Muy buenas chicos, aquí Cozmiik Zix con una nueva historia después de un par de años de inactividad. Una de las ideas más alocadas que he estado por MUCHO tiempo considerando escribir debido a múltiples bloqueos de escritor y falta de interés por escribir en estos últimos años, pero bueno no nos concentremos en eso.

Esta historia originalmente iba a ser un crossover con Spider-man, pero termine descartando la idea ya que no me convencía del todo, así que opte por ir con otra que, a mi parecer, me parece más equilibrada e interesante: Las Tortugas Ninja! Así es, nuestros cuatro hermanos mutantes favoritos se verán introducidos al caótico y enigmático mundo de Skullgirls.

Como podrán notar en la información del fic, la versión de las tortugas que estaré usando serán las de la serie del 2012. Me agradan las demás versiones, pero esta encarnación de las tortugas es con la que estoy mas familiarizado y es, en lo personal, mi favorita.

En cuanto a Skullgirls, es un muy buen juego de pelea, con un lore amplio, interesante y con personajes increíbles. Me resulta decepcionante la poca atención que recibe por parte de los escritores en este sitio, ni se diga los pocos crossovers buenos que se han escrito.

ACLARACIÓN:

He de aclarar que las franquicias y los personajes no me pertenecen, TMNT pertenecen a Nickelodeon/Paramount y Skullgirls pertenece a Autumn Games y Lab Zero Games. Esta obra es un trabajo/idea crossover hecho por un fan para fans. Todos los personajes y elementos utilizados en esta historia son propiedad de sus respectivos dueños.

Sin más que mencionar, comencemos:


- Prólogo -

- Sombras de la Victoria -


En un lejano mundo apartado de todo lo conocido…

Las leyendas cuentan sobre un misterioso artefacto con el poder de conceder un deseo a una mujer…

El Skull Heart

Sin embargo, si su corazón no es puro, su deseo la corromperá, convirtiéndola en un heraldo de la destrucción…

Una entidad retorcida y poderosa:

La Skullgirl

Muchas ya lo han intentado…

Todas creyendo que serían diferentes…

Creyendo que sus razones eran más justas.

Pero el corazón siempre revela su malicia ante la luz.

Eso fue antes...

Ahora, tal vez podría ser diferente…

Tal vez, nuevos héroes sean la solución para la maldición de este mundo.

Héroes surgidos de las alcantarillas.


- Ciudad de Nueva York -

Era una noche tranquila en Nueva York, una rareza que todos los habitantes de la ciudad que nunca duerme apreciaban enormemente, en especial después de uno de los eventos más impactantes que el mundo entero había presenciado en el corazón de la Gran Manzana.

Las luces de los rascacielos centelleaban en el horizonte, y la brisa nocturna traía consigo un atisbo de serenidad, una bocanada de aire fresco que la ciudad anhelaba tras la "tormenta" que la había azotado recientemente.

En los televisores de la ciudad, las voces de los reporteros resonaban con noticias importantes, y la ciudad seguía siendo el epicentro de la atención mundial.

-Noticias del Canal 6. Ha pasado una semana desde que la invasión de la raza alienígena conocida como los Triceraton causó estragos en nuestra ciudad. Esta noche les traemos actualizaciones...-

-Las reparaciones a la infraestructura de la ciudad sigue siendo un punto focal mientras trabajadores dedicados y equipos de construcción trabajan incansablemente...-

-la presencia de Mutantes involucrados en el conflicto contra los Triceraton, uno de ellos identificado como el vigilante Mugro-man, ha generado debate entre...-

-La desaparición de Destructor deja un vacío de poder dentro del mundo criminal. Estamos monitoreando de cerca...-

-Las Fuerzas de Protección Terrestre no han dado más información respecto a los eventos transcurridos hace una semana, esperamos que...-

-¡Esta es la tercera pu*beep* invasion alienigena en menos de dos años! ¿Por qué los aliens nos odian tanto?, ¿Que no hay mas pu*beep* planetas que invadir? ¿Qué mie*beep* tienen en contra de la Tierra?...-

Si, eso era el tema del momento desde hace una semana.

El asedio de los Triceraton se había convertido en una sombra ominosa que se cernía sobre la Tierra. Aquel poderoso imperio, compuesto por una inmensa flota de alienígenas con la apariencia de Triceratops antropomórficos, había descendido sobre el planeta como una tormenta negra.

Los recuerdos del mensaje que habían transmitido a todos los medios de comunicación del mundo todavía atormentaban los corazones de muchos ciudadanos, dejando en claro su siniestro propósito.

Ellos llegaron a la Tierra con un objetivo claro: enfrentarse a otra raza rival que se había asentado en el planeta, una que había operado en las sombras durante mucho tiempo.

El Kraang, seres de otra dimensión que habían estado maquinando su propio plan de conquista sobre el planeta, un plan que los Triceraton no permitirían.

Erradicar al Kraang y asegurarse de que nunca más volvieran a utilizar la Tierra como base.

Estaban dispuestos a pagar cualquier precio por la larga vida de su imperio, pero lo que dejo horrorizados a los residentes fue la declaración al final del mensaje, una que prometía la aniquilación de la Tierra.

Afortunadamente, el ejército de Dino-aliens fue detenido antes de que pudieran hacer su cometido, lo último que los pocos testigos vieron fue la gigantesca nave extraterrestre desaparecer en un enorme destello en el cielo para no volver a ser vistos jamás.

La invasión de este imperio alienígena a la Tierra afectó en gran medida a la ciudad de Nueva York.

Edificios y calles quedaron devastados durante la feroz batalla librada aquella noche en Washington Square, y ahora estaban siendo arduamente reparados.

Los ciudadanos, poco a poco, recuperaban la seguridad de salir de sus casas para restaurar sus rutinas en un intento de volver a la normalidad.

Los negocios y establecimientos reanudaban sus labores diarias, reconstruyendo lo que había sido dañado.

Un momento de calma que tanto se necesitaba. Los estragos de la batalla contra los Triceraton habían dejado cicatrices profundas en la ciudad, pero esa noche, Nueva York respiraba un poco más tranquila, sabiendo que, por un tiempo, el peligro había pasado.

Muy pocos saben con exactitud que paso aquella noche, muy pocos saben como fue que los Triceraton fueron vencidos aquella noche, aún menos saben quienes lucharon para asegurarse de que la Tierra viviera un día más.

Los rumores abundaban, unos decían que habían sido los mutantes que varios testigos afirmaban haber visto involucrados en la pelea, mientras otros lo refutaban asegurando que había sido alguna fuerza militar en respuesta del país o incluso la organización de las Fuerzas de Protección Terrestre.

Para el público en general, la identidad de aquellos responsables de salvar Nueva York una vez más, era todo un misterio.

...

Y hablando de ellos.

Mientras la gente común de la ciudad pasaba una noche más, por encima de ellos, moviéndose rápidamente con agilidad y en silencio, saltando entre los tejados, deslizándose entre las sombras, cuatro figuras pasaban inadvertidas de las personas. Observaban los sucesos en las calles que los rodeaban mientras se dirigían a un lugar específico.

Estos cuatro individuos, asegurándose de que no hubiera más testigos en las calles de abajo, saltaron del edificio en el que se encontraban. Aterrizando sobre sus pies sin daño alguno con una gracia sobrenatural justo en frente de la entrada de su destino...

Dentro de aquel edificio, un hombre de edad madura, complexión robusta y cabello canoso se encontraba barriendo el piso de lo que era un humilde restaurante de estilo japones; Vestía un uniforme y un gorro de mesero, con un delantal azul atado a su cintura, sandalias japonesas tradicionales y un par de lentes oscuros que denotaban su ceguera. A pesar de su discapacidad, el hombre podía moverse libremente sin complicación, como si conociera cada centímetro de su restaurante de memoria.

Ya era tarde, era casi hora de cerrar y el último de sus clientes se había ido hace una hora, casi nadie entraba al restaurante a estas horas de la noche, pero él mantenía el lugar abierto en caso de recibir ciertas visitas, especialmente de aquellos que una vez salvaron su vida y que se habían ganado su respeto y amistad.

De repente, la campanilla sobre la puerta tintineó, y el sonido de pasos resonó en el umbral. Un curioso, pero agradablemente familiar, olor a humedad invadió su nariz, provocando una ligera sonrisa en su rostro.

- Buenas noches, Murakami-san

- Amigos míos - dijo el hombre ciego con calidez mientras volteaba en dirección de aquella voz - Que gusto me da que vinieran

Murakami dejo su escoba a un lado y se dirigió hacia la entrada para recibir a los recién llegados. Aunque no podía verlos con sus ojos, podía sentir su presencia... pero para aquellos que pudieran verlos, se habrían dado cuenta que los cuatro individuos enfrente del ciego se trataban de cuatro Tortugas mutantes de aspecto antropormofico, cada una usando rodilleras y coderas, con vendajes cubriendo sus manos y pies, portando una bandana atada alrededor de sus cabezas y cinturones que sujetaban un arma ninja a sus caparazones.

Que loco ¿no?

- Es bueno verlo, Murakami-san - respondió Leonardo, el hermano mayor y líder del grupo, Llevaba una bandana azul y un par de katanas envainadas por encima de su caparazón. Saludó al viejo dueño del restaurante con una sonrisa amistosa.

- Habríamos venido antes, pero como usted sabrá, tuvimos que lidiar con otra invasión extraterrestre - Aclaró Donatello, el cerebro del equipo, cuya bandana era violeta y portaba un bastón Bo sobre su caparazón.

El ciego chef asintió comprensivamente, reconociendo la verdad en las palabras de los jóvenes mutantes.

- Me imagino, cuando escuche lo de la invasión, sabía que ustedes de alguna forma u otra estarían involucrados, lo cual me recuerda... - Murakami se dirigió hacia la parte trasera del establecimiento, invitando a las jóvenes Tortugas a tomar asiento y acomodarse mientras él regresaba.

Los cuatro hermanos se acomodaron en sus sillas, sus caparazones descansando cómodamente en el respaldo de las mismas. A pesar de las extrañas circunstancias de sus vidas, este humilde restaurante era un refugio de normalidad en el que podían encontrar consuelo.

- No sé ustedes, pero yo en serio extrañaba este lugar - Mencionó Rafael, la fuerza y el temperamental, su bandana era de color rojo, y tenia un par de Sai envainados a los lados de su caparazón. Se reclinó sobre la barra, justo a lado de su silla - Después de seis meses de viajar por el espacio no podia esperar para comer aqui.

Como él había mencionado, los cuatro hermanos mutantes habían regresado de su larga travesía por el espacio hace una semana, en la cual, junto con sus dos amigos Abril O'Neil y Casey Jones, con la ayuda del robot científico, el Profesor Zayton Honeycutt, también conocido como Fugitoid, habían viajado seis meses en el pasado para evitar que los Triceraton reunieran las piezas del Generador de Agujeros negros, El Corazón de las Tinieblas, y destruyeran la Tierra por segunda vez.

Su ardua odisea por los confines del vasto universo era toda una experiencia de que hablar, los amigos y aliados que obtuvieron, como las enemistades que surgieron y las batallas que libraron para asegurarse de que existiera un mañana para su hogar habían marcado a los cuatro hermanos y a sus amigos profundamente.

Todo para culminar en el mismo momento en el que todo había empezado y decidiría el destino de la Tierra.

La aventura espacial había sido agotadora, y ahora por fin, en estos tiempos de paz, podrían disfrutar de un momento de relajación en uno de sus lugares favoritos en Nueva York.

- Ni que lo digas hermano, estoy tan hambriento que me podría comer un super mega banquete de héroes - Dijó Miguel Angel, el menor de los hermanos, el de espiritu libre y bromista del grupo, su bandana era naranja un par de nunchakus colgaban a los lados de su caparazón.

De repente, un delicioso aroma inundó el lugar, haciendo que los estómagos de las Tortugas rugieran de hambre. La voz de Murakami los llamó a todos, y al dirigir su mirada hacia él - Tenía el presentimiento de que vendrían, así que les prepare algo especial - las tortugas quedaron atónitos al ver al chef sosteniendo una charola con un festín que era más que una simple comida, era una obra maestra culinaria.

En la bandeja, cuatro tazones de ramen se alineaban perfectamente, acompañados de generosas raciones de sashimi y rollos de sushi. El aroma tentador del tempura flotaba en el aire. En el centro de la bandeja se encontraba una sorpresa que los dejó sin habla: una abundante cantidad de sus famosas pizza Gyozas arregladas de manera que parecían una imagen de una tortuga. - Les presento: ¡Kame no Kazoku no Utage!, ¡El festín familiar de la tortuga!

Los ojos de las Tortugas se iluminaron de emoción ante la vista de la deliciosa comida preparada especialmente para ellos por su querido amigo y chef. Mikey no puedo evitar soltar una lágrima de alegría ante tal magnificencia - Chicos, mi deseo se hizo realidad.

Todos tomaron un plato antes de juntar sus manos y decir "Itadakimasu" en unísono. Luego, procedieron a servirse y disfrutar de la cena que tenían frente a ellos.

- ¡Vaya! Abril y Casey no saben de lo que se están perdiendo - Mencionó Donnie disfrutando de otro bocado del delicioso tempura - ¿Saben? Aún no me creo lo que hemos pasado hasta ahora, que logramos vencer a los Triceraton y salvar no solo a Nueva York, sino a toda la Tierra.

Sus hermanos comprendían muy bien su sentir, casi parecía surrealista el hecho de que cuatro Tortugas mutantes hayan vencido a toda una flota de extraterrestres poderosos para salvar el planeta entero

- Si, pero... no quiero ser el pesimista, pero aún con el Kraang muerto, y con Destructor y sus secuaces fuera del radar, la ciudad es básicamente un campo de juego para cualquier Jefe Gánster o Villano que quiera ocupar el espacio del Clan del Pie... sin mencionar que aún no sabemos nada sobre Karai desde que volvimos - Raphael planteaba una preocupación válida.

Era cierto, aunque la ciudad gozaba de un momento de paz, esta era momentánea, solo era cuestión de tiempo para que, o Destructor se recuperara o alguien más, como el Jefe de la Mafia Italiana Don Vizioso, intentara llenar el vacío de poder.

Además, aún era desconocida la situación de Karai, la hija de su padre y mentor, el maestro Splinter, se encontraba desaparecida después de que las tortugas la liberarán del control mental que Destructor había puesto sobre ella.

La joven había sido un punto focal de su búsqueda antes de embarcarse en la aventura espacial. Para Leo encontrar a Karai era más que una simple tarea. Era una promesa que le había hecho a su maestro y padre adoptivo. Si Splinter los había criado como sus propios hijos, Karai era como una hermana para ellos. Su desaparición era una herida abierta en el corazón de Leo.

- La encontraremos - Afirmó Leo viendo a sus hermanos con determinación - seguiremos mejorando y haremos lo que podamos para evitar que la ciudad se desmorone... por ahora, disfrutaremos de la paz mientras dure.

- ¡Así es! ¡Ánimo chicos! Esta es nuestra noche porque... ¿¡Quién salvo al mundo!? - Alzó la voz Mikey, elevando su puño al aire. Animando a sus hermanos, quienes decidieron seguirle el juego

- ¡Nosotros!

- ¿¡Quién pateó Dino-traseros!?

- ¡Nosotros!

Mikey los miró de reojo con una sonrisa pícara antes de preguntar - ¿¡Quién le dará su comida a Mikey!?

- ¡Noso- ¡Hey!/¡Mikey!/¡No te atrevas!

La risa y la camaradería llenaron el restaurante mientras los cuatro hermanos continuaban disfrutando de su merecida cena, sabiendo que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre podían contar el uno con el otro.


- Tres días antes -

- 30 km al Norte de Nueva York -

Oculta en un área forestal en la cercanía de Nueva York, dentro de la habitación principal de una lujosa mansión asentada en la cima de un acantilado, yacía en cama el cuerpo de un hombre destrozado.

Aunque gran parte de su figura estaba cubierta por las sábanas, las heridas que lo recorrían eran evidentes. Desde el torso hasta los brazos, se podían ver los vendajes que marcaban las zonas donde las heridas habían sido tratadas. Respirando a través de una máscara de oxígeno, lo único que se distinguía de su rostro bajo las vendas eran sus ojos, y una impactante cicatriz de quemadura que se extendía desde su cabeza hasta el lado derecho de su cara.

Aquel hombre, cuyo cuerpo obviamente había visto mejores días, era Oroku Saki, El Destructor, líder del infame Clan del Pie.

La razón de su estado actual se encontraba en los eventos de hace una semana, cuando los Triceraton invadieron la Tierra.

En un giro inusual de los acontecimientos, su antiguo enemigo, Hamato Yoshi, Splinter, había recurrido a él en busca de una alianza temporal para evitar la destrucción del planeta. Saki, de mala gana, había aceptado la propuesta, quizás con la esperanza de que, si lograban salvar la Tierra, podría volver a ver a Karai, la hija que le había arrebatado a Splinter y criado como suya.

Cuando los Triceraton prepararon su Generador de Agujeros Negros, Splinter y Destructor se apresuraron a detener la cuenta regresiva. Sin embargo, en un instante, el odio arraigado de Saki hacia Yoshi finalmente superó su amor paternal por Karai. En un momento de traición, Destructor intentó apuñalar por la espalda al maestro rata para saciar su sed de venganza, nada más le importaba, para él la Tierra podía ser destruida con tal de poder superar y acabar con la vida de antiguo enemigo.

Para su infortunio, Splinter se percató de su traición a tiempo, ambos se confrontaron en una feroz batalla por supervivencia, en la que el maestro del clan Hamato salio victorioso y Destructor quedó herido de gravedad.

Ahora, tanto él como los pocos seguidores que le quedaban se refugiaban en esta aislada mansión.

Saki respiraba con dificultad, cada inhalación era un recordatorio constante de su derrota y de las decisiones que lo habían llevado a esta situación, con sus ojos cerrados, su mente trabajaba en busca de respuestas mientras su cuerpo descansaba y se curaba, o al menos lo intentaba.

Llámenlo suerte, destino, dios o lo que sea que fuera se mofaba de él. Hasta donde podía recordar, la balanza en su rivalidad con aquel que alguna vez consideró un hermano a pesar de no estar relacionados en sangre, siempre parecía estar a favor de Yoshi, y las victorias que Saki obtenía siempre eran tan... amargas... vacías... no lograban satisfacer el vacío que tanto anhelaba llenar.

'¿Por qué?' Se preguntaba.

Los recuerdos de Tang Shen, el amor de su vida, seguían siendo una herida abierta en su corazón. Yoshi se la había arrebatado, luego la perdió en su primer enfrentamiento a muerte con su adversario. Aquella noche le persiguió como un espectro confuso: en un momento Saki estaba a punto de acabar con la vida de Yoshi y al siguiente Shen estaba inconsciente en los brazos de su rival mientras el fuego consumía su hogar... 'Hamato Yoshi me la arrebató' resonaba en su mente como un eco desgarrador.

Luego vino Karai, la hija que su amada había tenido con su enemigo, la pobre niña que encontró abandonada despues de dar a Shen y a Yoshi por muertos. Criándola como propia a lo largo de su vida, invirtiendo años en entrenarla y moldearla en una formidable kunoichi, sembrándole el mismo odio que él sentía hacía Splinter... todo eso fue en vano cuando Karai descubrió la verdad de su linaje... 'por culpa de esa rata'' terminó convirtiéndose en una mutante y una vez más estaba desaparecida, tal vez incluso fuera de Nueva York... 'Hamato Yoshi me la arrebató' seguía siendo la amarga verdad.

Ahora, Oroku Saki era un hombre roto en un estado tan patetico y lamentable, sin su amada, sin su hija... sin su victoria... sin retribución... una vez más "Hamato Yoshi me la arrebató".

El hecho de que Splinter continuara su existencia mientras él yacía postrado en esta lamentable condición impotente, era un cáncer que se propagaba por su mente. Destructor no era alguien que aceptará que había sido superado tan fácilmente, pero ahora, la duda plagaba sus pensamientos. Aun si se recuperará por completo ¿Sería suficiente para acabar con Splinter?, el resultado de su último enfrentamiento le confirmaba lo contrario.

Habría que tomar medidas aún más drásticas.

Mientras él se sucumbía en sus pensamientos, los signos vitales del Destructor eran monitoreados meticulosamente con el equipo médico de alta tecnología que ocupaba el respaldo de su cama. Cada latido de su corazón, cada fluctuación en su presión arterial era observada de cerca, un testimonio constante de su frágil estado.

Dentro de la habitación, resonaban ligeros pero persistentes zumbidos. Este sonido, proveniente de la única compañía que el líder del Clan del Pie había tenido en los últimos días, estaba muy lejos de ser normal.

La figura que yacía al fondo de la habitación era una extraña amalgama entre humano y monstruo. Vestía un suéter rosado y pantalones azules, pero cualquier indicio de humanidad terminaba ahí. Su piel era escamosa y grotesca, sus brazos se deformaban de manera irregular, uno de ellos se extendía hacia un extremo afilado similar a una pinza en lugar de dedos humanos. Lo que más resaltaba era su cabeza, una gigantesca cabeza de mosca. En su cara, había dos enormes ojos verdes, vello facial cubriendo su boca y una segunda boca vertical entre los ojos. Sobre la cabeza, su cabello rizado y desaliñado se entrelazaba con su monstruosidad. Dos grandes alas de mosca sobresalían de su espalda, completando esta extraña criatura.

Baxter Stockman, el científico transformado en una mosca mutante al servicio de Destructor.

Mientras el maestro descansaba, Stockman se había asignado como su doctor y cuidador personal, trabajando para asegurarse de que Destructor tuviera una recuperación completa y, a petición de este, desarrollar una nueva fórmula de mutágeno que acelerará dicha recuperación y, potencialmente, fortaleciéndolo aún más de lo que era.

- Stockman - Sin embargo, una voz tosca y firme interrumpió su proyecto. Stockman se volvió hacia la entrada de la habitación, donde un nuevo individuo había entrado.

- ¿Bzzz? ¿S-Si? Garra de Tigre - Stockman se dirigió al recién llegado, otro mutante, un Tigre de bengala humanoide de musculatura definida. Usaba un parche cubriendo su ojo izquierdo y vestía un pañuelo azul alrededor de su cuello, un chaleco de cuero sobre una camiseta celeste y pantalones negros con hebillas en los tobillos. Llevaba dos cinturones de balas cruzados sobre su pecho, un cinturón doble de metal en su cintura y, en cada pierna, una muslera porta armas de cuero.

- El maestro, ¿Esta despierto? - preguntó el segundo al mando y asesino de mayor confianza de Destructor.

- Está consciente, aunque hablar le resulta difícil en este momento, pero puede oírnos.

El tigre se dirigió hasta estar en frente de la cama de su maestro y se arrodilló, inclinando la cabeza en un gesto de respeto. - Maestro, perdone mi intromisión, pero encontramos algo que podría ser... de su interés.

Los zumbidos de Stockman se detuvieron momentáneamente mientras Garra de Tigre sostenía en la palma de su mano un objeto muy familiar para todos presentes en la habitación: una sonda Kraang. Esta esfera plateada, rodeada de brillantes líneas moradas, emitía un constante y tenue pitido.

Stockman quedó anonadado al verla. - Eso es una sonda Kraang, !BZZZZ! ¡Es imposible! ¿Dónde la encontraste? - El científico mutante no podía creer lo que tenía ante sus ojos. Se suponía que los Kraang habían sido derrotados, ¿cómo era posible que apareciera una de sus sondas ahora?

- Estaba flotando en la cercanía cuando lo intercepte, desde entonces no ha parado de sonar. Creo que tiene una llamada... para usted Maestro...

Tanto Stockman como Garra de Tigre se volvieron hacia el hombre en la cama, esperando alguna señal o confirmación de su parte. La única respuesta que obtuvieron de él fue un leve asentimiento con la cabeza.

Sin más que decir, el tigre mutante se levantó y presionó el centro de la esfera Kraang, haciendo que dejara de emitir ese zumbido constante y la hiciera levitar. Mientras Stockman se alejaba para brindar un poco de espacio, la esfera proyectó una pantalla ante el hombre tigre, dejando mostrar la imagen de un ser que parecía literalmente de otro mundo.

- ¡Muy buenas noches! - el holograma saludó con cortesía a los presentes. La apariencia de este ser era algo que desafiaba toda lógica terrestre: un enorme cerebro andante con seis tentáculos, uno de ellos terminando en una pinza metálica. Su viscosa cara tenia una cicatriz que recorría desde su cabeza hasta su ojo izquierdo, el cual estaba bajo una prótesis cibernética que giraba entre dos lentes, marcas oscuras rodeaban su ojo sano, y sus pequeños dientes afilados se asomaban detrás de la membrana que cubría sus labios — ¿Me extrañaron? ¡Ja! Obviamente lo hicieron.

- Kraang Superior - Respondió el mutante, reconociendo la identidad de aquel al otro lado de la llamada - Hmph... veo que un remanente del Kraang sobrevivió a la destrucción de Tecnodromo.

- Para tu información, bigotes, no me encontraba dentro del Tecnodromo cuando los Triceraton lo destruyeron. No toquemos ese tema. - Al notar que aquel con quien tenía intención de charlar no se encontraba en su campo de visión, respondió - En fin, ¿¡Por qué estoy hablando contigo!? ¿Dónde esta Destructor?

El mutante evitó gruñir ante la falta de respeto - Destructor está indispuesto en este momento, yo hablaré en su nombre - declaró con firmeza - Ahora responde ¿Cómo encontraste esta ubicación?

- Bien... respondiendo a tu pregunta, pues mucho del equipo y armamento que utilizan está mezclado con componentes de tecnología kraang, así que no fue dificil detectarla y descartar ubicaciones hasta dar con ustedes.

Sin embargo, su explicación levantó sospecha en Garra de Tigre. Si este alienígena se había dado la molestia de buscarlos, era obvio que quería algo - ¿Y qué es lo que quieres?

- Necesito un pequeño favor - '¿Favor?'

La imagen del extraterrestre fue reemplazada por un mapa satelital de Nueva York, varios puntos color rosa señalaban diversas ubicaciones dentro del estado - Estas son bases y laboratorios Kraang abandonados que he podido ubicar dentro de la ciudad, lo que necesito es que me traigan diversos componentes y equipo de estas.

Garra de Tigre escrutó el mapa con atención, evaluando el panorama. - Muchas de estas ubicaciones ya han sido clausuradas por la milicia estadounidense - Comentó - Las que quedan están aseguradas con sistemas de seguridad Kraang, ¿Exactamente que planeas? - preguntó con cautela.

- Estoy trabajando en un pequeño proyecto personal, pero mis recursos son... limitados y lo que menos quiero es llamar atención no deseada.

Su respuesta no inspiraba confianza en Garra de Tigre. Aunque en el pasado se habían aliado con el Kraang para enfrentar a las tortugas, estos eran aliados peligrosos que solo les interesaba mutar el planeta a su gusto.

Ahora, uno de ellos, con suerte el último que quedaba, solicitaba su apoyo para recuperar parte de la tecnología extraterrestre esparcida en la ciudad.

Podían hacerlo, claro. Las fuerzas del Pie se caracterizaban por su habilidad para el sigilo e infiltración, pero el riesgo seguía presente, aún más en su situación actual.

En cuanto a Baxter, quien escuchaba el intercambio entre ambos, su opinión era mutua, el tono elusivo del cerebro andante dejaba muchas incógnitas '¿Qué planea hacer? ¿Por qué no consigue lo que busca por su cuenta o volvía a su dimensión por ello? ¿"Atención no deseada"? ¿De quién? ¿Las tortugas? ¿La milicia? Tendría sentido claro, pero este "proyecto" ¿En qué afectará a la Tierra... o a nosotros?'

El científico mutante nerviosamente volteó de reojo para ver al hombre en cama '¿Qué piensa usted, maestro Destructor?'

Una parte de él deseaba solventar esas dudas, pero decidió callar y dejar que Garra de Tigre continuará. Irrumpir para satisfacer su curiosidad no le haría bien en este momento.

El tigre mutante no había olvidado la anterior alianza con los Kraang, pero tampoco estaba dispuesto a permitir que el alienígena se saliera con la suya sin un precio justo.

- Asumiendo que obtengamos la tecnología que buscas - comenzó Garra de Tigre con un tono frío y calculador, su mirada felina fija en el holograma del Kraang - Debo suponer que no esperas que este "favor" te salga gratis.

- ¿Qué? ¿No pueden hacer este pequeño encargo por mí? ¿Ni siquiera por nuestra alianza pasada? - dijo con un tono bromista, como si el pedido fuera un simple favor entre amigos.

Garra de Tigre entrecerró los ojos, haciendo que el cerebro alienígena entendiera el mensaje. Con un desdén apenas disimulado el Kraang respondió - Hmph, bien... Si consiguen las piezas que necesito, entonces les daré... la ubicación exacta de la guarida de las tortugas.

...

Todos los presentes en la habitación quedaron en silencio, procesando la propuesta de su viejo aliado.

"Eso si es interesante."

La guarida de las Tortugas, era algo que habían buscado incansablemente desde que Destructor y el Pie llegaron a Nueva York. Casi dos años y aún seguían sin averiguar la ubicación del escondite de sus enemigos, había que reconocer que lo que quedaba del Clan Hamato era formidable en ocultar su rastro.

Pero, fue durante la segunda invasión del Kraang a la tierra, que el mismo Kraang Superior fue quien encontró la guarida, obligando a Splinter y a sus alumnos a abandonar las alcantarillas para luego terminar enfrentándose a Destructor y sus fuerzas en la superficie.

El Clan del Pie y el Kraang saliendo victoriosos.

Sin embargo, las tortugas escaparon de la ciudad aquella vez, para luego volver meses después y expulsar al ejercito del Kraang devuelta a la Dimensión X, liberando a la ciudad de su ocupación. Desde entonces la alianza entre el Kraang y el Pie se había vuelto distante. Toda comunicación era nula entre ambos bandos.

Para su desgracia, la información sobre la ubicación de las Tortugas nunca fue compartida con Destructor, y esa omisión lo había atormentado durante mucho tiempo.

Pero ahora, finalmente tenían una oportunidad más de obtener esa información.

- Kraang... - la voz proveniente del mismo Destructor, rasposa y debilitada, resonó en la habitación sorprendiendo a los presentes.

A pesar de su estado de salud, Garra de Tigre y Stockman permitieron a su maestro continuar la conversación. Aunque Kraang no podía verlo directamente, él reconocía perfectamente esa voz.

- Ah, Destructor... me alegra oír de ti finalmente. ¿Cómo has estado?

Su falso tono amigable pasó sin importancia para el líder del Clan del Pie - ¿Tienes... la ubicación? - preguntó con dificultad, cada palabra se sentía como lija en su garganta.

- ¡Claro que la tengo! Fui YO quien la descubrió en primer lugar - respondió indignado ante la pregunta denotando su usual falta de humildad - Entonces ¿La quieres o no?

El hombre en cama escuchó atentamente la voz del extraterrestre, cersiorándose de la sinceridad en sus palabras. Debilitado, pero determinado, dejó en claro su posición.

- Tendrás... lo que necesites... - declaró, haciendo que Kraang sonriera en triunfo - pero... fallame... y te arrepentirás

- Si, si, como sea, lo tendré en cuenta - rodó los ojos haciendo poco caso a la amenaza de su socio. Lo importante es que ya tenían un trato.

La sonda desplegó una especie de soporte sosteniendo una tarjeta azul con bordes plateados, acercándola hacia el tigre mutante quien la tomo entre sus dedos - Esta es una llave que les permitirá entrar a los laboratorios sin activar los sistemas de seguridad, también les demostrará una lista de las cosas que necesito y... como muestra de buena confianza son libres de quedarse con lo que encuentren. Claro, siempre y cuando no sea algo que yo requiera. Una vez que terminen, vuelvan a llamarme y les daré un punto de encuentro para hacer el intercambio.

'¿Quedarse con lo que les pareciera útil?, que generosidad tan inusual'

- Así se hará entonces - Finalmente, el holograma se desvaneció y el orbe descendió lentamente hasta posarse en la mano abierta del mutante- Enviaré a Zek y Steranko de inmediato, maestro.

Destructor asintió, confiando el encargo en su segundo al mando y volvió a su reposo.

Stockman resumió su trabajo y Garra de tigre finalmente salió de la habitación.

'¿Para qué Kraang necesitaba esa tecnología?' Era una de las incógnitas que había dejado esa conversación, pero la descarto de su mente al instante 'Eso no importa...' Destructor y el Kraang nunca se entrometían en los asuntos del otro.

Mientras el fin sea cumplir su anhelada venganza, pasará lo que tenga que pasar.

Una vez más, se sumió en sus pensamientos oscuros y en sus ansias de vendetta contra Splinter y sus tortugas.

Tenía una oportunidad para recuperar la ventaja estratégica. Un paso adelante, con el conocimiento de dicha ubicación podría idear un mejor plan para erradicarlos de una vez por todas.

A pesar de estar adolorido, no pudo evitar apretar sus puños en anticipación, sus dientes crujían canalizando toda su ira y odio.

Por ahora, estaba obligado a recuperar sus fuerzas, pero pronto, El Clan del Pie volvería a estar en movimiento, y Nueva York, una vez más, sería el escenario de un conflicto que decidiría el destino de todos los involucrados.

La vida de Hamato Yoshi llegará a su fin.

Simplemente no lo podía esperar.


Y Cliffhanger

Esto ha sido la primera parte de la historia.

Como habrán podido notar, esto se centra después del arco del espacio y antes de empezar el arco de "Ciudad en Guerra" (entre los episodios 13 y 14 de la 4ta temporada).

Elegí este punto en la trama porque, en lo personal, me pareció lo más apropiado ya que las tortugas y sus amigos ya tienen la suficiente experiencia para lidiar con situaciones interdimencionales y también que (Spoilers) Splinter aun esta vivo y planeo usarlo en la historia.

Aun tengo planeadas sorpresas y desarrollo para los hermanos.

Debo mencionar que mi forma de redactar no es una maravilla, más hago mi mejor esfuerzo. Mi experiencia con escenas de pelea esta algo oxidada.

Usualmente a mi Me gusta mantenerme acorde al canon, pero esten concientes que (por conveniencia) haré cambios en el canon actual de la serie, nada tan impactante ni nada que arruine el tono, pero que igualmente se mantenga interesante. Solo aquellos que siento que pudieron mejorar, "arreglar" agujeros en la trama y usar elementos que pudieron ser parte del producto final.

No tengo mucha experiencia en este campo, pero planeo que haya romance y emparejamientos entre algunos personajes. Lo único que confirmare sera los siguiente:

- Rafael y Mona Lisa - la MEJOR relacion romantica/Ship de toda la serie: se quedan tal y como esta. Rafael ya esta ocupado, osea, no tendra más interéses amorosos. Podría comentar acerca de otras chicas, pero permanecerá completamente fiel a Mona.

- Donatello y Abril: Lo estuve pensando mucho y decidí que NO. Cuando era pequeño a mi me daba risa la interacción romantica que tenia Donnie hacia la pelirroja, hasta llegue a apoyar el ship en su momento.

Pero una vez vas madurando, empiezas a notar lo negativamente simp y obsesivo que era Donnie hasta el punto de llegar a ser molesto; y era super obvio que Abril no sentia lo mismo por él y que ella no queria herir sus sentimientos.

Este será uno de los cambios que hare en el canon, Abril y Donnie nunca se besaron (sinceramente lo del beso fue totalmente anticlimatico, dado lo que paso en aquel episodio), él "superó" esos sentimientos por ella, más aun siguen siendo buenos amigos y conservan su quimica (esto para dar a entender: a pesar que alguien no corresponda tus sentimientos no significa que la amistad se deba acabar o que no puedas llevarte bien con esa persona).

- Leonardo y Karai: ¡NO! ¡ABSOLUTAMENTE NO! La serie explicitamente nos muestra que comparten el mismo padre. Podriamos debatir todo el dia sobre si Splinter y las tortugas comparten ADN, Y aunque no lo hicieran, eso NO quita el hecho de que Karai y las tortugas prácticamente SON MEDIOS HERMANOS.

Miguel Ángel y... La verdad no lo he decidido XD (Pobre Mikey, el también merece amor)

(Mi más sincera disculpa de antemano si esto parece decepcionante para algunos)

¿Entonces Leonardo, Donatello y Miguel Ángel y demás personajes tendrán parejas o intereses amorosos? Lo más probable es que SI.

¿Quienes serán? Aun no lo he decidio y prefiero que quedará como una sorpresa por el momento.

(Aviso 1: Con el debido respeto y con el propósito de no ofender a nadie, por razones personales, NO hago Yaoi ni Yuri).

(Aviso 2: Por cuestiones de seguridad y expansión, Esta historia tambien estará disponible en Wattpad y también contará con una version en Ingles que estare actualizando a su debido ritmo).

Si tienen algun comentario, consejo o sugerencia, Si les parece entretenida o aburrida mi historia, Si hay algo que me salte del canon tanto de las Tortugas Ninja o Skullgirls; con confianza pueden hacermelo saber.

Sin nada más que decir, Dios los bendiga mis chavos y nos vemos a la próxima.

Cozmiik, fuera.