Año 36: Monaco
George Finnigan
16 años
Distrito 11
"Bebiendo mucha champaña. Nunca estamos secos. Están hablando solos. Están hablando con el eco. El signo del dinero, ese es mi nuevo zodiaco. Prendo un piti. La familia está en monaco"
El distrito once no puede competir en lujos con El Capitolio, pero la fiesta que ofrecen para celebrar mi victoria es más especial para mí que aquellas a las que fui allí. Aquí estoy en casa y sobre todo aquí está mi gente.
Cuando Caesar me entrevistó tras los juegos dije que mi motor para seguir fue mi familia. Sé que sonó como la típica frase cliché, pero es cierto. Cada vez que flaqueaba pensaba en ellos y me obligaba a continuar.
Están todos aquí, elegantes y felices. Antes de venir estuvimos viendo nuestra casa en la aldea de los vencedores. A Dorothy le ha encantado la bañera enorme y con agua siempre a nuestra disposición. Michie está deseando jugar al escondite en un sitio tan grande mientras que Juno quiere jugar a ser una exploradora en busca de tesoros. Oliver ha acariciado con mimo el escritorio que siempre quiso tener. Robb no ha dicho nada. Es demasiado pequeño para entender todo lo que está pasando. Él nunca sabrá lo que es criarse en la pobreza.
El ambiente en la fiesta no es precisamente animado. Todos se esfuerzan en ser educados, pero sé que nadie quería que ganara. Para ellos Liliana debería haber sido la vencedora. Al fin y al cabo, ella era de los suyos mientras que yo solo era un chico cualquiera. No obstante, el protocolo exige que alternen conmigo ahora que soy de su misma clase.
En realidad no me importa nada de esto. Ni su odio ni sus falsos halagos calan en mí. Nada puede importarme más que la felicidad de mis padres contemplando la nevera de nuestra nueva casa repleta de comida. En sus miradas pude ver un único pensamiento: ya no pasaremos hambre. Es algo que nadie de aquí podrá entender.
Paso la mayor parte de la velada con mi familia, aunque a veces me veo forzado a hablar con los demás invitados. No les presto demasiada atención, pero hay alguien que no puede pasar desapercibida. Leonora Blakely es la viva imagen de su hermana mayor. No puedo evitar preguntarme qué hace aquí, en una fiesta en honor del chico que la mató.
No tardo en descubrirlo. Se acerca a mí en uno de los pocos momentos en que estoy solo, cuando voy a por bebidas.
–¿Puedes vivir con lo que hiciste?.
Podría decirle que me arrepiento de haber matado a Liliana, aunque no es cierto porque gracias a eso estoy aquí. Podría explicarle que quedábamos pocos y que estaba desesperado por salir de la arena. Sin embargo, sería inútil. Ella no va a entenderme ni a perdonarme. Yo tampoco lo haría en su situación. Simplemente me alejo y vuelvo con los míos. Los recuerdos de todo lo que tuve que hacer en la arena siempre me atormentarán, pero al final del día la respuesta es que sí, puedo vivir con lo que he hecho si eso significa estar vivo y que mi familia tenga una vida mejor.
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La canción del capítulo es Monaco de Bad Bunny. Pienso que le queda bien a un vencedor.
Como siempre muchas gracias por los comentarios, chicas. Me hace mucha ilusión que sigais comentando aun cuando actualizo la historia de manera tan irregular.
