Esta historia ocurre luego de los acontecimientos del primer arco de la primera temporada del anime Inazuma Eleven o Super Once en Latinoamerica, exactamente desde el capítulo 27 pero de ahí en adelante las cosas ocurren de manera distinta.

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A las afueras del Estadio Nacional de Edo

Barrio Kasumigaoka, Distrito Shinjuku

Era el final del Torneo Futbol Fronteras, el torneo de fútbol donde las mejores escuelas de preparatoria de todo el reino de Edo disputaban quien era la mejor de todas cada año en el ámbito del fútbol, y este año, luego de 40 años de no tener relevancia, la escuela Raimon, proveniente del distrito Inazuma sería la campeona este año luego de una sufrida final que tuvo contra el Instituto Zeus que era un equipo fuerte como revelación en la competición de este año.

Los jóvenes integrantes de la escuela ganadora estaban a las afueras del estadio mientras un chico de 15 años, posiblemente el capitán del equipo alzaba la copa que consistía en un trofeo plateado cuya punta era un balón de fútbol. El era un castaño de una estatura menor a los 1,60 y de piel clara.

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Capitán del equipo de fútbol

Satoru Endo

Portero

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El castaño tenía grandes cejas del mismo color de su cabello el caía en forma de punta en ambos lados de su cara, mientras que le sobresalía un gran mechón por encima de la frente, todo producto de la bandana naranja que llevaba puesta.

-Chicos, ¡Finalmente somos el equipo número uno de Edo!

-¡SÍ!- Exclamaron los demás miembros del equipo que hizo historia alzando los brazos en señal de su victoria.

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Defensas centrales del equipo de fútbol

Heigoro Kabeyama

Teppei Kurimatsu

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-¡AAAAYYYY! ¡Estoy contento! ¡Es como si soñara!- Exclamó llorando estilo anime el más grande de los que formaban el conjunto. Era un moreno grande, gordo y visiblemente fuerte, su peinado era de un grueso afro verde y pequeña barba aunque era de primer año de preparatoria. Su nombre era Kabeyama Heigoro.

-Vamos, no puedes llorar todo el tiempo, Kabeyama- Dijo un castaño pequeño, también de primer año de preparatoria con tal calmar a su amigo aunque tampoco no evitaba la sensación de haber logrado tal histórica victoria. Tenía características similares a una ardilla, con ojos negros, dientes de conejo y pelo castaño claro. Su peinado recordaba a una castaña, y estaba rapado por la parte de abajo. Llevaba una venda en la nariz, y tiene el diente incisivo exageradamente grande. Su nombre era Teppei Kurimatsu.

Mientras con Endo que se llamaba el joven capitán, se le acercaron otros tres jóvenes, dos de primer año y uno de segundo. El primero era un chico de baja estatura, sus ojos era como el signo + y era calvo con una cola de caballo. El segundo era un joven alto, tenía el pelo de color naranja, cuyo peinado un afro que le tapaba los ojos. Tenía pecas, y la nariz pequeña de color naranja, al igua que su pelo. Era flaco y de aspecto palido.

El último de ellos era de estatura corta y de piel blanca, cabello castaño, ojos negros y usaba unos pequeños anteojos azules de los cuales surgía el apodo de Anteojos

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Centrocampistas del equipo

Ayumu Shorinji

Sakichi Shido

Kakeru Megane, "Anteojos"

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-Capitán, ¿Puedo cargar el trofeo? Sería un honor- Dijo el pecoso de afro naranja llamado Shido.

-¡Y yo capitán!- Exclamó el bajito llamado Shorinji

-¡Por favor!- Alzó las manos muy emocionado el joven llamado Anteojos.

-Claro- El chico de bandana naranja les dio a sus amigos el trofeo a lo que todos los kouhais o compañeros de primer año quedaron deslumbrados por la maravilla de trofeo que estaban entre sus manos.

-Muchas gracias, capitán, que bonito está.

-Que lindo

-Yo quiero ser el siguiente, ¿Puedo cargarlo en mis manos?

-Capitán, ¿Puedo verlo?- Intervino un joven de segundo año. Tenía la piel blanca, cabello naranja rojizo un poco largo amarrado por una coleta y un pequeño mechon en la frente y a los lados, un gorro quechua rosado con rayas azules , ojos negros y grandes, y finalmente su nariz era de color naranja. Por su apariencia se pensaba que era un gato.

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Mediocampista del equipo

Kuusuke Matsuno "Max"

Sobrino de Rin Hoshizora

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-Claro, Max, ¿Por qué no?- El capitán le dio el trofeo al joven pelinaranja el cual se contentó aunque también llegaron otros dos jóvenes, ambos de segundo año.

El primero era alto, con la piel pálida y pelo muy largo, con un flequillo que le ocultaba los ojos y no se le veían, todo eso le daba la apariencia de un fantasma. Se desconocía el color de sus ojos, tapados por su flequillo. Su nariz era triangular y era uno de los más altos del equipo.

El segundo era un castaño marrón de pelo corto y ojos del mismo color. Era miembro del grupo de bomberos llamado Nikogumi, ubicado en el barrio Megumi, del distrito cercano de Mujina.

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Defensa central del equipo

Jin Kageno, "Sombra"

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Mediocampista del equipo

Shinichi Handa

Miembro del Nikogumi

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-Capitán, ¿Puedo cargar el trofeo?- Dijo el castaño mientras se sumaba a la lista de personas interesadas en el trofeo plateado de tan histórico hecho.

-Claro que si, Handa, puedes tomarlo.

-Muchas gracias, capitán. Okashira y los demás en el Nikogumi se sentirán orgullosos.

-¡No es justo, Handa!

-¡Sí, no es justo!

-¡No seas tacaño y comparta, Handa!

Tanto el castaño como sus demás compañeros de equipo se peleaban por el trofeo mientras el capitán del equipo y otro joven, también de segundo año, estaba junto con él. Era su mejor amigo como uno de los mejores jugadores del cuadro de Raimon, de hecho, era el delantero como goleador estrella del equipo.

El joven tenía el cabello crema de forma punteaguda, en la parte de adelante se le podía ver 5 mechones grandes sobresalientes, sus cejas eran muy delgadas con un estilo de rayo, sus ojos eran castaños, profundos y brillosos, su piel era de tono canela y era de estatura media. El joven miraba con una pequeña sonrisa en como sus compañeros se peleaban por ver el tan famoso trofeo.

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Delantero como goleador del equipo

Shuuya Gouenji

Oniwabanshu al servicio del gobierno

Miembro del clan Namahono

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-Oye, Gouenji- Las palabras del castaño de bandana naranja sacaron al delantero estrella de Raimon el cual veía a su amigo quien dibujaba una cordial- ¿No crees que deberías darle las buenas noticias a tu hermana?

-Ya que lo dices, sí- Asintió el joven de pelos parados- Iré al hospital del doctor Tardes para visitar a Yuuka.

-Que bueno- El joven de banda sin borrar esa sonrisa y la energía que se le caracterizaba extendió su mano dejando un poco extrañado al delantero como goleador- Muchas gracias por apoyarnos.

El joven de pelos parados no dudó en aceptar la muestra de gratitud de su amigo mientras que los demás quedaron muy contentos ante aquella escena pues ambos, el portero y delantero estrella eran practicamente muy buenos amigos.

-No, Endo... Soy yo el que debe darte las gracias.

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Luego de unos días de estadía en Kasumigaoka debido a su gran triunfo en el torneo nacional, los Super Once como se les conocía a los jugadores de la escuela Raimon partieron en una camioneta hacia el distrito Inazuma a primeras horas de la mañana y era obvio que en el trayecto se hablaban entre ellos.

-Oye, Shorinji, no puedes dejar caer el trofeo o estaremos en problemas- Advirtió Shido a su pequeño amigo el cual llevaba el trofeo entre sus manos

-Si, eso ya lo sé.

-Esperen, chicos- Intervino el defensa grandote llamado Kabeyama haciendo que todos sus amigos se detuvieran su caminata

-¿Que pasa Kabeyama?- Preguntó Endo el cual notaba que su enorme kouhai miraba hacia todos lados como si notara una presencia o algo que asechara en el camino

Luego de casi un minuto, el joven de afro verde dijo con una pequeña mirada seria.

-Nada, capitán. Pero aún así temo que por el camino haya algún peligro por lo que debo cargar el trofeo por sí acaso.

-Bueno, si tú lo dices, está bien.- Dijo el capitán mientras el enorme defensa tenía entre sus manos el dichoso trofeo aunque debía estar precavido ya que Edo City tenía una infinidad de peligros en todo su esplendor.

Los Super Once reanudaron su caminata con rumbo hacia el distrito Inazuma aunque nuevamente se hablaron entre ellos, posiblemente recordando los viejos tiempos.

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Gerente del equipo

Haruna Otonashi

Detective de la oficina del bugyo

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Mediocampista y estratega del equipo

Yuuto Kido

Oficial de Minamimachi

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Una joven de cabello azul oscuro, ojos redondos de color verde y unos lentes rojos sobre la cabeza estaba hablando con un castaño de cabello trenzado atado en una coleta alta, gafas de natación y una capa azul sobre sus hombros y espalda. La detective y el oficial, ambos de la bugyo de Minamimachi eran hermanos. Segundo y primer año respectivamente.

-Felicidades, hermano.

-Muchas gracias, Haruna, pero esto es el inicio de mi brillante carrera en este deporte- Dijo el joven de gafas mientras apretaba un puño demostrando que tenía una gran convicción como una gran fuerza de voluntad para lograr lo que se proponía a lo que su hermana rió bajito. Ella lo apoyaría en todo.

El castaño de bandana naranja llamado Endo estaba hablando con un chico con el cabello largo de color celeste recogido con una cinta detrás de la cabeza en forma de cola de caballo. Un mechón de cabello le tapaba su ojo izquierdo. Era de segundo año.

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Defensa y mediocampista del equipo

Ichirouta Kazemaru

Ninja al servicio de la Reina Yoshimune

Miembro del clan Arashi

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-Endo, ¿Sabes por qué Domon e Ichinose salieron corriendo cuando se acabó el torneo?

-¿Acaso no lo recuerdas, Kazemaru? A unos segundos de acabarse el partido, Nishigaki habló por teléfono a Ichinose.

-Entonces deben estar en Kidokawa, ¿No es así?

-Exacto- Dijo una chica de pelo verde oscuro y corto con un clip de color rosa en el lado izquierdo de su cabeza. Sus ojos eran marrones. Era de segunco año- Posiblemente Kazuya y Asuka fueron con Mamoru a darle las buenas noticias

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Gerente del equipo

Aki Kino

Miembro del clan Tamaki

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-Ya veo. Con que de eso se trataba.- Dijo el peliazul llamado Kazemaru con una sonrisa sastifactoria en su rostro.

-Aún así me parece un gran desperdicio- Habló un alto, delgado, de piel morena, cabello rosado muy corto, ojos negros, cejas finas y un lunar debajo del ojo izquierdo. Todo eso le daba una apariencia de un simple matón de prisión. Era de segundo año.- Debieron irse después de la sesión de fotos y las entrevistas.

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Delantero del equipo

Ryugo Someoka

Sicario de Inazuma Candy

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-Eso no tiene nada de malo, Someoka- Dijo el capitán del equipo con una sonrisa en grande- Los dos junto con Aki son muy buenos amigos desde que jugaban en Norteamerica. Es normal que quieran darle esa noticia a uno de sus compañeros.

-Tienes razón, Endo- Dijo Kazemaru que estaba mirando el cielo azul, ya había pasado ya eran eso de las ocho o nueve de la mañana- Supongo que tendré que darle la noticia al club de atletismo- Miró a su otro amigo castaño que estaba a su lado- Supongo que tú también tienes que dar la buena noticia, ¿No es así, Handa?

-Claro, quiero ver la expresión que pondrá Okashira y los demás cuando les muestre el trofeo. Me siento muy emocionado, ¿Saben? Nunca pensé que llegaría tan lejos en algo, ¿Y ustedes?- El muchacho de cabello marrón miró a su amigo el cual estaba sonriendo feliz al igual que él- Someoka, ¿Recuerdas cuando el club de futbol eramos siete personas? Endo, Aki, tú y yo iniciamos el club y luego se nos vino Kabeyama y demás.

-Así es, Handa... ¿Cómo no voy a olvidar esos viejos tiempos?- El pelirrosa rapado se cruzó de brazos- Nadie creía en nosotros hasta que cierta niñita rica amenazó con cerrar nuestro club, ¿No es así, Onatsu?

-¡...!- Un poco cerca de Endo y compañía estaba una chica de pelo castaño largo y ondulado, y los ojos del mismo color. Tenía el flequillo largo con una raya en el medio y tiró por la espalda. La joven de repente estaba sonrojada cuando le llamaron "Onatsu"

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Gerente del equipo y presidenta del consejo estudiantil

Hija de la familia Raimon

Hija del bugyo Soichiro Raimon

Natsumi Raimon

Presuntamente relacionada con Inazuma Candy

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-N-No sé de que estás hablando...- Tartamudeó la chica pelirroja del grupo a lo que el muchacho rapado llamado Someoka aprovechó para mencionar un poco más acerca de los últimos acontecimientos.

-Vamos, no te pongas así. Todos sabemos que cuando tu padre tuvo ese accidente perpetrado por Kageyama, un vejete llamado Sakurai tomó el caso de tu padre para hacer lo que le viniese en gana pero Inazuma Candy se encargó de salvar el día, ¿O me equivoco?

Natsumi calló por unos segundos y sí, lo que decía Someoka era cierto. Poco antes de que comenzaran a disputarse el torneo nacional, su padre, el magistrado Soichiro Raimon sufrió un accidente de tránsito perpetrado y quedó en grave estado de salud, fue ahí donde un prestigioso medico como de controversial historial, Genseki Sakurai, tomó el caso del señor Raimon no sin antes cobrar dinero.

La joven pelirroja tenía dinero de sobra debido a su estrato alto pero las insistencias desmedidas y hasta despiadadas del doctor Sakurai le hicieron llegar al punto de vender sus pertenencias y bienes hasta tratar de venderse su cuerpo con tal de salvar a su padre pero de pronto, el grupo Inazuma, con su líder Candy y dos de sus hombres hicieron acto de aparición, se encargaron del médico y sus secuaces y la ayudaron.

Poco tiempo después, su padre salió del coma y su salud comenzó a mejorarse.

Y en ese lapso de tiempo, a menos de un mes, no podía olvidar aquella sonrisa brillante que le dio esa chica de listones rojos como antenas mientras le obsequiaba un paraguas de fina calidad... Lo que derivó en sentir algo por la raijin.

Pero la joven dejó de lado esas bobas sensaciones que comenzaba a tener en su mente y corazón y decidió saber tenerse compostura, era la hija de un magistrado local y por lo tanto debía mostrarse respeto y rectitud ante todos.

-Estoy agradecida por lo que hizo el grupo Inazuma pero no me juntaría con una delincuente y terrorista barata- Sonrió como toda dama segura de sí misma- Teníamos un tema de conversación, ¿No? Con respecto al pasado, Someoka, no olvides que Kido pensaba que el único componente digno de este equipo era Gouenji.

-Solo al principio- Dijo el mencionado mientras cruzaba los brazos- Pero después del partido amistoso, decidí enfrentarme al equipo completo para analizar sus habilidades y ahora estoy con ustedes y es gracias a Endo con quien tuve la oportunidad de reunirme con Haruna y ayudarme en mi venganza contra Zeus y Kageyama por lo que le hicieron a mi antiguo colegio y... De abrirme los ojos.

-Kido...

-¡Un momento, compañeros!- Intervino el joven llamado Anteojos mientras hacía brillar sus lentes como si fuera un intento de demostrar que era alguien invaluable dentro del equipo... Al menos el creía- ¿De casualidad no olvidan un elemento importante?

-¿Acaso hiciste algo importante?- Le preguntó Handa mientras alzaba una ceja con extrañeza pues conocía muy bien a su compañero de equipo y su opinión sobre él no era la mejor que se diga.

-Gracias a mi estrategia de retirada en el partido contra el Instituto Imperial, Gouenji regresó al campo de fútbol.- Eso dijo mientras estaba cruzado de brazos y de piernas como si lo que hizo fuera de muy suma importancia- Para ayudar a nuestro equipo un jugador tuvo que sacrificarse y estar presenciando todas las hazañas y los éxitos que hemos tenido hasta el día de hoy fui yo, ¡Kakeru Megane de segundo año!

-¿Importante? ¡JAJAJAJAJA!- Someoka comenzó a reírse a lo que el muchacho de gafas empezó a molestarse

-¿Que es de risa, Someoka?

-Si Nikogoro o Inazuma-san estuvieran aquí te dirían todas las mierdas sobre ti, Anteojos

-De hecho, en una de sus tantas borracheras, Okashira dijo: "Ese chico de las gafas, el que calienta la banca con el culo, no es más que un cobarde y un presumido"- Dijo Handa mientras reía bajito, ya que conocía muy bien a su mentora hikeshi.

El joven Anteojo quedó boquiabierto mientras parecía que aquellas palabras por sus compañeras fueran flechas certeras que se clavaron en su corazón y era cierto, estuvo en la banca pero... Al menos el dio el nombre de las técnicas que despertaban y perfeccionaban sus compañeros, ¿No?

Aki Kino, sierva del clan Tamaki, quien estaba sentada junto con Kido y Haruna, los dos hermanos que estaban en el bugyo de Minamimachi, estaba viendo el cielo azul por la ventana mientras contenía una sonrisa a medida que sus ojos tomaban un brillo verde pero a la vez sentía un extraño presentimiento en su corazón a medida que estaban acercandose a su pueblo natal.

-¿Saben chicos? Siempre estuve segura de que este día llegaría muy pronto.

-Aki-san...

En eso el capitán del equipo, que estaba adelante del estratega y las dos gerentes, se levantó de su asiento mientras sus ojos brillaban de color naranja a la par que alzaba el pulgar. La gerente peliverde guiñó un ojo en señal de agradecimiento hacia su amigo.

-Muchas gracias, Aki

-No, Endo. Todo esto es a ti.

Luego de un breve rato de silencio, Natsumi Raimon, rompió el ambiente con una importante pregunta.

-Y díganme, ¿Qué desafíos enfrentarán ahora?- Eso dejó callados a los demás miembros del plantel- Ahora el Instituto Raimon es el mejor equipo a nivel nacional, ¿Cuál será su siguiente objetivo?

-¿El siguiente objetivo?- Preguntó Endo mientras no sabía que responder al respecto

-Ya que lo dice Natsumi, suena muy interesante- Kazemaru tenía una sonrisa ya que nunca pensó en lo que sería del mañana para todo el equipo- Estoy seguro de que aún hay muchos oponentes dignos de enfrentar.

-¿Y en dónde estarán?- Preguntó Handa que también se le ganó el interés y curiosidad sobre el mañana.

-Fuera de Edo, en todo el mundo- El muchacho miraba al cielo azul que iluminaba más de azul a cada segundo, como la sonrisa que mostraba la joven reina que gobernaba estas tierras- No puedo esperar para enfrentarlos en el campo.

-Kazemaru, ¿Acaso dices que debemos enfrentarnos contra los mejores del mundo?- Preguntó Anteojos mientras sus demás amigos ya comenzaban a serles interesante el mañana que tenían por delante

-Vaya, si que suena genial- dijo Kageno

-Nya, si que será algo emocionante- Dijo Max con su sonrisa gatuna

-Sí, tantos que los nervios me obligarán a ir todo el tiempo- Dijo el enorme defensa Kabeyama el cual estaba emocionado con ese pensamiento del mañana.

El castaño de bandana naranja apretaba los puños a medida que se imaginaba a enfrentarse a oponentes fuertes alrededor del mundo, lograrían algo histórico para Edo y sería darle un título mundial. Bajó la cabeza mientras no evitaba temblar de la emoción hasta que se puso de pie, con la mirada en alto mientras alzaba el puño hacia los cielos, cielos que representaba la justicia de Yoshimune.

-¡Muy bien, chicos! ¡Jugaremos a nivel mundial! Así que debemos entrenar mucho, ¿Entendido?

-¡SÍ!- Exclamaron los demás compañeros

Pero no contaban que algo les cortaría las alas...

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SOBAKASU- MARY AND JUDY

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Dai kirai datta sobakasu o chotto

hito nadeshite tameiki o hitotsu

Hevii kyuu no koi wa migoto ni

kakuzatou to issho ni toketa

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Maeyori mo motto yaseta mune ni chotto

chikuu to sasaru toge ga itai

Hoshi uranai mo ate ni naranai wa

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Motto tooku made...

issho ni yuketara...

¡NEE!

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Ureshikute sore dake de...

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Omoide wa itsumo kirei dakedo

Sore dake ja onaka ga suku no

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Hontou wa setsunai yoru nano ni

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Doushite kashira?

ano hito no namida mo omoidasenai no

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Omoidasenai no...

¡Woooooooooooh!

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ABARENBO SHOGUN NIKKO-CHAN

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HOY PRESENTAMOS:

EL PRIMER PORTADOR DEL MATOI

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-¡Por fin llegamos! ¡El distrito Inazuma!- Anunció un hombre anciano. Llevaba gafas negras, pantalón azul marino y una camisa con cordones dorados en el centro. Tenía una barba blanca y una gorra similar al color de su camisa y pantalón. A pesar de su apariencia de ser un adulto mayor, era de complexión corpulenta junto con una cicatriz de cortada en el ojo izquierdo.

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Entrenador del equipo

Seigou Hibiki

Miembro del rojuu o concejo de ancianos

Simpatizante de Yoshimune

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Endo miraba por la ventana que algo estaba pasando en la ciudad, de hecho, una especie de humo negro se divisaba de entre los edificios y casas de la ciudad y distrito Inazuma. De repente, sonidos de carros sonando con sus bocinas y personas huyendo comenzaron a sonar por todo lo alto mientras alguien gritaba en medio del tumulto de la gente.

-¡SATORU! ¡SATORU, MI NIÑO!

Los Super Once salieron del automóvil dando con una mujer castaña de cara grande y mirada pequeña, Endo salió para ser recibido con manos apretando sus brazos y un llanto algo destrozado.

-Mamá, ¿Que te pasó? ¿Por qué estás llorando?

La mujer estaba rota en llanto pero eso no impidió decirle lo que estaba pasando a su hijo.

-¡LA ESCUELA! ¡LA ESCUELA!

-¿Qué pasó con la escuela?

-¡ALGUIEN INCENDIÓ LA ESCUELA Y HAY MUCHOS AHÍ!

-¡¿QUÉ?!- Todos los jóvenes quedaron en shock al escuchar las palabras de la mujer quien no paraba de llorar sobretodo Endo que sentía como algo se estaba rompiendo en su interior.

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Una persona estaba en uno de los edificios más altos de la ciudad mientras no dejaba de golpear con un martillo una campana grande que no paraba de sonar, era el anuncio tradicional de que había un incendio. Las personas que habitaban en las cuadras colindantes de la escuela que estaba envuelta en llamas en su totalidad estaban huyendo con todo lo que podían llevar aunque el problema era a donde ir ya que el siniestro ocurrió de manera reciente.

Un caos vehícular ocurrió en la pequeña ciudad de Inazuma ya que muchas personas querían huir del incendio ya que este era muy grande y amenazaba con expandirse más y más pero causaron un desorden en todo el tránsito y todo por buscar un refugio seguro pero el problema era no se sabía en que lugar debían resguardarse.

Muchos rumores corrían que al otro lado del puente que había en la ciudad estaba el castillo residencia zonal donde vivía la dueña de estas tierras, es decir, la dueña que gobernaba los Tres Distritos Tamaki o Área Limítrofe. Uno de esos territorios en tres distritos era la ciudad de Inazuma por lo tanto servían a la señora y dueña del Clan Tamaki.

-¡Vayan todos a Kaminaribashi!

-¡Rápido! ¡Huyan a Kaminaribashi, rápido!

La locura y la desesperación de muchas personas y todo con salir con vida del incendio aunque dejasen todo terminaba en un completo caos ya que había un horrible trancón que comprendía todo el Kaminaribashi o Puente Relámpago el cual era entrada y salida de Inazuma, unos pocos lograban soltear ese caos y terminaban corriendo hacia el castillo Tamaki donde se creía que había un refugio.

Pero aún así era un evento desafortunado.

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Castillo Tamaki, en el distrito de Gotokuji

El castillo Tamaki donde vivía la señora de los Tres Distritos o Tamakinokami estaba con las puertas abiertas mientras una horda de personas estaba peleando contra los guardias para entrar al castillo, ya que según rumores, había un albergue para las personas que podían tener que salvarse de los incendios. Aunque claro, habían guardias que eran extremistas en el tema de las especies pues la Familia Tamaki en su mayoría eran gatos mágicos.

-¡Váyanse! ¡Váyanse! Es la residencia de la señora Tamaki, ¡Solo admiten gatos mágicos! ¡No pueden entrar humanos!

-¡Por favor!- Imploraban muchas que en sí eran humanos y todo por un refugio.

En medio del tumulto estaba una persona que rondeaba entre los 14 y 17 años, era una chica rubia de ojos azules, listones rojos sobre la cabeza como si fueran antenas, chamarra deportiva negra ancha, medias largas hasta el muslo y tenis negros viejos y sucios.

-¡Váyanse, rápido, humanos!- En eso uno de los guardias desenvainó su katana- ¡Si no se van, los mato! ¡ORDEN DIRECTA DE LA HATAMOTO DOKURO TAMAKI!

-¡¿QUÉ DIJISTE HIJO DE LA GRAN PUTA?!- Gritó en voz alta la descrita chica rubia la cual se puso al frente de los refugiados y dio cara a los guardias- ¡¿DOKURO TAMAKI?! ¡¿LA SEÑORA DE LOS TRES DISTRITOS?! ¡IMPOSIBLE! ¡ELLA NO ES DE ESA CLASE DE PERSONAS!

Los gendarmes comenzaron a temblar a ver la apariencia de la chica mientras que los refugiados estaban en júbilo pues tenían a alguien que era su voz, la rubia no era una tipa cualquiera, era una persona muy conocida en Edo hasta llegar a ser considerado como un heroína para muchas personas como una villana para muchas otras.

-¡Es el León Dorado!

-¡Vamos, León Dorado!

-¡Tú puedes, León Dorado!

-¿Quién es usted?

-¿No saben quien soy yo? ¡SOY INAZUMA CANDY!

-¿Qué?

-Como escucharon, ¡SOY INAZUMA CANDY, EL LEÓN DORADO DE EDO! ¡LES ORDENO DE INMEDIATO QUE DEJEN ENTRAR A ESAS PERSONAS O DE LO CONTRARIO LA PAGARÁN CARO CON MIS PUÑOS DE LUZ!

-¡OH NO! ¡ES EL DEMONIO DORADO DE EDO!

-¡Ustedes hagan el favor de entrar a todas esas personas o se las verán con mis puños! ¡No crean que solamente Nikogoro es el terror que asecha en toda la ciudad! ¡Yo también puedo ser el verdadero terror!

Los guardias temiendo lo peor se apartaron mientras a la señal de la raijin los refugiados entraron por montones mientras la rubia estaba con una sonrisa en el rostro mientras miraba los últimos pisos del castillo.

-Me cuesta creer que hayan personas con esa sucia mentalidad y usando el nombre de la señora Dokuro la cual es una persona de buen corazón.

La chica rubia sacó sus nudillos de acero y los colocó y se fue corriendo hacia la escuela Raimon la cual estaba siendo victima de un gran incendio, lo que era equivalente a que surgían muchos demonios de fuego que tratarían de matar o destruir que se topan en su paso.

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En medio del incendio de la escuela, sobretodo en las casas evacuadas por la emergencia...

Un grupo de personas encapuchadas pero con ropas informales como si fueran un conocido grupo delincuencial estaban yendo hacia una de las casas abandonadas por el incendio que amenazaba por expandirse por todas las manzanas que redondeaban la misma institución, para allanar todo lo que había en ella y empezar a robar. Los ladrones estaban riéndose como si estuvieran orgullosos de lo que estaban haciendo.

-¡Es ahora o nunca!- Gritó el que podría ser el líder de los encapuchados- -¡Tomen todo y vámonos!

Los ladrones llevaban todo lo que querían y podían en lonas, bolsas, cajas y hasta uno usaba una mochila escolar de Barbie para llevarse lo que tomaba pero de repente la puerta del hogar fue abierta de golpe cuando un grupo de policías o goyoda irrumpieron en el lugar mientras salió un doshin u oficial para encarar a los ladrones.

-¡Mierda, la policía!

-¡Aquellos que iniciaron el incendio, quedan bajo arresto!- Ordenó el oficial mientras sus hombres se pusieron en guardia generalmente con largas lanzas de maderas, habían otros que usaban la jutte y uno o dos personas usaban la katana.

-¿Ah sí? ¡Háganlo si tienen los huevos para hacerlo!- Los ladrones tenían cuchillos y hachas como katanas.

Los dos bandos no dudaron en lanzarse al ataque dando una batalla a muerte como si fuera una batalla campal hasta que los delincuentes salieron triunfantes dejando cadáveres en aquella casa abandonada dándose una gran victoria para ellos.