El nerviosismo de Apple desapareció durante unos segundos junto a todo lo que los rodeaba, solo eran sus labios encontrándose. Le besó suave y delicadamente, con mucha ternura y cuidado, acariciando con sus labios el labio superior de Milo, abriéndole su corazón, queriendo transmitirle el mensaje que aún no se atrevía a decirle con palabras: me gustas.

Había creído sentir que tenían una conexión especial, sus ojos pensaba que se lo decían cuando la miraba, Maddie y Raven le habían preguntado si había algo entre ellos porque verían una atracción… Creyó que de verdad había un sentimiento romántico por parte de ambos. Ahora se dio cuenta de que cuando sentía que la miraba con amor, era un amor que había inventado ella. En ese instante el aula pareció haberse vuelto más pequeña, más estrecha a su alrededor. El silencio era lo único que había, Apple retrocedió sintiendo aún los latidos rápidos de su corazón de aquel beso lleno de esperanza. Le daba mucha vergüenza mirarle, por lo que su mirada se desvió a cualquier rincón del lugar, evitando el contacto con los ojos del chico que tenía delante. No le correspondió ni un poco, la había rechazado. Había confundido la amistad y ser caballeroso con que pudiera gustarle, se había lanzado locamente al primero que le había hecho sentir especial por ser escucharla, ya que casi nadie de su entorno más cercano lo hacía.

Milton, instantáneamente muy preocupado, comenzó a buscar algún espejo que pudiera haber en el aula de cocina, por suerte no había ninguno, la reina Malvada no podía haberles visto. Aquello fue un alivio, Giles ni Baba Yaga ni nadie podía enterarse de que se había besado con una alumna.

"Apple, perdón. Pero esto no puede volver a ocurrir, nunca más entre nosotros dos" Habló muy directo y claro, necesitaba que entendiera el mensaje de que no podían ser nada.

La punzada de dolor en su pecho apareció intensa en la princesa rubia ante aquellas palabras duras y dolorosas. Se había equivocado con lo que significaba cada risa compartida, cada momento de complicidad, sus palabras y gestos juntos que tenía guardados en su memoria como recuerdos felices. ¿Por qué se lanzó a besarle? Reflexionaba una y otra vez, había sido un completo error expresar sus sentimientos secretos.

"¿Puedes dejarme sola, por favor?" Estaba luchando por mantener la compostura, aun con las lágrimas a punto de salir y la tristeza consumiéndola. No quería exponerle otra parte más vulnerable de ella.

Milton hizo caso a su petición y se despidió de la royal, volviéndola a pedir perdón en un susurro bajo antes de marcharse del aula. A medida que caminaba alejándose, Apple se preguntaba si encontraría valor para enfrentarle de nuevo y si podría mantener su amistad tan cercana después de haberle revelado sus sentimientos y saber que no eran correspondidos.

Durante su regreso a su habitación compartida con el príncipe castaño, Milton reflexionaba sobre la conversación anterior, se replanteaba si había sido lo más correcto utilizar aquellas palabras tan duras como respuesta al dulce enamoramiento que tendría Apple por él. No podía olvidar su mirada triste y de sorpresa al explicarle que no podía corresponder sus sentimientos de la misma manera. Estaba dolido él también, sabiendo que había herido a su amiga, a una de las personas que más apreciaba actualmente. Sentía una profunda admiración y cariño por la princesa rubia, pero corresponder a sus sentimientos románticos no podía estar en su corazón.

Se sintió fatal interiormente durante toda la tarde restante, no le gustaban los rechazos, lo había vivido en su propia adolescencia y sabía lo doloroso que era, nunca había querido tener que rechazar los sentimientos de otra persona hacia él. Esto no debía haber pasado, ¿cómo una fascinante joven con gran elegancia y estilo perfecto, junto con multitud de cualidades y tan bella, pudiera tener sentimientos románticos hacia él? Durante sus charlas en la biblioteca se había dado cuenta de lo soñadora romántica que era Apple, pero Milton no era aquella persona que la haría sentir increíble y la indicada, no podía tener veinticinco años menos, regalarla un ramo de flores y pedirla salir como ella desearía.

Aquella noche dos personas en EAH apenas pudieron dormir hasta muy tarde, Apple cansada de llorar y preguntándose una y otra vez por qué nunca más entre ellos dos , cerró los ojos. Mientras que Milton terminó durmiéndose después de una y otra vez, recordando que él era su director y que no podía volver a su mente más, la suave sensación de sus labios juntos.

Al día siguiente, las ganas de Milton por ir a clase de química siguieron estando ahí, seguía queriendo compartir asiento, cotilleos y risas con la princesa rubia. Aun sabiendo que no debería desearlo después de hacerla saber que no podían ser recíprocos sus sentimientos, no quería hacerla ilusiones, pero tampoco quería alejarse. Por eso se entristeció, pero aceptó que ella necesitaba tiempo y distancia durante unos días.

"No puedo seguir siendo tu amiga de momento, quiero seguir siéndolo de verdad, pero ahora mismo no me siento capaz ¿Podrías sentarte durante unas semanas con otra persona?" Expresó triste la mejor manera que sentía que podrían retomar su amistad más adelante, si llegaba a olvidarle.

"Claro Apple. Suerte con el examen de mañana" Le deseo antes de marcharse de su lado como le había pedido. Sabía que aquella decisión era la mejor para ellos, pero eso no quitaba que le doliera.

Haciendo caso a su petición, para bien o para mal, el único otro sitio libre que había era al lado de Faybelle Thorn.

Ella no fue tan amable como la princesa rubia, es más, parecía molesta de que se sentará ahí. Pudo escucharla susurrar en bajo royal en un tono despectivo cuando le llegó a mirar durante unos segundos antes de volver a ignorarle. El anterior Milton seguramente también habría dicho en voz baja rebel con la misma indiferencia que ella, sin embargo, el actual solo se sentía aún más culpable viendo la brecha que había causado las diferencias entre estudiantes. Era muy bien merecido aquel desprecio hacia él, no por royal, sino por ser quien permitía esas diferencias con los villanos de cuento.

"Si te molesto, mañana busco otro sitio para sentarme" No quería incomodar a nadie.

Faybelle sintió que estaba ante un royal más estúpido que de costumbre. "No me gustas, pero este es el único sitio libre más de la clase, ¿te vas a sentar en el suelo mañana entonces?"

Le dijo antes de que comenzara Rumpelstinski la clase de repaso para atender dudas y le volviera ignorar por completo.

Milton intentaba mirar hacia la pizarra y prestar atención al profesor, y, sin embargo, su mirada se desplazaba hacia la derecha, donde estaba sentada la princesa rubia concentrada tomando apuntes. Su mente comenzó a imaginar la hipotética situación de que estuviera ahí sentado con ella como todos los días anteriores. Apple le estaría contando un nuevo cotilleo que se habría enterado por el Blog del Espejo cuando el profesor estuviera distraído, él contestaría que vaya estupidez de noticia había puesto Blondie Lockes y ella dándole la razón se reiría por lo bajo con su risa risueñamente encantadora. Y así estarían casi toda la clase de química hablando y luego ella al terminar y no haber atendido nada le diría que en la biblioteca tenían que hacer lo que no habían hecho aquí, así que le diría la hora en que quedarían y estudiarían juntos el examen de mañana. ¡Quería eso! Conversar hasta hartarse y ver los hoyuelos de la princesa rubia al reírse. Y ahora solo pudo conformarse con verla la espalda y su cabello rubio, hasta que le llegó una notificación de Instagram y recordando que tenía esa app, saco el teléfono y terminó en la cuenta de Apple.

Cuando sonó la campana anunciando la siguiente clase, Milton se dio cuenta que había estado mirando por debajo de su mesa el teléfono, un objeto prohibido de usar en clase. Pero lo peor no había sido eso, o no atender a lo que entraría al examen de mañana, lo que había estado muy mal era que había estado toda la clase mirando fotografías de la royal que tenía ahí subidas ella. Esto no estaba bien, nada bien se dijo a sí mismo, recogiendo sus cosas y sabiendo que tenía que ir con urgencia después de clases a conocer las nuevas conclusiones de Baba Yaga y Giles para volver a su edad real. Estas últimas semanas se había descentrado del primordial problema de cómo volver a su edad correspondiente, se había centrado en vivir una segunda secundaria y erróneamente había dejado bastante de lado investigar sobre su cambio de edad, la poción cambiarasgos, magia… en los libros de la biblioteca. Se había permitido entretenerse charlando, estudiando y haciendo deberes con Apple White cuando no debía haberse tolerado pasar tanto tiempo con una estudiante cuando era y seguiría siendo su director. Había sido inapropiado. Tenían que acelerar el proceso del remedio a la poción mal hecha, Baba Yaga, su hermano y él, había sido demasiado tiempo un mes siendo adolescente de diecisiete años, Milo de Oz tenía que desaparecer y volver Milton Grimm ya.

Estaba meditando muy seriamente durante su camino hacia cortejo avanzado, al tiempo que escribía a su hermano menor un mensaje sobre la urgencia de ser puntuales en su despacho inmediatamente después de clases, cuando dejó de escribir ante la conversación que había en el pasillo entre la reina Blanca y Faybelle Thorn.

"Está castigada durante una semana por querer saltarse clases" Le dictó la reina Blanca mirándola con expresión dura y altiva.

"Profesora, le estoy diciendo que no estoy saltándome ninguna clase, iba a entrar a historia de los maleficios cuando me di cuenta de qué me había dejado mi estuche en la clase de química y entonces volví a por él y ahora estaba yendo otra vez en dirección a historia de los maleficios cuando usted me ha visto en el pasillo" Faybelle dio sus argumentos a por qué la encontró fuera de clase durante su turno de vigilar los pasillos.

"En ese caso, su profesor le habrá escrito una autorización para salir del aula en horario de clase, ¿me la puede enseñar?" Le pidió con una amabilidad fingida.

Faybelle hizo una mueca al escucharla, ya que debido a que se había percatado antes de entrar que había olvidado su estuche no llegó todavía a entrar a la clase y por eso no tenía ninguna autorización del profesor para salir porque no había llegado a entrar. "No tengo ninguna profesora, pero le juro que no le miento. No iba a hacer pellas, iba a por mi estuche, mire"

La rebel le mostró el estuche que llevaba en la mano, sin embargo, a Mirana apenas le importó. Sin autorización que justificara oficialmente su ausencia en el aula, en hora de clase, no tenía nada más que argumentar.

"Sin autorización se está saltando las normas, por lo que tengo que castigarla" Sentenció.

Milton ante aquella escena se sintió furioso viendo cómo Mirana no podía entender la situación de la alumna que le estaba diciendo claramente la verdad: nadie llevaba un estuche en la mano para saltarse clases y el aula de química estaba al girar la esquina, no mentía. No obstante, por muy verídica que fuera, Mirana quería castigarla y daba igual cuanto le explicara la rebel sus razones de que no iba a saltarse las clases, ella encontraría la manera de castigarla sí o sí. Le recordó a una escena muy deshonrosa de él castigando también injustamente a Faybelle, no se lo mereció y este castigo absurdo tampoco porque Milton sabía por Apple White que Mirana estaba irascible desde su marcha sin que le dijera nada y pagaba su frustración y enfado con los alumnos. Y además, era una favoritista como era él antes, y ser rebel era aún menos favorecedor si te cruzabas con ella.

Pero esta vez Faybelle Thorn no iba a ser castigada injustamente, se dijo a sí mismo mientras caminaba hacia ellas.

"Perdón profesora, no puede castigar a Faybelle. Es cierto que ella no estaba saltándose clases, ese es su estuche, lo sé porque yo me siento a su lado en química. No puede castigarla injustamente, al director no le gustará" Habló enfrentándose a su exnovia, sabiendo de nuevo que él solía mirar hacia otro lado ante los castigos no imparciales y hasta incluso podía haber sido uno de los promotores a ellos.

Mirana le miró irritada, con los brazos cruzados, con algo de sorpresa al ver un estudiante desafiando su autoridad. "¿Usted es el señor…?"

"de Oz, me incorporé el mes pasado" Le contestó Milton.

"Señor de Oz, como nuevo estudiante debería haberse leído las normas de EAH. Todos los alumnos han de permanecer en el aula en hora de clase, salvo en los descansos, y si se necesita salir del aula, el profesor correspondiente hará una autorización firmada por él. ¿Usted tiene una autorización de salida del aula?"

"Tomé, del profesor de cortejo avanzado. Me ha dejado salir para ir a la biblioteca a por el Libro de buen amor "Le mostró la autorización junto al libro que había cogido prestado.

La irritación de la reina Blanca aumento en su rostro, molesta de que un alumno le dijera a la cara lo que no era equitativa para ser un profesor y luego que no tenía excusa para él castigarle. O eso pensó, hasta que se fijó en el teléfono que llevaba en su mano derecha.."Les espero a ambos en la sala de castigados durante cinco días a las 3.p.m, señorita Thorn por intentar saltarse una clase y señor de Oz por utilizar el móvil por los pasillos. Debería saber que están prohibido los aparatos electrónicos en horario de clases, guárdelo ya en este momento. Y váyanse a clase inmediatamente"

Milton se llenó de ira ante aquel último comentario porque Faybelle Thorn por mucho que no quisiera verlo Mirana, seguía sin merecerse aquel castigo. Estaba dispuesto a volver a decirle lo injusta que era cuando descubrió que la rebel ya se había marchado a historia de los maleficios.

A la hora de comer, mientras que todos los amigos de Milton iban a disfrutar de su tarde, él tenía que ir al aula de castigados. Desde el baile de Corazones Sinceros habían juntado mesas y ahora Humphrey, Hunter, Dexter y él se sentaban con Madeline y el resto de los amigos de la novia del castaño.

"Este sábado vamos a ganarles el partido también a los de Granite City High, será aún mejor que contra Monster High. Tenemos una estrategia, táctica y técnica muy buena" Les anunciaba con emoción Dexter Charming.

Raven le miró dulcemente embobada. "No faltaré a verte"

Desde aquella tarde en que tocaron música juntos y descubrieron que la guitarra les unía, empezaron más las charlas sobre su afición en común, coqueteos entre risas y acompañaban al otro a cada lado al que iba. En su habitación compartida con el príncipe castaño, las veces que hablaba de Raven Queen con él eran infinitas y siempre con un brillo especial en los ojos. Milton opinaba que serían una tierna relación, aunque fuera una pareja que no debía existir: un royal con una rebel. No obstante, cuando los observaba juntos ya parecía no ver esa pequeña diferencia entre ellos, únicamente se fijaba en el amor que desprendían cuando los veía juntos en la cafetería.

"Gracias Raven" Se sonrojó tiernamente el chico Charming.

"Hablando de deportes, me voy ya a tiro con arco. He quedado un rato antes con Ashlynn, nos vemos en la cena" Anunció su marcha Hunter Hutsman, recordándole a Milton que él también debía marcharse.

"Yo también me tengo que ir ya" Informó.

"¿Te vas a la biblioteca a estudiar el examen de química Milo?" Le preguntó la rebel, ella también tendría que irse a estudiar porque Rumpelstinski no era conocido por sus exámenes fáciles.

"No, estoy castigado durante cinco" Comento levantándose y cogiendo su mochila.

"La reina Blanca, ¿no? A mí me castigo la semana pasada también, cinco tardes enteras en castigados porque me vio en los pasillos antes de las 2.p.m. Baba Yaga nos dejó salir antes de clase porque habíamos terminado ya y según ella no se puede salir del aula antes de la hora exacta que está establecida en el horario de clases. Está insoportable con los castigos a la mínima, la semana pasada éramos como 10 personas en total ahí toda la tarde sin hacer nada. Menos mal que ella solo está un rato y se va dos horas o así, y luego vuelve otro rato corto y vuelte a irse igual durante x tiempo" Le explicó la rebel su experiencia como castigada antes de que se marchara hacia esa aula.

Se enfadó al saber la historia de Raven Queen también, Mirana se estaba excediendo sin explicación lógica con los castigos a los estudiantes, sobre todo a los rebels. Como decía el filósofo Séneca, castigar solamente tiene sentido si sirve de ejemplo, tanto para el/la estudiante que ha cometido la infracción, como para el resto de la clase. Estos castigos no servían para nada más que robar tiempo de su adolescencia a los jóvenes estudiantes. Milton, su castigo, se lo merecía seguramente por algunos feos que le habría hecho durante su relación de un año y unos meses, pero, el resto de los alumnos no tenían la culpa de que su relación amorosa no funcionara y no tenían qué pagarlo ellos.

Cuando llegó al aula, como le había dicho Raven había doce personas castigadas, algunos de ellos hasta decían que ya era la segunda o tercera vez que les castigaba por nada Mirana. No los conocía y sonaba prejuicioso decir por su aspecto que debían ser rebels, pero siendo ella no sería sorprendente que hubiera castigado alumnos rebels casi siempre aquí.

Allí ya estaba sentada Faybelle Thorn, y Milton se sentó a su lado, era el único rostro que conocía.

"El castigo empieza ahora, desde las 3.p.m hasta las 8.p.m. Este tiempo os hará comprender qué es lo que habéis hecho mal y por qué no debéis volver a hacerlo" Les explico después de pasar una lista para que apuntaran sus nombres y marcharse a por un café.

El aula permaneció en silencio durante los segundos en que resonaban sus tacones por el pasillo hasta que ya no se escucharon y los estudiantes comenzaron a hablar o sacar el teléfono para soportar las cinco horas que pasarían encerrados ahí. Milton miró el reloj de pared, apenas había llegado a pasar veinte minutos desde que entró y estaba siendo eterno para él tanto tedio, no hacer nada… Iban a ser cinco tardes muy largas se mentalizaba.

Llevaba dos horas estudiando ya y cansado de mirar tantas veces las mismas hojas, cuando decidió tomarse un descanso. Sin embargo, esto no era la biblioteca donde se podía levantar a por un café avellana o podía charlar con Apple White. Así que no sabiendo qué poder hacer, desbloqueo su teléfono y se puso a curiosear redes sociales, ahora que le habían creado un perfil, entendía por qué eran tan aditivas para los jóvenes.

Y mientras miraba Instagram, una voz a su lado comenzó a toser en señal, supuso que le hiciera caso y bloqueo su teléfono antes de prestarla su atención.

"Me has defendido antes, no ha servido para nada porque estamos ambos castigados, pero no esperaba eso de alguien como tú" Aunque Faybelle sabía que no parecía una forma de agradecer corriente, era así su forma de expresarse y no iba a cambiar su tono frío de hablar.

"¿A qué te refieres a alguien cómo yo?" Milton le preguntó intrigado.

"Royal" Pronunció, esta vez diciéndolo en un tono distinto a cuando se sentó con ella en la clase de química. No había desdén o desagrado en su voz.

Milton sintió aquello como el perdón a las disculpas que nunca le pidió por castigarla aquel día que se cruzó con ella en un momento de malestar para él debido a toda la presión constante que tenía y por esa razón injustificada decidió que ella tendría que recatalogar todos los libros de la biblioteca. También esto considero que era el principio de su remisión ante las múltiples diferencias que había permitido que existieran entre royals y rebels en sus diez años de director.

"No me tienes que dar las gracias, no las merezco. Solamente creía y sigo creyendo que tú no deberías estar aquí castigada y por eso quise intentar que entrara en razón" Lo que menos merecía él era un agradecimiento, era lo que siempre debía haber hecho en EAH.

Faybelle le observó con una mirada desaprobadora. "Oye, ¿quién ha dicho que yo te esté dando las gracias? Solo he dicho que me ha sorprendido viniendo de ti, no te confundas, eh"

Le hizo gracia aquella manera de ser de la rebel, su personalidad de orgullo y despiadada hacia los demás le recordaba a él. Cuando pasara el tiempo un poco más se daría cuenta de que no hacía falta ser tan así porque no todos alrededor eran malas personas o solamente se equivocaba el resto y no tú. Ya lo entendería en el futuro, pensó Milton, sin darle importancia a sus palabras, en el fondo sabía que le estaba agradeciendo su ayuda. Él también había usado algunas veces ese lenguaje de acidez.

"Por cierto chico royal, ya que te sientas ahora conmigo en una clase, puedes contarme ¿por qué has dejado a la aburrida y sosa princesita perfecta para sentarte conmigo? Ha sido raro que cambiaras de sitio esta mañana y sé que hay una razón"

"Solamente me gusta más sentarme atrás" Le respondió Milton mintiendo.

Se rio Faybelle. "Menos mal que no eres hijo de Pinocho porque te acabaría de crecer la nariz ahora mismo. Si vi que fuisteis juntos al baile de Corazones Sinceros. No intentes mentirme qué yo no soy Blondie Lockes y lo voy a subir al ig del Blog del Espejo para conseguir más seguidores, solamente me despierta mi curiosidad"

"No hay nada interesante que haya pasado entre Apple y yo, como he dicho me he cambiado de sitio porque me gusta más estar atrás. Nosotros seguimos siendo amigos" Milton esperaba que lo siguieran siendo.

"Qué sepas que te está volviendo a crecer la nariz por mentir sobre que no fantaseas con princesita perfecta, puedes admitirlo que no se lo diré a Daring Charming" Negar la realidad a ella, se río.

"Yo no fantaseo con nadie" Expresó Milton serio.

"¿Entonces por qué no parabas de mirarla durante toda la clase de química? ¿O la has stalkeado por Instagram hasta que se ha terminado la clase?" Qué había visto todo, que estaba sentada a su lado.

"No sé qué es stalkear" Comentó ante aquel término raro que acaba de decirle que había hecho.

"Revisar todas las publicaciones y videos antiguos de una persona en redes sociales, y no intentes mentir otra vez, que hace un rato estabas fangirleando con ella mientras mirabas, seguramente por cuadragésima vez hoy las fotos que había subido ella en Instagram" Le había pillado antes y ahora espiando su perfil mientras estaba a su lado sentado.

Milton de repente se avergonzó muchísimo sabiendo que mirar fotos antiguas ahora se llamaba stalkear. Dios, esperaba que no lo publicara la app cuántas veces y tiempo se había quedado mirando las fotografías de Apple White. Si él no quería hacerlo, pero ig le mandó una notificación y a raíz de ahí no supo como termino en el perfil de ella. Salía tan bella y linda, con gafas, sin maquillaje, en Nochebuena y Año nuevo… suponía que verla a través de la pantalla no sería nada grave. Y había sido más aditivo y le hacía pensar más en ella que si hubieran estado hablando en persona.

"Pero ¿puede saber todas las veces qué he entrado en su perfil?" Estaba ya preocupado.

"De momento no, has tenido suerte enamorado" A Faybelle le divirtió su preocupación y su poco conocimiento de redes sociales.

Que le llamara enamorado no supo por qué le molestó más, si porque quería creer que no era cierto o porque hacía más evidente su negación interna a decir que lamentablemente tenía un ligero enamoramiento que nunca debía haber pasado ni pasaría a más de eso.

Sin embargo, Milton no tuvo tiempo para decidirse por qué le enojó más, ya que en ese instante apareció la reina Blanca junto con Baba Yaga para sacarle del aula de castigados.

La bruja mayor parecía colorada de haberle estado buscando durante mucho tiempo, y cuando le sacó de ahí, iba flotando tan rápidamente que a Milton le costaba seguirle el paso andando. "Te he buscado por todos lados hasta que he encontrado a Dexter Charming y me ha dicho que estabas aquí. Tenemos prisa ahora, sea lo que hiciste, luego le diré a Mirana que tú no puedes estar castigado porque tienes tutorías pendientes conmigo. Qué te haga escribir una hoja cincuenta veces, no debo hacer tal y ya está"

Milton iba a comentar los múltiples castigos que hacía Mirana sin razones razonables, cuando de repente se acordó de que habían quedado en el despacho para hablar de qué habían dicho las brujas de la Academia de las Artes Oscuras y llevaba cuarenta y cinco minutos tarde. "Perdón, se me había olvidado con el castigo que habíamos quedado"

"Ah, sí, tenemos pendiente esa charla. Pero ahora no te he rescatado por eso, es por otra cosa, verás Blancanieves no ha tardado en enterarse de los nuevos miembros del Consejo Escolar y ha venido"


Este fin de semana he tenido puente y me he dicho: voy a escribir y actualizar.

Espero que os haya gustado, gracias por leer.