Año 9: Necesito un país
Felicity Abbot
17 años
Distrito 5
"Un país en las calles, un país que no falle cuando la revolución que soñamos estalle."
El estúpido escolta me ha dado un papel con el discurso que tengo que leer. Dice que así no tendré que esforzarme en pensar un discurso diferente para cada distrito, pero yo sé que en verdad es para evitar que diga algo inapropiado. Es una tontería. Podría decir lo que me diera la gana de todos modos, pero no lo haré. Ya se ha asegurado la presidenta de recordarme por qué debo ser una buena chica.
Así que salgo al escenario. Estoy en el distrito tres. Leo el discurso preparado y digo que siempre recordaré a Aura y a Tony. Es mentira. No los recuerdo. No me crucé con ninguno de los dos en la Arena.
La gente aplaude, pero se nota que no están contentos. Ellos también saben que todo esto es una farsa. Seguramente me odien por haber vuelto en lugar de sus tributos, Laura y Jonny o como quiera que se llamen. De todos modos si lo hacen no pueden decirlo igual que yo no puedo decirles lo que verdaderamente desearía: que no me acuerdo de sus chicos, pero que siento su muerte porque es injusta como todas en estos nueve años, que la guerra la ganó el bando equivocado y que ahora lo estamos pagando con creces, que deberíamos levantarnos otra vez para acabar con esto porque estamos peor que antes.
Me encantaría decirles todo eso, al igual que me encantaría habérselo dicho a los habitantes de los otros distritos, pero sé que eso significaría mi muerte y la de mis hermanos y que, aún peor, todo sería en vano porque a estas alturas y después de lo que pasó tras la última vez, nadie está dispuesto a levantarse de nuevo por miedo a las consecuencias.
Así que bajo del escenario y entro en el edificio de justicia donde Michael me está esperando.
–Lo has hecho bien –me dice.
Pero ambos sabemos que nada de esto está bien.
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Esta vez la canción es Necesito un país de Marwan y Nach. Le va perfecto a alguien rebelde como Felicity, aunque por ahora ella no pueda hacer nada.
Soly: Me alegra que te guste Luster. La verdad es que Sí, las primeras motivaciones de los profesionales fueron esas, aunque cada uno a su manera.
Erika: Sí, si Luster quiere algo nada lo detiene jaja. Nunca había pensado en que las academias podrían convertirse en un arma, pero en verdad tiene toda la lógica.
