Toda esta historia fue escrita por mí pero los personajes son de S. Meyer.

"Tal vez fue error mío,

que fui a buscar al amor de mi vida

a un sitio donde no hay amor

ni hay vida"

Capítulo 7

Bella

—Te ves hermosa con ese corte, pero ese color es horrible, ¡parece que estás enferma!

Miré a mi madre sin expresión en el rostro, pero no me prestaba atención. Estaba demasiado ocupada rebuscando en mi gigantesco armario junto con Alice.

—Todo esto es de la temporada pasada —refunfuñó mi hermana con evidente hastío. Tenía entre sus dedos una de mis pañoletas favoritas, y la descartó rápidamente—. Parece que sólo tienes colores pasteles aquí. ¿Es que no has pensado en comprar nada un poco más… maduro?

—El blanco y el rosa están bien —renegó mamá, y luego estudió la blusa de satén de Alice con desdén—. Son los colores adecuados para una señorita. En cambio, tantos colores oscuros te hacen ver gris.

Me tragué mi suspiro. Mamá y Alice se la pasaban peleando o lanzándose puños tan seguido que ya no les tomaba importancia. El cabello corto hasta la mandíbula de mi hermana y tintado con un negro azabache, era una de sus tantas formas de demostrar rebeldía.

Por supuesto, mamá lo odiaba.

—Creo que me gusta este —indiqué, aunque pasé inadvertida. Me miré en el espejo. Mi vestido tenía un bonito, pero no demasiado profundo, escote en forma de corazón con mangas abullonadas. Llegaba hasta mi rodilla, por lo cual era perfecto para un paseo.

Sin embargo, el color verde olivo parecía causarle picazón a mi mamá.

—Aquí, aquí —mamá sacó un vestido floreado del armario. Era blanco y de gasa, con patrones delicados de flores rosadas. Miré la manga larga y asentí, probándomelo.

—Ah, eso se ve mucho mejor —Alice asintió cuando salí del probador—. Ese me gusta más.

—Está decidido entonces —acepté rápidamente. Ya estaba cansada de probarme ropa, llevaba toda la mañana haciéndolo. Edward no tardaría en llegar.

Edward. Reprimí un suspiro.

Mi padre se había puesto hecho una furia cuando prácticamente lo obligaron a dejarme salir, la verdad es que hacía tanto tiempo que no visitaba la ciudad que estaba bastante emocionada; al menos lo suficiente como para ignorar la ira con la que mi padre había he estado refunfuñando desde la tarde anterior.

Mi único problema era Jasper. Sabía que lo estaba ignorando y que esa situación no podía continuar durante mucho más tiempo, especialmente ahora que mi padre había decidido que tenía que acompañarme a mi "cita" con mi futuro marido. Tendría que tener una conversión larga con él antes, porque esto no podía continuar así.

Así que me arreglé con rapidez el cabello y el maquillaje, ignorando las protestas de mi madre y mi hermana. Después de todo, no me importaba mucho mi apariencia. Y, aunque nunca hubiera renegado de una ropa bonita, no era lo que más tomaba en cuenta en ese momento.

Por suerte me dejaron a solas pronto. Esperé pacientemente cinco minutos después de que se fueron para abrir la puerta de mi recamara y comprobar que, efectivamente, el único que me esperaba en el pasillo era Jasper.

Le hice una ceña y él entró rápidamente. Esto era peligroso y ambos los sabíamos.

Antes de que incluso pudiera decir una palabra, sus labios estaban sobre los míos.

Esto era diferente de cualquier otra vez en la que nos hubiésemos besado; antes, él se mostraba dulce conmigo, casi como si tuviera miedo de romperme sí me apretaba demasiado fuerte, pero esta vez sus labios tenían un toque desesperado, el amargo regusto de la angustia que producía nuestra próxima separación.

Se lo devolví, igualmente desesperada. Yo estaba consciente de que Jasper tenía la ligera ilusión de convencerme para escaparme con él; después de todo había pasado los últimos días hablando conmigo sobre eso, sin embargo había sido una conversación unilateral ya que yo no estaba ni un poco tentada a dejar que mi familia se hundiera en la miseria por mi egoísmo si me llegaba a escapar.

Sabía lo que eso significaría para ellos: la muerte. Edward Cullen no perdonaría nunca una infracción así.

Dolcetta —suspiró en mis labios, apenas separándose de mi por unos milímetros—, te he extrañado tanto. Creí que nunca regresarías a mí.

Lo miré, sin poder evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas. Estaba enojada con la vida, con mi padre, con Edward, pero más conmigo misma que con cualquier otra persona. Me molestaba que no podía ser lo suficientemente valiente como para luchar por lo que verdaderamente quería.

Pero el miedo era paralizante.

—No podemos hacer esto más —murmuré con dolor, tomando su muñeca para alejar su mano de mi mejilla. Él era demasiado fuerte; no se movió ni un milímetro. En cambio, siguió acariciando mi piel.

—Sí que podemos —discutió con vehemencia—. Yo pelearía el mundo por ti.

Cerré los ojos con impotencia, puesto que sabía que me estaba diciendo nada más que la verdad.

Él me quería. Incluso sobre su propio bien, Jasper me quería.

Y yo…

Yo era una cobarde.

—Padre nunca lo permitiría.

—No estamos pidiéndole permiso.

—Sabes lo que pasaría si me voy —traté de explicarle con mis ojos todo lo que no podía decir con mis labios; no era capaz ni siquiera de mencionar en voz alta lo que pasaría si yo me echaba para atrás en este trato tan importante.

—Toda la vida has sido coaccionada, amore mio. Estoy harto de esto —acarició mi mejilla con dulzura, viéndome a través de sus ojos imposiblemente azules—. Io ti amo, mia dolcetta.

Anch'io ti amo —una lágrima resbaló, mi dolor palpable. Jasper la besó; sus labios infinitamente dulces—. No sabes lo doloroso que es para mí.

—No tiene que serlo.

—No puedo negarme, Jasper —traté de explicar. Alcé la voz demasiado, ya que mi desesperación me hacía querer gritar. Me obligué a calmarme y continué hablando—: Has visto a Edward Cullen. Él no se detendrá.

—Está fascinado contigo —murmuró Jasper con odio—. ¡Cazzo!

—Soy solo una propiedad que poseer para él. Una transacción para un negocio más grande —con tristeza, recordé las palabras de mi padre: "Le estoy dando mi bien más preciado".

Bien. Yo era un bien para mi padre y para Edward Cullen.

¿Me había parecido alguien decente la tarde anterior? Estaba delirando. Ningún mafioso era bueno, y eso era algo que debía ser un recordatorio diario. No importaba que mi futuro esposo pudiera portarse agradable, tenía las manos inundadas con sangre.

—No tienes por qué serlo, dolcetta —Jasper me miró, todo su amor puesto sobre mí. Era delicioso ver su eterna devoción, pero a veces… a veces creía que era demasiado.

Él me tenía en un pedestal muy alto. El día anterior me había cuasi besado con alguien más, y aunque él nos había visto cerca, jamás dudó de mí. Ni por un instante pensó que yo quisiese besar a Edward.

Y la verdad era que, por un segundo, una milésima de segundo, yo lo había considerado.

Eso me hacía sentir aún peor.

—No tengo opción.

—Siempre hay opción —se separó de mí y comenzó a dar vueltas en la habitación con aire desesperado. Enseguida sentí la falta de contacto y lo odié, aunque no dije nada al respecto. Pronto, en un par de meses tal vez, esas caricias no se volverían a repetir jamás. Debía comenzar a acostumbrarme a ese hecho y evitar todo el contacto físico posible.

» No tienes por qué hacerlo, Bella —Jasper se sentó en uno de mis sillones color crema, con el rostro entre las manos. Su abatimiento hizo que más lágrimas salieran de mis ojos, arruinando mi maquillaje—. Por una vez, puedes decidir ser egoísta. Por una vez, piensa en ti.

—No puedo ser egoísta si eso significa la ruina de mi familia —tomé un respiro dificultoso, ya que mis ganas de sollozar eran enormes—. Te lo juro, Jasper, que si hubiera una manera, la tomaría sin pensarlo dos veces. Te elegiría a ti, siempre.

Me acerqué cuidadosamente a él, y enganché sus manos a las mías, sentándome en su regazo. Él instantáneamente me rodeó con sus brazos y no lo detuve, a pesar de que sabía que era una mala idea.

Sus dedos se escurrieron hacia mi cintura y mi cadera, alzándome el vestido vaporoso en el proceso. La piel de mi muslo desnudo se encendió con su toque.

Detenlo, murmuró una voz en mi cabeza. La ignoré.

—Si te voy a perder, dolcetta, entonces quiero tenerlo todomurmuró contra mis labios. Su aliento cálido y familiar tocó mi piel, y quise cerrar los ojos con el tremendo placer que me causó. Sin embargo, permanecí en mi lugar, sorprendida.

Jasper nunca se había tomado esos atrevimientos conmigo. Él y yo apenas y nos habíamos dados roces ligeros, apenas pequeñas caricias. Pero esta vez parecía decidido.

—No podemos llegar hasta el final —admití con pesar, y un rayo de celos y envidia cruzó por su mirada.

—No es necesario —dijo entre dientes—. Pero quiero sentirte. Déjame hacerlo.

Asentí, desesperada por sentir más de su calor. Sabía que esto era una mala idea, que era peligroso, pero jugar con fuego me llamaba. Así que cuando sus manos se escurrieron por lo bajo del vestido, no lo detuve.

Solo gemí.

.

Alice

.

Respiré con dificultad, intentando contener los sollozos de mi boca. Él estaba allí, con ella.

Él no se daba cuenta de que ella no lo quería de verdad, que solo lo usaba porque era su escape de la absoluta soledad que se vivía en casa. Ahora, tenía una oportunidad mayor, al casarse con un rico capo que le podría dar aun más libertad que la que él le ofrecía.

Ella no lo quería. Pero yo sí.

Me sequé las lágrimas celosas de mis mejillas y me tragué mi rabieta. No valía la pena pelear ahora y armar un escándalo; no cuando Edward Cullen estaba escaleras abajo, esperando a su prometida mientras su guardaespaldas le daba un orgasmo en su habitación.

Respiré para controlar mi respiración y me reajusté, imperturbable. Esta situación no duraría mucho.

Pronto, nadie se interpondría en mis planes.

Pronto, Jasper sería mío.

Solo hacía falta esperar.


Turbio verdad? no quería escribir escenas +18 entre Bella y Jasper pero creo que eran necesarias, aún así traté de mantenerlas lo más relajadas posibles. No la culpen, por favor:( Bella es un personaje que necesita crecer mucho, y ps Jasper es un pagafantas jajaja también le hace falta una dosis de realidad y bajar a Bella del pedestal en que la tiene, porque la endiosa mucho, mucho. Y Alice, ¡ALICE! Se muere de envidia mi chiquita.

El siguiente cap regresaremos con la perspectiva de Edward, ya que creo que es la que más les gusta a todas. O solo es a mí? Jajaja

Espero sus reviews, que ya saben que me motivan!