SEGUNDA PARTE DEL CAPÍTULO DOBLE

Anteriormente en Kamen Rider Pegasus…

Soy Kousaka Honoka, créanme que darme cuenta de todo esto es duro, imagínate saber que tu vida está por cambiar de ese modo y es que mis combates me han hecho fuerte, pero ahora el padre de Shiki-chan me ha hecho darme cuenta que la medalla de Pegaso me está quitando la humanidad.

¿En serio… podré seguir batallando así?

¡ES LA HORA DEL COSMOS!

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Karappo no hoshi Jidai wo zero kara hajimeyou

Densetsu wa nurikaeru mono

Ima, akuseru wo tokihanate!

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Pegasus! Atsuku yomigaere

Pegasus! Hokori no Energy

Pegasus! Tsuyoku aru tame ni

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No Fear No Pain

Ai no mae ni tatsu kagiri

No Fear No Pain

Osoreru mono wa nani mo nai

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Kanzen dokusou! Ore ga koete yaru!

Chou-henshin!

Kamen Rider Pegasus!

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Honoka estaba acostada en su cama, no podía parar de pensar en lo que le dijo el señor Wakana de lo de su cinturón y la medalla de Pegaso.

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Flashback

- La Medalla de Pegaso es distinta, incluso con el Driver, su portador corre peligro – el padre de la peli azul miró fijo a Honoka – Kousaka-san, te lo diré así, si sigues con tu transformación, llegará al punto en que dejarás de ser humana y pasar a ser un Zodiart por completo.

- ¿Seré… un Horóscopo por completo? – todo el cuarto quedó en shock por eso.

- Espera papá, pero si eso pasa con Honoka-san…

- ¿Quiere decir que también pasará conmigo? – Maki preguntó, pero el padre de Shiki negó con la cabeza.

- Como dije, la única medalla con propiedades extrañas es la de Pegaso y al poseer esos poderes tan grandes, ha hecho que el cuerpo de Kousaka-san se vaya adaptando poco a poco a eso y eso quiere decir que…

- La Medalla de Pegaso está haciendo suyo el cuerpo de Honoka-san para que se adapte mejor al poder de esta, pero a cambio de quitarle lo humana ¿no es así?

- Sí, sin embargo, el detonante del todo ha sido la última forma que posees.

- ¿La Forma Zeus?

- Tiene un potencial bastante grande y el poder que posee es tanto que el cuerpo de Kousaka-san tiene que adaptarse bastante a eso, por eso es que a lo mejor no pudiste aguantarla por mucho tiempo, pero con el tiempo la podrás dominar ya que la medalla de Pegaso se encargará de mejorar tu cuerpo y en el peor de los casos, puede que la medalla se una a ti.

- ¿Cómo que se unirá a mí?

- Sí, pero como dije, esto sería en el peor de los casos, esperemos que no sea así – el hombre se quedó en silencio un poco – Kousaka-san, dime una cosa, aun sabiendo todo esto, ¿piensas seguir batallando?

- Es duro saber eso, pero no me importa, cuando me hice Rider, juré que acabaría con los Zodiarts por lo que no me echaré para atrás, dominaré la Forma Zeus y derrotaré a los enemigos que se me pongan.

- Honoka-san no es de las que se echan para atrás – Mei decía.

- Lo sé, no hicimos mal en elegirla como Rider.

- Supongo que por eso es que me arrastró a esto – Maki decía poniéndose de pie – sigamos entonces en esto.

- Lo haremos.

Fin Flashback

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De vuelta con la peli jengibre, esta estaba mirando su cinturón el cual estaba sobre su mesita de noche. Todo esto fue muy movido y es que se dio cuenta de que no solo la medalla le estaba cambiando el cuerpo, sino que había dos Horóscopos muy fuertes.

Leo era poderosa, solo le pudo hacer frente a frente cuando obtuvo por un momento su Forma Zeus y es que tenía en mente una cosa, hacer que su cuerpo llegara a soportar todo el poder de esa forma.

- Supongo que tendré que entrenar más mi cuerpo para poder soportar más mi poder – exclamó esta, pero sería hasta mañana luego de descansar de todo el embrollo.

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En la academia Otonokizaka, muchas chicas de diferentes estatus asistían, siendo esta algo popular por su historia y ser una institución de más de 100 años de existencia.

Sin embargo, no muchas de las estudiantes tienen la suerte de contar con una economía estable o al menos que les dé para vivir bien y ese fue el caso de una de las de último año.

De cabellos negros y los ojos carmín, esta chica caminaba hacia su aula de clases, simplemente dejando sus cosas en su silla mientras que escuchaba los murmullos de las demás y como charlaban de forma amistosa y tranquila.

Yazawa Nico, como se llamaba esta, era una chica promedio, hasta se podría dejar que debajo del promedio, esto sin llegar a ser ofensivo.

El día para ella pasó sin novedad, aburrido como siempre con las clases, así como la que más detestaba la cual era matemáticas, la tarea, así como la forma en que el maestro explicaba era lo que la hacía la asignatura más difícil.

Volviendo a su hogar, esta pasó justo por el templo en donde pidió deseos a los dioses de la suerte, esto más por los exámenes que no tardarían mucho en llegar, por lo que necesitaba ayuda para eso. Al pasar por las escaleras del templo, esta notó como es que una chica de cabello jengibre y ojos azules bajaba y subía las gradas de esta.

- ¿Qué diablos hace esa chica? ¿Para que entrena? – esta era Honoka que se había propuesto mejorar su cuerpo y no depender tanto del trabajo de la Medalla de Pegaso.

La peli negra continuó caminando con destino, su casa. En medio del camino pasando por un callejón, un grupo de bandidos los cuales parecían tener pinta de yakuzas se le pusieron en medio.

- Pero miren que tenemos aquí, una chica linda solo para nosotros.

- Que bien, hace tiempo que no me cojo a una chica.

- Ustedes sí que son despreciables, pero bueno, que se puede de gente así – susurró la peli negra sin mostrar miedo, los sujetos fruncieron el ceño, pero sin bajar su forma de ser.

- Supongo que entonces tendremos que llevarte a la fuerza – justo cuando uno de estos estaba por tocar a Nico, esta sacó un objeto de su bolso haciéndolo brillar y fue un luz dorada que los dejó cegados un poco hasta que bajó de intensidad revelando su nueva forma.

- Pero ¿Qué carajos? – los chicos estaban en shock viendo como Nico había mutado. Su cuerpo pasó a ser algo musculoso, con piel dorada, así como una especie de cabello de toro con cuernos afilados y del mismo color dorado brillante, sus ojos rojos solo los miraban con desprecio.

- ¿Q-Que diablos eres?

- ¿Qué diablos soy? Soy su peor pesadilla, pero no se preocupen, no les haré nada ya que no estoy de humor, pero si siguen jodiendo por aquí, más vale que sepan que lo es que un toro les atraviese el cuerpo con su cuerno.

- E-Este… ¡vámonos! – los sujetos salieron corriendo despavoridos, Nico solo suspiró volviendo a la normalidad, pero no caminó mucho ya que alguien apareció frente a ella.

- Tiempo sin vernos, Yazawa Nico-chan, o debería llamarte mejor… ¿Tauro? – al decir eso, detrás de Nico se puso ver la silueta de un toro dorado. La persona que le hablaba era Leo.

- Sabes bien que no me gusta que me llamen de ese modo y más porque solo me uní a los Horóscopos por una buena razón.

- ¿Tu hermano menor no ha mejorado? – la rubia río un poco – perdón que me burle, pero en sí sabes que solo hay una solución para eso.

- Deja de hablar – Nico parecía molesta por eso y solo pasó de largo dejando al Horóscopo de Leo ahí, esta solo río por eso.

- Definitivamente, no cambias nada Yazawa-chan.

Con Nico, esta estaba llegando a su casa la cual era justo en un apartamento el cual no era muy grande, dando a entender que su familia no era de recursos buenos. Al entrar, solo se encontró con sus hermanas menores ayudando a uno de ellos el cual lucía pálido.

- Kotaro, ¿Cómo sigues?

- Hermana… hola.

- Kotaro sigue igual, hermana.

- No puede ser… no quiero que le pase nada – ambas hermanas menores, Kokoa y Kokoro se veían preocupados por la condición médica del único varón.

- Esto es malo, realmente la salud de Kotaro no parece mejorar, lo peor es que el tratamiento de su enfermedad es muy caro… si tan solo… pudiera encontrarlo – Nico pensaba apretando sus manos con fuerza y en eso, sintió como la medalla que cargaba parecía hablarle.

- Responde al llamado Yazawa Nico.

- Ya regreso en un momento chicos, voy al baño – la peli negra fue hacia allá en donde cerró la puerta sacando la medalla la cual poseía la imagen de un toro en ella – aquí Yazawa Nico.

- Tauro, hay una misión que cumplir – decía el jefe de los Horóscopos.

- ¿Qué misión es?

- Luchar y acabar con Pegaso y Ofiuco – este decía – no hace mucho, ambas se infiltraron en mi hogar causando estragos, por lo tanto Leo y Virgo ayudarán con unas cosas, esta vez tendrás que cumplir este trabajo para que el plan que tengo en mente acabe de buena manera, además… te diré eso que tanto quieres.

- ¿Me dirá la ubicación del Horóscopo de Aries? – Nico exclamó.

- Si todo resulta salir bien, te diré dónde está el Horóscopo de Aries, incluso le diré que cure a tu hermano que está muy mal, pero eso solo pasará si logras vencer a Pegaso y Ofiuco ¿entendido?

- Sí mi señor.

- Confío en ti, Horóscopo de Tauro – este finalizó la comunicación. Nico solo se recostó sobre la puerta del baño mirando al techo.

- Lo lamento chicos, pero es por el bien de ti Kotaro que me he metido en esto, espero sepan perdonarme.

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Un nuevo día llegó a tierras niponas cuando Nico estaba alistándose para ir a la academia, no sin antes de encontrarse con su madre quien estaba haciendo el desayuno para sus hermanos, algo que no era muy común ya que la señora Yazawa trabajaba mucho para mantener a su familia.

- Buenos días hija, ya estará listo tu desayuno – Nico asintió y se sentó en su silla, esta echó vistazo a Kotaro quien no parecía mejorar, aun así, lucía como si luchara contra lo que poseía.

- Mamá, sobre lo de Kotaro…

- No te preocupes por eso hija, estoy haciendo horas extras para juntar el dinero para el tratamiento de Kotaro, sé que podré hacerlo, tú solo concéntrate en estudiar y graduarte que es lo que me interesa que hagas – a pesar de las palabras de su madre, Nico no podía conformarse solo con eso, no podía evitar pensar en que algo podría pasarle a su hermano menor.

- Lo siento mamá, pero no me daré por vencida hasta encontrar al Horóscopo de Aries y con su poder, podremos curar a Kotaro de una vez, no me importa que métodos deba usar – con eso en mente, la peli negra ya tenía marcado su camino que tomaría en busca del que parecía ser un Horóscopo muy especial.

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Hospital de la familia Nishikino.

- Me encuentro muy bien, gracias – un paciente en cama decía mientras se sentaba con una sonrisa, este le hablaba a un doctor joven el cual solo sonrió.

- Es el deber como médico que mis pacientes estén bien – con eso, el galeno salió del cuarto y justo se encontró con el director del hospital – Nishikino-san, buenos días.

- Buenos días Otori-kun, ¿Cómo van las cosas?

- El paciente con fiebre alta y con síntomas de dengue se siente mejor y creo que podría ser dado de alta antes de tiempo.

- Realmente desde que llegaste, muchos pacientes han mejorado, incluso los que pensamos que no saldrían vivos, tienes unas manos divinas Otori-kun.

- No diga eso Nishikino-san, solo hago mi trabajo como doctor.

- Lo sé, pero bueno, te dejo, nos vemos después – ambos se despidieron, pero el doctor joven que era de cabello azul grisáceo y ojos azul oscuro solo formó una pequeña sonrisa mientras sacaba una medalla la cual era de color dorado, no solo eso, sino que poseía el dibujo de un cordero en ella.

- Si tan solo supieras que esto es lo que me hace ser el mejor doctor de todos, como Horóscopo de Aries, nadie tiene mejor poderes curativos que yo – río este para seguir con su camino, esto sin saber que era el inicio de una encrucijada que vivirían ambos.

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Omoi nimotsu wo

Makura ni shitara

Shinkokyuu...

aozora ni naru

Me wo akete 'te mo tsubutte mo

Onaji keshiki wa sugite yuku kedo

Ima, mite 'nakucha... kizukenai

Kimi wo tsurete yukou

Kanashimi no nai mirai made

Kimi ga kureta egao dake

Poketto ni shimatte

Boku wa... aozora ni naru

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Continuará…