Disclaimer Fairy Tail no me pertenece le pertenece a Hiro Mashima. La historia si es de mi autoría.

Hola,al fin traje tu petición,lamento la laaaaaaarga espera,pero como dije anteriormente,me había disgustado lo que había escrito,pero por fin,está que hice me gustó más. Tiene Natza,Grayza y obviamente,mis amantes del Jerza. Espero que les guste nwn


One-shot

Dividir por amor


Mañanas y mañanas,ninguna se parecía a la anterior,todas tenían algo diferente,podían traer tanto buenas como malas cosas. Pero para ella,casi nunca nada era una mala noticia. Había pasado tanto tiempo pero a la vez no de sus combates épicos contra Zeref,tantas verdades reveladas. Pero a ella no le molestaba,estaba feliz de tener con ella a toda su familia de Fairy Tail. Todos y cada uno de ellos estaban allí,y eso,la hacia sentir llena de felicidad.

Se levantó de la cama como si el mañana fuera una batalla que ganaría sin problemas,y eso es lo que hacía,Titania nunca se rendía. Hubo sus momentos de tristeza,pero nunca se rendiría. Emocionada de llegar a su amado gremio. Se levantó de la cama,se colocó su blusa blanca y su saya azúl y por último,su amada armadura. Una vez lista y con una sonrisa en los labios, salió de Fairy Hills en dirección al gremio.

Una vez llegó,su mirada se posó en la barra,Mira ya estaba atendiendo a algunos de los que llegaban y la sonrisa en sus labios no desaparecía. Había visto las miradas que se disparaban ella y Laxus,daban la impresión de estar tramando algo juntos pero no sabía que podría ser.

Sin pensar mucho,se dirigió al tablón de anuncios y vio que había una misión muy interesante. La tomó y le enseñó a Mira para que la anotará. Salió del gremio sin despedirse de nadie dejando el problema de mesas y sillas que se había formado en un segundo dentro del gremio.

Pero ella tenía una misión que cumplir.

Y lo haría.


Ya había pasado una semana y Erza no había regresado. La preocupación de tres magos se había visto superada. Hacia una semana había llegado Jellal para unirse al gremio y había estado esperando a la Scarlet,pero no llegaba.

Ahora,le habían exigido a Mirajane que les dijera que misión había tomado y los tres se fueron el dirección a los trenes. Las discusiones de Gray y Natsu se habían visto aplacadas por Jellal. Sin embargo,los tres estaban totalmente preocupados.

El viaje duraba casi como dos días,nunca habían escuchado de Kohen,pero ese era el lugar al cual se dirigían. Natsu era el que peor lo estaba pasando, totalmente volcado en su sufrimiento llamado debilidad de dragón slayer, queriéndose salir todas sus tripas por la boca y no dejar absolutamente nada dentro.

Después de dos días de viaje y un muy abarrotado de malas impresiones Natsu por el trayecto se dirigieron a alguna posada para alquilar. Todo estaba en profundo silencio y no había muchas personas en la calle. Había una extraña sensación de inquietud que ninguno de los tres magos podían apartar la sensación de molestia.

Natsu estaba preocupando por Erza, no era para nada normal que ella se tomará tanto tiempo en ninguna misión. Jellal confiaba plenamente en la habilidades de la Scarlet pero eso no eliminaba la preocupación que estaba haciéndose persistente en su interior. Gray estaba preocupado, no podía pensar en ningún oponente que podría poner a la poderosa Titania en problemas.

Erza era imbatible.

—Tres habitaciones.—la mujer les miró por un instante y luego negó con la cabeza.

—Solo tenemos disponible una.—los tres se miraron incómodos pero asintieron, era mejor que pasar la noche en el bosque. Aunque el Fernandes estaba realmente acostumbrado a dormir al aire libre mas que los otros dos. De eso estaba absolutamente seguro.

La habitación asignada era un cuartucho en todas las palabras existentes pero era lo mejor. Investigaría a la mañana siguiente si alguno de los habitantes del pueblo sabían algo de la Scarlet. Jellal estaba en la ventana sentado allí. Para su sorpresa había empezado a llover y se preguntó si la fémina estaría en un lugar cubierta que la mantuviera seca o estaría mojándose. La preocupación ardía en su interior con gran fuerza.

—Jellal...tú amas a Erza,¿no es cierto?—el azulado trató de disimular la sorpresa que la pregunta de este le causó pero sin querer darle una respuesta, desvío la mirada.

—Yo también la amo,y puedo asegurarte que la puedo hacer mil veces más feliz que lo que la harías tú.—Jellal apretó el puño ante la confrontación del mago de hielo. No sabía que este se sentía atraído por la mujer, pero se preguntaba quien en su sano juicio no lo sería. Erza era increíble y no tenía comparación.

—Yo quiero un futuro a su lado, así que no te atrevas a meterte en mi camino Fullbuster.—los orbes avellanas del hombre le miraron con furia contenida. No le haría nada porque a pesar del tiempo había tomado como compañeros a cada uno de miembros de Fairy Tail pero lucharía por el amor de la Scarlet.

—Veremos por quién se decide despues de esto.—rebatió el oji gris y se metió en el sofá para dormirse. Natsu había estado tan dormido que no se había enterado de la discusión de los otros dos.


A la mañana siguiente empezaron a moverse por el pueblo buscando pistas sobre la fémina. Habían decidido que cada uno seguiría las pistas que encontrará. Y es por eso que ahora el pelirrosa se encontraba frente a un extraño jardín. A pasos lentos, se adentró. La gran diversidad de plantas lejos de encantarle y asombrarle por los tamaños, le confundieron. No sabía por donde había llegado.

En realidad...

¿Qué estaba haciendo el allí?

¿Por qué estaba en ese lugar?

¿Quién era?

Sus pasos se perdían en el suelo como si fueran barridos. No sabía nada de si mismo no sus razones para adentrarse a ese lugar que cada vez daba más y más vueltas desorientandole. Estaba seguro que su olfato debía de haber captado una forma de regresar pero no encontraba ninguna.

Estaba perdido.

Vueltas y vueltas después,un aroma que conocía bien le recorrió. Sus ojos se abrieron y empezó a correr tras la esencia que desprendía ese aroma. Sus ojos se abrieron al ver a una poderosa mujer en una armadura de coneja con dos largas espadas en sus manos. La fémina se dio la vuelta ondeando un alucinante cabello escarlata y todas las memorias de Natsu regresaron en cuestión de segundos.

¿Qué estaba haciendo él allí?

Buscando a la persona que le importaba.

¿Por qué estaba en ese lugar?

Buscando a Erza Scarlet.

¿Quién era?

Natsu Dragneel.

—¡Erza!—ella le miró de tal forma que Natsu se sintió confundido. La mujer se veía más imponente que nunca y le hizo sentir incómodo. —Estabamos preocupados por ti y vinimos a buscarte.—le ofreció su mano y está le apuntó con una de sus espadas al segundo. —¿Erza?—y lo que vino después no lo esperó.

La fémina se lanzó contra él a tanta velocidad que le desestabilizo de su centro de masa por un instante. Se recuperó y la miró sabiendo que posiblemente, alguien controlaba a su amiga, pues el olor de la Scarlet era inconfundible.

Debía salvarla a como diera lugar.

El aire estaba cargado de una gran electricidad mientras que la fémina con los ojos inyectados en furia, se enfrentaba a un Natsu que a pesar de aún estar algo confundido por las acciones de su amiga, mostraba una determinación inquebrantable. La armadura del Conejo que envolvía a Erza, le otorgaba una fuerza más monstruosa de la que ya ella misma poseía, el mago de fuego mientras desplegaba su magia formando llamas que danzaban a su alrededor como un infierno en la misma tierra quemando todo a su paso.

Ambos contendientes lanzaban ataques y defensas con una habilidad y agilidad asombrosas. Erza utilizaba la velocidad y fuerza de su armadura para propinar golpes devastadores al pelirrosa mientras este respondía con feroces explosiones de fuego, creando una danza caótica de llamas y metal. Eran dos magos de élite se mirase por donde se mirase, pero la Scarlet no parecía querer darse por vencida tan fácil.

Erza alzó sus espadas con tal maestría que cada ataque apuntaba cuidadosamente a todos los puntos vitales que pudiera dar con una pequeña escala de falló, Natsu utilizó su puño engalanado con fuego como un poderoso ariete. Chispas y destellos de fuego llenaron el campo de batalla más que antes mientras que ambos luchaban sin descanso, cada uno decidido a hacerse con la victoria y dejar a su oponente, o en el suelo.

O muerto.

Y la fémina deseaba lo segundo para su adversario.

A medida que el enfrentamiento se intensificaba, el suelo temblaba y las explosiones sacudían el entorno, dejando huellas de destrucción a su paso. Fairy Tail era conocido por dichos actos, pero en ese momento, la escala de destrucción estaba haciéndose casi catastrófica. Cada golpe era más fuerte y cada llamarada es más intensa que la anterior. Erza, aprovechando la agilidad de la armadura del Conejo, lanzó un último y poderoso ataque, mientras Natsu respondió con su ataque más destructivo, envolviéndose completamente en llamas. El estallido resultante era deslumbrante y ensordecedor, dejando a ambos sin aliento. Cuando la humareda se dispersó, ambos, la poderosa reina de las hadas, Titania y el dragón slayer de fuego estaban exhaustos y gravemente heridos. Sin embargo, la determinación aún brillaba en sus ojos mientras se miraban el uno al otro.

Ninguno deseaba ceder.

Sin embargo, el pelirrosa fue capaz de captar una sombra atada a su amiga. En ese instante, se dio cuenta lo que estaba sucediendo. Estaba decidido a liberarla. Ambos estaban exhaustos y casi para caer. Pero aún no planeaban perder, ambos lo sabían.

A paso lento empezó a acercarse a la Scarlet. Sus puños se apretaban con fuerza mientras la miraba con determinación y preocupación desbordando de si, no podía entender cómo su amiga había caído en ese estado ni que había sido lo suficientemente fuerte como para someterla.

—¡Erza, lucha contra esto! ¡No eres tú misma! ¡Te necesitamos!—la peli escarlata se mantenía en silencio, su boca no se movía, pero su expresión se endureció aún más. Por extraño que pareciera,Natsu quería creer que la mujer luchaba internamente, como si hubiera un destello de conciencia luchando por salir y eso le emocionaba. Así que, sin que está se hubiera percatado, había llegado hasta ella y la agarraba del hombro con fuerza para evitar que la mujer le volviera a atacar y poder transmitirle su confianza. —¿Recuerdas cuántos desafíos hemos superado juntos, Erza? ¡No puedes rendirte ahora! ¡Tus amigos te necesitan!—Erza todavía no podía hablar, pero sus ojos se humedecieron ligeramente. Sintiendo la conexión con Natsu, los recuerdos de todas las batallas y experiencias compartidas parecían inundar su mente.

La Scarlet se deshizo del agarre de esté e impulso su espada para enterrarla en el cuerpo de su amigo. La entidad que desconocían parecía empecinada en no dejar a la mujer y eso solo alteraba a Natsu. «¡Me llevaré a Erza conmigo quieras o no maldición!» gritó en su mente mientras regresaba a la carga contra su compañera de equipo.

—Erza, incluso si tengo que derrotarte, nunca dejaré que esta cosa oscura te controle. ¡Lo arreglaremos juntos, como siempre!—gritó son dejar de pelear con esta, si se desorientaba por un instante estaba seguro de que Erza le volaría los sesos.

Literalmente.

Erza parecía luchar desesperadamente contra la influencia mientras continuaba atacando a Natsu, las lágrimas salían de sus ojos y eso solo ponía peor al pelirrosa pues le había prometido que nunca dejaría que las lágrimas cayeran de los ojos de esta una vez más. Sin embargo, para su propia sorpresa, las grietas en su máscara de obediencia comenzaron a formarse, mostrando signos de rebelión contra su opresor.

Ella no se dejaría vencer tan fácilmente.

Era Erza Scarlet después de todo.

Una explosión de energía se escapó y la guerrera cayó al suelo, recuperando el control sobre sí misma por fin, cerró los ojos y miró a su amigo con una sonrisa haciendo que Natsu corriera hacia su lado, extendiéndole la mano para ayudarla a levantarse.

—Gracias, Natsu. No sabía si podría liberarme de esa oscuridad. Pero con tu ayuda, lo logré.—su voz temblorosa lo puso algo alerta pero sabía que Titania ya había regresado y eso solo le ponía feliz.

—¡Siempre estamos juntos, Erza! Eres fuerte y nunca estarás sola en esta lucha. ¡Juntos superaremos cualquier obstáculo!—no pudo evitarlo y con lágrimas en sus ojos, se lanzó a sus brazos confundiendo aún más al dragón slayer ya que al siguiente instante, la poderosa mujer, estaba dormida en sus brazos. —¡Regresemos a casa,Erza!—no sabía si ella le confirmaba de algún modo pero a pesar de cómo se veía todo el lugar destruido, pensó en regresar a Magnolia con ella.

«Ahora que lo pienso...¿me estaré olvidando algo?» sacudió la cabeza pensando en como regresar sin dejar caer a la peliescarlata de sus brazos.

—0—

Gray estaba confuso, estaba seguro de que hacía solo unos segundos se había separado de Jellal y Natsu pero ahora estaba en lo que parecía un bosque. Sus pasos eran lentos y se mantenía alerta. No quería caer en ninguna trampa pero estaba seguro de que había algo allí. No por nada se sentía incómodo.

Sus orbes se abrieron al ver por fin el destello de Titania al frente de él. Podía ver claramente su armadura del trueno en su cuerpo. Le hizo mirar a todos lados pero no divisó ningún enemigo. Estaba preocupado. ¿Por qué Erza estaría en su armadura si no había ningún enemigo a su alrededor y fue cuando esta se dio la vuelta y le apuntó con la lanza que supo que todo iba de mal a peor en segundos.

En cuestión de segundos los poderosos ataques de trueno de Erza y los poderes de hielo de Gray chocaban en una batalla intensa. La armadura de Erza le otorgaba una fuerza abrumadora y una resistencia incomparable como muchas de sus otras armaduras, le parecía extraño que no invocará otra y le enfrentará con esa, pero realmente no tenía mucho tiempo para pensar pues esta no frenaba en sus ataques y le obligó a desplegar poderosas estructuras y lanzando ataques congelantes impresionantes para poder defenderse de la mujer.

La batalla se desarrollaba con una combinación de emocionantes intercambios cuerpo a cuerpo y espectaculares ataques mágicos. Los alrededores eran testigos de la devastación causada por las explosiones de hielo y los rayos enviados por ambos magos...

Algo demasiado típico en los magos de Fairy Tail.

El humo que se levantaba por sus constantes ataques envolvía todo en una oscuridad ominosa, mientras destellos azules y rojos iluminan el campo de batalla. Erza, cegada por el ente que la controlaba, poseía una mirada despiadada en sus ojos. Su armadura relucía con electricidad que chisporrotea y rugía amenazadoramente. Gray, de pie frente a ella, sintió una mezcla de tristeza y determinación en su corazón. Sus ojos grises reflejaban su profundo amor y preocupación por Erza. Con la magia de hielo emanando de su cuerpo, se acercó a su amiga controlada y se preparó para liberarla.

Lo había visto. Aquella sombra que la ataba sin que se percatarse la misma. Podía presenciarlo, ella no era consciente de lo que estaba pasando y por ello actuaba de ese modo. No pensaba dejarla a su suerte, la amaba y no planeaba dejarla en las garras de la oscuridad que la atormentaba.

—¡Erza, lucha contra el control que te tienen! ¡Sé tú misma nuevamente!—gritó mientras seguía usando sus hielos para defenderse de los incansables ataques de la mujer, esta, sin mostrar signos de debilidad, respondía con una voz implacable y fría.

—Gray, no puedes salvarme. Se me ha otorgado un poder que jamás habías visto. Soy invencible. Sin embargo, tienes que dejar de interponerte en mi camino.—rugió la mujer atacando con más habilidad que antes.

—Erza, esto no es lo que tú deseas. Estás siendo manipulada. Siempre has sido una valiente guerrera, no necesitas esa cosa para ser fuerte.—la armadura de Erza brilló aún más intensamente, mientras ella se preparaba para atacar a Gray. Con un gesto rápido de su mano, disparó rayos eléctricos hacia él. Gray se defendió con su magia de hielo, creando una barrera para protegerse a escasos instantes del ataque de la fémina que podía haberlo dejado como hielo cocinado. —No estoy tratando de derrotarte, Erza. Solo quiero salvarte, devolverte a la Erza que conozco y amo.—casi parecío que imploraba sin dejar de atacarla, la Scarlet se mantenía inmutable, decidida a llevar a cabo la exterminación de su antiguo compañero. Sin embargo, en el fondo de su ser, una pequeña chispa de duda comenzaba a formarse.

—No hay vuelta atrás, Gray. Este poder es irresistible y me da una fuerza indomable.—ella aferraba la lanza en sus manos con mayor decisión preparando su siguiente ataque.

—Eres más que solo este poder, Erza. Eres una amiga, una compañera. Juntos hemos superado tantas batallas. Recuerda quién eres realmente.—las palabras de Gray resonaron en lo más profundo de su interior, y por un momento, su mirada se nubló. Sin embargo, el control del ente era demasiado fuerte y rápidamente volvió a la carga. El aumento de su magia solo intensificaba la batalla entre los dos magos.

El enfrentamiento continuaba, Gray esquivaba y contrarrestaba tanto como podía los ataques de Titania mientras intentaba encontrar una manera de liberarla del control. Luchaban con una ferocidad inigualable.

—No me rendiré, Erza. No dejaré que la oscuridad se apodere de ti. Lucharé hasta el final.—juró en voz alta haciendo que los ojos chocolates de esta le mirasen fríamente.

—Entonces prepárate, Gray. Te mostraré el poder supremo de la Emperatriz del Trueno.—dictó y sin pensar nada, se lanzó al ataque contra el oji gris que frenó tanto como podía sus ataques con el hielo.

Sin embargo, en un momento, sus estacas de hielo se clavaron en la sombra que tenía controlada a Erza y esta se desplomó en el suelo. El peli gris soltó un suspiro al saberse victorioso y cuándo abrió sus ojos, casi perdió al fantasma de su vida pues la lanza de Erza rozaba demasiado cerca de sus partes íntimas. La miró inquieto, agradecido de haberla derrotada antes de que ella le clavara la vida allí mismo.

Se la echó en la espalda y empezó a caminar. Gray estaba feliz de poder haber salvado a la mujer que amaba. Por más malo que parezca, se sentía bien haber sido él el que la salvó de esa extraña sombra y no el Fernandes.

«Vamos a buscar a flamitas e irnos de aquí, que dices, Erza.» la mujer dio un suspiro en sueños y eso le hacía feliz.

Tener a la mujer que amaba en sus brazos de nuevo.

—0—

Jellal caminaba por un extraño lugar. Sus ojos se habían guiado por todo lo que estaba a su alrededor. Era como un profundo bosque de plantas y árboles. Sus ojos se posaron sobre la imponente figura de la Scarlet. Claro, que sus mejillas ardieron de un tono rojizo al ver la armadura que la mujer portaba. Sin embargo, lo que realmente lo alertó fue su mirada vacía y sin vida que denotaba que su voluntad había sido suprimida por completo.

—Erza...—ella se lanzó contra él con una velocidad casi aterradora. La mujer estaba decidida a acabar con la vida del hombre, de eso estaba claro. Así que no podía dudar en devolver el ataque contra ella o su vida rodaría.

Aunque no le importaba que su vida se viera sesgada por la mano de ella.

Pero no mientras que ella se viera controlada.

No lo permitiría.

—¡Erza, lucha contra este control! No permitas que esa entidad desconocida te oprima. ¡Eres fuerte y valiente, puedes liberarte!—con la voz angustiada por la fémina que siempre ha llenado su vida de calor desde que la conoció gritaba con tal de que sus palabras la tocarán de algún modo.

—No hay liberación para mí. He sido elegida para este propósito. Mis acciones están más allá de mi voluntad.—la voz gélida y sin emociones de la Scarlet hizo que todos los pelos de su cuerpo se erizarán sabiendo que la mujer que amaba no estaba actuando como ella misma.

Y eso le enfurecía.

Corrió lo más rápido que podía para llegar hasta ella, la salvaría a como diera lugar, sostuvo su muñeca para evitar que escapará y con una voz suave pero llena de esperanza, susurró en su oído como último intento de que ella reaccionará.

—Erza, recuerda quién eres. Recuerda los lazos que nos unen como amigos y como compañeros de batalla. Tu fuerza es inigualable, incluso ante este control. ¡Lucha contra él y sé libre!—la peliescarlata aunque todavía estaba siendo controlada, mostró una leve expresión de confusión en su rostro.

—Jellal, no sé cómo... siento que mi poder se desvanece. Ayúdame.—la fémina le miró con temor, era extraño para ella sentirse de ese modo pero el peliazul no se rendiría, tomó la mano de ella en la suya, apretándola con fuerza para transmitirle toda su confianza.

—Juntos, superaremos cualquier obstáculo. Lucharemos contra este ente desconocido y lo derrotaremos, liberándote de su control. Eres mi amiga y te protegeré.—sus ojos se conectaron,avellana contra chocolate, la Scarlet sintió todo su cuerpo temblar en el instante en que el control se cortó sobre ella liberando la.

Cuando se percataron, la mujer estaba entre los brazos del Fernandes, sus ojos se conectaron aún más profundamente, sus rostros estaban algo colorados pero sin esperarlo, la boca de la Scarlet estaba sobre la del hombre. Disfrutando de la lengua masculina como el más alto dulce para su paladar.

No querían separarse, habían añorado ese contacto por tanto tiempo que no podían esperar más, solo rozarse era demasiado para ambos. Jellal quería ser egoísta en ese instante y tomar todo lo que pudiera de ella. Quería dejarla sin aire, y a la par, Erza deseaba tomarlo. Sus mejillas se calentaron fuertemente ante la idea de ella dominando al poderoso mago de las estrellas. Pero no le importó.

Solo quería tenerlo.

Empujó su pecho que chocó contra el suelo del destruido lugar. La armadura celestial de Erza le suponía un inconveniente a la maga, pero cuando trato de retirarla, vio como el azulado negaba con la cabeza, se puso nerviosa al pensar en que Jellal la rechazaría una vez más y su corazón empezó a doler.

—No es eso, Scarlet. Quiero hacerlo así.—la cara de esta ardió ante su voz ronca. A pesar de que estaba a horcajadas de Jellal, sintió el momento exacto en que sus labios empezaron a recorrer su barbilla, besando cada una de las partes de su rostro con un afecto que no podía creer más que posible gracias a él. Cómo sus dientes engancharon el lóbulo de su oreja y empezó a bajar por su cuello repartiendo besos húmedos que la acaloraban a cada segundo que pasaba.

La boca masculina se posó sobre su pezón cubierto por la tela del traje y se acaloro aún más mientras sentía como su otro pecho era amasado por la mano masculina. Agarrada de sus hombros, bajo disimuladamente una de sus manos y tocó la tela que cubría el pecho del mago. No se detuvo, y bajo hasta llegar a la campana que tenía su pantalón debido a la excitación a la que le sometía Titania. Se sentía con la necesidad de tomarla entera, mientras más chupaba, más fuerte era su necesidad. Cambio de pezón y amasó con su mano el abandonado. Si respiración coincidía espectacularmente con la suya.

Un baile de necesidad.

Su cuerpo se tensó como acordeón al sentir el roce de los dedos de la mujer contra su miembro duro. Sin apuro y descaro, Erza le estaba tocando. Su mano subía y bajaba por toda su longitud causando graves estremecimientos por todo él. Disfrutaba de la manera en que ella le tocaba, pero quería que esto fuera bueno para la de cabellos escarlatas.

Aquella que fue su luz desde siempre.

Desde aquella vez en que se conocieron en la torre.

Un pasado horrible.

Pero con un futuro más que brillantes.

Sus dedos se escurrieron dentro de la tela que cubría su intimidad. Los labios femeninos se partieron con un gemido que le calentó hasta el interior y le hizo gruñir cuando ella apretó con sus paredes interiores sus dedos. La Scarlet se abrazó a él y sus manos agarraron las hebras azules con fuerza. La tocó,jugo con su punto de placer con el único propósito de tenerla loas mojada posible para cuándo por fin se unieran.

Fueran uno solo sin mucho dolor.

—Jellal.—la mano de la mujer soltó su miembro que estaba más duro que una roca. Ambos se miraron a los ojos y la comprensión se hizo paso en el rostro del hombre. Sus dedos húmedos fueron retirados de su interior y vio encantado cómo está se acomodaba mejor entre sus piernas, tomaba su erección con sus manos y se sentaba de una sobre si. El gemido y gruñido de ambos no se hizo de esperar ante la loca sensación que los complemento. Era la primera vez de ambos, pero la Scarlet estaba acostumbrada al dolor, así que lejos de apaciguarse o detenerse por la sensación. Empezó a cabalgar al Fernandes que la sostuvo por las caderas ayudándola. El placer era increíble, sus labios se unieron, era imperiosa necesidad de no separarse los estaba llenando.

Unidos así, era lo único que necesitaban.

Eran el uno para el otro.

Más rápido, los movimientos de sus cuerpos, los sonidos que se desplegaban como una segunda nota en el lugar, las manos de la fémina agarraban con fuerza el cabello masculino a la par que este marcaba sus caderas con sus dedos por la fuerza ejercida. Solo cuando vieron todo blanco y el clímax invadió sus cuerpos, sus respiraciones desentonadas, se besaron con el cariño y afecto de la pareja que eran.

Una feliz pareja a partir de ese instante.

—¿Regresamos, Jellal?—preguntó con una sonrisa y este beso su frente con todo el afecto que poseía por ella y más del que seguro no era conciente.

—Si, Scarlet.—a pesar de eso,no se separaron hasta que se sintieron realmente listos para dejar el calor del cuerpo del contrario.

—0—

Bien...

Lo que estaba pasando no sabían ni como declararlo, si era una broma de mal gusto o que. Pero era la verdad. Los tres habían salido de aquel extraño sitió cargando a la mujer que habían ido a buscar. Al menos, eso es lo que habían creído hasta que se encontraron con el otro.

Jellal tenía a Erza.

Gray tenía a Erza.

Natsu tenía a Erza.

En fin, los tres cargaban en sus espaldas a la fémina de cabellos sangre. No sabían que era lo que habia pasado y Natsu se sentía confundido, pues estaba claramente claro de que las tres mujeres, eran reales y no falsas.

—¿Y ahora qué hacemos?—preguntó Natsu confuso por ver a tres mujeres iguales y que si separadas eran un infierno, no quería pensar en tres de ellas a la vez. Respetaba a la Scarlet, pero no negaba que a veces le daba miedo.

Aunque en secreto la amaba también.

—No tengo ni la menor idea.—respondió Gray igual de confuso con la situación. Jellal sabía que la que tenía en sus brazos era la verdadera. No tenía dudas sobre eso, así que posiblemente todas las demás, habían sido creadas por la sombra que les había controlado.

—Creo que lo mejor es esperar a que despierten, así, podremos confirmar quiénes son totalmente.— «Aunque yo sé que la verdadera es esta,Erza y yo compartimos algo que no tiene palabras. Lo que ambos sentimos por años.» Gray miró el rostro dormido de la Scarlet en sus brazos.

No quería creer que estaba equivocado.

No sabían exactamente cuánto tiempo había pasado, solo que las tres mujeres se despertaron a la vez y les miraron. Cada una estaba en un completo silencio. Natsu, Gray y Jellal estaban tan tensos como una cuerda, tratando de entender la conversación silenciosa que parecían tener las tres mujeres de rostros iguales.

—Natsu, hay algo que quiero decirte. Acompañe.—el pelirrosa asintió como un soldado y empezó a seguirla en silencio con el sudor perlando por todo su cuerpo.

—Gray, sígueme.—ordenó la voz de otra de las féminas y este asintió.

—Creo que tienes mucho que preguntar, no es así, Jellal.—la Scarlet que quedó allí se acercó quedando uno frente al otro. Jellal asintió y ella le regaló una tímida sonrisa. —Verás, lo que pasó es que...una planta me atacó y cuando vine a darme cuenta, me había vuelto en tres personas. En si soy yo misma, pero cada una tiene mente propia y puede usar una sola de mis armaduras. No parecen poder hacer mucho y supongo que a veces actúan como niñas.—dijo con una sonrisa. El peliazul la escuchaba en silencio y asimilaba las cosas. Le parecía algo increíble, pero la mujer nunca mentiría y la seguiría hasta el mismo infierno si así lo pidiera.

—¿Qué hacemos ahora entre nosotros?—ella le sonrió, feliz por su pregunta.

—Lo mejor, que empieces a ponerme un anillo que quiero una boda por todo lo alto Fernandes.—sentenció con una sonrisa de oreja a oreja que no tardó en regresar el hombre.

Feliz de unir su vida a esa mujer para siempre.

—0—

Estaba seguro de que se habían apartado lo suficiente del grupo principal, ahora podía ver a esta Erza con las pocas luces que habían allí, así que estaba bastante curioso de lo que ella le diría.

—Natsu, he guardado esto dentro de mi corazón por mucho tiempo y no puedo ocultarlo más. Quiero expresarte lo que siento.—la voz tímida de la Scarlet le desestabilizo por un instante, estaba realmente confundido y a la vez interesado en las palabras de ella. Tragó fuerte sin despegar los ojos de la aparente nerviosa condición de la mujer.

—¿De qué se trata, Erza?—los ojos chocolates se encontraron con los onix de es este, decidida, prosiguió.

—Natsu, estoy enamorada de ti. No se cuando empezó esto y no creo recordarlo, solo se que mi corazón ha estado lleno de emociones que no puedo describir. Me haces sentir completa y protegida, y nunca había experimentado algo así antes.—los orbes del dragón slayer casi se salieron, no podía creer y escuchar esas palabras jamás saliendo de la boca de la mujer. Estaba impactado.

—Erza... No puedo creer lo que estoy escuchando. Pero yo... yo siento lo mismo por ti. Eres más que una amiga para mí, Erza. Eres mi compañera en las batallas, mi confidente, y también, mi amada.—se declaró con las mejillas tan coloradas que sintió que explotaría. Estaba tratando de ser lo más serio posible pero la felicidad le empezaba a embargar.

—Natsu, no sabes cuánto me alegra escuchar eso. Ha sido difícil mantener mis sentimientos en secreto, pero ahora que lo sabes, me siento libre.—se abrazó a este y oculto su rostro en la curva del cuello del hombre, las emociones les llenaron y la abrazó con sus brazos no queriendo separarse jamás.

—Erza, no tenemos que ocultar nuestros sentimientos más. Estoy dispuesto a luchar por ti y a estar a tu lado en cada momento, ya sea en la batalla o en la vida cotidiana.—confesó con otra sonrisa acariciando sus cabellos para transmitirle todo lo que sentía.

—Y yo haré lo mismo, Natsu. Juntos, superaremos cualquier obstáculo y construiremos nuestro propio camino.—sus labios se juntaron en un beso que sellaba su promesa de amor. Dejando en claro que estarían allí el uno para el otro.

Pasará lo que pasará.

—0—

El mago de hielo estaba preocupado, está era la misma Erza, la que el amaba, o era otra, no sabía diferenciarlas pues las tres poseían la misma magia y la misma poderosa energía de mando. Sin embargo, cuando se detuvieron y todo el lugar fue cubierto por pequeñas luciérnagas que brillaban, aquellos pensamientos abandonaron al mago al ver la impresionante fémina que estaba a su lado.

Cautivado por ella.

—Gray, necesito hablar contigo... es algo importante.—la voz de esta lo cautivo como siempre, curioso, la detallo con aquellos retazos de luz reflejándose en su armadura, favoreciendo su aspecto de una hermosa mujer que casi rosaria la fantasía.

—¿Qué sucede?—preguntó.

—Gray, quiero que sepas que... me gustas. Mucho más de lo que puedo expresar con palabras.—la sinceridad que tuvieron aquellas palabras fueron el único incentivo que necesito el mago de hielo para dejar atrás todas sus dudas y tomar entre sus brazos a la Scarlet, sus labios se conectaron, las emociones recorrieron a ambos de tal forma que no se despegaron incluso cuando el aire se hizo necesario.

Solo deseaban más de ambos.

Más unión.

Erza no quería soltarlo, pero lo hicieron.

Con una sonrisa y tomados de la mano, regresaron con los otros.


Cuando regresaron al gremio, la algarabía de ver a tres Erza no se hizo de esperar. No podían llamarlas tan igual pues al final se confundirían y no podrían diferenciarlas. Así que decidieron ponerles su apellido por las armaduras que parecían portar como una segunda piel.

Erza Scarlet, siguió llamándose así, todos estaban felices al saber que ya estaban juntos a tal punto que hicieron una fiesta. Sin embargo, alguien miraba a una de las parejas recién formadas con lagrimas botando de sus ojos casi como un diluvio. Juvia estaba herida, se sentía traicionada pues creía que por fin sus sentimientos por Gray habían tocado algo dentro de este.

Así que, al ver cómo la Erza de trueno se fue con Gray a su apartamento. Ella les siguió. En silencio y de manera que pasará desapercibida, pudo ver por la ventana como ambos empezaban a besarse. Contrario a lo que deseaba de largarse. Sentía que se había quedado como una piedra allí mismo. Ver cómo la boca de ambos se unía y se soltaba, como sus lenguas jugaban, sus mejillas ardieron al ver a un Gray-sama que no esperaba.

Uno muy caliente.

Y que decir de la mujer.

Está estaba entre sus piernas al minuto siguiente y chupaba con fuerza el miembro del mago de hielo, estaba asombrada, los gruñidos de Gray la estaban poniendo caliente y no apartaba la mirada de la boca en ascenso y descenso de la fémina. Era bastante erótico ver aquello, y por un instante, le había parecido que los ojos de la mujer habían chocado con los de ella.

Pero debían ser solo imaginaciones suyas.

Erza estaba disfrutando de la visita inesperada. Que la vieran entregándose al hombre que amaba no lo esperaba, pero lejos de molestarle que la Lockser la mirase, la prendía. Soltó el miembro flácido del Fullbuster en el instante que se corrió y llenó con su semen su cuerpo. Se acercó a la ventana y la abrió sacando un jadeó de la de cabellos azules al ser pillada mirando.

—¡Erza-san!¡Gray-sama!—la mujer la agarró por el brazo tiro de ella hacia adentro de la casa. El Fullbuster estaba confuso de ver a Juvia allí mientras el había tratado de complacer a Erza. Que ella le hubiera visto le avergonzaba un poco porque no lo negaba, se había sentido atraído por ella por un tiempo, puede que en realidad, las amará a ambas.

Pero no era posible para el dividirse como su ahora mujer.

—Juvia. Yo amo a Gray.—espeto la de cabellos escarlatas con una sonrisa haciendo que la peliazul sonriera levemente, estaba feliz porque su Gray-sama encontrará el amor y fuera correspondido, pero no negaba que le dolía. —Y se perfectamente que tú también amas a Gray, así que te propongo algo.—agarró la muñeca de la Lockser y la hizo tocar la ahora erección del mago de hielo de nuevo haciendo que ambos abriera los ojos.

—¿¡Erza!?—preguntó confuso y excitado el mago ante las acciones abruptas de la fémina.

—Seremos un frente unido los tres. Ambas amamos a Gray que aunque no lo admita, también se siente atraído por ti. No me molesta compartir.¡Estemos los tres juntos!—espeto con una sonrisa la mujer que sin más beso al hombre y jaló de la peliazul que acabó entre las piernas del hombre y empezó a chupar su miembro también.

Sin embargo, Gray agarró el rostro de esta sacando su miembro de su boca. El rostro de Juvia ardía con necesidad. Así que este se acomodó en la cama con la espalda contra el colchón. Erza sonrió y montó el rostro del Fullbuster que no tardó en empezar a beber de ella como un hambriento. Juvia fue empalada al instante por este haciéndola gemir por el dolor y el placer. Los tres estaban entregados al placer, la necesidad, sus cuerpos ardían y se movían más rápido y deprisa con la necesidad de llegar al clímax. Para Gray, el sabor de Erza era el mismo cielo tanto como la estreches de Juvia cada que subia y bajaba sus caderas con su intimidad llena por él.

Los gemidos y gruñidos cubrían casa pequeño recóndito de la habitación, Erza beso a la mujer de agua aumentando el morbo en el ojo gris que empezó a llevar sus caderas de modo que se encontraba con las de la mujer a la par que sus dedos se introdujeron en la cavidad de la de cabellos escarlatas mientras la comía con sus labios y la penetraban con su lengua. Con todo el calor extremo que los cubría, no tardaron de llegar al clímax.

—Es mi turno,Gray.—la voz de Erza se oyó cansada pero con la necesidad burbujeando en si. Se reacomodaron aún tratando de recuperarse de modo que Juvia quedó en la cama y Erza se colocó sobre ella pegando sus cuerpos. Sus infinidades se rozaron pero no por mucho ya que el miembro de Gray se colo rozando a ambas que sentían el roce tan exquisito del miembro masculino.

—Erza.—la mujer se derrumbó al instante sobre el cuerpo de la de cabellos azules al sentir como la invadian una y otra vez, le encantaba sentirse conectada a Gray, y eso era una experiencia sin par. Aunque lo sabía, a partir de ese instante.

Eran de los tres.

Solo cuando los tres llegaron al climax, se abrazaron los unos a los otros, el sueño predominaba en ellos y solo querían dormir. Cerrar sus ojos y descansar para no despertar hasta que estuvieran dispuestos a levantarse.

Demasiado felices como estaban.


Ya era más de dos meses en que las tres mujeres habían llegado. La noticia de que Erza y Jellal estaban juntos había sido celebrada en grande, así como la loca de Juvia, Erza y Gray como pareja. Sin dudas, esa era una de las que más había captado la locura en el gremio por su unión como pareja.

Y ahora...

—¿Natsu?—preguntó Erza algo tímida, ya se habían acostumbrado a la voz nerviosa de esta pero a veces era algo extraño de ver. El pelirrosa parecía pensar en algo tan profundamente que incluso la rubia le miró preocupada por su amigo.

—¿Por qué no nos quedamos los tres juntos como Juvia,Erza y Gray?¿Qué crees Lucy?—soltó con una sonrisa en los labios el pelirrosa que hizo que la cara de la Erza tímida ardiera sin contemplación y la rubia no pensó en nada más y su puño impacto en la cara del dragón Slayer con un Lucy punch haciendo que este saliera volando del gremio con las risas de los demás de fondo.

Una vida muy loca empezaba para todos en ese instante.

Y nadie lo cambiaría por nada del mundo.

—Ya que Natsu se fue,Juvia quiere anunciarles algo.—todos observaron entonces a la maga de agua con curiosidad.

—Yo y Juvia estamos embarazadas.¡Vamos a ser madres!—dijo con orgullo la de cabellos escarlatas vestida en el típico traje similar a su armadura del trueno pero sin habilidad de combate.

—Ho, si ese es el caso no me retraso más.—espetó la Scarlet con una sonrisa.Tomó la mano de Jellal y con una sonrisa de confianza y complicidad entre ambos, espeto.—Estoy embarazada y Jellal me ha pedido matrimonio.—la algarabía aumento y todos gritaron de felicidad el nombre de las magas que cumplían sus sueños.

Todo lo que habían deseado...

Ahora lo tenían.

Fin.


Hola, entonces¿Cómo quedó? ¿Bastante loco? Espero que haya gustado, ¿comentarios? 77-77 las ideas que a veces me vienen a la cabeza son bien locas, ¿se esperaban las cosas finales? Tengo la impresión que no. De todas formas, espero saber opiniones y bueno, fue bastante larguito el one-shot

Hasta ma próxima nwn