Eternidad
Dos días habían pasado desde que se había reunido con Sam.
Se encontraban todos reunidos en la ya conocida base militar de Vincennes, en una sala de reuniones. Presentes estaban los seis que componían el grupo y varios altos mandos militares. Un proyector mostraba una presentación de diapositivas con los dos Neo en el centro.
—Ya sé que os estaréis preguntando lo obvio, ¿Por qué hemos tardado tanto en mover nuestras fichas en un tema de seguridad global? —Comenzó rápidamente Roland Garrison, aquel laureado general del ejército norteamericano que permanecía en París. La mirada de este se fijó en Edge, quien lo miraba con esmero—La respuesta es muy sencilla, el mover esa ficha no dependía de nosotros, sino de los que están tras ellos—La diapositiva cambió a un mapa de Suecia, con líneas y flechas que marcaban un camino, indicando la leyenda que se trataba del camino que, teóricamente, habían seguido ambos niños—Aquí hay una gran incógnita y es que no sabemos si ese niño de verdad salió de Kiruna, no tenemos mucha información al respecto y es lo que queremos averiguar—Cambió la diapositiva, ahora se veía una tienda saqueada—El mover la ficha dependía de las instrucciones de la MI6, la inteligencia del Reino Unido, quienes fueron los que tomaron todo el trozo del pastel en esta operación—Edge asintió, entendiendo—
—Por otro lado, los niños han estado saqueando tiendas, robando únicamente cosas de primera necesidad e intentando no herir a nadie, así que hemos estado siguiendo su camino de manera pasiva—Secundó una chica con traje negro de aspecto imponente—
—¿Y por qué nos hemos tardado tanto en tener que ir a traerlos de vuelta a donde deberían estar? —Preguntó Edge, poniéndose de pie—Os recuerdo el escándalo que va a ocurrir si alguno de los dos se transforma en algo mucho peor y varios de nosotros aquí lo sabemos bien—
—Porque han querido estudiar su comportamiento y no se veía como una amenaza real, es más, los hemos revisado y están bien físicamente, el problema ha venido con esto—Cambió a una diapositiva diferente, ahora se veía una caravana de dos coches negros y dos furgonetas del mismo color, todas con los vidrios tintados—Se han autoinvitado a una fiesta que no es suya—Garrison cambió de diapositiva, mostrando el cuerpo de una persona muerta, con el pecho totalmente descubierto—
—¿La mafia rusa? —Saltó Pavel rápidamente, reconociendo un tatuaje en forma de estrellas punteadas—Este es de bajo rango—
—Lo sabemos—Dijo el hombre—El problema que es no vienen de parte de los rusos y es lo que nos preocupa, son mercenarios de alguien más—
—¿Guardián? —Preguntó Edge de primeras, el hombre negó con la cabeza—
—Consultamos con la fuente y negaron estar interesados en el proyecto Gastrea, dijeron que lo estaban analizando en segundo plano, pero nos prometieron que no estaban tras esto—Secundó la señora—Por otro lado, esto os interesa—Cambió a una diapositiva diferente; ahora se veía, en cielo nocturno, un edificio que parecía recientemente abandonado, de cinco plantas y tenía pinta de ser de un banco—Los han acorralado en este edificio y los alrededores son… campos de guerra—
—¿El gobierno está permitiendo eso? —
—Ellos son los principales actores secundarios en esta disputa, así que no tienen voz ni voto en esta película—Amenizó el general—Vuestra misión es traerlos sanos y salvos a los dos, sabemos que hay tiroteos que se han estado trasladando dentro, así que tened cuidado—Miraron a Edge, quien tomó el mando—
—Por lo que veo, es mejor tener en cuenta que si el ataque de esos mercenarios sigue así, es posible que tengamos que lamentar que alguno de los nos no venga con nosotros, y si el índice de corrosión supera el umbral…—Miró a su grupo—
—Naaah, estoy con Edge, esta vez sí es más posible que debamos tener en cuenta que podemos venir con las manos vacías, pero si entramos como un relámpago… nadie podrá hacer nada al respecto—Secundó Zack, estirando su cuerpo—Voto por hacer un ataque relámpago—
—También vamos a necesitar un plan de contingencia, cerebro—Bromeó Pavel a la Neo, quien asintió—
—En caso de tener que perseguir o ir en busca de alguien, necesitamos vehículos a mano lo antes posible—El general asintió—El resto del plan tendremos que improvisarlo, pero confío en que podáis sacar lo máximo de vosotros para hacer algo de sigilo o, como sugiere Zack, hacer un ataque relámpago—Todos asintieron—De momento, dejadnos el planeamiento a nosotros, os haré saber sobre la marcha lo que debéis saber—Odd levantó la mano. La IA le dio el turno—
—¿No sería mejor atacar la base del problema y luego ir por el objetivo? —
—Atacar a lo que sea que esté tras ellos… sí, sería buena idea si… tan solo supiéramos a qué nos estamos enfrentando realmente—Odd asintió, entendiendo—En fin, id a entrenar, os van a formar en movimientos de combate y uso con armas, entre otras cosas, así que aprovechadlas, nosotros nos quedamos aquí—
El resto del grupo salió con los militares, quedándose la sala con tres personas; Los dos Neo y el general Garrison.
—No lo digáis en alto, pero los países del tratado y algunas organizaciones os van a estar observando, así que, si vais a improvisar algo, hacedlo bien—Dijo el general, cruzándose de brazos mientras veía a la Neo analizar la imagen del edificio—
—Esto es otro secreto, pero vamos a tener a alguien con nosotros que de forma remota va a ayudarnos con guerra electrónica, así que a todos los ojos mirones… va a ser sorprendente—
—Eso espero—Dijo el general. Suspiró—Veo que cambiaste a un integrante de la última vez—
—Odd Della Robbia… fue quien me acompañó en todo el escándalo que terminó en la libertad de la doctora Anthea—Eso llamó la atención del general—Es bastante capaz de hacer estas cosas, hazme caso, sé bien por qué escogí a este grupo—
—De otra manera, lo estaríamos haciendo solos—Secundó Zack, sentado en la mesa del proyector, mirando la foto del edificio—
—También es… interesante, una pareja de tres razas diferentes; Humanos, Neo Sapiens y Gastreas… van a analizar vuestro rendimiento de pies a cabeza—Siguió el general. Edge tenía eso en mente—
—Eso es lo de menos—Cambió la foto a una donde se veía claramente a la pareja de niños que buscaban—La niña lleva un collar negro con una chapa y él no—Dijo—
—Es que no sabemos de donde salió ese niño, al principio solamente teníamos una imagen de ella asaltando una panadería, luego salió arrastrándolo a todos lados, evitando sitios concurridos y muchas cosas… lo último que robaron fue una farmacia—
—Cosas de primeros auxilios, supongo—Garrison asintió—Mal asunto—
—Por eso tenemos la urgencia de ir, una urgencia que nosotros insistimos en que fuese… inmediata desde que supimos su existencia, pero contigo fuera de combate…—
—Fue mi culpa—El hombre negó con la cabeza—
—Vosotros estáis al cargo de vuestra división, así que haced lo que tengáis a mano y que esta vez salga más limpio que la recuperación de Luciana—Ambos asintieron—Voy a ayudar con la formación de esos chicos, venid a buscarme con cualquier cosa y, por favor, rellenad el formulario del equipamiento que vais a necesitar para tenerlo preparado—El general se retiró de la sala, dejándolos a solas—
—¿De verdad es buena idea traerlos? —
—¿Te lo sigues preguntando luego de la última vez? —El Neo asintió—Es buena idea—
Rellenaron lo correspondiente. ¿El plan?, improvisar. No sabían mucho y tenían que ver los planos del edificio, unos planos que no tenían y había comunicado a Aelita el poder conseguirlos, así que irían a oscuras hasta tener lo principal. Era un poco más de noche, ambos Neo se encontraban un sitio alto de las instalaciones, hablando entre ellos, ya que apenas habían tenido oportunidad.
—¿Cómo sigue Ailane? —Preguntó al muchacho, recibiendo una lata de bebida de su parte—
—Ahora tiene más panza—La imitó con sus brazos—Pero sigue bien, con la muerte de Albretch… se puso todo más… mejor, ahora no hacen cosas malas—La miró de reojo—Pero incumpliste su promesa—
—No pude enterrarlos hasta el fondo del abismo—Dijo—Hay algo que me lo impidió y estoy segura de que me lo va a impedir siempre—
—¿La chica pelirrosa? —Negó con la cabeza—
—Una persona que es más poderosa que nosotros dos juntos—Le dio un sorbo a su bebida, viendo como un humanoide formado por una humareda oscura se hacía presente, saludando a Zack—
—¿¡Y esto!? —Preguntó, asombrado—
—Me formé gracias al cubo, ahora que tiene bastante más poder puedo tener esta forma física, así que soy… como una inteligencia artificial—Dijo la IA, viendo el paisaje. Antes que pudieran decir algo, siguió—Solamente un apunte rápido—Se fijaron en ella—Aseguraos bien que Guardián no esté entrometida en este asunto, puede que a los militares les haya sonreído la fortuna, pero… ¿será verdad? —
—Eso mismo me estaba preguntando yo—Dijo el muchacho, mirando a Xana—Espero que no los tengamos de enemigos—
—Yo espero que no tengamos nada que ver con ellos otra vez—Terminó su bebida—¿Dónde te quedarás? —
—Me estoy quedando con el chico rubio en un hotel cerca de aquí, está vigilado por agentes del centro de ID, así que no tienes que preocuparte—
Al cabo de media hora fueron a un pabellón, lugar donde se encontraban todos los presentes practicando movimientos de combate con algunos soldados rasos. Sabían que su entrenamiento se basó en pruebas de tiro, pruebas de habilidad, sigilo, primeros auxilios y maniobras ofensivas y defensivas. Todos habían pasado con nota decente, vistiendo camuflaje que era proporcionado por los militares. Estaban sentados en la tierra, bebiendo de una botella de agua, cubiertos en sudor mientras hablaban entre ellos, quizá Taelia evitando hacer contacto con Pavel.
—¿Todo bien? —Preguntaron los Neo al acercarse—
—Ya hemos terminado—Dijo la adolescente, poniéndose de pie—Tengo ganas de llegar a casa—La Neo asintió—
—Partimos mañana por la tarde y haremos todo el movimiento de noche, así que aprovechad para dormir todas las horas que podáis—El grupo asintió—Cuando tenga el plan de asalto al edificio os lo hago saber, pues los militares no tenían los planos—Nadie tenía ninguna pregunta, debían confiar plena y ciegamente en la Neo—
Taelia y Edge volvieron a casa luego de una hora, despidiéndose de sus compañeros. Por la noche ya se encontraban cenando con Aelita y Anthea.
—¿Encontraste los planos? —Preguntó Edge a Aelita, quien asintió—Perfecto—
—¿Entonces vais a hacer ataque relámpago? —Preguntó esta, llamando la atención de Taelia—
—¿Lo sabes? —
—Estuvo escuchando todo—Sacó de su abrigo un pequeño micrófono—Ella va a ser nuestra sorpresa, pero no lo digas en alto—Taelia asintió, entendiendo—
—Mientras volváis de una pieza es lo que nos importa—Secundó Anthea—¿Sabéis más sobre los objetivos? —
—Uno tiene pinta que no es de Kiruna, pero es una teoría simplemente, tendremos que verlo cuando estemos ahí—Respondió la Neo—
Acabaron de cenar. Cuando ambas chicas estaban dormidas, Edge estaba hablando con Anthea en el piso de abajo.
—¿Un concierto? —Preguntó la Neo, leyendo una serie de contratos de la disquera. Aelita—
—Todavía no hay fecha exacta, pero es un festival en Moscú… había una carta incorporada—La pasó a la IA—
—Es de Guardián—Asintió—¿Una oferta de negociación? —
—Contacté con la persona encargada y me dijo que el concierto solamente era una tapadera, el objetivo real era facilitar una visita vuestra a las instalaciones de Guardián para hablar de vuestra neutralidad—Suspiró—Yo no quiero que ella vaya, pero… es lo que tenéis que hacer si queréis conseguir vuestro objetivo marcado—
—¿Tenemos otra opción? —La pelirrosa negó con la cabeza—Que pena—
—Por otro lado, aunque suene bastante bien el tema del concierto, ¿qué opinas de que pueda hacerlo?, tendríamos que forzar la maquinaria para que ella pudiese recobrar su memoria—
—La idea de forzarlo usando el súper ordenador está ahí, pero tendría el efecto secundario de tener perdida a corto plazo por un muy breve periodo de tiempo—
—Supongo que vale la pena—Edge se encogió de brazos—En fin, haced que valga la pena el esfuerzo que los militares hacen para recuperar a esos niños perdidos—Acarició la cabeza de la Neo—Mañana será un muy largo día para vosotros—
Eso parecía. Zack y Edge pasaron un buen rato analizando los planos de las cinco plantas del edificio, anotando posibles zonas de entrada y escape, así como posibles maneras de dividirse y atacar el mismo. La zona no era muy favorable, pues estaba rodeada por el este con una colina y por el sur con una zona vallada. Era una zona sospechosa para construir un edificio financiero.
En la tarde, estaban reunidos todos dentro de un vuelo privado que los llevaría hasta Estocolmo, la capital del país nórdico. Estaban repasando los planos.
—Los integrantes de la MI6 están apostados en la cara norte, mientras los mercenarios aparecen por la cara sureste cada poco rato a modo de escaramuza—Comenzó la Neo—Parece que la escaramuza se ha trasladado hasta el interior de las propias instalaciones financieras, no sabemos exactamente cómo—Pasó a mostrar la imagen del primer piso—Intentaremos entrar cada pareja por una zona diferente, vamos a limpiarla de cualquier rastro enemigo y buscarlos activamente—
—La idea es crear una zona hermética en donde nada entre ni salga… imaginando que nada se nos ha adelantado, claro—Tenían a la vista los planos de las diferentes plantas—
—Hay un sótano donde se guarda una caja fuerte, pero no creemos que sea relevante ya que sería tonto ir ahí, por lo que es posible que estén en la parte superior del mismo edificio—
—¿Cómo es que un sitio así está bajo ataque de esa manera? —Preguntó Odd, notando la rareza—
—Abandonado hace un lustro—Dijo la Neo rápidamente—Lo que aún no sabemos es cómo llegaron hasta ahí, queda a media hora de Estocolmo—Estudiaban los planos para idear una manera más útil de entrar—La idea será avisar a los del servicio secreto que nos encargamos nosotros, así evitamos dispararles a ellos en su lugar—
—¿Y qué llevaremos encima? —Preguntó el eslavo—Un arma, imagino—La Neo asintió—
—Unos manos libres ya configurados, un arma corta y una navaja—Respondió Zack, sacando una mochila de viaje—Está todo marcado—Cada uno sacó sus pertenencias, guardándolas—Iremos como la última vez; nosotros en moto, vosotros en coche—
—Y en caso de tener que salir volando, usaremos lo mismo—Zack asintió—
—Hay dos armas de dotación que están guardadas en el coche, son dos fusiles de asalto, solamente en caso de fuerza mayor—
—Entendible—Suspiró—Supongo que nos toca improvisar—
—En estas ocasiones sales bien parado si eres bueno improvisando, así que no debéis tener ningún miedo—Secundó la IA—
—Y estáis con la mejor persona para eso—Dijo una voz risueña desde los manos libres—Os estaré ayudando desde aquí—
—Aelita está en una frecuencia diferente a la del resto de personas que nos están escuchando desde la base militar, pero puede escuchar las conversaciones—El resto asintió—
—De momento, las pocas cámaras de seguridad disponibles no muestran movimiento en el centro financiero, pero hay algo de follón afuera, una pena que no logre ver nada—
—Intenta revisar por las cercanías si ves algo sospechoso—Escuchó un sonido afirmativo—Nosotros… bueno, aún tenemos un camino que recorrer—Por la ventanilla solamente veían las nubes del norte de Europa—
—No os veo muy habladores—Dijo la morena, apoyada en Odd, quien estaba mirando por la ventanilla—¿Pasó algo? —Hablaba a Pavel y Taelia, quienes estaban sentados uno al lado del otro, pero sin hablarse o dirigirse la mirada mutuamente. Él mirando por la ventanilla y ella dibujando en su cuadernillo usando un lápiz de punta blanda. Se fijaron al mismo tiempo en ella—
—No importa—Le respondió en voz baja la adolescente, volviendo a su pequeño lienzo. Pavel la miró de reojo antes de suspirar, rodando los ojos—
—Algo sin importancia—Secundó el eslavo—
—No parece algo poco importante—Dijo el Neo, girándose hacia ellos—¿Qué pasó? —Edge le llamó la atención—¡No pueden estar así todo el viaje!, se necesita ser más profesional—Eso llamó la atención de los dos implicados—
—Zack tiene razón—Dijo Odd, la IA asintió—
—La base de ser profesional consta de dejar lo personal a un lado y centrarse en lo importante para hacer un buen trabajo en equipo—Siguió Edge—Si estáis así me alegro por vosotros, pero estamos en algo importante—
—Fue algo sin importancia—Repitió Taelia, volviendo a su dibujo, escuchando a Pavel soltar un suspiro, alzando ligeramente la voz—
—Cállate, no fue así—Eso enfureció a la Gastrea, quien giró la cabeza, dedicándole una mirada airada. Pavel les contó con algunos detalles lo ocurrido, dando contexto a sus compañeros, quienes parecían reticentes a dar alguna opinión al respecto, ya que Taelia parecía bastante molesta al respecto—
—Eso solo os podría pasar a vosotros—Suspiró la IA, volviendo su mirada a los planos, guardándolos en la mochila—
—Taelia, ¿te has disculpado con él? —Preguntó una voz desde los manos libres. Cada uno tenía puesto el suyo, así que escucharon lo que había dicho. La aludida dejó de dibujar, no esperándose algo como eso—Puedes estar enfadada, pero no se debe golpear a la gente por eso—Era un sermón bastante correcto—
—No seáis incendiarios—Sermoneó la Neo, girándose hacia los adolescentes—Es un problema de ellos dos, que lo hablen cuando tengan un rato a solas si quieren, pero mientras estemos aquí no quiero que suponga un problema, ¿entendido los dos? —Estaba bastante seria al respecto. Ambos asintieron, bastante avergonzados—
—La diferencia de no ser profesional puede ser una bala en la cabeza—Secundó Zack. Era una buena manera de verlo, aunque un poco sangrienta. Antes de poder seguir, escucharon una voz—
—Hay intercambios de disparos en el interior, bastante fuerte, parece—Dijo Aelita, tecleando—Está muy oscuro, no logro ver casi nada—
—Avisa si ves que se marchan, no vaya a ser que comencemos a dar palos de ciego—Aelita confirmó con una vocecilla—
—Parece que las cosas se complican—Secundó Odd, estirándose—¿Qué haremos si tenemos que perseguirlos? —
—Hacerlo—Dijo Edge—No tenemos opción—
—¿Crees que algún científico de Zanza se encuentre con ellos? —Preguntó Taelia a Pavel, quien le tomó por sorpresa que le dirigiese la palabra, pero iba a actuar normal—
—Es verdad, deberíamos traerlo con vida—Secundó este—
—¿Zanza? —Preguntaron los otros. Taelia les contó lo que Sanderson le había contado al respecto de ese laboratorio y sus gentes—Entiendo, entiendo—Se apoyó contra la pared del fuselaje—Vamos a hacer esto, si veis que entre los mercenarios hay gente que parezcan científicos o que no estén armados, no los matéis, si son de ese laboratorio los vamos a tomar de rehenes, quizá les haga gracia—
—Estaré atenta—Dijo la voz de la pelirrosa, el resto asintió, entendiendo las órdenes—
Llegaron a un aeropuerto privado a una hora nocturna, sin una luna como testigo de lo que iba a pasar. Al bajarse del avión, los vehículos ya los esperaban; Un Lada todoterreno y una moto deportiva.
—¿Todo en su lugar? —Preguntó un soldado al ver bajar al grupo. La IA asintió—
—Nos encargamos nosotros—Se giró hacia sus compañeros—Solamente nos escuchará Aelita, pero nos estarán viendo con unas cámaras corporales que llevamos Zack y yo, así que podemos hablar libremente entre nosotros—El resto asintió—Seguidnos de cerca—
Abordaron sus vehículos rápidamente, saliendo del aeropuerto a toda velocidad, siendo guiados por Aelita.
—Han avisado a la inteligencia que ya os estáis acercando, ¿por qué no hacéis un ataque desde atrás? —Sugirió la pelirrosa—
—¿Hay una vía directa? —Preguntó Edge—
—Sí, os guiaré—Tomaron a toda velocidad una carretera secundaria no muy transitada, pero con una terrible neblina para esa hora de la noche—Cinco kilómetros—
—Vamos a prepararnos—Dijo a los que iban en el coche—Nosotros atacaremos lo que esté afuera, vosotros id por dentro, hay una entrada frontal y dos salidas laterales, cubridlas—Hubo un asentimiento general por el resto. En el coche, parecían no estar muy de acuerdo—
—¿Vamos a caerles por detrás? —Preguntó la morena, preparando su arma—Esto va a ser peligroso—
—No nos va a caer ningún disparo si atacamos cuando no nos vean venir—Secundó Odd, preparando el arma—
—Entramos por la primera puerta que veamos, si no estoy mal, el vestíbulo principal se dividía en dos—Señaló Pavel, recordando los planos—Nosotros, por un lado, vosotros por otro—Ellos asintieron. Cuando querían dar más instrucciones, alguien habló; Ya podían ver el edificio a la distancia—
—No logro ver bien esa cámara, pero a unos diez kilómetros de vuestra ubicación se ha movido un convoy extraño hacia el norte—Dijo Aelita—Lo siento, no hay mucha más información—
—Está bien, si es algo importante nos encargamos de ello—Señaló la IA—Aelita, activa el modo asalto, tal como lo practicamos—
—Activando modo de asalto—Era un nombre muy extraño para una maniobra que se ejecutaba usando satélites militares secuestrados gracias a un programa creado por Aelita y Xana el día anterior, quienes habían practicado durante varias horas los movimientos de guerra electrónica que se iban a ejecutar, ¿El objetivo?, la incomunicación total de sus contrincantes, pues los satélites eran capaces de incapacitar por tiempo ilimitado las antenas GSM y crear un campo PEM que impedía cualquier comunicación satelital o usando red celular, ni siquiera los comunicadores funcionarían, pero los de ellos, gracias a estar cerca de Edge, podían funcionar en un rango más bien limitado. Cualquier persona en un rango de más de veinte kilómetros estaría completamente incomunicada—Todo en orden, recordad no alejaros mucho de Edge o no vais a poder hablar entre vosotros—
—¡A la de tres! —Dijo el joven Neo, acelerando a tope hacia la verja. Solamente veían dos vehículos de color negro aparcados a las puertas de las instalaciones, con dos personas haciendo guardia—
Entraron a gran velocidad, rompiendo la verja usando la moto como ariete, tomando por sorpresa a los dos presentes, quienes intentaron desenvainar sus armas, pero desde el coche, que venía justo atrás de la moto, los neutralizaron de dos disparos certeros.
—Oye, buena puntería—Dijo Zack a Odd, quien se había asomado de primeras, disparando las balas que neutralizaron a los guardias—
—Me debían una—Se bajaron del coche, viendo como Zack y Edge se iban a cada lado del centro financiero, por el exterior. Ellos entraron rápidamente por la entrada cubierta, notando el interior desolado—Princesa, ¿nos iluminas el camino? —
—Dos al noreste en esa planta, cuatro en la planta superior a la vuestra, y dos en la superior del todo, están intentando bajar, pero creo que hay intercambios de disparos—Podían escucharlos—
—Nosotros vamos por la escalera de la derecha, vosotros por la de la izquierda—Ordenó Pavel, sacando su arma, corriendo con Taelia hacia el noreste, por estrechos pasillos, siendo sigilosos. En un despacho acristalado con el exterior, vieron a dos personas armadas, revisando documentación abandonada—
—Déjame a mi—Dijo a Pavel, sacando el puñal que Saraí le había regalado, luciendo la negra hoja afilada. Se acercó por la espalda del que más cerca tenía, tomándolo de la parte trasera del pelo, tirando su cabeza para atrás, rebanando el cuello de una pasada, tirando una patada alta al que tenía al lado, quien se llevó una sorpresa mayúscula, pero cuando quiso levantar el arma, otra patada la mandó a volar, viendo como un puñal atravesaba el lóbulo de su cabeza, no sabiendo más del asunto, cayendo inerte encima de su compañero, desangrándose al instante—Sencillo—
—Pobres—Ironizó el eslavo—
—Limpio por fuera—Dijo el joven Neo—¿Qué tal por dentro? —
—Primera planta limpia, Taelia se acaba de encargar de los dos del primer piso—Actualizó Aelita—Sam y Odd están cerca de los otros—
La pareja, "humana", por llamarla así, estaba en la segunda planta buscando por pasillos abiertos una señal humana, pues según sabían, eran cuatro.
—Están en la puerta de la escalera de emergencia, al parecer están intentando emboscar a alguien—Dijo Aelita a esa pareja—
—Vamos—Dijo a Sam. Llegando a una esquina donde escucharon voces en un idioma que no lograron entender, al asomarse, los tenían de espalda, no los habían notado—A la de 3—Le susurró. Contó con los labios, mirando a Sam y, al llegar a 3, salieron de la esquina, disparando a lo primero que vieron, escuchando caer a uno por uno hasta caer los cuatro, acercándose a los cuerpos. En el trayecto, vieron a las otras dos parejas acercarse—¿Todo bien? —
—Todo limpio abajo—Asintió Edge—
—Lo mismo—Secundó Taelia, viendo los cuatro cuerpos desangrados en el suelo. Abrieron con sigilo la puerta de la escalera de emergencia, viendo a dos agentes secretos que, por su uniforme, eran de la inteligencia británica—
—¿Operaciones especiales? —Preguntó uno de ellos, totalmente incrédulo. Edge asintió—
—¿Qué pasó? —Preguntó la Neo, acercándose al hombre, quien estaba intacto, pero cansado y nervioso—
—Se han llevado a uno de ellos, el otro sigue arriba, pero solo éramos cuatro, ahora quedamos dos—
—Nos encargamos nosotros—
—Hay una escalera principal y otra de emergencia al oeste, os sugiero cubrir todas las salidas—Siguió la pelirrosa tecleando—El modo asalto sigue en pie—Obedeciendo a su centro de mando, se dividieron en tres, subiendo a la planta al mismo tiempo, pero las tres vías de subir parecían despejadas—Veo actividad en una sala al este, pero la cámara está rota—Taelia y Pavel, quienes estaban más cerca, se acercaron a la sección indicada, viendo una puerta cerrada, en contra del resto que estaba abierta—
—¿Se te ocurre algo? —Preguntó a Pavel, quien negó con la cabeza—
—Que tal…—Tocó de manera irregular la puerta, imitando algún código con cada toque de sus nudillos, algo que pareció surtir efecto, pues la puerta se entreabrió, siendo suficiente para que Taelia pudiese tirarla al suelo de una patada, entrando ambos Gastrea con armas en mano, tomando por sorpresa a ambos guardias enemigos, quienes se rindieron al momento, alzando sus manos—
—Recordad que no tenemos rehenes—Recordó la IA desde el comunicador. Se escucharon varios disparos y dos cuerpos caer—
—Mierda… Pavel—Se giró hacia un rincón oscuro, viendo un cuerpo colgando de una pared, con las manos esposadas en un gancho, hacia arriba, con un cuerpo arrodillado, sangrante y cabizbajo, de un niño castaño, de una edad corta, teniendo varias heridas de bala en su cuerpo—Esos…cabrones—Se acercó al pequeño, intentando ver alguna señal de vida—
—Limpio—Dijo Aelita por el comunicador—Desactivando el modo asalto—
Se reunieron rápidamente en la sala, viendo como el niño aún tenía una pequeña señal de vida, pero pendía casi de un hilo.
—¿Podemos hacer algo? —Preguntó Taelia la Neo, quien se acercó al pequeño, rompiendo las esposas usando fuerza bruta, ayudándolo a acostarse en el suelo. Tocó el pecho de él, iluminándolo suavemente—
—No será mucho, pero puede que suficiente para que aguante un tiempo—
—Vamos a avisar a los otros dos—Asintieron. Mientras esperaban, Pavel no dejaba de mirar al pequeño—¿Pasa algo? —
—No me suena de nada, no… parece uno de nosotros—Se acercó a él, utilizando sus manos para analizar zonas claves de su cuerpo, no encontrando ninguna señal más que una cicatriz en su brazo derecho, que parecía un arañazo—Parece que su acompañante la infectó—
—Acompañante que se habrán llevado—Dijo Aelita luego de un rato de silencio—Edge, avisé al resto de lo ocurrido, han enviado un equipo de extracción inmediata para él—
—Entendido—Dijo esta—Vamos a dejarlo abajo con los otros dos, nosotros tenemos que volar de aquí—El equipo asintió. Llevando con mucho cuidado al niño pisos abajo, encontrándose con los agentes ingleses, quienes reposaban en su coche—
Les dieron rigurosas instrucciones de qué hacer, pues el niño no podría aguantar mucho, o eso creían ellos, pues a pesar de tener dos heridas casi mortales, sus signos vitales, si bien débiles, eran estables. Tomaron sus vehículos en dirección al norte a toda velocidad, sacando los dos rifles del maletero, siendo guiados por Aelita.
—Tenemos que buscar una vía poco transitada para ir sin tráfico—Dijo Pavel por el comunicador, intentando seguirle el ritmo a Zack—
—Aelita los está intentando forzar a irse por carretera secundarias, pero… —Respondió al momento la Neo, seguida de Aelita—
—Realmente no hay ningún "pero", solamente que no termino de ver a donde van—Siguió la pelirrosa—Les estáis recortando distancia a muy buen ritmo, seguid así—Hubo un momento de silencio en el que todos parecían concentrados en su trabajo. Una carretera oscura, tenebrosa y con una densa niebla que hacía el conducir a alta velocidad… un desafío digno de una competencia de alto nivel—
—Estás haciendo buen trabajo, Aelita—Dijo Taelia a su hermana, a quien escuchó soltar una risilla por el comunicador—
—Gracias—Les dijo—En verdad, no sé cómo Edge me convenció de ser vuestro centro de mando, no me quería involucrar en esto—
—Prefiero que nos guíe alguien que sepa a un grupo de adultos del que ninguno de los de aquí termina de confiar—Acotó rápidamente la Neo, algo que dio bastante razón al resto—Por otro lado, quería probar que tan fiable era la guerra electrónica que habíamos desarrollado—
—Por el momento está siendo efectiva, pero lo importante es participar—Siguió esta—El delta que os separa es de cuatro kilómetros… ¿qué vais a hacer?, no hay carreteras secundarias por un largo trayecto, entraréis a autovía—
—Asaltarlos en la autovía—Dijo Edge—No tenemos otra opción—
—Iréis por lo de delante, imagino—Preguntó el eslavo, conduciendo—Nosotros intentaremos evitar que lo que vaya atrás se escape—
—Dos coches y dos furgonetas, ya os imaginaréis cómo van—El resto dio un sonido afirmativo—
—¿Cómo estamos tan seguros de que son los de esos coches? —Preguntó Sam, revisando uno de los rifles que habían llevado, pues el otro lo tenía Edge, casi escondido en su abrigo—
—La caravana es lo único que se había movido por ese punto en un rato muy largo—Se escuchaban sonidos de teclado—Y… honestamente, no tenemos muchas más pruebas—
—Esperemos no estar dando un buen susto a gente inocente—Pavel aceleró la marcha—
A pesar de la velocidad, iban recortando distancia a un ritmo lento. Sin embargo, los dos Neo estaban centrados en otra cosa, sobre todo Edge, quien parecía notar algo que había hablado con aquella extraña chica pelinegra: Las nubes de esa región, que estaba próxima al mar báltico, parecían estar de camino a una concentración mar adentro. La Neo podía notar como el flujo, que, si bien era uno constante y suave, se hacía más notable cuando veía más mar adentro, percibiendo una gran carga en una neblina circundante a la costa, que parecía adentrarse en el mar.
—Mira esto—Llamó la atención de Zack, mostrándole el flujo que veía ella sin desconcentrarlo—Algo se está gestando en el mar—El muchacho miró de reojo a la costa, viendo que la IA tenía razón, algo raro que antes no había percibido, estaba ahí—
—¿Crees que sea peligroso? —
—No lo sé…—Respondió ella en voz baja, mirando más fijamente el objetivo—Las nubes suelen seguir el flujo de energía por todo el planeta—Le dijo—
—Por eso el huracán…—Asintió él, dándose cuenta—¿Deberíamos investigar? —
—No—Se apoyó en su espalda—No nos metamos en otro problema—
—¿Y si esto genera otro huracán similar? —
—No nos tocará intervenir, no es nuestra culpa—Zack simplemente lo dejó pasar, acelerando el paso—
Casi media hora de trayecto a alta velocidad por una carretera vacía. Aún no amanecía, la noche aún tenía tiempo de sobra.
—Los debéis tener a la vista—
—Los vemos—Asintió Zack, preparando su arma—¡Preparados! —
—A la orden—Siguió Zack, alertando al resto, quien pareció ver la caravana de dos coches cubriendo a dos furgonetas de color negro—¿Listos? —El resto asintió—
—Disparad a los coches hasta dejarlos fuera de combate, nosotros bloquearemos la salida de las furgonetas—Dijo la IA, sacando el rifle de su abrigo—No disparéis a las furgonetas, de ellas nos encargamos una por una—
Aceleraron el paso, al mismo ritmo que sus latidos lo hacían, pues no sabían lo que les esperaba. La adrenalina evitaba que se acobardaran, viendo que ya se acercaban al objetivo. Taelia y Sam, quienes se ubicaban en el lado contrario, bajaron las ventanillas, preparando para sacar el torso por ellas y disparar por encima del coche, mientras, Pavel y Odd estaban expectantes para un ataque sorpresa. Pavel tenía a la vista a Edge, quien les estaba indicando esperar.
—Aelita—Dijo esta—
—Activando el modo asalto en vuestra ubicación—Tecleó a toda velocidad, logrando neutralizar toda señal GMS, GPS y celular, evitando también la comunicación por teléfonos satelitales. Ahora estaban completamente incomunicados—Media hora antes que el coche más cercano os alcance, daos prisa—
—A mi señal—Pasaron por el lado de los coches con prudencia, pero apenas podían ver el interior, ya que los cristales tintados hacían un buen trabajo. Sin embargo, cuando la IA adelantó al coche de delante, alzó el rifle rápidamente, dando la señal al resto—¡Acabad con ellos! —
Sam y Taelia se asomaron por encima del coche rápidamente con sus armas en mano, disparando a los cristales, mientras Pavel y Odd hacían lo mismo por su lado, viendo como el coche al que disparaban daba un giro desesperado, estrellándose con fuerza contra el quitamiedos. Edge disparó contra la luna del primer coche, dando de lleno al conductor, no parando de disparar hasta ver que su acompañante recibía otro disparo en la cabeza, provocando que el coche de estrellase contra el quitamiedos, llevándose por detrás a las dos furgonetas, las cuales no consiguieron esquivar a tiempo el errático movimiento del auto.
Detuvieron los vehículos y se bajaron de ellos. Zack y Edge rompieron la ventanilla trasera del coche de delante, acabando con dos hombres de negro que estaban intentando soltar sus cinturones, viendo como su vida llegaba a su final de una ráfaga de disparos. Los otros cuatro bajaron del vehículo rápidamente, asegurándose que los ocupantes del coche estuvieran fuera de combate y… así estaban, pues solamente veían cuerpos uno encima del otro, sin señal de vida. Se acercaron a la segunda furgoneta, la cual estaba intentando dar marcha atrás, pero el conductor pareció rendirse al ver que le estaban apuntando desde fuera. Se bajó junto con su acompañante con los brazos en alto, pero fueron ejecutados al ponerse de rodillas. Edge directamente ejecutó al conductor y acompañante de la primera furgoneta, quienes estaban inconscientes por el accidente.
—Ponte por el otro lado—Dijo a Zack, quien se movió rápidamente con una pistola en mano. Sostuvo el rifle en mano hasta abrir de golpe la puerta corrediza de la furgoneta, encontrándose esta solamente con dos personas de bata blanca, asustados, temblando, quienes alzaron sus brazos, saliendo de la furgoneta—Aquí no están—Gritó a sus compañeros, quienes los imitaron, colocándose a cada lado de la furgoneta—
—A la de tres—Dijo Taelia a Odd, quien estaba del otro lado. Contaron y abrieron, siendo recibidos por lo primero que vieron; un hombre de negro quien abrió fuego contra ellos, pero fue reducido por un astuto disparo en el pie que lo desestabilizó fuera de la furgoneta. Se fijaron en lo importante; Dos hombres de bata blanca y una niña que concordaba con la descripción—¡Aquí está! —
Sacaron a los dos hombres de bata blanca, ejecutando al hombre de negro en el sitio, por mano propia de Edge. Revisaron a la niña; Tenía algunas heridas que estaban vendadas.
—Sois… ¿De Kiruna? —Preguntó muy tímida la niña, quien no oponía resistencia alguna—
—¿No nos reconoces? —Preguntó Pavel, mostrándose. Ella negó—
—él… ¿Dónde está él?, estaba conmigo…—Pareció ponerse rápidamente ansiosa—
—Lo hemos encontrado en el edificio donde estabas, pero ahora debemos irnos—Se dejó llevar por Taelia hacia el coche. Pavel, quizá por curiosidad, revisó rápidamente el cuerpo de varios hombres de negro, viendo que casi todos tenían el tatuaje de estrellas—
—¿Ves algo relevante? —Preguntó Zack al eslavo—
—Son mercenarios de la mafia, pero… ¿Por qué? —Dejó en el suelo a uno de ellos—
—Quizá esto te dé una respuesta—Dijo una voz desde la segunda furgoneta; Sam, quien estaba husmeando para buscar pruebas mientras el resto inmovilizaba a los hombres de bata blanca, posicionándolos en el maletero del coche que conducía Pavel. Esta le tiró una carpeta con pocas hojas—
—Leed eso por el camino, diez minutos—Dijo Aelita, tecleando—
—¡Nos vamos! —Alertó Edge—Id vosotros delante esta vez, nosotros vamos a borrar pruebas—
Al poco rato marcharon del lugar sin ninguna prueba dejada, más que una gran humareda de un incendio en carretera; Amontonaron todos los cuerpos en una furgoneta y usaron gasolina para cubrir todos los coches, luego una chispa eléctrica y… fuego.
Taelia estaba atrás con Sam, ayudaba a revisar a la niña, la cual estaba nerviosa por el escándalo, pero ahora más tranquila.
—¿Cómo te llamas? —Preguntó Taelia a la niña, dándole una botella de agua, la cual recibió rápidamente—
—Malin—Tenía un acento curioso, pero era sencillo comunicarse con ella—¿Quiénes sois? —
—Pavel—Lo señaló—Y yo somos de Kiruna, estamos buscando a los que habéis sobrevivido y… digamos que vosotros estáis en el foco—
—Él… no es de ahí… lo infecté—Quería llorar—Me peleé con él… cuando intenté robar algo de comer y… lo arañé tanto que mi sangre lo infectó—Todos escuchaban atentos—
—Eso explica las cicatrices que tenía—Asintió Odd desde delante—¿Y lo arrastraste contigo? —Ella asintió—
—Nos estábamos escondiendo y… estábamos bien, pero ellos comenzaron a seguirnos y estábamos escondiéndonos…—
—¿Cómo os atraparon? —Preguntó Taelia, mirándola—
—Lo hirieron a él y… cuando nos escondimos… nos intentaron secuestrar… —
No le preguntaron más, pues parecía estar muy nerviosa y alterada.
—Di las noticias al resto, me han indicado el punto de extracción, os guio a él—Pavel le agradeció—Esa niña… que valiente—
—¿Verdad? —Dijo su hermana—Lograr esconderse y sobrevivir todo este tiempo, aún con lo que eso significa—
—Aelita, desbloquea la frecuencia cuando estemos en el punto, ya no será necesario mantener el silencio—Interrumpió la IA—Por cierto, buen trabajo, habéis ejecutado esto a la perfección—
—Lo hemos practicado en la base militar, fue entretenido pillarlos por sorpresa a esos hombres de negro—Asintió Odd—Aunque estos parecían menos profesionales que los otros que hemos visto—
—Porque estos no son profesionales, son mafiosos—Explicó Pavel, indicándole lo que había visto y lo que significaba—Lo que no me explico es por qué están trabajando para una triada—
—¿Triada? —
—Mafia china—
Pavel les explicó lo que sabía en base a lo que había leído del informe que Sam había robado de la furgoneta; Al parecer, una mafia china estaba tras los dos niños. La niña estaba dormida, apoyada su cabeza en el pecho de Taelia, quien se limitaba a acariciarla, mirando por la ventanilla.
No hubo mucha conversación. Lograron dormir lo suficiente antes de llegar al punto de extracción: Un aeropuerto privado al norte de Ro, una pequeña localidad del país nórdico.
Ya en el avión, de camino a la capital francesa, escucharon otra voz diferente a la de Aelita.
—Misión completada, tenemos a los dos y estamos de camino a Francia—Informó la Neo por el mismo, escuchando aplausos y vitoreo por el comunicador—Aelita, gracias por la guerra electrónica, ya puedes irte—
—Nos vemos en casa—Dijo esta entre risillas, desconectándose la señal—
—Excelente trabajo, muchachos—Dijo la voz de la doctora Sumire, quien estaba observando lo que pasaba utilizando las cámaras que llevaban los dos Neo—Una ejecución impecable a todos los niveles—
—La guerra electrónica… una ejecución impecable, no sabíamos que se podía llegar a inutilizar a esos bastardos de esa manera—Siguió el general Garrison—Nos vemos en la base, buen trabajo División Fantasma—
—Buen trabajo—Se felicitaron entre ellos—
—¡Que ganas de dormir! —Dijo la morena, devolviendo el rifle a la IA, quien lo dejó encima de una maleta—
—Lo mismo digo—Siguió Taelia, estirándose—Al final… no parecía tan sencillo todo—
—No, entiendo por qué tardaron tanto, no querían alborotar el avispero—Siguió la IA—Ahora hemos cumplido nuestra parte, el resto depende de la doctora y lo que sea que venga después—
Llegaron a un aeropuerto privado en las cercanías de París, viendo cómo se llevaban a los dos niños por un lado y a ellos por otro. Cerca de una hora después, cuando ya había entrado bien la mañana, estaban en la base militar de la que habían salido. Se limitaron a dar un resumen de lo que había pasado de principio a fin.
—Entonces los responsables eran… ¿Una triada? —Leyó del reporte uno de los militares—
—Eso es lo que decía la carpeta que robamos—Defendió Edge—Nosotros cumplimos con lo nuestro—
—¿Notaste algo raro o sospechoso que debamos saber? —Edge miró a Zack de reojo, quien pareció hacer el mismo movimiento que ella—
—Ninguno que debáis saber—Respondió—Entonces, ¿todo bien hasta aquí? —Ellos asintieron—Tenéis el informe lleno—
—Podéis marchar, os llamaremos si necesitamos algo—
Si bien al llegar a la base militar los recibieron con una felicitación general, a todos les pareció curioso. Ahora estaban fuera de Vincennes, varias calles abajo, en la entrada de la boca del Metro.
—¿Dónde vais a ir vosotros? —Preguntó Edge a los dos Gastrea—
—Vamos a ir al laboratorio de Ayn Rand a ver cómo están—Asintió Taelia, con las manos en los bolsillos, visiblemente cansada—
—Nosotros iremos a montar skate un rato y… supongo que a descansar—Secundó Odd—
—Nosotros estaremos un rato por aquí—Terció Edge—
—Nos veremos en el hotel—Dijo el muchacho a Odd. Separaron sus respectivos caminos—Entonces… ¿de verdad no tendremos que preocuparnos por lo que vimos en la costa? —Caminaban hacia ninguna parte en específico—
—No… de momento—Suspiró—Tengo que preguntarle a una persona que sabe más que yo sobre este tema—
—¿Y por qué no vamos juntos? —Edge ladeó la cabeza, explicándole lo que se debía la existencia de Miyu, él, aunque incrédulo, le creyó—Un sueño lúcido, eh—
—Sí, es ella la que me impidió destrozar toda la base de Gaia—Sacó de una máquina expendedora una botella de agua—Lo único que debemos tener más cuidado es con lo que pueda salir de cosas parecidas al… huracán—
—Nos hemos olvidado rápidamente de lo que causamos con eso—Pateó con fuerza una piedrita—La lluvia, el tsunami…—
—La lluvia… es de esas cosas que hoy en día no logro encontrar ninguna explicación… lógica—Antes de seguir una pequeña sombra prosiguió—
—Entre otras cosas, porque solamente tenemos dos casos documentados de efectos negativos, el resto de la gente que haya sufrido algo… lo veremos en un futuro más bien lejano—Secundó la pequeña sombra, a la cual apenas veían—
—Y es lo que me preocupa—Siguió la IA—Lo que le pasa a los afectados… es que modifica la estructura celular de sus cuerpos y… hace que físicamente, exteriormente… no envejezcan ni un solo día—Zack asintió, entendiendo a qué se refería—Y no he podido averiguar si hay manera de revertirlo—
—De haberla, la hay, pero no creo que sea nuestra prioridad… a fin de cuentas ni siquiera es nuestro problema actualmente—
—Discrepo—
—No te veo haciendo algo al respecto—Contrarió la IA al momento. Edge solamente suspiró—De todas maneras, no os preocupéis por eso, no es vuestro problema ahora—
Si bien ambos discrepaban, era una verdad bastante curiosa.
Había caído la noche, pero no había mucho que hacer. Jeremy se encontraba con Aelita en casa de esta, habían quedado de quedarse una temporada en casa de cada, tal como la última vez y Anthea no tenía problema con ello realmente.
Se encontraban en la sala de estar, con la TV encendida de fondo mientras miraban antiguas partes del código de un programa del súper escáner que Jeremy había preparado antes del incidente en el sector 5. Había poco que hacer, más por la hora que otra cosa.
—No se puede hacer mucho más con esto—Lamentó la pelirrosa, cerrando la tapa del portátil tras desconectarse de la terminal de Lyoko—¿Nunca pensaste que Lyoko pudiese a ser algo ya… irrelevante? —
—No es irrelevante del todo, sigue siendo necesario para Xana—Aelita sabía que tenía un punto, pero no sabía cómo explicarlo—Aunque ahora necesitamos centrarnos en la vida… física—
—Lo que físico se limita, lo virtual se expande—Jeremy ladeó la cabeza—Sigo teniendo muy vivo ese lado virtual que me impulsa a volver a Lyoko algunas veces, pero… creo que aprendí a controlarlo—
—Sigues estando muy ligada a ese sitio, a fin de cuentas, fue tu hogar—Asintieron ambos—Aunque no de una manera ortodoxa… tú me entiendes—Aelita soltó una risilla baja, dejando el portátil en la mesilla cercana—
—A veces me siento extraña cuando… pienso en lo que pasé y el cómo estoy ahora—Se recostó en el regazo de Jeremy, apoyando su cabeza en él, mirándolo a la cara desde abajo. Él, desde luego, no se esperaba ese movimiento—
—Cuando te sentías sola, ¿verdad? —Ella asintió, suspirando—Siempre intenté ponerme en tu lugar, pero era complicado… quizá demasiado—Ella asintió, mientras sonreía de medio lado—
—No sabes lo extraño que era saber que estabas sola, definitivamente sola y… no sentir mucho al respecto—Dijo—Os tengo a vosotros, pero no sé qué tan egoísta sea eso de mi parte—
—Ahora tienes a tus padres, a tu hermana…—
—Pero no en ese entonces—Contrarió—Y menos cuando recuperé mis recuerdos y supe de mi pasado, el darme cuenta de que… estaba sola—Miraba al techo—Aún sigo pensando que no pertenezco a esta época y… me gustaría dormir durante todos los años que fuesen posibles para no sentir eso—
—Pero ahora… ya no tienes por qué, mira lo que has construido—
—Gracias a vosotros pude recuperar a mi familia, mis recuerdos y… una vida normal—
—Tiene que ser reconfortante poder mirar hacia adelante y ver algo más que solo niebla—Ambos rieron ante esa broma—Sé que hay cosas que haces ahora que se escapan completamente de mi alcance, pero te apoyaré en todo lo que hagas—Aelita alzó el brazo libre, acariciándolo en la mejilla—
—Sabes que yo también—Sonrió de manera sincera—Espero que nuestra vida siempre sea junta y tranquila—
—Si logramos calmar todo y dejar todo en manos de Anthea y Franz, estoy seguro de que no tendremos nada de qué preocuparnos—Estaba obviando un detalle y Aelita lo sabía, pero también entendía el por qué lo hacía—Aún nos quedan un par de años de academia para pasar bien nuestros mejores años—
—Espero que no perdamos a Yumi algún día, ya sabes que… ella el año que viene pasa al último año del liceo—
—No creo que la perdamos tan fácil—Aelita se encogió de hombros—Tendremos que esperar para ello—
En su charla, escucharon el abrir de una puerta, al asomarse, vieron simplemente a Edge, con manos en los bolsillos y una expresión típicamente neutra. La saludaron, pero ella solamente les respondió con un asentimiento, encerrándose en su habitación.
—Vaya, parece que no está de humor—Bromeó Jeremy—
—Seguramente esté cansada de algo—Se puso de pie—¿Vamos a dormir?, mamá y Taelia tardarán un poco en llegar—Las dos mencionadas se encontraban en el laboratorio de Ayn Rand. Jeremy asintió, tomando la mano de Aelita y poniéndose de pie, viendo como la pelirrosa lo tomaba por sorpresa y le daba un beso en los labios, un beso prolongado que sabía a un amor y conexión tan profunda que es imposible de describir con palabras, incluso una palabra de amor que salió de los labios de Aelita se había perdido en la mente de Jeremy, quien aún fantaseaba cada vez que sentía los labios de Aelita contra los suyos—
Subieron a la habitación, se cambiaron y apagaron la luz, recostándose en la cama de la pelirrosa. De una manera sorpresiva, no tardaron mucho en caer en los brazos de Morfeo, cayendo en un profundo sueño.
Ambos despertaron de la misma manera que se habían quedado dormidos, pero esta vez en una habitación grisácea ya familiar para Aelita, sabía que era Miyu quien la había llamado y, por consiguiente, a Jeremy.
—¿Dónde… estamos? —Preguntó el rubio, desubicado—Tiene que ser un sueño—
—Más o menos, pero estamos juntos—Lo pellizcó, solamente para hacerlo entrar en razón—
—Entiendo, entiendo—Se levantaron de la cama, acercándose a la puerta—
—Vamos a conocer a la chica de la que te estaba hablando—Jeremy asintió, caminando tomado de la mano con la pelirrosa, sorteando pasillos acristalados de una apariencia digna de cuentos de hadas, encontrándola en la oscura habitación que contenía el mapa del flujo de energía—Sabía que estarías aquí—Dijo a la misma, quien se encontraba con Edge—Pero no tú—
—¿Cómo es que estás tú aquí? —le preguntó Jeremy a la Neo—
—Puedo permitir que Miyu me traiga aquí—la pelinegra se acercó, presentándose—
—Soy Miyu Edelfelt, estoy bajo las instalaciones de Gaia y por mucho tiempo estuve sellada, pero ahora, gracias a Aelita, ya soy libre… de aquella manera—Le explicó de manera breve lo que había pasado y el cómo estaban los cuatro ahí—
—No sabía que algo así se podía hacer—Musitó este—
—De la misma manera que podemos crear simulaciones muy realistas—Siguió Aelita, referenciándose a lo que hacían en Lyoko—
—Aelita y yo lo hacemos de vez en cuando, es entretenido—Siguió la Neo—Aunque ahora… quizá simplemente estemos aquí de charla de té—
—¿Qué os ocupa? —Preguntó el rubio, acercándose al mapa, viendo como líneas negras sobre un mapa blanquecino se arremolinaban en distintas zonas—Es como si vieras las nubes desde el cielo—
—Lo más cercano, sí—Acercó con sus dedos a la zona del báltico, donde, en el medio del tramo que ocupaba Suecia y Finlandia, había surgido una zona de concentración anormal. Edge les explicó que su razón de estar ahí era la de hablar con Miyu sobre lo ocurrido—Cuando estábamos de camino, Zack y yo notamos una concentración extraña en el báltico, pero no le dimos mayor importancia—
—Aunque visto desde aquí, es demasiado extraño el dónde está saliendo, no parece… natural—Siguió la pelinegra, con las manos en la espalda—Es posible que sea causado por un tercero—
—No otra vez—Miyu soltó una risilla inocente—Por cierto, de lo que me comentaste el otro día…—
—Sí, vi que encontraste a una chica con esa capacidad peculiar, lo vi—No iba a decir desde donde, ya que era un secreto entre ella y Aelita—Canta hermoso, como un ángel, pero para nosotras… no es más que un problema añadido—
—No lo será si aprende a controlarlo—Edge parecía estar de acuerdo, pero a la vez tenía una preocupación—
—No tiene sentido decirte que no lo hagas, pero… hay una razón por la que, a veces, se evita dejar que desarrollen ese tipo de habilidades y es la corrupción de su misma energía, los puede volver… monstruos, demonios inimaginables…—
—No creo que ella sea uno de estos casos, parece que su energía es estable—
—Lo sé, pero debes tener cuidado tanto de su poder… como del deseo de otras personas por querer sellarla o… matarla—
—¿Pueden hacer eso sin una razón menos…? —Preguntó Aelita, Miyu asintió—
—Por favor, si haces algo, ten cuidado—Edge asintió, interiorizando la advertencia de Miyu—
Caminaron por los solitarios y amplios pasillos del palacio, conociendo que el nombre de este era Praenost. La misma Miyu decía que no sabía bien el origen del nombre, pero lo tenía grabado en su mente de alguna manera, quizá de algún cuento de su infancia que aún perduraba en su memoria. Se encontraban en la parte exterior del palacio, sentados en un hermoso jardín con una vista imponente de un gran monolito oscuro que brillaba con líneas de texto escritas en mil y un idiomas a través de toda la historia de la humanidad.
—¿Cuánto tiempos llevas aquí encerrada? —Preguntó Jeremy a la chica, quien suspiró—
—Perdí la noción del tiempo hace mucho, así que lo desconozco realmente—Miraba al infinito—Seguramente hará ya casi un siglo—
—Su poder la mantiene sellada, de la misma manera que Aelita lo estuvo durante todo ese tiempo—Secundó Edge, dando contexto a Jeremy—Ya sé que no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero… es como un estado de animación suspendida a un nivel de taumaturgia muy alto—
—¿Y me dices que esos monolitos contienen toda la historia de la humanidad? —
—Pasado y presente, quizá el futuro—Respondió esta—Es la teoría, pero leer el texto de esos monolitos es imposible, hay tantos idiomas, palabros y dialectos que… no puedo—Hubo un momento de silencio en el que todos parecían disfrutar del paisaje y el sonido de un viento artificial paseándose por el sitio.
—Gracias por hacerme compañía este tiempo… aunque os esté obligando de aquella manera—Susurró Miyu, mirando al monolito—
—Es entretenido hablar de temas que nosotras sabemos y nadie más—Secundó Edge, estirándose—
—Ya sabes que a mí no me molesta—Siguió Aelita, mirándola—Siempre puedes consultarnos cualquier problema—
—Siempre y cuando no nos peleemos por alguna tontería—Siguió Edge—
Aelita despertó al poco rato, quizá sin darse cuenta. Era ya bastante entrada la madrugada, quizá el tiempo que habían pasado con Miyu pasaba también en la vida real, no tanto como en un sueño. Se giró hacia Jeremy, quien parecía estar pasando por lo mismo. Se miraron mutuamente antes de reír casi en silencio, se hacía extrañamente graciosa la situación.
—Qué raro es todo—Dijo esta, recostada a un lado de él, quien asintió—
—Es una experiencia rara, aunque asusta lo real que es—Siguió Jeremy—Seguimos vivos—
—Quien sabe por cuánto más—Se acercó a él, besándolo por sorpresa—Volvamos a dormir—
Y así parece que hicieron.
Aelita despertó de primeras por la mañana, saliendo de su habitación sin despertar a Jeremy, viendo que la puerta de la habitación de Anthea estaba abierta, pero nadie en ella.
—Quizá se haya marchado—Pensó, bajando al primer piso. Cuando iba a entrar en la cocina, unas manos la abrazaron por el cuello, tomándola por sorpresa—
—Niña rebelde—Dijo la voz burlona de su hermana—¿Qué hacías con Jeremy anoche? —
—… ¿Dormir? —Le respondió algo entredormida—¿Por qué? —
—Mamá os dijo que no podíais dormir juntos y aun así lo hiciste—Aelita se giró hacia ella—Que rebelde—
—No me hagas hablar—Taelia se echó a reír por lo bajo, la estaba vacilando—
—Es broma, es broma—Se acercó a la nevera—Mamá salió un rato, volverá pronto—
—¿Qué tal fue ayer? —
—Estarán bien, ya deben estar de camino al centro de Isumi—Respondió, sacando una pequeña botella de leche—Aunque… no tuve la oportunidad de hablar con Pavel, parece que volverá a Tokio con esos dos—
—Pensé que ya había terminado vuestra excursión—Se apoyó en la pared, con las manos en la espalda—
—La mía sí, no sé para qué lo querrán usar a él y no me importa—No parecía tranquila hablando del tema—Esos bastardos avaros querían que me dejase embarazar de él—Aelita se alarmó—
—Pero… ¿Con la edad que tienes? —Taelia asintió—¿Por qué? —
—Porque quieren probar una teoría que dice algo acerca de inmunidad al virus, ganando las ventajas que este ofrece, se supone que lo tendría un niño que resulte de dos padres infectados, pero no sé qué me da que soy la mayor de todas y me quieren de conejillo de indias—Terminó por llenarse un bol de cereales—
—Aún es demasiado pronto, pero… ¿Qué opinas? —
—Aún es pronto, quizá demasiado… si sigo viva para cuando tenga dieciséis, quizá me lo plantee seriamente—Aelita odiaba que hablase de aquella manera tan abiertamente—
—Vas a estarlo—Le dijo de primeras—
—Eso espero—Se acercó a ella, dándole un beso la mejilla—Depende de nosotras, ¿no es así? —Aelita suspiró, asintiendo—¿Tienes algún viaje o concierto planeado? —
—De momento, solamente dos cosas—Dijo—Ir con la corporación Guardian a hablar con su líder y… quizá ir al centro de desarrollo de donde salió Edge, me gustaría ver si tienen información que pueda ser de utilidad—
—Entiendo—Cogió su bol de cereales—Todo bajo control—
—Espero—
Cuando salían a la sala de estar vieron a la Neo sentada en el suelo con los pies cruzados y varias herramientas a su alrededor, trasteando con el pequeño aparato robado a la francotiradora, estaba concentrada en abrir un pequeño empaque de color amarillo que parecía ser la batería quemada.
—¿Aún sigues con ese trasto? —Preguntó Aelita a Edge, quien pareció tomarse por sorpresa la presencia de ambas—
—Si, la batería es lo único que está roto… quizá si uso algo de química pueda crear una batería usando polvo de litio para ello, pero es algo complicado—Logró romper el empaque usando un cúter—Lo siguiente será crear algún tipo de interfaz para que puedas usarlo—
—¿Pueda? —
—Sí, te lo regalaré, te será de mucha utilidad para cuidarte a ti misma—Ambas hermanas se miraron entre ellas, no queriendo más detalles, solamente desayunando mientras veían la TV y a la Neo trabajar, quien parecía bastante centrada en ese trabajo—
El rato pasaba si mucho que hacer. Edge dejó el trabajo que estaba haciendo para sentarse en el pasto del jardín trasero, escuchando el viento, el ruido de la ciudad y el canto de los pájaros. Se fijaron en ella, viendo como muy delgados haces de electricidad recorrían el espacio personal de la Neo, a escasos centímetros. Jugueteaba con una hoja caída de un árbol que reposaba sus raíces en ese mismo jardín. La hoja saltaba de aquí para allá con cada toque de la electricidad en una de sus puntas, siendo atrapada, finalmente, en una esfera de energía casi translúcida.
—Algún día me gustaría hacer eso, parece divertido—Le dijo Taelia, sentada en el espacio de la puerta, viendo como el sol y el viento cubrían el cuerpo de la chica—
—Todos pueden hacer esto, pero se tiene que aprender—Estiró los brazos hacia los lados con una suave curva, dejando que un suave torbellino alzara las hojas en el aire, rodeando a Taelia con ellas—El problema es que los humanos no tenéis manera de canalizar esa energía y por eso existen los catalizadores—Señaló a Aelita, quien se acercó—Ella tiene un cristal de rubí auténtico, es perfecto para poder catalizar lo que quieres usar—
—Aunque se pueda aprender, mencionaste que era peligroso… ¿por qué? —El torbellino paró paulatinamente hasta que las hojas tocaron el suelo, ligeramente electrificadas—
—Porque consume tu cuerpo poco a poco—Respondió con suavidad—Mi cuerpo está diseñado para ser duradero, quien sabe cuántos siglos sea mi esperanza de vida comparada con la vuestra—Creó una esfera con las manos—Con un ejemplo práctico se entiende mejor—La acercó con sus manos hasta llegar a Taelia, quien imitó la forma de cuenco que hacía las manos de Edge—Tócala suavemente, no te asustes por la electricidad—Obedeció, tomando de las manos frías de la Neo en calma. Al tocarla sintió una descarga que recorrió su cuerpo, como si tuviese una llama ardiendo en el interior. No la asustaba, la impresionaba, viendo cómo podía manipular el tamaño y forma de la esfera de aquella manera—
—Es impresionante, se siente… cálido—Jugueteaba con la esfera con asombro—
—Porque es esa calidez la que está consumiendo tu energía para mantener lo que tienes en las manos—Dijo—Esa calidez es la que te consume hasta tal punto de acabar como Lisa, con una capacidad tremendamente alta, pero con tu recipiente físico tremendamente abusado—
—Ya te entiendo—Miraba lo translúcido de la esfera como si de un juguete se tratase—Si esto se hace por mucho tiempo acelerarás tu envejecimiento rápidamente sin remedio, hasta tal punto que pueda ser tú mismo poder el que te mate—
—Es irónico, ¿no crees? —Taelia asintió—Un poder con el que muchos se pensaría que se puede alcanzar la eternidad… será el causante de tu ida—
—Por eso vosotros tenéis esa capacidad, ¿no es así? —Siguió Aelita, pero una pequeña sombra humanoide, del tamaño de un vaso, se posó encima de la esfera de Taelia; Xana—
—Ellos no nacieron con eso mente, los refinaron después—Corrigió—Si lo que dice Stefan es correcto, fue Lisa la que enseñó a Edge cómo usar su poder, pero algo pasó en el camino y en mitad del refinamiento el progreso se detuvo—
—¿Cómo sabes eso? —
—Porque es algo que no se ve—Dijo—En un electrocardiograma, el corazón normal de una persona late de manera constante de la misma manera… siempre, lo mismo pasa cuando alguien con una habilidad con esa la ha logrado dominar, aquella se vuelve constante y calma, pero con Edge es diferente, su energía tiene picos muy constantes y altos, un signo que puede indicar un dominio incompleto, pero no es su culpa, recuerda que ella no tiene ninguna memoria anterior a cuando os conocisteis en Kadic—
—Si en algún momento logré dominar algo como eso, se quedó en mis recuerdos borrados—Siguió la Neo—
—Lo que no quiere decir que recuperarlos sea bueno del todo—Dijo la sombra, volviendo rápidamente a Edge—
—Con ellos puedo saber qué pasó y cómo seguir con mi desarrollo—
—Si te los quitaron fue por una razón, si no, ¿por qué Ailane conserva los suyos? —Eso pareció molestarla—Lo averiguaremos… todo llegará, no te preocupes—La sombra desapareció en un suave destello—
En la noche, cuando todos parecían prepararse para dormir, había alguien que no lo hacía. Anthea salió al jardín trasero para tomar algo de aire fresco, mientras tenía un vaso con bebida en una mano y un álbum de fotos en el otro. Cuando encendió la luz de ahí, vio una figura a la que llamó la atención, su semblante era de estar ligeramente deprimida. Esa noche hacía frío.
—¿En qué tanto piensas? —Se sentó en el suelo, cruzando los pies, abriendo el álbum—No es normal verte tan alicaída—
—En… el tiempo—Dijo con voz tenue, mirando lo que podía del paisaje, subida en una gruesa rama del árbol—Para mí, estos meses han pasado muy rápido, han sido poco tiempo, pero para vosotras tuvo que ser mucho tiempo—
—Lo fue, cuando pasan cosas que no son rutinarias… el tiempo y nuestra percepción cambia, quizá para vosotros vaya a ser muy difícil en el futuro—Alzó la mirada, viendo como caía al suelo con pies descalzos—
—¿Por qué? —
—Aunque no lo creas, eres dependiente de nosotras a nivel… emocional, ya que puedes hablar con nosotras y mostrarnos lo que más te apasiona y entendernos… pero nosotras no viviremos tanto como tú, en cien años ninguna estaremos contigo y solo quedaremos como un feliz y triste recuerdo en tu mente—Edge se sentó al lado de Anthea—
—Se puede vivir eternamente, es…—Anthea la interrumpió, negando con la cabeza—
—La eternidad es mucho tiempo, demasiado para cualquier ser vivo, Edge—Añadió—Quizá tú encuentres en tu viaje una manera de hacerlo, pero recuerda que los demás tenemos deseos también, quizá no todos queramos vivir en este mundo tanto tiempo, cuando pasa tanto te vuelves despreocupado, apático y malhumorado—Edge escuchaba—Te pasará que ya no querrás conocer a nadie, porque… se va a morir igualmente, así que nadie más que tú la vas a recordar y no tendrás manera de volver a contactarla y hablar como antaño, te pondrás triste y verás la eternidad como un castigo, más que una bendición—Podía ver en la Neo una ligera angustia, como si se estuviera conteniendo las ganas—Tenéis vuestra parte humana, nos encargamos de haceros así para que no fuese difícil para vosotros—
—Mi viaje… nunca había pensado en ello—
—Cuando todo este tema acabe, ¿no tienes nada más planeado? —
—Viajar por el mundo, quiero conocer cada secreto que esconde, pero ¿qué haré cuando acabe? —
—Quizá, eso sea algo que tendrás que dejarlo a la Edge del futuro—Pasaba las páginas del álbum de fotos, mirando con nostalgia cada uno de los recuerdos—Las fotos son lo único que me queda de mi familia de ese entonces, ahora todos se han ido a la eternidad y algún día nos veremos—
—Debes sentirte muy sola—
—Ahora… no, tengo a Taelia y Aelita, sin mencionar que Waldo sigue con vida, así que tengo la oportunidad de seguir con mi linaje de aquella manera, pero siempre he sido alguien que nunca ha gustado de estar sola, porque estar a sentirte sola es… muy diferente—
—Tiene que ser destructivo—
—Tú te sientes así, ahora no has cambiado casi nada, pero recuerdo que inconscientemente me decías que no querías estarlo—Cambió de página—A todos nos afecta y vosotros no sois la excepción—
—No quiero acabar sola en un mundo donde la última persona con vida vaya a ser… yo—
—Entonces piensa bien qué harás para que no acabes con el mundo o… el mundo no acabe contigo—Siguió pasando páginas—Ahora tienes una aprendiz, es algo que no escucharías en los tiempos que corren, pero a los que mantenéis viva esa llama tan primitiva, os viene bien—
—¿Crees que haya sido buena idea? —
—La es, sea quien sea, será la persona que más confianza debes de tener, confiarle todos tus secretos, conocimiento y poder para que sea igual que tú, e incluso mejor, y que esa persona sea capaz de transferir tus conocimientos por el tiempo tal como se ha venido haciendo desde que la humanidad tuvo la capacidad de contar una historia—Suspiró, tomando su bebida—No sé qué planes tengáis en mente, pero no penséis que son improbables poque sea largo en el tiempo, nuestra percepción es diferente, lo que para nosotros es una eternidad, para ti es un parpadeo—
Edge se dejó caer en el pasto, mientras escuchaba a Anthea tararear una canción.
—No te olvides que mañana celebraremos el cumpleaños de Aelita, así que asegúrate de estar libre y cumplir con lo que te hemos pedido—La Neo alzó el torso, asintiendo—¿De verdad no quieres venir? —
—Xana no quiere ver a Waldo y… tengo que respetar eso, lo siento—
—Entiendo su punto—Acarició la cabeza de Edge, viendo cómo se tranquilizaba con ello—
—Iré a limpiar la Ermita, la tendré lista cuando vayáis a preparar las cosas—
A los pocos minutos escuchó la puerta cerrarse, ya no sintiendo la presencia de Edge. Entró, subiendo a su habitación, encontrándose con Taelia, recostada en su cama, quien parecía haberse despertado. La adolescente dormía constantemente con ella, ya que la tranquilizaba mucho el poder sentir el calor de Anthea al dormir y eso era un regalo que ella no iba a dejar pasar.
—Lo siento, creo que me quedé hasta tarde—Taelia negó con la cabeza. Tras prepararse, Anthea se dejó caer en la cama, sintiendo como Taelia se acurrucaba a su lado, abrazando uno de sus brazos—
—¿Dónde ha ido? —
—Estará preparando las cosas para mañana—Taelia asintió—¿Te has sentido bien? —
—Sí, no he pensado en nada malo hoy—Bostezó—Aunque me he sentido algo débil—
—Si descansas bien, mañana estarás como nueva—La besó en la frente, cubriéndose ambas—Ah, ¿qué haré contigo? —Se echaron a reír por lo bajo—
—No me cansaré nunca de esto—Era de las pocas veces en las que tenía una sonrisa en sus labios, era de las pocas veces que se le veía inocente y desprotegida—
—Tal como debería haber sido—Pensó Anthea—Mientras seas feliz, con eso me basta—Taelia se durmió bastante rápido, mientras Anthea tenía vagos recuerdos aleatorios de vivencias pasadas, acariciando suavemente la cabeza de su hija—¿Por qué eres tan diferente en privado? —No sabía la razón exacta de ese comportamiento, no sabía cuál de los dos era el verdadero, pero tenía la corazonada de que solamente mostraba su verdadero ser a ella, quizá por falta de confianza con los demás—Espero que puedas ser una persona menos áspera—Cerró los ojos, intentando caer en los brazos de Morfeo—
Anthea, sobre las horas de la tarde, llegó junto con Taelia a la Ermita, viendo un aspecto más limpio del destrozado lugar, con varias bolsas de basura en la parte exterior y con ventanas y puertas en una condición bastante más aceptables. Al cruzar por una puerta principal que había sido dejada en su sitio, vieron a la Neo revisando el destrozado piano, el cual estaba desarmado, pero quizá solamente estaba quemando tiempo ya que toda la planta inferior estaba impecable.
—No me esperaba menos—Dijo la pelirrosa, llamando la atención de Edge, quien sonrió por lo bajo—¿Algo que comentar? —
—De momento… digamos que está todo en orden—Respondió la Neo, poniéndose de pie—Hice lo mejor que pude—
—Con esto nos basta para hacer una sorpresa—Secundó Taelia, mirando el entorno—¿Ahora qué harás? —
—He de asegurarme de que no haya nadie con ganas de buscar pelea cuando Waldo esté aquí—
—Avísame cuando esté todo listo por tu parte, no quiero arruinar la sorpresa—Advirtió Anthea, sacando algunos adornos de una cajita de cartón—
—La entretendré todo lo que pueda—
La IA salió de la Ermita sin cuestionarse mucho, ya que tenía varios objetivos en mente, aunque no tenía mucha idea de qué hacer exactamente cuándo tuviese que proteger activamente la Ermita.
Se limitó a ir de aquí para allá buscando cualquier persona que pudiese relacionar con Next, Cartago o cualquier organización con ganas de discutir.
…Y, sin embargo, no encontró nada relevante. Estaba dando vueltas por los alrededores de la Ermita hasta que llegó la mañana del día siguiente, momento en el que tuvo que encontrarse con Aelita en casa. Entró hasta la sala de estar, viendo a Taelia con un cuaderno de dibujo y a Anthea simplemente revisando algunos papeles.
—Prepárate, nos vamos un rato—Dijo nada más llegar—
—¿Eh?, ¿Ahora? —Preguntó la pelirrosa de primeras, confundida—¿A dónde iremos? —
—Es una sorpresa, solamente no tardes—Aelita subió rápidamente a su habitación—¿Tenéis todo listo? —Preguntó en voz muy baja a las otras dos, quienes asintieron—
—Iremos a la fábrica en un rato a materializar a Waldo, luego prepararemos todo—Asintió Anthea—¿Dónde vais a ir? —
—Lejos de aquí—Dijo—Hay un sitio al que me gustaría ir que está algo lejos, pero volveremos para la noche—Las dos cómplices asintieron—Zack estará por aquí hasta mañana, así que le pedí el favor de echar un vistazo a la ciudad por mi—
—Vale, te avisaremos si hay algún peligro—
Pasó cerca de un cuarto de hora hasta que estaban listas para irse, y así hicieron.
Estaban en la estación Austerlitz, esperando al tren que las llevaría al sur del país.
—¿Por qué quieres ir a ese sitio tan remoto? —Preguntó de primeras la pelirrosa, viendo a la gente pasar con prisa de un lado a otro—
—Ya lo verás—Respondió—Hoy no teníamos nada que hacer, ¿no? —La pelirrosa no pudo contradecirla, era verdad después de todo—Volveremos para el anochecer, no te preocupes—
—Espero que sí, mañana es mi cumpleaños—
—Lo sé, lo sé—
Abordaron un tren que las llevó hasta Rufinac, una remota localidad sureña del país galo. Al bajarse, vieron un montañoso paisaje, recubierto con arboles tupidos que iban montaña arriba.
—Tendremos que caminar un rato—
Por otro lado, Anthea y Taelia habían cumplido su parte y estaban en la fábrica. No era trabajo fácil el intentar materializar a Waldo, pero Anthea había estudiado los programas de Jeremy sobre la materialización de Aelita y, solamente usando la base de estos, pudo hacerse una idea de qué hacer para traer de vuelta a su esposo.
—Esto puede costar un rato—Dijo la pelirrosa, tecleando a toda velocidad—Solamente tengo que asegurarme que el programa funcione bien—
—¿Qué pasaría si no es así? —Preguntó la adolescente, apoyada en la silla, viendo una cantidad de ventanas, texto y códigos que eran imposibles de entender para ella—¿Morirá? —
—No creo que tan así, pero puede quedarse en un sitio de intercambio y tendríamos poco tiempo para hacer algo al respecto, lo bueno, es que parece que Jeremy ya logró perfeccionar un programa de materialización que funciona—Abrió una ventana de chat, donde Waldo le señalaba que estaba listo para volver—Vamos a cruzar los dedos—Tomó aire, comenzando a teclear las cadenas de código correspondiente para la ejecución de la materialización de Waldo Schaeffer—
Se escuchó un ligero ruido abajo, como si de una compuerta abriéndose se tratase. Ambas bajaron a ver el resultado final, viendo al mismo Waldo, con su ropa habitual, apoyado sobre la cabina del escáner mientras miraba a su alrededor. Anthea no pudo aguantar la tentación y corrió hacia él, abalanzándose encima en un abrazo que ya se sentía como algo muy diferente. Se miraron, sonrieron y se dieron un beso rápido.
—Ha sido como una eternidad desde la última vez que estuve aquí—Dijo el mismo Waldo, mirando la belleza de su creación—Y desde la última vez que nos vimos físicamente—Parecía que las veces en Lyoko no contaban para él—Se fijó en Taelia—
—Te presento a Taelia, ya te hablé de ella—Ambos se presentaron por educación. La adolescente simplemente parecía curiosa en el hombre, no le desagradaba su presencia, simplemente se le hacía… curiosa. Volvieron a la sala del súper ordenador—Está tal como lo dejaste, aparentemente—
—Si, eso veo—Respondió Waldo, tomando su puesto en aquel asiento en el que tantos días había pasado—No parece que haya pasado un solo día aquí abajo—
—Arriba tampoco—Siguió la pelirrosa—Quizá quieras ver cómo van las cosas ahí fuera—
Salieron de la fábrica.
Aelita y Edge habían llegado a la boca de una cueva que quedaba montaña arriba, un sitio turístico que no estaba demasiado concurrido en ese momento. Pagaron la entrada y siguieron por el interior, había que caminar un poco para llegar hasta la verdadera y curiosa atracción.
—En estas cuevas se puede ver lo que se puede considerar los primeros registros de la humanidad—Asintió la Neo, mirando en las rocosas paredes unas pinturas primitivas echas con pigmentos que mostraban diversas figuras que se asemejaban a animales de las proximidades—
—Pinturas rupestres, nunca había visto una de cerca—Se pararon en una parte pintada con lo que parecía ser un grupo de caballos salvajes corriendo en manada, apenas se distinguía el color rojizo de uno, en comparación del negro del resto—
—¿Por qué crees que se hicieron estas pinturas? —Aelita notó de primeras que parecía bastante interesada en ellas—¿Para algún registro o una manera de contar una historia? —
—Quizá lo segundo, quién sabe, realmente no tenemos muchos conocimientos claros de esa época—Y era verdad. Siguieron caminando, hasta notar que habían llegado a lo más profundo que se les permitía llegar, ya que al mirar cueva adentro estaba todo oscuro, pero parecía ir un poco más allá—¿No hay más? —La IA parecía mirar con decisión el fondo de la cueva, haciendo un ligero chasqueo con la lengua que provocó un curioso eco, repitiendo el proceso un par de veces—
—Hay una zona hueca más al fondo, parece que está tapada por una gran piedra—Dio un ligero salto a la valla que limitaba el sitio para ver—No perdemos nada por ir—
—No deberíamos—Dijo—¿Estás segura?, igual es solamente una cueva vacía—Edge asintió, parecía no aceptar un "No" como respuesta. Sin prestar atención a si alguien las seguía, o no, usando una pequeña linterna que Edge guardaba en su mochila se adentraron por la zona no explorada de la cueva, hasta que escucharon unos ruidos tras ellas que no parecían de alguien conocido, girándose rápidamente, viendo a dos figuras confundidas—
—¿Qué camino es este? —Preguntó un hombre adulto que iba acompañado de un niño pequeño, de unos cinco años—No recuerdo que se pudiera ir por aquí—
—¿Nos estabais siguiendo? —Preguntó la Neo, sorprendida de no haber notado su presencia anteriormente. El hombre asintió—
—Si, parecía que sabíais algo más—Asintió este—¿Nos equivocamos? —Estaba listo para dar la vuelta—
—Bueno, si solo son dos da igual—Se dijo Edge a si misma—Hay una zona no explorada más adelante, podéis venir, conmigo vais a estar seguros—El hombre, dubitativo, asintió, tomando en brazos al pequeño, pues el camino era bastante pedregoso e irregular—
—¿Venís mucho por estos lados? —
—Es la primera vez—Dijo Aelita, el hombre pareció asentir. Antes de seguir la conversación, Edge se detuvo en una piedra que no parecía tener mucho que ver con las demás—¿Es aquí? —La Neo asintió—Es una gran piedra—
—Haced espacio, esto va a ser ruidoso—Dijo la Neo. Usando su fuerza y algo de magia, logró mover a un lado una piedra de tres veces su tamaño, dejando que cayera en un sitio seguro, desvelando una entrada por la que se podía acceder de cuclillas. Edge volvió a encender la linterna, entrando primera por el agujero de solamente un metro de largo, pero que desembocaba en una gran sala que nadie se imaginaba que pudiese estar realmente ahí—Mira eso—Alumbró hacia las paredes, viendo con gran claridad más pinturas rupestres, más coloridas y detalladas que las de la entrada original—Hay más historias aquí—Habían figuras humanas con arcos y lanzas que parecían atacar a lo que parecía un animal grande, según una de las tantas pinturas que podías ver en el sitio. La IA usó su mochila para taponar el agujero por el que habían entrado y así evitar que el ambiente del lugar se viera, de algún modo, contaminado—
—Esto es mágico—Dijo el hombre, alumbrando con una linterna el lugar, explicando al pequeño que era cada cosa—
—Y resulta ser una tumba—Dijo finalmente la IA, alumbrando en uno de los extremos alejados lo que parecía ser una cavidad artificial, rellena de hojas y flores secas que adornaban, finalmente, el esqueleto de un hombre primitivo—Tantos años esperando a ser encontrado y hemos perturbado su descanso—
—Quién sabe qué significado tendría para ellos hacer un sitio como este, ¿quizá era un cazador? —Preguntó Aelita, sentándose en una pared contraria a la que las pinturas se encontraban, mirando las mismas, alumbradas con una linterna que la IA había dejado estratégicamente en el suelo—
—Eso lo podemos averiguar—Secundó la albina, dejando que sus manos se iluminasen de un azul oscuro notable—La energía de este lugar no se ha visto perturbada, nunca había sentido una pureza como esta, puedo… revivir lo que ha pasado aquí—
—¿Cómo puedes hacer eso? —Preguntó el hombre, imitando a Aelita y sentándose con el pequeño en su regazo. Edge se dio cuenta de algo, pero no le iba a dar importancia—
—Magia—Dijo la misma—No os asustéis por lo que vais a ver, solamente… disfrutadlo—Se puso en el centro de la sala, de frente a las pinturas, apagando la linterna que ella misma había puesto. Se quedó en el sitio, estirando al frente ambas manos, juntándolas, creando una esfera de color azul claro que giraba rápidamente, recubriendo la sala con un campo que era cosquilloso, dejando que se elevase hasta el tope de la cueva—Muéstrame lo que pasó aquí—Tras un gran destello, vieron como la totalidad de la sala se iluminaba suavemente con un destello, dejando ver con gran claridad a las personas que en un pasado muy lejano habían pisado esas tierras, se denotaba que su cuerpo era translucido, pero lo suficientemente nítido como para poder adivinar qué estaba pasando. Edge se apoyó contra la pared, al lado de Aelita, viendo a un grupo de personas entrar a la caverna, llevando entre dos el cuerpo de una persona joven, a la cual dejaron en la cavidad que el cuerpo reposaba. Los acompañantes, más de una docena de personas, entre ellas una que parecía ser un chamán, echaban flores y hojas al cuerpo del difunto—
—Ahora parece que van a contar su vida—Dijo la pelirrosa, notando como todos los presentes se sentaban alrededor suyo, con el chaman de pie, con antorchas en el suelo para iluminar y unos cuencos de madera con flores machadas que sacaban pigmentos coloridos. El hombre pareció introducir sus dedos en los cuencos, hablando a los presentes, pero no se entendía su idioma o lo que estuviese hablando, aún así, no parecía haber necesidad, ya que el hombre comenzó a pintar, resaltando lo que ya estaba ahí, mientras señalaba al hombre, como en una obra de teatro, contando como él y un grupo de cazadores, mataban animales para sobrevivir, parecía contar una heroica historia de un hombre fuerte y valiente. Al final, dibujando lo que parecía ser un animal cornudo, lo pintó de rojo, señalando el cuerpo y después golpeándose a si mismo en el pecho—
—Parece que un animal lo embistió y ahí acabó su historia—El chamán siguió contando la historia, pero pareció terminar ahí, no obstante, solamente había resaltado un tercio del resto pinturas presentes, al final, tras señalarlos a todos, los espectros abandonaron la sala, dejando que la esfera de energía en el fondo bajase hasta tocar la tierra, deshaciéndose en un millón de fragmentos que llegaron y volvieron hasta Edge—Que hermoso, una obra de teatro del mundo antiguo—
—Es una experiencia única en la vida—Dijo el hombre, embelesado por lo que había visto—¿Eres una… maga o algo por el estilo?, no sabía que algo así se podía hacer—
—Podría decirse que sí, pero… ¿cómo estás seguro de que no es un sueño? —El hombre se echó a reír por lo bajo, restándole importancia, simplemente dejándose llevar por las pinturas, recordando lo que había visto—
Pasaron un rato más hasta que salieron por la misma cavidad.
—No vamos a dejar que se descubra esto, vamos a dejar que pueda tener su eterno y merecido descanso—Asintió la Neo, moviendo la piedra de vuelta a su lugar original, asegurándose de no cambiar el entorno. Salieron de la cueva, despidiéndose del hombre, bajando por la montaña, ellas parecían haberse quedado más atrás que ellos. Ya era por el atardecer—
—¿Dejarás que recuerden lo que vieron? —Preguntó Aelita, mirando de reojo a la IA—
—Pensarán que ha sido un sueño muy vívido, pero lo recordarán, no sería justo que no lo hicieran luego de tener una experiencia única en su especie—Su compañera estaba de acuerdo—¿Te gustó? —Aelita asintió, tomando su mano—
—Fue una experiencia mística, única en su especie—Continuó—No pensé que pudiéramos ver lo que había pasado en un tiempo tan atrás del nuestro y de una manera así, es… místico—No parecía tener palabras para describir lo que estaba pensando—
—Me he interesado por la historia de la humanidad desde que comencé a fijarme en lo que se escribía en los monolitos de Miyu, es… curioso ver estas cosas que siguen tan ocultas en los libros y documentos, descubrir cosas en un mundo que se cree ya descubierto—Eran unas palabras muy profundas, aún para ella—Quiero seguir investigando estos sucesos—
—Me alegra que hayas encontrado algo que te guste tanto—
Ahora tenían que volver, que no era poco. Había una sorpresa esperándolas en casa que Aelita no sospechaba que pudiese ver tan pronto.
—Continuará—
Próximo capítulo: Utopía hecha realidad
Muchísimas gracias por leer, espero de corazón que esto sea de vuestro total agrado.
Y… bueno, nada, que sigo vivo, por suerte. Trabajando y estudiando y dándolo duro para seguir adelante, quizá como todos. Estoy escribiendo en varias cosas, quizá el otro fin de semana ponga un capítulo en alguna de las otras historias para cerrarlas ya, también quiero ver cómo puedo comenzar otra historia corta… ya veremos qué pasa.
Y… nada más.
Reviews:
Loboplateado2541: Profundas palabras, me gustan. ¡Muchas gracias por leer!, espero que este te guste.
Titokenny01: Quizá aún nos tome algo de tiempo para que la mecha se vuelva a encender, el próximo capítulo, así de primeras, será también calmo, pero igual no tanto los siguientes a ese. Hay quienes dicen que la venganza es mala, que envenena el alma, pero… si esta vale la pena, si esta tiene un fin más allá de solamente devolver el golpe… ¿quizá valga la pena intentarlo?, tendremos que ver qué opina Taelia al respecto. ¡Muchas gracias por leer!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Draoptimusstar3: Todos tenemos una percepción distinta de lo que es tiempo, el cómo pasa y lo que nos sentimos cuando nos damos cuenta de ello, quién sabe, ¿cómo lo sentirá ella? Si algo como eso sale a la luz pública, ¿qué se hará al respecto?, tendremos que verlo. Muchísimas gracias por leer, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Y eso, que sigo vivo. Espero que vosotros igual, ¡Y bien!, que es importante.
Hasta otra.
Adiós.
Never give up, Never Surrender.
