¡Hola, apreciados amigos, es un gusto saludarlos nuevamente! :)

Acá les traigo una historia corta que escribí hace unos meses para la #RankaneWeek2023, #1000_y_1_palabras_de_amor, #1000_y_1_trazos_de_amor, #por_amor_al_fandom de la página #MundoFanficsInuYashayRanma, que publiqué en Wattpad del 24 al 30 de julio y que ahora, también quise compartirla en esta plataforma. Espero que sea de su agrado, ya que es bastante sencilla, pero con mucho cariño para todos ustedes :)

Los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi y la historia fue escrita sin fines de lucro.

Eran aproximadamente las seis de la mañana en el pueblo de Nerima y la mayor de las tres hijas del señor Tendo se encontraba en la cocina preparando el desayuno, mientras tarareaba, muy contenta, una canción en inglés que se había quedado en su mente desde hacía ya unos días, después de haber sorprendido a su hermana menor cantándola y bailándola en su habitación (también a ella le había gustado mucho y ahora, era su canción favorita).

Kasumi estaba muy concentrada en lo que hacía, cuando de pronto, escuchó la bocina de una bicicleta que anunciaba que acababa de llegar el correo. Dejó, entonces, sus labores para ir a recoger la correspondencia.

Al salir al jardín, vio al señor Genma y a Ranma entrenando arduamente y sonrió:

̶ ¡Tío Genma, Ranma! –dijo, dirigiéndose a ellos- ¡el desayuno ya está listo, en un momento lo voy a servir!

̶ ¡Gracias, Kasumi! –dijo Ranma, muy contento-.

̶ ¡Ya era hora, Kasumi! –dijo el señor Genma, sobando su estómago- ¡ya me estaba muriendo de hambre! jajaja.

̶ Tú solo piensas en comer, ¿verdad, papá? –le dijo Ranma-.

̶ ¡Ay, muchacho, tú también lo haces, no lo niegues! –dijo nuevamente, el señor Genma-.

̶ ¡Hyyyyyyyyaaaaahhh! –gritaron ambos y siguieron peleando, hasta que Ranma logró botarlo al estanque, provocando que se convirtiera en panda-.

Kasumi solo negó con la cabeza, al observarlos y volvió a sonreír. Después, se acercó rápidamente a abrir el buzón de correos y empezó a revisar la correspondencia que había llegado: recibos de luz, teléfono, agua, algunos cobros dirigidos al señor Genma y al maestro Happosai (a lo que ellos ya estaban acostumbrados), pero, de pronto, entre esos documentos, vio un sobre dirigido a Ranma:

̶ ¡Oye, Ranma! –dijo después, volteando a verlo- ¡llegó correspondencia para ti!

̶ ¿Para mí? –preguntó, muy sorprendido- pero... -ya no pudo terminar, porque el señor Genma había aprovechado su distracción para botarlo también al estanque-.

̶ ¡Hiciste trampa! –gritó ahora, una chica pelirroja muy furiosa- ¡no se vale!

"Debes estar siempre concentrado" –decía un rótulo que había sacado el señor Genma convertido en panda-.

Ranma y su padre continuaron peleando, pero, de pronto, apareció la señora Nodoka (después de haber terminado de lavar y tender ropa) y les dijo:

̶ ¡Muy bien, ustedes dos, ya es suficiente, vengan a comer o se le hará tarde a Ranma para ir a la escuela!

̶ ¡Ya voy, mamá! –dijo Ranma rápidamente, saliendo del estanque, no sin antes, aprovechar para darle un golpe en la cabeza a su padre-.

La señora Nodoka rio un poco al ver esa escena y volvió a ingresar a la casa. Después, Kasumi se acercó a Ranma para entregarle el sobre que venía dirigido a él:

̶ ¡Oh, gracias, Kasumi! –dijo Ranma, recibiéndolo- ¿qué será? –preguntó y después, volteó a ver a su padre y le dijo- ¡con que no sea que me hayas metido en tus problemas como casi siempre lo haces!

Kasumi rio al escucharlo y le dijo:

̶ Tendrás que abrirlo para saber de qué se trata.

̶ Sí... -dijo, dando un pequeño suspiro- tienes razón –y se dispuso a abrirlo en ese momento-.

Kasumi volvió a sonreír:

̶ No te tardes mucho en ir a comer.

̶ Sí, así lo haré, gracias.

Al irse Kasumi, Ranma terminó de abrir el sobre. Luego, sacó una hoja que venía en el mismo y la desdobló:

̶ Pero, ¡¿qué rayos...?! –dijo bastante molesto, después de terminar de leer- ¡¿qué broma de mal gusto es ésta?!...

"¿Ahora qué te pasa?" -decía otro cartel del señor Genma, transformado en panda-.

Ranma volteó a verlo:

̶ ¡Nada, no pasa nada! -dijo todavía molesto, arrugando el papel-.

Su padre se le quedó viendo, pues, no comprendía qué había provocado su cambio tan repentino de ánimo.

Minutos después, ya todos estaban sentados a la mesa (a excepción de Akane). Ranma ya estaba convertido en chico nuevamente, pero, estaba muy pensativo, tanto que ni se había dado cuenta que su papá le estaba robando su comida.

La señora Nodoka se dio cuenta y le lanzó una mirada fulminante a su esposo para que dejara de hacerlo, provocando que sintiera un terror que jamás había sentido antes en toda su vida (ni siquiera, cuando imaginaba que ella lo iba a obligar a él y a su hijo a cometer el seppuku):

̶ ¿Sucede algo, cariño? -le preguntó después la señora Nodoka a su hijo, al verlo muy serio- casi no has probado bocado.

Ranma estaba jugando con los palillos y luego, dio un pequeño suspiro:

̶ Estoy bien, mamá, no me pasa nada, es solo que... no tengo hambre.

Todos se sorprendieron mucho al escucharlo, pues, eso era demasiado extraño: que Ranma no tuviera hambre era como decir que el sol no es amarillo o que los árboles no son verdes:

̶ ¿Acaso, estás enfermo? -le preguntó Nabiki-.

Ranma iba a responderle, pero, de pronto, apareció Akane:

̶ ¡Buenos días! -dijo muy contenta, ingresando al comedor-.

̶ ¡Buenos días, Akane! -le respondieron todos, a excepción de Ranma, que ni siquiera volteó a verla-.

̶ Cada vez te tardas más en bajar a desayunar -le dijo sonriendo, Kasumi-.

̶ Lo siento -dijo, un poco sonrojada-.

̶ ¡Ay, Kasumi! -dijo Nabiki, con reproche- no es para tanto, además, vale la pena que se tarde ahora un poquito más en bajar.

̶ Es cierto -dijo sonriendo la señora Nodoka, secundando a Nabiki- si Akane se tarda un poquito más es porque ahora se toma unos minutos más para ponerse aún más linda de lo que ya es -y después, se dirigió a ella- ¿verdad, querida?

Akane se sonrojó aún más, porque efectivamente, ahora se tardaba más debido a que, siguiendo consejos de sus amigas y también de Nabiki, había empezado a maquillarse todos los días y también, había cambiado su forma de vestir (ahora estaba más a la moda).

Ranma, por supuesto, se había dado cuenta de ese cambio tan abrupto en su prometida, porque se veía mucho más atractiva que antes y se preguntaba por qué lo había hecho.

Al principio, quiso creer con todas sus fuerzas que lo hacía por él, pues, no solo había cambiado su apariencia, sino también, su trato hacia él: era más amable, más condescendiente y ahora, casi siempre la veía tan contenta que hasta le había dado por cantar casi a diario... hasta él mismo se había aprendido la canción de memoria al escucharla muy seguido.

Quería creer que era a él a quien le dedicaba esa canción... que esa inmensa alegría que ella reflejaba se debía a él, pero, ahora, ya no estaba seguro.

Akane se sentó a la par suya, sin imaginarse todo lo que estaba pasando por su mente en ese momento. Él la vio de reojo, pues, no se atrevía a verla de frente. Además, no era necesario que lo hiciera, pues, sabía que se veía tan hermosa como siempre:

¿Será posible? -pensó Ranma, después- ¿todo ese cambio en Akane es porque... porque está enamorada de alguien más?... ¡¿pero, de quién?! -dijo internamente furioso, apretando fuertemente los palillos que tenía en sus manos-.

Al fin, volteó a verla y las palabras que había leído en aquel papel que le habían mandado de "forma anónima", se hicieron presentes en su mente:

"Akane te está engañando, porque hace mucho tiempo dejó de interesarse en ti. Ahora tiene a alguien que sí la ama y la hace feliz. Tú deberías hacer lo mismo."

Ranma no pudo evitar sentir en ese momento una mezcla de emociones y sentimientos: estaba frustrado, decepcionado, molesto, triste, celoso... sí, sobre todo, "celoso", ¡muy celoso!...

¡¿De verdad había perdido a Akane por dedicarse a entrenar arduamente todos los días para convertirse algún día en un gran maestro de las artes marciales y por preocuparse en encontrar la cura a su maldición?!...

¡¿Cómo pudo pasar algo así?!... ¡es que no era posible!...

¡Akane no podía estar enamorada de alguien más que no fuera él!

CONTINUARÁ...