Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es RMacaroni, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to RMacaroni. I'm only translating with her permission. ¡Ronnie, te adoro!


Capítulo 11

Es casi el final de mi turno, y afortunadamente, no hay clientes a la vista. Comienzo a limpiar mi zona cuando suena la temida campana.

Mierda.

Tyler Crowley y otros dos jugadores de fútbol fornidos entran a la tienda. Aún con sus prendas de entrenamiento, sudados y embarrados, al parecer recién salidos de la práctica. Ajusto mi visera baja en mi rostro, esperando que pasara desapercibido.

Son bulliciosos y odiosos, saltando sobre los hombros del otro mientras forman una fila. Cada uno ordena un sándwich de albóndigas de treinta centímetros. Doble carne. Doble queso. Tyler es el último, y mientras está pagando, estoy aliviado de que quizás él no me reconozca en absoluto.

—¿Cullen, cierto? —dice mientras le regreso su tarjeta. Sus amigos se detienen a esperarlo, ahora todos me miran.

Doble mierda.

Asiento con la cabeza, mi atención en la terminal para tarjetas, mi dedo cerniéndose sobre el botón verde.

—¿Quieres tu recibo?

—Oye, ¿no eres uno de los animadores hombre? —pregunta uno de los amigos de Tyler mientras se cuelga de su hombro—. ¿Dónde están tus pompones, amigo? —Otro de ellos se ríe como si fuera la cosa más graciosa que ha escuchado.

—Muy bueno. —Le sonrío sarcásticamente.

—Déjalo, Jenks —dice Tyler, apartando a su amigo mientras imprimo su recibo.

Afortunadamente, Tyler toma su recibo en silencio y me deja solo. Aunque desafortunadamente, se sientan en una mesa junto a la puerta, dejándome sin otra opción que salir pasando junto a ellos.

Pienso en ello brevemente mientras me dirijo hacia el fondo, preguntándome si debería quedarme por un rato más, al menos hasta que ellos se vayan. Pero Lauren está aquí, y mi turno terminó hace cinco minutos, así que me quito el delantal. Sé que si me quedo, ella me pondrá a trabajar—ella siempre trata de hacerme quedar más tiempo.

Al diablo eso. Al diablo Lauren. Al diablo Tyler y sus compañeros molestos.

Camino rápidamente por su lado y salgo por la puerta, pero la voz de Tyler me detiene en la acera.

—¡Oye, Cullen, espera!

Respiro profundo mientras él me alcanza.

—Escucha —comienza, parándose frente a mí—. Siento que comenzamos con el pie equivocado. Eres el amigo de Bella y no quiero que haya problemas entre nosotros.

—No hay problemas. —Mantengo mi tono neutro; no quiero que él piense que tiene algún efecto en mí.

—Sé que se vio mal, el viernes por la noche en la casa del lago... —Se rasca la parte trasera de su cuello, mirándome nerviosamente—. Pero la estaba cuidando.

—Claro —digo sarcásticamente, mi ira alcanzándome. Y pensar que ella estaba allí, con ellos, emborrachándose cada vez más sin que ninguno hiciera algo al respecto. Mis manos se cierran en puños a mis costados.

—Es verdad —insiste—. No estaba bebiendo. —Intento recordar si lo vi con un vaso o no, pero no puedo hacerlo. No importa. No confío en Tyler. No confío en nadie con Bella—. Soy un atleta serio —añade con una sonrisa, y noto por primera vez lo joven que luce a pesar de su tamaño—. No bebo en absoluto, y hubiera acompañado a Bella a casa si no hubieras aparecido.

—Genial. —Intento ponerme en marcha de nuevo pero él coloca una mano en mi pecho, lo cual no hace nada más que enfurecerme aún peor. Creo que él lo siente, por lo que la deja caer y se aparta.

—Solo... —Respira profundo como si tuviera problemas para encontrar las palabras—. Me gusta Bella. Mucho. Y creo que también le gusto. Pero claramente le importas. Y ella te importa. Así que, si hay algo entre ustedes dos, me apartaré. Como dije. No quiero problemas.

Ah, por Dios santo... ¿por qué tiene que ser decente?

Por un segundo, contemplo mentir, decirle que Bella y yo somos algo, así él se aleja y la deja en paz. Pero no creo que eso sea justo para Bella... o Tyler.

—Solo somos amigos —admito con un suspiro resignado.

—De acuerdo, bien. —Sonríe, mostrando su colección de dientes blancos—. Entonces, ¿está bien que la invite a salir?

No puedo mentir, duele. Tyler es joven... como Bella. Él tampoco está en nuestro equipo, así que probablemente esté bien con todos. Simplemente perfecto.

—Eso depende de ella. —Me encojo de hombros, evitando mirarlo—. ¿Eso es todo?

—Gracias, amigo. —Le da unas palmadas a mi hombro, caminando hacia el lado opuesto.

Agacho la cabeza y me apresuro hacia los dormitorios, deseando que no fuera mi día libre con Jasper, así podría ir a entrenar, así podría distraerme lo suficiente para no tener que pensar en Tyler invitando a salir a Bella de nuevo.

—¿Qué hay con la mirada asesina? —pregunta Emmett mientras apaga su música ni bien entro a nuestro cuarto.

Simplemente gruño y me dejo caer en mi cama.

—¿Qué pasa?

No contesto, por lo que él simplemente se sienta en su cama. Puedo ver a través del rabillo de mi ojo que me está mirando mientras yo observo el techo.

—Bebé...

—Emmett, juro por Dios... —Pellizco mi nariz, cerrando los ojos mientras él se ríe.

—¿Qué se metió en tu trasero?

—¿Sabes si hay una política en contra de la fraternización entre el equipo de fútbol y el de animación?

—¿Una política de qué? —Arquea una ceja en mi dirección, confundido.

—¿Pueden los jugadores de fútbol salir con los miembros del equipo de animación? —Quizás la suerte está de mi lado, quizás Tyler tampoco será capaz de salir con ella.

—¿Cambiarás de equipo? —Mueve sus cejas, sonriendo enormemente.

—No... —Suspiro, volteando para mirar al techo—. Vete al diablo.

—¿Esto es por Swan?

Respiro profundamente en vez de contestar.

—Sabes que, incluso si estuvieran esas reglas, aún así van a suceder cosas, ¿cierto? Si acaso, ir a escondidas solo lo hace más divertido.

Volteo hacia él con incredulidad y él se apoya contra la pared, uniendo sus manos por detrás de su cabeza, una sonrisa orgullosa en su rostro, mientras añade:

—No tienen manera de imponerlo.

—¿Jasper ha dicho algo sobre ti y Vicky?

—Nop. —Se baja de su cama, estirando sus hombros—. Pero Vic y yo no estamos saliendo en realidad, solo nos divertimos. —Se encoge de hombros y se aleja de la cama con un pequeño baile.

Quizás podría hablar con Jasper, después de calificar—si califico. Quizás estaría bien. Quizás podría...

—Espera... —Emmett pregunta desde su armario—. ¿Es por eso que no quieres estar con Bella?

—Quiero decir, no es la única razón. —Ella también tiene diecisiete años y es mi compañera de elevaciones—. Pero, sí...

—Eres un idiota.

Gruño, sentándome con los pies en el suelo y mis codos en mis muslos.

—¿Acaso no te distraes lo suficiente? ¿Al pensar en Vicky mientras hacen elevaciones? ¿Preocupándote por si la dejas caer?

—¿No? —Se ríe—. No tengo tiempo para preocuparme. No pienso, solo hago mi trabajo.

Me froto el rostro, bajando la mirada.

—Tengo el presentimiento de que te preocupas de que Bella se vaya a caer todo el tiempo, de todos modos.

Me río secamente. Él tiene razón.

—Piensas demasiado, bebé —dice con una mano en mi hombro—. Iremos a nadar al lago, ¿vienes?

—Nah... —Bella probablemente estará allí, y con mi suerte, Tyler también—. ¿No deberíamos descansar para las pruebas de mañana?

—Solo vamos a nadar... —dice, encogiéndose de hombros—. ¿Quieres que me quede? —Emmett ofrece amablemente, y sé que si fuera a aceptar, él se quedaría, pero necesito tiempo a solas para pensar.

Contengo una sonrisa, mirándolo.

—No, gracias.

—Vamos, no hemos tenido una noche de juegos en mucho tiempo. ¿GTA? ¿Black Ops? ¿FIFA? —Señala a sus audífonos en su escritorio—. Seré bueno contigo.

—Creo que pasaré la inflación del ego.

—Entonces, ¿te quedarás y le darás vueltas? —Extiende una mano en mi dirección.

—Sí —digo, estirándome hacia su mano. Tres choques de palmas, las juntamos y rodeamos los pulgares, enredamos nuestros dedos, y entonces nos soltamos y formamos un puño. Nuestro apretón de manos desde la secundaria. El baile vergonzoso que solía seguirle al choque de puños afortunadamente fue eliminado en la mitad de la secundaria.

—Muy bien. —Se aparta, tomando su toalla de camino hacia la puerta—. Como quieras.

~F~

—Hola, cielo —mamá contesta el teléfono después de un tono.

—Hola, má, ¿cómo estás?

—Todo está bien, cariño. ¿Cómo estás tú? —La escucho abrir la puerta y entonces el sonido de las llaves caer sobre la encimera. Acaba de llegar a casa.

—Estoy bien —digo y observo el techo un poco más—. ¿Ya regresó el tío Masen? —pregunto tentativamente. Él ha estado desaparecido desde que me fui a la universidad, y mi mamá tiende a cubrirlo.

—Aún no... ya sabes, a veces sus viajes son más largos de lo esperado.

—Cierto... —Decido simplemente dejarlo pasar. El negocio legal del tío Masen es ser conductor de camión de repartos, pero todos saben que él tiene otros trabajos. Trabajos que a menudo lo meten en problemas. Estoy agradecido por él, lo estoy, él nos acogió cuando mi mamá y yo nos fuimos de Denver... cuando nos encontrábamos en nuestro peor momento. Pero desde entonces, siempre he sentido que él se aprovecha de mi mamá y su amabilidad. Han pasado más de diez años, ¿por cuánto tiempo ella tiene que pagarle por habernos acogido?

—Entonces, ¿cómo va todo? —pregunta mamá, su entusiasmo evidente en su tono—. ¿Emmett está portándose bien? ¿Te estás divirtiendo al menos un poco?

—Emmett es Emmett. Las pruebas comienzan mañana.

Las pruebas. Mañana. Cielos. Mi corazón comienza a latir aceleradamente en mi pecho.

—Oh —Mamá casi canturrea—. ¿Te sientes preparado?

—Yo... me siento bien, sí. Creo que he hecho suficiente. —Probablemente podría haber hecho más.

—No te presiones demasiado, Edward. Te irá bien.

Sonrío y suspiro al teléfono. Mamá se queda en silencio por un momento. Puedo escuchar el ruido de revolveos de lo que sea que está haciendo mientras habla conmigo. Entonces, ella suspira también, mientras escucho el sonido de nuestro sofá chillón.

—¿Cómo está la situación con Bella? —Hay una pizca de diversión en su tono.

Desde el momento que mencioné a Bella por primera vez a mi mamá, no ha parado de preguntar por ella. Todo lo que dije es que somos compañeros de elevaciones, amigos, que ella me ha enseñado mucho... que ella es increíble. Mi mamá, por supuesto, escuchó algo completamente diferente. Aparentemente, ella puede notarlo con solo mi tono.

—No hay una situación. —No le cuento sobre Bella y Tyler. No le cuento sobre nada más, en realidad. Lo evado y hablo sobre nuestra secuencia de elevaciones y entonces mamá afortunadamente lo suelta.

Después de colgar, y en contra de mi mejor juicio, decido revisar el Instagram de Bella.

Allí está. La imagen de ella y Tyler. La que tomé en nuestra última práctica el viernes.

Es una foto increíble. La forma de Bella es impecable. El maldito de Tyler incluso está mirando directo a la cámara, con una sonrisa orgullosa en su rostro. Las montañas resplandecen detrás de ellos. La iluminación es perfecta. Bella está sonriendo con esa preciosa sonrisa que tiene.

Mierda, odio todo sobre esta.

Pienso en darle un corazón de manera pasivo-agresiva, pero me contengo. En cambio, miro sus otras imágenes, sus vídeos. Hasta llegar al comienzo del verano y las que ella publicó de nosotros.

La primera, con el primer plano de solo mis manos, mis brazos, sus pies y sus piernas. Tiene millones de visualizaciones y "me gusta", y hay demasiados comentarios en él que no logro desplazarme por todos ellos.

Reviso mi perfil también, para pasar el tiempo. He acumulado unos cientos de seguidores durante el verano, mayormente porque Bella me ha etiquetado en algunas de sus publicaciones. Publico varias de mis secuencias gimnásticas también, pero usualmente esos videos no reciben tanta atención, y la mayoría de los comentarios son de mi mamá, Emmett, y Bella.

Regreso a los videos de ella, reproduciendo los reels una y otra vez, hasta que mi teléfono vibra en mi mano, casi haciendo que lo deje caer.

Es un mensaje privado de Bella.

Hola, acechador ;) ~B

Escribo y borro varios saludos inadecuados cuando ella comienza a escribir otro mensaje.

Iremos a nadar. ¿Quieres venir? ~B

Gruño fuertemente. Al menos Emmett estará allí.

Me quedaré aquí. No confíes en nadie que ofrezca shots de gelatina, ¿de acuerdo? ~E

Ella comienza a escribir de inmediato.

Ja... pero, en serio, ¿te quedarás? :( también podríamos ir al gimnasio libre, ¿repasar las elevaciones para mañana? ~B

Mis dedos se sienten pesados ya que odio decepcionarla, pero no podría lidiar con otra larga noche con ella. No cuando me siento tan enrollado, tan celoso, tan...

Estoy cansado y aún dolorido de ayer. Lo siento ~E

Ella me envía un emoticón de ojos de perro, y cierro la aplicación, dejo caer el teléfono sobre mi pecho, y observo el techo un poco más.

Una vez que estoy absolutamente aburrido y con demasiada energía como para descansar, decido salir de mi cuarto sin planes en realidad, más que quizás caminar hacia mi lugar favorito en la colina.

Realmente solo debería haberme quedado adentro.

Por supuesto, cuando doy un paso afuera, veo a Bella, parada frente a su puerta media abierta, y a Tyler Crowley de pie frente a ella. De espaldas a mí. No solo lo reconozco por su pelo rapado, su tamaño, y su piel bronceada, sino que porque tiene su maldito nombre en la parte trasera de su camiseta.

Su mano se aferra al marco de la puerta de ella también. Mi sangre hierve.

Bella y yo nos miramos brevemente, y parece que ella quiere decir algo, pero me apresuro a salir del pasillo y a bajar las escaleras antes que ella tenga la oportunidad.

Me dirijo hacia el gimnasio, con desesperada necesidad de hacer algo. Afortunadamente, Jessica Stanley se encuentra allí, dispuesta a practicar elevaciones para las pruebas de mañana. Así que eso es lo que hago hasta que estoy demasiado cansado como para pensar en Bella ya.