CAPITULO 18: NO TODO PUEDE SER FELICIDAD
Esa mañana se sentía diferente, el ver dormir a Kagome entre sus brazos le daba un cierto aire de paz pero algo lo mantenía inquieto y no sabia que era, se sentía como la calma antes de una gran tormenta, se sentía pleno como que no podía pedir nada más en la vida, Miroku le comento su plan de casarse con Sango y le deseo la mejor de la suertes de que todo le saliera bien ya que debía primero recibir un si de Sango aunque algo le decía que en este momento deben ya estar planeando todo, debía tener presente que Naraku seguía ahí asechando y haría lo que sea para hacerse de nuevo con Kagome hasta lastimar a sus seres queridos, todos se andaban con cuidado y en cierto grado tenían todo el tiempo protección, aun asi no quería confiarse aunque todo estaba marchando demasiado bien y bajar la guardia significaría perder al amor de su vida, ni con Kikyo sintió tanto nivel de posesión, fascinación y amor, aunque a veces actuaban como perros y gatos terminaban en la habitación amándose una y otra vez, jamás tenia suficiente de Kagome la quería suya completa y por poco marcarla como suya ante todo el mundo, sabía que Kagome quería esperar para formar una familia, pero por que rayos detener este amor, quería que todos supieran que ella no estaba disponible, ya era su mujer lo sabía pero él quería algo más, un paso más en su relación que había avanzado a pasos gigantes. Con esos pensamientos se vistió cómodamente y salió para conseguir el desayuno antes que Kagome despertara quería darle una linda sorpresa.
En el comedor ya se encontraban la mayoría de amigos cercanos y familia desayunando.
Hola bello durmiente que tal tu noche pícaro- Miroku lo miraba con esa sonrisa suya que decía se todas las cochinadas que hiciste, pero no me importo salude con un hola a todos y pase directo a la cocina, mi familia conocía tantos años a la familia de Sango que prácticamente éramos familia todos asi que podía andar como dueño y señor de la casa.
Se apresuro a pedir su desayuno y de Kagome para subir antes de que su pequeña despertase.
Le dolía todo su cuerpo, sentía todos sus músculos entumidos, le costo removerse en la cama y abrir los ojos, porque se sentía tan malditamente molida y como un flash todos los recuerdo de la noche loca de pasión con Inuyasha volvieron a su mente, sonrió como una colegiala tonta y enamorada, esta vez sí se había excedido como rayos iba a caminar si sentía dolor en todas partes, logro acostumbrar sus ojos a la luz de la mañana que entraba al cuarto, sabia por la potencia de la luz en la habitación que ya todos estarían desayunando pero lo que la incomodo es encontrarse sola en la cama quería despertar entre los brazos de Inuyasha era lo mejor de las mañanas hasta ahora y ya estaba acostumbra, no entendía como pudo enamorarse tan rápido pero daba gracias de tener a Inuyasha en su vida, la hacia sentirse protegida, amada, desea y lo mas importante que ya nunca más estaría sola.
Intento dos veces pararse sin éxito, hasta que sintió como la puerta de la habitación se abría dando paso a un Inuyasha que balanceaba una bandeja llena de comida, eso la lleno de emoción y ternura, no podía pedir un hombre mas perfecto el se hacia el duro, pero era tan bondadoso y considerado. Se sentó como pudo tapando su desnudez con las sabanas e intentado que su cabello no se viera tan desastroso como sentía que estaba, cuando sus ojos se encontraron Inuyasha le dio una de sus sonrisitas dulces, pero sin dejar de tener ese toque sexi que la hacia suspirar, la dejo ida por un momento hasta que lo escuchó hablar.
-Buenos días pequeña, quería sorprenderte con el desayudo.
-Buenos días Inu tranquilo recién desperté y si me sorprendiste. – Inuyasha era un placer a la vista con su pose confiada, sabia lo que causaba en el sexo opuesto y además sabia como usarlo y era todo suyo no podía estar más feliz. Lo vi poner la comida a lado de la cama para luego acercase a mi y darme un pequeño beso.
- ¿Estas bien no te duele nada?, traje medicina por si sientes dolor o adormecimiento muscular, discúlpame ayer me sobrepase—vi aparecer la culpa en sus hermosos ojos dorados.
- No Inuyasha tranquilo estoy bien, no lo niego mi cuerpo se siente un poco entumecido, pero ayer fue increíble un nuevo nivel y me encanto, todo lo que me haces me encanta—como pude me impulse y lo bese con amor y ansias que sepa cuanto me gusta.
Luego de besarnos por un largo rato y casi volverlo hacer, mejor nos dedicamos a comer, mientras Inuyasha planeaba llevarme a conocer ciertos lugares de la hacienda y por el gran día que hacía quería que estuviéramos un rato en la piscina, hasta que de repente su rostro se puso serio. Retiro los platos de la cama que ya estaban vacíos y volvió acercarse a mí, sentía que quería decir algo, pero estaba pensando como decírmelo, lo deje tomar su tiempo sin dejar que mis pensamientos sacaran sus propias conclusiones.
-Kagome, quería comentarte algo hace unos dias hable con Sesshomaru, el piensa que en vez de corre y escondernos, porque no dar a conocer al mundo que estas viva y bien, luego Miroku dio la idea de que fueras modelo como Rin con la empresa de Sango, eres preciosa y podrías también estudiar para hacer lo que quieras más adelante, que seas un rostro conocido o al menos que un número significativo de gente te conozca le pondrías trabas a Naraku porque si desaparecieras se armaría un alboroto, cortaríamos varios medio de entrada que Naraku tuviera para hacerse de ti, el ya ha estas alturas debe saber cosas de mi familia y amistades, debe estar planeando obligarte a salir haciéndose con alguno de nosotros, sabe el corazón tan grande que tienes jamás dejarías que alguien sufra en tu lugar, esta idea podría frenarlo aunque sea hasta tener pruebas de que el te tubo cautiva tantos años y más pruebas que comprueben que tubo que ver con la muerte de tus padres, qué opinas pequeña.- Es verdad lo había olvidado por completo Naraku, ese maldito infeliz que arruinó a mi familia, Inuyasha tenia un buen punto y su idea me parecía buena pero el miedo y la incertidumbre con todo lo que respecta a Naraku la tenía congelada, además ella no sabia nada de ser modelo, no se dio cuenta a que rato Inuyasha se acerco tanto y la acomodo entre sus brazos para volver acostarse asi se quedaron unidos cada uno en sus pensamientos mientras disfrutaban estar acurrucados.- tenían tanto que pensar y planear para poder asi ser libres de disfrutar su amor.
En otra habitación Seshomaru estaba con su desayuno en el balcón de la habitación en una llamada que se alargo más de lo que deseaba, tenia que poner todo en orden sabia lo que se le venia si cancelaba el compromiso con Kagura, primero su fusión no se llevaría a cabo y había clausulas en los contratos que se le vendrían encima, ya que decidió botar todo su esfuerzo por la borda debía encontrar el medio por el que la empresa no se viera afectada, su padre pondría el grito en el cielo y le diría ¡te lo dije! Y no quería eso en su racha perfecta de hombre de negocios, tendría que mover contactos y pedir algunos favores y aunque tuviera que perder un poco de dinero, sabia que Rin lo valía, sabia que era virgen por la mancha de sangre en la sabana y su forma tan tierna e inexperta de responder a sus caricias eso le encanto tanto que fuera, total y completa solo suya, lo podrían llamar machista por ese pensamiento pero saber que ha sido solo suya le da un sentimiento de posesión demasiado gratificante, demasiado satisfactorio a otro nivel, el jamás pensó en sentirse asi hacia alguna mujer, tenia que darle cierto crédito a su padre cuando le quiso explicar cómo se sentiría al encontrar a la mujer indicada, el en su ciego ego no quiso oírlo, le alegraba haberse dado cuenta ahora solo quería permanecer a lado de Rin y reclamarla como suya no perdería el tiempo luego de romper su compromiso haría que Rin permaneciera a su lado por el resto de sus días, ahora le preocupaba más el tema de Naraku ese maldito maniaco estaba tras Kagome pero nada le aseguraba que no iría por Rin para llegar a Kagome, eso no lo permitiría.
Escucho a Rin removerse en la cama algo aturdida y por el pequeño quejido de incomodidad que dio es que estaba adolorida, se estaba despertando, se apresuró a llegar a ella para verla despertar, era simplemente angelical verla removerse y frotarse los ojos como una pequeña le llenaba de ternura y a la vez unas infinitas ganas de devorarla otra vez, no entendía que le hizo, pero ya se sabia adicto a ella y esa noche no tubo suficiente, pero debía ser paciente por ser su primera vez.
-Hola pequeña dormilona- Nadie podía borrar su sonrisa
-Hola Sesshomaru- no podía salir de su asombró todo lo que sucedió era cierto, muy dentro de ella pensaba que todo fue un hermoso sueño, pero no él estaba ahí junto a ella luciendo solo un pantalón de dormir se veía irreal. Cuando lo vio comiéndosela con la mirada cayo en cuenta que estaba desnuda y la sabana hace rato había dejado de taparla, solo ahí reacciono tapándose hasta el cuello.
Escucho una pequeña risita y se pasmo, Sesshomaru estaba sonriendo tan libre y natural, simplemente hermoso y no lo pensó ni un segundo tenia que asegurarse que no estaba aun dormida se abalanzo sobre el besándolo con todo el amor que en esos momentos sentía, el la había hecho el amor, tan perfecto y tan mágico para ella que no se lo creía, asi que solo necesitaba volverlo a sentir suyo, sin importarle que su cuerpo quisiera protestar de dolor, como pudo lo jalo para que estuviera sobre ella, no le importaba que hora era o qué pensarían de ellos por no estar con los demás, era su sueño hecho realidad, el hombre que ha amado por tanto tiempo por el que estaba loca de amor.
Sintió sus manos sobre su cintura acomodándola mejor para acomodarse entre sus piernas, enseguida sintió su excitación y eso en vez de asustarla la excito de manera inmediata el saberse capaz de ponerlo asi tan dispuesto por ella solo con sus besos, esto se sentía tan irreal, le encantaba de punta a punta, todo de el era simplemente perfecto, el que la hiciera sentir tan pequeña a su lado y a la vez totalmente protegida, que solo una mirada y le hacia olvidar hasta su nombre.
Su Cabello plateado desordenado con esos destellos a la luz del sol que entraba por la ventana, Su cara perfecta con cejas perfectamente perfiladas, unos ojos dorados arrolladores e inusuales, su nariz recta, unos labios totalmente besables y una quijada perfectamente delineada y masculina.
Su cuerpo bien trabajado ni se diga, que cincelaba sus músculos marcados, espalda ancha y brazos fuertes no había una parte de el que desentonara era sublime, jamás se cansaría de verlo, estaba completamente perdida por él.
Salió de sus pensamientos cuando lo sintió entre sus piernas, no sabia en que momento la acomodo tan bien para su placer, solo atino a retorcerse de placer a la primera caricia de su lengua sobre su clítoris, lo hacia tremendamente bien su cuerpo temblaba y le exigía más retorciéndose contra su boca, no le tomo mucho tiempo hacerla llegar al orgasmo de manera increíble.
Por favor Seshomaru- no sabia ni lo que pedía, pero tenia la confianza de que él sabía lo que su cuerpo tanto necesitaba.
Eres tan dulce mi pequeña que me tienes loco por ti- lo sintió empezar a besar su cuello he inhalar su olor de manera fuerte.
Tu maldito olor me tiene cegado no sabes todo lo que quiero hacerte de lo contrario saldrías despavorida por esa puerta- empezó a recorrer todo mi cuerpo con sus manos haciéndome vibrar en el proceso.
Eres totalmente mía Rin- siguió tocando todo de mí, como memorizando cada lugar.
SI, yo soy toda tuya. Dios que me haces- Empezó a masturbarme con su mano derecha de forma lenta y pausada, pero estaba tan sensible que temblaba y empecé a restregarme contra el buscado entienda mi necesidad por sentirlo.
Quiero tomarme mi tiempo Rin, admirarte porque eres mas que hermosa y tenerte a mi merced solo pone toda clase de ideas en mi cabeza- La volvió a besar, pero con más ansia, enseguida subió de intensidad sus besos y sus caricias.
No quería tomarse las cosas lento lo quería a el en ese mismo instante como pudo lo desnudo para estar en igualdad de condiciones, se subió en el para montarlo, ya estaba lo suficiente excitada y el también, no dudo ni un segundo en enterrarlo en su interior generando un pequeño malestar, porque tenia que ser tan grande, no dejo que el pequeño dolor y malestar la pararan, empezó a saltar con ayuda de sus piernas de manera rápida y profunda aun que el tenue dolor permanecía, pero el placer era más, se sentía cada embestida mejor, su respiración estaba agitada pero no quería parar, vio como Sesshomaru ajustaba los dedos con fuerza a su cadera y la ayudaba a subir y bajar, mientras gemía sin apartar la vista de ella.
Sesshomaru se llevó un pezón a su boca para succionarlo y morderlo sin dejar de mirarla, primero uno luego otro hasta dejarlos muy sensibles. Por un largo rato estuvieron así, sentía que ya no podía más, cuando lo sintió lanzarla a la cama y ponerla en cuatro, la penetro enseguida para tomar el control volver las penetraciones más fuertes y rápidas, así lo sentía mas adentro si era eso posible, llegaron al orgasmo juntos y con un gemido ronco la hizo inclinarse para atrás y la mordió en el cuello fue doloroso pero extasiante de alguna manera sabia que la estaba marcando como suya y eso solo hizo alargar su orgasmo y volver a caer rendida en la cama, a duras penas lo sintió acomodarse para abrazarla y taparlos para volver a dormir. Si ahí era su lugar entre sus brazos nunca fue tan feliz en su vida, se sentía completa y protegida junto a él.
En la piscina los demás charlaban amenamente del tema del día, la boda de Sango y Miroku. Nadie se sorprendía de la falta de los dos hermanos Taisho, todos sabían que Inuyasha estaba con Kagome y que Sesshomaru se encerró en el cuarto de Rin con ella, ninguno quería interrumpir lo que sea que estuvieran haciendo las parejas, por el momento Sango no paraba de lanzar ideas a Izayo y rogar por su ayuda ya que desde que la conoció fue como su madre y ella encantada de ayudar ver que los dos mejores amigos de su hijo por fin darían un gran paso en su relación le llenaba de felicidad ella sabia cuanto se amaban, merecían ser felices juntos.
El padre de Inuyasha y Sango hablaban amenamente con Miroku según ellos dándole consejos y a la vez diciéndole pequeñas amenazas de lo que pasaría si hace sufrir a Sango, ya que ella es una increíble mujer.
Ya para la tarde dentro de la casa se disponían a comer, cuando Inuyasha y Kagome aparecieron tomados de la mano y disculpándose por la hora.
Inu no Taisho fue el primero en hablar.
-Tranquilo hijo sabemos lo embobado que te tiene Kagome a estas alturas de su relación- todos guardaron un segundo de silencio antes de estallar en risas, Kagome no sabía dónde meterse de lo roja que estaba por otro lado Inuyasha solo podía sonreír divertido hace mucho tiempo que no convivía así con todos, esta paz que sentía no le acababa de convencer.
Luego de eso Sango fue un remolino se llevó a Izayo y Kagome con ella para cuadrar lo de la boda, mi pequeña y linda Kagome estaba tan feliz por Sango que casi lloro, eso quería para nosotros, pero se de sus temores y que no siente que es el momento para intentar formar una familia.
-Miroku, sabes dónde está el estúpido de mi hermano no lo he visto por ninguna parte-
- No te das cuenta quien más falta aquí-
-Rin tampoco esta, no me digas están juntos, Kagome va estar tan feliz-
-Si Sango esta que no para de decir que todo se está acomodando como debe de ser-
-Enserio crees que mi hermano deje todo por Rin y si solo es un revolcón, tú siempre has sido de los tres el más promiscuo, pero él nunca se ha comprometido con nadie es el señor tempano de hielo-
-No creo que sea capaz de dañar a la pequeña Rin, además ellos ya se conocían desde antes por lo que se, también sabes el carácter que tienen Kagome y Rin ustedes nunca van a poder con ellas los tienen ya domesticados jajaja, no lo creería si no lo hubiera visto con mis propios ojos los inalcanzables hermanos Taisho domesticados-
-Tu ni hables que te vas a casar así que calladito y si pienso en lo que mi hermano esta haciendo encerrado todo el día en una habitación con Rin déjame decirte que nos ganó el jamás se va por las ramas y lo corroboro ahora lo quiere lo toma y ya, aunque el único que se queda atrás eres tú jajajaja-
-Solo te diré que lo bueno se hace esperar ya espere años, unos meses no me mataran-
-Te dire que admiro tu temple como has aguantado hasta ahora-
-Mi querido amigo he evitado lo mas que he podido situaciones donde no podría parar-
-Bueno yo por mi parte puedo decir que me lo puso muy difícil-
-Y tu crees que Sango no ha seguido sus propios consejos ha sido una tortura, pero de una cosa si estoy seguro una vez que la haga mía no la dejare salir de la habitación por lo menos unos 3 días-
Así estaban en risas todo lo que fue del día.
Hace horas que se había despertado nunca se sintió tan descansado sin el peso del mundo en sus hombros, solo admirando a Rin dormir profundamente.
Como es que lo hizo perder tan rápido el control, seguía embelesado con ella, detallando todo analizando que tenia ella que las otras no para hacerle perder la cabeza, ya hablo con sus abogados de cómo proceder y perdería dinero, pero no cedería en las acciones de las empresas Taisho.
El sospechaba que pronto Rin despertaría y sin haber probado bocado desde el día anterior estaría hambrienta bajo a la cocina sin que nadie se percatara de su presencia, preparo algo ligero para el y Rin y vivió a subir ya era noche de nuevo, el tiempo volaba con Rin a su lado.
Al entrar a la habitación la vio sentada con la mirada perdida en un punto de la habitación.
-Hola Rin como te sientes tienes hambre-la vio temblar del susto y al darse cuenta de que era el le sonrió de manera dulce, era la primera persona que lo miraba así y producía en él una sensación extraña.
Comieron en un silencio cómodo, la tenía que explicarle como serian las cosas de aquí en adelante, pero ella se adelantó como siempre.
Quiero saber que vamos hacer desde ahora, yo quiero todo contigo, pero el tema de Naraku aun nos aqueja así que no sé qué quieres hacer tú, que somos ahora, que le dirás a tu prometida y si tienes muchos problemas por mi culpa o peor aun tienes problemas en la empresa por escogerme sobre tus negocios, crees que esto funcione y si dejo de gustarte- Parlanchina como siempre.
Cálmate Rin, primero y más importante ahora eres mía, segundo el tema de mi prometida la vere en mi oficina lunes a primera hora para hablar y por ultimo el tema de la empresa no te debe preocupar de eso me encargo yo tengo que hacerme responsable de mis decisiones, lo más importante el que funcione solo depende de nosotros además me encantas no creo que me dejes de gustar nunca.
Entonces somos novios verdad- Su sonrisa la hacia ver más hermosa, si eso era posible, irradiaba dulzura y llenaba de luz cada espacio de su alma, sentía que su corazón latía mas rápido, esto es lo que significaba que de verdad quieras a alguien y ella lo logro en días, no se lo explicaba del todo como lo hace, pero le fascina verla tan feliz, lo hace feliz a él también.
Si Rin quiero todo contigo, contenta mi hiciste decirlo- Se abalanzo a sus brazos para besarlo a su manera, calma, paz y dulzura, era todo lo que ella le hacia sentir con sus besos.
Permanecieron hablando de sus vidas hasta volver a quedarse dormidos abrazados. Sesshomaru jamás pensó verse en esa situación, pero con Rin se sentía capaz de hacer lo que sea por ella.
Naraku estaba arto de todo el asunto de su boda con la desesperante de Yura ya tenia todo planeado de como terminar con ella luego de casarse debía esperar un tiempo considerable el lo sabe para no levantar sospechas, era el prometido locamente enamorado a los ojos de los demás, pero en el fondo la despreciaba a la típica niña vanidosa, hueca, hijita de papi que no sabe hacer nada mas que gastar y vivir de las apariencias.
Necesitaba a Kagome su luz, ese brillo que inundaba cualquier lugar al que llegaba, ella era suya ya la perdió hace muchos años no volvería a pasar el se aseguro de cuidarla para él, le enfermaba penar que ya se entrego a ese engreído de Taisho, no ella era suya si algo así paso no se lo perdonaría, conocería un lado de el que no le gustaría, ya sabia como alejar a Inuyasha de su amada y por lo mismo encontró a su anterior amor Kykyo Koriyama, modelo reconocida y ahora diseñadora de moda, nunca imagino que era la esposo de su primo Onigumo Nakamura, el mundo era pequeño, no les dio opción a negarse que Kykio buscara a Inuyasha aunque sea solo para aclarar algunas cosas él podía hacer ver ese encuentro de otra manera, primero infundiría la desconfianza.
Sabia de la familia Aoyama empresas de publicidad, seguridad y más. Con ella empezaría ahora que sabia de su informante que se hizo gran amiga con su linda Kagome, su primera amiga en años con ella empezaría, luego el intachable abogado que tal sacar los trapos sucios de su padre con respecto a su mamá, tema delicado luego de perderlos a los dos por un presunto accidente, que solo algunos saben que es mentira su padre exploto de celos y mato a su madre y luego se mató él. Sonreía para sí mismo, Kagome regresaría mortificada por la culpa y eso era el momento de hacerla suya para siempre.
Por otro lado, el ya estaba al tanto de que Rin estaba en Japón y tenía propuestas de algunos de sus fans para hacerse con ella, aunque sea una noche, sacar provecho en el transcurso de su venganza era lo mejor, él tendría toda la paciencia para que nada saliera mal.
Los padres de Inuyasha por otro lado debían desaparecer Inu no Taisho era el que más posibilidades de arruinar sus planes, no por nada era temido en el mundo de los negocios y muy respetado asi que no había otra forma mas que borrarlos del mapa ya sabían demasiado en ese punto.
Una semana después todo iba bien.
En la empresa de publicidad Aoyama, una Sango contenta de ya tener el lugar y la fecha para su boda salía a toda prisa de su oficina. Cuando de frente se encontró con su hermano y padre.
-Mi preciosa hija a donde va tan contenta-
-Hola papi, voy con Kagome quiero ver lo del vestido tengo tan poco tiempo para hacer todo y escoger las invitaciones lo hare por la noche con Miroku no me esperen despiertos y lo digo porque los conozco- los abrazo y se despidió de los dos.
Estaba pasando la recepción cuando se escucho un estruendo fuerte y no supo que paso todo se volvió obscuro. Era el principio del caos en sus vidas.
