Capitulo doce: yo también puedo amarte.

El taxi llegó hasta un barrio alejado. Era un sitio de mala muerte, en el, abundaban asesinos y vendedores de estupefacientes. Ahí, se encontraba un bar llamado "lago verde". Tanto Ares como el viejo taxista descendieron. Pero no entraron al sitio.

-señor, ¿Podemos confiar en los "espectros"? -

- podemos - miró con desprecio al anciano - no solo son los mejores sino que son los únicos confiables. Ellos tienen el mejor contrabando por el mar. Son audaces, de hecho no habría invertido todos esos millones si no los conociera. - el hombre encendió un cigarrillo.

- señor, yo le agradezco que me permita estar a su lado. - el anciano agachó la cabeza a manera de agradecimiento.

- las ratas como tú no suelen agradecer. No tienes que adular para recibir la parte que te toca... Si es que todo sale como quiero.- lo dijo con sarcasmo. - Eras un inepto en las industrias Kido y los tipos como tú solo saben buscar el dinero fácil. Ésta es la oportunidad de la poca vida que te queda-

El anciano lejos de ofenderse sonrió, recordaba que cuando fue despedido hace muchos años por el mismo Mitsumasa, el joven de cabellos grises, le había ofrecido un trabajo simple y con una remuneración jugosa. No dudó, solo tenía que ser su chófer o su esclavo si el se lo pedía. Ahí estaba después de casi diez años.

- parece que ya han llegado.- el viejo miró el auto negro deportivo que recién llegaba.

Del auto descendió un hombre de cabellos simétricos largos y oscuros en traje negro y corbata purpura.

- creí que tú jefe me haría el honor de venir - Ares estrechó la mano del misterioso hombre.

- y el se disculpa de antemano. Pero no debe preocuparle el que no venga. Su dinero está en buenas manos. Su inversión fue muy bien utilizada. Ahora expandimos el negocio y ha sido muy bien recibido. - El hombre sacó una tableta electrónica mostró imágenes y cuentas con cifras muy elevadas. A él peligris, los ojos se le iluminaron. Por fin sus ganancias eran efectivas.

- maravilloso, esto es más que excelente.-

- tengo la obligación de preguntar¿Desea aún invertir, o prefiere retirarse?- el hombre esperó a que Ares respondiera.

- ¿retirarme? Por supuesto que no. Duplique mi inversión, imagino que si continuamos con el negocio ésto crecerá de una manera exponencial- caló el cigarrillo de nuevo. - dígale a su jefe Ramadán, que sera un placer continuar. -

- el placer será para mí señor. - el misterioso hombre guardó la tableta. - Entonces, me retiro debo informar personalmente. Le deseo una buena noche. Fue un placer conocerlo señor Ares Walden.-

- por supuesto que lo fue. - alardeó

Y así como llegó el hombre misterioso se fue. Pero cercas de diez minutos de camino, un Rols- Royce le salió al paso. Le siguió cercas de veinte minutos, hasta que aparcaron cercas de un lugar boscoso. El de traje oscuro bajó, y se acercó al auto. La ventanilla trasera descendió y unos ojos color ámbar le observaron.

- bien, dime. ¿Mordió el anzuelo?-

- por completo señor. Ese hombre parece peligroso, pero fue tan fácil hacerle creer que es millonario. -

- ¿Entonces no sospecho nada?-

- en absoluto. -

- excelente trabajo Pharao, puedes regresar a Berlín, yo me encargo de ahora en adelante.-

- pero señor Radamanthys, éste no es sitio para usted. Déjelo en manos de Valentine y yo. No se arrepentirá.-

- silencio, solo haz lo que te pedí. Ahora lárgate-.

- como ordene señor.- le hizo entrega de la tableta electrónica y subió a su auto y desapareció.

Asi que ambos hombres tomaron rumbos distintos. Pero el hombre de cabellos rubios observó la tableta electrónica y la imagen del joven griego. Junto a otras fotografías donde aparecían los gemelos. El hombre bebió de su whisky.

- esto llegó al clímax. Por fin dejaste que esa personalidad te gobernara Saga. Te creí más fuerte. Pensé que si distraías tu mente con una vida normal, tal vez esto nunca habría sucedido. Me equivoqué, dudo mucho que sea el único. - ahora la imagen de Dohko y Shion aparecían. -Por ahora es mejor si te tengo en la mira. De ser necesario, tendré que incurrir. El señor Hades, me ha dicho que solo existe una manera para poder sanarte. Que lástima que te apartaste de la hija de ese hombre. Tu única salvación.- miró una foto en especial, en ella Shaina y Saga estaban abrazados besándose cercas de un parque. La foto había sido tomada sin que ellos se percataran.

¿Pero quién era este hombre tan interesado en la vida de Saga?

Radamanthys, era el primo de los gemelos. La madre de ellos, era la prima de su padre. Compartían un lazo de sangre.

Pero para los gemelos, la familia de su madre era nefasta.

En el pasado, la familia Walden creyó a su padre un oportunista. Aspros, había sido el amor de la joven Chris Walden, una chica frágil e inocente, pero Heredera de una inmensa fortuna. Huérfana, junto a su hermana Úrsula. Por ello, al saber de su boda inesperadamente y ante la desaprobación de la familia, el joven griego fue tildado de oportunista.

El joven caballero, se desempeñaba como guardaespaldas personal de Chris . Un don nadie a los ojos de la alta sociedad.

Cómo fuera que hubiese sido la historia de amor entre ambos, el resultado había sido el nacimiento de un par de hermosos niños. A los cuales amaron y educaron hasta que un día y bajo extrañas condiciones, sus padres fallecieron. Los niños de siete años habían sido rechazados por la familia de ella, así que en ausencia de padres, los huérfanos quedaron bajo la tutela de Shion. El único hombre al que Aspros podía recurrir o llamar amigo.

- señor, ¿Desea que lo lleve a su mansión?- el chófer sacó de sus pensamientos al de ojos ámbar.

- no Valentine, llévame al departamento de Saga. -

- ¿No me diga que piensa permanecer en él en tanto arregla sus asuntos?-

- por supuesto que no. Solo deseo ver qué fue capaz de vender mi primo por unos cuantos millones de euros.-

- una suma muy estratosférica, por cierto señor-

- ridícula, pero sabes de sobra que ese par son tan obstinados que no desean mi ayuda. -

- le recuerdo que el auto también fue comprado por una cantidad absurda. -

- ¿Quién eres para decirme cómo gastar mi dinero?-

- lo siento señor, olvide lo que le dije. -

El pasajero depositó el vaso de whisky a un lado y se reacomodo en el sillón y miró de frente.

Además, ese dinero no es mío. Pertenece a la fortuna de ese par de imbéciles. La cual, toda su maldita vida han rechazado. Viven como peones, cuando podrían ser Reyes. Y hoy, ese malnacido de Kanon se casó con esa jovencita allegada de Julián, ni siquiera pensó en invitarme. Creo que le voy a dar mis felicitaciones.- pensó, sacó su móvil y tecleo un texto.

Felicidades imbécil, aunque estoy ofendido por qué no recibí invitación, deseo que tengas una muy buena luna de miel. Por cierto, tu hermano y tú si que saben buscarse niñas a la hora de conquistar. Jaja, es una pena que el imbécil de Saga dejara ir esa hermosa serpiente... Cómo sea, cuídate primito y dale un apasionado beso a esa sirena.

La respuesta llegó inmediatamente.

! Vete al maldito infierno de dónde saliste, infeliz Wyvern !

Radamanthys soltó una carcajada. Había logrado hacer enojar a Kanon.

Casa de Odysseus, esa noche.

Esperó a su hija, hizo un poco de café. Pero después de recordar, vertió el contenido al desagüe.

- no puede tomar cafeína-

Estaba por demás nervioso. Todo el día había sido un martirio. Pensar que su hija podría estár embarazada del Alter ego de Saga, le erizaba la piel. ¿Cómo podía ser posible? Buscó toda la información al respecto, y solo encontró un estudio donde señalaba la posibilidad de que la otra personalidad, en cierto individuo, era un ser totalmente independiente, el estudio no revelaba mucho, pero había sido la información que le habría dado toda la razón a sus sospechas.

- ¿ Pero, que hará Shaina cuando se entere que ese hijo es más de Ares que de Saga? - el hombre suspiró.

- papá, ya estoy aquí - la voz de Shaina se escuchó por la sala de estar. Odysseus fue de inmediato. Observó a su hija. Tenía el cabello horrible y los zapatos de tacón ya los llevaba en la mano. Y por su rostro, pudo notar que la había pasado mal. Se le acercó y la invitó a sentarse en el sofá. Ella accedió sin titubeos.

- no te pregunto cómo te fue, por qué tú apariencia me dice que pasaste por un día pésimo. Cuéntame, ¿Que sucedió?- tomó ambas manos de la chica y las besó con ternura.

Ella suspiró antes de hablar.

- bueno Tethys ya es una mujer casada y se ha ido de luna de miel por el mundo. Lloró por qué tuvo un par de incidentes, pero después de todo logró librarlos. -

- me alegro por ella, es buena chica- el hombre acarició la mejilla de la jovencita.

- pero...¿Y tú?-

Shaina sabía por dónde se dirigía su padre. Después de tomar unos segundos comenzó a narrar.

- Saga por supuesto estaba ahí. Intentó hablar conmigo pero lo evadi tanto como pude.-

- supongo que el no se rindió-

- no, continuó buscándome hasta que ya casi antes de regresar, me tomó por sorpresa. Ahí estaba...- pensó un poco como decirle a su padre sobre el hecho.

- continúa cariño -

- prácticamente la desesperación lo consumió y me forzó a escucharlo. Me dijo que temia por mi integridad. Que ya no era confiable y que era mucho mejor estar separados. Aún albergaba la esperanza de poder ayudarlo, intenté darle mi apoyo. Pero obvio, el no quiere. - Shaina se frotó los brazos, recordando el dolor que sintió mediante el toque de Saga.

- al menos fue sensato. Creo en lo que el sostiene, no me alegra la forma en que te ha tratado, de hecho yo ya veía venir está situación. Y aunque me pese, creo que fue lo mejor. ¿Pero no fue todo, cierto?-

- no, por supuesto que no. Para terminar de complicar las cosas, Milo apareció justo cuando Saga se encontraba alterado. -

-por alterado¿Te refieres a que fué violento?- Odysseus frunció el seño, no podía tolerar que nadie, le tocara un cabello o siquiera levantara la voz a su única hija - y Milo...¿Te defendió? -

- si. Lo más extraño es que Saga no reaccionó como comúnmente lo hacía. En un par de ocasiones cuando salíamos, chicos me han coqueteado y el no era violento, sólo los mandaba al diablo y ya. Pero hoy fue distinto, parece que no quiere que el joven se me acerque siquiera. Y bueno, cabe decir que ambos se comportaron como un par de imbéciles cavernícolas, de no haber estado en la propiedad de Julián, los habría dejado ahí. -

Odysseus la miró ella estaba fastidiada. Le frotó ambos brazos.

- hay mi linda serpiente, creo que tú ex novio es bastante impetuoso. Un hombre que reprime tantas cosas como el, tarde o temprano explota, lo desapruebo rotundamente, pero en fin.- el sanador, meditó unos instantes antes de llegar al punto que de verdad le era de interés.

- hay papá, solo quiero ir a tomar un baño y dormir. - bostezó. - al final Aioros, Shion e Isaac detuvieron a ese par. No quise hacer un alboroto. Creo que Milo se molestó conmigo, la verdad es que no agradecí que me ayudara, te soy sincera, es que Saga si me comenzaba a lastimar. De no haber sido por el, ahora mis brazos estarían morados. - la italiana se miró ambos brazos.

Odysseus solo negó.

- Shaina ya eres una mujer y no pretendo darte un sermón pero si Saga te ha terminado creo que fue lo mejor. Entiendo que su condición, le permite tener esos altibajos de personalidad. Por tu seguridad, espero que no te busque más.-

- lo entiendo. No pretendo volver a buscar a Saga. Ya me queda claro que es mejor que el sólo combata sus demonios internos. - ella se entristeció.

Hubo un silencio un tanto incómodo, Odysseus ya no podía ocultar su preocupación.

- hija, existe una posibilidad de que te encuentres encinta.- lo dijo sin más.

-!¿Que?! !¿Cómo puedes creer algo así?! Te he dicho mil veces que Saga se hizo una vasectomía, no existe posibilidad alguna. No concibo que seas necio con ese asunto.- ella se levantó y caminó directo a la chimenea. Ahí se perdió en el fuego.

- no te lo había dicho, pero investigue un poco más sobre el padecimiento de ese joven. - hubo silencio. - el Alter ego de Saga, puede manipular a su antojo el cuerpo, su metabolismo, masa muscular, apariencia y tal vez cualquier tipo de enfermedad que Saga comúnmente sufra, en Ares, no tiene ningún efecto. -

Shaina miró a su padre sin entender.

- me atrevo a decir, que Ares en verdad es un ser independiente cuando toma el cuerpo de Saga. - otro silencio - pero lo que me preocupa, es que tú no notaras la diferencia al momento de tener relaciones sexuales con tu ex novio. De hecho, aseguro que tampoco él fue capaz de darse cuenta. - los ojos verdes de Odysseus se fijaron en su hija, la cual solo estaba ahí, petrificada.

- No! - trató de salir corriendo. Sentía náuseas.

- debes al menos guardar una posibilidad.-

- lo que me dices es tan absurdo, falta de toda lógica. ¿Crees que puedo estar embarazada de un psicópata?. Eso es aún más loco de imaginar. -

- Shaina, no dije que fuera un psicópata.-

- lo piensas y eso lo puedo asegurar.-

- los hechos hablan por mil palabras Shaina. Es un ser malvado, es un asesino no siente remordimiento, tiene una personalidad reprimida y solo desea vengarse de todos y por todo lo que no ha tenido en la vida. No posee un cuerpo, guarda un odio dantesco, es todo lo contrario a lo que Kanon y Saga son en esencia. -

- eso ya lo intuía... Papá, ya por favor, para con tus suposiciones. - Shaina parecía consternada al escuchar las precauciones del sanador. - no estoy embarazada papá. - suspiró - por favor, no insistas con lo mismo, ¿Quieres? Estoy cansada, de mal humor y sólo deseo que termine este día.

La chica se acercó a su padre y le dió un beso con ternura.

- Saga y yo terminamos. Es todo, el ciclo se cerró. -

Después de eso la chica se fué sin siquiera pensar un poco en las advertencias del sanador

...

Al pasar unos días, Odysseus y Shaina regresaron al trabajo. Aunque parecía estar todo bien, ambos sabían que existía algo que los incomodaba. Y Odysseus deseaba salir de esa incertidumbre, esperaba que Shaina reflexionara y fuera ella misma quién despejara por voluntad propia la duda.

Sin embargo debían seguir.

El trabajo en el hospital era vital para padre e hija, Ella atendía el área de urgencias como asistente de enfermería. Odysseus le había pedido que tomara práctica, con el tiempo, podría tomar el cargo de enfermera, Shaina ahora estaba bajo órdenes de Aeson. Tenía turnos diferentes. Incluidas algunas guardias. En ocasiones, sus turnos eran de hasta doce horas. Cómo los dos últimos días.

- te veo muy agotada. Por qué no te vas a descansar. Tu padre, me pidió que te diera un respiro. Puedes irte.- recomendó el hombre gentilmente.

- no hace falta señor Aeson. Aún puedo estar unas horas más. -

- se que estamos cortos de personal, pero hasta Odysseus sabe que una persona rinde mejor cuando descansa. -

La chica lo miró un momento.

- y no quiero que tú padre piense que te exploto. La verdad, eres muy eficiente y pronto podrías estar al nivel de cualquiera de las chicas. -

- gracias por sus palabras, no sabe cómo me alientan. No creí que lo que hago aquí fuera tan relevante.-

- te interesas por ayudar a quienes nos necesitan, ese es el principal objetivo, eres atenta, un poco tosca, pero sensible cuando es conveniente. Sabes dar un trato cálido y respetuoso a los más vulnerables. Podría seguir aquí enumerando tus virtudes, pero no quiero desobedecer las órdenes de tu padre, que de paso, es nuestro jefe. Así que, te espero mañana por la tarde. - le guiñó un ojo. Y salió de ahí.

Shaina fue a su locker. Cogió sus pertenencias y camino por el pasillo principal de la sala de urgencias.

No alcanzo la salida, cuando miró con preocupación a un par de hombres. Uno era bajo y de tez morena, se sujetaba uno de sus brazos y en su cara una expresión de dolor se asomaba. Detrás de él, un hombre alto y cabellos largos le seguía. Fue todo lo que ella pudo notar ya que pronto se acercó al hombre que gemía por el dolor.

-! Por favor señorita, necesito un médico, me duele mucho! - pidió a gritos.

Shaina dejó sus pertenencias en el están de la recepción y corrió a auxiliar al hombre. Revisó el brazo. Tenía mallugado parte de él y muy hinchado por el antebrazo.

- no se preocupe, pronto vendrá el médico. Parece que te facturaste el brazo. -

- me lastimé con una máquina prensadora. - el hombre aún se dolía. -

- bien, necesito que te calmes, Eleonora, llama a Pefco o Aeson. Este hombre necesita ir urgentemente a quirófano.-

Y así lo hizo, la recepcionista pronto llamó a ambos. Aeson, llegó enseguida, junto a el una camilla y un par de enfermeros. Shaina tomó el registro para preguntar si algún familiar o persona acompañaba a él susodicho. Cuando se dirigió a las personas que esperaban en la sala, un hombre alto y cabellera larga azulada se le acercó.

No podía creer en su suerte. El hombre frente a ella era Milo.

- joven Milo, ¿Usted viene con el paciente ? - fingió no estar sorprendida, aunque si, lo estaba.

- así es. - el la miró entre serio y nervioso. El destino nuevamente le traía a colación a ésta mujer.

- necesito, el nombre del paciente, edad, y que me narre como sucedió ese accidente- ella se dedicaba a llenar formularios sin siquiera mirar al griego. El, por otro lado deseaba que ella le dirigiera una mirada.

Hizo todo lo que ella le pidió, al final le aconsejó que era necesario llamar a un familiar para que estuvieran al pendiente de la situación.

- si, por supuesto, he llamado a su madre. El chico tiene poco tiempo trabajando en la armadora. Fué un accidente, sucedió en un descuido.- la voz de él era tan ronca que Shaina se estremecía al escucharla.

- deberían de tener más medidas de seguridad laboral, según los registros las industrias Kido, son los mayores colaboradores a traer pacientes por "accidentes" - enfatizó la palabra con sarcasmo. - o dar un mejor entrenamiento laboral para evitar futuros accidentes.- sonaba a regaño.

El griego sonrío de medio lado, aunque estaba aún enfadado con ella, no podía negar que ahora ella tenía razón, el chico casi pierde el brazo por la poca experiencia y habilidad en el manejo de la máquinas.

Ambos se miraron por unos instantes. Hasta que una mujer entró llamando la atención de ambos. Era la madre de aquel joven. Al explicarle todo, tanto Milo y Shaina tomaron la salida del lugar. Ella iba decidida a retirarse, cuando el la abordó directamente.

- tengo que regresar a informar sobre todo lo que sucedió. Pero no puedo irme sin que antes me digas una cosa. - hizo que ella lo mirara de frente. - ¿ Por qué mentiste ese día? -

Milo pudo apreciar como lucía. El cabello recogido en un moño y ese uniforme rosado le hacia ver cómo una niña inocente. Pero no así la mirada con esos enormes ojos verdes electrizantes.

- solo olvídalo joven Milo. - trató de hacerse la loca y tal vez con suerte, la dejaría de fastidiar.

- bueno si no quieres decirlo, por lo menos dime qué ya no volverás a ver a Saga. - el puso una cara de perro regañado. Y tal vez funcionó por qué ahora ella suavizó la mirada.

- de verdad quisiera saber el motivo por el cual te interesas tanto. - ella lo increpó sobando el tabique de la nariz.

Milo se removió incómodo ante lo refutado. Pero como era de esperar, el hablaría directo y sin tapujos.

- por qué desde que te vi, no pude cerrar los ojos sin que tú rostro no llenara mis pensamientos. -

- eso... No está bien. - ella frunció el ceño.

- sé que no lo está. Y lo admito, suena enfermizo, pero no pude, no logré sacarte de mis pensamientos y el destino se aferraba a jugar conmigo poniéndote por casualidad en mi camino cada qué... - el griego aflojó el nudo de su pulcra corbata oscura.

- lo siento, tengo muchos problemas como para escucharte. - ella intentó evadirlo pero el la siguió unos pasos llamandola.

- por favor, déjame sola.-

Shaina se encontraba en un punto dónde el exceso de trabajo, su ruptura, las sospechas de su padre y las declaraciones del joven heleno, eran insostenibles. Le dejó la cabeza revuelta y de un momento a otro se desvaneció..

Poco a poco fue despertando. Lo primero que observó fue que se encontraba dentro de un auto, uno que le parecía familiar dado que ya había viajado en el. El auto se encontraba estacionado.

- vaya, creí que tenía que llamar a alguien del hospital para hacerte volver en si.- la voz aterciopelada de Milo llamó la atención de Shaina.

- ya estoy bien, gracias por auxiliarme - intentó ponerse de pie, pero Milo se lo impidió.

- oye tranquila, casi caes al suelo, debes esperar unos instantes. Por suerte tengo reflejos felinos y te atrapé. - le sonrió y la tomó por el mentón para mirarla fijamente. - tu padre debe saber lo que acaba de ocurrir, iré dentro de urgencias y pediré que te lleven con el.-

- no es para tanto. Mi padre debe estar en cirugía y esto no debe perturbarlo. - ella suspiró. - solo fue un desmayo provocado por el exceso de trabajo, yo le diré en cuanto llegue a casa. -

Aún Milo la tenía sujeta con delicadeza por el mentón. Los segundos parecieron eternos. El la miraba como solia hacerlo Saga. Pero en lugar de esos ojos como aceitunas, ahora habían un par de gemas preciosas. " Cómo zafiros" pensó ella.

- es obvio que pareces estresada. ¿Cuánto tiempo pasas dentro del hospital? -

Ella no respondió, solo miró hacía otro lado.

- lo imaginaba...- el griego sonrío levemente. - ¿sabes que no es el mejor método para afrontar una ruptura, trabajar en exceso?, Necesitas continuar con tu vida, pero no castigándo tu cuerpo de esa manera. Además, Él, ni siquiera se entera de lo que tú sufres por su culpa. - sí, se refería a Saga.

- no lo hago por el. -

- bueno, me alegra saberlo. - sonrió ampliamente. - ¿Te parece si te llevo a tu casa? -

- oh... No. Yo puedo ir perfectamente. Así que puedes irte.- intentó salir del auto pero como el heleno se encontraba por fuera del asiento del copiloto le obstruia el paso. - además debes ir a informa sobre el estado del chico.

- llamaré para eso. Además solo te dejare en tu casa y me regreso al trabajo ¿Ok? . - estaba decidido a no dejarla ir sola.

Shaina suspiró de nueva cuenta. Era necio, pero al menos recordó que ella también lo era.

- está bien. Me llevas y después te largas-

Milo soltó una carcajada.

- ok, ok. Acepto. - se levantó y fue directo al asiento del conductor. Manejó con paciencia.

Durante el trayecto Shaina, tuvo el tiempo suficiente para pensar en las declaraciones del hombre. Ya no deseaba complicaciones con su vida. Recordaba la primera vez que lo vió. Ella esperaba que fuera Saga quien apareciera detrás de la puerta en ese entonces, recuerda la felicidad que se desvaneció instantáneamente por un impacto visual causado por ese hombre que ahora iba al volante. Había sido como un choque eléctrico, cuando ambos hicieron contacto visual. Ella se encontraba casi desnuda, o demasiado sugerente para abrirle la puerta a un desconocido. Y ese maldito camisón verde, ese que prefería su ex novio, entonces y ahora se avergonzaba. Ahora le ardían las mejillas al recordarse así. Había sentido una atracción natural por este hombre. Seguramente a todas las mujeres les ocurría tan solo mirarlo. Y es que... Era... Es, mejor dicho, guapo...no...sensual, y hasta podría jurar que un semental, Shaina se mordió los labios al pensar tan solo en lo último. Sintió un hormigueo muy conocido en su bajo vientre, mucho más abajo de este.

Miró por la ventanilla, el aire le venía tan bien para bajar ese bochornoso recuerdo. Aunque juraba que sus bragas ahora estaban húmedas, recordó lo que Tethys le dijo antes de irse a su luna de miel. Miró de reojo, Milo era un Adonis tal como lo era Kanon o Saga. Pero con la diferencia de que él era más joven y poseia ese aire despreocupado, seductor nato. ¿Era una especie de atracción mutua? Solo existía una forma de saberlo y era preguntarle. Pero por supuesto, no lo haría a mitad de la carretera.

El deportivo llegó a la casa de Odysseus. Ambos descendieron y aunque dudó, la italiana creyó prudente corresponder al gesto que había tenido hacía ella. Cualquier otro, habría ido con su padre a narrar sobre su desvanecimiento. Le agradecía la discreción, no necesitaba darle un motivo a su padre para checarse. Estaba muy, pero muy nerviosa.

- ah... Deseas pasar un momento?- titubeó. - tengo té helado. -

El moreno sonrió. Y asintió. Así que la siguió.

- dije que tengo te helado. Pero no sé si sea de tu agrado. O podría ofrecerte algo con alcohol. Creo que hay vodka o vino...- buscó dentro de la barra de bebidas, sus movimientos eran torpes, estaba muy nerviosa.

- el té está bien - sonrió bajito al ver a la muchacha entorpecer.

Shaina fue hasta la cocina y sacó del frigorífico la jarra y de la alacena un par de vasos. Ella podía sentir la mirada turquesa seguirla a cada movimiento. Le ofreció el vaso y el con camaradería lo aceptó.

- venga, vamos a la sala de estar. -

Ambos tomaron siento en el sofá, el griego tomó de prisa acabándose todo de un solo trago.

- muchas gracias. Me hacía falta. -

- te traeré más-

Milo evitó que ella se fuera, sujetándola suavemente.

- estoy bien así. -

Ella le sonrió. Su rostro lucía más sereno.

- imagino que debes regresar al trabajo. -

- la verdad si. Imagino que tú tienes planes o amistades. Solo no quiero obstruir tu día. -

Ella hizo una mueca.

- no tengo amigos a excepción de Tethys y Julián.Y mi padre... Es el único familiar que tengo. -

- WOW, que sorpresa. Debes bromear. Una chica tan joven y bonita no debería ser tan aislada.

- no lo soy. Sólo que nunca creí necesitar hacer más amistades. Tal vez creas que soy una loca antipática. -

- oh ya veo. - Milo analizo unos instantes. -¿Saga fue tu primer novio?- vió a Shaina abrir la boca para refutar, pero enseguida el continuó, - se que no me incumbe, debes perdonarme, soy de naturaleza curioso. Y de verdad me sorprende que una jovencita tan especial no tenga una vida que no fuera dependiente de Saga.-

Ella suspiró. No podía ser irrespetuosa con el joven.

- la verdad es que yo no era así. De adolescente, era más sociable, tenía amigos.- miró hacía otro lado. - pero desafortunadamente una vez creí que alguien me amaba, pero no, el chico solo me apreciaba como una amiga. - hizo una pausa y comenzó a juguetear con el vaso entre sus manos. - creo que me dolió y no supe manejarlo. Creí que ya no existía una posibilidad de encontrar a alguien que me correspondiera. - otro silencio incómodo.

- vamos, puedes contarme lo que sea. Confía en mí.- el griego le regaló una sonrisa tierna. Ella en respuesta respiró profundamente.

- antes de eso me eduqué en internados toda mi vida. Después que mi madre muriera. Yo solo tenía cinco años cuando eso pasó.

- cuánto lo siento-

- no, está bien. Tengo a mi papá y una nana desde entonces, ella es muy buena, aunque ya tiene unos cuantos años que se retiró, aún sigue acompañándonos de vez en cuando. Se llama Anabel, ahora vive en Italia. No dudo que un día de estos llegué de sorpresa. -

- me encantaría conocerla-

- no lo creo - rió ampliamente. - ella me cela tanto como una abuela. Cuando se enteró que yo salía con un hombre doce años mayor, se molestó muchísimo, dijo una sarta de improperios y al final sentenció que más le valía a ese hombre no aprovecharse de mí, por qué le arrancaría los testículos de raíz. - soltó una carcajada, pero se entristeció de nueva cuenta. Bajó la mirada y guardó silencio.

Milo pudo notar un sollozo proviniendo de ella, le tomo cuidadosamente el mentón y la miró al rostro. Las lágrimas comenzaron a tupir los enormes ojos verdes de ella.

- perdona, no quise tocar un punto tan sensible-

- no hay cuidado, es normal, recién acabo de romper con Saga y creo que todo me lo estoy guardando. -

-¿ Te duele? -

- y mucho... - soltó más lágrimas. Ya no podía contenerse. - imaginé una vida, solo con el.-

- lo sé. Me consta, eres de esas personas que se entregan completamente, para ti no existía nadie más, era el hombre al que deseabas llamar " esposo y el padre de tus hijos"... Supongo. - le frotó un brazo para mostrarle un poco de empatía. Sacó el pañuelo de su saco y se lo ofreció para que secara sus lágrimas.

- era obvio que el padre de mis hijos no. El no puede engendrar. Se hizo una cirugía antes, mucho antes de conocerme. -

- oh, vaya. Imagino que teniendo en cuenta todo lo que le sucede y por sus incidentes en el pasado, fue que tomo esa decisión. Al menos fue coherente. - Milo pudo notar la nostalgia en el rostro de ella. Aunque también, podía ver qué a pesar de ello, ella había sido capaz de amar al energúmeno de Saga pese a todo.

- si, yo acepté todo lo que implicaba el ser su novia. Lo amaba tanto. Dicen que el amor te ciega y yo vi todo de color de rosa, aunque fuera una maldita estupidez de mi parte. -

- no lo es. Eras una chica enamorada o lo eres, me atrevo a decir. -

- siempre crei que esto pasaría tarde o temprano. Dohko me advirtió, Kanon de igual forma me pidió no tomar tan enserio a su hermano, por qué era inestable psicológicamente. ¿Y que hice? Fui contra la corriente. Ahora sí ellos vienen y me escupen en la cara un te lo dije, juro que los golpeare. -

Al final Milo sonrío, la chica tenía un humor negro nato.

- ya veo. - Milo dejó salir un suspiro. Dudo en hacer el cuestionamiento, pero...-¿Te gustaría salir a despejar un poco tu mente?- esperó un momento y que la respuesta sería un" no, lárgate ".

Aunque Shaina no admitiera que el haberse confesado un poco con el caballero le hizo sentirse menos ahogada por todo ese sentimiento de dolor que apresaba su pecho. Tal vez necesitaba contarle a alguien como se sentía para liberarse. El había dicho despejar, tenía que ser más preciso a lo qué se refería.

-¿ Despejar? -

- si, por supuesto. Conozco un lugar que seguramente te relajará. Y con suerte quite todo ese estrés que llevas encima.-

Ella lo pensó mejor. Tal vez... No es mala idea.

- estoy sucia, tomé un turno doble. Necesito un baño primero.-

- ¿ eso es un si? ... Yo espero. Verás que no te arrepentirás. ,- Milo sonrió, era un triunfo.

- está bien. Solo dame veinte minutos. -

La jovencita sonrío. Se llevó los vasos al fregadero y subió a su cuarto, para después ir directo a la ducha.

En verdad, tardó lo dicho. Aún traía el cabello mojado, unos jeans ajustados un top corset, de encaje, sus bien formados pechos, sobresalían. Así que Milo miró hacía otro lado. Tenía que calmar a su amigo de abajo o la chica lo notaría enseguida.

Salieron. Fueron por un camino poco transitado. La vegetación comenzaba a surcar los grandes terrenos. A lo lejos se podía distinguir el mar. Después de un rato de camino, llegaron a un sitio de acantilados. Habían unos cuantos árboles y la vista era hermosa. Shaina por un momento se olvidó inclusive que iba acompañada. Pronto se encontró debajo de un árbol joven que brindaba una agradable sombra. Bajó el, el césped parecía como una alfombra. Así que no dudó, se tumbó en el suelo y se quitó las botas con estoperoles que llevaba. Extendió los brazos y aspiró. Le encantaba sentir la briza. El ruido de las olas a lo lejos. Milo tenía razón, era relajante. Tanto así que no supo en qué momento se quedó dormida.

Milo la observó y le dió su espacio. La miró tumbarse en el suelo. Era como una chiquilla. El se quitó el saco, la corbata corrió con la misma suerte y fue entonces que imitó a la jovencita. Ella dormía profundamente. Gozó del tiempo para apreciarla detalladamente.

- eres tan hermosa...¿Por qué no fui yo el afortunado en ser el primer hombre de tu vida?- tocó delicadamente el rostro de ella y se inclinó deseaba tocar los labios de la mujer con los suyos. Podía sentir la respiración de ella sobre su rostro. -... No, debes ser consciente de lo que he querido hacer desde el momento en qué te conocí. Por qué... Yo también puedo amarte...-

La declaración quedó al aire. Y Milo terminó por imitar a la joven de cabellos verdes, se acomodó cercas de ella y pronto el sueño se apoderó de él.

Oficinas Kido.

Mayura había terminado peleando de nueva cuenta con la mesa directiva. Sus imposiciones tenían fastidiada a la mayoría de ella. Pero curiosamente Saga, solamente había guardado silencio. El hecho no paso desapercibido para el viejo Shion y él arquero.

Cuando salió la mujer por la puerta de la sala de juntas,todos tomaron un respiro.

- joder... Es una ampolla en el culo esa mujer- el español lo soltó sin más.

- todos estamos de acuerdo con eso. - el arquero secundó.

- ¿Que haces acá todavía Aioros? Se supone tienes permiso por el embarazo de tu mujer. . - el hombre de edad mayor observó al castaño.

- se supone...- ironizo.

- bien, tienes permiso de tres meses. Ve, disfruta de la llegada de Amber y cuida de tu esposa. -

-¿ pero quién se quedará en mi lugar en tanto yo estoy fuera?- el griego jugueteo con el bolígrafo entre sus manos.

- joder Aioros, ese ya no es tu problema. Imagino que Saga ya destinó a alguien para ello, ¿Cierto Saga?-

El peliazul, miró sin tener una respuesta.

- ya designaré a alguien. Por lo pronto tu puedes retirarte, no quiero que me jodan todo el tiempo, reprochando que no te di el permiso. -

Todos miraron desconcertados. Saga ya estaba perdiendo el autocontrol.

- tienes razón, me voy. No necesito escuchar a este imbécil. Algo positivo de todo esto, es que tengo alguien esperándome y pronto tendré alguien más a quien amar y proteger. - se levantó, tiro a las manos de Saga su gafete, y lo miró despectivamente. - tristemente tu nunca podrás siquiera pensar en posibilidad de aspirar á algo especial. -

Ese fue un golpe certero.

- Aioros... - Shion advirtió.

- me da igual señor. - miró a Saga antes de salir. - hasta que por fin compartes tus ideas con las de Ares. Solo espero que el cobarde no te orille a cometer alguna infamia... Por qué me voy a olvidar de que eres mi amigo.-

Y sin medir el efecto de las palabras el castaño salió de ahí.

- por favor, todos, salgan de aquí. Necesito estar solo.- Saga ordenó sin objeciones.

Y entonces fue que todos siguieron al arquero.

Saga de levantó. Y salió en dirección a su oficina por una puerta diferente.

- no estoy para nadie mujer- se dirigió a Cecil cómo si no la conociera.

- joven Saga, la señorita Mayura dijo que de ahora en adelante su asistente personal le aguarda dentro de su oficina. -

- ¿Que es lo que dices mujer? - se podía notar el enojo en él.

- que hace unos instantes, la señora Mayura dejó en su oficina a la joven Katya. Me dió órdenes de instalarla en su oficina.

-! Maldita sea !- el griego gruño y entró hecho un huracán de cólera.

Dentro, la jovencita esperaba sentada en el sillón frente a el gran escritorio. Aunque escuchó todo y se sintió abrumada, guardó la compostura.

Saga entró y la miró inmediatamente. Su rostro expresaba fastidio. El no necesitaba de una niñera o de una vigilante.

- lo que sea que te ordenarán hacer, va en contra de lo que yo diga. Te recomiendo que te vayas por dónde entraste y regreses con Saori. Aquí no eres solicitada. -

- yo solo hago lo que me ordenan. - trató de sonar lo más neutral posible.

- eso no lo discuto. Pero entiende, no puedes ir obedeciendo ciegamente las órdenes de esa mujer. ¿No te das cuenta de que las utiliza a su antojo?-

- debemos creer en las decisiones de la señora Mayura y servir a la señorita Saori-

- ya veo... Debe ser triste obligarse a algo que no deseas. Lo siento por ustedes.- se refería a el séquito de chicas que siempre parecían guardar las espaldas de Saori. Aunque ya eran otros tiempos parecía que la heredera se sentía muy cómoda teniendo damas de compañía. Pero bueno, era algo que a Saga no debería importarle.

- por favor, déjeme estar cercas de usted. Verás que soy muy capaz. -

-¿Haciendo qué? ¿Me asistirás, cuando me encuentre en un dilema? ¿Tienes experiencia en administración empresarial? - la miró con seriedad.

- bueno yo...- ella titubeó. La tenía acorralada. Debía hacer un mejor intento - puedo hacerle compañía... Puede confiar todo lo que no puede con otras personas, estaré dispuesta siempre a escucharlo-.

El griego negó con una sonrisa. Era inaudito lo que esa mujer o chiquilla, mejor dicho, deseaba.

- para eso, tendrías que ser la única persona digna para escucharme, esa que me aconseje, que esté dispuesta para animarme en momentos duros...- Saga soltó el nudo de su corbata y fue directo a la cantina de la oficina. Se sirvió un trago de whisky y lo tomó de un solo trago.

-... Si señor, mejor dicho, Saga. Yo estoy dispuesta a hacer ese papel.- junto sus manos emocionada por lo recién escuchado.

Quién iba a decir que lo siguiente le destrozaría sus esperanzas.

- No... Ese lugar solo lo puede tener alguien especial. Y esa... No eres tú.- suspiró.

Los ojos de la rubia se humedecieron y bajó la mirada. Estaba siendo humillada, nuevamente. El pecho le dolía. Pero no dejaría que ese hombre se fuera victorioso. Así que pienso muy bien donde darle. Y recordó .

- El que terminara con la señorita Shaina debe haberlo dejado muy lastimado-

Katya estaba al tanto por medio de chismes al rededor de las reuniones de las chicas. Se había enterado del altercado durante la boda de Tethys y Kanon. Saori se habría enterado al día siguiente por el mismo Julián, al final si se enteró el joven millonario. Y para Saori, hacerlo llegar a oídos de sus damas no era más que una simple plática entre chicas. Aunque existían cosas de las cuales la heredera no debería compartir tan abiertamente.

Saga se sorprendió, ¿Cómo sabía?

- si, lo sé. Pero descuide, a ella no le importa lo que usted sienta, pues ahora el joven Milo la acompaña y seguro pronto se olvidará de usted. - fue mordaz.

La mujer salió por la puerta tras ver el rostro desencajado del mayor.

Su cuerpo comenzó a sudar, su respiración se aceleró. La incertidumbre se acrecentaba más y más tan solo en pensar en la posibilidad, dicha por Katya.

Pero siendo el mismo quien había alejado a Milo de su cercanía, ahora creía todo posible. Nombar a Milo supervisor en la armadora tal vez como el mismo le confesó, le daría el tiempo suficiente como para ir detrás de su exnovia. No, no podía tolerarlo. Su ira y desesperación lo ahogaban.

¿Por qué no sales de dudas?. Se que lo estás valorando. Vamos, llama a ese cabron.

- no es de mi incumbencia lo que ese alacrán haga o deje de hacer. -

" Oh Saga, no trates de ocultar los celos que ahora te invaden. Imagino que debes sentirte terriblemente. Imagina si él, un tipo seductor por naturaleza, un casanova oportunista ahora mismo le susurra al oído... Le hace promesas que por supuesto ella añora... Hijos, un hogar y por supuesto mucho sexo jajaja por qué debes admitir que el tipo es un máster en la materia..."

-Cállate...! -

" Oh mi buen huésped, sabes tanto como yo que no puedo. Ahora compartimos mucho más que este recipiente. Sabemos que pronto solo uno será el único dueño de este cuerpo. "

Saga aventó el vaso de whisky contra la pared, haciéndolo añicos. Rápidamente tomó el teléfono y marcó a la armadora. Pidió que le comunicaran con el supervisor general. " Lo siento señor, el joven Milo se fue desde medio día hacía el hospital de la fundación con un accidentado y no regresó. Dijo que tenía una situación personal que atender y que no regresaría sino hasta mañana..."

Saga colgó sin siquiera agradecer por la información. Pronto ato los cabos.

Ese hijo de puta. Gruñó en su interior. Debía asegurarse de que él joven heleno se mantuviera lejos de su ex novia. Desgraciadamente Ares despertaba en el unos celos infernales. Pensó una y otra vez, hasta que la idea llegó como flash: a partir de mañana serás el remplazo de Aioros.

Continuará.

Monse: tu opinión es muy cierta. Espero que continúes leyendo y que sea de tu agrado.

Feliz año nuevo a todos!

Y bueno capitulo nuevo. Les aviso que la historia no acabará con quince capítulos. De hecho, no se cuántos más añada, pero seguiremos con esto. Se vienen cosas, es lo que puedo asegurar.

Buen, como ya vimos, en el diálogo que acaba de tener Saga y Ares no se puede distinguir quien está afuera y quién adentro del cuerpo del pobre gemelo, fue intencional, lo admito, pero es solo para que ustedes lectorcitos, pongan a quien prefieran. Y por supuesto me dejen sus comentarios que yo estaré muy ansiosa de leerlos. Jiji

Por otro lado, ¿Creen que Shaina deba hacer lo que Tethys le recomendó antes de irse de luna de miel? Jajaja. ( Yo lo haría ) bueno ya, dejaré ese lado pervertido y espero que les agrade la actualización. Sin más, los dejo.

Cuídense.

Nota: por cierto tuve COVID pero no me fue tan mal. Gracias a Dios. Chicos y chicas, en verdad sigan cuidándose.

Besos a todos.