, Riza tomó asiento en el lugar de Rose.
Ed enarcó una ceja. "Creí que querías convencerme de bailar."
Riza le dio un sorbo a la copa de agua que llevó consigo cuando llegó con Roy. Los invitados estaban tan metidos en pláticas o meramente disfrutando de la gala por lo que ningún conocido se había percatado del hecho de que Riza no había bebido ni una gota de alcohol esa noche. "Hace un par de horas creo que hubiera podido convencerte viendo el buen rato que estabas pasando con Rose pero ahora…" Le dedicó una mirada intensa que hacía ver que sabía que algo había pasado. "parece que algo te quitó el buen ánimo que habías agarrado."
Ed se encogió de hombros. "Bien sabes que nunca fui muy fan de este tipo de eventos."
"Lo sé." Hizo una ligera pausa. "Pero te fuiste acoplando muy bien hasta que la visita a la fuente te desanimó."
Los ojos de Ed se abrieron un poco más ante la sorpresa y un sutil sonrojo apareció en sus mejillas. "No pasó nada."
"¿Ah sí?" Preguntó Riza enarcando una ceja.
Ed mantuvo su mirada conectada con la caoba de Riza hasta que no pudo más y la desvió a un lado mientras murmuraba. "¿Nos viste?"
"Entonces mis sospechas eran ciertas."
Ed devolvió su mirada hacia ella. "Esa es una jugada sucia."
Riza le dirigió una sonrisa de disculpa. "Lo siento, Edward. Es sólo que me di cuenta que tanto tú como Winry desaparecieron por un tiempo y después los vi saliendo desde la misma dirección. No estaba segura pero te noté un tanto malhumorado desde que regresaste a la fiesta."
Ed suspiró. "Parece que tu vista sigue siendo de las mejores ¿no?" Dijo con una sonrisa irónica.
"Tal vez." Respondió Riza antes de poner una mano en el hombro del joven. "Lamento si estoy siendo muy intrusiva en tu vida personal, Edward, pero tu cambio de actitud me desconcertó porque te estabas desenvolviendo muy bien."
Ed volvió a suspirar y colocó su codo en la mesa para poder recargar su cabeza en su mano. "Bien, Riza, tienes razón. Winry me tiene muy desconcertado."
"¿A qué te refieres?"
"No lo sé… No logro entenderla. Estoy tratando de hacerlo pero ella está muy…"
"¿Cambiada?"
"Exacto."
"Lamento decirte esto, Edward, pero las cosas no siempre pueden permanecer de la misma manera. Incluso tú has cambiado." Dijo Riza con franqueza.
Ed se quedó callado por unos segundos asimilando las palabras de Riza. Una parte de sí siempre había tenido ese hecho presente pero a veces se olvidaba de ello cuando las cosas entre él y Winry parecían fluir como en los viejos tiempos.
Apartó su codo de la mesa y comenzó a juguetear con su copa vacía. "Lo sé, de verdad que he intentado aceptar eso pero aún así no termino de entender cómo tratar con Winry. Sigue siendo mi amiga y la quiero como siempre, como mi amiga de la infancia." Dijo tratando de evitar un nuevo sonrojo. "Pero por más que trato no he podido terminar de conocer a esta nueva versión de ella y eso me frustra."
"Tu amiga de la infancia." Repitió Riza con una sonrisa cómplice.
Ed no pudo contener más su sonrojo.
Riza decidió no insistir en ese punto y se puso seria para continuar con la conversación. "Escucha, Edward, Winry no la ha tenido fácil estos años. La muerte de su abuela fue un golpe muy duro para ella además de que, antes de eso, tu partida le había afectado mucho. Estuvo deprimida pero siempre se esforzaba por ocultarlo para no desanimar a Alphonse, ya que desde el primer minuto tras tu partida él ya estaba planeando su siguiente destino para intentar traerte de vuelta."
Una expresión de culpabilidad se asomó en las facciones de Ed. "Nunca quise hacerla sufrir así."
"Lo sé y te creo, pero desafortunadamente terminaste hiriéndola con tu regreso tan breve. Ella de verdad esperaba que las cosas pudieran normalizarse cuando Alphonse te encontrara pero al final sólo pudo verte por un periodo de tiempo tan corto que incluso ella me decía que a veces temía sólo haberlo soñado."
Ed dejó la copa y llevó sus manos a sus muslos apretándolos en puños ante la culpa que lo estaba invadiendo. "Demonios… yo no valgo lo suficiente como para que ella se preocupara y pensara en mí."
"No digas eso, Edward."
"Es la verdad."
"Nada de eso, Edward. No quiero oírte repetir eso." Le dijo Riza con una mirada severa.
Ed suspiró y trató de esbozar una ligera sonrisa. "Trataré." Notando que Riza parecía no querer seguir hablando sobre Winry para no hacerlo sentir mal, siguió con el tema. "Hay mucho que quiero saber de Winry pero por más que trato ella no me ha contado la gran cosa."
"¿Le has hablado de ti?" Dijo Riza con una ligera sonrisa que hacía ver que sabía la respuesta.
"Touché." Confesó Ed. "Bien también debo de mejorar en eso."
Riza le dio un sorbo más a su copa antes de continuar. "No puedo hablarte mucho de la vida de Winry porque le corresponde a ella decidir qué tanto quiere compartir contigo. Sólo puedo decirte que ella no la ha tenido precisamente fácil y eso la ha marcado así que no debe sorprenderte que no sea precisamente la Winry que recuerdas."
Ed metió las manos a sus bolsillos y se deslizó en su silla con un gran suspiro. "De acuerdo. Tendré eso presente."
"Lo siento, Edward, quizás no sea exactamente lo que esperabas escuchar pero es necesario que no te apresures a juzgar a Winry."
"No lo hago, pero por momentos no sé cómo debo comportarme con ella."
"Sólo trata de ser tú mismo y dénse un tiempo para volver a conocerse. Estoy segura que pueden volver a ser los buenos amigos que eran antes."
"Amigos, eh." Dijo Ed con un ligero deje de amargura en su voz surgido a raíz de los celos que le provocaban el saber que Winry era una mujer comprometida. "Supongo que no tengo otra opción."
"Entonces ya te dijo lo de su novio ¿cierto?"
"Algo así. Creo que ella-" En ese momento Ed se interrumpió cuando pudo escuchar una risa muy familiar cerca de ellos.
Sin pensarlo demasiado el rubio se giró en su silla para buscar a la dueña de la voz, encontrándola rápidamente sonriendo mientras recargaba su cabeza sobre el hombro de un hombre rubio. En un primer momento, Ed pensó en voltearse puesto que había perdido el ánimo de conocer al prometido de Winry pero la curiosidad pudo más que él por lo que mantuvo su mirada fija en la pareja hasta que el ritmo del baile finalmente le dio su tan ansiada y temida respuesta cuando el rostro del joven quedó en su campo de visión.
"¡¿Tringham?! ¡¿Tringham es su prometido?!" Exclamó sorprendido antes de girarse en dirección a Riza.
Una ligera expresión de sorpresa también hizo su aparición en el rostro de Riza pero rápidamente la ocultó. "Así es, Rusell y Winry llevan saliendo por más de un año, si no me equivoco. ¿No lo sabías?"
"Que estaba comprometida sí, que el imbécil de Russell era el prometido no." Dijo con algo de molestia. "¿Cómo es que ese infeliz conoció a Winry? ¡Se supone que él y su hermano estaban en Xenotime!" Preguntó con el ceño fruncido.
"No sé si sepas pero Russell y Fletcher se han dedicado a la investigación y desde hace un par de años se afiliaron como investigadores externos de la milicia para obtener recursos y un mejor alcance para sus proyectos de agricultura y botánica." Ed asintió a pesar de que no estaba al tanto de que Fletcher también estaba involucrado en el mismo proyecto. "Bueno, esas mismas investigaciones los han llevado a varias partes del país incluido Resembool. Hace unos años hubo una terrible sequía que amenazó con destruir los cultivos y ganado de los granjeros de la zona…"
"Y ahí entran esos dos…" Concluyó Ed ante lo que Riza asintió con la cabeza. "Maldita sea, si Winry estaba viajando entre Rush Valley, Ciudad del Este y Resembool, ¿por qué tenía que estar ahí en ese preciso momento?"
Riza se encogió de hombros. "Quizás fuera el destino."
Ed murmuró. "Demonios, a ese Russell no le bastó con robarse mi nombre ahora también me está robando a Winry."
Riza alcanzó a escuchar su comentario por lo que dijo. "Entonces ¿qué piensas hacer?... ¿Vas a intentar algo con Winry?"
Ed se quedó callado mientras devolvía su vista a la pista de baile observando la sonrisa que Winry portaba en ese momento. No era la sonrisa más grande que le había visto en todo el tiempo que la conocía pero ambos habían cambiado y a eso podía deberse la intensidad de la sonrisa de Winry.
Winry había sido la razón que lo había motivado a hacer todo lo posible para intentar regresar a Amestris y cuando se dio cuenta de que lo había logrado, el deseo de estar con ella y luchar por su amor se había intensificado, sin embargo había sido muy ingenuo al no pensar en la posibilidad de que Winry podría estar saliendo con alguien y eso le había salido muy caro ya que se estaba enfrentando de golpe con la dura realidad de que no sólo debió contemplar eso sino que había llegado demasiado tarde ya que Winry estaba lista para hacer su vida al lado de otro hombre formalizando su relación en un matrimonio.
Ahora se daba cuenta de que había sido arrogante y egoísta de su parte asumir que podría tener vía libre al corazón de Winry. Winry era una mujer maravillosa y era obvio de que no le faltarían pretendientes, pretendientes mucho más adecuados que él, quién no supo valorar su tiempo con ella antes de quedar atrapado del otro lado del Portal y que, para colmo, sólo la había hecho sufrir al mantenerla apartada de él y al no saber expresar sus sentimientos adecuadamente.
Tras unos momentos de silenciosa meditación, Ed suspiró y dijo. "Es lo que más me gustaría en estos momentos pero…" Le echó otro rápido vistazo a Winry antes de continuar. "Creo que debo irme resignando a que no tenía derecho a siquiera pensar en que algo podría pasar entre nosotros."
Riza lo miró con cierta tristeza en su mirada. Una relación romántica entre Ed y Winry parecía no tener futuro debido al aparente compromiso de Winry y Russell. No tenía nada en contra de Tringham pero había algo que anteriormente la había hecho descartar la posibilidad de que esos dos se casaran en un futuro. Ciertamente Russell había sido una buena compañía para Winry tras la muerte de su abuela pero a Riza no le parecía que tuvieran una conexión fuerte. Quizás era presuntuoso de su parte pensar eso pero no había podido quitarse esa sensación de encima por más que los hubiera visto juntos. Todo el tiempo había intentado convencerse de que probablemente eso se debía a que Russell era alguien que tendía a acaparar las conversaciones dejando a Winry y sus temas relacionados al automail como algo secundario. Aunque se trataba de un rasgo que no le agradaba del todo, Riza lo había dejado pasar ya que, a pesar de ese defecto, Winry y Russell parecían pasarla muy bien juntos pero desde que se enteró del regreso de Edward esa extraña sensación se había intensificado en ella. No lo había sabido en un primer momento dado que ella no sabía del regreso del joven, pero durante su comida con Winry había notado algo diferente en ella, una alegría más natural y marcada, una que parecía haberla abandonado casi por completo desde la muerte de su abuela y que repentinamente ahora estaba volviendo a ella. Poco después se dio cuenta de que ese cambio seguramente se debía al regreso de Edward. Por esto, tenía el presentimiento de que Winry aún tenía sentimientos por Edward pero si ella deseaba dejarlos en el pasado y hacer su vida al lado de Russell no había nada que pudiera hacer.
"No seas duro contigo mismo, Edward. Eres una buena persona." Riza dijo. Ante el silencio del joven, suspiró y añadió. "Siendote sincera, me hubiera gustado ver a Winry y a ti juntos pero desafortunadamente por el momento parece que eso no podrá ser así. Sin embargo, creo que los dos podemos estamos de acuerdo en que Winry tiene todo el derecho de seguir adelante y ser feliz, ¿no lo crees?"
A pesar de la tristeza de su corazón, Ed le dirigió una mirada amorosa a Winry antes de devolver su mirada a Riza y responderle. "Sí, Riza, tienes toda la razón."
"Y aunque las cosas no hayan salido como lo esperabas, también tienes derecho a ser feliz, Ed. No lo olvides. Entiendo que te estás enfrentando a una situación complicada con Winry pero no por eso tienes que negarte la felicidad. Tienes que aprender a perdonarte a tí mismo y seguir adelante. Aunque hayan tenido ciertos tropiezos estoy segura de que Winry no te guarda ningún rencor y que también desea que seas feliz."
Las últimas palabras que Winry le dirigió en la fuente volvieron a la mente de Ed. "En realidad no la culparía si me tiene rencor."
"No creo que sea el caso. Tengo la impresión de que Winry ha estado más alegre desde que regresaste."
No queriendo hacerse ilusiones, Ed permaneció callado y Riza dejó que el silencio los envolviera ya que se dio cuenta de que el joven necesitaba un respiro para poner en orden sus pensamientos.
Sin poderlo evitar, mientras se centraba en sus pensamientos Ed se quedó viendo cómo bailaban Winry y Russell. Quizás era una forma de intentar convencerse completamente de la realidad o quizás simplemente su mirada no quería despegarse de Winry pero por más que quisiera Ed no podía apartar su mirada de ellos.
Sin embargo, un par de minutos después, Russell levantó un poco su mirada teniendo un mejor acceso a lo que acontecía a su alrededor por lo que no tardó en toparse con la intensa mirada dorada que los seguía.
"Mierda." Dijo Ed en voz baja cuando sus miradas se toparon.
Riza suspiró y esbozó una ligera sonrisa. "Con lo fija que estaba tu mirada sólo era cuestión de tiempo para que te viera."
Ed no tuvo tiempo para responder ya que en ese instante Russell detuvo su bailar y elevó una mano para agitarla un poco para saludarlo, gesto que Ed no tuvo más remedio que corresponder. Tan pronto como se vio correspondido, Rusell tomó a Winry de la mano y comenzó a acercarse a la mesa en la que se encontraban Ed y Riza.
Ed se giró en dirección a Riza. "Maldita sea. Aún no estoy preparado para esto."
Riza sólo pudo dirigirle una pequeña sonrisa de ánimo antes de que la pareja terminara de acercarse.
"Vaya, vaya, pero sí es el mismísimo Edward Elric." Dijo Russell.
Ed suspiró de manera casi imperceptible mientras trataba de mantener sus verdaderas emociones a raya. "Oh, qué sorpresa. ¿Entonces en este momento de verdad estoy hablando con el verdadero idiota de Russell Tringham?" Dijo mientras se volteaba en dirección a ellos esforzándose en no hacer contacto con la mirada de Winry como ella misma también parecía estar haciendo mientras permanecía de pie al lado de su prometido con su mano recargada sobre el brazo del rubio.
Riza le dirigió una mirada reprobatoria pero, para su sorpresa, Russell comenzó a reír.
"Me alegra saber que sigues siendo el mismo idiota de siempre." Respondió Russell.
Tras un asentimiento de cabeza y una sonrisa dirigidas a Riza de parte de Russell y Winry a modo de saludo, Russell extendió su mano hacia Ed.
Ed no tuvo más remedio que corresponder el gesto sorprendiéndose cuando Russell le dio un sutil tirón que lo hizo ponerse pie. Al hacerlo, Russell lo abrazó mientras le daba unas cuantas palmadas en la espalda.
Al separarse, Russell sonrió. "Cielos, hombre, por años creí que no me habías puesto atención a lo que te dije la última vez que nos vimos." Dijo con tono aliviado.
Ed frunció el ceño mientras se ponía a recordar. Cuando lo hizo exclamó. "¡Ah! Eso."
"¿Qué? ¿Lo habías olvidado?" Dijo Russell con un ligero tono de molestia.
Ed se encogió de hombros. "Pasaron muchas cosas." Suspiró y añadió. "Lo siento, creo que en realidad tengo que agradecerte." Tanto Russell como Winry lo vieron con un ligero desconcierto. "Si no hubiera sido por la información que Fletcher y tú me dieron quién sabe si hubiera logrado llegar a tiempo a donde estaba Al."
Russell sonrió mientras le daba una ligera sacudida a su flequillo con una mano, hábito que parecía no haber desechado en todos estos años. "Wow, dilo otra vez. Quiero oírte una vez más dándome las gracias."
Ed frunció el ceño. "Jódete."
Russell rió. "Ya, era broma." Le dirigió una sonrisa sincera. "Fuera de bromas me alegra mucho verte, Ed. Tu hermano insistía en que estabas vivo pero…" Se encogió de hombros con una expresión de disculpa en su rostro. "era difícil mantener la esperanza cuando ni siquiera él recordaba lo que había pasado en ese lugar."
Ed se desconcertó ante la sinceridad transmitida en las palabras y gestos de Russell. No había podido tratarlo mucho pero quizás hubieran logrado formar una buena amistad si él no hubiera cruzado el Portal. Su actitud y presencia en sí lo molestaban un poco porque le recordaban la arrogancia con la que lo había tratado cuando se conocieron (eso y el hecho de que a pesar de los centímetros que había ganado en estos años, Russell seguía siendo más alto que él por un par de centímetros) además de que se le sumaba el hecho de que él era el hombre que desposaría a Winry pero… no podía evitar sentirse un tanto culpable de cómo había comenzado a tratarlo en esos momentos cuando el joven realmente parecía haberse alegrado de verlo con vida.
"¿Qué? ¿Una pulga te comió la lengua?" Dijo Russell con tono arrogante y bromista.
Ahora recuerdo bien porqué me cuesta lidiar contigo. Pensó Ed malhumorado antes de responder con un ceño fruncido. "Y a pesar de los años sigues siendo el mismo imbécil de siempre."
Russell volvió a reír. "Hey, una broma por los viejos tiempos no está mal ¿no?"
"Idiota." Dijo Ed antes de volver a una expresión más tranquila. "¿Y dónde está Fletcher? Debería estar aquí ¿no?"
"Prefirió quedarse a descansar. No lo culpo, el viaje en tren fue muy largo."
"Quizás debiste quedarte a hacerle compañía." Dijo Ed sin pensar.
Russell atrajó un poco más a Winry hacia él y le besó la frente para después responder con una sonrisa. "Pude haberlo hecho pero ya había invitado a Winry a venir conmigo y no podía dejarla plantada."
Ed se esforzó para cubrir con una falsa sonrisa los celos que ese gesto le había provocado. "Ya veo, supongo que eso no sería de caballeros, aunque claro no sé si pueda considerarte uno." Dijo con un ligero tono de broma al final.
"Claro que lo soy, Elric. De no serlo no habría podido conquistar a alguien como mi Winry."
Ed metió una mano a su bolsillo y la apretó en un puño. ¿Mi Winry? Tragando saliva como uno de los únicos medios para controlar sus celos, dijo. "Creo que empiezo a creer en los milagros."
Russell mantuvo su sonrisa mientras le daba otro beso en la frente a Winry para después decir. "Quién lo hubiera dicho, eh. Pero en fin… Jamás creí que tuvieras a una mujer tan hermosa como Winry escondida en tu pueblo. Pero bueno como casi siempre está cubierta de grasa los imbéciles de tu pueblo no se dieron cuenta de la belleza que dejaron ir. Pero mejor para mí ¿no? Así tengo a esta linda y hermosa mujer a mi lado."
Ed frunció ligeramente el ceño ante el comentario un tanto despectivo a la profesión de Winry pero rápidamente se recompuso y por primera ocasión en la conversación hizo contacto con la mirada azulada de Winry antes de suavizar su mirada y hablar. "Sí, Winry es una mujer hermosa."
Ante sus palabras Winry se sonrojó y agachó su mirada ligeramente aunque, al tener la mirada al frente, Russell no se percató de las acciones de la rubia pero no por ello pasaron desapercibidas para Riza.
"Definitivamente. Y ahora muy pronto esta bella mujer será mi esposa." Dijo Russell con orgullo.
La mirada de Riza, que había estado fija en Winry desde su sonrojo, se agrandó casi imperceptiblemente ante la noticia y no pudo evitar intervenir. "¿Se van a casar?"
"Así es." Respondió Winry con una tímida sonrisa mientras levantaba ligeramente su mano izquierda para mostrar el rosado anillo de compromiso. "Russell se me propuso hace unas semanas."
A Ed le pareció que Riza le mandó una mirada interrogante a Winry por un segundo pero no estaba seguro de ello ya que así como había aparecido esa mirada así desapareció.
"Pues vaya." Riza se puso de pie y se acercó a la pareja. "Déjenme felicitarlos. Enhorabuena." Dijo mientras abrazaba a Winry y le dirigía una sonrisa a Russell.
Ed tragó saliva. "Sí… felicidades." Dijo sin poder sonar muy animado al respecto.
Ed no se sentía cómodo con la idea de abrazarlos y continuar felicitándolos cuando apenas hace una hora había estado besándose con Winry por lo que se quedó parado en su misma posición. Para su fortuna, en ese momento pudo ver que Roy y Rose estaban comenzando a dirigirse de vuelta a la mesa.
"Bueno, tendremos que platicar en otra ocasión. No puedo dejar abandonada a mi acompañante." Dijo Ed para después hacer una ligera reverencia en dirección a la pareja antes de irse de ahí para interceptar a Roy y Rose.
"Hey, Mustang, suficiente de robarte a mi pareja." Dijo Ed con un tono un poco brusco por las emociones que lo estaban embargando en ese momento.
"Con calma, Acero, bien sabes que estoy casado." Respondió Roy un tanto desconcertado por el tono de Ed cuando el joven no había estado interesado en bailar cuando él y Riza se le acercaron.
Ed suspiró. "Lo sé, sólo déjame bailar ¿sí?" Dijo mientras tomaba la mano de Rose y se adentraba en la pista de baile con ella.
Roy vio cómo el rubio se perdía entre la multitud danzante y después siguió su camino hacia las mesas. Al avanzar unos cuantos pasos más pudo darse cuenta de quienes eran las personas que estaban acompañando a Riza y pudo imaginarse la causa del cambio en el comportamiento de Ed.
"Hola, Tringham, señorita Rockbell." Saludó el pelinegro con un ligero asentimiento de cabeza hacia cada uno para después ir a sentarse en la silla contigua a la que Riza había vuelto a ocupar.
"Hola, señor Mustang." Saludaron ambos rubios correspondiendo a su saludo con una ligera reverencia.
Tras una breve pausa, Roy le preguntó a Russell "¿Qué tal hallaste las colinas de Rivière?"
Como alquimistas, era común que ambos hablaran de temas relacionados a la misma y a sus investigaciones cada vez que se veían además de que generalmente no tenían más temas de los cuales platicar. Llevaban ya un tiempo conociéndose pero nunca habían trabado propiamente una amistad fuera del ámbito laboral.
"La erosión hizo sus estragos en los sembradíos que rodean el Monte Ikigai pero Fletcher y yo estamos convencidos de que podemos reducir el tiempo de regeneración de la tierra en un 60%." Comenzó Russell para después sentarse para continuar con su plática con Roy.
Winry también se sentó cuando lo hizo Russell pero había mantenido su mirada en sus manos mientras jugueteaba inconscientemente con el anillo que reposaba en el dedo anular de su mano izquierda.
Pasados unos minutos, Riza se dio cuenta de que la rubia menor no tenía intención de iniciar la plática por lo que decidió hacerlo ella. "¿Todo bien, Winry?"
"¿Eh? Ah, sí todo bien. De maravilla." Respondió Winry mientras le dirigía una sonrisa nerviosa.
"Que bien." Dijo Riza con tono poco convencido mientras tamborileaba sus dedos en su copa vacía. Tras comprobar que sus parejas estaban enfrascados en su conversación, retomó la palabra. "Esto sí que es una noticia." Dijo mientras señalaba con su cabeza el anillo de compromiso de Winry.
Winry miró su anillo por unos segundos antes de devolver su mirada a Riza. Por un momento consideró la idea de hacerle saber a Riza que también estaba al tanto de su embarazo pero prefirió no mencionar algo que inevitablemente traería a Ed a mención en la conversación. "Creo que ya era hora."
Riza se encogió de hombros. "No hay un tiempo mínimo que debas cumplir para casarte. Ya ves, Roy y yo nos tomamos nuestros buenos años para decidir dar este paso."
"Estoy segura de que Russell me hará muy feliz." Dijo Winry con un tono ligeramente defensivo.
"No tienes que justificarte conmigo, Winry." Le dijo Riza con una sonrisa tranquilizadora. "Te has vuelto una amiga preciada para mí y quiero que seas feliz." Dijo mientras extendía su mano sobre la mesa para darle un apretón a la de Winry. "Es sólo que me encuentro algo intrigada, ¿por qué no me habías dicho nada?" Preguntó con curiosidad, sin reproche ni acusación.
Winry soltó una risa nerviosa. "Lo siento, es sólo que apenas tiene unas semanas que nos comprometimos."
"¿Ya se te había propuesto la última vez que nos vimos?"
"Sí." Confesó Winry avergonzada. "Pero te lo iba a decir, en serio. No es que no confíe en tí. " Se apresuró a añadir.
Riza agitó una mano dimisivamente. "No tienes que disculparte. Lo entiendo." Hizo una ligera pausa. "En realidad eso no es lo que me preocupa. Es sólo que… no pareces precisamente emocionada por casarte." Dijo en voz baja como medida precautoria para evitar que Russell llegara a escuchar su conversación a pesar de que el joven se veía completamente enfrascado en su conversación con Roy.
Instintivamente, Winry se mordió el labio inferior por un segundo antes de responder. "¿De qué hablas? Claro que me emociona." Dijo con una sonrisa.
Riza la observó atentamente unos segundos antes de extender una mano hacia una de Winry, dejándola reposar ahí. "Winry, tus ojos no brillan con la felicidad que uno esperaría que tendrías ante el evento que estás por vivir. Y…" Desvió su mirada momentáneamente hacia Russell antes de hablar. "Tengo la impresión de que hay alguien que puede estar influyendo en tu estado de ánimo respecto a la boda."
Winry apartó su mano y forzó una sonrisa en su rostro. "Te estás imaginando cosas, Riza. Estoy feliz, en serio."
Riza suspiró. "Eso es lo que espero y deseo para ti, Winry. Te mereces ser feliz y para serlo es necesario que seas sincera contigo misma."
Winry se quedó callada unos segundos antes de volver a hablar. "Creo que necesito un trago. Ahora vuelvo." Dijo mientras se ponía de pie.
"De acuerdo." Dijo Riza decidiendo no forzar el tema.
Winry se acercó a Russell y colocó una mano en su hombro. "Voy por algo de beber. Vuelvo enseguida."
"¿Quieres algo de compañía?"
"Claro." Respondió Winry con una sonrisa.
"Bien, volvemos en un rato. Después te compartiré una copia de nuestro reporte de Rivière." Russell dijo dirigiendo esto último a Roy.
"Claro, diviértanse. La noche es joven." Respondió Roy con una sonrisa.
"Lo haremos." Dijo Russell con una sonrisa engreída mientras le ofrecía su brazo a Winry quien colocó su mano en él de inmediato.
En cuanto la pareja se alejó, Roy se movió y se colocó en la silla contigua a Riza. Notando el aire pensativo que tenía su esposa, le preguntó. "¿Me perdí de algo?"
Riza vio una última vez las espaldas de la pareja de prometidos antes de suspirar y responderle a Roy. "Creo que no, tal vez sólo se trata de imaginaciones mías."
"¿Segura?"
Riza recargó su cabeza en el hombro de su marido. "Eso espero."
"¿Estás bien?"
La pregunta de Rose, sacó a Ed de sus pensamientos. "¿Eh? ¿Dijiste algo?"
"Que si estás bien. No sé… te noto extraño." Dijo Rose con preocupación.
Ed cerró sus ojos por un segundo mientras se enfocaba en regresar su mente al presente y en el baile que estaba compartiendo con Rose. No podía sacar de su mente el momento que había compartido con Winry y la posterior respuesta de su amiga. Ese beso había avivado sus esperanzas de poder perseguir una relación romántica con ella pero el cómo Winry se había comportado después lo había dejado dolido sobre todo cuando parecía ser que ella realmente amaba a Tringham. ¡A Tringham! Eso es algo que aún no terminaba de asimilar pero que tenía que aceptar. Había perdido a Winry… o quizás nunca la había tenido pues no había sabido ganársela… Era más que consciente de que Winry se merecía ser feliz aunque eso significara que no fuera a su lado pero cielos… vivir y aceptar esa realidad no dejaba de ser doloroso.
Rose se separó ligeramente de él para poder verlo al rostro sin dejar de bailar. "¿Ed?"
Ed volvió a abrir los ojos y se esforzó por esbozar lo que esperaba que fuera una sonrisa creíble. "Claro que estoy bien. De hecho lo estoy pasando de maravilla."
"No pareces precisamente feliz." Dijo Rose con un deje de tristeza en su tono.
"¿Ah sí?" Ed se alejó un paso de ella sin soltar su mano para después comenzar a hacerla dar vueltas rápidamente provocando risas en su pareja.
La risa de Rose lo ayudó a enfocarse más en el presente. Su corazón no dejaba de palpitar dolorosamente ante la idea de haber perdido a Winry pero no podía negar que esa noche tenía una agradable compañía con él. Rose se había vuelto una muy buena amiga para él y no tenía derecho de arruinarle la noche.
Contagiado por su risa, Ed sonrió naturalmente y la hizo girar un poco más hasta que ambos se tambalearon haciendo reír a ambos. Rose se aferró un poco más a su hombro para no caer y Ed apretó ligeramente su agarre en su cintura.
"¿De verdad estás bien?" Preguntó Rose con un tono más tranquilo.
"Por supuesto." Ed retomó los movimientos del baile. "Gracias por venir conmigo, Rose." Le dijo con una sonrisa.
Rose se sonrojó. "Gracias a ti por invitarme."
Ed simplemente le sonrió y siguieron bailando, charlando amigablemente durante el resto de la melodía.
Cuando la melodía terminó inició una más tranquila que invitaba a las parejas a moverse más despacio y a reducir el espacio entre ellos. Tras unos segundos de haber comenzado, Rose miró interrogante a Ed, preguntándole con su mirada si prefería ir a sentarse. Como respuesta, Ed la atrajo hacia él permitiendo que Rose reposara su cabeza en su hombro mientras se movían suavemente siguiendo el ritmo tranquilo de la canción.
El nuevo momento de silencio entre ambos volvió a darle un espacio a Ed para centrarse en sus pensamientos. Ahora que Winry estaba fuera de su alcance, ¿qué debía hacer? El deseo que lo había motivado en las últimas semanas y que había nacido años atrás se había evaporado dejando en su lugar un dolor que no estaba seguro que podría sacar de su corazón por completo. Cuando estaba en la Tierra realmente no se había puesto a pensar en lo que haría más allá de reencontrarse y conectar nuevamente con Al y Winry. No sabía a qué se dedicaría ni donde viviría pero ahora que la mayor parte de su sueño se había roto, tendría que pensar con más seriedad en lo que haría. No estaba en sus planes reincorporarse a la milicia pero podría ser que eso le sirviera de guía para llevarlo al camino que debía seguir de ahora en adelante. No había estado motivado de regresar a la milicia pero quizás estando dentro sus metas y perspectiva cambiarían haciéndolo quedarse ahí el resto de su vida.
Ed suspiró y bajó su mirada ligeramente para ver la cabeza de Rose. El pensar en su futuro profesional seguramente le provocaría más de un dolor de cabeza así que tal vez podría enfocarse en otras cosas por el momento, empezando por donde viviría. Rose amablemente le había abierto las puertas de su hogar y tanto ella como Eddie le habían alegrado sus días pero no estaba seguro de cuánto tiempo más podría y debía quedarse ahí. Rose le había confirmado que estaba enamorada de él y eso podría terminar volviendo las cosas incómodas pero, sinceramente, Ed extrañaría el sentimiento de paz, alegría y tranquilidad que el hogar de Rose le había transmitido estas semanas. Después de tantos años de añoranza por sus seres queridos y su lugar de origen, el cariño de Rose y Eddie habían sido como un bálsamo para su soledad.
En fin… quizás cuando Al volviera juntos podrían buscar un lugar donde vivir o si su hermano tenía un lugar propio entonces Al podría ayudarlo a encontrar un buen lugar en la ciudad.
Rose suspiró y se acurrucó un poco más contra su hombro. Durante su movimiento Ed pudo percibir una sonrisa en el rostro de la morena.
Ed no podía negar que cuando Rose lo había besado le había gustado al menos un poco. Ed admiraba la fortaleza que Rose tenía para salir adelante después de la terrible experiencia que vivió y el gran amor que le tenía a su hijo a pesar de la forma en que había llegado a su vida. Además ella era una mujer atractiva y de buen corazón, quien en pocos días le había hecho olvidar cualquier semejanza que pudiera tener con Noah. Por todo ello, la muestra de afecto de Rose lo había hecho sentir bien aunque su beso no le causaba las mismas sensaciones que los besos de Winry. Con Winry podía sentir como si todo su cuerpo vibrara y se llenara de la calidez que el cuerpo de la rubia le brindaba. Su corazón palpitaba intensamente y sentía una inmensa alegría que a su vez lo hacía sentir en paz y deseando que ese momento nunca terminara. ¿Podría ser que no estaba acostumbrado a la forma de besar de Rose y por eso no sentía lo mismo que con Winry? No es que tuviera mucha experiencia besando a la rubia pero tal vez sus años de añoranza habían estimulado su corazón provocándole una reacción más intensa que con Rose.
Ed sonrió con ironía. Sí, claro, como si esa fuera la razón. La verdadera razón era que estaba enamorado de Winry, no había mayor explicación. Le había dicho a Rose que no estaba listo para corresponder a sus sentimientos. No le había mencionado que eso se debía a que estaba enamorado de Winry pero ahora que era una mujer prohibida… ¿podría darse la oportunidad de intentar enamorarse de Rose? En reiteradas ocasiones la vida le había negado lo que deseaba así que quizás ya era suficiente de luchar y era tiempo de dejarse llevar por la corriente.
Ed inhaló profundamente y levantó su mirada. Como si el destino quisiera hacerle una mala jugada, se había abierto un pequeño hueco entre las parejas danzantes dándole perfecta visión de la pareja de rubios que se encontraba sentada en una mesa al lado del bar. Ambos estaban platicando y sonriendo.
Al menos eso es más tolerable de ver. Justo cuando ese pensamiento cruzó la mente de Ed, Russell se inclinó hacia Winry y la besó de una manera no tan inocente. Su mano se posó sobre el muslo de la joven acariciándolo mientras la besaba con fervor, gesto que Winry reciprocó.
No pudiendo más con la escena, Ed apartó la mirada. Winry era feliz y él no tenía cabida en su vida. Tenía que dejar de hacerse ilusiones. Y si ella estaba siguiendo adelante con su vida quizás era hora de que él hiciera lo mismo.
"¿Rose?"
Rose renuentemente apartó su cabeza del hombro del rubio para poder verlo a la cara. "¿Sí?"
Esforzándose por apartar cualquier rastro de tristeza de su rostro, Ed le sonrió y un segundo después se inclinó y la besó. Rose se sorprendió ante lo inesperado del gesto pero no tardó en reciprocarlo al mismo tiempo que posaba sus manos en el cuello del rubio para abrazarlo y atraerlo lo más posible hacia ella.
Ed hizo lo propio abrazando a Rose por la cintura y atrayéndola hacia él. Por un instante su mente intentó comparar este beso con el último que le había dado Winry pero rápidamente apartó tal pensamiento de su mente. No sería fácil pero tendría que enterrar el recuerdo de Winry y sacarla de su corazón para darle su espacio a Rose pues era una buena mujer de la que esperaba poder enamorarse perdidamente muy pronto.
