La pelirroja continuaba en labor de parto siendo apoyada por su esposo.

Mientras, en la sala de espera, Mikoto esperaba junto a su pequeño Sasuke de tres meses el cual estaba plácidamente dormido.

Levantó la mirada al escuchar pasos acercarse a ella.

-Doctora, ¿todo salió bien con Kushina?-preguntó por su amiga

-Por supuesto-sonríe orgullosa-mi nuera y mi nieto están en perfecto estado querida-comentó quitándose el cubrebocas y el gorro quirúrgico

-Oh, mil perdones. No la reconocí señora Tsunade-dijo apenada

-Tranquila linda, suele pasar-suelta una risita-en un momento más puedes pasar a verla

-Le agradezco enormemente


Luego de esperar un poco más, logró entrar al cuarto donde estaba su amiga y su bebé.

-Felicidades nueva mamá-canturreó la mujer así como lo hiciera la pelirroja hace algún tiempo

-Muchas gracias por venir Mikoto-sonríe emocionada-te presento a mi hija

-Es tan linda-comenta enternecida-¿qué nombre le pondrán?

-Naruto, lo decidimos ambos-dice viendo a su nena nuevamente

-Aunque es nombre de chico, le sienta muy bien-sonríe honestamente aunque su rostro cambia a uno de extrañeza al ver a su amiga ver que no venga alguien más

-Cierra la puerta, tengo algo que contarte-la pelinegra asiente confundida cerrando la puerta con pestillo

-¿Qué pasa?

-Creo que mi bebé tendrá lo mismo que su abuela-la mujer le mira con sorpresa

-Te refieres a...

-Exacto, pero no estoy segura hasta que crezca-mira a ambos bebés

-Tranquila, le explicaré a Sasuke cuando llegue el momento-la pelirroja le sonríe agradecida


Varios días después, la nueva familia salió sin problema alguno del hospital. Al llegar a casa se recostaron en la cama y el sueño hizo el resto del trabajo.


El fin de semana de cada mes decidieron reunirse ambas familias para realizar la respectiva convivencia que llevaban haciendo desde hace tiempo. Mientras conversaban, ambas madres notaron (más bien olieron) que sus retoños habían evacuado sus alimentos en sus pañales.

Subieron a cambiarlos y entraron al cuarto de Sasuke donde pusieron a los dos bebés.

-Muy bien linduras, es hora de quitar esa fea popó de su pompis-dijo la pelinegra hablando tiernamente mientras quitaba la parte de abajo para cambiarlo

-Ya no tendrán más pompis sucias-secundó la pelirroja quien estaba quitando el pañal de su hija-Mikoto...-comentó con algo de seriedad

-¿Qué pasa? Oh...-dijo mirando a la pequeña

A pesar de lo visto, las mujeres se sonrieron y continuaron la limpieza de los bebés.


La despampanante mujer rubia llegó a la casa de su hijo y nuera a visitarlos. Sin necesidad de tocar, entró a la casa mientras buscaba a ambos. Escuchó ruido en la cocina y fue hacia el lugar.

-Buenos días-anunció la mujer la cual fue recibida con emoción

-Buenos días mamá. Me alegra que hayas venido-la abrazó con cariño siendo seguido por su mujer-hay algo que debemos decirte

-¿Qué ocurre? ¿Les pasó algo? ¿Naruto está enferma o Deidara es quien está enfermo?-preguntó preocupada

-No, tranquila. Estamos bien-dijo tomando sus hombros-es sobre Naruto

-¿Qué pasa con Naru?

-Pues...al parecer tiene lo mismo que tú-rascó su nuca con una sonrisa

-Oh vaya-suelta una carcajada-pensé que era algo grave-sonríe considerada-que bueno que llegué para hacer mis dos cosas favoritas: desayunar en familia y dar pláticas incómodas

El matrimonio suspiró con pesadez ya que Tsunade era demasiado...directa con sus explicaciones.


-Así que Naruto tiene lo mismo que la señora Tsunade-el hombre de la casa comentó tomando su café mientras observa a su hijo mayor cuidar de su pequeño hermano

-Así es cariño-le entrega un pan recién salido del horno-cuidado que está caliente

-Gracias-le sonríe y prueba lo hecho por su esposa-como siempre está delicioso

-Muchas gracias cielo-comenta avergonzada-tengo más por si quieres

La plática tomó otro rumbo ya que la condición de la hija de los Namikaze era algo también normal para ellos. Ambas familias se tenían mucha confianza y respeto.


Pasaron los años y los pequeños ya tenían 6 años. Se quedaron al cuidado de Tsunade la cual los estaba bañando con tranquilidad.

Los niños jugaban emocionados en el agua donde decían que estaban al mando de una tripulación de piratas.

Al terminar el baño, sacó a ambos niños y los secó cuidadosamente mientras les ponía sus respectivas pijamas.

-Muy bien enanos, es la hora de dormir-llevó a ambos a la cama de la niña para arroparlos

-¿Puedo ir por agua a la cocina? Por favoooor-dijo la pequeña rubia haciendo puchero

-Bien, pero no tardes-la ve asentir y sale del cuarto

-Abuela Tsunade

-¿Qué pasa Sasuke?

-¿Por qué a Naru a veces se le ve con lo que hago pipí y a veces no?-pregunta curioso el menor

-Pues porque Naruto tiene uno igual que el tuyo y a la vez tiene como el de tu mamá, pero a diferencia de ustedes, ella puede o no esconderlo-le explica de forma sutil lo que ocurre con su pequeña nieta

-Entiendo, supongo-dice con el ceño fruncido a lo cual la mujer sonríe divertida

-Tranquilo Sasuke, cuando sean más grandes les explicaré mejor-lo ve asentir y en eso llega la pequeña con dos vasos de agua

Lo cual significaba desvelo seguro para ella ya que cada que tomaban agua antes de dormir, tenían ganas de ir al baño.


A la edad de los 12, a pesar de que ya estaban entrando a la adolescencia, ambos niños continuaban bañarse juntos. A diferencia de antes, ellos mismos podían enjabonarse y tallarse.

-Sasuke, ¿me pasas el jabón por favor?

-Toma, aquí está-le entrega la barra-oye dobe, quiero verlo

-¿Ver qué teme?

-Ya sabes que-rueda los ojos

-Ashh, bien-se sientan en la orilla de la tina y la rubia solo mira su parte íntima dejando salir el falo de manera lenta hasta que se detiene-ahi tienes

-Hm, el mío es más grande-dijo burlesco jugueteando con su miembro

-Quisieras teme creído-dijo moviendo el suyo y acercándose al azabache para ver la diferencia

-Ja, el mío es más largo

-Pero el mío es más grueso y casi del mismo largo que el tuyo

-Más les vale par de mocosos que no se estén masturbando en mi baño-gritó la rubia desde afuera de la puerta provocando un sonrojo en ambos

-¡Claro que no abuela Tsunade!-dijo la rubia menor abochornada guardando su miembro

Rápidamente salieron del baño, dejaron correr el agua y limpiaron el lugar para luego cambiarse.

Llegaron al cuarto de huéspedes donde la cama ya estaba acomodada. Ambos menores se acostaron y miraron a la mujer.

-¿Qué les pasa?-pregunta extrañada

-¿Podemos ver el tuyo abuela? Por favoooor-suplicó la menor

-Bien, pero solo esta vez-abrió un poco su bata de dormir y tocó un poco su entrepierna para dejar salir de golpe un gran y enorme pene

Ambos menores se quedaron con la boca abierta. Sin duda la abuela les ganaba y por mucho.

-Ahora a dormir, que esto debo usarlo con Shizune-vio a ambos poner cara de asco lo que provocó que se riera-mocosos, culpen a sus padres por sus "salidas románticas" que me arruinaron la noche con mi novia

-Lo sentimos abuela Tsunada-le miraron con culpa

La rubia mayor suspiró pesadamente y se acercó a ellos.

-Tranquilos niños, saben que adoro tenerlos aquí conmigo. Ella también los quiere mucho-acaricia sus cabezas

-Me alegra mucho que encontraras a alguien luego de lo ocurrido con el abuelo-confesó la menor bostezando

-Gracias a ella estás más contenta-se acurrucó el menor en la almohada

-En verdad agradezco su apoyo niños-besa sus cabezas esperando a que duerman lo cual no tardó mucho ya que cayeron rápido en brazos de Morfeo

-Imaginé que habías tardado porque no querían dormir-dijo una pelinegra recargada en la puerta viendo la escena con una sonrisa

-Lo siento, sabes cómo son-se levantó de la cama dejando ver su pene dormido al descubierto

-Déjame adivinar, se quedaron mudos porque descubrieron que el tuyo era más grande que el ellos-ambas rieron bajito por ello

-Eso los mantendrá a raya un rato-se acerca a ella para abrazarla-¿Quieres descubrir qué más hace mi enorme polla?-dijo sugerente

-Me encantaría-salieron del cuarto de los menores cerrando la puerta

Afortunadamente tenían el sueño pesado ya que no escucharon los gemidos y el rechinar de la cama del cuarto de la pareja.