Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, cambio de género en un personaje, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".
Pareja: FuyuBaji (Matsuno Chifuyu x Baji Keiko (Keisuke) / BajiFem)
Disclaimer:
Hikari: Estuve debatiéndome mucho tiempo sobre a que personaje le cambiaría el género (entre Baji y Chifuyu) para la creación de este fic, ya que cambiaba bastante la trama entre ambas opciones, y así es como ha quedado. No hace falta decir que ni Tokyo Revengers ni sus personajes me pertenecen, todo es auditoría de Ken Wakui, por lo que este fanfic fue escrito únicamente por ocio y no tiene fines lucrativos.
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#Flufftober2023, 15 – Fiesta en la playa
La Tokyo Manji fue, en su momento, la banda de pandilleros más fuerte de Tokio, o al menos eso dicen los rumores de quienes fueron testigos de ver levantarse a los mejores peleadores de nivel secundaria bajo el estricto mandato del invencible Mikey.
Sin embargo, a pesar de haberse disuelto varios años, los rumores y leyendas sobre su gran gloria siguen vigentes entre los adolescentes que buscan un poco de rebeldía, adrenalina y violencia en sus vidas.
Ni pensar que realmente quienes fueron los altos mandos de esa legendaria pandilla eran en realidad simples jóvenes de ahora preparatoria que en el presente dedicaban sus días de juventud en… bueno, las estupideces que suelen hacer los chicos de su edad.
Y entre esas actividades tan triviales, por supuesto, no puede faltar la sencilla, típica y cliché secuencia de escenas de reunirse todos juntos para aventurarse a un día de playa a la mitad de las vacaciones de verano.
El grupo de chicos rugían y gritaban escandalosos cuando al fin sus pies tocaban la caliente arena, algunos de ellos entusiasmados por la vista y el sonido de las olas al romper con la orilla, otros chiflando como un sinónimo de coqueteo al ver a turistas en la misma zona (muy seguramente chicas de algunos años mayores que ellos, que dejaban relucir sus brillantes pieles debajo de sexys trajes de baño).
- ¡Recuerden comportarse y no irse demasiado lejos! - indicaba con un tono autoritario el ex vice comandante de la ToMan, tal vez demasiado acostumbrado a tomar las riendas cuando salían todos juntos, queriendo mantener siempre cierto control sobre los escandalosos de sus amigos.
- ¿Ya están todos aquí? - preguntó con mayor desinterés quien fue el capitán de la pandilla, mientras se llevaba un takoyaki a la boca.
-Chifuyu y Baji aun no regresan. Fueron a cambiarse a los vestidores- explicó Mitsuya, mientras ayudaba a su dragón gemelo a poner las sombrillas y las toallas sobre la arena.
- ¿Fueron juntos a cambiarse? - preguntó con cierto temor esta vez Takemichi- ¿Eso está bien?
-Bueno, ya llevan varios años siendo novios- se agregó a la conversación Kazutora, con un tono completamente indiferente mientras inflaba con paciencia una pelota de playa- Supongo que ya será completamente normal para ellos.
-Además, ya sabes cómo es Baji- Mitsuya colocó una mano sobre el hombro del inquieto Takemichi, entendiendo sus inseguridades, pero queriendo infundirle un poco de seguridad- Nunca le han importado mucho esas cosas.
- ¡Si, pero…!
- ¡BAJI-SAN! ¡ESPÉRAME! - La ruidosa voz de Chifuyu fue lo que cortó de tajo aquella conversación. Todos los presentes voltearon hacia donde venia el grito y bueno… tuvieron que hacerse consientes sobre lo que llevaban sabiendo desde hace años y creían que estaban acostumbrados.
- ¡Chifuyu, date prisa! ¡Me estoy muriendo de calor! - gritaba en contestación con varios metros de ventaja, tratando de crear un poco de aire mientras agitaba su mano cerca de su rostro.
De haber querido, los ex miembros de la Tokyo Manji hubiesen preferido simplemente haber omitido la vergüenza que les causó ver a Baji vistiendo lo que llevaba.
Por lo general, no era difícil entablar una conversación Baji, la única mujer y ex capitana de la primera división de la ToMan. Era la amiga de la infancia de Mikey y Sanzu, tan fuerte como cualquier otro capitán varón de las demás divisiones, demasiado torpe y cabeza hueca como para parecer si quiera un poco atractiva para sus compañeros. Novia de quien fue su vice capitán. Una tonta que puso en riesgo su vida un 31 de octubre y pudo sobrevivir para contarlo. La que vestía el uniforme negro con letras doradas tan orgullosa como el resto de sus camaradas…
Pero ahora que llevaba un corto bikini color azul rey, que más parecía solo un conjunto de insuficientes hilos y que evidenciaban el gran tamaño de sus senos (que, por cierto, se movían exageradamente cuando corría sobre la arena), bueno… hasta sus amigos del alma se veían obligados a apartar la vista tratando de autoconvencerse que era la misma tarada de siempre.
- ¿Y a ustedes que les pasa? - preguntó ingenua cuando llegó hasta el numeroso grupo, notando que todos evitaban cruzar miradas con ella y varios más parecían estar sufriendo algún tipo de golpe de calor, o al menos eso supuso por el color carmín de sus rostros.
- ¡Baji-san! - al fin el novio hacia acto de presencia mientras trataba de recuperar la respiración- Por favor, no me dejes atrás cuando te estoy gritando- Chifuyu llevaba puesto, al igual que el resto, un sencillo traje de baño, en su caso azul claro, que le llegaba a la altura de las rodillas. Además de estar vistiendo una ligera sudadera que mantenía la cremallera abierta, para tapar el resto de su cuerpo de los rayos del sol.
-Eres muy lento- ella puso sus manos sobre su cadera, alzando el pecho y por supuesto que…Chifuyu tuvo que mirar hacia un lado para no verse avergonzado por la simple pose. Claro está que al hacerlo notó como todos reaccionaban de manera similar. Ni siquiera tuvo que preguntar las razones de los nervios tatuados en los rostros de todos.
Sin decir más, el rubio se quitó su propia sudadera y, sin siquiera preguntar, se la puso sobre los hombros a la joven. No esperó ni siquiera a que ella sacara sus brazos por las mangas para poder subirle la cremallera y, aunque sus dedos temblaron cuando sobrepasó la zona redonda que sobresalía, soltó un suspiro al terminar su torpe misión.
-Baji-san, por favor, de verdad te lo pido como un único favor- Baji alzó una ceja, confundida ante lo alterado que se mostraba Chifuyu- Solo usa esto por hoy sin hacer demasiadas preguntas.
-Te dije que tenía calor, ¿por qué usaría esto? - ella sin parecer convencida en lo absoluto, intentó bajar el cierre, pero las manos temblorosas del rubio se lo impidieron.
-Baji- la voz de Mitsuya los hizo girar hacia él- Solo cúmplele ese capricho a Chifuyu, él sabe lo que hace.
-Cierto. Nos estarías haciendo un gran favor a todos nosotros también, la verdad- afirmó Draken, rascándose la nuca, no queriendo hacer demasiado alboroto al respecto.
La chica tuvo que mirar los rostros de todos los presentes antes de simplemente soltar un fastidioso suspiro y ceder ante lo que, para ella, era estúpida petición. La sudadera de Chifuyu era un par de tallas más grande que las que ella solía usar, así que aun cerrada no tuvo mayores complicaciones para pasar sus brazos debajo de la tela y poder acomodarla de mejor manera.
Chifuyu suspiró aliviado antes de volver a sonreír mientras sus ojos claros destellaban de esa singular manera.
- ¡Bien, ya que estamos todos reunidos, vamos a divertirnos! - exclamó Takemicchi tratando de recuperar el buen ambiente. Todos asintieron con esmero con una escandalosa afirmación.
En realidad, siendo chicos de preparatoria no había muchas cosas que hacer diferentes a las típicas actividades clichés que solían hacerse.
Mikey disfrutando un postre mientras iba sobre un flotador en forma de plátano. Takemicchi tratando de no ahogarse por el movimiento de las olas en las partes más profundas. Mitsuya y Draken, comprando helados y demás aperitivos. Peyan y Pachin haciendo el ridículo tratando de coquetearles a las chicas desconocidas que se encontraran. Kazutora descansando debajo de la sombrilla mientras bebía un refresco frio.
Baji y Chifuyu recolectando entretenidos conchas de mar cerca de la orilla.
-Oh, ¿ya viste tremendos melones? Aunque esa sudadera está de más, a mi opinión.
-Y que lo digas, ve a hablar con ella o algo.
Las palabras sueltas se colaron a los oídos de Chifuyu a pesar de estar bastante concentrado en la misión con Baji. Alzó la mirada y no fue difícil identificar a un par de chicos, probablemente casi de la misma edad que ellos, estar murmurando entre ellos mientras los observaban.
Tal vez Chifuyu no tenía el cuerpo para ser tan intimidante como lo hubiese sido Draken o Pachin, ni tampoco la fuerza de Mikey, pero estaba claro que el gesto amenazador combinada con la sombra de su flequillo sobre sus brillantes ojos funcionó como suficiente advertencia para que los ajenos, al notarla, terminaran desistiendo y huyendo del lugar entre tropezones.
- ¡WOW! ¡Mira Chifuyu! ¡Un caracol completo! - la emocionada voz de la chica lo hizo voltear y tener que parpadear varias veces por la forma en que juntaba una caracola a tan escasos centímetros de sus ojos- ¡No creí que encontraríamos una en tan buen estado!
Sonrió ante la inocente sonrisa, completamente ajena a lo que acababa de ocurrir.
- ¡Es sorprendente, Baji-san!
Las horas transcurrieron con normalidad. El cielo que en un principio fue de un claro color azul comenzaba a colorearse poco a poco con tonalidades naranjas y amarillas. El sol hacia el horizonte se alejaba y la temperatura descendía con el pasar de los minutos.
- ¿Y Baji? - preguntó Kazutora cuando notó que Chifuyu se acercaba solo hacia donde él aún permanecía recostado, cuidando la mayoría de las pertenencias de los demás.
-Fue al baño. Me preocupa un poco, pero está cerca, y si alguien le trata de sacar platica, seguro que lo noquea antes de cualquier tipo de intento- comentó mientras secaba el sudor de su frente con una toalla.
-Es vergonzoso ver sus estúpidos coqueteos, aun a esta distancia- se quejaba con tono burlesco el del cascabel, sonriendo de medio lado- Si sabes que ella puede cuidarse sola, ¿por qué te esmeraste tanto en espantar a cualquier idiota que se atrevía a verla?
-Así que estabas observando. Bien pudiste haberlo evitado- se quejaba Chifuyu, aunque no parecía realmente molesto al respecto.
-Pfff, hubiese sido una molestia hacerlo- cruzando sus brazos detrás de su cabeza, Kazutora hizo el ademán de acomodarse aún más en toalla donde estaba. Chifuyu giró los ojos, entendiendo que la conversación se había terminado.
Estaba pensando en si valía la pena en ir a buscar a Baji, ya que parecía estar tardando más de lo debido, pero mientras ordenaba sus ideas un grupo de chicas a las que no conocía se acercaron a él.
-Hola, disculpen, ¿están ustedes solos? - dijo una de ellas, la que tenía el cabello castaño y largo hasta la mitad de su espalda. A ambos lados otras dos chicas se ocultaban, aunque soltaban algunas risitas traviesas.
-Vinimos con unos amigos…- contestó con cautela, dando un paso hacia atrás queriendo mantener la distancia.
-Oh, ¿hay más entonces? - respondió la segunda, con una timidez muy bien actuada.
- ¿Y no quisieran acompañarnos para divertirnos juntos? - volvió a hablar la primera- Estamos solas y como no conocemos bien la zona quisiéramos saber si…
Dejando el resto de la pregunta al aire, Chifuyu volteó a ver con incomodidad a Kazutora quien alzaba una ceja, un tanto rencoroso, dejando relucir sus escasas habilidades sociales de hablar con gente desconocida.
"¿Dónde están Draken o Mitsuya en estos momentos?", se preguntaba Chifuyu mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas para rechazarlas de manera cordial. "Seguro Pa y Pe me matarán cuando se enteren sobre esto".
- ¡HEY! ¡CHIFUYU!- la voz favorita de Chifuyu mencionó con gran ruido su nombre. Sorprendido volteó hacia atrás justo cuando la ex primera capitana se acercaba con pasos presurosos. Su cabello lo había atado en una coleta alta y la sudadera que le había prestado desde el inicio seguía vistiéndola, aunque con la diferencia de ahora tener la cremallera abierta.
Por supuesto ese último detalle lo hizo sentir curiosamente nervioso.
- ¡Aquí estaban! ¡Traté de llamarte pero ninguno de ustedes contestaba el puto teléfono!- habló cuando al fin logró estar al lado del rubio, refiriéndose con ello también a Kazutora- Ah, están ocupados por lo que veo- colocando sus manos sobre sus caderas, interponiéndose entre el grupo de chicas y Chifuyu, se paró con orgullo sacando el pecho y hasta logrando hacer sus senos rebotaran- Con un grupo de chicas muy lindas por lo que veo- sonrió de manera tétrica, entrecerrando sus ojos y dejando ver sus curiosos colmillos entre sus labios, mientras los humedecía con un coqueto movimiento de lengua.
Las jóvenes chicas solo pudieron asociar ese gesto con el de una bestia observando a su presa antes de atacar para saciar su hambre.
-Para nada, solo les estábamos preguntando unas indicaciones, ¿verdad? - la castaña sintió su voz temblar mientras sus dos acompañantes asentían igual de temerosas moviendo la cabeza.
-Perdonen las molestias, nos vemos- se despidió otra, dándole empujones a las restantes y presurosas, no tardaron en recorrer varios metros hasta alejarse entre el resto de personas.
-Wow, Baji marcando territorio asusta demasiado- comentó burlesco Kazutora, completamente diferente a su actitud tímida de hace unos momentos.
-Cállate, realmente ustedes son un par de idiotas- enojada, Baji comenzó a deslizar fuera de sus hombros la sudadera. Una vez que se la logró quitar, creyendo que se la devolvería, Chifuyu estiró el brazo, un tanto avergonzado por su débil actitud ante lo ocurrido. Sin embargo, la pelinegra no se la regresó de aquella manera, sino más bien la extendió primero, y aunque tuvo que pararse levemente de puntitas por la diferencia de alturas, no tardó en hacer lo que Chifuyu ese mismo día: rodeándolo con la prenda y subiendo la cremallera hasta el final ante los ojos sorprendidos del chico.
- ¿B-Baji-san? - a pesar de estar sonriendo y ladear la cabeza, Chifuyu no terminaba de comprender del todo la actitud de la joven, quien, con aire de triunfo, dio un paso atrás para poder apreciar el resultado.
-Mas te vale no quitártela. ¿Sabes cuantas zorras te estuvieron acechando hoy desde lejos? ¡Eres un imbécil si ni siquiera de eso te diste cuenta! - con el ceño fruncido y haciendo un gracioso puchero, Baji terminó dándole un fuerte golpe en uno de los hombros. Chifuyu por supuesto se quejó, pero ella pasó al lado para ahora dirigirse directamente a Kazutora- Y tú, ¡ya eres un chico de preparatoria! ¡No te escondas solo porque gente desconocida te habla!
- ¡Yo no me escondo! - contestó fuertemente también Kazutora- ¡A mí no me metan en sus tonterías de estúpidos enamorados!
- ¿¡AH?! ¡¿COMO TE ATREVES?!- mucho más ruda, Baji no dudó en encimarse a Kazutora tratando de golpearlo. Él por supuesto, tratándola como igual, se defendía del ataque y también trataba de regresarle algunos golpes.
Chifuyu ocultó su mentón debajo del cuello de la sudadera, mientras ahora también usaba ambas palmas para cubrir la mayor parte de su rostro mientras liberaba algo parecido a un quejido.
- ¿Y a ti que te ocurre? - tanto Baji como Kazutora se detuvieron al escucharlo, notando, a pesar de la cada vez más escasa luz de sol, que la piel de las orejas de Chifuyu se enrojecía con rapidez.
- ¡Baji-san es la más genial de todas! - Kazutora sintió una gotita de vergüenza bajar por su frente, aunque su sonrojo no llegaba para nada al nivel en que el rostro de la chica también se coloreaba de carmín.
- ¡No digas estupideces! - se separó de su amigo para tratar de bajar las manos de Chifuyu, queriendo descubrir su rostro, pero él se oponía poniendo mayor fuerza.
-Me siento como la heroína de un manga shoujo- seguía diciendo el rubio tratando de mantenerse oculto.
De haber podido, Kazutora hubiese querido alejarse lo más rápido de tremenda pareja de imbéciles enamorados.
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Hikari: No miento cuando digo que me han quedado ganas de escribir un fic de playa con FuyuFem pero supongo que eso vendrá en otra ocasión. Espero poder seguirlos leyendo, ¡ya vamos a la mitad del Flufftober! ¡Bye bye-perowna!
