Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es RMacaroni, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to RMacaroni. I'm only translating with her permission. ¡Ronnie, te adoro!
Capítulo 35
Tengo puesto una camisa de mangas cortas y pantalones caqui que Bella escogió para mí para nuestra cena con sus padres. Ella tiene puesto un vestido blanco. Emmett se rio porque íbamos combinados, o que ella me hizo combinar, pero le dije que cerrara la boca.
Me encuentro verdaderamente nervioso, y Emmett me lo hace notar, diciéndome que me relaje.
Normalmente, le caigo bien a los padres. Es decir, a los padres de mis amigos. Pero los de Bella, no puedo leer muy bien. Al parecer, Phil me la tiene jurada. Pero no puedo culparlo. Supongo que es sobreprotector con ella. Y Renée… si hace otro comentario sobre el tamaño o la talla de Bella, perderé la paciencia.
He estado tan preocupado con que les agrade, que nunca consideré la posibilidad de que ellos no me agraden.
Phil aparca frente a los dormitorios en el último modelo de camioneta Tesla, toda blanca con detalles y bordes negros. Uno rentado, asumo. Las puertas del asiento trasero se abren al estilo Volver al Futuro, y dentro, el coche está equipado con asientos de cuero blanco.
El coche es demasiado. Como ellos. Me siento fuera de lugar de inmediato.
Bella sostiene mi mano mientras nos ubicamos en el asiento trasero, y después de unos saludos rápidos, nos quedamos en silencio mientras Phil sale del campus a toda velocidad.
—Y bien, Edward —comienza Phil, echándome un vistazo por encima de su hombro—. ¿Qué hace tu papá?
—¡Papá, vamos! —Bella salta entre los asientos antes de que pueda contestar—. Te dije.
—Oh, cierto… —Phil finge mirarme con arrepentimiento, mientras Bella vuelve a sentarse—. Lo olvidé. Mala mía.
—Está todo bien —digo, manteniendo la voz firme—. Mi papá no está en mi vida. Mi mamá es camarera —añado, solo para quitarlo del medio.
—Fui camarera en esa cafetería de Forks —comenta Renée, volteando en su asiento para mirarnos, dedicándome una sonrisa amigable—. Probablemente ni siquiera lo recuerdes, Bella.
—¿La de temática de los cincuenta? —pregunta Bella, buscando mi mano—. He visto fotos.
—¡Esa misma! —La sonrisa de Renée se agranda—. Odiaba el lugar, pero podía vestir unos uniformes adorables y pequeños. Tenía cintura para eso, en ese entonces. Saben lo que dicen, que las hijas te roban la belleza, es completamente real —dice, como si fuera un chiste, mirándome.
Antes que pueda tratar de decir algo, Bella cambia de tema de vuelta a mi mamá.
—Bueno, la mamá de Edward, Elizabeth, también es artista en su tiempo libre. —Bella enlaza sus dedos con los míos, y cuando volteo hacia ella, me sonríe, al parecer no molesta con los comentarios de su madre—. Ella pinta con acrílicos y óleos —continua.
Phil resopla, y cuando lo miro, me está observando fijamente a través del espejo retrovisor. Mi estómago da un vuelco porque quizás Bella acaba de delatarse y ahora Phil se está preguntando cuándo Bella conoció a mi mamá.
—Edward me ha mostrado algunas fotos —explica Bella, al parecer sintiendo mi pánico. Sus dedos aprietan los míos, diciéndome que me relaje—. Ella es muy buena.
—Bella también pinta. —Renée añade comillas en el aire con sus dedos—. Pero, afortunadamente se mantendrá en la animación y conseguirá un título rentable.
De acuerdo, entonces los dos son unos imbéciles.
—Los dibujos y las pinturas de Bella son de verdad increíbles. —No puedo evitar decir, a pesar que Bella articula que está bien. Ellos pueden decir lo que sea sobre mí, y lo tomaré, respetuosamente, pero no me sentaré aquí y escucharé en silencio a su mamá menospreciarla—. ¡Ella incluso ganó la competencia de arte de primavera del parque, con un pequeño y rápido dibujo que hizo entre sesiones de elevaciones!
—Edward —Bella susurra a mi lado, sus dedos intensificando su agarre alrededor de los míos.
—Fue mencionado en el periódico —añado orgullosamente mientras Bella me fulmina con la mirada.
Ninguno de los dos dice nada. Ni la felicitan. Ni la alientan. Renée voltea la cabeza hacia el frente de nuevo, y la mirada de Phil se mueve entre Bella y yo a través del espejo. Mis palabras mueren en el aire mientras miro por la ventana, furioso y frustrado.
No sé cómo pensé que serían los padres de Bella, pero ni en un millón de años los hubiera imaginado así. Claro, sabía que tenían dinero, y eso está bien. Pero son groseros. No apoyan a Bella. O lo que quiere o le gusta hacer. Son superficiales. Vanidosos. Con apariencias falsas y el coche rentado elegante. Cadenas de oro, rellenos en los labios, y bronceados falsos.
Bella es la persona más genuina y sensata que conozco. Me desconcierta por completo cómo ella resultó ser como es.
Desafortunadamente, las cosas van de mal a peor en el restaurante.
Me siento junto a Bella, con Renée a su lado, y Phil frente a mí.
Apenas echamos un vistazo a los menús cuando Phil saca un iPad, con un lápiz Apple en mano, y comienza a revisar los próximos compromisos de Bella. Bella y su mamá piden ensaladas, para acompañar con nada más, y cuando la camarera pregunta por los aderezos, Renée tiene una rabieta por la elección de Bella de salsa ranchera—algo sobre duplicar las calorías del plato.
Es una ensalada, por Dios santo. Incluso si duplica las calorías, no serían suficientes.
Mi sangre hierve. Me muerdo el interior de mis mejillas. Pido ravioles de carne, y Phil, logrando no ser extremadamente grosero con la camarera, pide el bife.
—¿Cómo fue la dieta de la sandía? —pregunta Renée, y me tenso. Los ojos de Bella se agrandan brevemente antes de girar hacia su mamá. La atención de Phil sigue en su iPad.
—Fue bien —Bella dice suavemente, sus ojos echándome un vistazo, suplicantes.
—Te traje yaca. Cómelo en el desayuno, y te mantendrá llena durante el resto del día —dice Renée, colocando una mano sobre la de Bella en la mesa.
—Eso no es saludable —digo, y tres pares de ojos giran hacia mí.
—¿Mmm? —Renée parece confundida, Bella está negando con la cabeza en mi dirección, probablemente queriendo que me mantenga apartado del tema, mientras que Phil… Phil simplemente me mira con diversión.
—No sería suficiente para mantener a nadie lleno, especialmente una atleta con un estilo de vida físico tan arduo.
—Oh, cielo. —Renée le resta importancia—. Fui una animadora en mis tiempos. Confía en mí. Mientras más delgada, mejor.
—Bueno, puede que ese haya sido el estándar poco saludable en ese entonces, pero no ahora. —Tomo un pedazo de pan del cesto sin tocar frente a nosotros, dándole un mordisco—. Las acrobacias que hacemos ahora son muy complejas. Las voladoras necesitan la misma cantidad de fuerza, o más, que las bases. Fuerza. Músculo.
Mastico y trago, mi mirada aún en Renée mientras ella me mira boquiabierta.
—Eso requiere de una adecuada nutrición y alimentación —continuo—. Bella es una atleta increíblemente fuerte que necesita alimentarse como tal.
Cuando finalmente volteo hacia Bella, me está mirando, sus ojos llenos de lágrimas.
Mierda.
¿La cagué? ¿Debería haberme quedado callado?
No puedo quedarme callado con esto.
No cuando su mamá está dando consejos potencialmente peligrosos sobre la relación ya frágil de Bella con la comida.
Respiro profundo e intento contenerme porque lo último que quiero es poner a Bella en una situación incómoda. Y quizás debería haberlo mencionado de una manera diferente, lo cual me hace retroceder rápidamente.
—Lo siento —le digo a Bella—. Solo digo que esas dietas locas no funcionan. —Finjo reír, para restarle importancia, volteando hacia Renée con mi mejor intento de sonríe aunque duela—. Son poco saludables y potencialmente peligrosas.
—Agh… suenas como Rosalie. —Renée toma un sorbo de su té helado sin azúcar mientras mis ojos imploran perdón a Bella.
—Al menos, eso es lo que hemos aprendido en nuestra clase de introducción a la nutrición. —Estiro una mano hacia la pierna de Bella bajo la mesa, gentilmente frotando mi mano allí—. ¿Cierto? —Mi atención se encuentra en Bella mientras asiente suavemente, pero entonces ella continúa apartando los ingredientes secos de su ensalada alrededor de su plato, al parecer más y más pequeña en su asiento.
—Bien… —dice Phil, completamente inmutado por el tema previo y pasando al siguiente—. Tenemos la sesión de fotos y el comercial mañana. Entonces, dejaré que Rosalie te tenga hasta el campeonato, así puedes concentrarte en eso. Después de Daytona, tendremos otra sesión de fotos, y luego volverás aquí para los exámenes finales y para cerrar el semestre.
Bella no dice nada. Ella bebe un sorbo de su agua y asiente con la cabeza en acuerdo. Phil corta su bife, llevando un pedazo a su boca y bajándolo con su cerveza.
—Ahora, Rosalie quiere que vuelvas para su campamento de verano a finales de junio. Aún estamos discutiendo tu tarifa. Como ya no serás una estudiante de primer año, creo que se te debería pagar por ayudarla a entrenar a sus novatos.
—Se trata de fomentar el espíritu del equipo también —dice Bella suavemente—. Me gustaría estar aquí para eso.
—Sí, bueno… —Phil resopla, cortando otro trozo de bife—. Sigue siendo parte de nuestro acuerdo de todos modos.
No sé a qué acuerdo se refiere, pero francamente no importa. Siempre supe que había algo más con lo de "dejar" que Bella viniera a Summit. Por lo que parece, no creo que Bella haya podido decir mucho.
Bella encuentra mi mano y le da un apretón bajo la mesa. El verano se encuentra a solo un par de meses, y entonces estaremos de vuelta aquí, comenzando el campamento de verano, así como el año pasado, solo que esta vez, juntos.
Mis esperanzas de tener un tiempo juntos a solas con Bella, después de Daytona y antes de que comience el entrenamiento, se van al diablo cuando Phil revela sus próximos planes.
—Mayo y junio —comienza—. Tendrás que hablar con Charlie, pero ahora que tienes dieciocho, no tienes que ir a Forks. Es entonces que redoblamos nuestra estrategia. Tendremos la nueva línea de uniformes lista para ese entonces. Estoy pensando en clínicas de elevaciones y entrenamientos especiales por toda la nación. —Phil navega por su iPad, mostrando la pantalla a Bella—. Grabaremos todo para publicar en el canal pero también para finalmente conseguir la docuserie para Netflix. Tengo varias universidades y equipos All Star listos.
Dejo de escuchar porque, mierda, suena a que es mucho, y aunque ella menciona contratar un equipo de bases para el tour, estaría sorprendido si sus planes me incluyen. E incluso si lo hicieran, esperaba realmente descansar este verano, recargar las energías, mental… y físicamente.
Siento que Bella también necesita eso.
Bella aprieta mi mano de nuevo, echándome un vistazo rápido, y creo que no soy tan bueno manteniendo mi expresión serena porque su rostro sutilmente cambia al ver el mío.
Lo repito en mi mente durante el resto de la cena. Convenciéndome de que está bien si Bella va a ese tour de verano. Si eso es lo que ella quiere. Si eso la hará feliz. Yo iré a Fort Collins y ayudaré a mi mamá un poco, agendaré varias clases, hasta que sea hora de regresar. Será horrible estar separados por tanto tiempo, pero luego estaremos juntos cuando comience el campamento de entrenamiento.
Phil se encarga de la cuenta, y lucho contra la urgencia de revisar cuánta propina le dio a la camarera que ha estado nerviosa y llena de disculpas todo el tiempo que hemos estado aquí. Bella se disculpa para ir al baño con su mamá siguiéndola mientras todos abandonamos la mesa, lo cual me deja a solas con Phil mientras buscamos el coche.
Phil le da una gran descripción al aparcacoches y entonces gira hacia mí, echando un vistazo detrás de mí antes de esbozar una sonrisa engreída.
—Bella está en camino de lograr cosas increíbles —comienza—. Cosas por las que ella ha estado trabajando duro toda su vida.
—Lo sé, señor. Ella es increíble.
Su risa es falsa, como el cabello que ha sido implantado en su cuero cabelludo.
—No dejaremos que algo se interponga en el camino para que alcance su verdadero potencial. —Se acerca a mí, bajando su tono—. Yo no permitiré que nada, ni nadie, se meta en el camino.
—No intento estar en el camino —digo con honestidad, y un poco decepcionado, porque ¿qué más se supone que debo decir? ¿Que creo que son excesivamente controladores? ¿Que pienso que ellos explotan a Bella y a su talento para su propio beneficio? ¿Que pienso que ellos deberían irse a la mierda y dejar que Bella viva su vida y haga lo que sea que ella quiera hacer?—. Solo quiero que ella sea feliz. —Es lo que digo en cambio.
—Bien —dice Phil, dándole un apretón a mi hombro—. También deberías querer que yo sea feliz, entonces. —Su comportamiento cambia ni bien Bella y su madre aparecen detrás de mí, y él deja caer su mano de mi hombro con una palmada y una sonrisa.
Lo suelto y abro la puerta para Bella, subiéndome detrás de ella, ansiando que ellos se vayan y tenga la oportunidad de hablar con Bella.
~F~
—¿Estás bien? —pregunta Bella mientras sus padres se retiran, habiéndonos dejado en los dormitorios.
Asiento y le sonrío, llevando su cabello por detrás de sus orejas.
—¿Y tú?
Se abraza a sí misma mientras la brisa nocturna sopla su cabello sobre sus hombros. Levanto la mirada hacia el cielo despejado, la luna a la vista, tan brillante que puede que ni siquiera necesitemos linternas para llegar a la colina.
—¿Quieres dar un paseo conmigo?
—¿A nuestro banco? —Me mira, sus ojos brillantes con la luna reflejándose en ellos.
Caminamos tomados de la mano y mayormente en silencio, ambos perdidos en nuestros pensamientos. Me pregunto qué pasa por su mente, cómo cree que fue la cena.
Llegamos al banco y nos sentamos al lado del otro. Las montañas que rodean nuestro campus son siluetas negras, sus cimas resaltando a la luz de la luna. La luna, impresionantemente grande, flota justo frente a nosotros.
Es todo un espectáculo.
Rodeo mi brazo alrededor de Bella mientras ella se estremece un poco bajo la brisa, a pesar que es una noche atípicamente cálida para marzo.
—¿Ves el conejo? —pregunta Bella de repente.
—¿Qué conejo? —Todo lo que veo es ella.
—El conejo en la luna. —Ella gira hacia mí con diversión, como si fuera obvio.
—No hay un conejo. —Me río porque soy inútil cuando se trata de ella.
—¿Ves? —Sostiene mi mentón en sus dedos y gira mi rostro hacia el cielo y la luna—. Está mirando al frente. —Señala con sus manos—. Puedes ver las orejas y la cabeza. Creo que la cabeza es el mar de la tranquilidad, o serenidad? Donde aterrizó el Apolo Once. Y las orejas son dos de las otras. Nectaris y Fecundidad, creo. El cuerpo y la cola se vuelven un poco borrosos.
—Oh… —Le sigo la corriente, a pesar que no lo veo en realidad.
—No lo ves, ¿o no? —Se ríe y no puedo evitar unirme a ella.
Levanta sus pies sobre el banco, envolviendo sus rodillas con un brazo y acurrucándose bajo mi brazo.
—Hablaré con mi papá sobre el tour de verano —comienza, sus ojos en los míos—. Podemos meterte y asegurarme que seas pagado también. ¿Podría ser divertido? —Sonríe, con esperanza—. ¿Viajar en autobús por todos los estados?
Puede que esté proyectando mis sentimientos en ella, pero no parece estar emocionada al respecto, ni siquiera un poco. Luce exhausta. Su expresión se cae un poco más mientras inspecciona la mía.
—Será mucho mejor si vienes —dice, su tono lleno de decepción.
—Bella, ¿acaso quieres ir?
—Es una buena oportunidad. Debería hacerlo.
—Eso no es lo que estoy preguntando.
Ella suspira, bajando la mirada y apoyando su barbilla en sus rodillas.
—¿Qué te gustaría hacer este verano? —pregunto suavemente, pasando una mano por su cabello—. Si pudieras hacer lo que sea. Cualquier cosa. ¿Qué harías?
—Dormir —dice con una risita—. Quizás ir a la playa. Una playa de verdad —añade, echándome un vistazo—. No una laguna. Una con palmeras donde hace calor y podamos acostarnos en la arena todo el día.
—¿Te quieres chamuscar bajo el sol? —bromeo mientras la abrazo.
—Llevaría un sombrero. Y protector solar —responde—. Para ti, más que nada.
La abrazo mientras ella respira profundamente, mirando a la luna de nuevo.
—O me gustaría visitar a Charlie. Forks no es tan malo en el verano y él es divertido y tranquilo. Él nos llevaría a pesar en el arroyo. Es relajante, y tengo mucho tiempo para pintar cuando estoy allí.
—Iría a Forks contigo.
—¿Qué tal París? —dice, justo cuando creí que había terminado—. Jamás he ido. Me gustaría ir al Louvre. Una de esas adorables cafeterías que se ven en las películas. Colocar un caballete y pintar en un parque. Hacer elevaciones frente a la Torre Eiffel. Creo que me quedaría bien una boina.
—Seguro que sí. —Mi corazón duele porque quiero darle todo eso. Mi mente comienza a pensar en los números y lo que podríamos hacer este verano. Podríamos viajar barato. Podríamos ahorrar y agendar más sesiones en las próximas semanas. Podría…
—Pero no puedo —dice, interrumpiendo mis pensamientos—. Tengo que ir a ese tour.
—¿Realmente tienes que hacerlo?
Ella se encoge de hombros, esquivando mi mirada.
—No quieres ir —dice, esquivando mi pregunta.
—No es que no quiera ir. Iría contigo si eso es lo que realmente quieres. Pero, para ser honesto, estoy exhausto, Bella. Estoy cansado de estar exhausto todo el tiempo. Estoy aguantando porque Daytona se encuentra cerca, y no me detendré ahora, pero ¿después de Daytona? —Cierro los dedos bajo su barbilla, haciendo que me mire—. Mierda, sí, me gustaría un descanso después de Daytona. Un respiro. Contigo. Podríamos ir a Forks, o a la playa, o donde sea que quieras.
—No vamos a estar ocupados todos los días del tour, ¿creo?
—Bella. —Suspiro—. ¿No sientes que necesitas un descanso también?
—Sí. —Sus ojos se llenan de lágrimas, rompiéndome en dos—. Pero tengo dieciocho años. Este es el comienzo de mi carrera como adulta. Conseguir un acuerdo con Netflix sería enorme. Sería un antes y un después. No creo que deba dejar pasar esta oportunidad. A pesar de lo cansada que estoy, puedo aguantar. —Sus palabras dicen una cosa, pero su semblante dice algo completamente diferente. Las lágrimas ahora caen por sus mejillas, su barbilla tiembla, mientras abraza sus piernas. Ella luce tan pequeña.
—Habrá otras oportunidades, Swan. —Envuelvo mis brazos a su alrededor y la llevo hacia mi regazo—. Estoy preocupado por ti, de que estés haciendo mucho. —Mis susurros caen en su cabello mientras ella niega con la cabeza y suelta sollozos contra mi cuello—. Honestamente, si esto es lo que realmente quieres, lo que sueñas, entonces iré contigo. O me quedaré y tú irás, y haremos que funcione. No quiero ser el que te aparte de la vida que quieres, pero necesitas decirme si eso es lo que realmente quieres.
Ella parece pensar en ello por un momento, y su llanto cesa. Entonces, levanta la cabeza de mi cuello, mirándome.
—No me estás reteniendo, pero esta vida… es lo que siempre creí que haría —dice suavemente—. Es quien siempre creí que sería.
—Pero eso es diferente.
Ella voltea hacia las montañas de nuevo y respira profundamente. Entonces, asiente con determinación, secando las lágrimas con una mano.
—Hablaré con Phil. —Gira hacia mí con pestañas mojadas y una mirada llena de esperanza—. Intentaré zafarme.
Exhalo con alivio.
—¿Estás segura?
—Sí… —Sus labios finalmente se estiran en una sonrisa real—. No quiero pasar mi verano en gimnasios sudorosos repasando las elevaciones básicas una y otra vez. Tienes razón. Estoy cansada. Me agotaré de esta forma.
Beso el costado de su rostro, abrazándola.
—Pero, luego vendrás a Forks conmigo —añade con un tono gracioso—. E iremos a la playa, mi chico de Colorado.
—Iré a la playa contigo —acepto con un beso—. Me llenaré de arena en cada orificio, solo por ti.
Ella se ríe contra mis labios, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. La beso bajo la luz de la luna, perdiéndome en ella y en nuestros nuevos planes de verano.
Ayer publiqué video en el grupo de como es una presentación de rutina antes de Daytona. Por si tienen curiosidad. Cuando llegue el momento les compartiré como se ve en la competencia.
Gracias por leer :)
