My Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.
Star Wars pertenece a Disney.
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Fui una Jedi y ahora una heroína... No hay diferencia.
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01: Recuerdos borrosos.
Midoriya Izumi, quien recientemente alcanzó el rango de Caballero Jedi, se encontraba dentro de una Nave Caza, usando un anillo de híper impulso, para permitirle viajar a la velocidad de la luz.
Ella no podía creerlo, no lo creía, ni lo comprendía.
¿Por qué?
¿Por qué sus clones la traicionaron a ella y a su maestra?
Ni siquiera sabía hacía donde iba.
En un momento, había estado en Kooriva, enfrentaron a los típicos droides Separatistas y un momento después, enfrentaban a los Umbarianos: Era una trampa para matarlos y ellos cayeron en la trampa.
Entonces, su capitán clon Drak, contestó a una llamada y luego asesinaron a su maestra por la espalda. Ella lanzó un grito, cuando vio morir a la mujer que la trajo a la orden Jedi y liberó una onda expansiva en la Fuerza, que mandó a volar a aliados y enemigos.
No sabía en quien confiar.
No entendía por qué asesinarían a su maestra, no comprendía por qué la estaban traicionando. Pero no le importaba, solo supo que debía de lograr sobrevivir y escapar de cualquier sistema Separatista, así que usó la Fuerza y aprovechó la gravilla que la rodeaba y las usó como armas contra aliados y enemigos.
Empuñó un blaster Separatista y disparó a todo lo que se moviera, mientras corría sin una dirección exacta.
Pasó varios días en Kooriva, escapando, atacando a todo lo que se moviera, creando lanzas con ramas de madera, talando árboles con los poderes de la Fuerza, ya fuera para golpear a clones, Umbarianos y Koorivanos, o para cazar animales y alimentarse de ellos.
Su oportunidad para escapar, se dio cuando inició un incendio forestal accidentalmente, pero cuando supo que todavía la buscaban cientos de clones y cuando el ex-Canciller Palpatine, se proclamó Emperador, entonces usó el incendio y las llamas, para convertir a Kooriva en un infierno viviente y mientras que todos se ocupaban de las llamas, ella abordó la nave de su maestra y trató de huir...
Pero fue descubierta, le dispararon a la nave y las coordenadas de su viaje cambiaron.
Terminó aterrizando en un planeta del Borde Exterior, se acercó a una ciudad, robó dinero, robó créditos separatistas, solo para descubrir la existencia de los créditos Imperiales, que comenzaban a ser conocidos, así que los robó e hizo que el dueño de una tienda, olvidara que ella entró.
Solo quedaban el Espacio Salvaje y las Regiones Desconocidas... debía huir de la Galaxia.
Estuvo de carroñera por bastante tiempo, asaltando naves de viajeros, sin importarle nada más, pero en medio de sus aventuras en el Borde Exterior, se toparía con un Jedi superviviente.
Luego de explicarse mutuamente la situación en la cual se encontraban, el Jedi la llevó al lugar más apartado de esa ciudad en la cual estaban, en medio de Agamar y le enseñó un Holocrón que su maestro pudo encontrar, era el Maestro de la Orden Jedi, Obi-Wan Kenobi: «Soy el maestro Obi-Wan Kenobi, lamento comunicar que tanto nuestra Orden Jedi como la República han caído. No regreses al templo, ese tiempo ha pasado. Todos seremos cuestionados; nuestra confianza, nuestra fe, nuestras amistades, pero debemos perseverar. Y con el tiempo, una nueva esperanza emergerá... Que la Fuerza te acompañe.»
Izumi continuó su viaje de un sistema estelar a otro, hasta llegar a captar una señal que su maestro solía usar y toparse con un Destructor Imperial, el cual abordó, topándose con una nave a lo cubierta de polvo, pero por lo demás, estaba en perfecto estado.
Un Droide se acercó a ella y le enseñó un Holograma: «Jamás has creído en lo que no puedes ver y nunca has creído que yo tuviera visiones, ¿verdad, Izumi? Pero si has encontrado esta nave, si te has topado con este droide, entonces la evidencia física y científica, sí que tendrá que ser suficiente para ti.»
Dentro de la nave, había un sinnúmero de documentos Jedi, documentos Sith, holocrones Sith y Jedi desbloqueados, un manual de los caminos Jedi y otro de los caminos de la Fuerza de distintas culturas, ropas, cientos de piezas para armas más Sables de Luz y al menos, una docena de cristales Kyber, cientos de piezas de chatarra por aquí y por allá.
Su maestra sabía cuánto le gustaba a ella, crear cosas. Su maestra la llegó a comparar con un antiguo lord Sith, llamado Darth Momin, pues ambos eran artesanos y aunque ya no se usaba el termino, pues era algo que desapareció tras la Antigua República, su maestra la nombro Artesana Jedi.
Izumi abordó aquella nave Caza modificada, tomó el anillo de híper impulso y salió de la nave, hacía un destino desconocido, confiando en el piloto automático y en las coordenadas, preestablecidas en la nave, lentamente y sin saberlo, un gas, destinado a dejarla descansar, se filtró en los poros de su piel y pudo descansar.
Ella no lo recordaba, pero ella pertenecía al planeta Tierra, en una galaxia muy, muy lejana.
Ella no recordaba que un doctor le dijo que carecía de un Kōsei, que tenía la falange del dedo meñique, así que jamás tendría alguno de los asombrosos poderes, con los cuales nacían los humanos, en el planeta Tierra, en la actualidad.
Poderes Emisores: lanzar fuego desde tus manos, Transformadores: poder hacer que tus brazos se transformen en tentáculos o Mutantes: contar con varios brazos.
Más de un 90% de los humanos sobre la faz de la tierra, contará con una de las tres clasificaciones de los Kōsei (también llamados Quirk) y el restante 10% no contará con un Kōsei de ningún tipo.
Cuando estos usuarios de Kōsei aparecieron, la normalidad fue destruida.
Los usuarios de Kōsei fue perseguidos y de allí, muchos se volvieron villanos.
Aparecieron héroes ilegales, hasta que estos mismos fueron alabados y se fundaron una serie de actas y zonas de trabajo en equipo con la policía y el ejército, antes de que se les reconociera formalmente como héroes.
Estos mismos héroes, pedirían la fundación de Academias para jóvenes que desearan ser héroes y la única petición, era que fueran jóvenes desde los 15 años de edad, siendo distinto en cada país, la cantidad de años, hasta que se consideraba a los alumnos listos para ejercer como héroes profesionales.
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Un año después de que a Izumi le dieron que carecía de un Kōsei, ella comenzó a ser humillada, tanto por sus compañeros de primaria, como los de maestros, pero ella deseaba, ella soñaba con llegar a ser una heroína; tal y como lo era el héroe más grande de todo Japón, aquel héroe que había rechazado en dos ocasiones el premio de la paz y solo se dedicó a ser lo que era y quien era...
All Might.
El Símbolo de la Paz.
Pero sin un Kōsei, esto era imposible.
Todavía tenía cuatro años de edad, cuando un hombre de piel rosada y con espinas blancas en los antebrazos, la tomó como rehén. Alguien dio la alerta y varios héroes aparecieron para salvarla, pero el villano golpeó un pisotón contra el suelo y cientos de espinas aparecieron en el suelo, impidiendo que aquellos héroes que se acercaron, fueron atacados por las espinas.
Los minutos, las horas comenzaron a pasar, ninguno de los héroes podía ayudar y solo argumentaban que debían de "esperar a que viniera un héroe con un Kōsei más adecuado"; hasta que una mujer vestida con una túnica marrón, extendió su mano y el villano se quedó quieto totalmente. —Soltarás a la niña y te entregarás a las autoridades.
—Soltaré a la niña y me entregaré a las autoridades —repitió el villano, soltando a aquella bella y pequeña niña de cabello verde rizado, mientras que los héroes lo arrestaban.
Una mujer de cabello verde, se acercó a la mujer. — ¡Gracias! —dijo la madre a su heroína — ¡Muchas gracias por salvar a mi hija!
—De nada —dijo la mujer, mirando hacía su derecha y encontrándose con un restaurante de sándwiches. — ¿Quiere comer algo, después de esta situación? —madre e hija asintieron y siguieron a la mujer. Cuando iban a entrar, la mujer movió su mano y las personas entregaron el dinero y se llevaron su comida.
— ¿Tu Kōsei es lavado de cerebro? —preguntó la niña, emocionada.
La mujer le enseñó una sonrisa. —Mi nombre es Kirna Haash. No soy una usuaria de Kōsei. Lo que he usado, es uno de los muchos poderes de La Fuerza. El cuerpo humano tiene varios tipos de microrganismos y estas... habilidades, son compartidas por muchas personas de donde yo vengo y son otorgadas por los Midiclorianos: Telequinesis, hipnosis, electroquinesis, sanación, eliminar los sentidos, entre muchos otros. Vengo de un lugar muy lejano, llamado Republica Galáctica. Nosotros: la Orden Jedi, defendemos y mantenemos la paz en la galaxia, pero a veces, tenemos que levantarnos en armas. —fue la primera vez, que Inko e Izumi, presenciaron un sable de luz. Un sable rosado —Representa el amor y la compasión. Si lo deseas, pequeña Izumi, puedes venir conmigo y ser una heroína para muchas personas, pues mis habilidades, pueden ser enseñadas con paciencia y perseverancia.
—Ve con ella, Izumi-Chan. —dijo su madre sonriente, acariciando su rostro, las lágrimas comenzaron a salir del rostro de la niña de cabello verde. —Quizás por esto, naciste sin un Kōsei: La Fuerza, fue desde siempre tu destino. Ser una Jedi.
—Algún día... —los ojos se le llenaron de lágrimas a la niña de cabello verde —te prometo que volveré...
Ella llegó allí, junto a los Iniciados Jedi del Clan del Lobo y el Consejo Jedi, aceptó que ella sería entrenada por la maestra Kirna, cuando terminara su preparación como Iniciada y comenzara como Padawan.
Lo primero, fue el entrenamiento con sables de luz de entrenamiento, que solo quemaban y después de quince meses y un año, viajó a un planeta lejano, llamado Ilum.
Izumi abrió los ojos, escuchando una incesante voz, proveniente de la computadora, una I.A, preinstalada y preparada, para darle las coordenadas: «Más allá de la Galaxia, a tres millones de años luz, ingresando en el Sistema Solar, destino: planeta Tierra, país: Japón», se acercaba a un planeta muy parecido a Naboo, quizás Takonadona, posiblemente a Scariff o quizás Yavin IV. Miró los circuitos de navegación y los ojos casi se le salen de las cuencas.
