Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es RMacaroni, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to RMacaroni. I'm only translating with her permission. ¡Ronnie, te adoro!


Capítulo 2

—¡Cielos! —exclamó Emmett, mirando por la ventana entre nuestras camas—. ¡Esa es una buena vista!

Podemos ver la mitad del campus y la cordillera Wasatch desde nuestro dormitorio. Las montañas me dan una sensación de familiaridad, a pesar que palidecen en comparación a las montañas Rocosas a las que estoy acostumbrado, las mismas representadas en el póster que ya he colgado sobre mi cama.

—¿Vamos a recorrer el campus y a conocer a unas chicas antes de la práctica de esta noche? —pregunta, aún mirando por la ventana.

Nuestras valijas y cajas están dispersas por el suelo. El viaje de Fort Collins a Ogden nos había llevado alrededor de ocho horas. Había conducido el Jeep de Emmett durante todo el trayecto; era mi parte del trato, así podíamos salir temprano y él podía dormir. No me molestaba conducir. Lo prefería, honestamente.

—Nah... —Abro el calendario en mi teléfono, tratando de ver si tengo tiempo para desempacar, sabiendo que el desastre me va a molestar hasta que sea capaz de limpiarlo—. Tengo que ver algunos posibles trabajos.

—Meh... —Se deja caer sobre su cama con zapatillas puestas y entonces empieza a navegar por su teléfono—. ¿Dónde aplicarás?

—Domino's. Dunkin'. Subway. —Me encojo de hombros—. Donde sea. —Necesito algo a corta distancia y con horas flexibles.

Vamos a vivir en el campus por el resto del verano antes de que comiencen las clases, formando parte de un programa de entrenamiento intenso de ocho semanas. Y aunque la ayuda económica cubrirá una gran parte de los costos durante el año escolar, el tiempo restante es responsabilidad de mi mamá y mía. Había aceptado que ella pagara mi alojamiento por el verano, y yo había usado mis limitados ahorros para pagar el plan de comidas; sin embargo, de ahora en adelante, necesito un trabajo. No tengo dos padres trabajadores como Emmett. Somos solo mi mamá y yo, y ella ya trabaja turnos dobles en la cafetería, así que quiero ayudar tanto como pueda.

Si logro calificar al final del verano —ser seleccionado para verdaderamente participar en su Equipo A— entonces también calificaré para una beca, lo cual quiere decir que obtendré una educación en gran parte gratis, sin tener que cargarla más a mi mamá.

Sé que la animación no dura para siempre, y que en definitiva no paga las cuentas, pero puedo hacer algo que disfruto, algo que me apasiona, algo en lo que soy razonablemente bueno, mientras obtengo una educación y decido qué demonios voy a hacer con mi vida.

—De acuerdo, tú ve y diviértete con eso. —Emmett vuelve a acostarse sobre su almohada y me sonríe de oreja a oreja—. Voy a dormir una siesta porque apuesto que la práctica va a ser dura esta noche.

Miro mi cama con anhelo, deseando poder dormir una siesta. Considero brevemente pedirle a Emmett que desempaque al menos parte de sus cosas, pero sabiendo que crearía un desastre incluso más grande, decido no decir nada y mejor irme. Me encargaré de ello más tarde.

Estoy cerrando la puerta detrás de mí cuando la veo.

Bella Swan.

Ella está saliendo del cuarto justo frente al mío.

Nuestras miradas se encuentran. Mi orejas arden.

—Hola —dice, sonriendo de oreja a oreja y señalándome—. ¡Colorado!

¿Ella me recuerda?

—Cullen, ¿cierto? —pregunta, parada allí con su sostén deportivo y sus pequeños shorts, concentrada en su reloj. Parece que ella estaba preparándose para salir a correr.

—¿Aceptaste la oferta de Summit? —Es la primera cosa estúpida que le digo. Claramente, lo hizo. De otra manera, ella no estaría aquí. Ella debió haber recibido ofertas de todas partes.

La conocí en las pruebas de la primavera pasada. Fácilmente es la atleta más habilidosa que he conocido en mi vida. Interactuamos brevemente. Ella tenía una persona siguiéndola con una cámara. Algún documental o video blog o algo. Solo tuve una oportunidad para lanzarla en el aire una vez, y lo arruiné.

Realmente espero que eso no haya quedado en el documental.

Sigo estando asombrado de verla aquí. En este dormitorio universitario. En esta vida. Frente a la mía.

—Tú también —dice con una sonrisa y entonces vuelve a mirar su reloj, mientras yo me devano los sesos en busca de algo inteligente para decir. Llevando una mano a su cadera, sus abdominales se contraen. Santo cielo, sus abdominales—. ¿Te veo luego en la práctica? —Levanta la mirada, sus ojos en mí.

Estoy sudando.

—Sí. Claro. Sí —logro decir.

Ella vuelve a sonreír, ajustando su coleta al tirar de su cabello. Entonces, desaparece.

No sé por cuánto tiempo me quedo allí parado antes de volver a mi cuarto.

—Bella Swan está aquí —le anuncio a Emmett, cerrando la puerta.

—¿Qué? —Él apenas levanta su cabeza, solo abre un ojo. Creo que ya estaba dormido.

—Bella. Swan. Está aquí. —Señalo con mi mano hacia el suelo, como si eso debería significar algo.

—Sí —dice, volviendo a bajar la cabeza.

—¿Lo sabías?

—Todos sabían que ella vendría aquí.

—Yo no.

—Porque vives bajo una roca sin redes sociales. Ella lo anunció en Instagram hace dos semanas.

—Oh...

Ella es una animadora celebridad, como Emmett los llama—siempre en el centro de atención y con una gran cantidad de seguidores en el mundo de la animación. Ella ha estado haciéndolo desde siempre también.

—¿No tenías que salir a buscar trabajo? —Emmett arquea una ceja—. Estás interrumpiendo mi sueño de belleza.

—Cierto. Sí. —Me doy la vuelta, tomo el picaporte, pero entonces vuelvo a mirarlo—. Ella estará en la práctica de esta noche.

Emmett se sienta, mirándome con sospecha.

—¿Te gusta Swan o qué?

—No. —Resoplo, aclarándome la garganta—. Por supuesto que no —digo de nuevo, un poco más fuerte—. So-Solo estoy sorprendido de que ella viniera aquí.

—Bueno, probablemente esté recibiendo un buen patrocinio también.

—Cierto. Sí... —Vuelvo a girar, mi mano de vuelta en el picaporte.

Voy a quedarme sin tiempo para mi cacería de trabajo si sigo dando vueltas, así que simplemente lo suelto y me voy. Excepto que no lo suelto para nada—todo en lo que puedo pensar de camino a la plaza es que voy a poder lanzar a Bella Swan en el aire de nuevo.

Solo espero que esta vez no la deje caer.

~F~

Casi llego tarde a la práctica. Casi.

Ya estoy sudando de mi caminata por la colina hacia el gimnasio. Al menos, ahora tengo un trabajo. Subway, preparador de sándwiches. Supongo que podría ser peor.

Las puertas dobles se abren hacia el gimnasio de estilo depósito, una gran cancha de madera dividida con cortinas de lonas en el medio. De un lado, habían varios chicos jugando al básquetbol, el sonido de suelas de goma y pelotas rebotando mezclado con parloteo. Del otro lado, una alfombra de espuma violeta cubre el suelo de madera. Hay personas —mis compañeros de equipo, supongo— esparcidas alrededor del tatami.

No me di cuenta que el equipo era tan grande.

¿Todos ellos están en el equipo?

Reconozco a varios miembros que ayudaron a facilitar las pruebas en primavera, y también está Jasper Whitlock, asistente de la entrenadora, quien se encuentra tendiendo prendas envueltas en bolsas; ropa de entrenamiento, asumo.

Mientras me siento sobre el tatami junto a Emmett, suelta un paquete sobre mi regazo. Tres camisetas grises. Tres shorts violetas. El logo de la universidad en todo.

Mierda...

—¿Tenemos que pagar por esto? —mascullo junto a Emmett, quién ya está abriendo su bolsa.

—No lo sé. —Se encoge de hombros.

Dejo las mías sin abrir en el suelo, solo por si acaso, hasta que tenga la oportunidad de preguntar.

—Mierda —susurra Emmett un poco demasiado alto para que sea cómodo junto a mí mientras Rosalie Hale, nuestra entrenadora principal, entra al gimnasio. Piernas largas con jeans ajustados. Botas negras. Una camiseta del uniforme con el logo del gato salvaje de Summit abraza su complexión. Ella es la mente maestra detrás de esto, detrás del equipo. Ella fue contratada el año pasado y reformó por completo el Equipo de Animadoras de Summit. Terminaron segundos en el campeonato nacional de la Asociación de Animadores en la primera participación de Summit y ella.

La "Perra Mala", la llaman.

«Las perras consiguen las cosas», es lo que ella responde a eso.

Ella es una de las pocas mujeres que son las entrenadoras principales más jóvenes en el deporte.

Solo nos conocimos durante las pruebas pero creo que ella es la razón por la que Emmett decidió venir aquí.

Ella se encuentra en sus treintas, creo, y está casada. Él está demente.

Él se pone de pie cuando pasa por nuestro lado, pero ella continúa sin mirar en nuestra dirección, ubicándose en el centro del tatami.

—¡Bienvenidos, todos! —La entrenadora Hale sonríe mientras da una vuelta, su mirada estudiándonos a todos—. Estoy tan emocionada de tenerlos a todos ustedes aquí. —Camina alrededor del tatami, sus manos en su cadera, mientras comienza su discurso—. Como probablemente pueden ver, hay más de ustedes de los que necesitamos. Como en todo deporte, tendremos un Equipo A y un Equipo B, por si acaso. Solo ustedes, y el trabajo que realicen en los próximos meses, determinarán si logran calificar o no. Nada está garantizado. Todo puede pasar.

Mientras la entrenadora Hale pasa frente a mí, mi mirada se mueve por detrás de ella, y veo a Bella, sentada de piernas cruzadas del otro lado. Varias chicas están sentadas y charlando con ella.

Sin embargo, su mirada está fija en mí, no en ellas. Y entonces sonríe.

Miro detrás de mí. Porque quizás ella está mirando a alguien más. Porque eso tendría más sentido.

Y entonces se ríe.

Diablos.

Aunque no tengo tiempo para meterme en mi cabeza porque la entrenadora Hale se pone a trabajar. Nos separa por género, y dentro de los géneros, por habilidad.

Ella explica que los chicos que pueden hacer los movimientos gimnásticos y las elevaciones no tienen que bailar. Los que no pueden hacer las elevaciones tienen que hacer los movimientos gimnásticos y bailar. Gruño suavemente porque todo lo que puedo esperar de mi tiempo aquí es que ella no me haga bailar.

Me paro junto a Emmett y el resto de las personas que hacen las elevaciones, sintiéndome fuera de lugar—todos son musculosos.

A pesar de que soy más alto que los demás, he ganado masa muscular considerablemente desde que comencé a animar en la secundaria, aún sigo siendo bastante delgado comparado con ellos.

Tampoco encajo con los bailarines, tengo cero ritmo o vigor. Honestamente no sé qué vio la entrenadora Hale en mí, o cómo me usará. Solo espero lograr calificar, unirme al Equipo A, y ganarme una beca.

La entrenadora Hale, con Jasper sujetando un sujetapapeles a su lado, camina entre nosotros uno por uno, haciendo que todos intentemos algunas acrobacias fijas básicas. Satisfecha, ella hace que nos turnemos para las acrobacias en movimiento. Doy todo de mí y logro cada combinación que nos indica. Pronto me doy cuenta que no todas las personas que hacen acrobacias y trucos pueden hacer lo que yo hago.

Logro terminar la última pasada, y cuando levanto la mirada, la entrenadora Hale me está sonriendo orgullosamente.

Y también Bella.

Ella incluso me está alentando.

—Edward Cullen, ¿cierto?

—Sí, señor... señora... entrenadora. —Respiro profundo, y cierro los ojos brevemente mientras me pellizco el puente de la nariz con un gruñido—. Lo siento.

Al diablo mi vida.

La entrenadora se ríe suavemente, sus tacones sonando mientras se acerca a mí.

—¿Uno de los Chicos de Colorado? —le pregunta a Jasper, quién asiente, siguiéndola.

—¿También haces elevaciones? —Arquea una ceja en mi dirección.

—Lo intento.

—Veámoslo. —Se da la vuelta para ir hacia su silla, antes de chasquear los dedos en la dirección de la chica cuya mirada en mí me hace tambalearme con las palabras—. ¿Bella? —pregunta la entrenadora Hale, señalándole que se una a mí.

En el centro del tatami. Todos las miradas sobre nosotros.

Bella camina hacia mí con una sonrisa amigable en el rostro. Una vez cerca, toma mis manos, jalándome hacia su altura—treinta centímetros menos que yo.

—Puedes con esto, Cullen —susurra con un guiño, antes de darse la vuelta para pararse frente a mí.

—Elevación con lanzamiento y extensión —dice la entrenadora Hale, cruzando las piernas.

Me agacho detrás de Bella, gentilmente colocando mis manos en sus caderas. Ella sujeta mis muñecas, dando unos toquecitos con sus dedos sobre mi piel. Sigo su bajada mientras se agacha, así puedo usar el impulso de su salto para lanzarla derecho hacia arriba. Ella tiene una forma perfecta y aterriza con un pie en cada una de mis manos. Absorbo su peso y entonces la levanto sobre mi cabeza, hasta que mis brazos están extendidos y los brazos de Bella forman un V alto.

—Bien —dice la entrenadora Hale—. Ahora Liberty.

Con un rápido movimiento, Bella junta sus pies hasta que ajusto mi agarre con ambas manos en su pie derecho. Ella entonces levanta su pierna izquierda, doblando la rodilla en una posición clásica de Liberty. Ella ni siquiera tiembla. Ella es muy buena.

—De acuerdo, de extensión a Cupie.

Ajusto el peso de Bella mientras regresamos a la misma posición con la que comenzamos, a una extensión completa. Entonces la bajo para tener un poco de impulso, y la lanzo brevemente, así ella aterriza con ambos pies en mi mano derecha solamente. Un Cupie derecho. No tengo suficiente altura, pero a pesar que mi brazo se dobla un poco, soy capaz de flexionar, así ella está parada solo en mi mano derecha.

Ella mantiene su complexión de manera hermosa.

No puedo creer que estamos haciendo esto.

Cupie izquierdo —ordena la entrenadora, y ya sé que voy a fallar. Mi brazo izquierdo es definitivamente mi brazo débil, y mi cerebro ya está pensando en cómo la atraparé cuando caiga.

Con un gruñido, levanto a Bella así ella puede pasar de mi mano derecha a la izquierda. No consigo suficiente altura, y aunque ella aterriza sobre mi mano izquierda, no puedo mantenerla en el aire. Mi brazo está doblado en el codo, Bella está rebotando sobre mi palma izquierda, pero a nivel del hombro. Para que cuente, mi brazo necesita estar extendido.

Intento levantarla varias veces más, pero no tengo éxito.

—De acuerdo, ya está bien —dice la entrenadora con decepción—. ¿Jake? —llama a Jacob Black, de último año y un completo imbécil que estaba en las pruebas de primavera. Él es el mejor haciendo elevaciones del equipo, probablemente del país. Camina hacia nosotros con una sonrisa engreída en su rostro.

—Pasa a la derecha por un segundo —le susurro a Bella entre dientes, tratando de salvar el movimiento, así al menos ella puede bajar con gracia sin la maldita ayuda de Jacob. Ella sigue mi indicación, pasando a mi mano derecha impecablemente. Suelto un suspiro, sacudiendo mi brazo izquierdo—. ¿Puedo intentar el Cupie izquierdo de nuevo? —pregunto más fuerte.

Observo a la entrenadora Hale por un segundo, mientras balanceo a Bella sobre mi mano derecha.

—Claro —escucho a la entrenadora Hale decir.

—¿Lista? —le pregunto a Bella entre dientes. Mientras más tiempo la sostengo allí, más difícil se vuelve. Bella no contesta; no tiene que hacerlo. Ella contrae sus hombros, haciéndome saber que está lista. La extiendo y la paso hacia la izquierda, pero fracaso de nuevo. Mi brazo izquierdo es inútil, y no puedo lograr extenderlo con todo su peso sobre mi mano izquierda. Intento presionar una, dos veces.

—De acuerdo, detente. Vas a lastimar tu hombro. —Son las palabras finales de la entrenadora, y tan rápido como vino a mí, ella sigue con alguien más.

—Eso estuvo bien —dice Bella amablemente, girando ni bien la bajo al suelo. Ella me choca los cinco, me sonríe de oreja a oreja, mientras intento recuperar la respiración.

La práctica continúa mientras estoy de mal humor, decepcionado conmigo mismo y avergonzado, pero cuando la práctica finaliza cuatro horas más tarde, la entrenadora Hale se acerca junto al bebedero.

—¿Cullen? —Me hace sobresaltar, y me paro derecho, secando el agua que cae de mi boca con el dorso de mi mano—. Eres mi mejor gimnasta. —Coloca una mano sobre mi hombro con una sonrisa amigable—. Pero no puedo tener a alguien que solo pueda hacer acrobacias.

Le asiento en comprensión.

—Incluso alguien tan bueno como tú. —Chasquea la lengua mientras me mira, cruzándose de brazos—. Necesito que practiques las elevaciones hasta que te quedes violeta. Lo que puedas hacer con tu mano derecha, quiero que lo hagas tres veces más con tu izquierda.

—Entendido.

—Jasper te enviará un correo con una rutina de entrenamiento personalizada y un plan de alimentación. Necesitas seguirlo estrictamente porque ganar músculo te ayudará. ¿Está claro?

—Por supuesto. —Le asiento de nuevo. Haré lo que se necesite.

—De acuerdo. Ahora ve con el resto. Hay varias actividades para fomentar el espíritu de grupo esta noche. Para que se conozcan más... —Marcha hacia la salida del gimnasio mientras yo checo la hora en mi teléfono.

Son las nueve ya y estoy exhausto, pero los ojos marrones en el otro extremo del salón me llaman. Ella está reacomodando su coleta, alta sobre su cabeza, con brazos tonificados y una sonrisa amigable en su rostro—para mí, creo... estoy bastante seguro. No sé qué esperaba al venir aquí, pero conocer a Bella Swan definitivamente no era parte de ello.


Las elevaciones Cupie y Liberty (o Lib, como suele llamarse) en este caso se ha descrito en la historia, pero para más claridad los verán en el video que se subió en el álbum de la historia que se encuentra en el grupo.

Gracias por leer :)