Capítulo veinte: Eso no me importa.
Habían pasado varios días y poco a poco la calma volvió a la vida de todos.
Kanon, solo visitó a su hermano un par de horas al día, aún Saga permaneció sedado pues posiblemente aguardar que la inflamación cediera para que recuperará la conciencia. No obstante sabía que ese sería un proceso lento.
Visitó a Milo un par de días, después que este despertó. Tenía miedo de que su amigo y padrino de bodas guardara cierto resentimiento hacia él. Sin embargo eso no sucedió. Al verso el sentimiento de hermandad que existió entre ambos se mantuvo. Kanon no paraba de ofrecer disculpas entre lágrimas.
— Sabes que no tienes por qué pedir disculpas, me encanta meterme en problemas, ya era hora de que el destino me diera una lección.— trató de sonar lo más sarcástico posible, debía de hacer sentir menos culpa a su amigo.
— Siento que esto no debió pasar si yo hubiera apartado a mi hermano de cualquier tipo de contacto humano. —
— Aislarlo no era una mejor opción Kanon de cualquier manera ese tipo se las hubiera arreglado para causar un caos, definitivamente.—
El griego parecía recuperarse mucho más rápido de lo esperado. Su juventud era un punto a su favor.
— ¿Haz visto a Shaina?— demoró la pregunta, no pretendía ser indiscreto pero era algo que tarde o temprano debía saber. Kanon se cruzó de brazos.
— Fue algo verdaderamente doloroso, pero necesario. Ella tampoco me lo impidió, pero me permitió tocarla. Su estrés postraumático es enorme. Creo que la similitud con Saga le hace rechazarme. Me pidió que la disculpara y que no estaba lista para verme. Imagino que mi hermano no debe buscarla en mucho tiempo. — era desoldador.
— Tarde o temprano tendrá que hacerlo. —
Kanon miró a Milo sin entender a qué se refería.
— Ella está embarazada de tu hermano. —
Y aunque el gemelo se sorprendió por la noticia no lo demostró físicamente.
— El se hizo la cirugía para no procrear. Aunque... Según me explicó Odysseus, posiblemente se revirtió entre una transición de personalidades. Ahora entiendo por qué me lo dijo. Suena loco pero en cuanto se recupera mi hermano, saldremos de la duda.—
— ¿Qué hará si es que Saga es estéril?—
— No lo sé amigo. Entonces por lógica, el padre de ese bebé está muerto. Es más descabellado y aterrador de lo que puedes imaginar ¿Cierto?.— el gemelo se frotó el cuello desesperado.
Milo meditó un breve momento.
— Hace un par de días ella vino. Nos abrazamos por un largo tiempo sin decir una palabra. Después Lloró y me pidió que la perdonara. ¿Lo crees? Yo me sentí un imbécil. No pude protegerla. Le tranquilice, pero dudo mucho que ella deje de sentir culpa. —
— Dos vidas destruidas gracias al maldito de Ares. Debe ser como una desgracia para ella estar esperando un hijo al que seguramente no desea.—
— En eso te equivocas Kanon. —
—¿Que?— el mayor concentró toda su atención.
— Pregunté por el bebé y me dijo que estaba bien. Entre ese rostro lleno de dolor pude ver un atisbo de felicidad. Fui directo al indagar qué pretendía hacer.—
— ¿Que te respondió?—
— Dijo que no le importaba de quién fuera. Ella había tomado la decisión de tenerlo y por él es que intentó huir de aquel lugar. Lo ama amigo. Ama a ese hijo que espera. Es lo único que puedo decir.— Milo suspiró y se acomodó en la cama.
— Pero si ella cambia de opinión en cuanto nazca, ¿ Si lo rechaza? ¿ Cómo poder saberlo?, No creo que sea la mejor decisión.
— Eso no nos concierne opinar , mucho menos decidir... sólo ella sabe que hará y por qué lo hará, Kanon.
Kanon estaba inquieto por la revelación. Ella Debía tener una buena razón para quedarse con el bebé sin saber quién es el padre.
..
..
Después de un momento el gemelo menor partió hacia su casa. Era cerca de las siete de la noche. Casi no había compartido tiempo con su esposa. Thetis se había mostrado flexible respecto al tema. El salia muy temprano al trabajo y después al hospital, quedando solo el tiempo suficiente para cenar, entablar una breve conversación y dormir. Y exactamente al día siguiente lo mismo. Kanon grababa que de eso ya habían sido doce días consecutivos. Debía importarle un poco más su nueva vida de matrimonio.
— ¿Que tal te fue hoy cariño? — la danesa lo recibió con un cálido abrazo. Se puso de puntillas y le dio un beso.
— Igual que todos los días.
— ¿Aguantaste a Julián durante el día y parte de la tarde? —
— Así es mi amada sirena — la tomo por la cintura y le sonrió.
— ¿Y como sigue tu hermano?—.
— Igual que ayer, la inflamación baja poco a poco cómo dijo Odysseus. Aún sigue sedado y si mejora la próxima semana, lo despertarán. Necesito estar listo para eso. O mejor dicho, necesitamos— suspiró y presionó el cuerpo de la chica al suyo.
Cenaron y después fueron a la ducha. El baño les traía un momento de relajación. El momento para la intimidad vino enseguida. Después de llegar a tocar las estrellas hubo silencio. Ambos descansaban, la rubia sobre el pecho del gemelo menor. Él acariciaba su dorada cabellera. El silencio se estaba convirtiendo habitual.
— Dime, ¿ Has visto a Shaina?— cuestionó el griego.
— Si. Al principio se mostró renuente, pero al final acepto verme. Fue muy impactante para mí. Esa mujer no es la chica que recuerdo. Físicamente se ve lastimada, pero imagino que emocionalmente debe estar peor. — se abrazó a su esposo. —
— ¿Lograste hablar con ella?—
— Si pero no he querido tocar el tema. Aunque ella aparenta ser fuerte, se que por dentro está dañada. Lo veo en sus ojos, la verdad no quiero imaginar que fue lo que tú hermano, o ese horrible hombre le hizo. —
Kanon suspiró y miró el techo.
— ¿ Te ha dicho?— dudó en preguntar.
— ¿ Lo de su embarazo?—
El griego asintió y acarició la larga cabellera de la rubia.
— ¿ Y como la vez?—
— Bueno, inesperadamente me lo mencionó y me sorprendió mucho. —
—¿ Por qué?—
— Por qué creí que lo iba a odiar. Sin embargo fue todo lo contrario. Una luz de esperanza y amor existe en esos ojos tristes. Se toca el vientre tan delicadamente que me sentí feliz por ella. ¿ No te parece hermoso? , Ama él hijo de un hombre ruin. —
— El ya está muerto.—
— No me refiero a ese infeliz de Ares.— se alzó para mirar a los ojos a su esposo. — Saga es el culpable de todo, incluso de haberla ilusionado y de dejarla, así como así. A ese hombre sin sentimientos me refiero.—
— Thetis...—
— Kanon, sabes que es lo que pienso. Y de verdad que tú hermano tendrá que enfrentar el hecho de que le ha roto el corazón a mi amiga.—
— Te entiendo. — le sonrió y besó los labios.
— Habrá que ver la manera de apoyarla. Ahora seremos tíos. — sonrió y Thetis le dió un pellizco en el pecho.
Después el silencio se presentó por unos momentos la rubia había vuelto a recargar su cabeza en el pecho firme de Kanon.
— Kanon...—
— Dime sirena.—
— Estoy embarazada...—
El silencio siguió, pero la Danesa podía escuchar el corazón del griego latir rápidamente.
— ¿ No dices nada?—
Enseguida el gemelo menor se levantó de golpe asustando a la rubia que se cubría con la vaporosa sabana.
— ¡¿ Estás que?!—.
— Estoy esperando a nuestro hijo...— lo miró desconcertada.
— Yo... Yo... Voy... Voy...a... Ser...¿ Padre?—
— Así es mi Dragon de mar —. Thetis sonrió divertida, la cara de Kanon y su tartamudez eran hilarantes.
— ¿ Desde cuándo lo sabes?— se frotó el cuello y acaricio el rostro de su esposa.
— Lo descubri apenas hace un par de días. Hice la prueba que indica cuántas semanas tienes y al parecer tengo tres semanas. Esa luna de miel era insuficiente para ambos. Ya no recuerdo cuántas veces hacíamos el amor. Y por algún motivo que desconozco, los anticonceptivos fallaron, cariño.— Decía, tocando el pecho del griego provocativamente.
— Bueno, no era para menos. Te gusta provocarme, cómo ahora. — detuvo el camino de su mano que se dirigía hacia abajo.
— Dime, ¿ Que sientes con la noticia? —
El gemelo amplió su sonrisa. Y acercó a la rubia hasta su rostro.
— Que me haz hecho el hombre más feliz del mundo. Y que es algo que deberíamos festejar...— susurró bajo y ronco.
— Kanon...—. la sirena suspiró cuando el le coloco la mano sobre su pene totalmente erecto.
Ahora eran dos las buenas noticias en medio de tanta tensión. ¿ Que les deparaba el futuro a esas nuevas vidas? Con seguridad, el amor de sus padres, en el caso de la pareja de casados, pero, ¿ Y el bebé de Shaina? Por supuesto el amor de ella y de la gente a su alrededor. La incógnita recaía en qué haría Saga una vez que se recuperara. Eso era lo que abrumaba a cualquiera.
Tres semanas después.
Shaina llevaba tiempo regresando a su vida normal, aunque no laboralmente. Lo único que en tres semanas hizo, fue regresar a su casa. La mitad del día estaba acompañada de su padre y eso era gratificante. La otra mitad era desoladora, solamente en ocasiones recibía la visita de Thetis, le agradecía el gesto. Hablaban de sus síntomas pero no muy a fondo. Shaina ya casi cumplirá los tres meses y eso le abrumaba. Las náuseas estaban a punto de desaparecer y ella ya tomaba todas las vitaminas prenatales. Y aunque la rubia compartía con ella sus planes, la cobra solamente sonreía y callaba. Era bueno ver a la sirena tan feliz y llena de planes. Muy diferente de ella.
Se miró la ropa que ese día llevaba puesta, una linda y discreta bata de maternidad, que aún se veia floja, todavía el vientre no crecía abultandose. Sin embargo ella se acariciaba cada que podía. La pieza era bonita y fina. Tenía un color lavanda tenue. Thetis la había obsequiado pues le había dicho que ella ya no podía seguir usando ropa común y que necesitaba mostrarse alegre por la espera de su bebé. Así que recordando eso, sonrió. Y hoy era el día perfecto para ir a revisión con Suikyo y tomar la primera ecografía. Estaba nerviosa y un escalofrío le cubría todo el cuerpo. Iría sola, Se había negado en que su padre le llevara así que mandó muy temprano a su padre al hospital y ahora que pasaba de medio día era su turno de ir en la misma dirección.
Escuchó el timbre sonar. ¿ Quién sería? No recordaba esperar visita alguna. Así que fue a atender la puerta. Se llevó la sorpresa de ese día, al verlo ahí, parado y con una gran sonrisa en los labios. Tenía ese porte característico en el. Y Lucia muy guapo. Cómo si no hubiese estado al filo de la muerte.
— ¿ Que haces aquí?—
— Hola también a ti, preciosa—
— No me llames así Milo.—
— Es una afirmación. ¿ Cómo no podría?. Luces tan linda—
Ella se apenó y miró el piso. Pues aunque el morete había desaparecido de su rostro ella aún sentía que se veía fatal.
— Por favor pasa.—
Le invitó un té y unos bocadillos muy ligeros, ella misma lo acompañó con algunos.
— Aún no deberías estar al volante o solo. Mucho menos en medio del sol que arde a esta hora.—
— Nah!, Estoy bien, ya es más de un mes de la cirugía y estoy muy bien. —
— No peques de confiado. Permíteme ver tu pecho.— la chica de ojos verdes sé acerco y abrió con sumo cuidado el saco y la camisa del griego.
— Oye¿piensas desnudarme ?—
Shaina sonrió y le dió un pequeño golpe en uno de sus brazos. La cicatriz aún estaba roja, pero no inflamada o infectada. Era una abertura de unos diez centímetros en forma vertical. Ella tocó suavemente y después de un tiempo. El joven le tomó la mano con delicadeza. Ella parecía perderse en los recuerdos. Milo lo notaba.
— Ya es suficiente, usted no es mi cirujano y creo que se está tomando muchas libertades. —
— Lo siento. Me perdí en mis pensamientos.—
— A, no te preocupes, total, cuando estuve hospitalizado cualquier enfermera me revisaba, imagino que la herida era el pretexto. Solo para toquetear a este lindo bichito. —
— Válgame el cielo, ¿ Lindo bichito?, Eres arrogante. — rodó los ojos.
Millo la observó después de que ella se levantara en busca de sus zapatos. Busco unos con un poco de tacón corrido. Le daban un mejor soporte. Lucia bellísima y por ello el griego no le perdía de vista.
— Deja de mirarme así. Te pedí que no lo hicieras. Me pones nerviosa. — tomó su bolso y las llaves.
— ¿ A dónde vas?, Puedo acompañarte si quieres.—
— No Milo, iré al hospital a mi control prenatal. Regresaré con mi padre. —
— Qué curioso, yo también me dirijo al hospital. Tengo revisión.—
La chica le observo cruzada de brazos y dudando que fuera verdad—
— No esperas que te crea,¿ Cierto?—
— Que más da. Pero ya estaba aburrido de mis sobrinos irritantes y mi pequeña princesa, todo el día no para de llorar.—
— ¿ Princesa?—
— A... sí, así le digo a la hijita de Kardia, esa pequeña de ojos azules y cabello azabache. Tiene mucho pelo. Deberías conocerla... Claro, en alguna ocasión.—
— Suena lindo.— la ira se dispersó cuando escucho hablar de la bebé.
— Verás que si. — su voz era suave —Tu también tendrás entre tus brazos todo el amor y ternura que representa un ser humano pequeño e indefenso. Ahora vamos. — la colmino a salir.
Cuando Shaina buscó el auto rojo, solo encontró el deportivo negro. Ese que llevaba el primer día que se conocieron. Tenía un ligero miedo. Pero Milo le tomo por la cintura. Debía hacerla sentir segura.
—Vamos o Suikyo se irá. No te preocupes. Todo estará bien.— le tomo de la mano y se fueron.
Durante el camino Milo condujo con mucho cuidado, cada que un automóvil les arrebasó , el griego colocaba su mano instintivamente sobre el vientre de la chica.
— No tienes que hacer eso todo el tiempo. No me va a suceder nada. Tranquilo.— le acaricio el brazo.
— Perdona, parezco un paranoico. Y se supone que yo debería hacerte sentir mejor. No lo volveré a hacer.—
— Eso está mejor—. Le sonrió y esperó, debía preguntar.— ¿Que sucedió con tu otro auto?—.
Milo observo el retrovisor, su mirada era sería.
— Al principio Kardia lo confiscó cómo escena del crimen. Pero después y tras muchos eventos extraños, lo regresaron. —
—¿ Tu hermano no siguió con la investigación?—
— No — su semblante se endureció un poco más. — Alguien ayudó a desaparecer cualquier tipo de evidencia- prueba, después de que te encontraron. — la mujer cerro los ojos al recordar — Alguien llamado Radamanthys limpió todo. Y parece que los viejos, Kanon y tú padre incluso, estuvieron de acuerdo. Ambos sabemos que lo que le sucedió a Saga no fue normal. Existe algo que tal vez no entendemos, su doble personalidad iba más allá de algo natural. Oh bueno, es lo que yo creo.—
— No eres el único que piensa eso. Ares sobrepasaba todo, tenía algo sobrenatural en él, cómo bien dices. Y no estoy loca.—
— Lo sé. Y creo que no es el único. igual con ese hombre misterioso. Lo único que puedo decirte es que mi hermano no puede si quiera escuchar su nombre, debe de conocerlo y no es precisamente un amigo. Y aunque Kanon lo niegue llevan el mismo apellido, así que eso los convierte en familiares.
— Es tan intrigante . Y la verdad yo no he preguntado nada a mi padre. Creo que necesito trabajar en eso y estar lista para poder decirle que sucedió ese día—.
— Lo harás bien, ya verás— le beso el dorso de la mano izquierda.
Y pronto se vieron frente al hospital. Aparcaron y ambos se dirigieron a lugares distintos. Ella a ginecología y Milo hacia el consultorio de Odysseus.
Shaina aguardó en lo que era llamada. Por supuesto no era la única, mujeres con vientres mucho más abultados ahí esperaban su turno. Esperó cercas de hora y media. Al final una enfermera la hizo pasar.
— Hola que gusto verte Shaina. — decía el hombre de cabello oscuro secando sus manos con una toalla de papel.
— Mi padre insistió en que viniera—
— E hizo bien. Debemos checar cómo viene ese bebé.—
Primero le revisaron a ella. Todo parecía estar en buenas condiciones. Después el médico le hizo subir a la camilla y descubrirse el vientre.
—¿ Hiciste lo que te pedí?—
— Si— dijo sintiéndose nerviosa.
— Muy bien, entonces veamos. —
Después de un detallado escrutinio, Suikyo le dijo que el feto ya tenía once semanas, que gozaba de perfectas condiciones y que probablemente en el siguiente estudio, podrán saber el sexo del pequeño.
— Ya puedes levantarte. La meta de cada embarazo es llegar al final, después de las 37 semanas de gestación no antes y no más de 40. Por eso, debes cuidarte mucho, seguir una buena dieta y estar lo más tranquila posible. — le dijo mientras terminaba de limpiar el gel sobre el vientre. Cuando Shaina se levantó, Suikyo le extendió una memoria USB.
— ¿ Que es eso?—
— Es tu ecografía. Podrás traerla la próxima vez para que guardes y en un futuro observes cómo se desarrollo tu hijo. Además creo que podrías compartirlo con tus seres queridos. Odysseus se va a volver loco. Estoy seguro.
Shaina sonrió, era una verdad su papá estaba extasiado con su futuro nieto, aunque se negara a demostrarlo abiertamente. Le agradeció al médico y salió para ir dónde se encontraría con su padre. Pero solamente encontró a Milo fuera del consultorio.
— Tu padre dijo que tenía que ver un paciente muy importante y que demoraría, así que me pidió que te esperara y te llevará de regreso. — Milo observó en las manos de la cobra, las recetas medicas y una USB. — ¿ Que tal te fue?— Indagó.
Shaina suspiró, tenía ganas de ver a su padre, pero en fin eso tenía que esperar.
— Ah... Pues, bien... Estoy bien y mi bebé mejor, pude escuchar el latido de su corazón, ya tiene una mejor imagen aunque sigue siendo un feto en desarrollo y en el siguiente estudio podré saber el sexo.
— Que bueno. — Milo pudo notar la alegría de Shaina. Pero también que la época más feliz en la vida de una mujer, ella parecía que le tocaría afrontar en solitario. — ¿ Le dirás a Saga cuando esté consciente?—
La mujer lo meditó unos segundos. Por supuesto que él griego se enteraría tarde o temprano. Aunque eso a ella le aterraba.
—Primero hay que esperar a que el se recupere y pueda ser capaz de entender todo lo que sucedió. Tal vez le lleve tiempo.—
— Eso me suena como excusa, ese bebé no esperará y llegará el momento de que vea la luz. ¿ Dejarás que el idiota de Saga se pierda la gestación de su hijo?. — se rascó la nuca. — Es cruel y mira que Saga no es precisamente un amigo para mí.
Shaina lo miro irritada, no dejaría que nadie la presionara. Ella tenía motivos para no confrontar a el gemelo mayor.
— No deseo incomodarte, solo soy honesto—. Le acaricio ambos brazos. — Te invito a comer algo. Y hablaremos de lo que tú quieras ¿ Si?—. Le sonrió amable.
— Está bien. Vamos, ya tengo hambre.—
Caminaron a la salida, para su sorpresa se toparon con Kanon, iba con un hombre de rubia cabellera corta y tenía una apariencia algo turbia. Cuando cruzaron miradas, se detuvieron, el gemelo menor observó que Shaina Lucia diferente, los cambios en ella comenzaban a ser levemente notorios. Ella se limitó a saludar simplemente y caminó fuera del hospital. Milo la siguió después de intercambiar un afectuoso saludo con su amigo. Pero una mirada asesina hacia el inglés.
— Creo que no eres muy popular con las personas " juez" —
— Cállate precoz. Es solo que su hermano me tiene en un muy mal concepto.
— Mal concepto... Si... Por supuesto. Más bien creo que es un pleito de faldas. Conozco a su esposa. — le dio una risita maliciosa.
— Nada que te importe. — le respondió en un tono irritado. — Ahora vamos, el médico dijo que hoy el bipolar despertaría. — metió las manos en las bolsas del pantalón.
— No es bipolar, deja de llamarlo así con un demonio, maldito ebrio.—
Era curioso cómo aquel par había pactado una aparente tregua. Desde lo sucedido con Saga, Kanon se había mostrado más accesible para tratar con Radamanthys, después de todo eran familia.
— No te enojes impotente, solo bromeo. Y no soy un ebrio...—. Se metieron al ascensor. — ...Al menos no hoy— sonrió mientras Kanon cerraba los ojos y negaba con la cabeza.
Llegaron al cuarto del mayor. Ahí se encontraron con Odysseus y Aeson. Saga ya había sido desconectado de las máquinas y las intravenosas. Ambos esperaron a que el sanador continuara.
El médico revisó pulso, y las pupilas. Despertar a Saga había tomado más tiempo de lo esperado. Sin embargo, nadie, excepto el sanador sabía que esperar.
— Saga, si me escuchas y entiendes lo que te digo, abre los ojos.— el médico espero a ser escuchado sin dejar de tomarle el pulso al gemelo.
Después de un breve tiempo, Saga comenzó a abrir lentamente los ojos. Haber estado sedado un largo tiempo aletargó su cuerpo y la cirugía sus funciones motrices.
— Bien, ahora sigue por favor la luz. — con la pequeña lámpara el sanador movió de un lado a otro y aunque Saga parecía molestarle la luminosidad lo hizo perfectamente.
Después Odysseus realizó pruebas de sensación en las extremidades y todo resultó cómo el esperaba.
— ¿ Que... Me... Pasó?—
Todos guardaron silencio, lo cierto era que debía explicarle al gemelo todo lo sucedido, pero por ahora, solo se limitarian a contarle sobre la cirugía. Debían esperar para el resto de la odisea.
— Te hice una cirugía correctiva. Todo ha salido perfectamente. Tus crisis desaparecerán. Desde ahora la vida será normal para ti. — el sanador había tenido que tragarse el sentir de padre y solo ahora dar la buena noticia cómo médico.
Saga miró a su hermano y al rubio que conocía perfectamente. Pero si ellos se odiaban y ahora estaban juntos mirándolo cómo si fueran una feliz y unida familia. Eso era algo inaudito.
— ¿ Cuánto... Tiempo... Pasó?— no poder hablar fluidamente era parte de la cirugía, tal vez le tomaría un tiempo corto volver hacerlo como antes.
— Pasaste bastante tiempo sin ser tu mismo. ¿ Dime qué recuerdas?—
El sanador observó con seriedad al par detrás de el, pedía en silencio que no abrieran la boca y dejarán que el griego respondiera. Saga se llevó la mano a la cabeza. Aún tenía un vendaje y parte de su cabellera había sido rapada. Hizo una mueca de dolor.
— Su boda— señaló a su hermano — ...a Milo... Discusión...y... Ella... Shaina... Mi novia... Yo... La... Dejé... Shaina... Shaina — El dolor parecía acrecentar por la desesperación del mayor y el médico notó el pulso acelerarse.
— Saga necesito que te tranquilices. No te esfuerces más, si no, tendré que sedarte y ya no es necesario. ¿ Entiendes?—
Saga abrió los ojos de nuevo y asintió. Kanon se acercó para por fin hablarle.
— Eso es hermano, debes trabajar en recupérate, lo difícil ya pasó. Te llevare a casa a descansar. Thetis y yo nos haremos cargo de ti. Solo en tanto te recuperas, por qué conozco esa actitud obstinada que posees.— le sonrió y a cambio su gemelo curvo sus labios en una mueca similar.
— Gracias...—
— Te daré instrucciones y las recetas de los medicamentos. Si puedes conseguir a alguien que esté al pendiente de él, es recomendable una enfermera por ejemplo, será más factible. Me han dicho que tú esposa espera bebé y su recuperación es bastante absorbente, obtén toda la ayuda posible Kanon evita que Thetis esté bajo estrés. —
Odysseus le aconsejó mientras Aeson preparaba a Saga para que fuese llevado a su hogar.
— No se preocupe sanador, yo me encargaré de este par. — Radamanthys se unió a la conversación.
— No, es mi obligación cómo hermano, ser quien cuide de él. —
— Deja tu estúpido orgullo para después, tu hermano tiene su departamento y ahí es donde debe ir. —
— Lo vendió.
— Mira es curioso, yo lo adquirí. Cómo sea, está listo para que el regrese.
— Sabía que algo no estaba bien todo fue tan turbio. Pero por ahora no deseo saber nada más. Después me vas a contar desde cuándo nos vigilas, enfermo. — suspiró pesadamente— Y Odysseus tiene razón.
— Muy bien, entonces vayamos, ya tengo un excelente personal aguardando en el lugar.
Cuando llegaron, el lugar estaba amueblado finamente. Todo en estilo minimalista pero con un toque lujoso. Por supuesto Radamanthys no estaba acostumbrado para menos y deseaba que su familia viviera al par de él.
— Tu si que no escatimas. Aunque no creo que Saga tenga para poder pagar todo esto. Es demasiado.
— Ah, me gusta el estilo de vida cómodo. Ahora que somos una linda familia, por qué no compartirla con ustedes.
— Arrogante alcohólico.
— Si de nada mi querido primo. — para variar Radamanthys palmeó la espalda de Kanon.
Enseguida aparecieron el personal, dos mayordomos y un par de enfermeros. Los últimos eran corpulentos, debían asistir en todas las necesidades del gemelo hasta que éste recuperara su autosuficiencia. Con ellos, un hombre vestido de negro y camisa púrpura, el mismo que en una ocasión se había topado con Ares.
— Señor todo está listo, tal y como pidió la recámara se encuentra lista para el joven presidente.
— ¿Alquilaste el piso de abajo para que puedan estar al pendiente entre tanto rolan los turnos?.
— Así es señor, todo se ha hecho tal como dispuso usted.
— Muy bien Pharao. Excelente trabajo. Espera afuera, Valentine está en el auto.
— Por supuesto. Es un gusto conocerlo señor Kanon. —. Saludó afectivamente a el menor, que aún no creía lo que veía, Radamanthys había planeado todo en tan poco tiempo. Estaba sin habla.
Casi enseguida ingresó Saga. Iba en una silla de ruedas, Shion lo conducía. Había llegado justo cuando salían. Quedó tan sorprendido como el menor. Todo era exquisito. Saga observó su departamento, aunque había cambiado, el calor de hogar aún seguía y los recuerdos de cierta mujer de cabellos verdes vinieron a el. Tuvo la visión de ella sentada en la alfombra frente a la chimenea en su camisón y ella le diría una mirada con esos ojos llenos de alegría, parecía tan feliz y entre sus brazos sostenía algo que el no pudo distinguir, el dolor venía cada que forzaba algún recuerdo. Pero éste no lo parecía más bien era como una visión futura...¿ A caso...?.
— Gracias Radamanthys...
— No agradezcas, somos familia. Ya después de hablaremos ustedes y yo, por ahora, dedícate a recuperarte, me voy, aquí está el personal tienen instrucciones, pero ustedes pueden sentirse libres de ajustarlas para su comodidad.
- ¿Te vas? — indagó el viejo.
— Si, de hecho tengo que ir con mi señor, debo informar cómo salió todo. Usted me comprende. — y sin decir más el inglés salió.
Casa de Shaina. Noche.
Había pasado un momento tranquilo en compañía de Milo. El joven heleno también compartió un momento de paz y tranquilidad con la mujer. Después fueron a dar un paseo al gran centro comercial. Ahí ambos adquirieron productos personales, hasta que llegaron al área de bebés. Shaina quiso ignorar y seguir pero Milo le tomo del brazo para guiarla hacia el sitio.
— Necio...— refunfuño al mismo tiempo que veía y oprimía sobre el pecho las pequeñas prendas de ropa que Milo le había dicho que eran un obsequio de él para el o la bebé. Las observó de nuevo y vio lo hermoso que lucían, su bebé ya tenia su primer prenda de vestir.
— Amarillo es un color bello y neutral para cualquier sexo. —
— Papá...—. Shaina se levantó del sillón y corrió hacía el sanador abrazándolo fuertemente lo cual sorprendió al peliplata.
— Creí que sería el primero en comprarle a mi nieto su primer juego de ropa. Me ganaste.— le señaló detrás de ellos, había una gran bolsa departamental en el piso.
Shaina soltó a su padre y fue directo a revisar, dentro había muchas piezas hermosas.
—Bueno, en realidad yo no le compré eso a mí hijo. Alguien más lo hizo...—
—¿ Quién?—
— Milo. —
Odysseus puedo ver la reacción de su hija, parecía avergonzada.
— No te preocupes, suele pasar por algún extraño motivo alguien toma la iniciativa. — la consoló acariciando su rostro. — Lo único que debe preocuparte es tu salud para que tú hijo nazca el óptimas condiciones. Te Veo mejor, eso me alegra.
Shaina le sonrió. Había pasado mucho desde que el sanador observó a su hija sonreír feliz.
— Pá...—
— Dime.—
— Estoy lista para hablar de lo que sucedió.— lo dijo bajito, en su voz aún se escuchaba cierto temor. Pero ella hacía aplomo para mostrarse fuerte.
— Vayamos al sofá entonces.— le beso ambas manos.
Y Shaina narró cómo sucedieron las cosas desde que salió con Milo, su fallida sesión de sexo y la partir captura. Lo que Odysseus trató de digerir y no demostrar ira, fue el encuentro de Ares, en tengo le narraba, el médico se vió obligado a sostenerla fuertemente por qué ella parecía que colapsaria. Pero no lo hizo, logro mantenerse fuerte aunque las lágrimas si debieron caer.
El sanador ya en el baño y después de la plática con su hija no dejaba de recordar los detalles de aquella infame pesadilla. Gracias al cielo tenía a su hija viva. Ahora creía que iba a ser un proceso difícil que Saga enfrentara el hecho de ser posiblemente el padre del hijo de Shaina.
— Debe de serlo...—. rogaba a los dioses que así fuera. Recordó que Shaina sé mostró negativa al preguntarle si deseaba hacer una prueba de paternidad, " no me pidas eso... No quiero... No puedo..." Fueron las palabras de ella en súplica. Con eso en mente solo quedaba hacer una prueba de conteo de esperma del griego para tal vez tener un poco de alivio y esperar a que el bebé naciera para ver el gen predominante en la criatura. Sería una muy difícil situación sin duda.
Lejos de ahí...
El pecho semi desnudo del hombre sentado en el sillón de cuero, subía y bajaba de manera relajada. El cabello negros y largo contrastaba con la palidez del hombre solitario que en aquel lugar vivía.
— te escucho Radamanthys. Dime, ¿ El griego murió?—
— No mi señor, el vive. —
—imagino que eso te colma de alegría.
— Sólo lo necesario señor. —
El hombre observó la daga sobre su regazo. Brillaba con esplendor.
_ Solo necesito saber una cosa. —
— Si, señor.—
—¿ Por qué aún sigue vivo Odysseus?.
continuará...
bueno por cuestiones técnicas el capítulo será hasta aquí. Espero no demorar el siguiente pues se ha averiado el computador. Que suerte la mía.
Bueno espero sus opiniones. Cuídense mucho. Me disculpo por los errores, no pude editar como Dios manda.
