Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics". SPOILERS DEL FINAL DEL MANGA.
Pareja: SenGen (Ishigami Senku x Asagiri Gen)
Disclaimer:
Hikari: Seré sincera y diré que este es el fanfic que más me costó escribir para este reto. Solo me queda decir lo de siempre, ni Dr. Stone ni sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de Riichiro Inagaki (escritor) y Boichi (dibujante), por lo que este fanfic es únicamente escrito por ocio y no tiene fines lucrativos.
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#Flufftober2023, 16 – Una propuesta casi fallida
Probablemente sea debido a la distancia que se ha creado entre ellos desde que el relanzamiento del mundo moderno, con el mentalista trabajando como diplomático y él investigando y construyendo la máquina del tiempo, el tiempo de interacción entre ellos había disminuido a niveles básicos donde si sabían que ambos seguían vivos era decir mucho.
Tal vez era eso o quizás la manera en que lo llamaba, en que lo miraba, en cómo se escuchaban sus carcajadas y lo resplandeciente que le parecía su estúpida sonrisa. En lo divertido que era el tiempo en que ambos trabajaban juntos en aquel estrecho laboratorio de la aldea Ishigami.
O quizás era todo lo anterior y al mismo tiempo, nada en particular.
Sin embargo, para Senku quedaba claro un único hecho: estaba enamorado de Asagiri Gen.
Y aunque al principio se negó la posibilidad de haber caído ante algo tan irracional como lo era una relación afectivo amorosa, tuvo que concluir que efectivamente su estado de ánimo, humor y hasta condición física se veía fuertemente influenciada por el mentalista.
Era, sin lugar a dudas, emocionalmente dependiente del mago fraudulento.
¿Y qué solución existía para todo esto? Simple: confesarse. Mientras más rápido se encargara de transmitir sus sentimientos, más efectiva sería la resolución. Según su propia hipótesis, tenía gran porcentaje de probabilidad de que Gen también tuviese sentimientos hacia él (aproximadamente un 80%, según sus propias deducciones). Y, en el peor de los casos que Asagiri lo rechazara, sería más fácil sobrepasar aquella situación que vivir con la incertidumbre e interrumpir sus restantes actividades por estar distraído creando escenarios ficticios.
Al principio creyó que una llamada telefónica sería suficiente, pero después de ser testigos de toda la ola de sus deducciones, Chrome y Suika se encargaron de primera mano de impedírselo, tras el pretexto de decir que una confesión por teléfono o mensaje de texto no tenía nada de romanticismo.
Asintiendo a regañadientes, aceptando la derrota por esta ocasión, al menos Senku encontró consuelo en el hecho de que Gen visitaría el país en un par de días. Aunque el defecto se encontraba en que solamente haría escala, un par de horas encerrado en el aeropuerto antes de tomar otro avión que lo llevaría nuevamente a la otra punta de la Tierra.
No le gustaba la idea de tener que irse a confesar de manera tan abrupta al aeropuerto, las molestias de encontrarse entre los mares de gente o coordinarse con los horarios tan poco exactos de los vuelos era más una pérdida de tiempo que nada, pero hasta el propio Taiju se ofreció de llevarlo y ayudarlo para llevar a cabo el excéntrico plan.
Todo estaba planeado, sería corto y directo.
No habría más improvisación ni tampoco fallas.
O al menos eso pretendía.
- ¡Nada de eso! - ahora fue el turno de Yuzuriha de negarse, luego de que su esposo se encargara de contarle toda la historia- ¡Tienes que hacerlo especial! Sé que no eres así, pero ponte en el lugar de Gen, ¡seguro que querría que su amado le confesara sus sentimientos de la manera más romántica posible!
Senku sintió un tic posarse en su ceja ante la emoción de la chica, sin tener el valor de interrumpirla.
-Necesitaremos flores, un cartel y….
- ¿Qué te parece música? - propuso Ruri, si, otra chica que parecía haber escuchado el rumor.
- ¡Oh eso sería buena idea! - comentó Kohaku.
Senku se quedó sin palabras al notar que de repente, lo que se supone era una plática privada, comenzó a reunir más y más gente, especialmente de sus amistades más cercanas. Ya ni siquiera el científico tenía voz ni voto en la discusión, siendo ellas, la mayoría féminas (y François) quienes participaban activamente entre los comentarios y la ola de palabras sin sentido.
A pesar de creer que se trataba de algo que rayaba lo estúpido e innecesario, era el cerebro racional de Senku contra los brillos y gritos emocionados del resto de chicas.
El plan para confesársele a Gen estaba en marcha.
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-Última llamada para los pasajeros con vuelo destino a Estados Unidos, número…- la voz sonó con fuerza en los altavoces del pequeño aeropuerto. Gen volteó a ambos lados y, luego de asegurarse de no ver ninguna cara conocida, tomó su maleta con ruedas y comenzó a dirigirse hacia la puerta destinada.
Aquella mañana, antes de que abordara su vuelo de China, Yuzuriha le hizo una rápida llamada telefónica, haciéndole saber que Senku le iría a comunicar cosas importantes al aeropuerto durante su corta estancia en Japón mientras hacia una escala.
Gen, conociendo tan bien a Senku, le pareció sinceramente extraño que el científico se tomara tantas molestias para verlo cara a cara, no es como si no pudiese decírselo por llamada o correo. Aun así, tratando de ignorar todo lo posible el revoloteo que se acentuaba en su estómago cada que pensaba en el talentoso científico, terminó colgando la llamada con la chica después de asentir animadamente.
Dos horas.
120 minutos pasaron donde él se limitó únicamente a esperar en las incómodas sillas del aeropuerto, alzando su mirada cada cinco minutos cuando su mente le jugaba la mala broma de creer haber escuchado una voz conocida.
"Me imagino que algo habrá pasado… o igual seguro no era tan importante", trató de pensar de manera optimista mientras buscaba su boleto en su pequeño bolso, viéndolo con cierta melancolía. "No puedo evitar sentirme un poco decepcionado, después de todo, imaginé la posibilidad de ver a Senku-chan después de tanto tiempo", suspiró con desgana luego de pasar el primer filtro.
A partir de ahí ya no había vuelta hacia atrás.
-¡GEN!
Escuchó su nombre, pero no quería darle crédito a sus oídos que llevaban todo el día engañándolo. No, seguro solo era otra vez su mente jugándole una torpe broma.
O eso creyó antes de volver a oírlo. Y una tercera ocasión. Para la cuarta, el de cabello bicolor al fin alzó la cabeza y dio media vuelta. De haberse encontrado con semejante vista en otro momento probablemente hubiese soltado tremenda carcajada, pero el alivio y una terrible ola de adrenalina lo invadió de tal manera que ni siquiera pudo soltar una pequeña risita.
Ver a Senku completamente empapado, vistiendo un traje de gala cubierto de lodo y barro, la camisa desarreglada y el cabello caído por la humedad era tan solo la primera capa de lo que en verdad pasaba. A unos metros tras él, reconoció a Taiju y Yuzuriha, de aspectos similares, pero no tan lamentables como el del científico. El castaño cargando lo que podría haber sido un ramo de rosas, pero en un estado lamentable y marchito. Yuzuriha, por otro lado, cargaba un rollo de pergamino o alguna clase de papel que tenía rastros irregulares de pintura, completamente ilegibles desde aquella distancia.
Senku, recargando sus manos sobre sus rodillas, tratando de recuperar un poco de aliento mientras jadeaba y secaba su rostro cubierto de sudor, dio algunos pasos inestables hacia donde él estaba. Gen trató de acercarse, pero no podía regresar por la puerta que acababa de cruzar.
- ¡Gen…! - volvió a decir, tratando de controlar el ataque de tos y queriendo erguir su espalda. El mentalista se mordió el labio inferior al notar cómo las mejillas de Senku parecían tornarse de un suave color rojizo.
"Será que…?".
"No imposible".
"Pero quizás…".
- ¿Gen, quisieras tú…? - notó temblor en su boca y el brillo en sus ojos rojizos. Apartó con una de sus manos un mechón que persistía en querer tapar su vista, dicho movimiento solo provocó un aumento en el ritmo cardiaco del mago.
"¿Lo hará? ¿Me pedirá salir con él?".
"Ya lo suponía. Tengo posibilidades, ¿cierto? De ser correspondido…".
"Aun si es el propio Senku, el siempre racional Senku, el que decía ser un joven científico de corazón puro".
"¿Él me pedirá ser su novio? ¿Aquí? ¿Ahora?".
Ambos abrieron sus bocas. Cada uno dispuesto a soltar la respuesta que tanto aguardaban dentro de su pecho.
- ¿¡Quieres casarte conmigo?!
- ¡SI!
Un oficial se había acercado a Gen sin que él se percatara y después de hacerle algunas señas, Gen tuvo que verse forzado a continuar su abordaje al vuelo.
Sin tener la oportunidad de volver ver a Senku, el mentalista pasó al siguiente pasillo. Sintiendo el sonido de sus propios latidos resonar con fuerza en todo su cuerpo.
Y nuevamente su cerebro reprodujo lo recién escuchado.
"Espera… ¿él, dijo… casarse? ¿No dijo salir?".
La temperatura se elevó a tal velocidad que hasta alguien como él creyó que podría salir humo de sus propias orejas.
"¿¡Senku-chan me acaba de proponer matrimonio?!".
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- ¿Dijo… que sí? - sin poder terminar de creer lo que acababa de escuchar, Senku dejó que sus temblorosas piernas cedieran y dejaran caer su cuerpo sobre el suelo. Miraba hacia el frente, justo por donde Gen acababa de desaparecer de su vista. Sus dos mejores amigos, por lo tanto, corrieron a su lado con gestos claramente de sorpresa.
- ¡Senku! ¿¡Le propusiste matrimonio?!- ni siquiera el admirable Taiju parecía poder captar la situación que acababa de presenciar- ¿No le pedirías salir con él?
- ¡Y él dijo que si! ¡Dijo que si! - no pudiendo controlar su emoción, la sobresaltada Yuzuriha movía a Senku tomándolo de los hombros y zarandeándolo de un lado al otro- ¡Ni siquiera lo pensó! ¡Fue una respuesta automática!
- ¡Bien hecho Senku! ¡Tú también te casarás!
Senku mantenía sus ojos y boca abiertas. Ni siquiera él mismo creía la manera en que había confundido las palabras en aquel preciso momento. Cómo es que su cerebro mandó erróneamente su fantasía sobre un matrimonio con Gen en lugar de solo pedirle salir juntos.
El día resultó ser una mierda, ni siquiera tenía la paciencia de contar con lujo de detalles todos los imprevistos, pero quien diría que, al final de toda esa tortura improvisada, llena de deslices y estúpidos planes emocionales lejos de su amada eficiencia, resultaron en un plan aún mejor que solamente haberse ganado a Gen como novio.
Maldita sea, debía comenzar a buscar una sortija apropiada, digna de la persona con la que pretendía compartir el resto de su vida.
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Hikari: Estuve batallando días enteros sobre qué escribir para el día 16. Para cuando ustedes están leyendo esto, yo ya escribí prácticamente el resto de días, sin embargo, no se me venía ninguna idea buena para este en particular. No me enorgullezco del resultado, no quería escribir una serie de deslices desafortunados sobre el día que tuvo Senku hasta llegar al aeropuerto, así que eso se los dejaré a su propia imaginación. En fin, prometo que los siguientes fanfics estarán escritos con más amor, jajaja. ¡Bye bye-perowna!