BROKEN
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"El Llamado"
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Historia dedicada a mi esposo y amor de mi alma, Yu, que ayudó con todo su corazón, amor e imaginación a la re-construcción del universo de este fanfic.
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Po sabía que algo tenía que significar todo eso.
A pesar de haber despertado hacía ya tantas horas aún se sentía con el corazón roto, como si todo lo que había visto y vivido dentro de su cabeza hubiera sido una realidad por la cuál él mismo hubiera pasado; la pérdida que se había percibido durante el sueño y el dejar ir aquello que desconocía pero que sentía como parte suyo parecía desgarrarle el espíritu y ni siquiera tres docenas de dumplings durante el desayuno habían conseguido hacerle sentir mejor.
No era como si aquello no hubiera ocurrido en el pasado, ya antes había tenido pesadillas terribles como aquella en la que se quemaba el restaurante y perdía completamente todas sus figuras de acción de los Cinco Furiosos pero ni siquiera aquello que en su momento le había tenido vigilando sus tesoros cada cinco minutos al despertar había conseguido ponerle serio y de mal humor durante todo el día.
Pero esta situación era completamente diferente.
No podía sacarse nada de aquellas imágenes de la cabeza y para colmo de males, no le permitía concentrarse en nada de sus actividades favoritas de toda la vida, Kung Fu incluido; no era como que se declarase fan de los entrenamientos y sobre todo cuando Tigresa estaba involucrada y decidía ponerse severa pero aún así…
No tenía que ver el que la fémina más fuerte del grupo no fuese firme con él para que no perdiese condición pero sencillamente aquel día todo le salía tan mal que no había podido evitar hacerla enfadar a tal nivel que no había parado de gritarle en toda la mañana; Po estaba seguro de que la pobre guerrera tendría una ronquera que la haría sonar como un demonio de las Montañas Aullantes para aquella noche y para sumarle más dolor al que ya sentía en su interior, le había resultado casi imposible esquivar ningún golpe de sus amigos durante los ejercicios, agradeciendo hasta cierto punto que como siempre tanto Mono como Víbora se hubiesen medido al momento de luchar en su contra, quizá en un mudo acuerdo de compasión para con el pobre panda que no parecía estar seguro acerca de dónde se encontraba parado.
Tigresa estaba al límite de la desesperación y Mantis parecía entre preocupado y divertido por aquello, sin embargo…
El Guerrero Dragón podía darse cuenta de que no había sido el único que había pasado por una noche terrible y que ahora mostraba las consecuencias de ello.
No era como que no creyese que los Cinco Furiosos eran las criaturas más duras y valientes del Kung Fu.
Pero incluso ellos tenían heridas invisibles que parecían atormentarlos en ciertos momentos y de todos ellos, era consciente de que al menos uno aún seguía sangrando estas sin importar los años transcurridos desde la terrible batalla de Gongmen que les había marcado tal cuál y lo había querido aquel terrible enemigo en su momento.
Los terrores nocturnos y el pánico al fondo de sus ojos cuando ocurrían aquellas pesadillas vívidas era una cosa a la que se habían acostumbrado todos pero ver la mirada casi muerta del maestro Grulla mientras se defendía en automático en los entrenamientos al tiempo que sus golpes eran completamente centrados y sin medirse habían provocado que Tigresa tuviese que defenderle después de un tiempo dado que era evidente que el ave zancuda no parecía darse cuenta de quién era el que tenía delante.
Eso ya lo decía todo.
Aquel día era oficialmente terrible tanto para Po como para Grulla y ni siquiera el flojo intento de Mantis por despertarles a ambos y bromear al respecto había conseguido algo.
Un silencio aún más aprehensivo y una mirada lánguida y seca por parte del ave habían sido suficientes como para desalentar cualquier otro intento del insecto por levantar los ánimos de ambos y para que Mono bajase la vasija de barro con agua que pretendía arrojar a escondidas hacia su compañero de batallas en una muda complicidad con su amigo verde, dejándolo finalmente de lado entendiendo que lo úncio que iban a recibir ambos era una paliza, probablemente.
Definitivamente, Grulla no estaba de humor aquel día y nadie pretendía a esas alturas el acercarse a preguntar el porqué, imaginándolo de antemano.
Lo mejor sería (en palabras de Tigresa) el dejarle solo para que tuviese espacio para meditar y tranquilizarse nuevamente.
El panda jamás pensó que estaría tan agradecido o tan desesperado por terminar con un entrenamiento de kung fu como lo había estado aquel día y solo de haberse dado cuenta de aquel sentimiento casi le había hecho ponerse a gritar de desesperación y horror; él, el Guerrero Dragón, ansiando con todas sus fuerzas el que terminase un entrenamiento de kung fu! Kung Fu! Lo que más amaba en todo ese ancho mundo aparte de sus figuras de acción y de un buen plato de fideos!
Finalmente con los nervios a flor de piel y dejando escapar varios gritos de ansiedad espantando a algunos gansos en su camino, se dirigió al recientemente reconstruido y renovado (a un grado que le hacía lucir incluso más espectacular e imponente sobre todo el Valle de la Paz) Palacio de Jade donde esperaba encontrar inmediatamente al maestro Shifu en alguna clase de meditación o estudio sobre todo ahora que había decidido tomar el camino de la jubilación… aunque en realidad, mas bien parecía usar aquello como una mera excusa para descansar cada cierto tiempo puesto que continuaba guiando a sus estudiantes y definitivamente, siendo el mismo de siempre.
Suponía que hasta cierto punto no deseaba soltar el hogar que tanto había amado por años y no podía culparlo, a él mismo le costaría grandemente el dejar aquel sitio con el que había soñado toda una vida y donde finalmente, había conseguido crear un hogar.
Y esperaba encontrar justamente en ese maestro con el que compartía más cosas de las que ninguno de los dos admitiría realmente, las respuestas que necesitaba.
Lástima que al parecer, eso no sería así.
El maestro Shifu se encontraba en aquellos momentos dando vueltas en el salón principal con una expresión de preocupación tan profunda que solo hizo que las dudas y el desasosiego del panda más alto se incrementasen, comenzando el de mayor tamaño a frotarse la uña de uno de sus dedos con nerviosismo.
-Eh… Maestro Shifu?... -comenzó a hablar Po con un dejo de timidez para recibir tan solo como respuesta un movimiento de mano que le indicaba que debía de esperar
El panda rojo agitó levemente su cola y el Guerrero Dragón pudo ver sus ojos moviéndose de lado a lado a la velocidad de unos pensamientos que le hacían mantener un gesto más serio del que le había visto nunca.
-Dime, Guerrero Dragón… -comenzó el viejo maestro con un tono bajo y suave de voz lo que solo hizo que el pelaje del aludido se erizase: cuando Shifu usaba ese tono de voz las cosas solo podían irse en picada -crees que el destino realmente está grabado en piedra y que sin importar cuanto hagas por desviarte hacia la derecha o hacia la izquierda, siempre terminarás al mismo lugar?
Evidentemente no parecía esperar una respuesta puesto que al siguiente momento negó con la cabeza mientras que Po abría y cerraba la boca varias veces de forma apenas notoria, sintiendo sus niveles de nerviosismo aumentar
-El maestro Oogway me dijo una vez que encontramos nuestro destino en aquel camino que tomamos para evitarlo -el antiguo guerrero suspiro y comenzó a caminar rumbo a uno de los pasillos más profundos del templo, uno que se dirigía hacia unas cámaras con largos pasillos que se entremetían hasta ingresar en las montañas sobre las que se sostenía el templo, sitio al que Po no solía poder entrar aparte de sus incursiones sin permiso a la zona de los sótanos y catacumbas -yo nunca estuve de acuerdo en ello puesto que quiero pensar que siempre hay una manera de cambiar las cosas… siempre… pero el maestro Oogway creía lo contrario, nos veía a todos atados a un destino que quizá no alcanzábamos a ver pero que todo siempre nos dirigía a ese punto -el panda rojo movió aquel viejo bastón arreglado con láminas de oro y apuntó suavemente al techo curvo sobre sus cabezas, siendo seguido por los ojos verdes del panda que tan solo seguía avanzando despacio detrás de su maestro mientras veía sin mucha atención las formas y figuras que adornaban la plataforma sobre ellos
-El maestro Oogway nunca nos ha dejado un manual de instrucciones para toda su sabiduría ni un traductor o un… papel que lo deje todo en claro, cierto? -Po rió nerviosamente sin que aquello hiciese disminuir el paso del otro, que parecía mantener aquella pose y expresiones severas hacia el frente -sucedió algo nuevamente… que tenga que ver con el maestro Oogway? -tragó pesado. Los enemigos cada vez eran más poderosos y no estaba muy seguro de si estaba listo para confrontar algo similar a Kai.
A duras penas y había sobrevivido a ello. Y era demasiado pronto desde su punto de vista.
Se rascó la mejilla sin dejar de caminar con algo de pesadez antes de volver a escuchar la voz de Shifu que resonaba en la soledad de aquellos pasillos.
-Quiero pensar que el maestro Oogway tenía sus razones para no explicarnos todo lo que hacía, sabiendo que en el futuro tendríamos que enfrentarnos a las consecuencias para aprender alguna lección que nos serviría para nuestras vidas -musitó por lo bajo el panda rojo pero su tono hizo preocupar al Guerrero Dragón que abrió mucho los ojos con algo de tensión reflejándose en su iris: nunca había percibido aquella inflexión en su maestro, ni siquiera cuando le escuchase hablar de Tai Lung.
-Bueno… a estas alturas creo que nadie tenemos la sabiondidad o… la mileniaridad del maestro Oogway con todos sus misterios y conocimientos y sus senderos con magia… y más misterios -se rió falsamente por lo bajo el panda apenas observando a Shifu mover una oreja -pero nosotros lo tenemos a usted, maestro Shifu -trató de insistir el panda escuchando el chasquido de la lengua del mayor lo que le hizo sentir una pequeña punzada de dolor -usted…
-Solo soy tu guía, el instructor por así decirlo del verdadero sucesor de Oogway -suspiró su maestro y Po cerró los ojos por unos momentos.
Aunque en un principio las palabras de la tortuga le habían emocionado, no había tardado en darse cuenta de lo que aquello significaba para su propio maestro que había empleado tantos años y entrenamiento siguiendo a aquel sabio recibiendo como recompensa el sencillamente pasar a segundo plano; se había dado cuenta de que de alguna manera era probablemente el mismo sentimiento que había tenido su hijo adoptivo, Tai Lung cuando le dijesen que no sería el Guerrero Dragón pero a diferencia del Leopardo de las Nieves que se dedicó a destruirlo todo, el panda rojo había tomado aquello con filosofía y se había empleado en ayudarle en todo lo posible.
Pero era evidente que había dolido y que ello pesaba ahora en el fondo para el viejo guerrero y aquello no le gustaba a Po.
-Crees que me arrepiento?
La voz repentinamente animada y curiosa de Shifu hizo que Po parpadease y le viese levemente confundido, recibiendo una sonrisa lánguida de su maestro.
-A pesar de nuestros inicios Guerrero Dragón, no me arrepiento de mi destino o de las lecciones que yo mismo he recibido -aseguró ahora con amabilidad el de menor tamaño a lo que su alumno sacudió varias veces con la cabeza, negando vehementemente
-Yo estoy seguro de que usted tiene un papel mucho más grande que el mío… sé que el maestro Oogway tenía en mente algo todavía más bárbaro para usted, que es el más bárbaro de los maestros del kung fu -replicó el oso apretando los puños recibiendo un gesto divertido pero agradecido de su maestro
-Puede ser… o puede que no y si no es así, tampoco es algo de lo que pueda quejarme -dijo el maestro de kung fu volviendo a mover sus orejas antes de percibir el gesto acongojado de su estudiante -por qué te preocupa tanto, Guerrero Dragón? Si el maestro Oogway tiene razón… he estado cumpliendo con mi destino como debe de ser y no tengo por qué lamentarme de ello… -dijo pero entonces, el panda comenzó a hablar
-No me preocupa… eso no me preocupa, yo sé que usted es increíble y bárbaro y tiene toda esa podersocidad que yo espero tener algún día cuanto tenga todos sus… más de cien años… y aunque el maestro Oogway diga que soy su sucesor y todo lo que siempre dice… aún tengo mucho que aprender de usted maestro -insistió el panda provocando un suspiro por parte del otro, tanto de cariño como de divertida resignación -y por eso es que vengo con usted… necesito de su ayuda… -gimió finalmente el panda consiguiendo que su maestro se detuviese y volviese a su gesto serio pero ahora intrigado, volteándose hacia su alumno
-Es curioso que digas eso… porque también iba a pedirte ayuda con un asunto -dijo el viejo panda rojo haciendo que el otro abriese nuevamente los ojos con sorpresa antes de que comenzase a agitar sus brazos y a levantar la voz provocando que su maestro cerrase los ojos con fuerza y bajase las orejas
-Pero yo no tengo sus doscientos años de larga vida y usted me pide ayuda! -comenzó a exclamar el enorme panda provocando que el otro temblase con irritación
-Ya te he dicho que no tengo más de cien años… y mucho menos doscientos años! -resopló Shifu frunciendo el ceño -y generalmente estarías más emocionado por el hecho de que yo quiera pedirte algo, a decir verdad…
-Ya sé, pero es que… ARGH! -el enorme guerrero retorció levemente las garras viendo hacia arriba lo que hizo que el de mayor edad alzase una ceja
-Realmente debe de ser algo que te perturbe como para que tengas esta reacción -el maestro Shifu hizo una mueca y tomó aire profundo -muy bien… comienza tú -dijo moviendo una mano con suavidad percibiendo cómo el cuerpo del otro se dejaba caer en el suelo para sentarse y comenzar a frotarse los ojos con frustración -adelante Po…
El aludido emitió un pequeño quejido antes de abrir los ojos por entre las garras sin alcanzar a ver la expresión realmente extrañada y más curiosa pero aún seria de su maestro; el panda gigante empezó a rememorar de nueva cuenta las imágenes que había percibido entre la noche y un ligero temblor lo recorrió.
-El Maestro Oogway alguna vez le habló del Reino Sagrado? -inquirió en un tono de voz bajo el Guerrero Dragón lo que hizo que su maestro alzase de golpe las orejas y una fuerte tensión recorriese su cuerpo lo que levantó las alarmas en el panda: definitivamente, sabía de lo que hablaba
-Dónde escuchaste hablar tú de ese lugar? -inquirió finalmente el viejo maestro dándole la espalda con los brazos cruzados en esta evidenciando que aquello le había tomado por sorpresa -Oogway te lo contó en el Reino de los Espíritus?
-No… a decir verdad yo… no sabía ni siquiera que existían más "reinos" aparte de este… donde vivimos -admitió Po mirando en otra dirección -digo!... he leído algunas historias… bueno, muchas acerca de grandes guerreros, verdaderas leyendas del kung fu y otras formas de luchar! -repentinamente el guerrero se había emocionado alzando un brazo hacia el techo para un segundo después dejarlo caer con gesto cansado -y bueno, luego supe del Reino de los Espíritus por el asunto de Kai… -esto último lo dijo muy bajito y volviendo a frotarse en círculos una de sus uñas sabiendo lo que aquel tema lastimaba a su maestro que apenas y movió una oreja; Po carraspeó un poco mientras el silencio caía sobre ambos de una manera tan incómoda que los sonidos más pequeños parecían reverberar entre aquellas paredes curvas
Sin embargo, Shifu permanecía silente lo que solo tensó más a su alumno que empezó a mover sus dedos con ansiedad antes de darse cuenta de que el otro panda estaba esperando a que continuara. Tomó aire profundo dejando escapar un fuerte gemido antes de seguir.
-Pero en las últimas noches… he estado soñando…
-Ah sí?
-Con el maestro Oogway… -aquello finalmente hizo que el panda rojo voltease a verle entornando los ojos con gesto de intriga mientras aguardaba -aunque claro, con muchas menos arrugas y supongo que menos milenios encima, se veía bastante joven aunque tampoco es como que se viera muy diferente de lo que siempre se le ha visto… digo, se veía más joven que cuando vimos su dibujo en el pergamino de jade cuando íbamos a enfrentarnos a Kai…
-Po! -llamó con firmeza el maestro Shifu haciendo que el aludido diera un pequeño salto de sorpresa antes de asentir
-Ah sí, disculpe -soltó nerviosamente antes de seguir hablando con un poco más de seguridad -el maestro Oogway. Sí… he estado soñando con él… y con un lugar muy extraño… no sé porqué pero a mi cabeza viene la idea de que es… el Reino Sagrado -musitó bajito de nuevo y con algo de pena ante la mirada fija de su maestro -hay una criatura, un insecto… gritando muchas cosas sobre que ese sitio lo habían profanado y… -se pasó una mano por la cabeza y cerró los ojos -el maestro Oogway diciendo que habían cometido un error y que habían enviado a alguien… o a unas criaturas a reencarnar… y que no debían de haberlo hecho porque habían desatado una fuerza del universo que no podían controlar y que iban a tener que dar explicaciones…
Po se colocó ambas manos sobre los párpados, oscureciendo su vista para tratar de concentrarse mejor; Shifu bajó la mirada aún serio más pensativo
-Y entonces…
Apenas había empezado a decir Po cuando algo similar a un grito de dolor, similar al de alguna criatura al que le estuvieran arrancando partes del cuerpo hizo que el panda abriese los ojos aterrado y con alarma al tiempo que su maestro tan solo volteaba hacia el área donde terminaba aquel largo pasillo, alzando ambas orejas pero sin verse tan asustado como el otro guerrero
-Esos gritos! -exclamó Po poniéndose de pie y trastabillando al retroceder un poco mientras su mirada se dirigía hacia el camino detrás de su maestro -esos gritos estaban en mi sueño también!... el insecto decía que era algo de… del dolor que habían ocasionado o algo así a dos almas! -explicó el guerrero haciendo ademanes con las manos -ahora recuerdo! Algo sobre que dos almas se habían hecho una pero que el maestro Oogway las había arrancado de donde debían de estar y ahora las había enviado a alguna parte para reencarnar!
Los ojos verdes del panda estaban abiertos en terror hasta que sintió una palmada con el bastón de madera de su maestro que frunció el ceño
-Concéntrate, Guerrero Dragón! -ordenó mientras que el de mayor estatura ahora se frotaba la zona adolorida en la base de su barriga -justamente, ese es el asunto del que quería hablarte y del que esperaba recibir un poco de apoyo por tu parte -el viejo panda rojo rodó levemente los ojos antes de encaminarse hacia el fondo del pasillo por donde le había estado llevando momentos antes y Po hizo una mueca de temor
-Tenemos que ir… ahí?
-Sí…
-No vamos a tener que enfrentarnos a… fantasmas ahora, cierto? -comentó muy apenas el más joven comenzando a andar a regañadientes pero aún con expresión de querer salir corriendo a lo que el maestro Shifu dejó escapar un ligero resoplido
-Le temes a los fantasmas, Guerrero Dragón?
-No le temo a ningún enemigo… pero y si intenta poseernos, y si intenta arrancar también nuestras almas y arrastrarnos hasta las profundidades de la oscuridad infinita donde también nosotros gritemos igual que… ellos? -tragó pesado el panda gigante y el de mayor edad tan solo rodó los ojos levemente irritado
-No va a suceder eso, dudo mucho que el maestro Oogway hubiera escondido algo como eso dentro del Palacio de Jade -el bastón de Shifu resonaba con cada paso que daban mientras que su alumno observaba los alrededores con precaución y desconfianza
-No sería la primera vez que el maestro Oogway mantuviera bajo llave alguna cosa peligrosa -insistió Po volviendo a lograr que Shifu rodase los ojos -y si…?
-Basta! -ordenó el panda rojo haciendo que el de mayor tamaño se callase para luego, pasarse una mano por el rostro -Po… han estado sucediendo algunas cosas en las cámaras más protegidas y antiguas del Palacio de Jade y confiaba en inicio que quizá pudieras ir con alguno de los Cinco a investigar al respecto en otras provincias por si tenían algo similar que nos pudiera dar una idea de lo que Oogway guardó aquí -tomó aire profundo antes de observar a unos gansos guardianes que estaban de pie en una antecámara, esperando mientras observaban de reojo en dirección de uno de los múltiples pasillos que salían de aquel lugar -ha sucedido algo diferente, además de los gritos? -les cuestionó a lo que aquellas aves asintieron
-Parece que la puerta quiere abrirse… ha estado brillando y agitándose varias veces en las últimas horas -dijo uno de aquellos guardianes y el panda rojo asintió una sola vez antes de apretar los párpados con fastidio al escuchar un fuerte quejido por parte de Po
-Son demonios fantasmas que vienen desde las penumbras intentando abrir esas puertas para rasgar nuestras almas y enviarlas al olvido!? -chilló el panda haciendo que los gansos esta vez fuesen los que dejasen escapar un grito y se abrazasen entre ellos provocando un temblor irritado en el maestro de mayor edad
-Que no son fantasmas ni demonios! Contrólense todos! -ordenó apuntándoles con su bastón mientras los presentes asentían y luego, Shifu volvía a suspirar cansino -vamos Guerrero Dragón… veamos cómo luce esta mañana
Soltó y muy despacio y con nuevos quejidos el panda gigante caminó detrás de su maestro
Un poco más allá de donde alcanzaba la vista aquel corredor se abría ante un muro gigantesco, iluminado por miles de cirios a su alrededor y que dejaba ver un par de puertas gigantescas de oro y rubíes que refulgían como fuego ante las llamas que lo iluminaban; Po bajó de golpe las orejas al escuchar nuevamente aquel grito desgarrador que brotaba de aquellas enormes planchas preciosas y cómo un brillo comenzaba a agitarlas como si deseara abrirlas desesperadamente.
El Guerrero Dragón apuntó con un dedo a ello y emitió un grito de triunfo.
-Se lo dije! Hay espíritus encerrados ahí y quieren salir! -soltó y su maestro le observó con enojo a lo que el enorme panda se cruzó de brazos -me va a decir ahora que no es así?... usted mismo lo acaba de ver!
-Sí, sé lo que vi… y por eso mismo creo que tu sueño puede tener la clave para descifrar lo que está sucediendo -replicó su maestro sin dejarse amedrentar -si Oogway te está mostrando eso en sueños y has escuchado estos mismos sonidos tiene que significar que la clave a lo que está sucediendo… se encuentra en las imágenes que se te han presentado -dijo Shifu con severidad y el joven guerrero pareció abrir los ojos al comprender lo que decía su mentor -ahora… hay algo más que recuerdes que puedas relacionar con este objeto?
Preguntó Shifu señalando las enormes puertas al tiempo que su alumno se acercaba para observarlas mejor
-Algo en tu sueño que te resulte familiar? -Shifu se giró para acompañar al más joven mientras veían aquellas puertas destellantes como si buscasen algo -yo ni siquiera reconozco estos jeroglíficos -el panda rojo hizo una mueca observando los grabados con diferentes dibujos que rodeaban el marco de aquello y Po frunció levemente el ceño y se frotó la barbilla
-Se parecen a las marcas de los maestros del aktalum… -murmuró el panda a lo que su maestro le observó con verdadera sorpresa
-Qué dijiste?
-Bueno, es que… los dibujos se parecen a los que he visto en los posters que tengo de los maestros legendarios de las tierras lejanas… y en los dibujos coleccionables de las técnicas de batalla de los maestros de los otros reinos! -dijo repentinamente con aquel dejo de emoción que siempre se conectaba con el entusiasmo fanático que tenía el panda por las artes marciales; había cosas de las que el maestro Shifu dudaba que aquel guerrero conociese pero si había algo en lo que el Guerrero Dragón se distinguía… era en su conocimiento casi prístino sobre maestros de kung fu y de batalla, pudiendo recitar de memoria a muchos de los grandes y memorizar a los nuevos que iba conociendo
Incluso si había leyendas entretejidas con lo que sabían… el panda rojo sabía que podía confiar en su alumno cuando se trataba de maestros de kung fu o luchadores de renombre sin importar que tan lejanos fuesen.
El viejo maestro volvió a observar aquellos dibujos y pasó la superficie de sus dedos por aquellos grabados en oro y rubíes tallados antes de volver a ver al de mayor tamaño que ahora parloteaba con emoción aunque no comprendía muy bien lo que decía.
-…y entonces, entonces, se cuenta que aquellos sujetos viajaron por los mares cubiertos de enormes serpientes marinas carnívoras y valientemente defendieron los bordes costeros y entonces…!
-Ejem…
Po se detuvo de golpe y se frotó un brazo comenzando a reír con nerviosismo
-Ah… si bueno… yo creo que… igual deberíamos de preguntarles a los pintores que hacen los posters y los dibujos coleccionables si entienden el idioma… yo solo sé de los maestros y… de que tienen unas técnicas increíbles que nunca hemos visto en China… -comentaba el enorme panda para luego ver los grabados rojizos que refulgían delante de ambos -pero si puedo decir que este es el tipo de grabados que tienen los maestros de las tierras del otro lado del océano, es el mismo estilo de dibujo, puedo asegurarlo
Asintió Po y su maestro volvió a observar aquellas puertas que vibraron dejando escapar nuevamente un halo de luz a su alrededor con aquel tono desgarrador que lo llenaba todo; ambos guerreros se quedaron observando aquello por algunos momentos para que luego el más joven se removiese nervioso y observase a su maestro que parecía meditar en aquello.
-Ah… maestro Shifu?
-Si, lo siento -parpadeó el panda rojo emitiendo un fuerte suspiro para luego ver a su alumno parado a su lado -si es verdad lo que dices, entonces debemos buscar en los manuscritos que se recuperaron en el último ataque al Palacio para encontrar aquellos con este mismo tipo de grabados, quizá el maestro Oogway haya dejado alguna traducción… pero es evidente el porqué has estado soñando con estos eventos, él quería que supiéramos lo que estaba sucediendo y darnos una pista sobre como continuar… crees que mientras buscamos, puedas describirme tu sueño? Hasta el último detalle -pidió el maestro Shifu a lo que Po compuso un nuevo gesto serio y asintió
-Seguro… no hay problema… estoy listo para lo que se venga -sonrió esta vez con seguridad el panda comenzando a dar unos cuantos saltitos en el mismo sitio mientras el panda rojo suspiraba y volvía a observar aquellas puertas
Algo le decía que aquello iba a ser aún más grande que lo que habían enfrentado hasta ese momento.
-Maestro Shifu! Guerrero Dragón!
Uno de los gansos guardias llegó volando tan rápido como podía y se dejó caer al suelo ante la sorpresa de ambos pandas que le observaron confundidos.
-Qué sucede Wei?
-Un zorro… un zorro está atacando a los Cinco Furiosos! -exclamó con prisas y angustia aquel ganso a lo que quienes tenía delante dejaron escapar un suspiro de alivio
-Si es solo un zorro bandido, ellos pueden muy bien con él -comenzó a reír Po antes de componer un gesto compungido -por qué no vino a atacarme a mí?... necesito hacer algo más de ejercicio fuera de los golpes que me dio Grulla hoy…
-Po… -regañó levemente el maestro Shifu antes de alzar una ceja -qué sucedió con Grulla?
El ganso sacudió la cabeza interrumpiendo aquella plática y agitó las alas delante de los otros dos
-Están perdiendo, por eso estoy viniendo! -exclamó nuevamente aquella ave lo que congeló a ambos guerreros en su sitio antes de que al mismo tiempo los dos volteasen con expresiones de total aturdimiento
-QUÉ!?
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Notas de Autor: bueno, estas las pongo aquí porque tuve que investigar un poco debido a los mensajes privados que me han llegado con el tiempo acerca de esta historia y mis antiguos dibujos. He estado reeditando así que si hay cosas diferentes es por ello PERO antes de que me llegue otra nota al respecto: NO, yo no agarré los quetzales ni nada de las historias que hayan salido en Paws of Destiny ni en Dragon Knight, literalmente, mi historia solo toma los hechos hasta la tercer película, algo de las mini historias entre estas y de la serie Legend of Awesomeness pero nada más.
Literalmente mi historia la inicié casi a inicios del 2015 y la asenté mucho más un poco antes de ese medio año, de hecho, cuando salió la película 3 fué divertido ver que podía encajarla muy bien con la historia pero fuera de ahí, no he visto ni tomado nada de lo nuevo. Así que por favor, no me envien más comentarios o privados sobre que si agarré ideas de las dos nuevas series, no, no lo hice, la mía la hice muchísimos años antes y mis quetzales no son cabezones, se los aseguro.
A quienes tienen muchos años leyendome y ya habían visto los dibujos de Yunuen, Lamat y todos los demás, gracias por dejarme seguirles compartiendo esta pequeña historia y espero que les siga gustando con todo y los cambios.
Besitos!
