Uno pensaría que los vecinos estaban alegres, que estarían mejor dejando de escuchar a las patrullas llegando a desafortunadas horas, en búsqueda de Sherlock Holmes. Pero esto significaba solo una cosa, disparos.

Pero no de la clase que los hacía correr a sus casas, esconderse en el baño y llamar a urgencias. En estas ocasiones le pedían a sus correspondientes Dioses que le dieran un caso a su ruidoso vecino Sherlock. La señora Hudson ya ignoraba los golpes en la puerta, sabía que eran más vecinos que venían a quejarse.

Nuestro protagonista se encontraba acostado en el sillón, navegando dentro de los pasillos de su Palacio Mental. Movía y categorizaba memorias, puertas y puertas que albergaba su extenso repertorio de material deductivo. Aún estando en lo profundo de su mente, alcanzó a escuchar movimiento, no tan lejano.

"El tráfico está silencioso, por el ruido de las llantas puedo decir que son dos automóviles." Dentro de su mente, Sherlock estaba en una habitación blanca, las palabras aparecían delante de sus ojos, con una mano mueve las innecesarias y con la otra une las opciones correctas.

"No toco la puerta, la señora Hudson no habla, no le apetece ver a esta persona. Muy bien, dos pasos y un golpe al suelo, solo hay un tipo de automóvil con ese motor y ese aroma de perfume se lo regaló papá la última Navidad." Conocía muy bien al que se acercaba, no había necesidad de moverse, solo otra aburrida visita.

"Esta bien hermanito, por fin me he cansado de las llamadas de John para incluir en una de mis investigaciones así que.." Más rápido de lo que parecía posible, el más joven se levantó de un salto, indignado de que su hermano pensara que lo necesitaba. "Ya para Mycroft, ¡no necesito tu caridad!"

Esto era algo común, Mycroft se presentaba y ofrecía trabajo, su hermano se negaba y luego se iba. Se había convertido en una costumbre, algo que los seguía uniendo aunque fue imperceptiblemente y poco ortodoxo. Solo que esta vez, si necesitaba de la ayuda de su hermano.

"Claro, detective." Ignorandolo continuó explicando la tarea a realizar. "Necesito que vayas a Soho, hay una librería que necesito que investigues." Era algo complicado hacer que Sherlock se molestara, normalmente. Pero esto, realmente se estaba volviendo ofensivo.

"¿En serio esperas me rebaje a una simple escapada a una librería vieja, que está abierta desde 1800? ¿No puedes mandar a uno de tus tontos agentes a hacerlo?" Sherlock siempre ha sido una persona diferente, pero el manotear al aire sosteniendo una pistola cargada hacía que, hasta su hermano, lo tacharan de loco. "Oh no me veas con esa cara Mycroft, sabes muy bien es la única librería que te interesaría. Ese negocio se ha quedado con la misma familia desde hace más de 200 años. Nada más sospechoso que un lugar que no vende libros, a pesar de tener montañas de ellos"

Inclinandose sobre su sombrilla, Mycroft lo veía pasearse de la cocina a la sala, de su cuarto a unos escalones para llamar a John, y todo otra vez. "Bueno, estamos buscando un libro específicamente 'The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter', ironicamente."

Sherlock stops dead in his tracks, and he gives him a look. "Ahora estamos hablando…"