El regreso del Flash amarillo y la Habanero sangriento.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Un niño que no parecía mayor de cinco años (aunque en realidad tenía ocho) corría por su vida. Sus rasgos más notables eran sus ojos azules, cabello rubio y tres marcas de bigotes en cada mejilla. Parecía salvaje y hambriento. Su cabello estaba desordenado, su ropa andrajosa, el semblante de alguien que no comía bien y tenía manchas de sangre. Estaba siendo perseguido por una gran multitud, de la que huyó después de recibir algunos golpes.

El niño de repente gritó y cayó cuando un kunai golpeó su pierna. Esto le dio a la turba la oportunidad de finalmente atrapar y acorralar al niño. Comenzaron a golpearlo, evitaron golpearle la cabeza para mantenerlo consciente, lo que les permitió atormentar aún más al niño. El niño estaba gritando de agonía. El pequeño miró directamente a un lugar vacío frente a él. Miró directamente a lo que parecían los ojos de algún observador y suplicó que lo salvaran. Gritó mientras lloraba:

-¡Madre! ¡Padre! ¡Alguien! ¡Por favor, sálvame!- mientras la turba continuaba golpeándolo, enfureciendo más al grupo de matones por el atrevimiento del monstruo de intentar semejante truco para sacarselos de encima. Así que, sin miramientos, lo golpearon aún más salvajemente, en una ocasión en la cabeza, haciendo que el niño quedará inconsciente.

Para suerte del pequeño, esto pareció desanimar a la turba que quería oírlo gritar, de ahí que decidieran ir a casa, seguramente el daño al fin sería fatal sin la atención médica debida y por la zona, si el hokage se llegaba a enterar de ello, ya sería demasiado tarde para hacer algo.

Lo que no supieron es que al fin, el niño llegó a un lugar donde muchos no querían que llegara aún, a una suerte de alcantarilla con Aires de ciénega, al tener una cantidad de agua que le llegaba a las rodillas al pequeño, aterrado, viendo que de alguna forma acabó en las cloacas de la aldea, decidió recorrerlas para tratar de salir de ahí, ¡No sé iba a convertir en Hokage, si se quedan atrapado en una mugrosa alcantarilla!

Después de varios minutos durante los cuales había hecho docenas de giros y vueltas, un resplandor rojo llamó su atención desde el fin del pasillo.

Cuando su cuerpo comenzó a moverse hacia el resplandor, Naruto de repente se sintió como uno de los tontos en las películas de terror que había podido llegar a ver. Siempre era lo mismo , siempre caminaban directamente hacia el problema y los mataban, algo que él mismo había evitado hacer durante los últimos tres años y medio. Antes de que pudiera pensar más en el tema, se encontró completamente inmerso en un resplandor rojo antes de que de repente se aclarara.

Cuando lo hizo, se encontró en una gran habitación. Frente a él, había una gran jaula con barras de madera que tenía una sola tira de papel que mantenía las puertas cerradas. Sin embargo, fue lo que había detrás de las rejas lo que llamó su atención cuando se encontró mirando fijamente a un par de ojos rojos. Se sonrojó de repente al darse cuenta de que estaba parado allí solo, mientras los ojos lo miraban. Cuando apartó los ojos, su tez palidieció al contemplar ante quién estaba parado. Un enorme zorro de nueve colas, tan alto como una montaña, de pelaje naranja y unas fauces que podrían comérselo a él y a toda su clase en la academia, lo miraba con aire crítico, aunque podía percibirse cierta aura negativa venir del enorme animal.

-¡Wooaa¡- exclamó el niño en parte impresionado , en parte asustado por el enorme zorro y la frágil contención que lo mantenía cautivo.

-Vaya, pero si es solo un niño- dijo con aire casual el enorme zorro, poniendo en marcha un plan que había ideado hace años, si está contingencia llegaba a suceder, algo que no dudaba, dado el maltrato que recibía el pequeño en este mugroso lugar- dime pequeño ¿Que te trae a mis dominios?

-¿Vives aquí?- preguntó el niño- no se porque o como es que llegue aquí.

-Ya veo, ya veo- dijo con aire reflexivo el enorme animal- tienes un muy profundo y puro deseo. ¡Eso debe ser¡- dijo lo último con aire triunfal- !claro, solo las personas con deseos puros pueden llegar a mis dominios.

-¿Eh?- cabeceó muy confundido el niño.

-Veras…..- inició el zorro e hizo una pausa para pedir el nombre del niño ante él- Naruto, yo soy un Kitsune, uno de los fieles servidores del dios Inari, pero no soy un siervo cualquiera. Inari Sama me ha encomendado ayudar a gente como tú, gente con un deseo muy puro dentro de su corazón. Mi poder me permite hacer realidad ese deseo. Aunque claro está, hay una limitante.

-¿Cuál?- preguntó el niño algo desilusionado, pues ya sabía que era demasiado bueno para ser verdad.

-Solo puedo conceder tu deseo, si estás dispuesto a hacer algo a cambio de él- sonrió con deleite el zorro, saboreando la libertad- dependerá de lo que quieras, entre más grande sea tu deseo, mayor será la tarea que deberás llevar a cabo.

Así que dime pequeño ¿Qué es lo que tú corazón más anhela?

El zorro de nueve colas pensaba que el niño pediría una de dos cosas, hacer que las malas personas se alejarán o dejar de sentir tanto sufrimiento, para ambos casos tenía la tarea ideal para llevar a cabo ese deseo.

La enorme bestia de chakra no era un ser como se le describía popularmente, para nada. Aunque ciertamente, como los demonios, el zorro no tenía la capacidad de mentir, si era capaz de torcer la verdad o moverse por los vacíos en las situaciones que se le presentaban. Por ejemplo, en términos reales, no dijo algo que no fuera cierto. Los Kitsune si eran los fieles servidores de Inari y alguien cercano a su corazón le dijo antaño que la deidad estaba de acuerdo con la misión que su padre le había encargado. Una que sabía que solo alguien de corazón puro podría intentar llevar a cabo. Pero el desencanto y una serie de eventos que ocurrieron en el milenio de vida del zorro, más cercano en lo que era a los Yokai que a los demonios, le habían hecho desistir de cumplir esa labor. Obviamente tenía el poder de hacer realidad cualquier petición del niño, intuyendo cuál de ambas quería, lo que serviría bien para su objetivo de liberarse. Y dado que este niño era el último Uzumaki hasta donde sabia, una vez que destruyera este nido de serpientes, nada tendría el poder de volverlo a aprisionar.

Tendría que tirar de algunos hilos a lo largo de varios años, pero libre, podría intentar liberar a los demás que eran como él, más por el "viejo" que por ellos, no sin haber pasado una buena temporada con "ellas". Sonaba cruel, pero sinceramente, era lo mejor para el niño, así dejaba de sufrir en este mundo, se reunía con su madre en el más allá y también obtenía una victoria de último momento contra el Yondaime y el Shodaime, cuyo pecado compartido fue creen en la naturaleza humana.

-¿Puedes darme un Otosan y una Kaa Chan?- pregunto con esperanza el niño- haré cualquier cosa, pero quiero alguien que me quiera.

Algo cambió ese día dentro del zorro, algo se quebró. Le recordó a esa tercera persona cercana a su corazón, alguien que en algún momento fue como esté cachorro. Y sintió un enorme autodesprecio por haber siquiera ideado ése plan.

Él, que odiaba a la humanidad por usarlo como herramienta, estaba haciendo exactamente eso con un niño pequeño que tenía como único deseo, algo a lo que todos los niños tenían derecho por el simple hecho de nacer, ser amado.

Por ello, haciendo gala de su histrionismo para que su voz no se quebrara por el sentimiento, tras meditar un poco , atino a decir:

-Lo creas o no, ese deseo es algo complicado y debo de meditarlo para ver si está dentro de mis capacidades- a como pudo, uso una de sus colas para rodear al niño con ella para que la sensación lo reconfortará- te daré la respuesta en un momento, solo aguarda.

El enorme zorro paseó su vista alrededor del paisaje mental en el que estaba, jamás lo había hecho, en la creencia que "vez uno y ya viste todos". Creía firmemente que este lugar era exactamente igual al lugar donde estuvo atrapado en Mito y en Kushina y que no sería diferente este lugar. Pero se había equivocado.

Un poco a lo lejos, atrás de su jaula vio dos figuras en éxtasis, la del Yondaime y la cabeza de tomate, siendo alimentadas por una tenue corriente de chakra y si vio bien el sello que cada de uno tenía a su alrededor, estaban esas contrucciones, destinadas a salir en un momento de gran necesidad de su hijo, en caso de que él se pusiera particularmente "quisquilloso". Admirable, aunque no lo admitiera, eso era una gran muestra de amor y fe en su hijo, lastima que la fe que recordaba que los dos tenían por el pueblo no estaba a la altura.

Estudiando más ambos sellos, mientras en el exterior, la turba que había golpeado al pequeño ya estaba lo bastante lejos como para sentir su chakra reparando el daño físico en el niño una vez más, vio que ambos trozos del alma de los padres del chico tenían lo necesario para el nuevo plan que estaba gestando en su cabeza. ¿Quién sabe? Las cosas podrían ser mejor de lo que pensaba.

Colocando con algo de dificultad, dos de sus colas, una en cada sello, canalizó algo de chakra en ambos, de tal manera que no solo aumentó considerablemente las reservas de energía que ambos fantasmas de chakra tenían, sino que logró despertar de forma exitosa a ambos al mismo tiempo.

El Yondaime Hokage y la Habanero sangrienta miraron alrededor del lugar donde estaban, ambos sumamente extrañados por estar ahí al mismo tiempo.

Se suponía que habían puesto una contra medida en caso de una emergencia específica, y que cada uno aparecería en esa eventualidad.

Minato si el sello se debilitaba demasiado, para que así pudiera reforzar el sello y Kushina cuando su hijo intentara tomar el poder del zorro y este luchará para evitarlo, entonces ella lo contendría para que su hijo pudiera hacerse de ese control.

-¿Minato?- dijo muy alarmada la Uzumaki- ¿Qué crees que está pasando?

-No tengo idea cariño- dijo tratando de ocultar su propia preocupación el rubio- solo se que nuestro hijo podría estar en peligro.

-No podría, esta- oyeron ambos al enorme zorro que miraba divertido, la reacción de ambos padres que entendieron que fue por su intervención que estaban despiertos- no se alteren, si bien he activado sus sellos, no lo he hecho con una mala intención. Al menos no hacia ustedes o su hijo.

-Perdóname por dudar de la criatura que trató de empalar a mi hijo la noche de su nacimiento- siseo enojada Kushina- pero si no es para algo malo, ¿Porque es que nos despertaste?

-Para responder esa pregunta, les haré otra- sonrió con marcado sadismo el zorro, algo que no pudo evitar al ser lo que estaba a punto de pasar, retribución divina- ¿Que tan bien creen que la aldea ha honrado su última voluntad?

-Nosotros creemos firmemente en la Voluntad de Fuego- dijo con convicción el Yondaime- seguramente Tsunade está luchando con Shizune para que Jiraiya no le enseñe sus malos hábitos a mi hijo.

-Yugao, Hayate y Hana junto a Kakashi son sus Neechan y Niisan- completo Kushina- debe de ser muy querido también por la mayoría de los niños de su edad.

-MHP….¡Jajajajajajaja¡- comenzó a reír a carcajadas el zorro- esto, esto es tan gracioso…. Verdaderamente lo más hilarante que he oído en mi larga vida. Así que seamos claros, ustedes piensan que su hijo es amado en la aldea.

-Asi es- asintieron ambos padres.

-Bueno, a partir de ahí- señaló con sus colas, el agua de la alcantarilla que empezaba al final de las escaleras que conducían a su jaula- están las memorias de su hijo, adelante, vean la maravillosa vida que se han perdido- remarcó lo último con evidente sarcasmo.

Ambos padres obedecieron, más por ver cuántos años habían pasado y poder saber así de la maravillosa vida que le habían legado a su hijo. Pusieron las manos en el agua con ilusión y comenzaron a desfilar las imágenes en su cabeza….. y al cabo de un momento, ambos padres tenían lágrimas en los ojos y la ira inundaba su semblante.

-Antes de que digan algo, les recuerdo que soy casi impotente en lo que puedo hacer aquí- les recordó el zorro- no puedo llegar hasta donde está la memoria del niño, así que saben tan bien como yo, que todo lo que han visto es real.

Minato y Kushina agacharon la cabeza, ahora la culpa y la zozobra llenaron su ser. No se suponía que esto debía ser así, Naruto, su mayor tesoro fue puesto al cuidado del Sandaime, Jiraiya y Tsunade. Ellos les habían prometido en diferentes momentos de la vida que cuidarían de su hijo si algo le pasaba…. Solo para incumplir esa promesa.

-¿Porque nos muestras esto?- pregunto llorando la Uzumaki- ¿acaso es tu forma de vengarte de nosotros?.

-Como les he dicho, no tengo una razón hostil para mostrar esas cosas- les recalcó una vez más el zorro- hace unos momentos, su hijo y yo tuvimos una pequeña charla, una donde le pregunté cuál era su mayor deseo. Y simplemente planeo concederlo, pero para ello, necesariamente tendré que tender su ayuda.

-¿Que ganas con ello?- quiso saber Minato.

-!Ah, he ahí el meollo del asunto¡- dijo con suficiencia la criatura- su hijo deberá cumplir con una tarea que le voy a dar, algo varios años en el futuro y aún así, corro mucho riesgo, porque podría morir antes de completar esa tarea.

-¿Qué le piensas pedir?- dijo sin realmente querer saber Kushina.

-Debera matar a todos los Uchiha, hasta el último de ellos- sentenció el zorro.

-¿Estás loco?- preguntó el yondaime en shock- lo va a tachar de traidor la aldea.

-Hay cosas que no saben, cosas que ayudarán a qué ese temor que tienen no sucedan- les intentó calmar el zorro- claro esta que al hacer eso, también los estara vengando a ambos, como ven, mi petición es más un ganar para ustedes que para mí. Aunque no lo crean.

Sin embargo, ustedes también deberán cumplir con algo para mí. Una suerte de retribución por haberme mantenido tantos años en esta aldea. Lo siento por ustedes, pero van a pagar por los pecados de Mito y Hashirama.

-¿Y que es lo que quiere mi hijo?- pregunto Kushina.

-Lo que todo niño quiere- mencionó el zorro- un papá y una mamá. Ahora, si me prestan atención, esto es lo que planeo hacer…..

##################

A la mañana siguiente, en el departamento de Naruto.

Naruto despertó en su habitación, revolviendo sus cabellos confundido por la experiencia, si era un sueño, sin duda que era el más vivido que había tenido hasta ahora y también el más cruel. Dejando de lado la paliza que el sueño mostró que le dieron, la parte del enorme zorro lo había herido profundamente por haberle dado una falsa esperanza de que su situación cambiaría.

-No es que deba sentirme asi- dijo en un murmullo el niño, tratando de contener las lágrimas de tristeza que ya nublaban su visión- después de todo, los zorros que cumplen deseos no existen.

-¡Cariño, el desayuno está servido!- oyó el Uzumaki sumamente sobresaltado una voz femenina muy hermosa, llamarlo desde la cocina.

Naruto salió corriendo de su habitación a la pequeña estancia que hacía las veces de comedor,cocina y de sala y al ver lo que estaba ahí, ya no pudo contener el llanto, descubriendo el niño que también se podía llorar de felicidad.

Un hombre de cabello castaño cobrizo y liso de ojos lilas estaba arrodillado en el piso, arreglando las tablas sueltas que tenía ,mientras que en su pequeña parrilla de gas, una muy hermosa rubia de ojos azules y cabello salvaje estaba preparando panqueques dulces, si el plato de panqueques con miel que estaba ya servido en la mesa era una indicación.

-¿Kaachan, Tousan?- pregunto con esperanza el niño.

-¿Si cariño?- dijeron a coro ambos, dejando de hacer lo que mantenía su atención, pudiendo ver el niño en los ojos de ambos , la misma mirada llena de amor y devoción que envidiaba tanto ver en los rostros de los adultos, miradas que hasta el día de hoy no había recibido.

-¡Kaachan, Tousan¡- exclamó el niño y corrió a abrazar a la mujer y al hombre, quien recibió primero el abrazo por estar más cerca, pero casi de inmediato, el niño pudo sentir a la mujer rodeando con mucha ternura su cuerpo en un muy emotivo abrazo. El zorro le había dicho que le daría una tarea para llevar a cabo, sin duda que sin importar que, cumpliría con ella, la sensación embriagadora de ser amado era algo a lo que ya no renunciaría y haría lo que fuera necesario para poder sentirla.

-Cariño, será mejor que te desayunes y te alistes, no querrás llegar tarde a la academia- rompió el abrazo la mujer y siguió con lo que había estado haciendo en la parrilla, al poner una versión de los panqueques, rellena de frambuesas, una de sus debilidades confesas.

El estómago del niño se llenó de una horrible sensación, el temor. Tenía mucho miedo de que al volver de la escuela, sus padres no estuvieran ahí, que el deseo fuera efímero y que estaría solo al volver de la academia. Tan asustado estaba que no pudo notar como la ira asomo por el semblante de ambos padres que adivinaron la línea de pensamientos de su hijo con ver su expresión, lo que renovo más su convicción de darle a Naruto la vida que se supone debía de haber tenido, sería muy doloroso hacerlo bajo las condiciones que el Kyubi les había dado, PERO, con tal de ayudar a Naruto, las soportarían, ya que en parte sentían que era una penitencia por el pecado que ellos por ingenuidad habían cometido.

-Apurate a desayunar, tu madre tiene razón, no quieres llegar tarde, ¿Verdad?- insistió Minato- es más, si estás listo en menos de media hora, te llevaremos a la academia nosotros mismos.

Con eso, logró calmar un poco a Naruto, quien efectivamente, en media hora ya estaba listo para ir la la escuela, sorprendido de que Kushina le haya preparado un bento que tenía para su consternación, bastante verdura. Ya que fue hecha por su Kaachan, tendría que hacer el sacrificio de comerla toda, siempre que los niños que lo molestaban no tirarán su bento a la basura.

El viaje a la academia fue sin sobresaltos, debido a que era muy temprano, por lo que nadie vio a ambos padres dejar a Naruto en la escuela, ya que era temprano, al regresar, vieron los cambios al fin con más detalle, de que fue de la aldea tras su muerte y entre más vieron, la ira que sentían se iba incrementando.

Muchos de los lugares de donde corrieron a Naruto, eran legítimamente suyos y estaban en mal estado o apenas funcionando, sin las personas que ellos habían contratado para manejarlos. El barrio rojo seguía siendo el mismo, pero más deteriorado, pero más inseguro, debido a la desaparición de la policía de la aldea luego de la masacre Uchiha. Algo que fue muy doloroso de aprender sobretodo para Kushina, debido a su gran amistad con Mikoto.

Volvieron al edificio donde su hijo vivía, uno viejo que era usado por varios trabajadores de la zona para vivir, de ahí que no les pareciera rara la vestimenta de las mujeres que los vieron ir a la escalera que llevaba al último piso, dónde solo estaba el lugar donde Naruto vivía, lo que sí llamo la atención de ambos, fue que las tres mujeres que notaron su presencia, los fulminaran con la mirada.

-¡Ni un paso más, gusanos¡- ordenó con enojo una de las mujeres, una de piel morena, cabello castaño y de ojos color miel, que vestía un albornoz blanco y sandalias a juego- no van a destruir el departamento del niño, no en mi guardia.

-¡O en la mía!- declararon a coro las otras dos mujeres, también de piel morena, pero una de ellas era peliblanca de ojos verdes y otra era rubia de ojos rojos.

Claramente las tres eran originarias del País del Rayo, civiles que se vieron en la necesidad de estar en esta aldea y que por diferentes circunstancias, tuvieron que vender su cuerpo para vivir.

-No vamos a hacer eso- negó Kushina- mi amor y yo, solo vamos a preparar algo para que pueda comer y a reparar el piso.

Fue ahí que las tres se dieron cuenta de que traían víveres y material para reparar el piso.

-Mmmm, ¿Porque al fin es que alguien que usa una bandana decidió ayudarlo?- pregunto la rubia.

-No son ninjas- le hizo la morena evidente eso a si compañera al hacer notar que no tenían alguna insignia shinobi- y eso lo hace más sospechoso.

-Ya ha sufrido bastante, creemos que el héroe de la aldea merece algo mejor- expresó Minato- ustedes también lo creen, no veo porque nadie más lo hace.

-Se me ocurren varias razones- dijo con desdén la peliblanca- pero lo que quiero saber, es ¿Que harán después?

-¿Después?- quiso saber Kushina.

-esto solo es poner una bandita en una herida que necesita puntos- se explicó la jóven- lo va a ayudar un poco, pero nada más. Entiendo que el Sandaime no nos deje acercarnos por ser del País del rayo y eso….pero no necesito ser cercana al niño, como para no darme cuenta que necesita figuras paternas reales. A menos que pudieran ser eso, no creo que sea bueno que le presten esa ayuda.

-ambos somos de este país, de la capital- mintió Minato- está no es la voluntad del fuego de la que hemos oído, no se necesita ser muy listo para saber que es lo que hace especial al niño, pero me sorprende que nadie sepa los riesgos que conlleva maltratar así a alguien como él.

-a un arma, como lo están dejando ver- dijo con enojo la rubia.

-Inocente- remarcó Minato- dejemos de lado el hecho de que es. Ningún niño merece esa clase de sufrimiento.

Las tres mujeres vieron sinceridad en sus palabras y no vieron signos de mentiras en él o en la mujer, de ahí que relajarán algo su postura, pero eso dejaba un detalle.

-Nadie aquí puede ayudarlo mucho, en parte debido a que hay gente en el consejo que bloquea que se pueda hacer algo, en parte, porque está mugrosa aldea se unió para hacerle la vida miserable- comentó la peliblanca- ¿Cómo piensan ayudarlo exactamente?

-Seremos sus figuras paternas- dijo con convicción Minato- no tenemos la más mínima esperanza de que nos dejen adoptar al niño, así que haremos lo mejor para poder crialo adecuadamente. Ignora muchas cosas que la mayoría de los niños saben a su edad y lo no dudo que lo este saboteando la academia.

-Varios aquí hemos hecho lo que se puede con eso- dijo con culpa la rubia- pero de nuevo, no hay mucho que se pueda hacer. Sobretodo, porque no dejan ayudarlo libremente. No lo vayamos a "corromper más" en el barrio rojo- dijo lo último escupiendo con ira.

Eso conmovió mucho a los Namikaze, pero los enfureció aún más. Costaba creer , si lo que leyeron entre líneas era cierto, que los carteristas, prostitutas y gente de los Casinos fuera más piadosa y que fueran ellos los que habían honrado su sacrificio. Eso solo los hacía sentir peor por no haber podido ayudar este lugar cuando tuvieron el poder de hacerlo.

Cómo querían dormir las jóvenes, dejaron ir a los Namikaze con una advertencia, cayendo en cuenta ya en su departamento que jamás les habian pedido el nombre. Bueno, si ellos iban a estar ahí, ya lo averiguarían.

##########

Naruto corrió todo el camino desde la academia a su casa, el temor siendo cada vez mayor. Realmente hoy no pudo prestar atención a las clases ( no es que no tratará) ya que la duda y el miedo lo carcomía, ¿Sería un truco? ¿Seguirían ahí? ¿Aún lo querrían?. Esas dudas llenaban sus pensamientos, a medida que se acercaba a su destino.

El niño se creía bueno, en la mayor parte del tiempo. Hacía bromas, pero era para que al menos la gente notará un poco su existencia. No le iba bien en la escuela, pero era porque, aunque jiji no le creía, porque Mizuki teme e Iruka baka la tenían contra él.

Lo regañaban por quedarse dormido en clases, nunca a Shikamaru y dudaba que el Nara como él, tuviera miedo de que los aldeanos irrumpieran a su hogar mientras las nee chan dormían en su casa (pues en su inocencia, jamás vio sus ropas provocativas como indicio de su "profesión) por lo que a cada crujido o chirrido extraño, se sobresaltaba y no se quedaba dormido hasta muy altas horas de la madrugada. Estaba seguro que sabía más cosas que el aliento de perro, pero sus exámenes eran calificados sin revisarlos con "No aprobado".

Por ello, para no hacer enojar a sus padres, se comió las verduras que le pusieron de bento, no fuera que por no hacerlo, lo dejarán de amar. Suena infantil, pero por favor pónganse en su lugar.

Llegó a la puerta de su departamento, sudando copiosamente por el esfuerzo que llevó subir cinco pisos a la carrera y metió con dificultad la llave al cerrojo y haciendo acopio de su valor, entró.

El agradable olor a ramen recién cocinado inundó sus fosas nasales, mientras su Kaachan servía la comida y su Tousan, ahora se oía en el baño, posiblemente, arreglando la regadera que ese tacaño del casero, se negó a arreglar.

-¿Cómo estuvo tu día?- preguntó su kaasan con interés.

Una pregunta inocente, pero que siempre quiso que alguien se la dirigiera apenas entrara por el umbral de su puerta.

Así que, haciendo el esfuerzo de no llorar, el niño se sentó a la mesa, y mientras su kaasan terminaba de servir, le contó su día, omitiendo las partes desagradables, por temor a que se llenarán de miedo y lo abandonara. Aún así, ese muy hábil movimiento de su parte, no pasó nada desapercibido por ambos, quienes juraron que los responsables de la miseria de su Sochi pagarían y que tendrían un medio para devolverle lo que legítimamente es suyo .

##################

En algún lugar del País de los Ríos.

-No sé si debo preocuparme o aliviarme- dijo burlón un hombre peliblanco con ropa y maquillaje estilo kabuki- ya está sexta vez consecutiva que ganas y sabes que significa eso.

-¿Quieres dejar tus estupideces a un lado?- pregunto una rubia ojimiel de prominentes pechos- porque no pensar que al fin me he librado de mi mala suerte.

En eso, un grupo de cuatro hombres que claramente eran del país del Rayo, iban en una suerte de procesión, cargando un Féretro mientras bailaban una tonada muy alegre, para extrañeza del hombre y la mujer.

-¿Viste lo mismo que yo, Jiraiya?- Preguntó la rubia.

-Si te refieres a esos tipos cargando y bailando con un ataúd, si es real, Tsunade.

Ambos conocidos tomaron rumbo a otro casino, viendo si aún tenía la ojimiel suerte ganadora o si esa racha se había acabado. Lo que ambos ignoraban, es que efectivamente, lo que normalmente presagiaba que la ojimiel tetona ganará en vez de perder irremediablemente en los juegos de azar, una terrible calamidad, estaba a punto de ocurrir en su tierra natal, bueno, una calamidad desde cierto punto de vista, lo que eso también tenía que ver con ellos. Porque ambos ignoraban que hacer caso omiso de cierta obligación que adquieron pero no honraron, vino para cobrarse el karma por no honrar su juramento, de la forma más inesperada.

Situación que esa procesión también presagiaba, siendo la otra cara de la moneda. El como una aparente tragedia para algunos podría ser algo bueno para los demás.

Y corte.

¿Recuerdan cuando en el Imperio del este, mencioné un fic de un regreso de los Namikaze? Bueno, ¡aquí está!

Omití a propósito que ellos dijeran sus nombres, ya verán porqué y cómo es que han regresado en los próximos capítulos. Solo diré que Konoha va a lamentarse mucho el no haber honrado la última voluntad de su amado Yondaime hokage.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.