Continuación De Fiesta En La Playa

Una Propuesta Casi Fallida

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Llegó a su casa después de la boda para ser su primera fiesta muggle había sido genial, se había divertido, no había podido dejar de pensar en lo hermosa que se veía Lottie, aunque notó que ella estaba avergonzada por haber recibido accidentalmente el ramo de la novia.

Era de madrugada, Albus pensaba en como llevaría a cabo su propuesta de matrimonio correcta, reconoció que no lo había pedido formalmente, pensándolo bien había sido un poco simple haberle dado solo la flor a su prometida cuando solo tenía 5 años.

Y la cajita aterciopelada que tenía aquel anillo que mandó a hacer estaba guardado, era de oro, hasta donde sabía valía unos 5 mil galeones. Tenía una piedra amatista en el centro solo esperaba que a ella le gustara.

No sabía si era su color favorito, ojalá su padre pudiera ayudarlo pero eso no era posible, quizás el abuelo Arthur podría ayudar.

Por el momento le podría pedir ayuda a su mejor amigo.

El siempre lo apoyó durante años.

Scorpius Malfoy se preguntaba en ese momento si lo que tenía planeado hacer Albus era buena idea, era la primera vez que se subía a una escalera, para sostener un cartel.

¿No era más fácil usar la magia para sus propósitos? ¿Por qué tenían que estar precisamente el ahí colgado como un chango?

–¡Al! ¡Ya me dolió el brazo! ¿Por qué necesitas que acomodemos esto? – Reclamó James, quien también estaba subido en otra escalera.

–Ya vamos a terminar. Necesito que me ayuden porque es muy importante lo que haré hoy.

–¿Qué no se supone que ya habías hecho la propuesta? – Scorpius Preguntó curioso, ya que las palabras de Albus no las había podido olvidar. Recordar una promesa no era lo mismo que hacerla.

–No lo hice de la manera correcta, esta vez será diferente. –Los ojos verdes de Albus brillaron con emoción esperaba que el cartel quedara pegado en la pared.

No podía pedirle a su mejor amigo y a su hermano que se quedaran ahí de manera permanente. Estaba pensando cómo un muggle en ese momento un movimiento de varita con rapidez lo habría solucionado, pero debía empezar a utilizar sus manos, si iba a casarse con Lottie sería casi un hecho que se instalarían en el mundo muggle, y dejaría de ser Albus Potter el mago para ser Albus Potter el eterno enamorado de Lottie Elwes la futura señora Potter.

Solo usaría su magia en los lugares permitidos.

–¡Parecemos changos aquí arriba! ¡Me quiero bajar!

Scorpius solo pudo reírse del comentario de James, el había pensado lo mismo. Pero no lo reconocería en voz alta.

–Chango serás solo tú. –Fingió ofenderse por el comentario de James.

–¡Oye! ¡Agradece que no te dije hurón!

–¿Cómo me dijiste?

–¡Hurón!

–¡Chango!

–¡Hurón!

–¡Chango!

–¡No me hagan enojar! – Dijo Albus esperando que todo su plan saliera bien.

–¡Pero él empezó! – Dijeron los dos al mismo tiempo.

–¡No me importa quien empezó! ¡Bájense de ahí rápido! ¡O ya verán como les va par de Tontos!

En ese momento ambos quedaron en silencio, era un hecho que Albus ya estaba enojado, el quería hacer las cosas bien pero ellos solo se habían dedicado a pelear.

–¿En que más te podemos ayudar? – James Preguntó avergonzado de su actitud, trataba de redimirse con su hermano por todo lo que había hecho mal.

–Uno de ustedes debe distraer a mi Lottie para que yo pueda arreglarme y preparar el último regalo.

–Yo lo haré. Ella piensa que soy tu primo. –El heredero de los Malfoy se ofreció como voluntario.

–Gracias Scorpius. – Albus sonrió porque siempre podía contar con su amigo.

Y James volvió a preguntarse si era un mal hermano.

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Lottie se sentía cansada le dolían los pies, de tanto bailar, papá y mamá seguían durmiendo, Matt se había ido con Sophie de vacaciones por su luna de miel. Volverían en un mes aproximadamente.

Pero ella solo quería dormir ese día, había colocado en un jarrón con agua el ramo de flores que la golpeó en la cabeza, sinceramente no tenía ánimos de salir de la cama. Estaba cómoda ahí.

Tocaron a la puerta, bajó las escaleras pensando que hubiera sido una mejor idea quedarse y fingir que No había nadie en casa.

Abrió la puerta sin mucho ánimo hasta que notó que era el tipo rubio de la vez pasada.

–¿Necesita que le ayude con algo?

Scorpius sonrió porque debía distraerla, pero al verla como estaba en pijama, despeinada, en chanclas le hizo saber que primero debía convencerla de que se arreglara un poco.

Platicaron un poco, Lottie supo que en realidad era amigo de Albus, que el sabía sobre el enamoramiento de su pequeño muñequito de ojos verdes. La convenció de tomar una ducha, de arreglarse, ella sabía que traía algo entre manos, por algo había sido guardaespaldas.

Fingiria que le creía, si debía defenderse de el lo haría de una manera épica.

Al final Scorpius la llevó a la casa de los Potter, no era una buena señal a su parecer, debió quedarse dormida en casa, cuando les abrieron la puerta, Lottie notó la decoración, parecía que habría ido a una fiesta.

Aunque los adornos estaban chuecos podía deducir que los habían hecho a mano. Pero no entendió porque el rótulo se cayó al suelo.

–¡No puede ser! ¡James se cayó del lado que estabas colocando tu! – Reclamó Albus viendo que se había arruinado la decoración.

–No, esa parte la arregló el hurón.

–No me trates de culpar chango.

Los tres hombres discutían en la habitación, causaron tal alboroto que Lily bajo las escaleras corriendo, no comprendió porque sus hermanos y Scorpius discutían.

–¡Silencio! ¿Qué está pasando aquí? ¡No estoy de humor para ver a dos pequeños demonios y a mi Albus pelear! – Alzó la voz tan fuerte que los tres callaron.

–Yo trataba de pedirte matrimonio de manera adecuada y he fallado miserablemente. – Sollozó Albus creyendo que todo había sido en vano.

–¡Oh Albus! No era necesario, ya soy tu prometida.

–No te he dado el anillo. –Mostró la cajita aterciopelada en su mano. – Lottie Elwes ¿Te Casarías conmigo?

–¡Oye me dijiste que te llamabas Sharlotte! – Interrumpió el momento James, quien consiguió que Scorpius le cerrara la boca con un conjuro.

–Sharlotte es mi nombre real, Lottie es un apodo. Y claro que me caso contigo, mi amor. – Lottie recibió la cajita dándose cuenta que el anillo llevaba un amatista.

–¡El morado es mi color favorito! Gracias por esto mi querido Albus. –Lo besó con ternura mientras Albus celebraba que todo había salido bien .

–Ustedes dos merecen un castigo por casi arruinar esto. – Susurró Lily a James y Scorpius – Limpiarán la casa sin usar magia, le diré a Lottie que los regañe de ser necesario.

Ambos asintieron porque le tenían miedo a la chica cuando se enojaba.

Al menos la pedida de mano había sido un éxito.

Casi.