Al otro lado de Ciudad Inazuma, exactamente más allá del Norte...

Más allá de los apartamentos y del Instituto Imperial, exactamente en la frontera invisible con un barrio marginal impuesto por pandillas, Inazuma Candy, sin compañía de nadie, caminaba por un lugar que podría ser los antiguos vestigios de un templo sintoísta o quizás de algún culto religioso olvidado por el tiempo. La raijin caminaba tranquilamente mientras se guardaba sus manos en el ancho bolsillo de su chamarra blanca larga cuando de pronto vio que un balón de fútbol rodó hacia ella.

La rubia al ver el balón lo tomó con las manos mientras que el viento comenzaba a hacerse oír, era muy fuerte que incluso una de las campanillas de aquel olvidado templo comenzó a sonar lentamente. Empaques de alimentos y papeles estancados de tiempos pasados volaron por el suelo y finalmente lo que parecía ser un rastrillo que se usan para barrer las hojas y basura tirada estaba dirigiendose lentamente hacia la rubia.

Candy dejó el balón para ver el rastrillo el cual provenía posiblemente del santuario abandonado.

-Inazuma Candy...- dijo una voz femenina ronca proveniente del santuario viejo- ¿Viniste sola?

-Claro que vine sola, estaba en la nota que dejaste en el hospital, líder de la pandilla Suga.

-¿Trajiste el dinero por la chica?

-Enhorabuena que lo dices pero antes, ¿Está Natsumi Raimon con ustedes?- Los listones como antenas rojas de la raijin comenzaban a moverse mientras la raijin estaba cerrando los ojos...

... En efecto, estaba Natsumi amordazada dentro del lugar mientras uno de los hombres encapuchados estaba con la katana desenvainada frente a ella... Habían con ella cinco personas encapuchadas, una de ellas posiblemente era su líder Minokichi y luego, en uno de los cuartos grandes del abandonado santuario estaban once personas.

"Ya veo... La pandilla Suga son estudiantes de la escuela Kidokawa Seishun. He oído que ese colegio se enfrentó contra Raimon en el Fútbol Fronteras Nacional y fueron derrotados. Tal parece que todos los colegios con quienes se enfrentaron con los Super Once están dispuestos a destruir de cualquier manera a Raimon incluso contratando a pandillas yakuza. Ya los tengo identificados a todos ellos... Senji Kanie, Genhachi Onogawa, Kiroku Toyama y Kyuta Nouchi. Los otros que están ocultos son la pandilla Kawamatsu, y ese lugar es su vivienda... Minori Suga, estudiante de la escuela Kasunigamachi, no lograrás salir con la tuya.

La raijin abrió los ojos.

-Primero pon el dinero ahí- dijo la resonante voz ronca.

Mientras tanto, dentro del templo, uno de los yakuza destapó de un corte la mordaza que tenía la castaña rojiza.

-Candy-sama...- Murmuró Natsumi dando a entender que nuevamente la persona que la salvó en el pasado estaba de vuelta.

-De acuerdo, ahí te dejo los 40 millones de ryus- La raijin sacó de su bolsillo ancho lo que parecía ser un maletín portafolios y los dejó en el rastrillo pero aferró una mano al instrumento como si no quisiera soltarlo- Oye, Suga, traigan aquí a la señorita Natsumi... ¿O quieres que vaya yo?

-...

-Si tú lo dices...- Soltó el rastrillo mientras éste llevaba el maletín que tenía el dinero puesto por la vida de la chica.

Quizás los ladrones tenían en mente algo diferente pero no contaban que la raijin también tenía un plan entre manos.

(...)

Dentro del lugar, Suga y sus esbirros estaban riéndose mientras veían el dinero mientras que uno de los matones, vestido de chaqueta deportiva azul fuerte estaba poniendo el filo de la katana sobre el cuello de Natsumi en caso de que ella escapara o hiciera algo que a los mafiosos no le gustara para nada. Los matones como lo prometieron fueron hacia afuera donde estaba la chica rubia la cual estaba de pie, esperando tranquilamente a la chica mientras tiraba su wakizashi al suelo.

-Inazuma Candy, que bueno que viniste- La persona de capucha marrón caminó junto con el encapuchado de azul que tenía a Natsumi- Dime, ¿Te importa mucho esa chica rica? Tengo entendido que odias a la gente adinerada.

La raijin calló unos segundos.

-Puede que sea cierto pero cuando la ví siendo chantajeada por ese vejete de Sakurai, me dí de cuenta que hay gente de alta alcurnia que también sufre a manos de gente corrupta. Las lagrimas que derramó suplicando a ese viejo o cuando veía a su padre fueron la prueba suficiente de que es una persona de buen corazón.

-Jajaja, ya veo...- Rió la líder de la pandilla Suga- Eres capaz de todo por la gente que quieres y que te quieren, ¿No es así, raijin?- Miró que las wakizachi de la rubia estaban en el suelo- Vaya, parece que sabes como funciona esto.

-He visto muchas películas y programas para saberlo. Los villanos amenazan con matar a la dama en apuros mientras el heroe decide tirar el arma mientras le preguntan, si no quieren que mate a la chica. Es obvio que me antepuse a eso.

-Ya veo, no has cambiado en nada... Sigues siendo astuta y precavida como un zorro... Como hace dos años...

La líder del grupo se quitó la capucha de su chamarra marrón dando con una joven de cabellera negra cenizada y ojos grises con el tono cenizo, Su rostro juvenil tenía lo que parecía ser una cicatriz o una cortada que consistía en una linea diagonal que comprendía toda la mejilla izquierda hacia la sien de ese mismo lado. La joven usaba su ancha chamarra marrón, una gorra o casco blanco sobre la cabeza, falda blanca corta, pantimedias y botas deportivas de montaña

-Cuanto tiempo sin vernos, Inazuma-san...

-Lo mismo digo, sea quien seas...- Sabía de su verdadera identidad pero primero tenía que jugar.

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Líder de la pandilla Suga

Tercer año, Kidokawa Seishuun

Minori "Minokichi" Suga

Apariencia parecida a la de Minori Yasumori de Blue Archive

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Los otros cuatro sujetos se quitaron sus capuchas dando con los siguientes sujetos, todos ellos jovenes y estudiantes de Kidokawa Seishuun. Tres chicos y una chica.

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Miembros de la pandilla Suga

Senji Kanie (Parecido a Seiya Kanie de Amagi Brillant Park)

Genhachi Onogawa (Parecido a Nagayoshi Onagawa de Bakuten!)

Kiroku Toyama (Parecida a Natsuki Andou de Kitakubu Katsudou Kiroku)

Kyuta Nouchi (Parecido a Kyuta de The Boy and The Beast o Bakemono no Ko)

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-Ya veo... ¿Son estudiantes de Kidokawa Seishuun?

-Exacto, son mis subordinados- Respondió la joven pelinegra de casco blanco que se reveló como Minokichi- Han pasado dos años desde que nos vimos. ¿No recuerdas aquel Love Live que se realizó en el distrito Akinohara?

La joven se puso una mano al mentón mientras miraba al cielo de la tarde, eran horas después del mediodía.

-Sí, recuerdo que hace dos años hubo una competencia de school idols que se realizó allá, ¿Por qué la pregunta?

-Soy yo, Inazuma Candy... ¿Ya me olvidaste?

-¿Eh?

-Te recuerdo todos los días...

-¿Acaso estás enamorada de mí?- Una sonrisa burlona se dibujó en la rubia haciendo que la pelinegra ceniza comenzara a cabrearse brevemente- Perdón, perdón, solo bromeaba, jaja.

La líder de la pandilla Suga se calmó y decidió reanudar su calmada conversación con la raijin.

-Ya sabes... Soy una de las cinco estudiantes de la escuela que representaba a la familia Owari en el Love Live de hace dos años.

-¿Te refieres al domino Owari? ¿El clan que gobierna un niño rico llamado Muneharu?

-Sí, ese mismo... La escuela Kasunigamachi

La raijin calló por unos segundos hasta que hizo memoria, eso mientras movía sus antenas.

-Ah ya... ¿Acaso no eres la menorcita de ese grupo a la que llamaban Mino?

-Sí, Minori Suga... Era de primer año.

-Ya veo...- La rubia miró detenidamente a su interlocutora sobretodo a su cicatriz que estaba en su lado izquierdo del rostro- Oye, Mino-chan... ¿Acaso la herida que te dejé se curó? Recuerdo que tú y tu grupito de amigas putas me siguieron y me quisieron matar por la espalda... Agradezca que no maté a ninguna aunque hubiera sido agradable hacer encabronar al principito de mierda.

La joven quien antiguamente era una school idol comenzó a crujir los dientes mientras los recuerdos de aquel suceso volvieron a revivirse en su mente... Desde entonces su vida se arruinó para siempre.

-¿Ves la cicatriz en mi rostro?

-Ah, ¿Entonces no?- La rubia se rió bajito- Que lastima, quería hacerte otro corte en la cara. Es que eras tan bajita de entre todas que pensaba que te verías muy linda siendo una payasita- Nuevamente cabreó a Minokichi.

-Hija de perra...- La villana sonrió ampliamente para calmarse- Gracias a tí, me veo mucho mejor que antes.

-Ja, ¿En serio? Pareces a simple vista una tipa dura pero solo eres una novata... Tú y tu nuevo grupito son descartables, son parte del problema que se borra a lo fácil. No van a durar más de medio año si me lo preguntan... ¿O muchísimo menos que eso?- La rubia no dejaba para nada esa sonrisa maliciosa que se le caracterizaba.

Eso puso en silencio a los matones, la joven cautiva intentaba decir algo pero el filo de la katana adyacente a su cuello le indicaba que debía callarse o callarse. La joven pelinegra caminó unos pasos hacia donde estaba la rubia hasta estar frente a frente con la persona quien le arruinó la vida.

-Oye, Candy-chan...- La joven acercó una mano hacia la mejilla de la raijin- Yo quiero decirte algo...

-¿Qué cosa?

-Yo... desde hace mucho tiempo...- La expresión dulce de Minokichi cambió rápidamente a una expresión de ira y rabia al mismo tiempo que jaloneó de un oído a la rubia- ¡Desde ese día, yo no soporto que estés en este mundo! ¿Entendiste, raijin?

-Espera... ¿Puedo hacer algo antes de que termines con mi vida?

-¡Candy-sama! ¡No!- Gritó Natsumi viendo que a cambio de su libertad, también la vida de su salvadora estaba en la oferta.

-¡Cállate o te corto el cuello!- Amenazó el sicario el cual planeaba degollar a la joven pelirroja que solamente derramaba lagrimas al comtemplar lo que parecía ser los últimos instantes de vida del león dorado de Edo.

-Bueno, ¿Cuál es tu última voluntad?

La raijin decidió buscar en el bolsillo de su chamarra hasta con lo que parecía ser una bobina de bicicleta aunque llamada en el dicho popular como una chicharra, eso hizo que Minokichi como sus hombres hasta la misma Natsumi quedaban con cara de WTF al ver la curiosa como rara acción de la raijin.

-¿Qué demonios?

-¡Tada!- La joven sonó la bocina una vez y luego otras dos veces.

-¡...!- Ninguno de los presentes no tenía palabras para lo que estaban viendo, estaban congelados como si aquello fue la estupidez más grande que hayan visto en sus vidas.

Minokichi estaba con una sonrisa involuntaria y una vena roja que brotaba sobre su cabeza, en cualquier momento su paciencia ya estaba por agotarse.

-Hm... Tal como se esperaba de tí... Tu mayor cualidad es fastidiar a las personas- Y fue ahí donde explotó- ¡YA FUE SUFICIENTE! ¡VOY A DESTRUIR TU MISERABLE EXISTENCIA!

Los tres hombres que estaban libres desenvainaron sus katanas lo mismo que su líder mientras que la raijin solamente se puso firme de pie, puso una mano en el pecho, inhaló y exhaló una bocanada de aire, sacó una lata de cerveza, se la tomó de un solo trago, tiró la lata hacia lejos, sacó sus nudillos de acero poniéndoselos en sus puños, se acomodó muy bien su chamarra deportiva y movió su mano derecha como si invitara a su rival a pelear.

-¡Ora, Ora!

-¡PANDILLA KAWAKATSU! ¡AL ATAQUE!- En eso salieron las once personas que conformaban la pandillla yakuza que ayudarían a la pandilla Suga.

Los once sujetos salieron al frente mientras estaban usando capas negras sobre su cuerpo y sombreros redondos de paja en forma de tapa grande. Los sujetos se quitaron sus capas y sombreros mostrando a once muchachos los cuales estaban usando lo que parecía un uniforme de futbol que consistía en una camiseta azul marino con cuello del mismo color, forro de color gris, shorts de color azul y caletines blancos. Solo uno de ellos usaba otro uniforme como si fuera de portero que consistía en una camiseta con cuello y de mangas extendidas de color jade con forro gris, shorts color azul oscuro y calcetines blancos.

-¿En serio? ¿Ustedes son la pandilla Kawakatsu?

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Miembros de la pandilla Kawakatsu

Jou Ikegaki

Kiwamu Himemiya

Yasuchi Kikuchi

Hakobu Noma

Kyougo Mukaijima

Shiito Chaki

Rinsuke Kanou

Seichi Tachino

You Idemae

Hidetsugu Yasunaga

Seiji Mizuguchi

¡OH NO! ¡SON EL EQUIPO DE FÚTBOL DE LA ESCUELA KAZAMINO!

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Los once supuestos pandilleros yakuza estaban en posición de ataque pero Candy notaba que sus posturas de pelea eran paupérrimas, eso evidenciado en buena parte de los integrantes quienes no evitaban temblar las piernas como si tuvieran miedo o no tenían experiencia, dando a entender que eran simples principiantes, no eran ni pandilleros pero tampoco eran yakuzas.

La rubia decidió entonces ponerse en guardia mientras esperaba a que uno de los pandilleros saliera al ataque, momento en el cual sacó de su bolsillo de su chamarra el arma más poderosa de una okasan: El chankura.

-¡CHANKURA INAZUMA FLASH! ¡CHEST!

Cuatro de ellos se lanzaron al ataque pero recibieron un golpe de chankura en la cara derribándolos al suelo.

Otro de los supuestos pandilleros se lanzó al ataque pero la raijin se apartó para hacer que el matón pasara de largo y recibiera un golpe de chankura en el trasero terminando cayendo de dolor estando bocabajo, los demás seis pandilleros se lanzaron al ataque en conjunto hacia la raijin que los recibió a punta de chankura en la cara o en el cuerpo de los Kawamatsu.

Los esbirros en su totalidad rodearon a la raijin y se lanzaron de diferentes flancos pero la rubia les respondió propinándoles una patada simple de Kung Fu como si fuera Bruce Lee a sus oponentes que caían al suelo, se levantaban y terminaban otra vez.

Los falsantes maleantes hicieron una última ofensiva pero la rubia decidió usar el arma más poderosa de todo chapulín: El Chipote Chillón

-¡CHIPOTE INAZUMA FLASH! ¡CHEST!

Los Kawamatsu se lanzaron al ataque solo para recibir golpes fuertes del chipote chillón hasta que finalmente terminaron en el suelo. Los maleantes se reunieron entre ellos llorando y haciéndose un abrazo grupal mientras la raijin con chipote en la mano estaba caminando tranquilamente esperando el siguiente movimiento por parte de ellos pero al ver como estaban los jóvenes decidió dejarlos vivir.

En eso encontró el balón de futbol que se encontró momentos antes y se los dio a los chicos, con una seña les dijo que siguieran viviendo pero haciendo lo que les gusta a lo que los temerosos jóvenes decidieron huír del lugar con el balón en su poder mientras que Minokichi y sus esbirros estaban sin palabras ante lo ocurrido.

-No puedo creerlo...- La líder de la pandilla Suga estaba completamente indignada- Me dijeron que eran hombres hábiles... Yo no... creí que...

-Es una lástima que recurrieran a pobres niños para matarme pero les perdoné la vida, ellos tienen una vida por delante pero ustedes en cambio solo les espera la tumba ya que como les dije, ustedes son parte del problema y no durarán mucho.

La pelinegra ceniza ya no soportando más la humillación como si el destino de repente ya se estaba burlándose de ella explotó mientras sus hombres estaban listos y prestos para matar. El hombre que tenía a Natsumi la soltó bruscamente con tal de enfrentarse a la raijin la cual decidió actuar en serio.

-¡NO LA SOPORTO MÁS! ¡MATENLA! ¡HÁGANLO YA! ¡CÓRTENLE BRAZOS Y PIERNAS! ¡QUE SE VUELVA DARUMA!

-¡OH!- Asintieron los maleantes.

Uno de los esbirros de Minokichi, el llamado Kyuta fue el primero en lanzarse hacia Candy con katana en alza con una mano, la raijin detuvo con su puño izquierdo la katana del matón dando un pequeño forcejeo hasta que la rubia terminó partiendo el arma. El matón quedó en shock pero la raijin encestó un puño de luz hacia la zona entre el cuello y el hombro izquierdo, ese golpe hizo que se estallara la vena carotida manchando a los demás esbirros quienes quedaron aterrados al ver a su compañero gritar de dolor y terminando sin vida en un charco de sangre.

Los cuatro jóvenes miraron lentamente hacia la raijin quien hacía brillar sus nudillos de acero junto a una mirada seria e intimidante.

-¿Quien sigue?

Senji, que era otro de los esbirros junto con Kiroku que era la única fémina del grupo se lanzaron al ataque aunque el castaño escupió a la empuñadura de su arma con tal de tener buena suerte mientras la chica estaba temblorosa. Los dos atacaron a la raijin pero ésta detuvo con sus nudillos las katanas de ambos dando un pequeño forcejeo y los empujó con un puntapié a cada uno.

Kiroku, se lanzó al ataque con katana alzada pero la raijin comenzó a leer y esquivar los aciertos de la pandillera como si fuera un boxeador experimentado hasta que respondió comenzando con un puñetazo en la cara de su contrincante dando con un corte en la mejilla izquierda. La joven comenzó a asustarse pero no dudó en contraatacar con la katana pero al igual que la de anterior camarada fue partida en dos gracias a que la rubia usó los dos nudillos juntos para bloquear el ataque.

La joven que comenzaba a morirse del miedo recurrió a la tanto o cuchilla pero la raijin detuvo apretando la muñeca y conectó un puño al pecho ajeno. La joven cayó sentada al suelo y reanudó su ataque con la cuchilla pero la rubia rápidamente sus puños blindados contra el pecho y cara de la sicaria.

Minokichi, Natsumi y Genhachi quedaron sin habla al ver que los puños de Candy, más que ser unos simples puñetazos eran golpes consecutivos de puñal a mayor potencia y distancia. Aquello quedó demostrado cuando luego de un rato de paliza, Kiroku, casi iba al suelo al suelo por detrás y seguía teniendo las fuerzas suficientes para continuar pero la joven pandillera de repente se quedó de pie mientras empuñaba su katana mientras de repente su pecho comenzó a mancharse de sangre como si hubiera recibido apuñaladas sin cesar hasta finalmente caer sin vida al suelo.

Senji que era el siguiente sicario, escupió a la empuñadura de su arma y salió al ataque en un estruendoso grito mientras que la raijin decidió encestarle una lluvia de golpes provenientes de su puño izquierdo hasta conectar un certero puñetazo de derecha clavándose en el estomago del yakuza, de hecho, le traspasó el puño entero acabando literalmente con su sistema digestivo.

El hombre comenzó a vomitar sangre hasta restos de sus órganos dañados para terminar muerto en medio de un charco de sangre, mientras tanto Minokichi estaba completamente con la mirada perdida al ver que toda su pandilla fue eliminada y de forma atroz por Inazuma Candy, el terrible demonio dorado con la furia de un león.

Ahora solo quedaban la líder y su único sicario, ambos estaban temblando de miedo sintiendo como en cualquier momentos sus últimos tiempos de vida ya estaban comenzando a experimentar una cuenta regresiva. La aterrorizada pelinegra se le acercó a su sicario de chaqueta azul deportiva, le apretó del brazo mientras que el hombre comenzaba a hacer una mirada llorosa mientras la raijin caminaba tranquilamente hacia ellos hasta toparse con una de sus wakizashis.

El par de villanos caminaban hacia atrás a la par que su oponente caminaba hacia adelante a medida que un imponente y poderoso león bañado en oro estaba a sus espaldas.

-¡G-Genhachi! ¡E-Es tu turno!- Dijo temblorosamente la líder de la ya erradicada pandilla.

-¡J-jefa!

-¡Por favor, Genhachi! ¡No me dejes sola!

-¡N-no se preocupe, jefa!- El aterrorizado matón empuñaba su katana- ¡Yo, Genhachi Onogawa, se hará cargo de esa raijin! ¡Escondase detrás de mí!

La villana sonrió en medio de su creciente nerviosismo.

-¡Genhachi! ¡T-Tú serás mi sucesor!

-¡G-gracias, jefa!

-Lamento dañarles la novela pero...- Las palabras de Candy calaron más que nunca en los dos villanos- ¿Actuán ustedes o actúo yo?

-¡...!

-¡GENHACHI!

-¡OYABUN!

-¡ES TU TURNO!- Minokichi empujó a su único sicario.

-¡NO QUIERO! ¡NO QUIERO! ¡NO QUIERO MORIR!- El sicario hizo lo mismo con su jefa propinandole un empujón

Los dos infortunados se empujaban para ver quien de ellos se lograba salvarse o morirse primero pero la raijin dio un golpe de wakizashi a la cabeza de Genhachi quien obviamente se derrumbó en el suelo pero no conforme con eso la rubia trató de pisotearle la cabeza hasta saber que el sicario que quedaba expiró.

Minokichi ahora estaba contra las cuerdas mientras empuñaba temblorosamente su espada.

-Candy... ¡CANDY!

-¿Qué dices?

-Mi... territorio... lo que tú quieras...

-¿Qué dices?

-Te... daré lo que...

-¿Qué dices?

-¡PERDÓNAME, CANDY! ¡PERDÓNAME LA VIDA!

-¿Qué dices?- Finalmente la raijin estaba frente a frente a una aterrada Minokichi la cual imploraba por su vida pero la rubia estaba con una mirada seria e intimidante junto a sus brillantes ojos azules.

-¡Por favor, no me mates!

La rubia le encestó un golpe de wakizashi de manera perpendicular hacia abajo, de hecho, le hizo el mismo corte igual a la cicatriz de su lado izquierdo del rostro pero ahora desde la sien hasta la comisura del labio derecho dando a la ya condenada líder yakuza una especie de sonrisa de payaso.

Natsumi quedó muda y en shock ante lo que veía pero de repente se desmayó por la conmoción.

-¡MI ROSTRO!- Chilló Minokichi al sentir su nuevo corte.

-Ahora si te quedaste como un payaso. No vales ni que te mate, así que lárgate a un circo para hacer reír o llorar a los niños- Una sonrisa se dibujó en la raijin- Cualquiera de las dos cosas te hace ganar mucho dinero pero debes hacerlo bastante bien o te irá mal.

-¡Cállate! ¡No acepto mi derrota ante tí!- La villana decidió empuñar su katana y su wakizashi y se lanzó contra la raijin quien solamente se puso en guardia- ¡MUERE RAIJIN! ¡JIGOKU TOBOE! (¡AULLIDO INFERNAL!)

Minokichi intentó apuñalar a Candy usando la katana con mayor potencia pero la raijin bloqueó la katana con su solo puño izquierdo haciendo que la espada se rompiera en dos. La ahora condenada a muerte estaba sin palabras ante lo que estaba viendo pero no contó que rápidamente la rubia le encestó un puñetazo de derecha en todo el pecho, de hecho, el puñetazo impactó de lleno contra el pecho ajeno.

La yakuza quedó sin aire ante el golpe pero la raijin decidió aplicar la lluvia de puñetazos sobre todo el cuerpo de la yakuza.

-¡ATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATA!

¡INAZUMA HYAKU RETSU KEN!

A medida que millones de golpes hechos daban sobre el pecho de Minokichi, de repente una cruz de sangre comenzaba a dibujarse en el cuerpo de la ya ahora asesinada yakuza.

-¡ATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATATA! ¡WAAATAAAH!

Finalmente Minokichi fue lanzada hacia un árbol quedándose ahí en el roble hasta que lentamente terminó sentada y sin vida.

¡INAZUMA JUJI ZAN!

La rubia recogió sus armas blancas, las guardó y decidió irse tranquilamente por Natsumi que estaba desmayada hasta llevarla entre sus brazos. Candy caminaba en silencio mientras se llevaba a la hija de Raimon entre sus brazos a la par que su cabello dorado se movía bruscamente por el fuerte viento que estaba haciendo en estos momentos. Pero no contaba algo...

De repente, Genhachi, el último sicario que murió a manos de Candy, comenzaba a arrastrarse a duras penas sobre el suelo mientras éste estaba riendo. ¿Que no se suponía que había muerto a manos del demonio dorado hace unos instantes? Pues resultaba que Candy le dio el golpe en la cabeza con el lado inverso de la espada dando a entender que le perdonó la vida.

El villano agradecido con la rubia en haber sido perdonado decidió irse en medio de los cadaveres de sus camaradas hasta el maletín donde Candy había dejado cuarenta millones de ryus por el rescate de Natsumi. El hombre se puso de pie con el maletín y entre risas se dispuso a abrirlo pero para su desdicha...

Para su desgracia no había ningún billete, de hecho, el equipaje estaba vacío... Habían sido trolleados.

Pero no solo eso... Una especie de hoja blanca de una espada estaba sobre su cabeza a lo que el desdichado Genhachi se volteó para ver que una figura de brillantes ojos estaba ante sus ojos, alzó su espada haciendo más siniestra su presencia a los rayos de sol.

-¡GANZAN RYOZAN HA!

El espadazo dio en todo el rostro de Genhachi dando con un certero corte que partió en dos la cara del yakuza y al final el hombre terminó con la cabeza dentro del maletín el cual ya estaba con un charco de sangre.

Kurome, la siempre dispuesta guardaespaldas de Inazuma Candy, guardaba su katana dentro de su vaina y decidió ir tranquilamente tras cada cadáver para revisar sus billeteras y celulares. Ya logrado su botín, decidió irse tranquilamente a la manera que le enseñó su señora: Katana sobre el hombro, saltar de un solo pie y canturear "Ten-ten-ten" como si imitara el sonido de una shamisen.

Y ahora el viento hizo acto de presencia mientras las aves de carroña graznaban a la distancia.

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Pandilla Suga

Eliminada a manos de Inazuma Candy

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