Hospital general de Edo

En un cuarto de hospital estaban reunidos los miembros del Instituto Imperial los cuales desde hace un mes estaban internados ya que en el partido inaugural del Fútbol Frontier fueron heridos contra el Instituto Zeus el cual era un equipo sumamente poderoso y a pesar de que tenían en común haber sido entrenados por el mismo magistrado de deportes, Reiji Kageyama.

Yuto Kido en ese partido estaba en el banco debido a que en el partido final de las regionales cuando se enfrentaron con la escuela Raimon se lesionó en un pie. El joven fue testigo de la destrucción de su equipo por lo que se unió al Raimon para cobrar venganza pero lo terminó amistándose con los relámpagos debido a la calidad de ser humano de quien se convirtió en su mejor amigo, Satoru Endo.

.

Centrocampista del Instituto Imperial

Jiro Sakuma

Capitán actual del Instituto Imperial.

.

Portero del Instituto Imperial

Kojiro Genda

.

-Al fin veremos a Kido y los Super Once luego de mucho tiempo- Dijo un joven de cabello largo color celeste con plateado brillante, sus ojos eran de color anaranjado, sus cejas eran finas y de color negro, unas pestañas pequeñas un poco notables y un parche en el ojo derecho. Era de estatura media y su piel era color morena. Era el segundo al mando de los Imperiales y mejor amigo de Yuto Kido- Y justamente antes del próximo año.

-Y no solo eso, al parecer tenemos nuevo entrenador. Al fin tenemos a alguien que nos dirige limpiamente- Dijo otro joven alto de pelo y cejas cafés, ojos azules y una línea naranja que se extiendía hasta su barbilla- Aunque esto fue rápido, justamente cuando ya Raimon se coronó como el campeón de Edo luego de 40 años. Luego del partido que tuvimos contra Zeus, la escuela está tomando también precauciones.

-Exacto, pero a pesar de eso ya tenemos pensado en mentar jugar dignamente y sin recurrir a los métodos sucios a los que nos obligaba Kageyama. Pero, ¿Crees que podemos esperar cualquier cosa de este nuevo entrenador?

-Eso es lo que me viene intrigando desde hace un buen tiempo

Los dos considerados figuras aparte de su viejo amigo Kido estaban yéndose luego de ser dados de alta, fue donde encontraron a buena parte de sus amigos los cuales también estaban dados de alta y estaban listos para visitar a su viejo amigo y al Raimon y de paso a su nuevo entrenador.

-Narukami, ¿Están listos todos?

-Si estamos todos- Asintió uno de los jugadores titulares del Instituto Imperial

-Es bueno que todos estamos reunidos

-Es que todos tienen curiosidad por el nuevo entrenador- Dijo otro de los jugadores el cual un bajito que era un centrocampista

-Y no solo eso, tenemos un buen grupo de nuevos estudiantes para el próximo y un nuevo patrocinador- Dijo otro jugador el cual era un defensa

-¿Patrocinador?

-Sí, desde el próximo año, todas las escuelas que clasifican a las nacionales tendrán un patrocinador. El nuestro es la empresa Kido.

-¿Entonces el padre de Kido es nuestro patrocinador para el próximo año?

-Exacto.

-Vaya, parece que el Fútbol Fronteras vendrá con grandes cambios. Por la victoria de Raimon, creo que todos los dominios del Reino también participarán.

-Eso es lo más probable.

-Oye, Sakuma, ¿Sabes quien es este?- Dijo el más alto y corpulento del equipo a lo que los demás miembros del equipo veían pasar a un joven que quedó frente a ellos.

-¿Quién eres?

-Ah, hola, mi nombre es Akio Fudo- Saludó un joven calvo salvo por una cresta que tenía justamente en la cabeza y bastante llamativa de color marrón y en los bordes eran grises. Su piel era de tono vainilla y sus ojos verdes oscuro, sus cejas eran un poco finas y marrones y era de estatura media. El joven estaba vestido de civil aunque tenía una katana envainada sobre la espalda.- Soy estudiante de primer año y nuevo miembro del club. Mucho gusto en conocerlos. Aparte de eso soy yojimbo y miembro del Inazuma Bugeicho.

-Mucho gusto, soy Jiro Sakuma, nuevo capitán del equipo- Ambos jóvenes se dieron la mano junto a una cordial sonrisa- ¿Miembro del Inazuma Bugeicho?

-Desempeño como espía e informante, tengo experiencia en grupos yakuza.

-¿Eres en sí un yakuza?

-No, de hecho, soy un bakuto al igual que Candy-dono.

-Un apostador errante, ¿Eh?

-Exacto, desde que era niño soy un bakuto pero no tan bueno como mi señora pero sin duda uno de los mejores hombres del Grupo Inazuma.

-Ya veo, ¿Entonces ella te envió para que nos escoltaras?

-Exacto aunque tengo que decirles algo- El joven de cresta desvió un poco la mirada mientras se rascaba la cabeza- Es sobre el equipo Raimon y creo que no es nada bueno.

-¿Qué pasó con Raimon exactamente?

-De hecho, no me dijeron mucho los detalles pero al parecer algo pasó en su escuela. Vengan conmigo.

Los estudiantes del Instituto Imperial fueron de la mano de Fudo quien los guió a la ciudad Inazuma donde los jóvenes estudiantes dieron de vista que la ciudad era un caos, personas vagando en las calles, algunos peleando con la policía y hasta había una manifestación frente a la alcaldía hasta habían personas que lloraban posiblemente a sus muertos.

En eso se toparon con nada más ni menos que...

-¿Inazuma Candy?

-Si, soy yo- Asintió la chica rubia de antenitas rojas la cual estaba con algunas manchas de carbón en su rostro y ropa- Verán, ayer hubo un incendio en la escuela Raimon. El incendio fue muy grande que alcanzó las casas cercanas y varias personas murieron. Duró hasta la noche y el lugar quedó en ruinas ya que surgieron muchos demonios y los bomberos de los Tres Distritos lucharon contra ellos, algunos bastante duros por cierto.

-¿Y el equipo Raimon?

-Sobre ellos, Fudo-chan los llevará al hospital del doctor Tardes. Allá también están Nikogoro y su grupo móvil.

(...)

Ahora los Imperiales quien en su mayoría estaban recuperados estaban listos para salir y en parte darle las felicidades a Raimon por la victoria ante Zeus pero en eso la noticia del incendio de la escuela los tomó por sorpresa. A lo que fueron al hospital del Doctor Tardes para ver si su amigo Kido estaba en el hospital pero dieron con que Shuuya Gouenji, goleador estrella del equipo fue herido en la cabeza por uno de los maleantes.

Ahora los jugadores del Instituto Imperial y la escuela Raimon estaban en el cuarto donde estaba Gouenji pero se quedaron perplejos al ver que el joven de cabellos parados estaba completamente estable a pesar de tener vendada la cabeza y a su lado Yuuka quien desde temprano no dudaba en velar por su hermano mayor.

Y no solo eso... Alguien conocido para ellos estaba en ese humilde hospital.

-¡Vaya, si es el Instituto Imperial!- Saludó el doctor Tardes mientras sonreía en grande- ¡Mucho gusto, soy el doctor Junan Kawai pero me dicen el doctor Tardes!

Los estudiantes quedaron en shock ya que el hombre que los estaba saludando era en sí parecido al hombre que los dirigió, Reiji Kageyama, pues tenía esa complexión de ser un flaco alto, cabello recogido, nariz algo larga y gafas de sol aunque era inquietante la piel morena, el cabello y barba blanca aparte de que ahora tenía y vivía en un casa-hospital y tener dos asistentes.

-¡No puedo creerlo! ¡Es Kageyama!- Exclamó Sakuma al ver al médico el cual quedó sin palabras.

-¿Kageyama? ¿Te refieres a mi hermano gemelo Reiji?

-¿Hermano gemelo? ¿Es una broma o qué?- Dijo Genda el cual estaba sin palabras ante lo dicho por el médico- Creíamos que estabas en prisión, ¿Que haces aquí, Kageyama?

-¡O-oye chico! Vamos, no es lo que parece... Verán- El viejo médico estaba nervioso mientras agitaba las manos y sudaba mucho al estilo anime mientras los integrantes del Instituto Imperial no parecían estar convencidos debido al evidente parecido físico a su entrenador pero en eso...

-Chicos, el no es Kageyama

-Kido...

-Tal como él lo dijo, es su hermano gemelo y es un médico, de hecho, uno de los mejores de Edo.

-¿En serio?

-Ok, se que es una historia larga ya que soy en sí muy parecido a mi hermano gemelo- Dijo el medico quien ya estaba calmado gracias a la intervención de Kido- Pero el hecho de que sea igual en apariencia no quiera decirse que yo tenga la misma personalidad. Verán, nuestro padre fue un antiguo jugador de fútbol, Togo Kageyama, el cual era un crack en su tiempo pero desgraciadamente cayó en desgracia por culpa de la edad como el surgimiento de jugadores más jóvenes que se convirtieron en leyendas como el señor Daisuke Endo.

-O sea, el abuelo de Endo.

-Exacto. Eso hizo que su vida se arruinara y nuestra familia digamos que no tuvo un bonito ambiente por lo que mi madre le pidió el divorcio al viejo, Reiji y nuestra pequeña hermana se quedaron con el viejo mientras fui con mi madre y desde entonces cortamos relación con él. Hasta hace unos años vine a Inazuma para abrir mi propio centro médico y cumplir mi profesión pero no me esperaba que Reiji terminara siendo de la peor calaña.

-Ya veo- Sakuma se rascó el cuello- Si es así, lo sentimos mucho pero es que no tenemos buenos recuerdos de su hermano.

-Lo sé, pero en realidad, Reiji no es malvado. Solo es alguien que desgraciadamente ha estado viviendo co un resentimiento nacido por culpa de nuestro padre pero es imposible tratar con él teniendo en cuenta sus fechorías, ¿No es así, Yuuka?

-Sí- Asintió la niñita ya que fue victima de aquel hombre.

-Pero eso ya no importa, el pasado es pasado y mi estúpido hermano está pagando sus errores y ahora el fue alguna vez el equipo más grande de Edo está aquí y es para ver a Shuuya Gouenji, ¿No? Si gusten, hablen con él pero entiendan que debe descansar.

-De acuerdo... Doctor Tardes.

-Muy bien, los dejo. Procuren llevarse bien porque hay rumores que dicen que hasta fueron hinchas de otras escuelas quienes incendiaron Raimon. Yuuka, ¿Quieres dar un paseo por el hospital?

-¡Claro doctor Tardes!- Dijo emocionada la pequeña que fue con el viejo doctor.

El hermano gemelo de Kageyama como buen doctor aunque medio idiota dejó a los chicos los cuales decidieron ir a hablar con Gouenji el cual ya estaba mejorando aunque guardaba descanso.

-Sakuma, Genda, amigos... Kido, ¿Los llamaste?

-En realidad nosotros fuimos dados en alta todos gracias a la doctora Nishikino, que es la esposa de la señora Tamakinokami- Dijo Sakuma- Pero nos enteramos del incendio de Raimon y fuimos a ver que pasaba.

-Nos alivia ver que estás muy bien.- Dijo Genda

-Muchas gracias, chicos. De hecho, según lo que dijo el doctor es que mi herida no llegó a mayores. Es extraño pero creo que el apoyo y la estima que tengo de Endo de alguna manera me salvaron la vida.

-Me alegra mucho, amigo.

Los jovenes del Instituto Imperial habalaron un buen rato con Gouenji hasta desearle lo mejor para su recuperación hasta que solo quedaron Sakuma y Genda quienes conversaban con Kido en el patio de la casa hospital del doctor Tardes. Gouenji mientras tanto estaba acostado en su futon ya que estaba descansando. Luego de eso, a las horas de la tarde, los jugadores de Raimon exceptuando a Endo, Someoka y Handa lo vinieron a visitar expresando su felicidad y conmoción.

(...)

Eran buenas horas de la tarde cuando Endo vino corriendo hacia el hospital del Doctor Tardes mientras el viejo médico sonreía al ver el entusiasmo que demostraba el joven portero a la vez que tenía una muy buena opinión del muchacho gracias a las palabras de su vieja amiga, Nikogoro.

El joven portero fue hacia el cuarto de su amigo y se lanzó hacia él para darle un fuerte abrazo.

-¡GOUENJI!

-¿Endo?

-¡Que alegría volver a verte!

-Endo... Estoy al otro lado...

-¿Ah?- El chico se dio cuenta de que su mejor amigo estaba en el cuarto del otro lado y luego de eso se dio de cuenta que abrazó fuertemente a una anciana con una cara de pocos amigos.

(...)

TRES DORITOS DESPUÉS...

Endo estaba con una montonera de chichones en la cabeza mientras Gouenji con su frente vendada estaba riéndose de ver la situación graciosa en la que se envolvió su amigo y junto con él estaba Handa el cual venía de laborar con el Nikogumi.

-El doctor Tardes me comentó que trataste de salvar a Yuuka peleando contra un grupo de bomberos del clan Tamaki y terminaste con una herida pero de alguna forma te salvaste- Comentó Endo- Pensé que te perderíamos para siempre, ¿Sabes?

-Lo sé... Lamento si les causé problemas.

-Eso no importa, amigo- El portero sonrió en grande como siempre- Lo que importa es que estés bien y volverás muy pronto a jugar con nosotros como nunca.

-Y por cierto, ¿No fueron a Kazamino a jugar?

-De hecho...- Kazemaru intervino- Inazuma Candy y su grupo no me han agradado desde siempre... Verás, mientras te hirieron en la cabeza, un grupo por parte de ella liquidó al grupo de ese Denkichi y los cadáveres fueron expuestos en esa cancha. La amiga que mencionó Someoka, esa tal Kyoko, es una miembro de ese grupo guerrillero que lideró el ataque.

-¿Qué? ¿Dices que la hija del padre Sakura es miembro del Inazuma Bugeicho?

-Eso es lo que yo escuché de Anteojos que fue allá. Denkichi se salvó pero no sabemos muy bien su escondite pero una buena amiga mía que conozco en Mujina me aseguró investigar y dar con el paradero de la pandilla Shiranui. Domon y yo iremos con ella.

-¿Te refieres a Shino Tokuda, la agente secreta?

-Efectivamente- Sonrió el peliazul el cual era un ninja al servicio de Yoshimune como Domon.

-Ya con eso podemos decir que estamos a un paso de dar con esos sujetos- Dijo Handa el cual estaba con su ropa táctica de bombero- Escucha, Gouenji, olvídate de todo lo malo y tómate tu tiempo para recuperarte.

-Es cierto lo que dice Handa. Debes que recuperarte.- Concordó Endo

-Muchas gracias, chicos.

-Que bueno que ustedes se llevan muy bien- Dijo el viejo médico que estaba llegando con algunos refrigerios para Endo y Handa- Satoru y Shinichi, veo que ustedes llegan cansados de sus cosas, ¿No es así? Mitsu les preparó un buen refrigerio para ustedes ya que ella es una ferviente hincha de Raimon.

-Ah, ¡muchas gracias, doctor Tardes! ¡Estoy que me muero de hambre!- El joven portero tomó un plato de onigiris que eran sus favoritos mientras Handa aceptó un vaso grande de Coca Cola.

-Jajaja, coman cuando quieran chicos.- Rió el viejo médico mientras venía acompañado de Yuuka.

-¡Oniichan!

-Yuuka, por favor cuida a Gouenji- Endo se inclinó hacia la pequeña que asintió.

-Sí, eso haré- Dijo la pequeña.

-Endo, ¿Y dónde están los demás?- Preguntó el delantero

-Ya que lo dices, ellos están ayudando a limpiar y reconstruir la escuela. Pero no solo ellos...

-¿Puedes creer que las escuelas con las que nos enfrentamos nos están ayudando también?- Dijo Handa cuyos ojos brillaban de gran emoción- Hasta el Instituto Zeus y la empresa Kido están ayudando también incluso para reconstruir las viviendas afectadas por el incendio y esos demonios.

-¿Hasta Kidokawa?

-Ninguno de ellos no hace acto de presencia, ya que la presidenta del consejo estudiantil de allá ordenó el incendio. Solamente Nishigaki y los Mukata fueron a ayudarnos.

-¿Y el Nikogumi?

-Sabes que cuando se trata de ayudar a todos, nosotros somos los mejores incluso como siempre dice la jefa, somos los mejores en lo que hacemos hasta somos los mejores de Edo.

-Lo sé. Como ella siempre dice, son los número uno del universo.- Dijo el delantero entre risas- Handa, ¿No les molestaría que me uniera por un tiempo a tu grupo?

-¿Porque lo dices?

-Mi padre es médico y me enseñó algunas cosas de medicina aunque no me considero muy sabio en eso. No sé si ustedes necesiten un médico u otro miembro más por lo que quiero enlistarme con ustedes.

-Quizás, pero lo hablaría con la jefa- Dijo el joven hikeshi mientras expresaba una sonrisa- Pero me alegra que te intereses estar en nuestro grupo.

-Endo, si nuevamente pasa algo, juro que vendré a jugar o lo que sea para que no se repita lo que nos pasó- Miró a su compañero determinante- Vendré aunque deba arrastrarme. Además, yo me llevaré a los viejos y a los pequeños. Dejaré que estén en casa del Doctor Tardes hasta que el siniestro pase. Por favor.

-Gouenji...- El chico de bandana naranja por nada del mundo borraba esa sonrisa y ese entusiasmo con que se le caracterizaba- ¡De acuerdo, Gouenji! Sé que podemos contar contigo para la próxima pero como dice el Doctor Tardes lo más importante es que debes cuidarte mucho.

-Si- Asintió el delantero mientras miraba a sus compañeros y al viejo médico.

-¡Ahora a comer! Eh... ¿Quieres?- Endo ofreció le ofreció a su amigo una onigiri

-No tengo apetito.

-¡Sí! ¡Más para mí!- Exclamó el joven portero que se mandaba dos onigiris a la boca.

-Endo, al menos come despacio, ¿Quieres?

-Creo que compraré una Coca Cola familiar- Dijo el doctor Tardes mientras no evitaba sentir gracia viendo a Endo comer- Es igual que Daisuke, tiene un gran estómago de acero.

.

.

.

Mientras tanto en una colina de ciudad Inazuma

En la colina donde generalmente los Super Once, específicamente, Endo entrenaba para perfeccionar y despertar nuevas supertécnicas estaba Kido y Inazuma Candy los cuales estaban conversando. Con la raijin estaban Fudo y Kurome, los cuales eran sicarios como guardaespaldas al servicio de la rubia.

Con ellos estaban Sakuma y Genda. Los seis disfrutaban de un refrigerio que invitó Candy a lo que los tres principales jugadores del Instituto Imperial aceptaron mientras veían que posiblemente eran buenas horas de la tarde, dando una buena vista panorámica de la ciudad mientras sonaban sonidos de vehículos de construcción a la par que lentamente estaban iniciando la reeconstrucción del edificio principal de la escuela Raimon.

Las tres principales caras del Instituto Imperial estaban sentados en el pastizal lo mismo que los dos yojimbos mientras que la raijin estaba acostada en el pasto mirando el cielo azul con una hojita de pasto entre su boca.

-¿Dices que Hyogo Ichimonji, a quien matamos hace un año tenía un hermano mayor?

-Sí. Su nombre era Genpachi y su familia vivía en el mismo distrito de Tamaki. Antes de que Hyogo fuera a estudiar a Shinagawa, Genpachi se fue de la casa para buscar trabajo y darle lo mejor a su familia pero...

-¿Pero qué?

La raijin estaba con una cara algo alicaída mientras miraba una nube que pasaba sobre el cielo.

-Genpachi se convirtió en un cazarrecompensas, asesinaba y cobraba el dinero de sus victimas. La señora Ichimonji al ver que nunca volvía su hijo decidió irse hasta fuera de la capital para buscar a su hijo mayor ya que cayó en desgracia cuando mataron a Hyogo. No lo saben pero cada vez que hay vacaciones de verano o invierno me voy fuera de Edo hasta donde el viento me lleve y en eso me topé con la señora Ichimonji.

La raijin calló otros segundos.

-La tipa estaba sola y soportando el horrible frío y tuve que ayudarla con un abrigo y que puedo decir, la mujer era una buena persona, amaba a sus hijos a pesar de los errores que cometían. Luego de mucho tiempo, logramos dar con Genpachi pero para mi mala suerte yo era buscada por un grupo yakuza y mi cabeza estaba valuada en una fortuna. Genpachi y yo tuvimos una pelea pero cuando ya tenía al sujeto para derrotarlo, la señora se interpuso y... Bueno, las madres tienen un amor que traspasan e ignoran las fronteras que pasa.

-¿Entonces ellos...?

-Sí. No me siento orgullosa de aquello pero así terminaron las cosas. Una vez que eres un asesino, tu corazón se endurece hasta que finalmente terminas siendo otra persona y eso mismo le pasó a Genpachi, llegando a un punto donde su familia no tenía importancia en su vida, solamente matar y cobrar buen dinero era lo único que tenía en la cabeza.

-Entonces... Desgraciadamente, no vale la pena vengar a Hyogo- El joven de gafas estaba mirando al infinito- Espero que en donde estén los Ichimonji, puedan estar en paz.- El pobre chico de gafas apretó sus puños- Aunque yo no juegue para Kageyama y tenga un nuevo sendero en la vida, no puedo liberarme de lo que hice en el pasado ni siquiera de mis errores.

-Lo sé, pero el que hayas sido instruido por Kageyama no se quiere decir que seas igual o peor que él. Cada uno de nosotros somos nosotros, cada quién es quién y tú eres tú. Tú solamente tienes derecho a hacer con tu vida y que elecciones como decisiones tomarás en la vida pero tú y tus amigos están empezando a vivirla y tienes mucho tiempo por delante para saber que harás en base a lo que crees y en lo que estás empezando a creer. El pasado puede que te persiga pero no te dejes influir de él, eso nunca. Solo de esa manera sabrás progresar.

-Inazuma-san...

Ambas personas estaban sonriendo mientras miraban el cielo cuyo sol brillaba más que nunca mientras que con los dos guardaespaldas, Kurome estaba sentada mientras escuchaba música de su celular mediante unos audífonos pero no contaba que Fudo aprovechaba para robarle su paquete de Oreos.

-Oye, Kurome, ¿No te comerás esto?

-¿Esto qué?- La chica movía su cabeza mientras tarareaba la canción a la par que el muchacho tomaba en silencio el paquete de galletas.

-Idiota...- Murmuró el joven con pinta de punk.

La pelinegra se puso de pie, se sacudió la falda y miró el imponente cielo azul con su sol brillante. La guardaespaldas buscó entre sus bolsillos pero no estaba su comida favorita hasta que finalmente vio a su amigo de cresta grande comiéndose el paquete de Oreos.

-¡Maldito Fudo! ¡Sabes que no me gusta que me roben mis galletas! ¡Siempre es lo mismo contigo!

-Relaja la raja, ¿Sí? Es que no podía resistirme a las Oreos, nadie se resiste.

-¡Eso lo compré y por lo tanto era mío!

-Pues vete al casino o haz otra misión y con eso cómprate todos los paquetes de galletas que puedas.

-¡¿Ah sí?! ¡Devuélveme mis Oreos o te cortaré en pedazos!

-¡Oblígame perra!

-¡ONORE!- La guardaespaldas se lanzó contra el chico de cresta dandose un forcejeo entre ambos.

-¡Oye Kurome! ¡¿Que no somos amigos?! ¡Ya sabes, brothers, camaradas y esas vainas! ¡Pero eso sí, no amigos con derecho!

-¡¿Qué?! ¡Pues pensaste muy mal, Fudo! ¡De esta no te va a salvar ni la Virgen de Guadalupe!

-¡Hey, eso duele! ¡Eres muy mala, Kuro!

-¡Acabaré contigo!

Los tres jugadores y la raijin comenzaron a reírse de la situación, al menos era liberador un momento gracioso para liberarse un poco de la tensión de lo que se vivía luego del incendio.

-Jajaja... Siempre es lo mismo con esos dos- Dijo Candy que seguía acostada mientras sus antenas comenzaban a moverse- Y no es nada... No se los dije a nadie pero en una fiesta de cumpleaños que tuvimos por un amigo, nos emborrachamos y bueno... Ese par se revolcó muy rico en la cama... Ay, que buenos tiempos.

-¡HERMANO!- Un grito irrumpió la escena.

-¿Haruna? ¿Qué pasó?- Kido se paró al ver que era su hermana la cual parecía que estaba corriendo desde muy lejos.

-Hermano... Que bueno... Que te encontré- Dijo la joven mientras tomaba aire luego de haber corrido.

-¿Por qué estás aquí?

-Hermano, hay una pelea... Afuera de la casa de Endo.

-¿Una pelea?

-Sí. Es Nikogoro como siempre. Está dándole una paliza a la joven Matsuri.

-¡¿Qué?! ¡¿A la sobrina de Tamakinokami?! ¡Bien, vamos!

-¡Sí!- La detective y el oficial de Minamimachi fueron a correr a lo que también Sakuma, Genda, Candy y sus dos guardaespaldas fueron a correr

-¡Espera Kido! ¡¿Qué pasó?!

-¡Creo que hay una pelea!- La raijin sonrió en grande- ¡No hay un solo día donde Nikogoro hace divertido el día!- De repente, sus antenas comenzaron a moverse a lo que la raijin se detuvo junto a sus secuaces.

-¿Candy-sama?

-¿Dono?

-Kuro, Fudo... Presiento un ki malvado...- La raijin cerró los ojos por unos momentos- Creo que un grupo de personas van tras Natsumi Raimon

-¿La hija del magistrado Souichiro Raimon?

-Si- Asintió la rubia- Y creo saber quien es el sujeto y la banda que van tras ella- Una sonrisa se dibujó en la rubia- Minokichi Suga y su banda

-Espera si no mal recuerdo- Kurome como Fudo estaban sonriendo.

-Bien, chicos... Vamos a darle una bienvenida a Mino a esta hermosa ciudad- Los dos sicarios se pusieron al lado de su señora poniendo una mano en cada hombro y desaparecieron al instante.

.

.

.

Hospital General de Inazuma

.

.

.

A la par que salían los miembros del Instituto Imperial al hospital, Natsumi Raimon entraba para ver como estaba su sirviente como guardaespaldas Batora, la joven mientras estaba en la recepción era observada por un hombre que estaba vestido de chamarra deportiva negra y obviamente de capucha ancha que le cubría los ojos.

-Senji, ¿Cómo vas?- Preguntó otro maleante, esta vez de chamarra marrón y encapuchado.

-Jefe, estoy desde esta mañana y tal parece que la chica entró

-¿A quien fue a visitar? ¿Acaso su estúpido padre está otra vez en este lugar?

-No, esta vez como que fue el viejo con cara de pescado. Parece que es su mayordomo.

-Oyabun... - Ahora otro sujeto encapuchado de color azul- Hay rumores de que Inazuma Candy está aquí en la ciudad. Se cree que está acompañada de su guardaespaldas Kurome y un bakuto llamado Fudo.

-Inazuma Candy...- El hombre de capucha marrón dibujó una sonrisa pequeña- Finalmente llegó el día.

-Jefe, ¿Tiene algún asunto con esa ronin?

-Sí. Esperado el día en que me volvería a encontrarme con Inazuma Candy. Finalmente ella vino.

-¿Acaso pasó algo entre los dos?

-Genhachi, Senji... Les voy a contar lo que pasó hace dos años. Yo antes de ser yakuza era una school idol y competía en el Love Live para ver quien era el mejor grupo school idol de Japón. Había un grupo que era fuerte y era de la escuela Uranohoshi, que queda en Numazu, en la provincia de Izu. Ese grupo era una novedad en el certamen por lo que todos los grupos participantes debían vencerlo por ser solamente ser un grupo de provincia pero en eso conocí a esa chica rubia de ojos azules y listones rojos.

-...

-Era una noche donde nuestro grupo ganó y pasamos a la siguiente ronda, nuestro próximo oponente era esa escuela. Uno de nuestras compañeras se le ocurrió la brillante idea de ir a una casa de apuestas y fue ahí donde conocí a Inazuma. Esa chica era la única que ganaba en esa casa de apuestas a lo que decidimos jugar contra ella. De todo el grupo, desde siempre, yo era buena en el cho-han pero esa noche, lo intenté una y otra vez, y no tuve suerte contra esa raijin.

-...

-Cuando esa rubia de mierda decía "Par", salía par y cuando decía "Impar" salía impar... Era como si toda la vida hubiera conocido a los dados. Pensé que era una chica con suerte pero cuando le pregunté a alguien de la casa de apuestas dijo que nadie podía hacer nada contra ella. Esa chica era el Demonio Dorado de Edo y al parecer toda la vida era una bakuto, una apostadora increíble que jamás perdía, ninguno no le podía hacer frente hasta una tal Tsunade perdió todos sus ahorros ante ella.

-...

-Así que me dije a mí misma, "A partir de ahora, haré la mejor actuación que haré en mi vida, el mejor Live de todos". Así que después de que apostamos nuestro dinero y lo perdiéramos todo, fuimos a seguirla durante mucho hasta decidimos encararla pero...

-¿Y que ocurrió?

-La malnacida pareciera que sabía que estábamos siguiéndola a lo que nosotras peleamos con ella. La tipa solamente usó una wakizashi y... Me hizo esa horrible cicatriz que tengo hasta hoy. Nuestro grupo perdió ante Uranohoshi pero... Al final ese grupo perdió en las finales por lo que de alguna manera se convirtió en una ganancia inesperada y gracias a ella me hice una persona de temer como yakuza aunque quería volver a participar en el Love Live por lo que comencé a trabajar para el doctor Genseki Sakurai a cambio de reconstruir mi rostro... Pero...

-¿Y...?

-Hace menos de un mes, justamente cuando estabámos chantajeando a Natsumi Raimon y ya teníamos buena plata, apareció esa raijin acompañada de esa tal Kurome y un tal Someoka y eliminó a mis hombres, mató a Sakurai y con ello mis esperanzas de volver a ser una school idol se vinieron abajo. Y ahora que ha vuelto, juro que pase lo que pase, esta vez acabaré con esa maldita raijin o no habrá valido la pena dejar todo atrás para vengarme de ella.

-Oyabun, ¿Lo hacemos o no lo hacemos?

-Espero que estén preparados, porque cuando salga la chica, hagan de acuerdo a mi señal. No importa que suceda, no los dejen con vida sobretodo la raijin, ella es la presa principal. Y también daré una recompensa en dinero a quien mate a Inazuma Candy.

Los dos hombres encapuchados asintieron hasta irse en silencio mientras el sujeto de capucha marrón estaba viendo a la joven pelirroja que había subido para ver a su sirviente. La persona quien tenía su rencor hacia Inazuma Candy pensaba en algo siniestro: Secuestrar a Natsumi Raimon y hacerla un señuelo para atraer y matar a la raijin.