Hola:

Dejo el capítulo quince, otro universo alternativo con varios personajes de SS TLC en un ámbito de oficina.


Atención: Todos los personajes de Saint Seiya y Saint Seiya: The Lost Canvas, pertenecen a Masami Kurumada y Shiori Teshirogi respectivamente. La historia es de mi autoría personal, la cual solamente escribí por diversión.


Día 15: Fiesta en la playa

Múltiples personajes, todos adultos.

Universo alternativo, oficinistas, playa, relajación.

A la Corporación Athena le había ido muy bien ese año. Se había convertido en una empresa rentable, con amplias ganancias, buenos socios y muchos clientes. Así que el departamento de Recursos Humanos propuso organizar un evento para recompensar a los empleados, y esto era, un fin de semana en la playa para ellos y sus familias, con todos los gastos pagados.

La directora Sasha estuvo de acuerdo, así que se puso en marcha el proyecto. Se hizo la planeación y se les dio la noticia a los empleados para tener todo bien organizado. Una vez que llegó la fecha, un par de autobuses turísticos los llevó a una hermosa playa del mar Egeo. Las cuestiones administrativas y de hospedaje ya estaban resueltas, así que sólo quedaba divertirse.

—¡Bienvenidos a esta fiesta en la playa! — dijo Sasha, quien estaba sobre un pequeño entarimado y con un micrófono en la mano, dirigiéndose a sus empleados. — Esto es para agradecerles todo el esfuerzo que han hecho a lo largo del año para hacer crecer a la empresa, Corporación Athena agradece su fidelidad y compromiso, por favor, diviértanse. —

Tras estas palabras, la música dio inicio, cortesía de Kardia, quien fungía como DJ en los controles de audio. Muchos decidieron ponerse a bailar, otros se sirvieron bebidas frías, las chicas comenzaron a jugar voleibol y otros se propusieron levantar un castillo de arena.

Sasha tomó asiento en un camastro, se puso bloqueador solar y unos lentes oscuros, recostándose bajo el resguardo de una gran sombrilla.

—¿Qué opinas Sage? — preguntó ella, mirando a su director de finanzas.

El hombre estaba sentado a un lado, en su propio camastro, tomando una bebida en un coco.

—Muy entretenido señorita Sasha, pero no cree que podría resultar peligroso el usar una banana gigante— señaló hacia el mar.

En la orilla, un grupo de hombres estaban preparando el enorme inflable para montarse en él y brincar sobre las olas.

—Bueno, ya sabes que Aspros, Defteros y Manigoldo siempre han sido muy extrovertidos, no por nada son nuestros vendedores estrella, déjalos que se diviertan— justificó Sasha.

—Bueno, al menos todos parecen divertirse, incluso los serios de Contabilidad— indicó Sage, mirando hacia otro lado.

En una mesa, no muy lejos de ellos, estaban sentados Albafica, Cid, Dégel y Asmita, todos entretenidos con algún tipo de juego de mesa y unas bebidas exóticas a su lado. Se les notaba relajados, sin tener que pensar en números y declaraciones de impuestos. Más allá de ellos, estaban Shion, Hasgard y Dohko, construyendo un castillo de arena, lo que sorprendió a Sage, ya que no imaginó a los empleados del área Fiscal portándose como niños.

—¿Dónde está tu becario? — quiso saber la directora.

—Regulus está por allá, jugando con las muchachas. —

Efectivamente, el joven Regulus jugaba voleibol con Yuzuriha, Calvera, Agasha, Gioca y Serinsa, las chicas de mercadotecnia. Se le notaba la felicidad en el rostro al ser el único varón en medio de tantas féminas.

—¿Y Sísifo?, según dijo, no tardaba en venir después de revisar lo del hospedaje. —

—No se preocupe señorita Sasha, ya sabe cómo son todos los licenciados en administración, deben llevar el control de todo y Sísifo es un poco obsesivo con eso, por cierto, ahí viene— indicó el jefe de finanzas.

El aludido venía cargando una canasta de frutas enorme, así que, una vez llegó con ellos, la depositó en una mesa cercana.

—Por fin, ya quedó todo listo— habló Sísifo, sentándose en otro camastro, abanicándose con la mano. —Esa canasta es un regalo de bienvenida del hotel. —

—Que amables— sonrió Sasha, revisando las frutas. —Bueno, es hora de relajarse, por qué no vas con los demás, tal vez te gustaría jugar cartas o montar en la banana. —

—No, muchas gracias, prefiero asolearme un poco— Sísifo se recostó, colocándose unos lentes de sol.

Así comenzaba la diversión con aquel merecido descanso.


Continuará...

Gracias por leer.