Año 12: Te prometo libertad
Agatha Armany
18 años
Distrito 8
"Por favor, quiero que entiendas que no te quiero juzgar, que sé que la vida es dura y tuviste que luchar."
La señora Hale me está esperando sentada en la mesa de la cocina. Tiene delante una taza de café que no ha tocado. El fregadero está lleno de platos sucios. Me ofrezco a lavarlos siempre que vengo, pero ella no me deja. Ella quiere que vaya directa a ver a Woof. Piensa que mis visitas le hacen bien, pero yo dudo cada día más que eso sea así.
Intercambio un par de palabras con ella antes de subir a verlo a él. Antes de los juegos la señora Hale hubiera puesto el grito en el cielo si Woof y yo hubiéramos estado solos en su habitación. Los adultos siempre intentan poner dificultades a que sus hijos tengan sexo, según ellos para evitar embarazos no deseados. No obstante, Woof y yo nos acostamos más veces cuando lo teníamos prohibido que ahora que la señora Hale nos deja el camino libre. A veces pienso que a ella le gustaría que nos acostáramos, que lo vería como una señal de mejoría en Woof.
Sin embargo, él ni siquiera reacciona cuando le cojo la mano. Tampoco me contesta cuando le hablo o hace ningún gesto que indique que aprecia mi presencia o que al menos la nota. Solo se mueve para renovar la dosis de esa cosa que se pincha en el brazo. Su madre dice que eso lo ayuda a estar más tranquilo. Yo creo que lo que hace es alejarlo de la realidad, pero él no me hace caso cuando se lo digo.
Esta vez no es diferente. Él está tumbado en la cama. Lleva un pijama que empieza a oler. Es el mismo que lleva utilizando días. Le digo que debería darse una ducha. Intento sonar burlona, pero el comentario suena más bien a reproche. Intento también hablarle de cosas intrascendentales. A mi hermana le gusta alguien, aún no sé quién, pero la noto muy rara. Mi jefa en el taller de costura va a tener un bebé y está de muy buen humor últimamente. El jefe de los agentes de la paz se ha jubilado, estaba ya muy mayor, y aún no ha venido nadie a sustituirlo. Le hablo hasta que me quedo sin chismes que contarle. Él no me responde en ningún momento.
Al final me levanto de la silla en la que he estado sentada y salgo de la habitación intentando contener las ganas de llorar. Mientras bajo la escalera me pregunto cuánto tiempo más podré seguir así y descubro que realmente ya sé la respuesta. Vuelvo a subir a su cuarto y desde la puerta vuelvo a hablarle a Woof. Le digo que lo quiero, que lo echo de menos, que me gustaría que las cosas fueran como antes. Le digo que entiendo por lo que ha pasado, pero que las cosas no pueden seguir así, que yo no puedo seguir así. Después le digo adiós. No obtengo contestación.
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Sinceramente no pensé que volvería con este proyecto, pero el nuevo libro me ha despertado el hipe y ahora tengo ganas de volver al fandom, así que aquí está Agatha. Ella es la novia de Woof, el vencedor del ocho que fue cosechado para el vasallaje y que en mi canon mental es adicto a la morflina, aunque con los años lo irá superando. Aquí está mucho peor que en el syot y finalmente acabará dejándola en un futuro con ayuda del primer tributo que conseguirá traer de vuelta.
Mil gracias a Rebe y Alpha por las reviews del cap anterior, aunque ya haya pasado casi un año de eso.
Casi se me olvida: la canción es Te prometo libertad del nuevo álbum de Maldita Nerea.
