Ya habían transcurrido seis días desde que fue raptado por Bowser, hasta el mismo se sorprendió cuanto tiempo había durado su fraude. Sentía una gran culpa que oprimía su pecho, quien diría que ese gigante de más de dos metros era tan amable con él o más bien con la princesa, no importaba cual fuera su capricho, era cumplido y lo más rápido posible.

-No te gustaron los chocolates- pregunto el más alto con preocupación en su vos.

Hace poco, Bowser se empezó a cuestionar el por qué nunca había sido correspondido por la princesa y gracias a ello, con vergüenza, decidió preguntar a unos cuantos de sus subordinados, muchos por no decir todos alababan a su persona haciendo difícil el poder comprender que estaba realmente mal.

¿entonces donde estaba el error?

No lograba comprender el rechazo de la monarca de vestido rosado. Al preguntarle a su secuas más confiable, Kamek, recibió la misma respuesta.

"Véase al espejo, no hay duda de que usted es incomparable. No debería de dudar, usted es todo un partido"

Fue su respuesta más sincera, sin embargo, al parecer esto no fue del agrado de su señor. Entonces logro comprender realmente cual era la preocupación de este, así que sin más simplemente dio por respuesta; que los lazos de amistad u/o amor se forman y fortalecen a través de la convivencia constante, tal vez el acercarse más a la princesa podría funcionar. No sabía mucho del tema, pero le dio como sugerencia el leer varios libros que tocaran esa temática. Como consecuencia de esa charla por más de dos meses se pudo observar al rey koopa leyendo diferentes libros, entre ellos: como conquistar a una mujer, como mantener una conversación, el arte del romanticismo e inclusive el cómo mantener la autoestima. Había invertido mucho tiempo en mejorar su persona con el fin de poder obtener el corazón de la princesa, era el momento de ponerlo a prueba y empezar con su plan.

-Nada de eso, están muy buenos, solo me cuido un poco por las calorías- Otra mentira agregada a su conciencia. Los chocolates estaban buenos, eso no era mentira, el cuidar la figura si, aunque su complexión era visiblemente parecida a la de la princesa no cabía duda de que él era un poco más robusto, por eso el vestido le apretaba un poco, además el tener un corset apretándole el abdomen no ayudaba, bueno solo si verdaderamente estuviera a dieta, esa cosa provocaba que casi no tuviera apetito.

-Pero si estas hermosa así, no hace falta que te limites- Intento poner a prueba lo leído. El hacer cometarios lindos y cumplidos a su persona era uno de ellos.

Pov Luigi

-Hay que lindo de tu parte Bowser pero verdaderamente creo es suficiente- Mencione con un poco de vergüenza, todo el tiempo que he estado de "invitado" en las tierras de este grandulón me ha tratado tan bien, nunca nadie en mi vida me había dicho tanto halago, creo que posiblemente saldré de aquí con el autoestima hasta las nubes.

A pesar de ser tan poco el tiempo que convivimos, creo le empecé a tomar cariño. Mario siempre decía que a veces llegaba hacer ingenuo y confiaba muy rápido en las personas, todo el tiempo lo negué, pero creo que tiene algo de razón, agradecía no ser la princesa, creo que si así fuera después del tercer secuestro ya le hubiera dicho el sí

-Jjajajaj…- Sin darme cuenta una pequeña risa se escapó de mis labios, ese pensamiento sí que era tonto

-No te pareció la idea princesa- Me hablo Bowser logrando salir de mis pensamientos, realmente no lo había puesto atención. No quería que se sintiera mal pensando que lo ignoraba. Siempre cuando esto sucedía bastaba con decir un simple y confiable "si", ¿qué es lo peor que podría pasar?

-sí, me parece bien- conteste sin vacilar. Normalmente siempre estaba de empalagoso y sus constantes preguntas que no fueran de mi persona o pasatiempos era para pedirme salir a pasear por el largo jardín que sorprendentemente tenía en su castillo.

Quien diría que le gustara algo más que no fuera lava y piedras rocosas. Las tierras oscuras siempre me parecieron un poco escalofriantes, aterradoras y para nada agradable a la vista, pero viéndolo bien no esta tan mal, tiene su encanto.

Tener una amplia habitación, tener escoltas que te cuiden y sirvan las 24/7 y solo preocuparte por saber que se come al día siguiente. Realmente este sí que era una "terrible tragedia", ahora entiendo por qué la princesa nunca se esforzaba por escapar, es muy ágil e inteligente y más aparte que conoce este castillo como la palma de su mano, debe de ser muy fácil escabullirse para ella. Lo más seguro que estos días aquí con Bowser eran sus días de descanso.

Una princesa que rige y gobierna un país entero no debe de poder ni tomar un respiro, esta debe ser la excusa perfecta para tener un descanso.

Antes estaba aterrorizado de estar aquí, pero creo que el ponerme ese vestido fue la mejor idea que he tenido en mi vida, hasta me da pesar el tener que abandonar esta vida tan confortable.

-Entonces are los preparativos los antes posibles- Hablo emocionado mientras caminaba en círculos. Realmente se veía muy feliz, creo que el Bowser sonriente se ve mucho mejor, hasta creo que le da otras vibras, si no fuera el enemigo le apoyaría en su conquista por la princesa Peach

-Nunca pensé que aceptarías por voluntad propia-

Tal vez si se plantea el cambiar, nunca es tarde para corregir errores y tomar el camino correcto.

-Yo sé que te traje aquí contra tu voluntad, a lo que me refiero es que siempre me negabas la oportunidad de mostrarte mis sentimientos-

Podría enmendarse, primeramente, poniendo un fin a ese horrible temperamento que tiene, uno no ocupa gritarle a medio mundo por que algo no le salga bien, que culpa tienen los terceros que su plan falle.

-Por eso esta vez intente posponer los preparativos de la boda, quería tener más tiempo para conocernos-

A lo mejor hace eso porque no le enseñaron el cómo afrontar sus emociones, es lo mismo lo que le pasaba al primo de la vecina de la hermana de la tía segunda de nuestro padre

-Se que seis días no bastan para forjar algo más sólido, pero estoy seguro de que ese corto tiempo pudo mostrarte mis más sinceras intenciones-

Bueno ese niño a lo mucho lloraba y pataleaba cuando se ponía a hacer berrinche, en cambio Bowser manda a echar al pozo de lava todo aquel que le contradiga.

-Ten por seguro que no te arrepentirás-

Creo que divague de nuevo, pero que se le va a hacer, no se puede evitar teniendo a este rey escupiendo cada diez segundos un halago a la princesa. Creo que acepte otra cosa que no era el pasear por ahí tomando su mano, mejor despisto un poco y averiguo a que le dije que sí.

-Entonces que aremos- Vaya forma de disimular Luigi, mejor hubieras dicho que no le habías puesto atención.

- Tengo planeado hacer algo pequeño, la última vez siento que no te pareció la idea de una fiesta tan grande-

¿Como que fiesta?

Que se supone que se festeja en estas fechas, antes que nada, ¿Los días festivos de aquí son similares al reino champiñón?

-Pero no te preocupes será una boda inmemorable-

Me confiesa como si nada, ya está planeando la boda, ¿Qué diablos aceptaste Luigi?

- ¿Y cuándo será eso? - Me había estado relajando y dejando que el tiempo pasara como si nada, se me olvido completamente de que este sujeto quiere forzar a la princesa a ser su reina, debo de dejar de jugar y salir corriendo lo antes posible.

-Mañana por la maña- Se apresura a contestarme, como si al tardar un segundo más le respondería que ya no quería, obvio que no quería, pero es evidente que no se lo diría directamente, no soy tan valiente como la princesa Peach.

-Se que es un poco apresurado, pero ten por seguro que tendré todo preparado- Esa emoción con la que me contaba las cosas, hacia que bajara la guardia, se me hacía algo, ¿Lindo?

-Entonces deja voy a preparar todo- Corrió rumbo a la puerta – Espero que mañana estes tan espectacular como estas hoy princesa- Fue lo último que me digo antes de salir de la habitación.

Definitivamente nada estaba marchando bien, por favor, te lo ruego, no tardes en llegar Mario.

….. … …. … … …

El plomero chaparrito y de vestimenta roja se apresuraba lo más que podía en llegar al castillo del temible Bowser. Hace tres días atrás un Toad espantado, pálido y sin poder pronunciar palabra alguna le contaba la historia más surrealista que había escuchado en toda su vida.

"Bowser había secuestrado a la princesa, que no era la princesa, si no Luigi que estaba disfrazado de la princesa"

Esas habían sido las palabras del pequeño honguito, al principio no tenía idea de a que se refería, pero con una explicación breve de Toad logro captar la situación tan particular que estaba pasando.

-Entonces Bowser secuestro a Luigi pensando que era la princesa- Resumió en reducidas palabras el plomero

-Si Mario, eso paso- Se apresuro a responder lo antes posible, el pequeño andaba espantado, temía que algo malo le pasara a Luigi

JAJAJJAJJAJAJAJJAJAJAJA…..

Una inesperada risa resonó por todo el lugar, a Mario realmente le preocupaba su hermanito, pero el imaginárselo en vestido y en un aprieto tan cómico no pudo evitar el estallar en carcajadas.

No sabía en que estaba pensando Luigi, pero hubiera dado todo el dinero del mundo por ver esa escena. Estaba al tanto que su complexión era delgada pero no que le calzara el vestido de la princesa.

-Mario no te rías- Pidió el más bajito -Si sabes que esto es serio, solo imagínate lo que le puede hacer Bowser si se entera que no es la princesa- Intento hacer reflexionar al de gorra roja, pero vaya que fue un fracaso, las risas continuaban por parte de su compañero.

-Si tienes razón Toad, es mejor ir de una a por Luigi- menciono entre pequeños espasmos ocasionados gracias a querer contener las risas.

Ahora en el presente, nuestro héroe de overol y gorra se había infiltrado en el castillo, hace rato que había perdido a Toad, no sabía cómo ese pequeño honguito se las arreglaba para escabullirse de él. No se preocupaba mucho ya que estaba al tanto de las capacidades de este y la buena suerte que se cargaba, es más creía que tal vez esta había sido una gran ayuda inesperada, ya que al separarse sería más fácil el poder encontrar a Luigi y si es posible escaparse sin ser vistos, no tenía ganas de enfrentarse al Rey koopa, además lo más seguro es que su hermano estaría espantado por no saber que hacer. La angustia de poder ser descubierto en cualquier momento debe de ser grande.

Pensaba que no duraría mucho en rencontrarse con Luigi, normalmente tardaba entre tres o cuatro días en rescatar a la princesa, posiblemente porque ya se había convertido en rutina o que ya estaba al tanto de las trampas que solía ponerle Bowser en el camino, por ello, el que tardara tanto en poder volver a ver a su hermanito le traía un mal presentimiento, no quería ser pesimista pero definitivamente esto no le agradaba.

Por otro lado, Toad hacia todo lo posible por escalar una enorme pared y poder asomarse por la ventana, su intuición le decía que posiblemente podría encontrar algo, y no estaba errado, al llegar al borde de la ventana con dificultad, abrió sus ojos con alegría, ahí acostado en la cama matrimonial se encontraba aquel que tanto buscaban con fervor.

Planeaba gritar su nombre, sin embargo, se detuvo al darse cuenta de que no estaba del todo solo. La habitación estaba alumbrada por una ligera luz que producía una lamparita que estaba encima del buro a lado de la cama. Gracias a la tenue luz se podía deslumbrar la luminiscencia que atravesaba por las ranuras de la puerta y debido a esto se podía observar unas ligeras sombras, al parecer había guardias fuera de la habitación.

Luigi estaba acostado dándole la espalda, llamar su atención sin hacer ruido era casi imposible, pero en un pensamiento rápido recordó que llevaba consigo un pedazo de papel y una pluma muy convenientemente, decidió escribir la situación en la que estaban y que planeaban salir sin ser descubiertos.

Teniendo todo listo, doblo el papel un par de veces haciendo un pequeño avioncito, estaba seguro de que si no le pegaba al menos el que vuele al lado o por encima de él llamaría su atención. Metió su mano por los barrotes que tenía la ventana y con todas sus fuerzas a vento el avión de papel.

El avión dio varias vueltas hasta acabar pegándole en la cabeza al del bigote, al principio pensó que solo había sido un mosquito así que simplemente llevo su mano a verificar, se llevó una sorpresa al ver un avioncito de papel. Se levantó y se dio vuelta, ahí fue cuando vio a Toad, este saludo eufórico con las manos.

Luigi iba a hablar, pero entonces Toad a modo de señas le comunico que no lo hiciera, fue ahí que recordó a los koopa que hacían vigilancia, decidió pararse y acercarse, pero nuevamente recibió una negativa. Simplemente señalo el avión que tenía en las manos y sin decir nada más decidió bajarse y emprender ahora la búsqueda de Mario para informarle en que habitación se encontraba su hermano.

Luigi al ver que Toad se alegaba entro en pánico, se paró lo más rápido que pudo, ocasionando que tropezara en el momento y un fuerte estruendo se escuchó.

Las puertas se abrieron, los vigilantes entraron y fueron rápidamente a socorrer a la princesa.

-se encuentra usted ben princesa- mencionaron al unísono. Habían entrado en pánico, si algo le pasaba a Peach ellos serian responsables y por ende lo más seguro que terminen muertos a manos de su Rey.

-Sí, solo tropecé con mi vestido- Aclaro Luigi mientras se levantaba y con los pies pisaba el avión, escondiéndolo de la vista de los koopa

Todo paso como un pequeño accidente que tuvo la princesa, los guardias salieron y en la habitación vacía se concentró en leer lo que decía el dichoso avioncito.

Al terminar simplemente dio un suspiro de alivio y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Su hermano ya estaba en el castillo y era cuestión de minutos para que viniera por él.