Castillo Edo, cuarto real de gobierno.

En el cuarto grande de tatami que por cierto era el cuarto real donde la nueva shogun estaba gobernando Edo, estaban dentro de la cortina lo que parecía ser un televisor de los pequeños de pantalla plana (Técnicamente los televisores de bajo precio y no eran pantallas planas), una especie de DVD y un micrófono.

Una chica pelirrosa de cabellera larga y dos coletas hasta los hombros tenía el micrófono en la mano mientras sus dos gatos mascotas, uno blanco y una gata negra estaban a su lado como siempre lo hacían. La joven reina estaba usando lo que podía la prayera de un equipo de futbol, una amarilla con los hombros, brazos y cuello pintados de azul puro y una sudadera deportiva de color azul.

Yoshimune miraba la lista de canciones que estaba en el televisor y eligió una que le pareció muy interesante mientras que Sukehachi y Osono estaban preparados ya que ellos debían acompañar como voces a su reina.

La cortina se abrió dando con la princesa y dos grandes secuaces mientras los presentes eran los demás gatos mágicos del palacio los cuales estaban expectantes ante la gran voz de su señora.

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TACHIAGARIYO- T-PISTONZ

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STAND UP! STAND UP! Tachiagariyo!

Inazuma CHALLENGER

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Don soko yowaki wo PUNCHING

(Miau, Miau)

Tonchi wo kika sete SLIDING

(Miau, Miau)

Doronko mamirega isama shiku hikaru ze!

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Donyoku CHALLENGER seishin

(Miau,Miau)

Don't cry! Megezuni FIGHTING

(Miau, Miau)

Kuyashii kimochi mo POWER ni kae youze

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Ase kaki beso kaki yume sodachi
Nekko ha MAGMA inazuma shiki
Kizu darakeno zassou samurai
Mitame onboro nakami honebuto

(¡MIAU!)

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STAND UP! STAND UP! Tachiagariyo!
Yuuki no SYMBOL inazuma MARK

STAND UP! STAND UP! Tachiagariyo!
Kakage you shouri no FLAG wo

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STAND UP! STAND UP! Tachiagariyo!
Inazuma ELEVEN

Inazuma

(¡MIAU MIAU!)

Inazuma HERO!

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Los gatos mágicos que estaban presentes en el gran cuarto de gobierno empezaron a aplaudir, silbar y alabar con sus maullidos hacia la pelirrosa la cual estaba agradeciendo a sus espectadores aunque la dicha no duró mucho ya que un hombre de sombrero, bigote y traje de mayordomo hacía acto de presencia.

-Tío Goroza, ¿Acaso pasó algo?

-¡Sí, princesa Nikko!- Respondió el asesor real que parecía estar exaltado como si hubiera visto lo peor- ¡Algo horrible pasó en la ciudad Inazuma!

(...)

En la sala real...

Yoshimune estaba sentada en un sofá grande junto con un gran número de gatos mágicos mientras Gorozaemon Kano estaba prendiendo el televisor dando con las imágenes de una ciudad Inazuma la cual estaba hecha un caos total. Carros y personas protagonizando trancones monumentales, histeria colectiva a niveles altos y la peor parte que jamás creyó ver pero estaba viendo.

Las palabras de la presentadora de última hora confirmaban lo que estaba sintiendo en estos momentos.

-Les informamos sobre el incendio que está ocurriendo en la preparatoria Raimon, en la ciudad Inazuma. Los testigos dicen que un grupo de encapuchados, posiblemente grupos de hinchas de otros institutos comenzaron con el siniestro. Se cree que los motivos son retaliaciones por parte de otros equipos del distrito. En estos momentos, la policía está iniciando una investigación con tal de averiguar y dar con los responsables de esta tragedia que azota al Instituto Raimon.

-Tío Goroza... ¿Entonces hay un incendio en Inazuma?

-Por supuesto, princesa Nikko- Respondió el mayordomo- Tal parece que el fuego es tan grande que la escuela será consumida a lo largo del día. Si esto continúa, Inazuma tendrá graves problemas.

-Muchas personas quedaron dentro de ese incendio.- La pelirrosa veía con total tristeza cuando el edificio principal de la escuela ya estaba literalmente encendida en una que otra parte- ¿Quienes son los bomberos encargados?

-Los bomberos del Clan Tamaki pero al ser un incendio en grande y con muchos demonios surgiendo de él, se pidieron a todos los grupos y cuerpos de bomberos del Área Limítrofe (Los tres distritos Tamaki) que fueran a atender la emergencia incluyendo a Nikogoro y al Nikogumi.

-Ya veo...

Había pasado un mes cuando Yoshimune comenzó a gobernar como shogún y ya de repente, en uno de los tres distritos que correspondían al Área Limítrofe de Tamaki (Que comprendían los distritos de Tamaki, Inazuma y Mujina), un incendio más una serie de delitos y ataques ocurrían en la ciudad Inazuma. Desde los tiempos de su abuelo, el señor rey Ieyasu hasta la hoy quienes protegían a Edo de los incendios, eran los bomberos del clan que gobernaba el distrito respectivo.

El Clan Tamaki gobernaba los tres distritos y por lo tanto, los bomberos de su clan debían atender las emergencias. Todavía no existía una organización contra incendios en Edo.

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Distrito Inazuma

Durante el incendio de la escuela Raimon

Los bomberos de los tres distritos fueron a la escuela la cual ya estaba empezando a consumirse por las llamas debido a que el incendio era muy grande, el edificio principal comenzaba a ser mayoritariamente afectado y para colmo muchos demonios surgían del gran siniestro un gran número de demonios. Un grupo de efectivos estaba alrededor del incendio mientras alistaban mangueras y hasta tanques para apagar el incendio como a los demonios que surgían de los incendios.

Otro gran grupo fue a las instalaciones para ver y buscar si había personas dentro del siniestro como también enfrentarse contra los demonios que surgían de las llamas. Uno de tantos grupos de bomberos que estaban a la zona del ataque era el Nikogumi, cuerpo de bomberos del barrio Megumi, en el distrito amigo de Mujina. Los bomberos liderados por Nikogoro estaban a la entrada de la escuela mientras estacionaban su viejo camión rojo a la entrada de la escuela.

Con Nico estaban tres bastiones de su cuerpo los cuales dos de ellos se presentaron, Genzo y Suneo. El tercer bombero que lo acompañaba era una chica castaña, de cabello corto y una bandana roja sobre la cabeza.

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Miembro del Nikogumi

Katsu

Apariencia parecida a la de Sanae Nakazawa o Patty de Super Campeones

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Los tres jóvenes bomberos y su mentora estaban a las afueras del lugar mientras veían el voraz incendio a la par que Endo y demás miembros del equipo de fútbol vinieron a presenciar el desastre.

Natsumi:- No puedo creerlo

Endo: -¿Que le pasó a nuestra escuela?

Someoka: -Que desastre...

-Nikogoro, Endo, ¿Son ustedes?- Una voz se hizo escuchar a lo que el Nikogumi y los Super Once fueron a ver quien era, era un hombre de entre 40 y 50 años, de cabello canoso y algo gordo que era tenido por una chica pelinegra de entre uno 18 y 20 años, ojos mieles, frente algo descubierta y superaba los 1,60, como también superando a Nikogoro.

La joven usaba la indumentaria propia de los bomberos, chaqueta impermeable blanca con detalles dorados y pantalones tácticos negros, vendas en los tobillos y zapatos ninjas negros con los dedos descubiertos.

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Director de la escuela Raimon

Suguru Fuyukai

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Miembro de la unidad móvil de Bomberos Spica

Yaya Nanto

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-Señor director...- Endo fue hacia el hombre el cual estaba siendo atendido por la hikeshi que lo sostenía.

-Me da mucho gusto verte, Endo.

-¿Qué le pasó a nuestra escuela?

El pobre hombre bajó la cabeza mientras apretaba los dientes.

-Yakuzas...

-¿Qué?- Tanto el capitán como sus demás compañeros quedaron boquiabiertos- ¿Dice que un grupo yakuza quemó nuestra escuela?

-Como lo oyes, fueron yakuzas, ellos quemaron nuestra escuela.

El pobre Endo no evitó sentirse afligido por lo que estaba sucediendo, festejaban algo sumamente histórico para ellos y ahora cuando hacían su entrada triunfal, justamente su escuela fue incendiada por delincuentes.

-Imposible, debe ser una broma.

En eso otro pequeño grupo de bomberos llevaba en camilla a dos personas, también personas mayores de 40. El primer hombre en camilla era un hombre bastante corpulento y de un bigote blanco. Su uniforme era similar al uniforme de un conserje, y también usa una gorra granate. Tenía una nariz grande y redonda.

El último era un hombre de unos 50 años con cabello gris corto, piel clara, estatura alta y hombros anchos.

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Conserje de la escuela Raimon

Tomohisa Furukabu

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Sirviente de la familia Raimon

Yojimbo de Natsumi Raimon

Manabu Batora

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Aparte de los dos hombres mayores estaban una cantidad de personas, algunos estudiantes como profesores estaban siendo atendidos por otros miembros de una unidad hikeshi de entre tantas que habían llegado a apagar el incendio. Algunos de los miembros del club de fútbol decidieron ayudar a los sobrevivientes mientras Handa se reunió con sus compañeros. Ya a menos de unos dos o tres minutos, los bomberos alistaron sus mangueras o sus conjuros de agua y lanzaron contra las llamas con tal de apagarlas.

Las gerentes se horrorizaron a ver que algunos de ellos recibieron cuchilladas lo que generó algo de incertidumbre en la unidad Nikogumi.

-Dios mío, ¿Que les pasó?

-¿Quienes les hicieron esto?

-¿Se encuentran bien?

-¡Resistan por favor!

Natsumi fue hacia donde estaba su sirviente como guardaespaldas el cual estaba herido más no de gravedad.

-¡Batora!

-Natsumi-sama... Eran muchos yakuza... Hice todo lo posible para enfrentarme con esos sujetos... Pero me hirieron aunque no se si sea grave- El hombre cerró los ojos en señal de decepción- Lamento mucho si la decepcioné.

Hibiki, el rojuu local fue con su viejo amigo Furukabu quien era el conserje.

-Furukabu, ¿Tú también?

-Ah, eres tú, Hibiki. Quería enfrentarme contra esos yakuzas pero no pude hacer nada.- Dibujó una sonrisa grande admitiendo la vergüenza- Solo hice el ridículo. Lo siento.

-Sobre esos yakuzas, ¿Sabes quienes son o identificaste a uno de ellos?

-Creo que uno de ellos se llamaba el Hombre Fuego.

-¿El Hombre Fuego?

-Sí. Era como un muchacho de gorra blanca y era rubito y tenía unos guantes rojos.

-¿Hombre Fuego? ¿De que están hablando?- Preguntó el capitán del equipo el cual comenzaba a exaltarse por todo lo ocurrido.

-¡No puede ser!- Gritó Kotaro, el hermano menor de la líder de la unidad al ver que aunque lanzaban mucha agua, las llamas se estaban avivando- ¡Las llamas se están extendiendo muy rápido! ¡Katsu, Genzo, vengan!

-¡Suneo!- La castaña y el más menor miraron a su compañero quien era el pelón como el más alto y corpulento de los Nikogumi. Ambos asintieron y fueron hacia su compañero mientras alistaban sus armas ya que posiblemente los demonios estaban comenzando a nacer.

-¡Chicos, traje el agua bendita del padre Sakura!- Dijo Cocoa quien traía un balde o caneca grande con agua dentro a lo que Cotaro y el trío de jóvenes hundieron sus armas en el agua ya que los demonios tenían como debilidad ser atacados por grandes cantidades de agua, sobretodo si eran agua de iglesias.

-Chicos, ¿Están listos?

-¡Sí!- El trío tenía armas en mano y listos para luchar.

-Oye, Kazuto, ¿Cómo va el incendio?- Preguntó Kotaro a uno de sus hombres, era el hermano gemelo de Anteojos el cual se diferenciaba de su gemelo en tener una actitud seria. El joven acomodó sus anteojos hasta que quedó boquiabierta.

-Capitán, según mi rastreador de incendios, las llamas están muy altas.

-¿Entonces ya han despertado varios demonios?

-Exacto, ya han despertado doce en total.

-¿Doce? ¡Entonces hay que darnos prisa! ¡Genzo, avisa a la Jefa!

-¡Como ordene, capitán!- El muchacho fue hacia donde estaba su mentora la cual estaba ayudando a atender a los sobrevivientes a la par que hablaba con Yaya quien era miembro de otra unidad de bomberos.

(...)

-¿En serio eres bombero, Jackie?- Preguntó extrañada Nico al ver a la otra pelinegra la cual portaba su brillante uniforme blanco

-Bueno, de hecho, eso fue otra de esas ideas de Chikaru, ya sabes, cada idea que tiene es un club para todo.

-Esa tipa se pasa de lanza con eso.

-Pero eso no la hace menos crack.

-Eso no te lo puedo negar, Jackie.

-¡Okashira!- Gritó Genzo que venía corriendo con su arma en mano- Está todo preparado.

-Perfecto, chamaco.

-¡Oneechan!

-¡Jefa!

Vinieron Cocoa, Suneo, Katsu y Shinichi

-Ah, ustedes. ¿Cómo va el incendio, Cocoro?

-Al parecer hay algunas personas heridas pero pareciera como si los apuñalaron.

-Y no solo eso- decía Cocoa- hay otras personas que fueron golpeadas y hasta dicen que les robaron la casa o las pertenencias. Mientras tanto, viene gente para acá. Hay mucha gente corriendo como locos por todas partes y el transito se ha hecho una mierda.

-¿Y los jóvenes?

-Se están reuniendo…

En eso sonaron varios celulares, eran provenientes de varios de los jugadores de Raimon. Endo fue el primero en contestar la llamada pero luego lo puso en altavoz. Los miembros del club de fútbol como los efectivos del Nikogumi estaban escuchando la voz de una mujer proveniente de la llamada.

-Hola, soy Satoru Endo, capitán del equipo de fútbol. ¿Quien nos habla?

-Saludos, Super Once de la escuela Raimon. Soy Toragoro Shiranui y como saben mi hijo Denkichi y su pandilla han incendiado la escuela en venganza por algunos equipos que les hicieron frente, en este caso, de Kidokawa Seishuun a quienes derrotaron en las nacionales.

-¿Qué? ¿Kidokawa Seishuun?

-De hecho, la presidenta del consejo estudiantil de esa escuela, Mamimi Kiyashiki, nos pidió el humilde favor de incendiar su institución pero es solo la primera parte.

-¿Primera parte?

-Así es. No queremos ser descorteses con ustedes ya que ahora son los campeones de Edo. Por lo tanto, Denkichi, mi tesoro, me pidió encarecidamente que él y su pandilla jugarían un partido contra ustedes y como madre que soy, acepté.

-¿Entonces sugiere que los enfrentemos en un partido de fútbol?

-Por supuesto que sí, Endo-san. Esto es un comunicado para el equipo que derrotó a todas las escuelas de Edo... Si no nos derrotan en un partido de fútbol, los Super Once como la escuela Raimon dejarán de existir

El joven capitán al escuchar eso comenzó a apretar las manos mientras su rostro estaba completamente invadido por la rabia y la ira.

-Ya entiendo... Con razón incendiaron nuestra escuela... Perfecto Toragoro, ¡ENTONCES LES DAREMOS UNA PALIZA!

-Hm... Mira, hemos incendiado tu escuela y hemos sembrado muchos demonios ahí. Esa es la prueba más clara de su fin, Super Once... Nikogumi, si están en la llamada, les aviso que van a tener un gran desafío lo mismo que a otras unidades de bomberos... Solo espero que tengan el valor como los pantalones suficientes para encarar el desastre que hemos hecho... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

-¡No me importa si sean yakuzas o lo que sea!- Dijo Shinichi quien apretaba los puños de la ira- ¡No dejaré que lo que hicieron se quede así! ¡Ustedes quemaron la escuela e hirieron personas inocentes por diversión! ¡Los mandaré al infierno si es preciso!- Miró a Nico- Okashira, lo lamento mucho pero no estaré con ustedes.

-No importa Shinichi, ve con tu equipo y pateen el trasero a esos malditos yakuza.

-¡Sí, Jefa!

-¡Muy bien chicos!- Endo llamó a sus amigos los cuales lo rodearon demostrando que estaban con él en las buenas y en las malas- ¡Demostremos a esos yakuzas nuestro estilo de fútbol!

-¡SÍ!

-¡Muy bien, Super Once! Los estaremos esperando pacientemente en el parque del barrio Kazamino. Ya saben, en la cancha de micro. Nos vemos al rato.- La llamada finalizó.

-Bien, entonces tenemos tiempo pero, ¿Donde está ese barrio Kazamino?- Dijo Kido mientras miraba su reloj

-Si quieren, yo los guiaré allá.- Dijo Someoka con una sonrisa- Tengo una amiga llamada Kyoko y nos cederá el parque ya que está cerca de la iglesia.

-¿Iglesia? ¿Te refieres al padre Kyojuro Sakura?

-Exacto. Allá nos enfrentaremos con Toragoro y su pandilla.

-¡Muy bien chicos! ¡Iremos a Kazamino! ¡Tenemos que derrotar a esos yakuzas y vengar a nuestra escuela!- Gritó Endo a lo que su equipo afirmó en coro

-¡SÍ!

-¡Esos bastardos no se saldrán con la suya! ¡Nikogoro, te prometemos que saldremos victoriosos de esta!- El portero de bandana naranja miró a la pequeña líder de los hikeshi, asintieron mutua y quedamente hasta que todo el equipo Raimon partió a Kazamino de la mano de Someoka.

-¡Muy bien! Mientras Shinichi y su equipo estarán en Kazamino, Cocoro y Cocoa van en su lugar.

-¡De acuerdo!- Ambas jóvenes alistaron una katana y la sumergieron en el balde de agua bendita.

-¡Listo, señores, vámonos!

-¡Oye Nikogoro!

-¿Sí?

-Cuídate enana...

Era Yaya mientras le extendía la mano a lo que Nico con una sonrisa en su rostro y con su ardiente mirada carmesí estrechó fuertemente la mano de la chica de último año de preparatoria.

-Tú cuídate, frentona de mierda.- Con su mano libre apretó el codo ajeno, ambas pelinegras eran amigas desde hace muchísimo tiempo- No quiero que mueras, Jackie, o de lo contrario la enana de Tsubomi me va a mentar la madre.

-Eso mismo te lo digo. No quiero que tus hermanos o todo el barrio me mate por perderte... Nicky.

Un silencio se hizo por segundos hasta que la líder de los Nikogumi desenvainó su katana mientras Cocoro le echaba agua bendita sobre el filo blanco como también al arma blanca de Yaya.

-¡Escuchen perras! ¡En marcha! Pero eso sí, ¡El último será un huevo podrido! ¡AL ATAQUE!

Los Nikogumi y demás unidades de bomberos se fueron de lleno hacia el edificio principal con tal de enfrentarse a los demonios de fuego que se estaban desarrollando mientras otra parte de los bomberos estaba alrededor de la escuela mientras lanzaban agua con todas sus fuerzas con tal de apagar el siniestro como en debilitar lo antes posible a los demonios.

(...)

Dentro del edificio central de la Escuela Raimon

Una batalla dio comienzo, Nico desenfundó su katana derribando de manera rápida a dos demonios menores mientras que uno de los doce líderes que era un enmascarado de color dorado y bufanda negra lanzó una guadaña grande la cual fue esquivada por facilidad por la pequeña líder. El demonio alzó su arma con tal de matar a su oponente pero ésta detuvo su ofensiva con el filo de su katana.

Cocoro estaba peleando contra dos demonios empleando un latigo iluminado de azul, lanzó el azote enrollando el cuello de uno de los demonios haciéndole gritar de dolor producto del agua bendita hasta que lo jaló tirandolo al suelo. El demonio se evaporó al instante.

Cocoa, Genzo, Katsu y Suneo estaban rodeados por demonios, la segunda menor de los Yazawa empleó una naginata contra sus oponentes, bloqueando y clavando al cuerpo; Genzo lanzaba dos boomerangs que decapitaban con exactitud a los monstruos; Suneo empleaba sus puños cubiertos con guantes de metal y Katsu empleaba un martillo rompiendo las cabezas de los demonios que le plantaban cara.

Nico y Yaya, juntas empleaban el combate físico contra los demonios menores que le plantaban cara, la pelinegra menor dio una patada voladora que decapitó a su contrincante y la líder de los Nikogumi empleaba una lluvia de puñetazos contra varios de los menores. El objetivo de ambas era el líder con la guadaña y de ser posible, algunos de los demonios líderes del siniestro.

Las dos pelinegras se quitaron las chaquetas, Nico usaba una prayera negra mientras que Yaya usaba una camisa negra sin mangas dando una vista panorámica de su busto el cual era grande y muy bonito. Las dos sin dudar de más se lanzaron contra el demonio de la guadaña que estaba esperando a sus rivales.

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Con los Super Once mientras se alistan para ir a Kazamino

Endo y compañía iban hacia el barrio Kazamino cuando de pronto Gouenji se detuvo como si estaba teniendo un mal presentimiento.

-Gouenji, ¿Pasa algo?- Preguntó el chico de bandana naranja quien era prácticamente su mejor amigo.

-Endo, temo que voy a alcanzarlos más tarde- Dijo el delantero como goleador estrella- Tengo que ir a dónde está Yuuka.

-Pero, ¿Estás seguro? Someoka nos está guiando a Kazamino.

-No te preocupes, si quieren traeré al Doctor Tardes conmigo. Supongo que también sabe ir a ese barrio.

El capitán del equipo dibujó una sonrisa mientras estrechaba su mano fuertemente con la de su amigo.

-Cuídate, amigo, te estaremos esperando en Kazamino. Buena suerte.

-Gracias, Endo.

El joven de cabellos parados se fue hacia una de las manzanas no afectadas por el siniestro, conocía muy bien la ciudad por lo que debía tomar los atajos posibles para ganar tiempo y dar con sus amigos en un mejor tiempo posible.

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A las salidas de un humilde hospital en la ciudad Inazuma

A las afueras de una clínica casera ubicada en ciudad Inazuma, salían Shuuya Gouenji en compañía de su pequeña hermana menor, Yuuka de unos siete años. Los dos hermanos estaban corriendo a toda prisa hacia Kazamino, el doctor llamado Tardes desgraciadamente le tocó enfrentar a varios demonios por lo que encomendó al goleador estrella ir hacia el barrio con las señales que le dio.

El joven delantero estaban yéndose hacia unos de las salidas fáciles de la ciudad cuando notaron que algo estaba pasando.

-Escucha, Yuuka. Correremos hacia Kazamino y alcanzaremos a Endo y los demás. ¡Sólo sígueme!

-¡Sí!- Asintió la pequeña que no dudó en ir al mismo ritmo que su hermano mayor pero se detuvo cuando vio algo que la detuvo- Oniichan...

-¿Pasó algo Yuuka?

-Veo a varias personas, ¿Acaso son bomberos?

-Supongo que lo son...

-¿Entonces por que no tienen hachas?

-¿Qué?

A lo que se refería la pequeña Yuuka era que de repente un grupo de hombres estaba entrando a una de las casas pero de una manera bastante violenta, uno de los supuestos bomberos dio patadas hacia la puerta principal de la vivienda hasta derribarla mientras otros comenzaban a reírse como si aquello fuese divertido.

-¡Dense prisa, perros!

-¿Quiénes son Oniichan?

El joven goleador estrella frunció un poco el ceño.

-Me temo que son ladrones.

-¿Ladrones?

-Sí- Asintió- Yuuka, se una buena niña y no te muevas de aquí, ¿Ok?

-Ok- Asintió la pequeña mientras que su hermano mayor entraba en la casa, posiblemente para encarar a los ladrones.

(...)

Dentro del inmueble...

Un anciano estaba empuñando una escopeta con tal de proteger su vivienda pero uno de los ladrones lo dejó inconsciente de un golpe mientras que sus demás compañeros buscaban lo que quisieran para robar pero en eso un balonazo dio en la nuca de uno de los rateros.

-¡Si serás, ¿Quién eres?!

En eso apareció Gouenji mientras con su magia invocó una katana guardada en una vaina blanca.

-Eso les pregunto a ustedes.

-Somos bomberos de Nikogumi.

-No les creo.- El delantero como goleador desenvainó su katana- Conozco muy bien a Nikogoro y demás miembros del Nikogumi y no creo que ninguno de ellos se ponga a robar porque sí. ¡No traten de imitarlos! ¡Regresen por donde vinieron!

-¿Ah sí? A ver si tienes huevos, pelos parados- Los ladrones desenvainaron sus katanas mientras Gouenji estaba en guardia

Gouenji como los ladrones fueron al ataque, el peliparado forcejeaba, corría y apuñalaba a doquier que le daba pelea. Una buena parte de los delincuentes había perdido la vida pero quedaban otros y bastantes pero en eso alguien intervino y esta vez era...

-¿Kido?

Era el estratega como centrocampo del equipo el cual portaba también portaba una katana.

-¿Te molesta si te doy una mano?

-No, para nada- Negó el goleador estrella quedamente a lo que ambos decidieron barrer el piso con los rateros que quedaban en pie

Kido con rapidez y precisión encestaba rápidamente su sable contra uno que otro vándalo mientras que Gouenji lo hacía un poco a duras pero eso no quitaba efectividad a sus ataques. Los otras dos figuras del Raimon luego de Endo se movían de un lado a otro de la estrecha sala apuñalando al que se atreviera a darle batalla.

Quedaban unos dos sujetos a lo que ahora era lucha de dos combates de uno contra uno. Kido se enfrentaba con un delincuente armado con una cuchilla mientras que Gouenji estaba preparado para luchar contra uno que tenía un hacha. Ambas peleas fueron en puro forcejeo donde ambos luchadores chocaban sus armas, el joven de gafas clavó una estocada en todo el estomago de su contrincante mientras con el goleador estrella estaba teniendo problemas con el sujeto del hacha hasta que de repente.

-¡NOOOOOO! ¡GOUENJI!- Gritó Kido mientras veía como su compañero resultó herido de un golpe en la cabeza.

El enfurecido estratega se fue hacia el último ratero para darle dos tres golpes al cuerpo, el delincuente quedó aturdido hasta perder el equilibrio y terminar tirado en el suelo. El oficial de Minamimachi fue a auxiliar hacia su amigo el cual estaba sangrando de la frente.

Gouenji desde que recibió el hachazo en la cabeza sentía que su visión se disipaba con el pasar del tiempo hasta volverse negro aunque el único sonido que había eran las voces lejanas de sus amigos o quizás de sus conocidos.

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Todo era muy oscuro en la mente de Gouenji, solamente oía muchas voces y algunas de ellas eran bastante conocidas. A medida que las voces se estaban haciendo oír podía abrir por breves momentos sus ojos. Era como imágenes que se cortaban tan seguido como si fuese un televisor cuando le cambian de canal.

-¡Oniichan, Onicchan!

-¿Yuuka?

-Gouenji... Amigo, resiste... ¡Resiste!

-¿Kido?

-Maldición… ¡Esos cabrones!

-Someoka...

-¡Gouenji!

-¡Amigo!

-¡Oniichan!

-¡Gouenji!

-Kazemaru... Kabeyama... Chicos...

-¡Gouenji! ¡Dios Mío!

-Aki... Chicas...

GOUENJI, ¿QUE TE HICIERON?! ¡MALDITOS YAKUZAS, NO SE LOS PERDONARÉ NUNCA!

-Endo...

Las mismas voces se repetían una y otra vez con su nombre hasta que de pronto, por lo que escuchaba Endo estaba llorando ante alguien que recién estaba haciendo presencia.

-Endo, ¿Qué pasó?

-¡MI SEÑORA!

-¿Mi señora? ¿Qué quiso decir con eso?... Espera, hay otra persona y parece que es una mujer o algo así... ¿Quién será? No puedo abrir los ojos...

-No puede ser... ¡Shuuya!

-Nikogoro...

-No puede ser... Gouenji-san...- Era la misma voz de esa mujer desconocida- Katsu, trae al médico. Si no está el doctor Tardes o alguien, llévalo a un lugar seguro. ¡Rápido!

-¡Sí!

-¿Quién será ella? Endo, tendrás mucho que explicarme cuando despierte...