Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".
Pareja: BajiFuyu (Baji Keisuke x Matsuno Chifuyu)
Disclaimer:
Hikari: Y si, otro fic de Tokyo Revengers, pero es mi OTP del momento así que no puedo excusarme jajaja. En fin, no hace falta decir que ni Tokyo Revengers ni sus personajes me pertenecen, todo es auditoría de Ken Wakui, por lo que este fanfic fue escrito únicamente por ocio y no tiene fines lucrativos.
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#Flufftober2023, 14 – Sorpresa de aniversario
Un año. 365 días. 52 semanas.
Para Chifuyu es un hecho que rayaba lo milagroso el que haya pasado tan rápidamente un año desde que había logrado convertirse en novio del admirable ex primer capitán de la toman, Baji Keisuke.
Las cosas avanzaron de manera lenta, sin embargo, el 31 de octubre del año pasado, cuando los miembros de quienes conformaban la invencible Tokyo Manji antes de disolverse, gustaban de bebidas gaseosas y sándwiches en algún parque solitario festejando un Halloween de lo más pacífico todo cambió. Baji y Chifuyu se besaron por primera vez, en lo alto de una resbaladilla para niños, ocultos de los gritos y las risas de sus demás compañeros, haciendo que la noche fuese más deslumbrante que el día mismo.
Para Chifuyu, ese fue el fin, pero el principio de todo. En el pasado, el 31 de octubre era una fecha maldita, un terrible recordatorio de lo que estuvo a punto de perder para siempre, pero después de aquella ocasión todo giró 180°. Se besaron, de manera lenta y consensuada. El sonrojo en el rostro de Baji era tanto que aun en las penumbras de la noche fue bastante evidente y fácil de descubrir. Sus manos sudorosas no dejaban de temblar y su corazón le dictaba que sus sentimientos eran completamente correspondidos.
Todo cambió a partir de ahí. Se hicieron novios y, aunque desde su punto de vista avanzaban de manera lenta, sabía que a pesar de ser los mismos, todo en ellos había cambiado.
La manera en que Baji le miraba, le hablaba, le llamaba… todo era especial. Solo con él compartía el yakisoba peyoung, él era le primero en llamar cuando necesitaba ayuda en la escuela, era él la primera persona en quien pensaba cuando quería salir a divertirse.
Y por supuesto, la primera persona siempre en la mente de Chifuyu lo era también Baji.
Es por eso, que después de todo un año, Chifuyu deseaba celebrar su primer aniversario dando el siguiente paso.
Ya no eran unos niños y, aunque aún estaban lejos de que la sociedad los considerara lo suficientemente mayores, el rubio deseaba dar ese primer paso hacia la adultez.
Se cercioró que su madre no estuviese aquella noche, mandándola lejos en algún viaje a las aguas termales con algunas amigas, supo que tendría la mejor de sus noches en compañía solamente de Baji. Una romántica cena alumbrada solamente con velas, el agua de la bañera completamente llena y caliente casualmente con los aditamentos necesarios en caso de… presentarse alguna oportunidad. Su habitación limpia y ordenada, también acondicionada con los elementos necesarios para poder llevar a cabo su muy complejo plan.
Nada podría salir mal en el que sería su primer aniversario de muchos.
-Solo falta prepararme yo- decía, tratando de tranquilizar su desbocado corazón en su pecho, aguantando que el calor no se le subiera mucho a la cabeza para no perder los estribos.
Después de tomar debidamente una ducha y asegurarse haberse tallado más de tres veces cualquier zona de su cuerpo, Chifuyu salió presuroso al notar la hora del reloj de noche que tenía a un lado de su cama. Sacó de su armario un delantal que había comprado con los planes del día en mente y se lo puso, esforzándose en hacer el mejor nudo del mundo en su espalda.
Y ya. Listo. Vistiendo únicamente eso se sintió mucho más nervioso a pesar de habérselo probado algunos días atrás.
- ¿Que tal me veo, Peke J? - preguntó, tratando de oírse seguro de sí mismo mientras su gatito ladeaba la cabeza. Pasó su rosada lengua sobre sus bigotes y sin siquiera algún maullido, salió de un brinco hacia el pasillo- Bueno, lo importante es que le guste a Baji-san- acomodándose algunos mechones de su cabello, volviéndose a ver por décima vez al espejo, finalmente se atrevió a salir hacia la pequeña sala de estar, buscando con la mirada su teléfono celular.
"¿Ya casi llegas? La cena está lista." Tecleó con sus dedos temblorosos. Sintiendo cómo las mariposas de su estómago revoloteaban denotando su ansiedad. Afortunadamente, el mensaje de respuesta no tardó en llegar y su sonrisa se hizo aún más amplia cuando leyó el corto pero directo recado "llego en 5 minutos".
- ¡Peke J! ¡comencemos con el plan! - gritó Chifuyu, queriendo despejar su mente no tardó en correr hacia la cocina, listo para agregar algunos "accesorios" a su muy rudimentario outfit. A pesar de que la cena se limitaba solamente a un paquete enorme de yakisoba Peyoung edición especial, tomó un cucharón y una cuchara de madera, una en cada mano, con el único propósito de verse más hogareño.
Estaba pensando sobre si cambiar uno por alguna cacerola o sartén, cuando escuchó el timbre resonar por todo el apartamento.
- ¡E-Está abierto, Baji-san! - corrió hacia la entrada, sintiendo que los escasos segundos que tomó ver la perilla girar eran eternos. Finalmente, Baji se hizo presente, casualmente soltaba un bostezo a la vez que entraba, teniendo los ojos cerrados fuertemente antes de poder ver cualquier cosa.
-Mierda, sí que hace frio, a pesar de que es otoño, aquí está más…- cuando tuvo de frente a Chifuyu, Baji paró en seco, dejando al aire una expresión que pocas veces había visto el rubio en él. Ojos completamente abiertos y la boca sin moverse un solo centímetro, quedándose a la mitad de una oración dicha.
A pesar de estar vistiendo solamente su ropa típica de casa, y su cabello atado en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos de frente, Chifuyu se sentía lo suficientemente nervioso para salir corriendo a su habitación, pero no quería abandonar su plan a estas alturas, así que, parándose firmemente, manteniendo bien abiertas ambas piernas y doblando con rudeza sus brazos, tomó el aire para levantar su torso y ganar más seguridad en sí mismo.
- ¡B-Bienvenido, Baji-san! - dio dos pasos para acercarse más el otro, la puerta tronó a las espaldas de Baji cuando finalmente se cerró con esmero- ¿Quieres la cena? ¿O tal vez un baño? ¿O quizás…? - quería terminar la estúpida y cliché frase, sin embargo, poco a poco las palabras ya no venían a su mente y su rostro parecía más estar a punto de explotar.
-Chifuyu…- escuchar su nombre en esa voz gruesa casi le hace caer de rodillas, pero se veía obligado a aguantar- ¿No tienes frio estando así? Te vas a resfriar.
Chifuyu juró haber escuchado el propio crujir de la tensión después de oír aquello. Sin más impedimentos, Baji entró, pasando a su lado y yendo rápidamente a la sala de estar, donde estaba olvidado el enorme suéter de algodón que solía usar. Tomándolo entre sus manos, Baji no tardó en ponérselo y, el rubio en medio trance, se dejó vestir por el mayor.
-Creo que también deberías ponerte unos shorts y subir la calefacción, por lo menos. ¿Cenamos? - ni un solo rastro de coquetería hubo en todo aquello. Tan fresco como una lechuga, el pelinegro se sentó en la mesa del comedor hablando sobre lo emocionado que estaba de comer el yakisoba de la mesa.
Sin poder encontrar algo mejor que decir, en completo silencio, Chifuyu comenzó a hacer los preparativos. Tres minutos después, ambos comían del mismo plato (como siempre) mientras era Keisuke el encargado de parlotear sobre cualquier cosa, de todas maneras, Chifuyu no podía procesar la situación correctamente, sintiendo como si todo fuese demasiado irreal.
"¿¡Es que acaso… no le atraigo para nada de esa manera?!" logró concluir, cuando casi el plato iba por la mitad. "¡No me dijo absolutamente nada! ¡Ni siquiera pareció nervioso al respecto!".
-Mikey me dijo que, si no teníamos nada que hacer, nos juntáramos todos en el santuario de siempre- fue lo primero que escuchó después de tantos minutos- Desde que entramos a preparatoria vernos ha sido más difícil, así que sería buena idea, ¿no lo crees?
- ¿Eh? Ah… claro- juntó los palillos a sus labios mientras sentía un bajón en sus niveles de adrenalina a estándares bajo cero. Definitivamente, él no estaba captando la idea de lo que se supone debería estar sucediendo.
La cena trascurrió en constante delirio de realidad. Matsuno sintiendo como caminaba al borde del precipicio de la locura y con la constante inseguridad sobre si preguntarle a Baji directamente o simplemente quedarse en silencio ante lo que probablemente era un desinterés hacia llevar más allá su relación.
En aquella lucha interna, Chifuyu terminó vistiendo nuevamente desde ropa interior hasta un par de jeans antes de que ambos comenzarán a dirigirse hacia la entrada.
Presa del pánico, detuvo el andar del pelinegro sosteniéndolo de la ropa, no lo suficientemente fuerte, pero en un gesto evidente de querer detenerlo.
- ¿Chifuyu? Se nos hará tarde- confundido, el más alto alzó ambas cejas ante la extraña expresión del rubio, quien se mordió el labio inferior antes de al fin volver a abrir la boca.
-Baji-san… ¿para ti no es importante pasar el día de hoy solo conmigo? - sintió la primera victoria al poder decirlo sin sentir que su voz se rompía, aun así, no se atrevió a levantar la vista para encarar directamente a Keisuke.
-Pues, sería más divertido celebrarlo todos juntos ¿o no? El Halloween- el tono desinteresado dolió más que la propia respuesta. Tensó la quijada, queriendo asentir en silencio.
-No es el Halloween, Baji-san… es nuestro aniversario. Hace un año que somos novios, ¿no? ¡Entonces…! - al fin alzó el rostro y su propio dialogo se detuvo ante la cara sorprendida de Baji. Aun más de lo que pareció cuando llegó… pero no en el mejor sentido- ¿Baji… san?
- ¿Chifuyu? ¿Nosotros… estamos saliendo?
Okey. Bien. Eso no se lo esperaba. Y fue doloroso, como una daga que se enterraba fuertemente en su corazón y que le impedía poder respirar adecuadamente.
Sus ojos se sintieron inmediatamente irritados, probablemente tratando de ahogar cualquier síntoma de llanto. Su mente viajó al Halloween del año pasado. El cómo se besaron, se abrazaron y rieron juntos. Cómo los meses transcurrieron y algunas veces los besos se repitieron, cómo las cosas a pesar de ser las mismas, tenían un ambiente más romántico, cómo juró ver los brillos y las flores rosas dignos de cualquier manga shoujo cuando estaba junto a Baji-san.
Pero, ciertamente, no pudo recordar cuando ambos se daban el "si" para comenzar formalmente una relación. Ni como se preguntaron sobre sus verdaderos sentimientos (supuso que eran bastante obvios, que no era necesario decirlo estrictamente en palabras).
Y no pudo recordarlo, porque sencillamente jamás había ocurrido.
"Que estúpido he sido."
-Ah, lo siento… creo que yo he malinterpretado todo- llegados a estas instancias, Chifuyu ya no se sentía capaz de retener más las lágrimas, dando media vuelta comenzó a palpar sus parpados con las mangas de su enorme suéter, queriendo apaciguarlas lo más rápido posible- Puedes adelantarte, Baji-san. Yo enseguida los alancearé, primero debo…- pretendía comenzar a caminar, pero las fuertes manos de Baji se posaron sobre sus hombros, impidiendo su huida.
- ¡Espera, espera! ¡Sigo sin entender todo esto! ¿¡Como es que…!? - se apresuró a alcanzarlo y ponerse de frente, teniendo que apartar el flequillo rubio para ver correctamente su cara- ¿Hoy es… nuestro aniversario? ¿Por qué…? - y como un balde de agua fría, Baji guardó silencio al recordar los eventos de hace un año. Al fin su rubor invadió por completo y comenzó a mostrar signos de nerviosismo.
-Olvídalo, Baji-san está claro que no me ves de esa manera. No hay problema, absolutamente todo está bien. Solo dame un par de minutos y enseguida…
- ¡He sido un imbécil! - le pegó fuertemente en los brazos para poder captar su atención. Con los ojos brillosos y sintiendo su nariz también tapada por el llanto reprimido, Chifuyu saltó en su lugar ante el agresivo acto- ¡Golpéame Chifuyu! ¡Tanto como quieras! ¡Me lo merezco!
-No, Baji-san, yo no podría…
-Y después de mi merecida golpiza… ¡déjame seguir siendo tu estúpido novio! - sin poder hacer nada más, Chifuyu no pudo pelear cuando Baji lo tomó de la cintura y con facilidad lo cargó hasta su habitación. Adentro, lo dejó sentado sobre su cama, soltándolo con suavidad y arrodillándose enfrente suyo- A la mierda Mikey y los demás. ¿¡Sabes lo nervioso que me sentí cuando te vi en la puerta?! Pero como soy un verdadero idiota supuse que… -enojado consigo mismo, Baji juntó su frente en las dos manos de Chifuyu, soltando una especie de gruñido combinado con un suspiro.
-Baji-san…
-Solo golpéame, Chifuyu. Me lo merezco. Si no lo haces, en verdad siento que enloqueceré.
-Será la primera vez…- susurró, Baji supo que Chifuyu había pegado su cabeza muy cerca a la suya- La primera vez que te golpeé.
-Hazlo fuerte. No te límites a algo pequeño, así que…- Baji no se esperó a que Chifuyu impusiera todo su peso sobre él, por ende, cayó de espaldas sobre el suelo alfombrado y con Chifuyu justo encima suyo. Apoyando sus manos a cada lado de su cabeza, entrecerró los ojos y finalmente besó con gran agresividad los labios de Baji.
No duró demasiado, pero lo suficiente para que los latidos de Baji incrementaran exponencialmente.
-Eso no fue un golpe…- tratando que sonara a queja, Baji hizo un infantil puchero con sus cachetes luego de aquel inesperado beso.
-No me pidas más, Baji-san- sonrió, aun teniendo cierto brillo en sus ojos azules- A cambio… ¿deberíamos tener sexo, no lo crees? - sorprendido de sí mismo por decir aquello sin sentir mareo por la vergüenza, Chifuyu reacomodó su cuerpo para quedar sentado más cerca de la entrepierna de Baji
- ¿Sexo antes de convertirnos en novios? No te lo he pedido formalmente- alzó una ceja, no queriendo verse claramente provocado por las acciones del menor.
-Pero si llevamos un año siéndolo, Baji-san…- Baji lo tomó del cuello de la ropa y no tuvo que ejercer mucha fuerza para atraerlo nuevamente y atrapar sus labios en otro beso, esta vez mucho más profundo, hasta con sus lenguas rozándose entre ellas y soltando algunos gritos ahogados.
-La tengo dura desde que te vi en delantal.
-Lo hubieras dicho en ese momento, entonces- Baji rodó su cuerpo, para quedar arriba esta ocasión y Chifuyu debajo de su cuerpo- ¿Lo haremos una vez entonces? A cambio de cualquier golpiza.
-Una vez no será suficiente, así que prepárate- sus manos recorrieron debajo de la ropa de Chifuyu, tal vez regañándose demasiado de manera interna por haber desperdiciado la oportunidad del delantal, pero convencido que tal vez, le pediría a Chifuyu las suficientes disculpas en el futuro para poder repetirlo una vez más.
Un año o un solo día. Quien sabe cuánto llevaran juntos, no quería volver a hacer sufrir a Chifuyu con su estupidez.
Así que se aseguraría se complacerlo completamente.
Lo tenía a su completamente a su mereced.
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Hikari: Y terminamos nuevamente el reto del día de hoy, con el pequeño spoiler de que mañana regresaré con a este fandom una vez más con el día 15. Espero poder leerlos una vez más. ¡Bye bye-perowna!
