Tienda Shiranui, en la calle Toraya

En la calle Toraya estaban un grupo de personas entre las cuales estaba Max sosteniendo a su pequeño triceratops llamado Gabu. Los presentes estaban amotinados mientras presenciaban a un grupo de personas vistiendo grandes sombreros en forma de tapa y capas negras. La lluvia era fuerte por lo que los presentes de lo que iba a suceder no eran bastantes.

Mientras con los hombres vestidos de bakuto o pandilla yakuza, diez u once de los sujetos estaban justamente frente a la entrada mientras unos 25 a 30 personas rodearon la tienda, eso en caso de que los delincuentes al mando de Denkichi Shiranui optaran por el escape. Los diez hombres estaban frente a la tienda y de los cuales tres estaban descubiertos mostrando a dos pelinegras y un hombre moreno de cabello rosa rapado.

-No puedo creerlo... Someoka es un asesino de Inazuma Candy... Y la chica de cabello corto es Kurome, la guardaespaldas.

Akame Kirigiri, segunda al mando del Inazuma Bugeicho, estaba usando la indumentaria de bombero de los Nikogumi, mientras que Kurome, Someoka y probablemente los demás asesinos usaban ropas tácticas pero sus extremidades superiores, de la mano al brazo estaban cubiertos por especie de brazo armadura lo mismo que de los pies a la rodilla; un cinturón blanco envolvía la cintura y bandanas blancas sobre la cabeza y una cara de león estampada en la espalda.

Los demás asesinos se quitaron sus capas y sombreros dando a otros siete sujetos vestidos de igual manera... Las Kirigiri y Someoka eran dos mujeres y un hombre, los demás siete eran:

El cuarto sicario era Akio Fudo, el chico de cresta grande que guió al Instituto Imperial al hospital del doctor Tardes y guardaespaldas de Inazuma Candy, el joven portaba una bandana roja sobre la frente mientras tenía un bate de béisbol de platino.

.

Sicario del Inazuma Bugeicho

Akio Fudou

.

El quinto sicario era Matsuri Mizusawa, la pequeña sicaria como ninja del Inazuma Bugeicho. La joven tenía la bandana blanca y cinturón blanco por toda la cintura pero a diferencia de sus compañeros, ella usaba una gorra negra con orejas de gato, auriculares sobre el cuello, una camiseta-chamarra ancha negra y medias largas hasta el muslo.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Matsuri Mizusawa

Alias "Mats"

.

El sexto sicario era Tamao Suzumi, amante de Inazuma Candy y compañera sexual de Nikogoro. La poetisa estaba con el cabello suelto y bandana blanca sobre la cabeza. Ella estaba vestida de manera uniforme como sus compañeros.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Tamao Suzumi

Alias "Otama"

.

El séptimo sicario era un joven alto de piel trigueña, ojos azules y pelo verde oscuro hasta la mandíbula. Su cabello iba en punta hacia arriba, exactamente en dirección izquierda. Algo destacable en el sujeto era dos rasguños de león desde sus ojos hasta su mejilla. A diferencia de sus nakamas, tenía una bandana negra en la frente y usaba una camiseta negra sin mangas dando al descubierto unos muy trabajados brazos.

.

Sicario del Inazuma Bugeicho

Kyoya Tategami

Alias "Shishimaru"

.

El octavo sicario era una joven peligris de cabellera corta hasta los hombros y ojos azules y buena complexión física sin olvidar un buen y notable busto. La joven usaba una gorra blanca con la cara de león estampada en negro mientras que en lo demás, estaba igualmente vestida como sus nakamas.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

You Watanabe

Alias "Yokichi"

.

El noveno sicario era una chica joven de tez clara que poseía una apariencia suave y gentil, su cabello era de color rosa rojizo, el cual se trenzaba en el lado derecho y sus ojos eran de color rosa rojizo. Sus cejas eran considerablemente más gruesas y redondeadas que la de sus demás nakamas. La joven tenía como arma una lanza.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Sumi Sakurazawa

Alias "Osumi"

.

El último sicario era una chica linda y de aspecto frío con cabello lacio hasta los hombros y con flequillo cuadrado colgando sobre sus cejas. Tenía el cabello rosado rojizo, específicamente, entre el rosa antiguo hasta rojo-violeta. Sus accesorios notables eran cintas gemelas en forma de mariposa en ambos lados de su cabeza, sus ojos eran azules oscuros, su estatura era promedio y una excelente figura femenina. Su indumentaria era la misma que la de sus nakamas pero su bandana era morada oscura y una bufanda larga del mismo color sobre el cuello. Era otra ninja más para Inazuma Candy.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Nino Nakano

Alias "Ninocchi"

.

Los diez sicarios estaban al descubierto mientras la gente comenzaba a atemorizarse, uno de ellos, Kyoya sacó desenvainó su katana mientras una de las féminas le pasó una botella de alcohol. El peliverde de un solo trago tomó el licor y lo escupió hacia el filo de la espada, eso para hacerla más brillante. Fudo acomadaba su bate sobre su mano izquierda, Sumi sostenía lo mejor que podía su lanza, los demás acomodan sus bandanas o crujían los nudillos.

Solamente Akane mantenía una mirada fría.

-Matsuri, Nino...

Las dos mencionadas desaparecieron en el acto mientras que Akame les habló a sus siete nakamas.

-Muy bien. Kurome y Ryugo irán conmigo al segundo piso y los demás estarán en el primero. Algunas sisters estarán con ustedes.

Los sicarios asintieron sin más y fueron a sus posiciones a la par que ocho o diez personas se les unieron. Las personas incluso el propio Max se quedaron mudos al ver que las personas que se les unieron tenían una sola apariencia: Las extrañas chicas iguales eran de cabello de color castaño claro con una horquilla en el lado derecho de su cabeza, y sus ojos eran del mismo color que su pelo. Otra característica resaltable de esas individuas era que usaban visores sobre sus cabezas y tenían miradas sin vida como si estuvieran muertas o fueran seres artificiales.

.

El Inazuma Bugeicho tiene un ejercito privado de:

MISAKA SISTERS

.

Las Misakaya como se les llama a los habitantes de un distrito llamado Misaka (De hecho, cada oración lo terminaban con el sufijo misaka y sus habitantes tenían el mismo aspecto), se pusieron a la entrada del lugar mientras estaban con katanas y lanzas listas para saciar el hambre de sangre. Los demás sicarios como Misakaya se quitaron sus capas y sombreros revelando a más miembros del Inazuma Bugeicho.

(...)

Detrás de la casa, en el patio dos personas comandaban a un escuadrón de diez a once Misakaya. La primera persona era una chica baja con cabello negro corto y ojos grises. A diferencia de sus nakamas, usaba un seifuku (Uniforme escolar) que consistía en una blusa negra de manga larga con cuello y botones dorados, una camisa blanca debajo con un cuello que parece tener una mariposa gris claro, un lazo gris alrededor del cuello, un falda larga negra, un par de medias negras y un par de uwabaki (Zapatones escolares) blancos. Como todo sicario del Inazuma Bugeicho, usaba bandana blanca y cinturón blanco y el león estampado es la espalda.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Jun Naruse

Alias "Junjiro"

.

La segunda chica era una chica delgada, de estatura alta, de tez blanca, su cabello era largo y de color rosa, sus ojos eran grandes y de color café. Igual que los de su grupo y nakamas, usaba bandana blanca y cinturón blanco pero su indumentaria era un uniforme escolar, que consistía en una falda oscura a cuadros, saco negro, camisa blanca, chaleco color crema, un moño atado al cuello y calcetas negras con zapatos blancos y sin olvidar el león estampado en la espalda.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Shoko Nishimiya

Alias "Kojuro"

.

La sicaria de cabello rosa de tono pálido le señaló con señas a su amiga bajita y sus Misakaya lo que debían hacer: En caso de que varios maleantes optarán por escapar al patio o en los tejados, se les debía darle pelea, persecución y muerte. Asintieron ante las mudas órdenes.

(...)

Mientras tanto en los tejados del lugar, incluso en tejados y casas aledañas, Matsuri y Nino, quienes eran las shinobis del grupo estaban junto con otras Misakaya las cuales tenían sus visores puestos y con ninjatos en mano. Eran el escuadrón ninja que debían rastrear, localizar, perseguir y matar a los que huían del altercado.

(...)

A las afueras de la tienda Shiranui estaban las Misakaya con espadas desenvainadas, dos de ellas se apostaron a cada lado de la salida. Las personas atestiguando la eventual batalla como masacre se atemorizaron aunque por nada del mundo no debían perderse un momento único en sus vidas, de hecho, no faltaban celulares que grababan o tomaban imágenes del hecho.

(...)

En un gran cuarto de posada estaban un total de entre unos cuarenta o cincuenta personas las cuales estaban sentadas o de pie, preparándose para el siguiente trabajo mientras en el centro de ellos estaba Denkichi acompañado del guardaespaldas Toshiro y una chica de cabello azul cenizo y ojos del mismo color llamada Kitazo.

-Muy bien chicos, tenemos un millón de kokus a nuestras espaldas. ¿Entendido?- Decía el joven rubio arengando a sus esbirros.

-¡OOOOHHHH!

-¡Que no les importen y vayan con todo!, ¿De acuerdo?

-¡Si!

-Divídanse en grupos y vayan al incendio. Entendido.

-¡OOOHHH!

Al mismo tiempo que los hombres exclamaban ante las ordenes de su líder, la peliazul comenzó a hacer brinquitos mientras se inclinaba un poco a la par que pegaba sus manos a su entrepierna como si tuviera una dolencia, eso fue notado por el joven rubio.

-¿Te pasa algo, Kitazo?

-Perdón, jefe, es que me dieron ganar de hacer pipí

-De acuerdo, pero no te demores.

-Gracias, jefe.- Luego de hacer una rápida referencia, Kitazo dejó el cuarto y se fue directo al baño que estaba en el primer piso, exactamente en el patio.

Sin saber que sería el detonante de los eventuales hechos de esa noche.

(...)

Kitazo iba a ir baño cuando de pronto al bajar dos o tres peldaños notó a un grupo de figuras vestidas y negro y bandanas blancas. De entre esas figuras, una mujer alta de cabello negro y rojos la miró directamente a los ojos como si supiera que estaba ahí. La peliazul estaba muda al ver que la mujer estaba vestida con las ropas tácticas negras de los Nikogumi, eso probado por sus siglas y número de unidad.

A su criterio era Nikogoro, el famoso demonio de Mujina la cual era popular por poseer un mal carácter y tener peleas con quien se entrometiese en su camino y no había nadie en Edo que no tuviera cabello negro y ojos que brillaban como las llamas del infierno aunque según rumores era bajita de estatura y plana como una tabla.

Kitazo dirigió su mano lentamente hacia su arma blanca mientras Akame caminaba lentamente y sin mover un solo dedo, la sicaria seguía estando en los últimos peldaños de madera mientras que la presunta líder de los Nikogumi ya había subido la totalidad de las escaleras.

Ambas mujeres estaban frente a frente, en cuestión ambas desenvainaron sus espadas dando a una ligera escena en cámara lenta; Kitazo alzaba la katana con su sola mano derecha mientras que Akame sacó su katana empleando de manera directa y dura su ataque. La pelinegra ganó en rapidez encestando un golpe de derecha a izquierda correspondiendo a todo el vientre.

La peliazul al sentir el fuerte golpe propinado cayó rodando fuertemente las escaleras hasta quedar en el suelo sin vida. Eso fue la señal para que los demás sicarios y Misakaya fueran rápidamente a las escaleras mientras que Akame fue solamente con dos personas, doblando por la derecha y dando con el cuarto.

(...)

Los miembros de la pandilla Shiranui se estaban riéndose y hablándose entre ellos hasta que de pronto escucharon un pequeño grito y un incesante rodeo en las escaleras, eso molestó a Denkichi.

-¡Oye Kitazo! ¡No hagas ruido, idiota!

En ese momento subieron Akame, Kurome y Someoka los cuales hicieron que todo quedara en repentino silencio.

-¡No puede ser! ¡Es Someoka de los Super Once!

-¡También está Nikogoro!

-¿¡Qué demonios son ustedes!?- Preguntó el joven rubio extrañado al ver a la líder de los bomberos del barrio Megumi y a uno de los Super Once, especialmente, uno de sus dos delanteros como goleadores.

-Joven Denkichi, son el brazo armado del gobierno- dijo Toshiro quien era el guardaespaldas.

-¿Brazo armado?

-Sí- Asintió el castaño- Hay rumores que dicen que la Reina Yoshimune tiene a su disposición a un grupo de los más mejores asesinos y su función es desaparecer a cualquiera en su camino y eso nos incluye a nosotros.

-¿Estás bromeando? ¿Asesinos del gobierno?- El joven yakuza miró directamente a los tres sicarios los cuales estaban con rostros serios mostrando que las cosas se iban a poner muy feas- ¿Tú eres Nikogoro? ¿Es cierto de que son asesinos del gobierno?

Akame parpadeó varias veces y respondió.

-Tal vez sí, tal vez no... Pero una cosa es cierta ante ustedes y es que nosotros hemos venido aplicar el Aku So Zan

-¿Aku So Zan?

-Eliminar al mal de inmediato

Kurome de inmediato desenvainó su espada mientras que uno de los esbirros se lanzó contra ella. La pelinegra menor alzó la katana y encestó un fuerte golpe al sujeto que gritó de dolor al ver que fue cortado en dos y una explosión de sangre mojó a la chica la cual tenía una sonrisa pequeña al sentir el salpiqueo de sangre en su rostro.

Otro sicario fue directo hacia Someoka con tal de matarlo pero su espada quedó clavada en uno de los soportes del techo, oportunidad que vio el pelirrosa rapado en clavarle la katana al cuello. El infortunado hombre crujió los dientes mientras que Denkichi, quien estaba justamente detrás de él, fue salpicado de sangre en el rostro y quedó helado al ver que su esbirro cayó de mala manera rompiendo una de las puertas de papel.

Los sicarios quedaron aterrorizados a lo que uno de ellos cortó la linterna eléctrica dando con el cuarto oscuro y katanas brillando intensamente haciendo como una pequeña iluminación. Akame y sus dos acompañantes estaban solamente de pie mientras esperaban el comienzo real de la batalla. Kurome estaba comenzando a doblar una rodilla mientras que Someoka se inclinó un poco con la katana sobre el hombro derecho y nuca.

Un sicario se lanzó directo contra Akame la cual lo despachó de un rápido golpe, el hombre levantó los brazos, gritando de dolor y cayendo lentamente justamente frente a la pelinegra mayor. En eso se les unieron Kyoya, Tamao y You, los cuales fueron recibiendo a su oponente.

El peliverde de dos cicatrices despachó a dos sujetos luego de bloquear el ataque del otro con una mano y rematar con la katana, la peliazul era algo rápida ya que despachaba a tres o cuatro dando a entender que tenía mucha experiencia en asesinatos y la peligris aplicaba a veces las patadas y al igual que Tamao había matado a tres matones.

El desorden no hizo esperar a los maleantes se salieron del cuarto hacia los pasillos o tumbando las demás puertas corredizas dando con las otras habitaciones. No faltaban los que aprovecharon para huir por las ventanas saltando al patio o yendose por los techos de la tienda.

Akame y Kurome se quedaron luchando contra buen número de hombres en el cuarto mientras que en los demás Kyoya y compañía se dispersaron para dar pelea a los que se topaban en su camino. Las Misakaya que estaban en las escaleras subieron al cuarto para dar su contribución a la intensa lucha en el segundo piso.

(...)

Matsuri, una de las bajitas como uno de los mejores shinobis del Inazuma Bugeicho, estaba en el tejado anexo al cuarto donde se efectuaba buena parte de la pelea cuando de pronto la ventana de papel quedó manchada de rojo y luego un cuerpo cayó rápidamente del lugar. Un yakuza decidió optar el escape por el tejado sin saber que tenía como rival a la ninja.

El matón viendo a la niña se lanzó de golpe mientras la pequeña ninja de cabello rosa unió su espada con la del delincuente como si tratara de invitarlo a la pelea mientras que otros dos sujetos fueron rodando hasta caer en el patio seguidos de cuatro Misakayas que saltaron tras ellos. Matsuri forcejeaba con su oponente cuando en menos de nada dio vistazo a la habitación a ver a otro tipo que le iba a dar pelea.

El yakuza se iba con la katana alzada pero para su mala fortuna, la espada se clavó con uno de los marcos de la ventana, momento en el cual la pequeña pelirrosa aprovechó para culminar su vida con una directa estocada al vientre. Ya hecha la herida de muerte, el matón cayó dentro del cuarto.

La pequeña kunoichi retomó su labor de pelear contra el esbirro de hace unos momentos comenzando un forcejeo donde ambos ya comenzaban a ser victimas del vértigo ya que la medida del tejado donde peleaban era pequeña y no podían sostenerse de pie por mucho tiempo. Mientras tanto, otro sujeto corrió de la ventana al patio y luego dos Misakaya le seguían.

Matsuri y el sujeto con quien luchaba seguían forcejeando y forcejeando hasta que luego cambiaron de posición, Matsuri empujó al sujeto que se levantó rápidamente, hubieron tres choques de aceros hasta que finalmente la pelirrosa encestó un golpe que mandó caer a su contrincante directo al patio. La joven se arrodilló para ver como estaba la situación en el patio y decidió entrar en el cuarto donde se efectuaba la lucha de las hermanas Kirigiri contra los matones que se les oponían.

Mientras tanto en la zona trasera de la casa, otros matones trataban de escapar hacia las casas ajenas mientras eran perseguidos como ratas por parte de Nino y otro escuadrón de Misakayas. Habían caído seis ladrones y quedaban cuatro de ellos que corrían por sus vidas pues sus perseguidoras parecían que eran demonios dispuestos a llevarlos al infierno.

Nino y Misakaya no paraban en encontrar y acuchillar a cualquier prófugo que se encontraban hasta que luego de ir por dos a tres casas finalmente dieron con los que les quedaban los cuales estaban en un patio que literalmente eran un gran charco por las lluvias. Luego de eso, en la propiedad en que estaban salieron otras diez personas las cuales daban catorce personas rodeadas por doce Misakaya y Nino.

La shinobi y demás Misakaya rodearon a la casi quincena de yakuzas y se desplegaron contra ellos dando otra gran batalla brutal.

(...)

Mientras que en el patio, Jun y Shoko junto con las Misakaya que comandaban se pusieron a pelear contra los delincuentes que saltaban del tejado y pensaban tomar el patio como atajo de escape. A medida que los yakuza saltaban también lo hacían otras Misakaya que les seguían. Una batalla cruenta más se daba en la tienda Shiranui.

Shoko se ponía a pelear nerviosamente contra dos matones, aprovechando los esquives como en leer los movimientos, la pelirrosa despachó a un matón quedando solamente uno aunque la cantidad aumentaría ya que por unos que despachaban, otros venían para el mismo resultado y con ellos muchas Misakaya tras sus pies.

Jun, la chica bajita junto con sus compañeras peleaban contra tres o cuatro sujetos en una zona del patio, la joven también victima del nerviosismo luchaba dando un sablazo contra otro y otra ronda donde ambos luchadores se esquivaban del ataque del otro aunque las Misakaya reforzaban bastante bien.

La pelinegra de ojitos grises estaba en guardia con las piernas separadas e inclinándose un poco ante su rival que estaba impaciente por que iba a pasar después. Su sable chocó contra el filo contrario, luego otro sujeto corrió conectando un golpe metálico. La joven se fue adelante sin saber que alguien le iba a matar por detrás.

-¡Junjiro, cuidado-misaka!

Jun rápidamente se volteó encontrando a otro sujeto que con brazos alzados iba a matarla pero la joven presa del miedo como de la confusión se tropezó sentándose de culo, extendió su katana de manera inconsciente y clavó el filo en el estomago del sujeto el cual gritaba de dolor, la joven en medio de su inconsciencia sacó y enterró otra vez el puñal logrando culminar con la vida del hombre que se le iba a caer encima sino fuera porque unas dos Misakaya le ayudaron.

Una Misakaya empujó el cadáver del hombre y otra la ayudó a ponerse de pie a lo que la joven en total silencio se reverenció hacia ellas en señal de agradecimiento.

(...)

Un grupo de Misakaya fueron a la base de la tienda, abrieron la puerta dando con que hombres estaban escondidos a los que al ser hallados no les tocó más opción que enfrentarse al grupo de supuestos asesinos de gobierno. Más Misakaya se unieron para adentrarse más en la base dando con más sujetos escondidos y una batalla más se estaba dando en la tienda Shiranui.

(...)

Los matones que fueron al primer piso se toparon con Fudo y Sumi y su escuadrón de Misakaya. La pelirrosa de cejas resonantes clavó la punta de su lanza hacia el estomago de un matón como casi elevándolo hasta que el cuerpo cayó encima suyo a lo que dos Misakaya fueron buenas samaritanas en ayudar a su nakama mientras el chico de grande cresta estaba con un machete y un bate de beisbol en la otra mano mientras que tres o cuatro sujetos estaban muertos del medio en las escaleras.

Otros sujetos saltaban de las escaleras solo para ser recibidos a cuchillazos por las Misakaya o ser clavados por la lanza de Sumi que a pesar de ser invadida por el miedo y las inseguridades no se le nublaba el coraje y el arrojo.

Volviendo con Fudo, el muchacho con dos bates en mano y una mirada determinada le dijo a los ladrones.

-Yo soy Akio Fudo, miembro del Inazuma Bugeicho. Soy del distrito Shinjuku donde Inazuma Candy-dono es su bugyo. Soy un bakuto con orgullo desde que nací. Desde niño, cuando perdí a mis padres, vagué por las calles, he perseguido y enfrentado a mafiosos, participé y gané y perdí mucho en peleas y juegos de azar como todo un honorable apostador errante. He llegado a Edo, desembarcando luego de navegar en las olas blancas. Y ahora estoy finalmente enfrentándome con toda escoria que se me cruce en nombre de la justicia y hacer lo posible para traer la tranquilidad y la paz para las personas que se lo merecen.

-Maldito...- Los tres ladrones se pusieron en guardia contra el chico de cresta grande quien estaba sonriendo deseoso de una gran batalla.

El muchacho bloqueó con su machete un sable apartando al primer yakuza mientras se le vino el segundo a lo que bloqueó su ofensiva con sus dos armas haciendo una X. Arrinconó a su contrincante hacia la pared pero sin ignorar al yakuza que estaba a su derecha bloqueó con su machete. Estaba arrinconando al par de ladrones y perder el balance.

Luego de un tiempo de contener a sus oponentes, con gran rapidez movió su machete que tenía a la mano derecha y le encestó un golpe al vientre del ladrón a esa dirección y se volteó rápido encestando un golpe al contricante de la izquierda causándole un corte en la cara y posterior muerte al instante. Un tercer sujeto que estaba cerca de los cadáveres se lanzó de frente a lo que Fudo bloqueó el acierto con una X y dando a un pequeño forcejeo.

Finalmente el tipo estaba sentado en uno de los peldaños de la escalera mientras que el chico de la grande cresta, sonriendo de manera triunfante colocó su bate de béisbol sobre el cuello mientras que con el machete rozó en el lado izquierdo causándole una hemorragia de la vena carótida acabando con la vida del yakuza.

Las Misakaya mientras tanto estaban peleando contra los sujetos que se le topaban en el camino mientras que otro grupo perseguía a otros yakuza por todos los lugares posibles del primer piso hasta encontrarlos y matarlos en el acto. No faltaban los pobres infortunados que estaban acorralados contras las paredes y siendo acuchillados sin piedad y otros escondiéndose en puertas y pasillos para terminar uniéndose al número de asesinados.

En medio de la encarnizada batalla, cuatro sujetos bajaron las escaleras con tal de ir por la puerta pero de repente se les aparecieron una persona en capas negra y sombrero grande de paja en forma de tapa.

-¿Acaso huyen, señores? ¿O es quieren enfrentarse a mí?

-¿Q-que demonios está pasando aquí?

Sumi quien había matado a dos sujetos con su lanza en su afán de impedir que huyeran al primer piso se quedó en pausa como si supiera quien era la persona dueña de esa voz.

-No puedo creerlo... ¿Acaso es...?

-¡Sea quién seas, te mataremos!- En eso ahora estaban diez sujetos los cuales estaban aterrorizados de ver quien era el nuevo asesino del Inazuma Bugeicho que se les estaba haciendo frente.

La persona se quitó la capa y el sombrero revelando a una atractiva chica de estatura promedio, tez pálida y complexión delgada. Su cabello era de color castaño con una longitud hasta la cintura, los cuales a su vez tienen sutiles reflejos anaranjado-rojizo en las puntas, además de que su cabello estaba más notablemente atado con flequillo que colgaba de su lado derecho. Sus ojos eran grandes y de color castaño claro. Aparte tenía buen cuerpo y era alta, como si tuviera los 1,65.

A diferencia de sus nakamas que estaban de negro, la joven solamente usaba una chamarra roja, un short de jean, unas pantimedias negras y unos tenis deportivos rojos. Tenía una shirasaya o espada bastón japonesa en su mano derecha.

-No puedo creerlo... ¿Acaso eres?

-Antes de que vayan al infierno, les diré una cosa... Soy la despreciable Chizuru del distrito rojo de Yoshiwara del barrio Kanokari, del 206 de la residencia Nerima. Sicaria del Inazuma Bugeicho.

-¡Chizuru-chan! ¡Llegaste!- Exclamó Sumi mientras estaba sonriendo.

-¡En buena hora llegaste, puta de mierda!- Dijo Fudo entre risas mientras mataba a dos yakuza.

-¡CHORIZO!- Gritaron aterrorizados los hombres que sentían que efectivamente eran sus últimos momentos de vida.

-Vine desde Yoshiwara para ver a una vieja amiga pero parece ser que la maldad nunca acaba por lo que mi deber como sicaria del Inazuma Bugeicho es eliminar el mal desde sus raíces, por la gente de Edo... En especial por alguien a quien aprecio mucho y es el motivo por que vine a Ciudad Inazuma.

.

Sicaria del Inazuma Bugeicho

Chizuru Mizuhara

Alias "Chizu", "Ochizu", "Mizuchi" "Chorizo"

.

Los sicarios fueron de inmediato contra la castaña la cual sin pensárselo dos veces se lanzó sobre sus oponentes logrando matar a nueve de ellos de manera rápida y directa, el último de ellos intentó subir las escaleras pero Sumi clavó su lanza en el estomago matando en el acto al sobreviviente.

La pelirrosa como el chico de la cresta grande junto con algunas Misakaya fueron hacia donde estaba su amiga la cual estaba con su espada en mano.

-Chizu-chan, que bueno que llegaste- La lancera se lanzó hacia la castaña alta culminando en un fuerte abrazo entre ambas.

-¿Te encuentras bien, Sumi?- La joven preguntó con una sonrisa cálida a lo que la chica asintió.

-Sí, estoy bien... Chizu-chan

-Lamento mucho si mato este momento emocional entre ambas pero...- Fudo con su machete en mano y una katana en la otra estaba notando que se iban a bajar más yakuza por las escaleras- Me temo que tenemos que matar muchas cucarachas esta noche.

-Creo que no llegué tan tarde después de todo.

-Justamente comenzábamos a repartir el pastel. Espero que no hayas perdido el toque.

-Amigo, el hecho de que sea de Yoshiwara no quiere que todo el tiempo hubiera sido una puta barata. Desde que era una niña he sabido como pelear como todo un Edokko (Hombre de Edo).

-Eso es bueno. Ante todo hay que tener agallas.

La joven venida de Yoshiwara miró a su pequeña amiga de grandes cejas la cual estaba con su lanza en mano.

-¿Estás lista, Sumi?

-Lista.

-Yosh...- La castaña escupió la empuñadura de su espada mientras que más yakuza bajaban por las escaleras.

-Te daré los honores.

-Que gentil eres, Fudo.

La castaña fue hacia las escaleras mostrando lo que podía hacer con su shirasaya, primer sicario un corte a la cara, el segundo hombre una estocada directa al estomago y apartado de un puntapié, un hombre iba por atrás pero recibió un certero corte entre el hombro derecho y el cuello muriendo en medio de una fuerte hemorragia.

La joven caminó empujando a patadas a cualquiera que se le cruzaba en el camino hasta llegar al segundo piso donde al dar el primer paso apuñaló directamente a un yakuza. Los sujetos que se toparon con ella, rápidamente se fueron hacia atrás dando con un cuarto entero pues sabían de la autodenominada despreciable de Yoshiwara y estaban temerosos por sus vidas.

La joven entró a la habitación despachando a dos yakuza, uno intentaba matarla por detrás pero la joven lo tomó de la cabeza para degollarlo al instante. Se puso a correr a la par que despachaba a otros tres yakuza, luego otros cinco matones. Entró a otra habitación liquidando y acuchillando contra la pared a otro sujeto clávandole muy bien su arma al pecho hasta que el tipo murió dejando buen rastro de sangre en la pared.

Un sujeto con katana intentó matarla por detrás pero la castaña esquivó al tipo, el mismo sujeto se lanzó directo empuñando con ambos manos su arma pero la sicaria de Yoshiwara con su mano izquierda detuvo a su contrincante dándole un pequeño empujón y con un certero katanazo le voló la nariz haciendo que el sujeto comenzara a moverse desesperadamente a la par que borbotones de sangre inundaran sus manos y buena parte del suelo y salpicando las paredes de rojo hasta quedar tendido en el suelo.

Otro sujeto estaba detrás de Chizuru la cual caminaba tranquilamente hasta que iba a apuñarla pero la joven como si sintiera su presencia le encestó otro katanazo en la zona izquierda del cuello haciendo que el tipo muriera en medio de un chorro de sangre, otro fue a su derecha pero fue despachado de un certero golpe derecha-izquierda al estomago.

Chizuru entró a otra habitación y despachó a dos sujetos manchando de sangre a una estatua de Buda, otro sujeto intento matarla por detrás pero la castaña sintiendo el peligro acercándose viene ya le clavó la espada al estomago, lo volteó de un empujón y culminó asestandole fuerte a la espalda.

A medida que caminaba se topó con Akame quien había despachado a dos tipos en la siguiente habitación, en eso un yakuza iba a matar a la Kirigiri mayor por la espalda cuando...

-¡AKAME!

La mencionada se volteó rápidamente al ver a su oponente y de manera rápida le encestó un golpe diagonal al pecho haciendo que el infortunado gritara de dolor y cayera bocarriba al suelo. La pelinegra miró que la castaña de Yoshiwara estaba justamente en el momento preciso.

-Chizu... Volviste...

-Iba a ver a Sumi pero supe que algo pasó en Ciudad Inazuma... Me alegro volver a verla, heichou.

-Y yo también, Chizu...

-¿Y Kuro?

-Está andando por ahí.

En eso vinieron un grupo de yakuzas para rodearlas a lo que ambas mujeres se miraron con una sonrisa de amistad.

-¿Te molestaría que comenzaras primero?

-Fudo me dio ese derecho hace rato, ¿Por que no?

Las dos mujeres se lanzaron al instante contra los sujetos dando otra cruenta batalla en la Tienda Shiranui.