FAMILIA
Cuando Inuyasha era niño y tenía que comenzar a pensar en el momento más feliz de su vida, solo podía citar uno: cuando su madre lo abrazaba.
Sin embargo, pasaron muchos años de momentos infelices y los felices quedaron ocultos por la amargura y la frustración.
Ahora que Inuyasha es adulto y que han pasado muchas cosas nuevas en su vida, se debate a la hora de elegir cuál es el momento más feliz de su vida.
Podría ser el nacimiento de su hija Moroha, quien ahora gateaba buscando flores bajo la atenta mirada de su padre, y estaría en lo correcto. Ese fue un momento extremadamente feliz en su vida.
Pero también podía ser el día que Kagome había regresado definitivamente para estar con él, o el día que aceptó compartir su vida como su compañera, o el día de su boda…
Cuando lo pensaba con detenimiento, cada instante en el que la felicidad pareció ahogarlo estaba relacionado con Kagome, con la familia de ella en el otro mundo o con la que ella había ayudado a crear en este, en la que Sango, Miroku, Shippo y todos los demás, incluso su complicado hermano, tenían un lugar preponderante.
Así que el momento más feliz de su vida bien podía ser, aunque en su día no lo pareciera, el instante exacto en el que conoció a Kagome.
La verdad es que después de que la había conocido, incluso en los momentos malos, había sido feliz por el solo hecho de tenerla a su lado.
Kagome era su familia. Y siempre lo sería.
