Bienvenidos a esta nueva historia. Tengo que decir que vengo trabajando en ella desde hace un tiempo. Para todos aquellos que prefieren a Sehrazat y Onur como protagonistas, les pido un poco de paciencia, se que esta historia los terminará conquistando. Se trata de unos modernos Azize y Cevdet, con los roles algo cambiados, ella es una periodista y él un militar devenido en director de cine, a ambos los une la pasión por la historia y el orgullo por su patria. Pero les repito, la historia es de la época actual con nuestros añorados y queridos Azize y Cevdet... espero que la disfruten...

Capítulo 1

Azize estiró la mano para apagar el despertador de su mesa de noche y suspiró con cansancio, había dormido poco y estaba fastidiada. Se preguntó si no sería mejor levantar el teléfono y enviarle un mensaje a su jefe para decirle que no haría falta pensar en más maneras de torturarla, que renunciaba a su trabajo…

Sacudió la cabeza… ¿qué podría hacer? El periodismo había sido su vida… y aunque ahora lo hiciera de otra forma, totalmente inadecuada a sus expectativas, seguía siendo su profesión…

Miró la hora… agradeció haberse acostumbrado a levantarse bien temprano, así tendría tiempo de consentirse con un baño caliente y un buen desayuno antes de iniciar su poco interesante tarea…

Se tomó su tiempo y, cuando luego de dos horas salió de su casa, se sentía fresca y renovada…

Se subió a su auto y entrecerró los ojos cuando el sonido de sus notas favoritas de jazz llegó hasta sus oídos…

No le tomó demasiado tiempo llegar a la editorial. Se cruzó con varios colegas en la entrada y los saludó con cordialidad, pero no se detuvo a hablar, como hacían muchos de ellos, realmente era bastante retraída y la mayoría no quería torturarla…

Entró a su oficina y no llegó a sentarse, ya que Hilal, su asistente, golpeó la puerta y entró sin esperar a que ella pudiera darle permiso para hacerlo…

-Buenos días, señora Azize…

-Hilal… cariño… ya basta de decirme señora… ¿qué pasa? ¿tan vieja me veo?

-Es una cuestión de respeto…- dijo y la vio poner los ojos en blanco.

-En fin… como quieras… dime…

-El señor Ezra… necesita verla con urgencia…

-Si es por los bocetos de la nota con los franceses…

-No, no… esto está revisado y le hizo algunas correcciones… pero lo aprobó…

-¿Cómo que correcciones? - dijo algo abrumada- ¿qué puede corregir él sobre un trabajo que hice yo?

-Sólo detalles…- dijo la chica para no preocuparla y no traer más problemas. Conocía tanto el mal genio del jefe de ambas como la poca paciencia de ella.

-Quiero ver esas correcciones inmediatamente aquí…- dijo y la chica se mordió el labio.

-Se las traeré… pero recuerde que el señor Ezra…

-Me quitaré mi abrigo e iré… y no te olvides de esas correcciones, quiero ver eso…


Azize se dirigió a la oficina de su jefe con algo de desconfianza, cada vez que el hombre la llamaba allí, era por algo que a ella no le gustaba… algún trabajo patético y sin importancia o alguna queja…

-Ezra…- dijo luego de golpear la puerta y escuchar que él la dejaba entrar.

-Azize… entra…- le dijo el hombre en tono cordial pero serio.

-Dime… ¿en qué puedo ayudarte?

-Escucha… he estado pensando…- dijo algo dubitativo y ella se quedó expectante- siento que aquí te estamos desperdiciando… eres muy talentosa, Azize…

-Sin embargo, no pierdes oportunidad de corregir cada artículo que te entrego…

-Sucede que tengo más experiencia en los artículos de sociales… pero quiero que sepas que valoro tu participación…

-¿Estás buscando las palabras para pedirme que me vaya de aquí? - le preguntó ella directamente.

-No… no es eso… pero tengo que serte sincero… tengo un par de postulantes para tu puesto…- dijo y ella abrió los ojos con incredulidad.

-¿Me estás echando?

-Azize… ¿cómo podría? He pensado en asignarte algo que realmente merezca tu posición, tu experiencia y en lo que demuestres tus credenciales…

-Que yo sepa y por suerte, no hay ningún conflicto bélico que pueda cubrir… además… sabes que no puedo hacerlo porque…- dijo y entrecerró los ojos, recordó esa vieja lesión que la había alejado de lo que ella amaba hacer, ser corresponsal de guerra…

-Nunca te pondría en esa posición… ocurre que estamos interesados en colaborar con un ex combatiente…

-¿Colaborar?

-Quiere filmar una especie de documental… y nos pidió colaboración para que lo ayudemos con la documentación… y necesita alguien que pueda ayudarlo con los textos… es un muy buen trabajo…- dijo y ella frunció el entrecejo.

-Puede ser…

-Qué bueno, porque la idea es que viajes a Izmir mañana por la tarde, y no te preocupes porque yo me encargué del pasaje…

-Espera un poco… ¿esto ya estaba decidido?

-Bueno, descontaba que te parecería una buena idea…- dijo Ezra y se alzó de hombros.

-Lo es… pero ¿Izmir?

-Ocurre que es un documental basado en la época de la independencia…- dijo y ella volvió a fruncir el entrecejo.

-Bien, ya que tomaste la decisión por mí…- dijo algo molesta ella.

-Azize… se que eres la mejor para hacer esto… y la verdad es que si no estás de acuerdo, lo único que puedo ofrecerte por ahora es que te encargues de los espectáculos…

-Hablando de desperdiciar mi talento…- dijo ella y sacudió la cabeza.

Salió de la oficina de su jefe y sintió una especie de tranquilidad que no podía describir. Quizás tenía que ver con ese nuevo proyecto que por supuesto le interesaba mucho más que encargarse de la parte de sociales… de eso no había duda…

Habló con su asistente y decidió que volvería a su casa para prepararse, total, el único trabajo pendiente era ver cuáles eran las correcciones que Ezra le había hecho y no tenía intenciones de molestarse en verificarlas…

Preparó un bolso con algo de ropa, pensó que, de necesitar más, porque no sabía cuánto tiempo se quedaría, quizás pudiera comprarse algo… se preguntó muchas cosas, pero creyó que, al llegar y encontrarse con su contacto, podría quitarse todas las dudas…

Se dedicó a dejar su casa en orden para que nada se complicara durante su ausencia y llegó con bastante tiempo al aeropuerto para tomar su avión hacia Izmir…


Sintió una emoción indescriptible al recordar datos, algunas curiosidades que había leído por algún lado sobre los hechos ocurridos allí, en su lugar de destino hacía ya 100 años y se obligó a pensar que disfrutaría…

No bien bajó del avión, se encontró con un hombre joven, que tenía un cartel en sus manos, con su nombre…

-Señora Azize…- le dijo con cordialidad- mi nombre es Yakup… vine a buscarla para llevarla hasta la casa del Coronel…

-¿La casa? Pero… ¿no sería mejor pasar por el hotel donde me hospedaré?

-Disculpe… yo solo soy su chofer… la casa del coronel es enorme, él comunicó a su editorial que la alojaría allí…- dijo y Azize alzó las cejas.

-¿En su casa?

-Así es… le puedo asegurar que allí estará cómoda… créame…

-Bien…- dijo ella tratando de sonreír, aunque estaba algo incómoda.

Azize creyó que habían salido de la ciudad, porque el camino fue bastante largo, y entonces se dio cuenta de por qué ese hombre insistía con alojarla en su casa, de tener que moverse hasta allí todos los días, perdería mucho tiempo…

Un rato después, se quedó con la boca abierta al ver la enorme casa, de estilo bastante antiguo, pero bien cuidada… no sabía mucho de arquitectura, pero estaba segura de que era una joya…

Bajó del auto y siguió a Yakup por un enorme jardín bien cuidado que llevaba hasta una pérgola… estaba por atardecer y ella pudo divisar al coronel sentado en una silla, con la mirada perdida en el horizonte…

-Coronel Cevdet…- dijo ella y él giró la cabeza, Yakup los dejó allí.

-Llega en el momento indicado, señora Azize…- dijo y cuando giró la cabeza para mirarla, sus ojos azules la cegaron casi tanto como el sol que estaba por ocultarse.

-Encantada…- dijo y luego de sonreírle, giró la cabeza para no perderse el instante en que el sol desaparecía.

-Finalmente la conozco…- dijo él y ella sintió un escalofrío repentino.

-Así parece…- dijo por contestar algo ella y él le hizo un ademán para que se sentara en la silla a su lado…

Azize tomó asiento y durante un buen rato, el silencio los acompañó… ambos envueltos en una especie de complicidad repentina, que ninguno de los dos comprendió… por ahora…


Bueno, hasta aquí llegamos. Espero que les esté gustando. Les aseguro que muy pronto habrá más. Gracias por darle una oportunidad. Nos vemos en el próximo!