Capítulo 17
Azize se apresuró a dejar sus cosas sobre la enorme y prolija cama del hotel al que recién acababan de llegar y corrió hacia el amplio ventanal que daba a un balconcito en forma de terraza…
Cevdet la siguió, un poco más retrasado, observando todos sus movimientos…
Ella cerró los ojos cuando el sol iluminó su cara y luego los abrió, para admirar la elegante y tan famosa Torre Eiffel…
Sintió las manos de él en su cintura y luego su cuerpo pegado al de ella, cubriendo su espalda amorosamente, una sensación tan familiar que ella no recordaba lo que era no sentirla…
-Finalmente estamos aquí…- dijo él muy bajo en su oído y ella asintió e inspiró.
-Es mucho más hermoso de lo que imaginé…- le contestó luego de un momento de silencio.
-¿Has visto? - le dijo y la apretó contra su cuerpo con ternura.
-Estoy feliz de que pudieras cumplir tu sueño de conocer esta hermosa ciudad… y ser testigo en primera fila de ese sueño cumplido…- le dijo y él la hizo girar para mirarla a los ojos.
-Soy feliz porque estás conmigo… muchas veces me dijeron que París es una hermosa ciudad… que tiene todo para disfrutarla, pero que es mucho mejor en compañía de alguien especial…
-¿Y yo soy esa persona especial? - le preguntó con una sonrisa, aunque ya sabía la respuesta.
-¿Lo dudas? - dijo él alzando las cejas.
-No… pero quizás quiero escucharlo otra vez de ti…
-No bien te conocí, pensé en traerte… mucho antes de que nos atreviéramos a besarnos… o que me planteara si existía la posibilidad de sostener una relación contigo… siempre supe que eras especial…
-Mi vida…- dijo ella batiendo sus pestañas, era imposible no sentirse especial con cada palabra de él.
-Es la verdad… y aquí estamos…- dijo él y besó su frente.
-Aquí estamos…- dijo ella y lo abrazó, buscando luego sus labios con los de ella en un beso tierno.
Se quedaron un rato allí, abrazados, contemplando la vista desde ese hermoso lugar. Ellos sabían lo que era compartir ese tipo de actividades y las disfrutaban mucho.
Luego decidieron bajar al restaurant del hotel para poder almorzar algo… en el vuelo no habían comido demasiado y estaban hambrientos…
Una vez satisfechos, tomaron un taxi que los llevó a recorrer la ciudad y terminaron caminando por la avenida des Champs-Élysées, se hicieron fotos en el Arco del Triunfo y luego tomaron el metro para llevar al museo del Louvre… al que ambos también tenían expectativa de conocer…
Por último, cuando ya anochecía, entraron a uno de los cafés de los alrededores y disfrutaron una especie de cena dulce para terminar el día…
Volvieron al hotel en taxi y cuando bajaron, lloviznaba… ella lo llevó a caminar a una pequeña plazoleta que quedaba a pocos metros del hotel y Cevdet se quedó mirándola cuando ella levantó su cara y dejó que las pequeñas gotas la mojaran directamente…
-Azize…- la llamó y ella sonrió.
-¿Qué? - le preguntó sonriendo.
-¿Pasó algo?
-Soy feliz… muy feliz…- le dijo y él sonrió sin poder dejar de mirarla.
Ella extendió su mano y él se la tomó. Ambos miraron hacia el cielo oscuro, algo fosforescente por efecto de la lluvia y disfrutaron del agua sobre su cara…
Finalmente, él la convenció de volver y cuando llegaron notaron que estaban empapados…
Azize lanzó una carcajada feliz cuando entraron a la habitación y se quitaron los zapatos que hacían ruido de tanta agua que llevaban…
Cevdet fue hasta el baño y trajo un par de toallas para que pudieran secarse…
Ella había vuelto a salir al balcón y la encontró allí, disfrutando de ese paisaje iluminado, totalmente distinto al que habían visto durante el día…
-¿Por qué no te quitas la ropa? - le dijo en voz baja y ella lo miró.
-¿Acaso no me convencerás con palabras dulces? - le preguntó y ambos rieron.
-No quiero que te enfermes…- dijo como respuesta y ella asintió.
Se quitaron la ropa y se envolvieron en la toalla… él se dirigió al pequeño refrigerador que había en la habitación y trajo una botella de vino espumante… ella alzó las cejas cuando lo vio servirlo en dos copas…
-Mi vida…- comenzó él y ella apretó los labios para no reírse. Amaba ese lado solemne de él.
-Cevdet… brindemos por este viaje que ya está siendo inolvidable para mí…
-Bien… brindemos por eso… y yo creo que deberíamos brindar por algo más… si estás de acuerdo…
-¿Cómo podría no estarlo? ¿De qué se trata?
-Bueno… planeé las cosas de otra manera… pero te veo así, y no podré esperar para que todo salga como yo había pensado…
-¿De qué hablas?
-Azize… mi vida… yo se que creerás que estoy loco…
-Lo creo… es cierto…- dijo ella y sacudió la cabeza, quería dejarlo hablar.
-Pero la verdad es que le he dado vueltas a todo esto y… mejor empiezo de nuevo… dijo y se puso más derecho, Azize abrió los ojos, ¿acaso él intentaba decirle lo que ella creía leer entre líneas?
-Cevdet…
-Déjame decirlo porque no me sentiré en paz si no lo hago…
-Bien… dilo…
-¿Te casarías conmigo? - dijo luego de intentar comenzar varias veces haciendo una introducción y arrepintiéndose.
-Mi vida…- dijo ella y sintió que sus piernas temblaban.
-¿Lo harías?
-¿Tú quieres casarte conmigo? - le preguntó ella con voz temblorosa, estaba muriéndose por dentro.
-Es lo que más deseo… se que quizás es pronto, pero cada minuto a tu lado me hace sentirme más seguro… el tiempo no existe… siento que nuestros corazones se unieron desde hace siglos… que nos pertenecemos… pero no desde el significado común y vulgar de la pertenencia, de ser dueños de algo…
-Cevdet… ya deja de hablar y bésame…- le dijo ella y él sonrió y se fundieron en un abrazo primero y luego él la besó con pasión…
Cuando sus bocas por fin se separaron, Cevdet la levantó en sus brazos y la llevó a la cama. Se quitó la toalla y ella lo observó con deseo…
Se reunió con ella y la besó lánguidamente mientras la acariciaba como si quisiera descubrir cada centímetro de su piel durante el proceso…
Y no era que no se hubiera aprendido de memoria cada lunar, cada detalle de Azize… pero sentía que la redescubría ahora, que ella había aceptado… ¿había aceptado?
-Azize…- la urgió, interrumpiendo las caricias y ella lo miró con una mezcla de fastidio y ternura.
-¿Seguirás hablando Cevdet? - le preguntó y él suspiró. Necesitaba la respuesta bien concisa…
-¿Te casarás conmigo o no?
-¿Qué te parece? - le dijo ella y lo buscó con un beso húmedo.
-¿Si o no?
-Por supuesto que sí… te amo… ¿qué preguntas son esas? - le dijo y él accedió esta vez a seguir besándola.
Se dedicaron un buen rato a satisfacer sus deseos y cuando todo terminó, ella se recostó, apoyando su cabeza sobre el torso de él, satisfecha, feliz… emocionada por la propuesta, aunque tratara de que no se le notara tanto…
-Espera… espera…- dijo él de pronto y ella se sobresaltó un poco luego de que él se incorporara y la dejara en la cama mientras corría, totalmente desnudo hacia el bolsillo de su saco mojado…
Azize se mordió el labio, preguntándose qué había sucedido pero agradecida por la visión de su cuerpo bien formado, seguramente por el entrenamiento del ejército y por un momento quiso olvidarse de todo y llamarlo para seguir disfrutándolo…
Cevdet volvió a la cama y la tomó entre sus brazos…
-Espero que no quieras que me ponga de rodillas como en esas películas románticas que te gustan… dame tu dedo…- le dijo y ella extendió su mano, algo temblorosa para que él deslizara un sencillo, pero muy bonito anillo con una hermosa piedra color aguamarina…
-Quiero que seas tú… es todo lo que me importa…- le dijo y luego de observar de cerca el pequeño tesoro que él le había dado, lo abrazó y lo obligó a acomodarse sobre ella mientras volvía a besarlo…
-Mmmm…- dijo él entre besos- ¿te gustó?
-Mucho…- jadeó ella- casi tanto como tú mientras lo buscabas en tu bolsillo…- dijo y él no la dejó hablar más…
Afuera llovía copiosamente, por momentos se escuchaba algún trueno o se veía algún destello provocado por un relámpago… pero ellos continuaban ajenos a todo… uno en brazos del otro… disfrutando de su amor… de todos esos planes que parecían hacerse realidad…
Bueno, de a poco nos vamos despidiendo de esta hermosa historia que me complació mucho escribir. Les tengo que pedir disculpas por la demora pero tuve una semana larga y muy linda con la celebración de mi cumpleaños... gracias por la paciencia, nos vemos en el próximo!
