Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.

Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".


La Frontera Final (1)

Capítulo 10: Hoy puede ser un Gran Día (2)

—Exactamente —reconoció Harry, al ver a Ron dejar el pergamino sobre el atril bajo los aplausos de varios en la Sala—, sentí que había una diferencia entre lo que sentía y lo que pensaba —tomó la mano de Ginny y dijo—: Lo bueno es que después todo salió bien.

—Gracias a los Grandes Magos —comentó Lily, sonriendo al ver a las dos parejas, las de Harry y Ginny y la de Hermione y Ron, abrazarse respectivamente.

—Ojalá todo les vaya bien en el regreso —dijo Alisu con tono soñador.

—Recuerda que ya pasó, Alisu —replicó Amelia.

—¡Es verdad! —exclamó Frankie, haciendo asentir a su hermana.

Mientras tanto, George miraba con expectativa el pergamino delante de su asiento, a la vez que tomaba la mano de Angelina.

—Me gusta como se llama este capítulo. Hoy puede ser un Gran Día. Y creo recordar por qué.

Varios lo miraron con interés, pero George sólo sonrió antes de iniciar la lectura.

El resto de esa semana pasó rápidamente, pues ya se estaban preparando para regresar a Londres. Luego de despedirse de Salvador, María, Matías y el resto del equipo de "Venezuelan Foods and Arepas", Harry, Hermione, Ron y los señores Granger llegaron al Aeropuerto Internacional de Sydney, donde, con la promesa de estar permanentemente en contacto, los muchachos abordaron el vuelo de "Quantas" que los llevaría a Londres, pasando por Tokio, Seúl, Bombay, Estambul y Frankfurt. Al llegar al aeropuerto de Heathrow, estaban siendo esperados por los señores Weasley, Percy y Ginny, la cual abrazó fuertemente a Harry, mientras los demás preguntaban indistintamente sobre cómo les había ido.

Eso es amooooooooorr —saltó el coro de bromistas, provocando algunas risas.

Fue maravilloso, al verlos juntos, me entró un sentimiento de confianza que nunca tuve antes —comentó Hermione, mientras iban en un vehículo del Ministerio hacia Grimmauld Place—. No tuve ninguna duda, y pude hacer el contrahechizo, se los juro.

Maravilloso —comentó Percy, con su estilo pomposo—. Sabía que eras una bruja excelente, y eso me lo demuestra.

—Papá —Molls se giró a ver a Percy, con el brazo derecho en jarra—, ¿por qué eres así?

—¿En qué sentido, hija? —preguntó Percy.

—Que siempre hablas con ese estilo —indicó Molls—, todo el tiempo tío Harry lo menciona.

—Es que eso es característico del tío Percy —mencionó Rose—, y más bien me extraña que te extrañe.

Ese comentario provocó risas, e incluso que Molls bufara decepcionada.

—Toda la vida —dijo Fred.

—Siempre ha sido así —confirmó George, haciendo que los demás hermanos Weasley asintieran.

—Lo que decía —insistió Rose—. Desde el primer libro se ha leído que tío Percy tiene ese toque al hablar.

Pero —preguntó la señora Molly, con dudas—, ¿por qué no regresaron con ustedes a Londres?

Porque se enamoraron de Australia, es un país muy bonito, una mezcla cultural enorme, como es el propio territorio australiano… —comentó Hermione, mientras tomaba la mano de Ron—. Ellos están felices allá, y yo estoy feliz de tenerlos de vuelta.

Hablando de "tenerlos de vuelta", —terció el señor Weasley—, les tenemos una noticia que los va a emocionar —dijo mientras el vehículo frenaba frente a la casa de Harry.

¿Qué noticia? —dijeron los tres al mismo tiempo, lo que provocó las risas de Ginny (al igual que la de varios en la Sala, especialmente los más jóvenes).

Esperen a entrar —dijo la señora Molly, dejando un mar de dudas en los chicos.

Ginny, tú sabes algo, ¿verdad? —atacó Ron a su hermana, a quien le brillaban los ojos de felicidad, pero sólo recibió como respuesta:

No seré yo quien les diga…

—Mamá —interrumpió JS—, de verdad le quitas lo divertido a la vida.

—Al contrario —replicó Ginny, sonriendo—, la idea era que se sorprendieran.

Al entrar, Harry notó que los diversos hechizos a la entrada de la casa habían sido eliminados, lo que lo llevó a decir:

Como que Bill pasó por acá. ¿Era eso lo que nos iban a decir?

No, terminen de entrar… —dijo la señora Molly, rozagante de alegría.

Al entrar y soltar las maletas, notaron sobre la chimenea de la sala recibidor un enorme cartel que brillaba, y decía:

Bienvenidos a Casa

Harry, Ron y Hermione

¡REGRESAN A HOGWARTS!

Se interrumpió por unos minutos la lectura por el alboroto que armaron los más jóvenes, a lo que se unieron varios de los contemporáneos de Harry con sonrisas y asentimientos de cabeza.

¿Cómo? —gritaron los tres al mismo tiempo, viendo alternativamente a los señores Weasley, a Ginny y al cartel.

Sí, amor, ¡regresamos a Hogwarts! —le dijo Ginny a Harry, abrazándolo. Ron respondió:

Espera, enana, tú regresas a hacer tu séptimo, pero, ¿por qué nosotros?

Exactamente —reflexionó Harry, aún mirando el cartel, que tenía brillos dorados y rojizos.

—Gryffindor —rumió Al, aunque sólo lo escuchó Lilu, porque los demás Gryffindor aplaudieron ante el gesto de aprobación de James.

Aquí está la respuesta, Ron —le dijo la señora Molly, alargándole un ejemplar del diario El Profeta, el cual, en grandes letras titulaba:

Hogwarts Reabierta

La escuela de magia y hechicería más importante del mundo abre de nuevo sus puertas con importantes noticias.

—Bueno —soltó Fleur con cierta decepción—, eso de "la más importante del mundo" hay que revisarlo.

—Recuerda algo, tía —comentó Nadia—, eso depende de lo que cada uno conoce.

—Exactamente —confirmó Dumbledore—, en nuestro país pensamos que Hogwarts es el mejor colegio, mientras que en Francia piensan que es Beauxbatons, o en España que es la Schola de Toledo. Como dirían, "cada criador alaba su producción".

Hermione no pudo resistirse a tomar el artículo, y leerlo en voz alta, después que todos tomaron asiento en la amplia sala de recibo de la casa:

Debido a la muerte inesperada de sus dos últimos directores, el profesor Albus Dumbledore y su pupilo Severus Snape, el Ministerio ha decidido ratificar como directora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería a la profesora Minerva McGonagall, quien hasta el momento se desempeñaba como profesora de Transformaciones y Directora Asistente del plantel. Se sabe por fuentes confiables que junto con Severus Snape, era una de las personas más cercanas al profesor Dumbledore en vida...

Harry no sabía cómo contener la felicidad; aunque nunca había sido suficientemente cercano con la profesora McGonagall, sabía que ella siempre lo apoyó y creyó en el, además era una excelente bruja, que de seguro devolvería todo el esplendor a la escuela.

—Gracias, Harry —indicó la directora McGonagall, conmovida—, siempre apoyé a mis estudiantes, en cualquier momento. Se los pueden preguntar —señaló a los distintos Gryffindor presentes en la Sala, e incluso a los más jóvenes, cuando comentó—; hasta en estos tiempos como directora, trato siempre de velar por los estudiantes a mi cargo, sean de la casa que sea.

Sigue leyendo, Hermione —dijo el señor Weasley.

Como primera medida, la directora McGonagall publicó un comunicado en el que decreta inválido el año lectivo anterior en la escuela, por considerarlo como un año de esclavitud y discriminación para los estudiantes que solo fueron torturados por los mortífagos a cargo; este decreto fue ratificado por el Consejo Escolar, así que la directora invita a todos los estudiantes de la escuela a volver al castillo, que estará completamente restaurado dentro de veinte días, según los encargados de la reconstrucción que empezaron obras hace ya más de mes y medio.

Volvieron los aplausos en la Sala, especialmente de quienes fueron en su momento beneficiados por esa decisión.

Harry no lo podía creer, iba a poder terminar sus estudios, no tenia palabras que pudieran expresar la felicidad que sentía. Cuando Hermione terminó de leer, los tres estaban saltando de alegría con la noticia. Ginny aplaudía, emocionada.

¡Esta es la mejor noticia que nos pueden dar! —comentó Harry entre los gritos y aplausos de Ron, Hermione y el resto de la familia Weasley, pues George ya había llegado, junto con Angelina, la ex compañera de Hogwarts, y Percy.

Sí, pensaba que no tendrían el castillo reparado a tiempo —comentó el señor Weasley—, así que las clases se van a retrasar sólo quince días, por lo que entiendo…

—Eso quiere decir —intervino James— que trabajaron bastante para recuperar el castillo.

—Al menos los espacios más necesitados de recuperación —reconoció la directora McGonagall—, y contamos con muchísima ayuda, incluso alguna que nunca creímos tener (3) —ante la mirada y gestos de interés de varios, sólo comentó—. Esa es una historia que, como decía el profesor Dumbledore, "merece ser contada en otro momento para darle la importancia que merece".

¡Pues esto hay que celebrarlo! —dijo Ron, abrazando otra vez a Hermione, con quien cruzó una significativa mirada, para continuar diciendo—. Además, hay otra cosa que queremos decirles…

Pues hoy será el gran día de las declaraciones —terció George, mientras caminaban hacia el comedor, ya dispuesto para una deliciosa cena.

—No hablen de cena, por favor —comentó Hugo—, que tengo hambre.

—Lo normal —replicó Rose, provocando risas.

—Al terminar este capítulo, como es usual —indicó el profesor Dumbledore—, disfrutaremos de la cena.

Los usuales asintieron satisfechos, provocando algunas risas en la Sala.

Luego de cenar, y brindar varias veces con cerveza de mantequilla, incluso por los padres de Harry, por Sirius y por Fred (lo que provocó algunas lágrimas aisladas), la señora Molly se volteó, con el ceño fruncido, hacia Ron y Hermione, quienes tenían sus manos entrelazadas sobre la mesa:

Muy bien, Ronald Weasley, ¿qué es eso tan importante que nos tienes que decir?

UUuuuuuuuu —soltó el coro de bromistas, seguidos por carcajadas.

—Creo que los pillaron —comentó James, sonriendo.

—No fue eso, James —dijo Molly—, sólo que me acordé que Ron había dicho que quería anunciarnos algo importante.

Bueno…, mamá, papá, Percy, George, Ginny, Angelina; Harry ya lo sabe… Mientras estábamos en Australia, yo…

¿Qué hiciste, Ronald Billius Weasley? —gruñó amenazadoramente la señora Molly.

Bill y Charlie miraron a su madre con gesto desaprobatorio, pero no interrumpieron a George, quien sonreía levemente.

Nada malo, mamá… —luego de un suspiro y de cruzar miradas con su novia, aclaró—: Le pedí a Hermione que se case conmigo…

Ay, Ron, ¡disculpa! —se sonrojó la señora Molly, como tantas veces se sonrojaban sus hijos, hasta el nacimiento del cabello; se levantó, dio la vuelta a la mesa, para abrazarlos, besando las coronillas de ambos, mientras decía—. Que lindo, Ron… ¿Y qué dijeron tus papás, Hermione?

Están muy contentos… ¡Tengo que avisarles que regresamos a Hogwarts! ¡Se van a emocionar cuando lo sepan!

Eso quiere decir —reflexionó la señora Molly, con las manos en jarra—, que no se van a casar antes de terminar el colegio, ¿verdad?

Bueno —suspiró Ron, viendo a su mamá y a Hermione—. Pero estamos claros que somos el uno del otro, ¿no?

Claro, amor, somos el uno del otro —asintió Hermione, besando castamente la mejilla de Ron.

Ese comentario de la lectura, además de provocar el sonrojo en Ron y Hermione, generó un alboroto entre los bromistas, que duró sus buenos dos o tres minutos. Mientras, George sonreía más ampliamente al adelantarse en la lectura.

Está bien, ya el pequeño Ronnie, bueno, no tan pequeño, habló —interrumpió George—. Ahora me toca a mí.

¡Verdad que tu también traías anuncios! —recordó la señora Molly, sonrojándose nuevamente.

¿Y qué quieres decirnos, George? —indicó el señor Weasley, quien asistía divertido a la escena.

Que yo también me caso —dijo George, levantándose dramáticamente para, rodilla en tierra, decirle a Angelina—. ¿Quieres ser mi esposa y administradora de "Sortilegios Weasley", hasta que el pequeño prefecto Ronnie Granger se encargue?

—Pero esto lo vas a leer tú —le dijo George a Angelina, quien sonrió y leyó:

George, sabes que sí, quiero ser tu esposa por siempre… lo de administradora, depende del pago… —le dijo entre risas, para luego besarle y abrazarle, entre los aplausos de los asistentes (lo que se repitió en la Sala, incluyendo el alboroto de los más jóvenes).

¡Ay, que emoción! —dijo la señora Molly, al borde de las lágrimas—. ¡mis hijos se casan!

El detalle es que La Madriguera todavía no está completamente lista, no sé donde pudiéramos celebrar la boda de George —reflexionó el señor Weasley, a lo que Harry respondió:

Pueden celebrarla aquí, si lo desean, no tengo problema en eso; de hecho, acéptenlo como mi regalo de bodas, la celebración en esta casa —les dijo a George y Angelina, mientras les colocaba las manos en sus hombros.

Gracias, Harry —dijo George, luego de separarse de Angelina—, Ya me estaba imaginando cómo iba a abrir espacio en la tienda, para hacer allá la boda…

—No creo que hayas pensado eso, papá —reclamó Roxanne.

—Se me cruzó por la mente —aceptó George—, pero Harry salió al rescate y pudimos resolver.

No, no, para nada, la boda la celebramos aquí… ¿Ya pensaron en alguna fecha?

Bueno, estaba pensando, si no es muy próxima, que fuera el fin de semana antes que ustedes regresen a Hogwarts, que creo que sería antes del 15 —sopesó Angelina, a lo que George asintió. La señora Molly dijo:

Es bastante cerca, pero creo que podemos manejarlo…

—Y qué día regresaron, ¿pues? —preguntó JS.

—Si no recuerdo mal —dijo Hermione—, llegamos el 10 o 12 de agosto.

—Es decir —reflexionó Al—, tendrían un mes, días más o menos, para preparar la boda y viajar a Hogwarts.

—Exactamente —confirmó Angelina.

Debido a la organización de la boda de George, y la expectativa del regreso a Hogwarts, los días antes del 1 de septiembre pasaron sin notarse; Hermione regresó a la casa muggle que pertenecía a sus padres, y con ayuda de Kingsley, la conectó a la red Flú, para poder ir y venir rápidamente a Grimmauld Place, la cual adquiría cada vez más luminosidad, por la presencia de habitantes, las labores de limpieza, y la dilución de la magia oscura que por muchos años convivió en la "Antigua y Noble Casa de los Black". Esa luminosidad incluso hizo que Kreacher se transformara en un elfo sumamente atento y respetuoso con los Weasley y con Hermione, lo que Harry premiaba con palabras de afecto y la autorización para que guardara algunos "tesoros" de los Black en su nuevo "cubil", la habitación de Regulus, ya que Harry se la había cedido antes del viaje a Australia.

—Excelente idea —reconoció Sirius, mientras George dejaba el pergamino en el atril.

—Bien hecho, hijo —comentó James—, lo de invitarlos a celebrar la boda en la casa y lo de tratar bien a Kreacher.

—A eso me refería —confirmó Sirius—. Cederle la habitación de Regulus a Kreacher fue una excelente idea.

—Sólo di sentido a las palabras del profesor Dumbledore —mencionó Harry—, tratarlo como un colaborador y no como un esclavo.

Justo en ese momento, Kreacher se asomó a la puerta de la cocina, para invitar a los asistentes a tomar asiento y disfrutar de una cena muy particular, pues estaba conformada por preparaciones de la cocina venezolana, como asado negro, pabellón, quesillo o papelón con limón.

Wow —comentó Ron, mientras comía una ración de quesillo—, los sabores son idénticos a los que comimos hace tanto tiempo con Salvador y María.

—La comida venezolana es distinta —comentó Sirius—, pero muy deliciosa.

—Absolutamente —confirmó James, mientras tomaba una taza de café.

—Los sabores son intensos, pero suaves a la vez —dijo Zacharias—, no como la cocina hindi, que usa más especies.

—Justo iba a comentar eso —reconoció Lavender.

Luego de un buen rato de conversación, en el cual el tema de conversación fue Australia, especialmente la ciudad de Sydney, y los Hernández, esa familia de magos venezolanos migrados a esos territorios; los distintos grupos se fueron separando a sus respectivas habitaciones. En el caso de los Potter, Harry, Ginny y los chicos fueron acompañados por James, Lily, Sirius, Remus, Tonks y Teddy al símil de la casa de Grimmauld Place. Cuando entraron, el antiguo dueño de esa residencia exclamó, sorprendido:

—¡Vaya! ¡Cuánto ha cambiado!

—Algo, algo —comentó Harry—, tratamos de mantener la esencia de la familia Black, no hemos querido cambiar mucho, salvo que no se siente tanta vibra oscura en las habitaciones.

—Por mí no te preocupes, Harry —indicó Sirius—, haz lo que tengas que hacer. Ya la casa es tuya.

—Lo sé —confirmó Harry—, pero también sé que quiero respetar y honrar tu legado. El tuyo más que el del resto de tu familia —aclaró al ver que Sirius se disponía a replicar.

Hicieron un recorrido relativamente rápido por las habitaciones de la planta baja, tomaron té en la cocina, donde Sirius, sentándose en el puesto de privilegio de la gran mesada, sonrió al recordar:

—¿Recuerdas, Harry? ¿La primera vez que pediste información sobre la Orden del Fénix?

—Por supuesto —confirmó el aludido—, recuerdo que la señora Molly no quería que nos dijeran nada, y casi que se armó un motín.

—Y los entiendo —comentó Tonks—, porque —continuó ante la atenta mirada de Lily—, si sólo te lo decían a ti, igual Ron y Hermione, e incluso Ginny, se iban a enterar. Entonces era mejor que lo supieran de primera mano a una versión que podía ser incorrecta.

—Estoy de acuerdo —reconoció Lily—, aunque aún eran muy jóvenes, todos estaban involucrados, sobre todo Harry, por lo que necesitaban información exacta. Si no toda, al menos la que necesitaban.

—Suficiente para entender que lo que se venía era duro —reconoció Harry antes que los invitados se despidieran para descansar. Luego de hacer que los chicos se fueran a la cama, mientras Ginny se deslizaba en la cama, Harry comentó—: Creo que mañana vamos a leer sobre momentos muy interesantes.

—Sí —confirmó Ginny—. ¿Cuándo fue que conocimos a Dil?

—Creo que en el expreso de Hogwarts —Harry suspiró y dijo—. Ese viaje fue algo raro.

—Sí —reconoció Ginny, mientras abrazaba a Harry—, fue muy extraño.

Apenas se besaron y cayeron en un reparador sueño, del cual despertaron al escuchar a JS y Al otra vez argumentando en el pasillo.

—¿Por qué hablaran tan alto? —preguntó Harry estirándose.

—Yo también quiero saberlo —reconoció Ginny.

Cuando salieron, luego de prepararse, encontraron a JS en la puerta de la cocina y a Al apoyado en la baranda de la escalera, mientras Lilu los veía desde la puerta del salón recibidor:

—Lo que yo me pregunto —dijo JS— es, si papá, tío Ron y tía Hermione iban a regresar a Hogwarts, ¿estarían en el mismo año de mamá?

—Nooo, Jamie —respondió Al, con tono de decepción—, ¿no te acuerdas de lo que se leyó de la declaración de la directora McGonagall?

—No, Al, no tengo la memoria de Rosie.

—Yo tampoco —replicó Al—, pero recuerdo que decía que el año había sido anulado y que podían volver. Si lo anularon, yo imagino que es para todos los cursos, porque todos los que fueron la pasaron igual.

—Eso quiere decir que papá, tio Ron y tía Hermione irían a séptimo —intervino Lilu—, y mamá a sexto.

—Exactamente —confirmó Harry, sorprendiendo a sus hijos—, Lilu tiene razón. Pero mejor leamos a ver que pasó, ¿les parece?

Los tres asintieron, a la vez que Lilu abrazaba a Harry y Ginny acariciaba el rostro de Al y su cabellera, que le recordaba a Harry al Sirius joven que había visto en los recuerdos de Snape.

Salieron a la Sala y se unieron al resto de los asistentes para disfrutar del desayuno, el cual se desarrolló con mucha expectativa, puesto que los más jóvenes especulaban sobre el regreso a clases, hasta que, ya organizados en sus butacas, el atril con el nuevo capítulo se materializó delante de Neville.


Notas al pie:

(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings.

(2) Joan Manuel Serrat: "Hoy puede ser un Gran Día", editado en el álbum "En Tránsito", de 1991 © Joan Manuel Serrat; disponible en: watch?v=8e4wVjTUpaQ

(3) Lo que se narra en el relato "Regreso al futuro, al estilo Harry Potter", que participó en el reto: "Caminando hacia Camelot" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black, entre el 17 de julio y el 2 de septiembre de 2020. La premisa del reto se trató de escribir historias que involucren a los personajes de la leyenda artúrica. "¡Historias inspiradas en los personajes artúricos! En la saga, Merlín es referenciado muchísimas veces, Morgana aparece en los cromos de las ranas de chocolate, ¡fueron parte del mundo mágico! Por lo tanto, los animamos a crear la historia que se les ocurra con cualquier personaje de las leyendas artúricas con la única condición de que existan en el mundo mágico de Harry Potter". Creo que se merece una secuela, pero tengo que sentarme con calma y producirla…

Buenas tardes del lunes desde San Diego, Venezuela! Me disculpo por el retraso de casi 18 horas en la publicación del capítulo, debido a problemas inherentes al servicio de electricidad (lo normal en Venezuela, no me extraña), así que no me voy a entretener mucho, sólo darles las más infinitas gracias por el apoyo que semana a semana le dan a esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros"! La semana que viene, los saludos! Saludos y bendiciones!