Buen día! Espero que estén muy bien, disfrutando su semana. Muchas gracias por estar al pendiente de la actualización.

Quiero aclarar una vez más que todas las historias que he escrito son completamente de mi autoría, todas y cada una de ellas están basadas en los personajes de Candy Candy y NO en otras historias, son sin fines de lucro lo hago solo por diversión y hasta ahora todas son para mayores de edad. Muchas gracias por comprender.

COMENZAMOS!

LÍNEAS DEL TIEMPO

31

LÍNEA 1

Archie se acercaba hacia donde había escuchado lo llamaban, sus ojos se abrieron con sorpresa al identificar a la persona que lo había llamado.

-¡Anthony! – Dijo Archie volteando para todos lados y ver quién más se había percatado de su presencia. - ¿Qué hacen aquí? ¿Cuándo llegaron? – Preguntó sin salir de su asombro, fijando su vista en el recién llegado y el pequeño niño que los acompañaba. – Hola pequeño. – Le dijo a Axel, no sabía por qué había sentido una extraña conexión con él, era como si lo conociera de mucho tiempo, sobre todo al poner más atención en la tímida mirada que sin lugar a dudas le recordaba a su amada Annie.

-Hola. – Dijo el pequeño Axel con cierta timidez en su mirada. Archie de inmediato se quedó sin aliento al concentrarse en los ojos del pequeño.

-¿Es…? – Preguntó a Archie, para después mirar a Anthony y Stear. Los tres jóvenes se miraron sorprendidos del llamado de sangre que había golpeado al más joven de los Andrew. Archie asintió con una sonrisa, descifrando las emociones que sentía su contraparte. - ¿Cómo te llamas? – Preguntó con la voz realmente emocionada.

-Axel. – Respondió Axel con confianza, algo le decía que a pesar de que tenía a su papá a su lado, aquel joven también era en cierta forma su papá. - ¿Tú también eres mi papá? – Preguntó Axel al joven Archie.

-Bueno, tu papá es Archivald Cornwell, y aunque es también mi nombre yo aún no tengo hijos. – Le dijo sin dejar de observar la hermosa mirada del pequeño, una mirada que le hacía recordar al dulce mirar de su damita. – Tienes los ojos igual de hermosos que tú madre. ¿Puedo? – Preguntó a su contraparte para cargar al pequeño.

-Adelante. – Dijo Archie sin salir de su asombro por tener a su contraparte frente a él.

Archie joven extendió sus brazos para tomar entre ellos al pequeño Axel, quien se dejó cargar por el que representaba su padre en versión joven.

-No puedo creer que tenga en mis brazos a un hijo de Annie y Archie... – Dijo Archie embelesado con el pequeño. – Ustedes me entienden. – Dijo con una sonrisa al caer en cuenta lo que había dicho. – Es maravilloso, es como ver el futuro, es ver la materialización del amor entre Annie y yo. – Decía realmente ilusionado. – Eres una persona con mucha suerte. – Le dijo a su contraparte para después entregarle al pequeño de regreso.

-Lo sé. – Dijo Archie con cierta pena en su voz.

-¿Vino Annie contigo? – Preguntó imaginándose que tal vez las jóvenes los habían acompañado.

-Candy y Annie se quedaron en nuestra línea del tiempo. – Dijo Anthony en respuesta a la pregunta del gatito.

-No puedo creer que estén aquí, pensamos que ya no volverían, de hecho me encontraron por casualidad ya que solo vine a firmar unos papeles. – Dijo Archie emocionado por ver a todos ahí especialmente a su otro yo y el fruto de su amor por Annie. – No sabía que tenías un hijo con Annie, tenía entendido que ustedes no estaban casados. – Decía Archie sin ordenar aún sus ideas, la emoción que tenía por ver a Axel era tanta que no podía procesar todo al mismo tiempo.

-Es complicado. – Dijo Archie sintiendo verdadera pena por cómo había resultado su vida.

-¡Llegaron justo para la boda! – Dijo Archie con emoción, al recordar de pronto la boda.

-¿La boda? – Preguntó Stear sorprendido, ya que no recordaba que la boda de Annie y Archie se celebraría ese fin de semana. Archie asintió.

-Es verdad, lo había olvidado, pero no sé si podamos quedarnos hasta entonces. – Le dijo Stear seguro de que faltaban muchos días para la boda y él no quería estar mucho tiempo lejos de su esposa. – Archie, regresamos para ayudar a Anthony y a Stear a integrarlos a la familia, sin embargo ninguno de ellos están en el hotel. – Dijo de nuevo para averiguar qué era lo que había sucedido.

-Han sucedido varias cosas desde que te fuiste. – Dijo Archie al que representaba a su hermano.

-¿Qué sucedió? – Preguntó Anthony inquieto.

-Albert descubrió a Anthony y lo llevó hasta la mansión. – Dijo Archie ante la sorpresa de todos.

-¡Santo Dios! – Dijo Stear preocupado por escuchar lo que había dicho. - ¿Y la tía abuela cómo lo tomó? – Preguntó de nuevo porque sabía que la mayor de los Andrew sería un problema para ellos.

-A decir verdad el problema fue con el tío Albert. – Dijo Archie ante la sorpresa de los jóvenes.

-¿Con Albert? – Preguntó Anthony sorprendido.

-Le revelamos todo y la tía abuela sorprendentemente fue la primera que conectó con los recuerdos de la línea tres y dijo que podía recordar lo que había vivido con ellos en su línea del tiempo. – Dijo Archie causando intriga en Anthony y Archie mayor.

-¿Cómo es eso? – Preguntó el rubio sin comprender a lo que se refería el joven Cornwell.

-Creo que no te lo dije. – Dijo Stear recordando que había olvidado comentarle a su primo los "recuerdos" que vivían en la mente de los jóvenes de la línea tres. – Pero los recuerdos de Anthony de esta línea por alguna extraña razón se almacenaron en la memoria de Anthony, lo mismo sucedió con Stear. – Dijo de nuevo Stear, ante el asombro de Anthony y Archie.

-Eso es extraño. – Dijo Anthony sin tener tampoco una explicación lógica a lo que sucedía.

-Sí, pero de alguna manera Anthony tiene las memorias de lo que vivió con Candy y Candy tiene las memorias de lo que vivió con Anthony en su línea del tiempo, Stear también tiene esos recuerdos con Patty, sin embargo al no haberse conocido en su línea del tiempo Patty no tiene esos recuerdos, únicamente los que generó Stear en su vida. – Anthony y Archie escuchaban atentos, mientras los pequeños no comprendían mucho de lo que estaban hablando.

-¿Dónde están Stear y Anthony? – Preguntó Anthony a Archie joven.

-Deben estar en la mansión con la tía abuela, desde que llegaron no ha permitido que se alejen mucho de ella. – Respondió Archie a Anthony.

-Tengo los resultados de ADN y me gustaría hablar con ellos, pero no queremos causar algún problema. – Dijo Stear al joven Cornwell.

-No lo harán, por el contrario creo que esa sería la única manera de que Albert creyera la historia que le hemos contado. – Dijo Archie con una gran sonrisa, sabía bien que Albert creería lo que le habían dicho como él mismo lo había pedido, "hasta que Anthony y Stear de la otra línea del tiempo estuvieran frente a él", había dicho el joven patriarca y eso era lo que obtendría.

-Entonces si tú lo dices te acompañamos. – Dijo Stear dispuesto a ir con Archie a la mansión de Chicago.

-Creo que será buena idea presentarle a la tía abuela a sus dos bisnietos. – Dijo mirando a Axel y a Alexander con ternura.

Archie el diseñador estaba admirado por ver el comportamiento del joven Archie, se vestía elegante, era propio y de buenos modales, muy parecido a él pero había descubierto el amor que tenía por la joven Annie, extrañamente podía sentir lo que su corazón sentía por aquella joven, llegando a creer que los sentimientos que él tenía por Annie eran opacados por los de su contraparte.

-Vuelvo en un momento. – Dijo Archie decidido a firmar rápidamente los documentos que había ido a firmar. – Es importante que todo quede listo hoy mismo. – Dijo con una gran sonrisa. Archie lo miró extrañado por saber qué era eso tan importante que debía firmar y que no podía esperar.

Archie volvió minutos después, su hermosa y radiante sonrisa no pasaba desapercibida para nadie, mucho menos para su contraparte que lo observaba desde el asiento trasero del auto.

-Se ve muy feliz. – Dijo Archie envidiando la felicidad que irradiaba el muchacho.

-Deberías de verlo junto a Annie. – Dijo Stear a su hermano, quien lo observó sorprendido por su comentario. – Ellos están realmente enamorados y Archie es muy feliz junto a ella. – Agregó intentando aclarar un poco las ideas de su hermano.

-Estoy listo. – Dijo Archie llegando junto a ellos.

-¿Qué es lo que fuiste a firmar? – Preguntó Stear al ver que la mirada de Archie estaba más radiante que momentos antes.

-Es un acuerdo matrimonial en el que dejo protegida a Annie en caso de que me ocurriese algo. – Dijo Archie sin disminuir su sonrisa, los jóvenes lo veían admirando el valor que tenía por asegurar ante todo a la chica que amaba y que pronto convertiría en su esposa. - ¿Vamos? – Preguntó Archie al ver que los tres jóvenes mayores y los dos pequeños lo esperaban para que los llevara ante el gran William Andrew.

-Entre más rápido lo hagamos mejor. – Dijo Stear mayor tomando el volante para dirigirse junto con su hermano y su primo hasta la mansión de los Andrew y enfrentar así el problema que tenían los jóvenes de la línea tres.

-¿Crees que nos crea? – Preguntó Anthony algo escéptico por la reacción que había tenido Albert. – No es como si los resultados de ADN obtenidos fuesen a ser comprendidos por él. – Agregó seguro de que aquellos resultados eran más para ellos que para los de la línea uno, tal vez el único que podría obtener algún beneficio y eso en nombre de la ciencia era el joven Stear.

-No, pero sería difícil que pudiera explicarse la repetición de los miembros del clan. – Dijo Stear seguro que Albert entraría en razón.

El camino hacia la mansión fue en silencio, sobre todo para Archie, quien seguía pensando en la diferencia de comportamiento que había entre su doble y él, ya que con lo poco que lo había visto tenía claro que la prioridad para él era Annie y nadie más, en cambio él estaba resentido con ella por no haber buscado un acercamiento después de la apasionada noche que habían compartido juntos.

-Le he llamado tanto y ni siquiera se digna a responder mis llamadas. – Decía Archie con el resentimiento aún en su corazón.

Archie creía que Annie debía aceptar su explicación, quería que lo recibiera y lo disculpara una vez más por su comportamiento inmaduro e infantil, pero al mismo tiempo quería que lo perdonara y que le diera una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, sin embargo esto último lo tenía guardado muy en el fondo de su corazón, tan en el fondo que no se atrevía a externarlo ni para él mismo. Pensó en Terry y en lo difícil que había sido su relación, una relación que inició también por una noche de copas, noche en la que él jamás hubiera pensado terminar como terminó, más poco a poco se fue envolviendo en una serie de situaciones que lo "convencieron" que sus gustos habían variado.

El auto de Archie se estacionó frente a la mansión de los Andrew, seguido por el auto de Stear, para después descender y adentrarse al hermoso palacio que habían habitado los Andrew por varias generaciones.

-Siempre tan imponente. – Dijo Anthony observando la arquitectura de la elegante mansión, cada detalle, cada piedra había sido colocada desde sus antepasados y existía aún en su época, con algunas modificaciones modernas, sin embargo seguía teniendo la esencia que la caracterizaba.

-Es verdaderamente hermosa. – Dijo Stear observando igual que Anthony la mansión.

-Anthony y Stear no se esperan que estén de regreso. – Les dijo el joven Archie con emoción invitándolos a pasar a lo que representaba su hogar en esa línea del tiempo.

Los tres jóvenes se adentraban junto a los dos pequeños, quienes observaban al igual que los adultos los detalles de la propiedad. Archie era el único que se mantenía en silencio, solo admirando a su alrededor, aunque impresionado por las diferencias y las similitudes que había entre las dos propiedades que representaban la herencia familiar de sus antepasados.

-Iré por Stear y Anthony. – Dijo Archie invitándolos a tomar asiento en el salón de música.

-Todo se ve muy antiguo y hermoso. – Dijo por fin Archie. Axel y Alexander se sentaban cerca de sus respectivos padres, incapaces de hacer una travesura ante los muebles tan finos y para ellos antiguos que veían.

-Y te puedo asegurar que es lo más moderno de la época. – Dijo Anthony maravillado con cada detalle de la habitación, incluso el piano era antiguo y estaba bellamente labrado con terminaciones de oro.

-¡Stear, Anthony! – Dijo se pronto Stear menor al entrar emocionado al salón de música.

-¡Stear! – Dijeron ambos chicos al doble del inventor que sonreía emocionado por volver a verlos. Los jóvenes se abrazaban con gusto, para después poner su vista en el recién llegado Archie y el pequeño Axel.

-¡Vaya, veo que esta vez trajeron a Archie! – Dijo extendiendo su mano de manera amistosa al que representaba su hermano en la otra línea del tiempo. Archie sonrió con cierta timidez. – Un placer hermano. – Le dijo sincero. - ¿Y este caballerito quién es? – Preguntó inclinándose para saludar a Alexander y conocer al pequeño Axel.

-Es mi hijo. – Dijo Archie con orgullo. Stear observó al pequeño con detenimiento y después puso los ojos en su hermano.

-Se parece a ti Archie. – Le dijo con emoción, el joven Archie asintió emocionado reconociendo que era verdad, que a pesar de que el pequeño no era su hijo directo se parecía mucho a él, pero con los ojos de su madre.

-Pero tiene los bellos ojos azules de Annie. – Dijo Archie mirando con amor al pequeño Axel y externando con la calidez de su voz el amor que sentía por la joven pelinegra.

-Mi mami es muy bonita, ¿Verdad papá? – Preguntó Axel con inocencia a su padre, quien se sorprendió con la pregunta, sin embargo fue incapaz de mentir a su hijo.

-Sí hijo, tu mamá es realmente una mujer muy hermosa. – Respondió Archie mirando con ternura a su hijo. Los ojos del gatito mayor se llenaron de lágrimas de una manera espontánea al recordar la manera en la que habían terminado las cosas una vez más entre ellos. Los jóvenes de la línea uno veían la reacción del diseñador.

-¿Sucede algo? – Preguntó Archie un tanto confundido por la reacción de su contraparte.

-Nada, no te preocupes. – Dijo Stear mayor para evitar que los pequeños se enteraran más de los problemas que Archie venía arrastrando desde su línea del tiempo. El menor observó a su contraparte y este le sonrió con pena, sin embargo el joven Archie podía sentir que en el corazón del diseñador que lo representaba en la otra línea del tiempo había un dolor que lo lastimaba profundamente.

-¿Por qué no habían regresado? – Preguntó Stear joven para intentar cambiar un poco el ambiente en el que habían caído.

-Han sucedido tantas cosas. – Dijo Stear mayor con emoción. – Cuando llegué a Lakewood, me enteré que Patty estaba embarazada y pues la tía abuela ya tenía todo organizado para nuestra boda…

-¡Te casaste! – Dijeron los jóvenes Andrew emocionados por la confesión del inventor mayor.

-¡Muchas felicidades! – Dijo Anthony con una gran sonrisa, siendo el primero que felicitaba al inventor mayor, para después recibir el abrazo de Stear y Archie.

-Gracias, gracias, ahora me deben mucho más respeto que antes. – Dijo el mayor con gracia. – Ya que ahora soy el Sr. Cornwell. – Dijo acomodando las solapas de su traje, todos reían por la ocurrencia del inventor, cuando se escuchó el ruido de la puerta que separaba el salón de música del resto de la mansión.

-Buenos días. – Se escuchó de pronto la voz de Albert, quien entraba al salón movido por la curiosidad que le causaba el bullicio que salía del salón.

-Buenos días. – Respondió Anthony mayor al escuchar la voz del que representaba al patriarca del clan. Albert lo miró confundido, después posó su mirada en los otros dos jóvenes que eran tan parecidos a los que reclamaban la identidad de sus sobrinos pero que incluso eran casi de la misma edad que él. – Es un placer Albert. – Dijo extendiendo su mano para saludar y sacar de su asombro al joven patriarca.

-¿Qué está sucediendo? – Preguntó Albert realmente impresionado con ver a tanto joven frente a él y a los dos pequeños que no necesitaba mucho para saber que eran también parte de la familia Andrew.

-¿Tío, recuerdas que te dije que Stear había inventado una máquina para viajar entre las líneas de tiempo? – Preguntó Archie a su tío, ya que era el único que pertenecía a esa línea del tiempo además de él. Albert miró a Stear mayor y después al joven Stear.

-Ese fui yo. – Dijo Stear mayor ante la mirada de asombro de Albert.

-Esto no puede ser verdad, estoy soñando ¿Verdad? – Preguntó Albert a Archie mientras se sentaba un tanto aturdido.

-Sé que es difícil para ti comprender todo, Albert. – Dijo Anthony mirando al que representaba su tío en esa línea del tiempo. – Pero sé que eres un hombre inteligente y sé que sabrás comprender que a pesar de lo incomprensible que parece todo ha sido posible. Anthony y Stear han viajado de otra línea del tiempo para poder reunirse con las personas que aman. – Dijo el rubio intentado que su joven tío comprendiera todo.

-Archie ya me había explicado las cosas, sin embargo yo seguía sin querer creerlo. – Dijo Albert mirando a todos con los ojos aún llenos de sorpresa. - ¿Cómo es esto posible? – Preguntó mirando a Stear mayor, quien era el que se había adjudicado el éxito a tan impresionante invento.

-La verdad ni yo estoy tan seguro Albert. – Le dijo Stear con sinceridad. – Tengo que reconocer que mis inventos jamás funcionan más de una vez, sin embargo logré establecer una conexión entre las líneas del tiempo por medio de una máquina que se desplaza por medio de saltos cuánticos. – Decía de nuevo comenzando a explicar el funcionamiento de la máquina, algo que Albert no entendía porque su mente se había ido hacia los recuerdos con sus sobrinos en su propia línea del tiempo, para después enfocarse en los que había "vivido" con los mismos jóvenes de la línea tres.

-¿Entonces, ustedes vienen de otra línea del tiempo? – Preguntó Albert aún confundido por todo lo que observaba.

-Así es Albert. – Respondió Anthony con cierta culpa por el asombro del joven patriarca. – Alistear, Archivald, Alexander, Axel y yo, venimos de una época más adelantada a esta. – Dijo observando la reacción de Albert. Albert observó a los adultos y a los dos pequeños.

-¿Y ellos son…? – Preguntó emocionado por saber quiénes eran los pequeños frente a él, ya que ambos lo miraban con curiosidad.

-Yo soy Alexander. – Respondió de inmediato el pequeño rubio mientras rascaba su nariz al sentir que le picaba. Albert lo observó con asombro, pudo reconocer el parecido con Anthony, pero al mismo tiempo aquel gesto hecho con su mano sobre su nariz le recordó a la joven pecosa de quien se había enamorado sin ser correspondido.

-Y es el responsable de toda esta extraña aventura. – Dijo Anthony para revelar quien había sido el que había iniciado ese extraño viaje. Albert le sonrió con ternura y Alexander le correspondió.

-Él es Axel, mi primo, es hijo de mi tío Archivald y de Annie. – Dijo Alexander con frescura, mientras Axel sonreía tímido ante la presencia de Albert. Archie notó que el pequeño Alexander había mencionado a su contraparte como tío, más sin embargo se había referido a Annie simplemente por su nombre.

-Mucho gusto Alexander, Axel. – Les dijo Albert extendiendo su mano para saludar a los dos pequeños con una gran sonrisa, sabía bien que ambos niños no tenían ni la menor idea de lo que pasaba por su mente y su corazón en esos momentos, mucho menos al ver que Alexander representaba la personificación misma del amor de Candy y Anthony. – Sigo sin poder creer todo esto. – Dijo Albert con los ojos acuosos, le dolía reconocer que en todos estos días tanto Stear como Anthony le habían dicho la verdad y a pesar de que en su interior sabía que era cierto, él se negaba a creer que lo fuera por lo difícil que se le hacía apartarse de Candy.

-¿Estás bien Albert? – Preguntó esta vez Anthony joven, al ver que su tío suspiraba intentando aceptar la realidad.

-Estoy bien Anthony. – Dijo reconociendo convencido por primera vez la identidad del joven rubio. – Tengo que pedirles una disculpa a ambos. – Dijo mirando a los jóvenes de la línea tres. – Y confesarles que yo también tuve algunos "recuerdos" de lo que viví con ustedes en su línea del tiempo. – Dijo con cierta pena en sus palabras. Anthony se tensó ante lo dicho por el patriarca. – Pero tengo que reconocer que para mí era imposible aceptar el comportamiento que reflejaba en esos recuerdos. – Dijo sintiéndose apenado por la manera en la que el Albert de esa línea del tiempo había actuado en contra de ellos, sobre todo de Anthony.

-No te preocupes Albert. – Dijo Anthony con sinceridad. – Sabemos muy bien que a pesar de representar al tío Albert no eres como él. - Dijo seguro de sus palabras, los días que lo había observado se había dado cuenta de la diferencia de personalidades que presentaba la contraparte de su tío.

-Esa es otra cosa de la que debemos hablar. – Dijo Stear mayor al recordar que tenía las muestras del ADN.

-¿Son las pruebas de ADN? – Preguntó Stear con emoción, sabía bien que algo saldría de aquellas investigaciones que su contraparte le había explicado. Stear mayor asintió. - ¿Qué pasó? ¿Qué encontraste? – Preguntó de nuevo el joven inventor con impaciencia, queriendo saber más de aquel extraño examen que realizaban en el futuro.

-Descubrimos que tanto Candy, como nosotros tres compartimos entre nuestros dobles la misma línea genética. – Dijo explicando el inventor con cierto orgullo. Los jóvenes lo miraron un tanto confundidos, al igual que Albert, quien no sabía de lo que estaban hablando.

-Lo que Stear quiere decir que es como si un mismo óvulo hubiera sido dividido para formarnos a cada uno de nosotros. – Dijo Anthony mirando a los tres jóvenes quienes comprendían un poco mejor las palabras dichas por él que las del inventor mayor. – Es como si fuésemos gemelos nacidos en diferentes líneas del tiempo. – Agregó para mayor claridad.

-Es porque compartimos los mismos padres. – Dijo Stear más joven, ya que era el que estaba un poco más empapado de la información que le había dado su contraparte.

-Efectivamente. – Dijo Anthony seguro él también que ese era el motivo por el cual había sucedido así.

-¿Y existe otro Albert en su línea del tiempo? – Preguntó Albert intentando averiguar un poco más de su otra contraparte, ya que el de la línea tres no había sido de su agrado.

-Mi tío Albert se la pasa viajando. – Dijo Alexander en respuesta a la pregunta del joven patriarca. – Pero prometió que para las fiestas navideñas vendrá junto con mi tía Isabella y mis tíos chiquitos para celebrar todos juntos. – Dijo de nuevo el pequeño rubio con emoción. – Cuando los conozcas te vas a divertir tanto como yo Axel. – Le dijo después a su pequeño primo para irlo adentrando a los demás miembros de la familia. Albert escuchó el nombre de la joven que mencionaba Alexander y antes de que pudiera preguntar algo Anthony habló.

-Albert está felizmente casado en nuestra línea del tiempo y tiene dos hijos con Isabella. – Dijo Anthony con una sonrisa sincera, una sonrisa con la que quería transmitir a Albert la tranquilidad que sabía necesitaba. El joven Anthony lo veía con cierto remordimiento, porque sabía bien que lo que lo había separado de Candy había sido su presencia.

-Albert, siento mucho que las cosas resultaran de esta manera, te aseguro que mi intención no era separarte de Candy. – Dijo Anthony más joven a Albert. Albert lo observó sorprendido por sus palabras.

-No Anthony. – Dijo Albert con un profundo y triste suspiro. – Entre Candy y yo jamás hubo nada más que una linda amistad. – Dijo para sorpresa de los que no sabían que Albert estaba enamorado de Candy. – Debo admitir que ella jamás me vio con otro interés más allá del fraternal. – Dijo palmeando el hombro de su ahora sobrino. – Perdóname por desconfiar de ti… - Le dijo abrazándolo con fuerza, descargando de pronto todas las ganas que había tenido de demostrarle lo mucho que lo había extrañado y las ganas que tenía de volverlo a ver con vida.

En aquel fuerte abrazo, algo sucedió en la mente de Anthony, algo que al parecer estaba bloqueado en su mente y surgía de pronto como un bello recuerdo de la relación que había vivido al lado de Albert en esa línea del tiempo.

-Gracias tío. – Dijo Anthony abrazándolo con la misma intensidad con la que a él lo abrazaba, demostrándoles a todos que el amor y el cariño que se habían tenido en esa línea del tiempo había sido reestablecido a pesar de las diferencias que había entre ellos por culpa del amor.

-Buenos días. – Se escuchó detrás de todos los jóvenes, era la voz de la matriarca quien se unía a la reunión improvisada y a la cual aún no le habían avisado se realizaba.

-Tía abuela. – Dijo Albert soltando a Anthony para explicarle a la mayor lo que sucedía en esos momentos.

-¿Son ustedes? – Preguntó la matriarca con los ojos humedecidos, no podía negar que aquellos apuestos jóvenes de la edad casi de su sobrino, representaban a sus nietos de otra línea del tiempo.

-Hola abuelita Elroy. – Dijo Alexander con una sonrisa tan tierna que provocó que los ojos de la anciana se desbordaran por fin por la emoción. Elroy se dejó abrazar por el tierno cuerpo de Alexander y después por Axel, quien se acercaba a la mayor al haberla reconocido a pesar de las ropas tan extrañas que vestía en esa época.

La historia volvió a contarse, pero esta vez para informar a la vieja Elroy lo que estaba sucediendo, ella estaba convencida de que Anthony y Alistear eran sus nietos, tal vez de otra línea del tiempo, tal vez de otro lugar, sin embargo por razones desconocidas para su entendimiento ambos guardaban las vida que habían vivido entre ellos.

-¿Entonces ustedes están casados con Candy y Annie Britter? – Preguntó al ver a los jóvenes de la línea dos.

-No precisamente…

-Así es señora Elroy. – Se adelantó Anthony a Archie, quien había sido interrumpido en su respuesta. – Candy y yo tenemos más de cinco años de casados y estamos a la espera de nuestro segundo hijo. – Dijo mirando a Archie con advertencia de que no revelara que no estaba casado con Annie, sabía bien que en esa época se podrían llevar una gran reprimenda por no estar casados y por el gran honor de los Andrew.

-Y yo estoy casado con Patricia O'Brian y estamos a la espera de nuestro primer hijo. – Dijo Stear orgulloso de poder decir a los cuatro vientos que sería padre también.

-Me parece imposible poder ver a mis bisnietos, son tan adorables. – Decía Elroy sin dejar de ver a los pequeños.

-Y recuerda que solo las mismas combinaciones de padres te darán estos bisnietos que tienes frente a ti tía abuela. – Le dijo Stear menor al darse cuenta que la vieja Elroy aún no estaba muy convencida de que Anthony se casara con Candy.

Elroy observó a Alexander con detenimiento, observó sus ojos, su tierna mirada y su dulce sonrisa, debía admitir que era una criatura realmente adorable, lo mismo que Axel.

-Te quiero mucho abuelita Elroy. – Le dijo Alexander con suma ternura y dulzura, abrazando a la dura mujer que tenía frente a él, más sin embargo aquel inocente ser sabía bien cómo derribar las barreras que podía sentir en su fría expresión. Elroy sintió que su corazón se derretía ante las palabras dichas con tanta "inocencia" de parte del pequeño rubio.

Anthony mayor y Anthony joven pudieron sentir entre ellos las intenciones del pequeño Alexander, quien intentaba que la vieja Elroy aceptara a la joven enfermera como parte de la familia Andrew. Sus miradas se cruzaron y ninguno decidió intervenir en aquella misión que se había encomendado el pequeño primogénito del matrimonio Brower White de la línea dos.

Archie menor fue el que tomó la iniciativa de platicar con su contraparte, ya que sentía que de los tres era el que más incómodo se sentía con toda esta situación y no estaba muy convencido de que fuese porque no había viajado con anterioridad.

-¿Qué es lo que te sucede Archie? – Preguntó el menor a su contraparte. - ¿Extrañas a Annie? – Preguntó intentando ponerse en sus zapatos, ya que él extrañaría mucho la presencia de su dulce novia de estar en su lugar.

-Todo esto es muy confuso. – Explicó el diseñador intentando esconder un poco de lo que sucedía en su vida, por alguna razón sentía pena de expresar lo que verdaderamente pasaba con él.

-Y qué lo digas. – Dijo Archie sonriendo al recordar todos los sentimientos que cruzaron por su cabeza cuando llegó Anthony y compañía. – Pero lo que me hizo sentir más incómodo fue el trato que recibí de Terry. – Dijo Archie recordando al rebelde sin causa. – No entiendo cómo es que eres su amigo. – Dijo de manera inocente. Archie mayor lo miró con cierta sorpresa.

-¿Te faltó al respeto? – Preguntó el mayor un tanto sorprendido, no porque no esperara algo así del actor, sino porque no había sido tema de conversación entre ellos.

-Puedo decirte que preferiría mil veces agarrarme a golpes con él a tenerlo a mi lado intentando ser agradable o gracioso. – Dijo Archie sin tomarle ya mucha importancia, al no estar cerca para él ya no importaba. El diseñador lo escuchaba con atención.

-Joven Archivald. – Dijo el mayordomo con cierta confusión en su llamado, sin embargo el mayor se giró intentando ocultar un poco su rostro. – La señorita Britter lo está esperando. – Dijo haciendo una reverencia para después escoltarlo hacia donde lo esperaba su prometida.

-Annie. – Dijo Archie mirando con una sonrisa a su contraparte, quien decidió esperarlo para que recibiera a su prometida.

Archie caminó con entusiasmo hasta el salón principal, donde lo esperaba la dulce jovencita de ojos azules que lo hacía suspirar.

-¡Damita! – Le dijo con emoción, una emoción que había aumentado al conocer al pequeño Axel, quien le había dado una probadita a lo que podría tener al unir sus vidas.

-Hola amor. – Le respondió Annie observando con emoción al guapo caballero que salía a encontrarla.

Archie se dejó llevar por la emoción del momento, tenía en su mente el bello rostro de Axel, la mirada de su novia y el tenerla ahí frente a él tan tímida, tan hermosa, lo hizo acercarse y darle un tierno beso en los labios.

-Nos pueden ver. – Dijo Annie mirando para todos lados como buscando a quien pudiera haberlos observado.

-No te preocupes todos están ocupados. – Dijo el joven Archivald acercándose a ella con verdadero amor. – Annie… - Le dijo un tanto meloso, jugando con los bucles que adornaban su cabello.

-¿Qué sucede Archie? – Preguntó Annie con una sonrisa traviesa al comprender que su prometido tenía algo qué decirle.

-Stear llegó junto con Anthony y Alexander. – Dijo el joven Archie a su prometida.

-¿De verdad? – Preguntó Annie con una gran sonrisa. – Eso quiere decir que Albert por fin podrá convencerse que la identidad de Anthony y Stear es verdadera. – Dijo con emoción. Archie asintió, sin embargo en la sonrisa que reflejaba el elegante joven era una sonrisa con una intención oculta.

-Sí, eso ya quedó arreglado. – Dijo Archie con la misma sonrisa traviesa con la que la había recibido. El brillo en los ojos de Annie se intensificaba al observar su sonrisa. – Pero también hay algo más… - Dijo tomándola del mentón para mirarla directamente a los ojos. – Archie también está aquí. – Dijo besando con suavidad sus labios. Annie cerró sus ojos y contuvo su respiración, sintiendo la caricia tan anhelada por parte del gatito.

-¿Archie? – Preguntó Annie sin comprender por un momento a lo que se refería su prometido.

-Archie… - Dijo Archie repitiendo con travesura su mismo nombre. – Vino con Axel… su hijo e hijo de Annie… - Le dijo dejando de besar sus labios para observar la reacción de la jovencita.

-¿Hijo de Annie? – Preguntó Annie con sorpresa. Archie sonrió una vez más con ternura al ver la intensa mirada que Annie le dirigía.

-¿Quieres conocerlo? – Preguntó el joven de nuevo mientras acariciaba con su pulgar el labio inferior de su dama, reprimiendo la necesidad que tenía dentro de él por besarla nuevamente.

El diseñador escuchó mencionar al mayordomo el nombre de la joven que lo tenía tan molesto por haberlo ignorado, sin embargo algo en su interior se movía de manera estrepitosa tan solo de recordarla. Observó y sintió la emoción de su contraparte al acercarse a la joven que lo estaba esperando, a lo lejos pudo observar la forma en la que ella recibía el cariño que él le demostraba, le causó ternura la pena que se apreciaba en el rostro de la joven, quien con inocencia miraba a su alrededor para confirmar que nadie los veía antes de permitir que él la besara.

-Es tan hermosa. – Dijo observando a la joven Britter, tenía su misma mirada, tenía su mismo tono de cabello, el mismo color y suavidad de su piel, pero había algo diferente en ella y no eran las ropas tan cubiertas que llevaba, no era el peinado tan elegante que adornaba su tierno rostro, sino que no tenía le fuego que desprendían los azules de su Annie. – Sin embargo no es ella. – Se dijo para sí mismo con sorpresa, necesitando de pronto tenerla a su lado. - ¡Dios Annie! – Se dijo molesto por que una vez más descubría que la necesitaba, que la quería en su vida y eso le daba coraje, porque se había empeñado tanto en alejarla de su vida y ahora que la quería cerca era ella quien lo alejaba a él.

-Archie, quiero presentarte a alguien que sé ya conoces. – Dijo el joven Archivald, quien llegaba junto a Annie. El rostro de Annie se tintó de rojo al observar de cerca al elegante diseñador que su prometido le presentaba.

-Mucho gusto. – Respondió Archie mayor, besando el dorso de la mano de Annie para después hacer una reverencia. Annie no podía con los sentimientos que se acumulaban en su pecho y pronto comprendió el dilema en el que Candy se había enfrentado días atrás.

-El gusto es mío. – Dijo Annie zafándose de inmediato de aquel agarre, para después esconder su mano detrás de su cuerpo. El joven Archie sonrió con ternura por la timidez de su prometida cuando con impaciencia se abrazaba a él como si quisiera protegerse. – Eres tan tímida como lo era en un principio mi Annie. – Dijo sin pensarlo, dejando en claro que consideraba a Annie como suya.

-Creí que tú y Annie no estaban juntos. – Dijo Annie sin dejar de abrazar a su prometido. Archie también observó a su contraparte y este sonrió con nerviosismo.

-Es algo complicado de explicar. – Dijo el diseñador sobando su cabello impaciente.

-Es verdad, es por ello que no comprendo cómo es que tienen un hijo. – Dijo Archie para investigar un poco más en la vida de aquel personaje que físicamente se parecía tanto a él pero que difería mucho en su forma de ser.

-Annie y yo estamos separados. – Optó el mayor por justificar su relación.

-Pobre, ella debe de estar sufriendo mucho. – Dijo Annie segura de que su contraparte estaría llorando por aquel distinguido y elegante joven.

-Espero que todo se arregle entre ustedes. – Dijo Archie deseando que su contraparte tuviera un final feliz en su historia.

-Annie es una mujer maravillosa… y deseo de todo corazón que me acepte de vuelta. – Dijo por fin externando sus deseos, hasta él mismo se había sorprendido por haberlo expresado en voz alta, sin embargo ya no tenía caso negar que necesitaba de la presencia de aquella mujer en su vida para ser completamente feliz, se sentía tan tonto por haber intentado entablar una relación que no tenía futuro cuando ni él mismo estaba seguro qué era lo que quería en su vida, pero ahora todo estaba claro, había bastado con sentirla realmente perdida para darse cuenta que no quería perderla, había bastado con ver el amor que se profesaban los jóvenes de la línea uno para desear él mismo tener algo tan solo un poco parecido a ese amor tan hermoso que ellos tenían.

Archie presentó a su pequeño Axel con Annie, quien quedó maravillada con el pequeño, la joven no podía creer que aquel hermoso niño era fruto del amor que se tenía su contraparte y el Archie diseñador que acababa de conocer.

-Eres tan bonita como mi mamá. – Dijo Axel acariciando el rostro de la que representaba a su madre en esa línea del tiempo.

-Te lo dije Axel, también Candy es tan hermosa como mi mamá. – Dijo Alexander con simpatía. - ¿Verdad papá? – Preguntó de nuevo el pequeño a su padre.

-Es verdad hijo, pero no se lo digas a tu madre. – Dijo Anthony con travesura, al saber que su adorada pecosa se molestaría con él por aceptar algo que a pesar de ser evidente la pecosa no lo tomaría con muy buen humor.

Las risas comenzaron a escucharse entre todos los habitantes de la mansión, quienes convivían como una gran familia. La tía abuela se sentía tan feliz que no podía negar que ya estaba impaciente porque su propio Alexander y Axel llegaran a alegrar su vida.

-¿Qué sucede Anthony? – Preguntó Stear a su primo, quien de pronto se había quedado en silencio.

-Hace falta Candy. – Dijo el rubio con un gran suspiro de enamorado, su sonrisa se amplió y sus bellos ojos demostraban que a su mente llegaban los recuerdos de su tierna pecosa.

-También hace falta Patty. – Dijo Stear abrazando a su primo, seguro de que él también necesitaba tener a su dulce dama a un lado.

Albert por su lado observaba a todos los visitantes, se sentía tan feliz a pesar de tener el corazón roto, sin embargo las palabras de Alexander le habían calado hondo al saber que él también estaba destinado a encontrar a una persona que sería su compañera de vida, el detalle sería saber cuándo la conocería.

Continuará…

Llegamos al final por hoy, espero que les haya gustado y por supuesto que espero más sus comentarios, esa es la parte que a mí me gusta jejeje.

TeamColombia:

Hola hermosas, dígamos que por hoy está resuelto el problema, el detalle es que no me garantizan que siga funcionando con eficiencia, mi equipo ya ocua que lo cambie snif, pero por lo pronto aquí estamos y seguiremos actualizando hasta que podamos. Muchas gracias como siempre por sus comentarios y por su apoyo, me alegra saber que siempre están dispuestas a leer a pesar de sus ocupaciones. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

Rose1404:

Hola hermosa! también me da gusto leer tú comentario, me imagino que el pequeño Anthony es muy inquieto y que se revela ahora con más razón a dormir hasta tarde, lo bueno que aún te deja leer mis historias. Yo también estaba esperando publicar cuanto antes! me atrasé pero desafortunadamente no estuvo en mis mano resolverlo pronto, ahora sí que uno propone y Dios dispone. Muchas gracias por dejarme tu comentario como siempre linda, te mando un fuerte abrazo y uno más para tu hermoso bebé.

Silandrew:

Hola hermosa! Me alegra leer que ya estas mucho mejor, no te desesperes, con paciencia pronto estarás cien por ciento recuperada, no fue para menos una cirugía es de cuidado y más cuando uno es activo y no puede quedarse en cama tanto tiempo (Me ha pasado). Me alegra que hayas retomado la historia desde el comienzo así no te confundes con las demás lecturas como a veces me pasa a mí jajaja, por eso me desespera pasar tanto tiempo sin actualizar porque siento que ya no sabrán qué era lo que estaba sucediendo. Mil gracias por los apapachos amiga bien recibidos, te mando un fuerte abrazo y como siempre mis mejores vibras para tu recuperación hermosa!

Julie-Andley-00:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Desafortunadamente esta vez no estuvo en mis manos la actualización, no me gusta atrasarme en mis tiempos, pero pues hay que ajustarse. Muchas gracias por esperar la actualización y por tú preocupación hacia mí, también te aprecio mucho y me alegra que me hayas escrito. Te mando un fuerte abrazo amiga.

Muchas gracias a las lectoras que no dejan su comentario más sin embargo sé que están al pendiente de cada actualización, espero que estén muy bien y que estén pasando un lindo día. Saludos y bendiciones a cada una de ustedes.

GeoMtzR

18/10/2023.