Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es RMacaroni, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to RMacaroni. I'm only translating with her permission. ¡Ronnie, te adoro!
Capítulo 19
El lunes, recojo a Bella de su clase después de terminar con las mías. Subimos el sendero hacia lo que ahora se ha convertido en nuestro banco, con vista al campus, y le doy el brazalete que le compré. Sus ojos se agrandan mientras traza sus dedos sobre la cadena de oro rosa, y la sonrisa más hermosa aparece en su rostro cuando me mira. Dice que le encanta y besa el costado de mi rostro mientras yo intento asegurar el brazalete alrededor de su muñeca con dedos temblorosos.
Ella me besa hasta que oscurece. Hasta que las estrellas resplandecen en el cielo. Hasta que tenemos que irnos.
Ella dijo que no quería una celebración grande ya que tenemos entrenamiento los lunes por la noche y ella tiene clases temprano los martes. Vicky aún así la sorprende en su cuarto después de la práctica con muffins, de los cuales Bella sopla sus velas. Sus padres hablan con ella por videollamada, y ella me los presenta. Bueno, ella nos presenta a todos como sus amigos. Parecen ser buenas personas, apretujadas en su pantalla.
Después que ella cuelga, todos pasamos un rato más en su cuarto. Dentro de todo, llamaría exitoso al día, especialmente por la sonrisa feliz que tiene Bella cuando se queda dormida contra mi hombro.
La semana está ocupada con clases, trabajo, y entrenamiento, y ahora que la temporada de fútbol ha comenzado, también actuamos en su partido el jueves. Cuando llega el viernes, Bella y yo nos dirigimos al estudio de tatuajes después de clases. Ella parece estar un poco nerviosa, pero su diseño es pequeño y delicado —una versión minimalista de la pintura a la acuarela en su pared— así que le lleva alrededor de media hora al tipo para completarlo.
El viernes por la noche, el plan es celebrar su cumpleaños en la fiesta usual en la casa del lago. Ella dijo que es lo que quería hacer, y no me opuse. No estaba emocionado, pero es por su cumpleaños después de todo. Así que, ese sigue siendo el plan mientras la recojo por su cuarto.
—¿Vas a bailar conmigo esta noche? —Es lo que pregunta cuando abre la puerta. Ella tiene puesto un pequeño vestido rojo y tacones negros, y casi me tropiezo con mis propios pies.
—No bailo —digo, y ella sonríe.
—Dudo mucho de eso. —Se acerca más y se para de puntitas de pie para darme un beso rápido.
Deslizo mis dedos por un mechón de su cabello rizado, dejándolos cerca de su rostro luego.
—¿Cómo esperas que me comporte cuando luces así de increíble?
Hemos mantenido nuestra relación escondida del equipo, en gran parte, razón por la cual no disfruto particularmente pasar tiempo con ellos afuera del entrenamiento. Apuesto que ellos creen que hay algo, pero nadie ha mencionado nada. Bella y yo acordamos seguir diciendo que solo somos amigos cuando Jasper o la entrenadora pregunta, porque sí preguntan... todo el maldito tiempo.
—¿Debería cambiarme? —Bella se ríe suavemente, alejándose de mí, pero sujeto su muñeca con mi mano.
—Tendría problemas de todos modos. —Llevo mis labios a su muñeca antes de inspeccionar el tatuaje en su brazo—. ¿Cómo se siente?
—No tan mal. Pica un poco.
Realmente luce genial, solo un poco enrojecido y brillante por la pomada. El tipo hizo un trabajo decente. Había echado un vistazo a varios lugares en la ciudad durante la semana, y este tenía mejor reputación. Mi amigo en Fort Collins es mejor, y Bella dijo que quería ir allí para el próximo que se haga.
—¿Vamos?
Está oscuro ya mientras caminamos hacia la casa del lago. Nos tomamos de la mano durante el camino escondido hasta que llegamos a la casa, donde a regañadientes nos soltamos mientras nos dirigimos hacia la puerta.
Está lleno y ruidoso ya. Bella socializa mientras yo la sigo.
—¡Bebé! —Emmett llama desde la mesa de billar, señalándome que me acerque con una mano mientras la otra sostiene un vaso rojo. Una vez que estamos más cerca, puedo ver a Vicky a su lado, un vaso en su mano también.
Mi mirada sigue a Bella mientras las chicas se alejan, yendo afuera, hacia el barril de cerveza. Mi mandíbula se contrae cuando ella toma un vaso, y James lo llena. Giro hacia Emmett con un gruñido, mis manos aferrando la mesa de billar.
—Oye... —La mano de Emmett se encuentra en mi hombro—. Relájate. Diviértete un poco.
Respiro profundo e intento calmarme, por Bella, porque estamos celebrando su cumpleaños, y no quiero ser el que lo arruine.
—Tengo trabajo mañana por la mañana —le digo a Emmett, aunque sea solo para desahogarme—. Tenemos entrenamiento. Emborracharme y sentirme como la mierda al día siguiente simplemente no es mi idea de diversión.
—Entonces, ¿cuál es tu idea de diversión?
Me encojo de hombros, volteando para mirar a Bella de nuevo, aliviado de encontrarla regresando ya al interior con Vicky.
—Sé que no bebes por lo de tu papá y toda esa mierda que sucedió... —Emmett le da un apretón a mi hombro cuando volteo a mirarlo—. Y lo entiendo, lo hago. Pero... estamos en la universidad. Es un rito de paso. Deja que se divierta.
Mi atención cambia a Bella mientras las dos chicas se paran frente a nosotros. Ella me mira con timidez, girando el vaso en sus manos.
—Es solo cerveza —dice suavemente, bajando la mirada, y su repentina conducta apagada me hace pedazos. Lo odio. Por supuesto, deseo que ella no bebiera, pero lo último que quiero es ser otra persona que le dice a Bella lo que puede o no puede hacer. Quiero que ella se sienta libre conmigo. Que se divierta. Con seguridad, por supuesto. Y estaré allí para asegurarme de que eso suceda.
—Oye, está bien... —Deslizo un dedo por su brazo, sonriéndole cuando ella levanta la mirada para remarcar mi punto—. Mientras que no sean shots de gelatina verde.
Ella sonríe entonces, radiante y hermosamente, haciéndome desear sus labios en los míos. Toma un sorbo de su vaso, una ceja arqueada y su mirada en mí, y asiento en aliento, inclinándome contra la mesa de billar en apoyo.
Bella bebe lentamente, y estoy contento. Ella hace durar esa cerveza por un largo tiempo, tomando un sorbo cada cierto tiempo. Parece estar divirtiéndose, lo cual me hace feliz. Ella baila con Vicky frente a nosotros. Ríe con Emmett cuando comienza sus movimientos de robot. Sus ojos siguen encontrándome en todo momento.
La casa se llena cada vez más, la música es cada vez más alta, hasta que puedo sentir las vibraciones en mi estómago cuando Bella me jala hacia la sala donde las luces están atenuadas y todos bailan al ritmo de música electrónica.
No he bebido ni una sola gota de alcohol, pero estoy ebrio de Bella.
Sus ojos se cierran. Sus brazos se elevan por encima de su cabeza mientras baila frente a mí con dicha absoluta. También bailo, supongo que podrías decir. Me muevo, incómodamente, de lado a lado con mis manos en sus caderas.
Cuando la canción termina, la guío hacia la cocina, esperando encontrar un poco de agua para ella. En cambio, encontramos a Emmett y a Vicky. Vicky está sentada en la isla de la cocina; Emmett entre sus piernas, sus ojos desenfocados me dicen que ya está ebrio.
—¡Mira lo que encontré! —dice Vicky, levantando una botella de líquido dorado en una mano y vasos de shot entre los dedos de la otra. Vicky señala con su cabeza para que Bella se ubique junto a ella. Me tenso cuando noto el salero y los gajos de lima del otro lado de Vicky.
Bella se sienta sobre la isla junto a Vicky, mientras Emmett torpemente vierte tequila en los vasos. Vicky nos mira mientras vierte sal en su mano, entre su pulgar y su índice, y entonces toma un shot y un gajo de lima. Emmett toma el salero y hace a un lado el cabello salvaje de Vicky, besa su cuello, y vierte sal sobre el lugar después. Entonces, lame la sal de ella, tomando su shot mientras ella bebe el suyo también. Ambos estrellan sus labios contra los del otro después de chupar sus limas.
Mis rodillas se sienten débiles cuando la mirada de Bella encuentra la mía. Hay emoción en sus ojos. Curiosidad. Deseo. Necesidad.
Mierda, quiero lamer su cuello.
Creo que ella también quiere que lo haga.
Me ubica entre sus piernas mientras Emmett y Vicky se besan ruidosamente a nuestro lado. Echo un vistazo a nuestro alrededor; hay muchas personas en la cocina, pero a Bella no parece importarle. Nadie realmente está prestándonos atención.
—¿Y? —pregunta Vicky, llamando nuestra atención de regreso a ella y empujando dos shots hacia nosotros.
—Vic... —Emmett intenta detenerla, mascullando algo contra su cuello.
—Sin presiones. —Vicky levanta una mano como si dándose por vencida, mirándome antes de volver a Emmett.
Bella echa un vistazo entre los shots y yo, su labio atrapado entre sus dientes.
Exhalo, acercándome más a ella.
—¿Realmente quieres que hago esto?
Ella asiente enfáticamente, y entonces inclina su cabeza, exponiendo su cuello para mí.
Mierda.
No pienses, solo hazlo.
Se retuerce un poco cuando beso su cuello, humedeciéndose la piel antes de vertir sal en ella. Me tiende un shot, tomando el suyo también. Sus ojos me observan en todo momento. Termina rápidamente. El líquido arde al bajar por mi garganta. Ella tose. Nos reímos. Casi me ahogo.
—¡Mierda, eso fue horrible! —Presiono mis manos sobre mis ojos, quitando las lágrimas que se escaparon mientras tosía. Bella sigue riéndose mientras me jala hacia ella, sus labios colisionan con los míos, sus manos en mi cabello, sus pies cruzados alrededor de mis caderas, y me jala hacia ella.
Ella sabe a sal, ácido, y diversión—lo único bueno de ese shot.
—Todos están aquí —mascullo contra sus labios mientras me besa, preocupado de que nos estemos exponiendo, pero sin importarme lo suficiente para apartarme.
—No me importa —dice, rompiendo el beso y apartándose para mirarme con ojos que me tragan por completo.
—Quiero que le digas a tus padres que soy tu novio —suelto antes de que pueda detenerme—. Quiero decir... Eh... —Intento respirar profundo, sacudiendo la cabeza, sintiéndome valiente.
No hemos discutido realmente sobre títulos, pero la idea no ha abandonado mi mente desde que ella me los presentó como su amigo. Cierro mis manos alrededor de su cintura, jalándola hacia mí.
—Ya no quiero esconderme.
Después que las palabras abandonan mi boca, me siento parcialmente aliviado, pero el temor lentamente me llena. ¿Estoy siendo egoísta? ¿Es demasiado pronto? Solo hemos estado juntos un mes. Pero mierda, quiero sostener su mano sin preocuparme de que alguien pueda vernos. Quiero besarla cuando la recojo de clases. Quiero...
Antes que pueda pensarlo de más por más tiempo, Bella se aparta suavemente, y sus manos se mueven de mi cuello para sostener mi mandíbula. La sonrisa gigante que se estira en su rostro después me deja sin aliento, y entonces, asiente.
—Está bien.
