Capitulo 8 ¿Cómo fue?

Todo este capítulo es un flashback. Así que continuemos. Derivado del capitulo 4 en donde Saga y Shaina se conocen.

Dohko siguió a la joven. Le llamó un par de veces sin éxito.

- oye, detente. Shiryu y Genbu se han atrasado.- insistió el chino. Ella estaba decidida a no mirar siquiera por encima de su hombro.

El antiguo maestro tomó la decisión de simplemente dejarla. Así que cuando por fin llegaron a la casa del chino, la chica fue directamente a la habitación que le fue designada. Se encerró sin permitir que nadie le perturbara.

- padre, la verdad fue muy vergonzoso. Entiendo que no desee mirarnos- el dragón tomó el hombro de su padre al ver qué este no dejaba de mirar la puerta.

- no lo entiendo hijo. Saga puede ser muy reservado, introvertido en ocasiones, pero de eso, a que sea falto de modales no lo concibo.

- pero ambos sabemos padre que en su condición el evita a toda costa mezclarse con mujeres... sabes la razón.-

-creo que tienes la justificación lógica. Aunque si debería Shion de reprender su actitud. El será pronto el presidente y no le vendría bien portarse como lo hizo hoy en un futuro. Recordemos que su próximo nombramiento le hará tratar con el género femenino en su mayoría y será incómodo para todos.- suspiro, ladeó la cabeza para tronar el cuello, al hacerlo logró liberar la tensión. - ve a dormir hijo.-

- si padre, espero que tu hagas lo mismo. - así que el joven dragón y el tigre fueron directo a la cama.

Una semana después...

Sólo era cuestión de tiempo para que Saga fuera nombrado presidente. Cómo encargado de las finanzas, había fungido bien. Hasta que un día desapareció. Kanon había temido lo peor. Por lo regular, cuando Saga sufría una crisis, él, Aioros y Shion le contenían. Era siempre una incógnita saber cómo Ares se comportaría. En ocasiones era muy agresivo, tanto, que solamente podían detenerlo entre los tres, por qué su fuerza física aumentaba de manera desmesurada. Solo lograban hacerlo ceder cuando los golpes eran la única opción. Aunque ellos se arriesgaban, no dudaban en someterlo. A veces daba batalla, otras no. Pero sin duda era algo de lo cual ya comenzaban a hartarse.

En esa ocasión, tal como desapareció por una semana completa, había aparecido. El mismo gemelo se comunicó con Shion diciéndole que al principio se encontraba desubicado, pero que en teoría se encontraba bien, estaba solo en medio de una concurrida calle. Sabía que Ares le había poseído y que no deseaba saber que había hecho en esa ocasión.

Para respiro de todos, aquello había sido algo qué, investigando no habría causado problemas. ¿Qué fue lo que pasó? Lo supieron cuando las finanzas habían registrado un desvío de cien millones de euros. El problema fue que no pudieron rastrear el destino final de dicha suma. Fue un escándalo que llegó a los oídos de Saori, la dueña de todo ese imperio. Y aunque en ese entonces era una adolescente, tomó la decisión de dejar en manos de Shion y Dohko el problema. Dando por perdido el monto millonario. Era evidente que Saga ya no podía desempeñar el puesto. En su lugar quedaría Shura, el joven español y amigo tanto de él como de Aioros. Lo que se habría que debatir y decidir era quien de los chicos tomaría el puesto de Shion dado qué, como lo marcaba la norma, debía ceder el puesto después de el tiempo acordado.

Para Shion no fue fácil. El creía que Aioros sería nombrado. Pero tenía que darle crédito a Saga. El tenía liderazgo, era buen estratega, eso no lo dudaba. Aioros en cambio, era mucho más relajado y como el decía, " ese puesto no es para mí..." Tal vez por qué era una responsabilidad muy grande y el castaño prefería que alguien de carácter y temple de acero como el que poseía Saga era el apropiado, a sabiendas de todo lo que conlleva.

- teniendo en cuenta todos los pros y los contra, ¿Te decidiste al final por Saga?- inquirió Dohko un tanto preocupado puesto que sabía de antemano que aquello sería un completo error.

- sabes que es la mejor opción- respondió el de cabellos verdes. Sin importarle la inquietud de su amigo. -este puesto requiere de alguien comprometido, no solo con las empresas, sino con la fundación. Y para que todo esté el perfecta sincronía, se debe poner el alma en ello. Aioros es bueno, pero el tiene planes a futuro. Quiere una familia y este puesto no te deja el tiempo necesario para dedicarse a ello. Solo mírame. Deje ir al amor de mi vida para entregarme por completo.- había un dejó de tristeza en las palabras de Shion.-

- oye amigo. Yuzuriha es feliz con Yato. Tiene tanto tiempo de eso. No debes seguir lamentandote. - Dohko tomó asiento y vertió el vino en ambas copas, ofreciéndole una a Shion. - entiendo el punto y no me queda más que apoyarte. Saga de igual manera parece comprometido. Mantenerlo ocupado parece ser lo óptimo para no darle tiempo a qué sufra una crisis. - tomó el vino de un solo trago. - ojalá no nos tengamos que arrepentir.

El chino llenó su copa de nuevo.

- por cierto, hoy será el nombramiento de la heredera. Escuché de Tatsumi, que habrá recepción. Modesta.

- por favor Dohko, esas recepciones no tienen nada de modestas. Son al nivel de la niña. Pero en fin, el abuelo Kido siempre le complació en todo. Está acostumbrada.- el de ojos amatista tomó la copa de vino.

- supongo que me harás venir...-

- como debe ser. Necesito de tu apoyo en esto. -

-bien. Si no me dejas opción, vendré.

- perfecto.- dejó la copa vacía y miró al chino. - ven con tu familia. Y por favor... Trae a la hija de Odysseus.

- dudo mucho que ella quiera venir. Es un poco introvertida. Y seguramente no le agradará la idea de mirar al joven japonés.

-el no estará. Aún está en Japón.

- menos mal.- Dohko tomó de la botella el vino hasta que lo terminó. - espero que ofrezcan buena bebida.-

Casa de Dohko

- me reuso a ir- dijo la chica cruzándose de brazos al tiempo que cerraba los ojos.

- piensa que en algún momento tendrás que acompañar a tu padre. Podrías empezar, para acostumbrarte.

- ! Dije que no! -

Dohko suspiro resignado. No habría fuerza humana que hiciera desistir a la chica.

- si te decides, vendrá Genbu una vez que termine la escuela. No es nada formal. Usa lo que más te acomode. - el chino salió de la habitación de la italiana, el vestía un traje sencillo negro sin corbata.

Shaina se quedó sentada en el borde de la cama. Odiaba tener que sonar como una estúpida terca. Sabía que no podía desairar al hombre que le había tendido la mano al llegar a Grecia.

-solo espero no arrepentirme... Estarán ahí...- suspiró y fue directo al clóset. Tomó unos jeans de piel, una blusa plateada y su chaqueta de piel negra. Dudó en ponerse tacones, prefiriendo los botines con tacón. Se asió el cabello en una coleta alta. esperó que Genbu llegara para ir dónde le dijo Dohko.

Athenas, 10 PM.

Cómo era de esperar la ceremonia había sido un éxito. La nueva heredera, de ahora en adelante estaría inmersa al cien por ciento. Aunque todavía las decisiones eran apoyadas en el viejo Tatsumi.

La recepción no reparó en gastos. Exquisitos manjares y bebidas exóticas se servían a diestra y siniestra. La mayoría de los invitados eran los colaboradores y allegados de la chica heredera.

Shaina había llegado con Genbu al término del discurso de Saga. Trató de no demostrar ningún tipo de emoción. En todo momento se mantuvo callada y cercas de Dohko. El chino, siempre acompañado de una bebida intercambiaba comentarios y consejos a los jóvenes. Cómo viejo experimentado y antiguo miembro, sus palabras eran una cátedra para cualquier joven recién integrado a las empresas Kido.

Después de un rato, Shion se le unió.

- nada mal para iniciar un nuevo ciclo.-

- si, eso parece - se limpió el sudor de la frente con el pañuelo de seda. - ahora solo quiero un trago- le arrebató la copa recién servida al chino. No le importó que derramará un poco sobre él.

- bueno, ahora puedes darte el lujo de beber sin reprimirte. - rió de buena gana el chino ante la ansiedad de su amigo.

Shaina trató de darle un poco de espacio al par de hombres de mediana edad. Así que se dirigió al buffet dispuesto. Tomó un par de bocadillos. Noto la gran cantidad de platillos dispuestos. La mayoría, no sería tocado por los invitados.

- que desperdicio...- murmuró. Solamente tomó una fresa y la cubrió con chocolate en la fuente. - mmm... No está mal.-

Casi a la media noche y al ver la animosidad de los antiguos maestros, la chica comenzó a sentirse un tanto aburrida. Al no encontrar nadie con quien cruzar alguna palabra, su mente osiosa, le dió la mejor de las ideas para poder tener un motivo y salir de ahí. Una idea vino a su cabeza. Pensó que sí tal vez nadie iba a comer del banquete, mucho menos notaran si algo hiciera falta. Así que se levantó y con discreción tomó un par de bocadillos y los ocultó lo más que pudo dentro de su chaqueta. Después de cerciorarse que nadie notara lo que hizo, salió con disimulo. Pero como no hay crimen perfecto, no se dió cuenta de que un par de ojos verdes, le habían pillado.

Mientras del otro lado del salón un pequeño grupo de hombres jóvenes comparten al calor de un buen trago.

- harás un buen trabajo hermano, los cambios siempre son para bien.- el español frotó la espalda del griego. Aunque los nombramientos eran ya una realidad aún faltaba hacerlos efectivos. Para ello, tomaría más de dos meses.

- pienso igual que Shura. Ese puesto va mejor contigo. - Aioros le sonrió. - Además, espero pronto formalizar con Seika y dicen por ahí " a quien dos amos sirve, con alguno queda mal" y la verdad como presidente, dudo mucho que haga un buen desempeño. -

Las declaraciones de su mejor amigo aunque sin intención, le dolían. Sabía que todos tenían derecho a ser felices con alguien más, excepto el. Por qué sencillamente no era apto para ello. Sabía de antemano que le daban el puesto para alejarlo de la tentación de las finanzas y obviamente de cualquier relación sentimental. El maldito de Ares jamás se lo permitiría. De un momento a otro tuvo la necesidad de salir de ahí. Tal vez fumar un cigarrillo le ayudaría. Vertir ese veneno en sus pulmones le traería un poco de tranquilidad. Solo se disculpo con los demás y se dirigió a las afueras del lugar.

Caminó por el gran jardín. El sonido de los insectos nocturnos acompañaban la noche despejada. Se aventuró a encender el tabaco. Dió un par de caladas, para después expulsar el humo. Miró en dirección de la verja que delimitada la propiedad. Sus ojos alcanzaron a ver una silueta. Intrigado y sin más nada a qué regresar al salón fue detrás de aquella figura. No sabía exactamente a quien correspondía, así que era buena idea saber de quién se trataba y calmar su curiosidad.

Una vez que llegó a la entrada, miró en ambas partes de la acera. No había nadie. No, sus ojos pocas veces le mentían, alguien había salido de ahí. Tal vez sí le habían jugado una broma y no era nada. Solamente que un ruido en los arbustos le llamo la atención. Eso despertó su curiosidad y con lentitud se acercó. Lo que sus ojos le revelaron le dejó estupefacto. Ahí entre la malesa, se encontraba una chica. Parecía estar arrodillada y aunque solamente le veía la espalda pudo apreciar que su ropa se componía de prendas en piel. El cabello lo llevaba en una coleta y parecía entretenida con algo.

- buenas noches... Señorita-

En el acto, la mujer se detuvo. Tardó unos segundos en virar la cabeza.

Saga quedó absorto. La mujer era una chica de piel blanca que a la luz de la luna y desde el piso parecía una muñeca de porcelana. Sus ojos eran grandes, muy grandes en verdad, parecían claros aunque con la poca visibilidad no podía determinar el color exacto de ellos. No obstante, su mirada era afilada, casi retadora.

- usted salió de la mansión ¿Me equivoco?- continuó.

Ella no respondió. Seguía mirándolo desafiante.

Saga escuchó un pequeño ladrido proveniente del piso. No pudo observar, por que la malesa y la joven no se lo permitían.

- ¿Eso que miras es un cachorro? - cuestionó sin sonar impertinente

- no es de su incumbencia- por fin respondía, lo dijo en un tono serio y cortante. Y regresó a lo que hacía. Tres gruñidos más se hicieron sonar.

Saga se acercó un poco más para poder observar bien, ya que la poca visibilidad de lugar le impedía observar. Apartó los arbustos y descubrió a una perrita con sus tres cachorros. Aunque no parecían de raza Saga no negaba que eran tiernos.

- ¿Están bien? - cuestionó mirando a la joven que acomodaba a los casi recién nacidos.

Pero la chica no respondió de nuevo.

-vamos linda...- murmuró la joven. Ahora sí voz era más suave. De inmediato la chica de cabellos verdosos saco del interior de la chaqueta un poco de carne y pan para ofrecerlo a su nueva amiga. Pero el animalito no mostró interés en ello. Solo estaba ahí, inmóvil. Pareciera agotada, como si de a poco la vida se le escapara.

- tu amiga parece que está mal. No creo que sobreviva.- aseveró el joven griego.

- debe sobrevivir... - dijo con apuro e intentó reanimarla ofreciendo un poco de agua de una botella que la chica ahora abría.

-¿ para eso tomaste la comida?-

Shaina se vió sorprendida. Vergonzosamente ese hombre se percató de lo que ella hizo.

- no te preocupes, te miré sin querer. Pero no creí que lo hicieras por ella.- termino el cigarrillo y apagó la colilla debajo su zapato. Se arrodilló al lado de la chica y acarició la cabeza de la nueva mamá.

-está desnutrida y aún así trajo a estos pequeños aquí, sola. -

Saga pudo percibir la tristeza en la voz de ella. Ahora que estaba a su nivel pudo mirarle de perfil. Era de tes muy blanca. Pero tenía unos ojos enormes, como en un principio notó. Ella aun parecía no querer mirarle. Pero, ¿Por qué?.

- la llevaré conmigo. - así que se desprendió de su chaqueta para tomar a los cachorros. Los envolvió para mantenerlos calientes. El problema radicaba en que no podía llevar a su madre. Necesitaba manos extra para ello.

- yo podría, ayudar- confesó el griego a la espectativa de una respuesta. - lo haré.-

- no se moleste señor- ella le impidió tomar a la perrita.

Fue entonces que sus ojos se cruzaron por primera vez. El tiempo fue corto, pero por fin, Saga descubrió el tono de esos enormes ojos. Eran verdes. Los ojos mas hermosos que jamás había visto. Y eso que el mismo poseía unos. La chica tenía facciones finas. Y su rostro erradiaba juventud. "Tal vez es una adolescente" pensó de inmediato.

- un hombre como usted no debería estar aquí. - en verdad quería disuadirlo para que la dejara en paz de una vez por todas. - Por favor deje encargarme yo sola- pidió casi como una súplica. Pero no logró hacer que el se moviera ni un milímetro.

Saga no pudo más que mirar la boca que le pedía dejarle. No entendía el por qué no podía dejar de mirarla. Era un magnetismo. Cómo un embrujo. Esa mujercita lo había cautivado con tal solo escuchar y mirarla. ¿Pero que hacía? Estaba mirando de más a esa chiquilla. Era un pervertido.

- ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas? - indagó el caballero, para saber si tenía que salir corriendo de una vez por todas de ahí y no cometer un delito al sentirse atraído por una ¿Niña?

- no creo que le interese...- ella desvío la mirada.

- ¿Por qué no?- insistió.

- por favor, déjeme sola. -

- no puedo. Necesitas ayuda. Pero por lo menos necesito saber a quien me dirijo.- quiso justificarse.

La chica decidida, lo miró, exhaló profundo.

- soy la mujer invisible que hombres como usted, no desean saber que existen. -

Saga no entendía. ¿A qué se refería?-

Ahora estaba confundido.

- Shaina, hija - la voz de Dohko se escuchó detrás de ellos. - por fin te encuentro. ¿Que estás haciendo? - el hombre hipó un par de veces, ya estaba entrado en copas.

- nada maestro. - . La chica se levantó. Saga pudo mirarla. Tenía formas bien definidas. Su Constitución era la de una mujer generosa, pero con una cara de ángel que lo dejó sin palabras. Ahora era él quien miraba hacía arriba. - sostengalos- . El chino miró al tercio de cachorros. - ah, vaya si son lindos. Shunrei estará muy contenta. Pero su madre ¿La llevarás? Parece muy débil. No creo que sobreviva. -

- lo hará. Le pondré una intravenosa para poder hidratarla y que pueda comer por si sola. Tenga fè maestro. - cuando intentó tomar a la madre, ésta ya estaba en brazos de Saga.

El griego no podía creer. Su mente rebobino escenas. Esa jovencita debía ser la misma que días antes él no le prestó la atención debida.

- eres como tú padre Shaina. Te compadeces por todo ser vivo.- Dohko negó con la cabeza.

Ella solamente sonrió débilmente. Pero Saga ahora, entendía que esa chica era la mujercita de la taberna. Esa que se debió haber ofendido por su actitud. No daba crédito.

Ella regresó frente a Saga para encararlo.

- me llamo Shaina... -

-yo... No...- la miró estupefacto.

- claro, no fue su intensión. - cuidadosamente cargó en brazos a la madre. - hasta luego, señor Saga. Lamento haberle quitado su valioso tiempo. -

Y la peliverde caminó en dirección del auto de Dohko que se encontraba cercas del griego.

- hijo, ella es muy temperamental. Discúlpame por ello. Nos vemos después- así que el chino se despidió y subió al auto.

Saga los miró partir. Ahora estaba lleno de curiosidad. La joven era enigmática como hermosa. Pero por los dioses, ¿Que estaba pensando? Ella debía ser casi una niña. En verdad su rostro lucia muy joven y el ya rebasaba los treinta. De nuevo se reprochó, ¿seguía pensando en ella?, ¿Cómo podia ser posible? Él, quien evitaba a toda costa fijarse en el sexo femenino dada su condición... Pero, ¿Que le estaba pasando?.

Tienes un nombre bello. Pensó antes de regresar al salón.

Los días pasaron. Shaina había comenzado a trabajar desde temprana hora. Los cachorros iban creciendo y su madre ahora comía por si misma. Había sido un alivio para Shaina.

Hizo un par de perforaciones. Estaba de muy buen humor.

- pareces muy contenta -

- lo estoy - sonrío acomodando los flequillos en su rostro.

Genbu se acomodó en la silla. Un día antes Shaina le había perforado el lóbulo de la oreja izquierda.

- aún me duele- dijo el pelirrojo señalando su oído.

- recuerda aplicar un poco de antiséptico a diario y girar el broquel. Así evitarás que se infecte. -

La chica reviso con cuidado el oído de Genbu.

- está bien. Es normal esa hinchazón. Es leve, pronto no sentirás nada.-

Shaina alborotó los cabellos del chico.

- olvidaba que trato con una enfermera - el chico le hilo guiñó un ojo.

La puerta sonó con unos toquidos leves.

- adelante-

- Señorita Shaina, un cliente especial busca al maestro.

- puedes decirle que no se encuentra. Fue con Shion, y tal vez regrese hasta mañana. - la peliverde hizo enfazis en el horario. - son casi las siete y no puedo iniciar ningún trabajo. Si solo es una perforación la haré con gusto.

Shunrei negó.

- por favor dile que pase. Será mejor que se lo diga yo. -

- está bien.-

La pequeña Shunrei salió.

- te conozco. Tu nunca decides ver a un cliente pasada la hora de salida. - Genbu observó que la chica de ojos verdes se encontraba muy efusiva. El buen humor, por fin había regresado a ella. Por qué de mal humor era fatal, gracias al Olimpo que no le había hecho la perforación de malas, por qué estaba seguro que la habría pasado mal. Pero todo su razonamiento se fue al carajo cuando delante de ellos en el umbral de la puerta, apareció el inminente presidente de industrias Kido. Y obvio... Shaina torno su dulce rostro en una mueca totalmente desagradable.

- ¿Usted?- no ocultó su descontento. -¿Que hace aquí? - lo dijo casi oprimiendo la mandíbula.

El gallardo hombre no se encontraba menos sorprendido. Cuando le dijo a Dohko que iría a tatuarse el antebrazo no pensó que por azares de la vida encontraría a esa jovencita. Pero ahora estaba ahí, mirándolo con desprecio y él aún no entendía por qué seguía resentida.

- usted le dijo a Shunrei que pasara. ¿Ya lo olvido? - la miró fijamente, no se dejaría intimidar aunque esa mujer se lo propusiera.

- !pero entonces no sabía que era usted...!-

Genbu se levantó y susurró algo detrás de Shaina. Haciendo que la cobra ( comúnmente así le decía el maestro cuando Shaina tenía esa intensidad) se relajara un poco y mostrara algo de educación.

- le ruego que me disculpe -

- disculpa aceptada.-

- gracias...- Shaina fingió una sonrisa. Aunque por dentro le importaba un comino aquel hombre, alto, con una mirada enternecida. Sus ojos reflejaban un peso emocional. Que...a ella que le importaba. Sin embargo, Eran cansados, sin brillo. Tal vez cargaba con mucho sufrimiento. Pero eso a ella no debía interesarle.

-¿ usted también tatúa?-

El comentario la tomó desprevenida.

-yo... Si... Lo hago- su tono de voz era totalmente sereno.

- perfecto...- sonrió.

Genbu esperó a que alguno dijera alguna palabra. Lo único que había era un silencio y miradas. Le incomodó.

- bueno, ya es tarde y tengo trabajos pendientes para mañana- el pelirrojo le dió un beso en la mejilla a Shaina tan de prisa, que no le dió tiempo a reprochar. De Saga, solamente se limitó a tocarle el hombro.

- ¿Le parece si es usted quien me haga un tatuaje, en esta parte? - señaló el antebrazo, por encima del saco. - quiero algo sencillo.

-¿Tiene algún diseño en mente?- ella cuestionó.

- realmente no. - la siguió con la vista al ver cómo la chica de cabellos verdes comenzaba a ir de aquí, a allá.

- ¿Podría quitarse el saco?, Me gustaría ver la dimensión de su brazo, tal vez encontremos algo.-

- por supuesto- y así lo hizo.

Debajo del saco lucia una camisa blanca, qué, enmarcaba el cuerpo del griego. La misma, se aderia al cuerpo tonificado y marcado del hombre. Shaina por supuesto lo observó. ¿Que mujer no haria lo mismo en su lugar? . De vez en cuando miraba el rostro de él suponiendo que el griego no se daría cuenta. ¿Y si se daba cuenta que importaba? Ella era libre de analizar lo que se le viniera en gana.

- tiene unos brazos fornidos- aseveró la chica, invitándolo a sentarse. - por lo regular los clientes piden algo simbólico. El rostro de una persona especial, el nombre de esa misma persona. Alguna frase. Pero los más atrevidos inclusive piden imágenes obscenas.-

El hombre, ahora sentado en la silla negó con un poco de incredulidad.

- las personas suelen ser peculiares en los gustos. - sonrío divertido pero no apartó la vista de ella en ningún momento. - yo soy más reservado. -

Shaina se acomodó frente a él. Tomó su brazo. Tenía una piel bronceada como dura. Y el brazo, remarcado por las venas, le hacían ver muy viril. Sus manos le parecieron grandes. Era un hombre grande, literal, ella calculaba que por lo menos su estatura entraba en el rango de uno ochenta y uno noventa. Y esa larga y espeza cabellera, solo lo hacía ver más imponente. Se maldijo mentalmente al descubrirse de nuevo admirando a ese hombre. Aun no olvidaba lo engreído que había sido la primer vez que lo vió.

- estoy abierto a opiniones...- Ahora el la sacaba de su ensoñación.

Su voz...a Shaina le erizó la piel. Era grave.

- bueno, usted debe ser consciente que el proceso es un tanto incómodo inclusive doloroso para algunos. Y en caso de querer revertirlo, lo es aun más. -

- lo sé. Estoy decidido.-

Shaina se encogió de hombros. Y tuvo una idea.

- ¿Que signo zodiacal es usted? Claro, si es que cree en ese tipo de cosas.

- somos géminis.-

La chica lo miró confundida

-¿Somos?-

- si, tengo un hermano gemelo.

- ¿Gemelos idénticos?- indagó ella.

- si. Solo en apariencia. Somos totalmente distintos una vez que las personas nos tratan. O eso me han dicho.-

-vaya nunca creí que usted... Bueno no importa- la mujer subió la camisa hasta el codo. Limpio cuidadosamente el brazo y se dispuso a preceder. Tomó entre los transfer el símbolo del signo de géminis. Era sencillo pero bien estilizado. Y así fue que Shaina sacó el equipo esterilizado y desechable. Agujas, diferentes la máquina y distintos colores de tinta.

- dolerá un poco. -

-adelante. Prometo no gritar.- le sonrió.

- parece usted muy entregada a su trabajo.-

- me gusta entregar el corazón a lo que hago.

- ¿Eso incluye mostrar empatía incluso con aquellos cachorros y su madre?-

La chica de ojos verdes amplió su sonrisa. La simple mención de sus amiguitos le enternecia. Aún así no dejó de concentrarse.

- son seres vivos. Todo ser vivo tiene derecho a prevalecer dignamente en este mundo.-

- ¿Que edad tienes?-

- ¿Por qué?- ella refutó

- pareces joven-

- y usted un hombre comprometido- seguía afanada.

Saga rió y Shaina dejó de trabajar.

-debe estar muy quieto. - lo miró con seriedad.

- ok, no lo haré más.-

-Se lo agradezco, quiero terminar pronto-

Después hubo un silencio que le permitió a la chica terminar.

- listo. Ahora cubriré la zona para evitar infecciones.

- eres buena. - Saga miró su antebrazo lucía el signo de géminis de una manera impresionante. - y seré sincero, no me dolió. -

- se debe tener cuidado cuando se trabaja con agujas. - terminó de cubrir.

- eres una jovencita muy peculiar. - se levantó y espero que ella terminará de colocar todo en orden. No le importó que ella lo hiciera casi ignorando, aguardó recargado sobre la puerta. El parecía absorto.

- no tiene que esperar. Puede irse. -

- preferiría esperarla. Ya son más de las nueve y parece que solo están Shunrei y usted. -

- estos rumbos son tranquilos. Descuide, sabemos cuidarnos.-

- Parece que te parezco insistente. Discúlpame.-

- no es eso. Solo que no quiero problemas ni mal entendidos. Usted debe tener familia, hijos y no debería estar perdiendo el tiempo.

- pues se equivoca señorita. No tengo esposa, ni hijos. Y bueno comenzamos mal. - tomó un respiro. - mi nombre es Saga Spanos Walden. Tengo treinta y dos años, un hermano gemelo, llamado Kanon. Mis padres murieron hace años. Trabajo en las industrias Kido como se pudo dar cuenta. - Shaina escuchó palabra por palabra. - y lamento haberle desairado en esa noche, en el bar. - camino con paso lento. -

Shaina lo escuchaba y miraba de vez en cuando. Se sentía apenada, ella por lo regular, no se arrepentía de su comportamiento. Pero éste hombre ahora con su disculpa la hacía quedar como una maleducada. Su razonamiento debió ser largo puesto que el hombre regresó en sus pasos y tomó el pomo de la puerta, sintiéndose ignorado. Estaba dispuesto a irse. Igual ya había hecho lo correcto. Sin embargo, no pudo salir ya que la chica le tomaba del brazo.

- yo también le debo una sincera disculpa. He sido una engreída. Ahora entiendo que no todos tenemos buenos comienzos y ambos pasamos por uno. - hizo una pausa. - no debí salir por un impulso esa noche. -

- yo... la ignoré - sonó apenado. - me lo merecía.- ahora, el curvó los labios en una sonrisa.

- si usted tuvo el valor de rectificar con humildad, creo que no tengo más que corresponder. - lo miró directo a los ojos. - me llamo Shaina Giordano de Luca. Soy hija única. Solo tengo a mi padre y a mi linda nana. Y no, no soy menor de edad - una pequeña sonrisa adornó su rostro - Tengo veinte años.

Shaina rompió con esa escena en qué ambos se miraban como si nunca en su vida habrían visto a alguien del sexo opuesto, tomó la chaqueta de piel y se la colocó.

¿Que tenía esa mujer que le hacía apreciar al sexo femenino como la cosa más bella jamás puesta en la tierra? . Posiblemente nada, pero en ese instante, el griego pensó en el¿ por qué? Había evitado a la mayoría, sino es que a todas las mujeres en su joven vida: era fácil caer ante ellas.

Shaina tomó su pequeño bolso, apagó las luces, habiendo Saga abierto la puerta, quien con camaradería ofreció a qué ella saliera del pequeño estudio.

Pronto encontraron a Shunrei en la recepción. La línda jovencita de cabellos azabache, les indicó que era hora de irse.

- yo puedo llevarlas. -

Shunrei buscó la aprobación de Shaina mirándola.

- no, gracias por ofrecerse -

Shunrei disimuladamente sujetó el codo de la italiana antes de que siguiera y asustara al hombre.

- si aceptamos- fue la respuesta de la chica de cabellos negros. Obvio no le dió tiempo de reaccionar, sino que la llevó justo afuera. Saga fue detrás de ellas. Ahí el auto de él aguardaba. Saga cedió el paso. Abrió la puerta delantera, creyendo que tal vez, Shaina aceptaría. Para su sorpresa, la ojiverde ya había abierto la puerta trasera del Maserati Quattroporte. Shunrei fue la primera en abordar. Saga sonrío complacido. Así que el hizo lo propio y condujo a la morada del maestro. Durante el viaje, las chicas mantenían una amena plática.

Para Shunrei, no fue ajeno el hecho de que Saga miraba por el espejo retrovisor de vez en cuando. Lo sorprendente, era que solo lo hacía para dirigir su vista hacia Shaina. Esta última, se limitaba a ignorar, pero obviamente el tenue rubor de sus mejillas le delataba.

- por fin llegamos-

- si, bueno. Creo que tardamos más de lo común. Pensé que sabía él camino más corto para llegar- la italiana fue mordaz.

- tenía varios años de no venir. En ese tiempo ah cambiado un poco la ciudad. - mintió, aquello lo hizo deliberadamente.

- ajá... Bueno, como sea gracias - y ambas chicas salieron, en tanto Shunrei buscaba las llaves de la puerta de la entrada. - puede irse. No hace falta que nos mire.- colocó las manos sobre sus caderas.

- sólo quiero despedirme de ambas. ¿Hay algo de malo en eso? - Shaina debió de alzar la mirada. El hombre solo dió tres pasos y ya estaba frente a ella. Ella pudo percibir el aroma a fragancia fina. Sus fosas nasales se deleitaron con la agradable sensación. - tal vez la vuelva a ver...- sus ojos brillaban con ternura.

- no lo creo- ella trató desviar la mirada.

- yo pienso que si. Por qué pienso regresar...-

- no esté tan seguro. El maestro lo atenderá.- estaba nerviosa dada la cercanía del griego. - gracias, por todo- le sonrió. - pero cuando él intentó besar su mejilla a manera de despedida, ella instintivamente lo detuvo poniendo su brazo izquierdo impidiendo que Saga concretara el gesto. - no hace falta. Tenga una buena noche. -

Así que Saga la vio desaparecer detrás de la puerta. Obviamente Shunrei les había dado espacio y ninguno se percató de su ausencia.

El móvil vibró dentro del bolsillo del pantalón de Saga. Inmediatamente lo sacó y miró.

-Kanon... No creerás lo que me sucedió hoy...-

Tiempo después.

Y como lo había advertido, el joven griego había buscado un pretexto para regresar al sitio. Shaina al principio se había mostrado desinteresada. Y aunque trato darle esquina, el parecía perseverante. En ocasiones solamente llegaba sin más, esperaba a que ella terminará y disfrutaban de un rato ameno. Hablaban de cosas triviales. Comparaban bocetos, compartían experiencias. Todo pintaba para una relación amistosa. Y una buena tarde ambos compartían de una bebida fresca ante el calor inclemente de Grecia.

- Dices que tienes un gemelo. -

-es correcto-

-¿ pero el trabaja el un lugar diferente?

-así es...-

- ¿Son idénticos? - cuestionó con curiosidad, a lo que Saga afirmó con una sonrisa. - no lo creo. Algo debe diferenciarlos. Algún detalle, seña particular. El tono de voz...-

- dudo mucho que puedas distinguirnos. La gente suele confundirnos, se necesita más de una simple vista para diferenciarnos-

El bebió de su vaso el ponche de frutas que gentilmente Shunrei les había hecho llegar.

- ... No lo creo- ella imitó y terminó el contenido de su vaso.

- no tientes a tu suerte-

-Estoy segura, yo sabría si eres tú o él a simple vista-

Saga la miró por unos instantes. Estaba segura de si misma.

- hagámoslo interesante. Si tú pierdes aceptas salir conmigo.-

Shaina lo miró con desaprobación. Frunció el seño.

- solo es a salir para tal vez mirar una película o ir algún bar a tomar algo... sin alcohol, claro. Pero solos, tu y yo.

- Genbu suele acompañarme cuando salgo.

- pues si. Pero parece tu chaperón, aún no crees que no tengo malas intenciones. Odio tener que hablar frente a él.

- ¿Te intimida? -

- no , solo que es raro que una joven de veinte años tenga que poner de excusa que el" amigo" extrañamente desee venir- hizo enfazis.

- creo que parece justa tu afirmación. Acepto- cerró el trato con un apretón de manos.

Al siguiente día...

Shaina llegó hasta el parque donde Saga le había indicado. Por indicaciones de él, tenía que buscar entre las personas a quien era su gemelo.

Se encontraba un poco ansiosa. Debía de ser certera. Se abanico con una hoja de papel de alguna propaganda. El calor no daba tregua. Y aunque vestía de shorts y camiseta sentía que en cualquier momento desfalleceria debido al calor infernal. Su cuerpo comenzaba a sudar de una manera atros. Caminó por los pasillos de aquel lugar y entre la gente y el bullicio logró mirar a un hombre alto que miraba el kiosko de diarios y revistas. Así que rápidamente fue donde él. Al llegar, tomó un respiro.

- ¿ Kanon Spanos Walden?-

El hombre se viró. Vestía de traje pero informal. Llevaba lentes oscuros. Era un punto menos a su favor puesto que el color de ojos sería imperceptible.

- oh, Shaina. Soy Saga, Kanon no llegó. Disculpa por no avisarte. - el trató de saludar con un beso en la mejilla. Acto que hizo que Shaina lo apartará de inmediato. - ¿Que sucede? Soy yo. - insistió.

- por supuesto que no eres tú..." Saga"-

El hombre se dió por vencido. Se quitó las gafas y ella pudo apreciarlo.

- tengo curiosidad. ¿Por qué no me confundiste? -

- es sencillo. Soy una persona que me gusta apreciar los pequeños detalles.

-¿Cuáles?-

- tu tienes el cabello un poco más claro que él. Posees un aire más desenvuelto. Eres un poco más arrogante, sin ofender. Y tú mirada ahorra que te quitaste las gafas, afirmo que tiene ese toque de libido.

- en pocas palabras, ¿soy mucho mejor tipo que mi hermano?. Más interesante y seductor- Dijo mordiendo la pata de las gafas.

- Shaina ladeó la cabeza.

- más bien un tanto cínico. - afirmó con una mano sobre la cintura.

- gracias por el cumplido- rió un poco divertido.

-sabes, no muchas lo notan. No niego que incluso ese carácter tan serio de mi hermano atrae a más mujeres. Y en ocasiones, ellas coquetean conmigo. No sabes de lo que son capaces de hacer con tal de creer que están a punto de pasar un buen rato con él.

- ¿Te aprovechas de su similitud? -

- no como tú crees. No tengo el valor de hacerlo. Nuca he consumado acto sexual con las mujeres que me creen Saga- el joven parecía decepcionado. Algunas, no todas, simplemente no les importa a quien de los dos puedan tener entre las piernas. Pero no puedo, no las dejo creer. Así que las desengaño. Y vaya que me he llevado más de una bofetada.-

- ¿Que mujer puede actuar así? Solo por un buen polvo con un hombre como tú mejor dicho, tu hermano. O con cualquiera de los dos. - dijo un tanto revuelta.

- no lo sé. Tal vez en verdad es que somos irresistibles que al final no les importa quién de los dos termine follando con ellas.- Kanon sonrío al tiempo que le guiñaba un ojo.

- bah, que tontería- ella cerró los ojos. No daba crédito a lo que escuchaba.

- bueno, ya debes conocer de mi, cambiando de tema. - la guió a la banca más cercana. Tomaron asiento. Fueron un respiro estar bajo a la sombra de un árbol.

- si. Saga habla mucho de ti. -

-¿Enserio? Y dime- de la bolsa interior del saco gris, Kanon saco una cigarrera de oro para tomar un cigarrillo. Lo puso en sus labios y lo encendió. Después de una calada prosiguió. - ¿Te cuenta cosas buenas... Regulares...o malas? - entonces él miró a la chica. Era joven tal cual había dicho Saga. Muy bonita, como el le habría descrito. Sus ojos efectivamente eran enormes y verdes. Saga debería tener cuidado para no enamorarse de ella. Aunque temía que su hermano ya lo estuviera. Ante el temor de no poder controlar al huésped de él mayor, era claro que al dragón Marino le preocupara que la jovencita saliera lastimada.

- tu hermano me dice que eres un traidor, no entiendo. Tal vez lo dice metafóricamente. -

Kanon se atragantó con el humo y le costó un poco de trabajo recuperar el aliento. Tanto que Shaina le propinó un par de golpes en la espalda.

-! ¿Cómo se atrevió a decirte eso?! , !cof, cof!, No soy un traidor, ni un maldito manipulador. Mucho menos me vendí.

-esas últimas, él no me lo dijo... Lo acabas de hacer tu.- a Shaina el rubor de sus mejillas se amplifico, era una escena vergonzosa. -¿ Es cierto que dejaste de trabajar con los Kido, para ir con el joven millonario hotelero y dueño de los más lujosos cruceros? -

Kanon miró sorprendido al ver la información y la curiosidad de ella.

- bueno digamos que quise cambiar de ambiente. Solo eso diré en mi defensa.- . Se inclinó hacia adelante para recargar sus codos en las rodillas.

- hiciste bien...- dijo ella cruzando las piernas - Julián Sólo, es un hombre muy interesante. Se dice que bajo de su apariencia de Dios inalcanzable, existe un muchacho altruista. -

- ¿Lo conoces?-

- un poco... Pero no es algo que me enorgullezca. Digamos que tuve un altercado con una chica cercana a el cuando estuve en el internado de Inglaterra. -

- eso me interesa. Cuéntame. - Kanon era un chismoso nato.

- no es nada especial.- ella retorció un mechón de su cabello. - ... Una chica rubia y yo peleamos. Ya no recuerdo cual fue el motivo. Solo recuerdo que ambas terminamos siendo expulsadas por las hermanas del internado. Cuando esperabamos ser recogidas por nuestros familiares, volvimos a tomarnos del cabello. Hasta que Julián nos separó. De no haberlo hecho, no imagino como habríamos terminado. - se cubrió el rostro con ambas manos.

El caballero de espesa melena tenía toda su atención. Encontraba divertida la anécdota de la ojiverde.

- bueno, pareces ser una mujercita muy explosiva. Y dime, por qué venir a conocerme. Saga fue muy insistente y el desgraciado no me dijo por qué.- terminó el cigarrillo y lo apagó en el suelo.

- bueno, fue más bien una apuesta. El no me creyó capaz de poder distinguirlos. Tengo poco de conocerlo, pero créeme, podría reconocerlo con los ojos cerrados.

- bueno, creí que caerías. Eres muy perspicaz. Ven, tomemos algo refrescante.

Después de eso Shaina y Saga compartirían momentos que los habrían de unir, cada día más y más.

Continuará...

Y yo les pregunto, ¿Quieren saber cómo se hicieron novios? ¿Cuando decidieron dar paso a la pasión?!

Si es así, háganlo saber. Por qué ya tengo adelantado el próximo capitulo. Que por cierto tendrá por título "Lady in red" y llevará dedicatoria. Será un capítulo largo el más largo hasta ahora escrito por mí. Solo que tardaré en publicarlo, ésta semana me vacuno y el mes que viene es el primer aniversario luctuoso de mis papás y pues... Bueno no les digo más. Quiero que cuando lo suba lo haga con mucho gusto y ustedes lo disfruten.

Gracias a todos los que leen.

Monse: nena, ya haz una cuenta para que te unas a este fandom bello y shulo. Jiji. Bueno solo si quieres. Aquí, estaré gustosa de seguir leyendo tus comentarios.

Monse: nena... De verdad, muchas gracias. Me haz hecho llorar. Nuca piensas que canciones así te puedan llegar tan dentro y te remuevan sentimientos. No voy a mentir, pasé por un momento en mi vida tan triste, está enfermedad se llevó a mis padres en uno de los momentos más hermosos en mi vida. No pude despedirme de ellos. Ya casi un año y la verdad sigue siendo doloroso. Nadie debería pasar por algo así... Pero desgraciadamente está enfermedad sigue cobrando vidas en el mundo entero, deja secuelas y ausencias que difícilmente se pueden superar. Con todo eso, la vida tiene que seguir. Gracias.

Por cierto, lenk, bombardeame, LoL