Año 27: La bachata
Adara Masey
15 años
Distrito 8
"Tú me enseñaste a no amar a cualquiera, a entender como no quiero que me quieran"
La imagen de Andrew aparece en la pantalla. Es un chico guapo. En el Capitolio gustó mucho eso. Subió al escenario confiado, como si ya fuera el ganador, y dedicó a nuestro escolta una sonrisa que estoy segura de que derritió corazones en todo el país. A su lado yo parezco insignificante. Estoy llorando y él me coge la mano para calmarme antes incluso de que el escolta se lo pida.
Hoy sé que era parte de su estrategia, que desde el primer momento quiso verse como el chico perfecto: guapo, carismático y gentil. En ese momento no lo vi. Solo me sentí agradecida por su gesto y aún más cuando en el tren me propuso que fuéramos aliados.
No teníamos mentor. Woof estaba demasiado metido en las drogas para prestarnos atención. Andrew fue quien se encargó de diseñar nuestra estrategia con el escolta, que había caído rendido a sus encantos desde el primer momento. Claro que no puedo culparlo cuando yo también lo hice.
–Cuidaré de ti, Adara. Te lo prometo –me dijo antes de llegar al Capitolio.
Yo solo podía pensar en la suerte que había tenido de tener un compañero tan bueno. Él se encargó de todo. Visitó los puestos de armas mientras que a mí me enviaba a la supervivencia. Yo lo entendí como trabajo en equipo. Ahora me doy cuenta de que se estaba asegurando de que fuera lo más débil posible y sobre todo de que creyera serlo, de que fuera dependiente de él para que le resultara fácil deshacerse de mí cuando su juego de chico encantador ya no fuera necesario.
En la pantalla se hace un recuento de nuestros momentos juntos. Me gustaría que no fuera así. Este debería ser mi vídeo, no el suyo. No obstante, pasé muchísimo tiempo con él. Es inevitable que siempre esté en las imágenes conmigo, defendiéndome, tratándome con falso cariño y finalmente sacando un cuchillo para intentar apuñalarme mientras fingía dormir cuando quedábamos pocos.
Me gustaría decir que desconfiaba de él y por eso me hacía la dormida, pero no es cierto. No podía dormir. Fue una casualidad que me salvó la vida. No necesito recrear la escena en mi cabeza. Estoy obligada a verla en vídeo. Le quité el cuchillo a Andrew, que no se lo esperaba, y se lo clavé en el pecho. Luego seguí clavándoselo en distintos sitios incluso después de que sonó el cañón.
Recuerdo sentirme fuera de mí, con mis instintos agudizados como los de una fiera. Maté yo sola a la mayoría de tributos restantes y estuve a punto de hacer lo mismo con los médicos que me atendieron en el aerodeslizador que me trajo de vuelta de la arena.
El programa termina. Hoy era el resumen. Mañana estaré de vuelta para una entrevista y la coronación. Un técnico se acerca a mí.
–Bien hecho –dice.
Parece amable, pero Andrew también lo parecía. Ya no confío en la amabilidad. Me abalanzo sobre él. No me volverán a pillar desprevenida.
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Adara es la primera de mis vencedoras creada expresamente para este fic. En un principio iba a ser diferente, pero estaba escuchando esta canción, que es La bachata de Manuel Turizo, y se me ocurrió esto (ni idea de cómo). Sorprendentemente ella y Woof se llevarán bien. Él nunca intentó ser amable con ella y de algún modo eso le inspira confianza porque sabe que es sincero. No fue un buen mentor durante los juegos, pero después intentará ayudarla y ella lo ayudará a superar su adicción.
Por cierto, la canción del capítulo pasado era I lost a friend de Phinneas, que se me olvidó ponerlo.
Muchas gracias por el review, Alpha. Me alegra que te guste May Belle. Yo la quiero mucho.
