Itachi

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Konoha, hace casi trece años.

Minato Namikaze estaba aterrorizado.

Minato "Flash Amarillo de Konoha" Namikaze, Hokage de Konoha, sucesor de Hiruzen "El Profesor" Sarutobi. Antiguo alumno del legendario Jiraiya. Profesor de uno de los mejores ninjas médicos desde Tsunade y el último Hatake, hijo del infame y poderoso Colmillo Blanco. Demonios, él había sido el primero, y probablemente el último, que no era del recinto en enseñarle a un Uchiha.

Y estaba aterrorizado. Aterrorizado por algo que apenas tenía siete pulgadas de largo.

-¿Es un niño?- preguntó, la voz un tono más alto de lo habitual.

Kushina asintió, mirando con cariño el ultrasonido en sus manos.

Estaban enredados en el sofá, Kushina recostada contra Minato. Apartó a un lado el pelo rojo para inclinarse correctamente sobre su hombro y ver la foto. Las líneas onduladas en blanco y negro tenían poco sentido para él, el genio que era, pero seguro que era algo.

-¿Te asusta?- pregunto la Uzumaki

Su voz era extrañamente apagada.

-Completamente- admitió Minato. Se alegró de que ella no pudiera verle la cara porque sus ojos eran prácticamente redondos de lo grandes que estaban- ¿Y la anciana dijo que estaba sano?

-Él es perfecto.

No estaba completamente seguro de que ella estuviera respondiendo a la pregunta, pero la idea de un bebé sano alivió lo suficiente el terror que, por una fracción de segundo, sintió como si su corazón estuviera dando saltos de verano en su pecho.

-Un niño…- Realmente no había pensado demasiado en cómo sería tener un bebé antes. Siempre había sido un concepto vago. Pero ahora... Ahora, podía ver los ojos azules de su chico - siempre habían tenido ojos azules, ¿verdad? - y sus pequeñas mejillas regordetas. Probablemente apenas tendría pelo; si tuviera alguno, probablemente serían mechones rubios, posiblemente rubio fresa. Tendría una gran sonrisa, aunque Minato no estaba seguro de a quién quería imitar. Podía sonreír como un idiota, pero las sonrisas de Kushina... la sonrisa de Kushina en el rostro de su hijo... Nunca había oído algo que sonara así... ni siquiera sabía cómo sonaba, pero se le contrajeron las entrañas y tuvo que tragarse el sapo metafóricamente hablando, en su garganta.

Minato dejó que su agarre se aflojara y sus manos cayeron desde los costados de Kushina hasta su vientre redondeado. A menudo había hecho esto durante el primer mes de su embarazo, sin creer que un bebé realmente estaba creciendo allí. Ninja nunca pareció tener hijos, por lo que no habían creído que en realidad podría pasarles a ellos.

Pero se había asustado después de ver el primer ultrasonido. Una pequeña vida en realidad estaba creciendo allí. Y Minato era fuerte; el ninja más fuerte de Konoha, para ser exactos. ¿Y si lo lastimaba accidentalmente?

Así que dejó de apoyar las manos sobre la presencia apenas visible porque había sido irreal y, oh, muy frágil.

Pero ahora él, él , era real y estaba saludable y sería fuerte como su papá y su mamá. Y Minato iba a ser su padre, uno muy bueno.

Y ese primer paso para ser padre fue no tener miedo de tocar a su hijo. Incluso en el útero.

Sin embargo, no esperaba sentir nada a cambio. Especialmente no el golpe firme que se sintió como si alguien lo estuviera golpeando a través del estómago de Kushina, aunque débilmente.

-¡¿Que demonios fue eso?!-!Exigió, de repente a mitad de camino a través de la habitación y ahora frente a ella.

Kushina se rió. No una risa linda que era como el trino de una flauta o cualquiera de las mierdas poéticas sobre las que Jiraiya habla en sus libros, sino una risa profunda que involucraba ocasionalmente señalar y enroscarse sobre sí misma, agarrando su estómago hinchado.

-¡Minato Namikaze! ¡Ese es tu chico!- estuvo a punto de ahogarse entre risas. Finalmente pudo calmarse lo suficiente como para hablar cuando vio su cara de pánico, enviándola al límite nuevamente.

-si alguien te pudiera ordenar ir a una misión de infiltración a Iwagakure para recuperar un pergamino que nadie está seguro de que exista y estaras frío y calmado. Pero la patada de un bebé te asusta muchísimo, eso es realmente chistoso - acotó la pelirroja divertida.

-¿Ese era el bebé?- preguntó Minato, asombrado- ¿Ese era nuestro chico?

Kushina sonrió y le tendió la mano. Después de una breve vacilación, lo tomó. Ella guió su mano hacia su estómago, moviéndola a una mejor posición mientras su rostro adquiría una mirada de concentración distante. Un momento después de que sus manos se detuvieran, Minato lo sintió de nuevo. Un empujón, firme pero débil.

Ni siquiera se dio cuenta, pero Minato ahora estaba sentado de nuevo en el sofá, esta vez frente a Kushina. Su rostro traicionó los sentimientos que lo atravesaban, pero no era consciente de ellos. Todo lo que sabía en ese momento era su hijo.

-¿Ese es mi chico?- preguntó de nuevo. No se caería, nunca lo había hecho antes y no lo permitiría ahora, pero sintió una lágrima en el ojo.

Ese era su chico...

-Feliz día del padre, Minato-fue la única respuesta de Kushina.

Tiempo presente.

La ex Uzumaki guardo ese ultrasonido, enjuagando sus lágrimas causadas por ese bello recuerdo. Se perdió los primeros años de su hijo, la mitad de una vida y todo por un loco sediento de poder.

Kushina y Minato aún tenían ese pendiente, encontrar a ese Uchiha y hacerlo pagar por esa afrenta.

Pero de momento, tenía a un ahijado idiota que interceptar.

En alguna parte de la aldea.

-En serio que eres un tonto si crees que puedes hacer algo contra nosotros - le dijo a Minato una figura que usaba una capa negra con nubes rojas.

Era nada más y nada menos que el más infame de los Siete Espadachines de la niebla, Kisame Hoshigaki.

-Se quienes son ustedes y por qué están aquí - dijo Minato mientras se prepara para pelear- el Sanin Jiariya fue muy elocuente sobre ustedes y la información que tiene de su grupo. Lo hizo para intentar meterme miedo para que deje a mi hijo por mi seguridad. Pero un verdadero padre no dejaría que algo como eso se interponga en su deber por la salvaguarda de su hijo. Así que…. ¡Has tu mejor esfuerzo, Cara de ceviche!

-¡Cómo te atreves a decirme así!- dijo Kisame que no reparó en la sutil risilla de Itachi a quien le hizo genuinamente gracia la bravata del que seguramente era el hombre más valiente que tenía el honor de conocer en al menos trece años.

Era una lastima que Kisame lo fuera a partir en dos. Pero aún podría hacerle eso a la mujer, frente a Naruto, antes de arrancarle las piernas para arrastrarlo más fácilmente fuera de la aldea.

El Uchiha entendió el razonamiento detrás del asesinato de su hermano y visto desde un punto utilitarista, fue una desicion moralmente correcta.

Eso no quitaba que Sasuke era su única familia y a la que más amaba en el mundo, así como la única esperanza de que su clan sea aceptado totalmente en la aldea que se supone ayudo a crear.

Lo sacrificó todo en esa apuesta y por culpa de la maldición de odio de Sasuke y la nula paciencia de Naruto con quién amenaza su vida había truncado su esperanza.

Así que, definitivamente Itachi estaba aquí, no por la función que había llegado a realizar para Jiraiya, más bien, quería ver sufrir y mucho, al jodido asesino de su hermano.

Igualmente entendió y admiró al Kadō por lo que intento hacer, pero era un esfuerzo sin algo real detrás.

Kisame ya estaba encima del padre adoptivo del Uzumaki, cuando el hombre desapareció en un borrón, dándole apenas tiempo a Kisame de parar un fuerte puñetazo al rostro.

-Tienes algo de velocidad, te concedo eso - sonrió con sádico deleite al ver que ese hombre era un blanco un poquito desafiante- pero ser rápido no te sirve de mucho si no tienes poder real para usarlo con la velocidad.

Minato sonrió ladino, algo que pensaba era un efecto secundario de usar chakra tanto de Kurama como de Naruto para seguir en este plano de la existencia, de forma ya muy prolongada, pues sabía que Kisame no esperaba lo que seguía…

Sin saber cuándo, Kisame se encontró agarrando con fuerza sus costillas, pues el tipo de Kirigakure fue pateado unas cincuenta veces, apenas en un pestañear.

Este tipo era más aterrador de lo que ambos habían presupuestado.

-Kisame, retrocede, no eres rival para ese tipo - dijo sorpresivamente el Uchiha.

-¡No me jodas Itachi!- dijo muy enojado el espadachin por la implicación de Itachi- solo tuvo un golpe de suerte.

-Diria que fueron varios - dijo Itachi- un golpe no muy fuerte quizás no haga mucho, pero una lluvia de ellos en el mismo lugar es un asunto diferente. Tu especialidad es drenar jutsu, algo que este tipo lógicamente no tiene. Pero enfrentar a alguien como yo es un asunto totalmente diferente.

-Grrr,- gruño como un perro furioso el hombre, pero cedió fácilmente al ver la mirada enojada que el Último Uchiha tenía. Eso era sumamente aterrador, ya que Itachi mostrando emociones, era algo raro de ver y más aún, mostrando enojo. No quería ser blanco de la ira del último Uchiha en el mundo bajo ninguna circunstancia.

-Como sea- dijo el espadachin haciendo lo posible por salvaguardar su dignidad dadas las circunstancias- acaba esto rápido para que podamos irnos.

-Esta pelea es inevitable- dijo Itachi preparándose para acabar lo más rápido posible a ese hombre- eso no significa que tenga algo personal con usted, lo tengo con aquel a quien llama hijo. Por aquel que morirá sin remedio alguno.

-Muy bien entonces- dijo Arashi preparando su siguiente movimiento - Espero que estés conciente que voy a hacerte pedazos y se los voy a dar de comer a los perros.

Apenas y parpadeó el Uchiha y ya tenía también encima al herrero….. ¡Con un Rasegan elemental de rayo en la mano derecha y uno elemental fuego en la izquierda.

-Inazuma- golpeó con fuerza el ex Namikaze al Uchiha con el Rasegan de rayo apenas formado.

Usando los tres pasos del jutsu, pero con menos intensidad se podía crear una versión atenuada del Rasengan elemental, algo muy necesario dado su poder destructivo. La única razón por la que Minato podía usar el jutsu de forma indiscriminada era porque lo hacía usando clones de barro que tenía almacenados. Afortunadamente había sonsacado suficientes clones a Jiariya hace tiempo, previniendo que le fueran a servir para algo.

Aún no podía arrojar el justu y sabía que era capaz de generar una enorme Destrucción. Arrazar el área en un sólo jutsu no estaba en su presupuesto. Y por la cantidad de energía que iba a gastar en pelear, calculaba que estaría sumamente mermado de sus reservas de energía. Pero valía la pena. Necesitaba hacer ruido, llamar la atención, no ganar la pelea. Y ver al Susanoo será muy útil, siempre que pudiera forzarlo a usarlo.

Itachi entendió rápidamente que este tipo quizás no era un ninja, pero tenía el nivel de uno sumamente peligroso. Solo sabía de otros dos ninja en el mundo que eran capaces de realizar semejante técnica, ninjas que no eran el Yondaime.

Cómo conocía Arashi Kadō semejante jutsu y más aún, lo llevo al siguiente nivel, estaba demasiado lejos de cualquier cosa que el infame último Uchiha de Konoha hubiera esperado ver de ese sujeto.

"Hay algo muy raro en ese sujeto" pensó Itachi al tiempo que se vio forzado a usar su defensa especial.

Ambos Rasegan colisionaron con fuerza contra la construcción de chakra sólido creado por las habilidades de Itachi, crujiendo en el lugar donde recibió los impactos de forma consecutiva y cerca uno del otro.

Dejando muy soprendido a Kisame que también entendió que Arashi era en realidad muchas veces más peligroso de lo que había pensado.

-Si eso es lo que un vasallo de un Uzumaki es capaz de hacer- dijo el Uchiha con sincero respeto - me es difícil imaginar lo que el líder de ellos era capaz. Eso explica porque se necesitaba de cuatro de las cinco grandes aldeas ninja para acabar con ellos, mientras que yo pude hacerlo con mi clan.

-Eso no es en lo único en lo que me diferenció con respecto al resto de la chusma que forma esta aldea- se jacto Arashi nuevamente - y por chusma entiende, cualquier tarado que hizo menos a mi hijo- sonriendo de manera aún más cínica añadió, sacando y mostrando un par de kunai especiales.

-¿No crees que estás sobreestimando tus posibilidades?- dijo Kisame burlón al creer que pensaba usar el hirashin.

En vez del emblemático kunai de tres puntas, este era uno de cuchilla alargada y más fina que los kunai estándar, pareciendo más una suerte de híbrido entre kunai y navaja mariposa.

-Entiendo que, al ser el papá de Naruto y eso, podrían creer que en nuestra casa encontré el pergamino del Yondaime dónde tiene el Hiraishin- explicó Minato- no, ese jutsu no estaba en la casa de mi hijo. Está es una técnica mía. Una que he desarrollado para ocasiones como está.

Canalizando la energía en el arma, está comenzó a brillar intensamente, pero a diferencia de cuando una persona canaliza chakra elemental en un arma conductora de chakra, el kunai que Minato traía, no estaba brillando. En cambio comenzó a emitir una suerte de zumbido, más similar a una suerte de murmullo indeterminado que aumentó de intensidad.

-Kunai sónico - se abalanzó sobre la construcción de energía del Uchiha, que puso su brazo en forma defensiva, siendo imitado por el gigante que lo protegía.

Y pudo ver cómo el arma pudo atravesar con relativa facilidad la defensa del Susanoo.

-Muy inteligente - comprendió Itachi el cómo y el por qué de lo que sucedió - pero insisto, no vas a poder ganarme.

Una cosa es que lo dijera, otra que realmente lo pensará.

"Maldito Chusai Barai" pensó el Uchiha.

Había oído que Chusai derroto a un ninja clase S, que pudo ser parte de Akatsuki, usando un truco de química muy básica.

El bombardero loco de Iwa, el infame Deidara había Sido contratado por unos tipos del País de la garra, que deseaban sabotear las ex empresas de Gato en ese país. Itachi no sabía que Chusai tenia como suya a esa parte de la compañía y que había ido el mismo a frenar al tipo para demostrar que si se metían con la compañía, la represalia sería inmensa.

Rociando a Deidara con sosa cáustica, además de recibir tremendas quemaduras químicas, el bombardero comenzó a estallar de forma incontrolable, al intentar moldear una estatua de barro usando sus habilidades.

Diez minutos más tarde, Deidara estaba muerto, al no poder entender que la sosa estaba ahí simplemente para acelerar la reacción química del material que el bombardero usaba para crear sus obras.

En términos prácticos, Deidara tenía C4 que detonaba usando el chakra en vez de una chispa eléctrica. Y dado que la sosa estaba reaccionando con muchos tipos de explosivos diferentes, Chusai sabía que podría generar una reacción exotérmica que haría que esa argamasa detone mucho antes de lo que el rubio de Iwa quería.

Ciencia …. Chusai ya había perdido la cuenta de cuántos tontos había derrotado sencillamente con química básica y unos cuantos trucos de física no tan avanzada.

Pero, rápidamente se dió cuenta que el arma no era algo creado por la ciencia, esa arma era conductora de chakra y el Kadō la estaba usando de forma magistral para pelear contra él.

-Ya te diste cuenta- sonrió Minato- si me acerco lo suficiente, puedo derrotarte lo suficientemente rápido como para que los ANBU solamente lleguen por tus restos.

Itachi sabía que era verdad eso. Estaba muy mermado físicamente y si bien las peleas rápidas eran buenas para él, era algo más relacionado a qué termine el combate rápido, no porque la pelea se desarrolló a una velocidad vertiginosa.

-Amaterasu- se la jugó el Uchiha.

Canalizando energía en su Sharingan, el Uchiha activo la última etapa de su Dojutsu, lanzando una suerte de llamas negras que intentaron quemar al ex Hokage.

Palabra clave, intento, pues Minato sabía de las intenciones de Itachi apenas este tuvo la idea del plan en su cabeza. Por eso mismo, de forma magistral, el ex hokage se hizo a un lado, dejando anonadado a Kisame.

Si alguien como Itachi estaba sufriendo siquiera para tocar a ese tipo, Arashi Kadō era cualquier cosa menos una persona indefensa.

-¡Itachi, deja de estar jugando y líquida a ese tipo de una maldita vez!- dijo más para intentar guardar su orgullo que otra cosa el cara de ceviche.

Pero ambos sabían que quizás la única forma de vencer a este don nadie sería, que ambos luchen contra él al mismo tiempo.

Sabiendo que tenía razón el Hoshigaki, Itachi intentó subir un poco más la apuesta.

Haciendo una larga serie de sellos de mano, el Uchiha llamo a uno de los viejos trucos del fallecido sanin albino, pero dándole su toque particular.

-Puertas de rashomon- invoco el jutsu defensivo el Uchiha.

Solo que en vez de defenderlo al servirle de escudo, el Uchiha planeo disponer de forma aparentemente desordenada las puertas, con el objetivo de que la velocidad de Arashi se vea mermada significativamente.

Afortunadamente para Minato que no quería exponerse más de la cuenta, había hecho el tiempo suficiente como para que Maito Gai, Kakashi Hatake y un batallón ANBU llegarán al lugar y se pararan de forma protectora al rededor del Kadō.

-Vaya, pero si es Itachi- dijo de manera seca el antiguo alumno de Minato- ¿viniste a visitar la tumba familiar, lamentandote que no fuiste el que se cargó a Sasuke?.

-No sabía que desarrollaste sentido del humor Kakashi senpai- dijo burlón Itachi, clara intención de devolver el tiro- supongo que es lo único que puedes desarrollar dado el hecho de que llevas un mes sin tomarte en serio el entrenamiento de lo que queda de tu equipo ninja.

Eso le calo hondo a Kakashi, sobre todo por lo que el Uchiha dijo a continuación.

-Gracias por terminar lo que empecé esa ocasión, sin que tenga que ensuciarme las manos.

Definitivamente Kakashi sabía que hoy no sería su día con algo como eso.

Y corte.

¡Al fin! Luego de mucho tiempo he regresado. No voy a mentirles, he tenido un tiempo de mierda que no le deseo a nadie, que me ha atrasado mucho en lo que pensaba hacer en cuanto a los Fic.

Por un lado, que este a nada de cerrar muchos arcos y la cercanía al fin de año me ayuda, por otro, debo de echarle todo lo que tengo para tratar de evitar irme retrasado. Pero, como se dice por ahí: si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes.

Los veré lo antes posible.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.