Últimamente la página está fallando masivamente, este capítulo debía salir ayer. Solo espero que todo se arregle y que los reviews vuelvan a estar visibles. Si veo que esto sigue así por mucho tiempo yo creo que iré migrando la historia a otra plataforma como Wattpad, ára que al menos puedan dejar sus reviews.

Dejando de lado eso, espero que les guste el capítulo, sin mas LET'S READ

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Capítulo 50: La Vieja Guardia.

Era una tarde de verano, lo recuerdo muy bien. Tu abuelo y yo recientemente habíamos sido ascendidos a Primera Clase. La fiesta de ascenso fue una locura. Pero no es lo que importa ahora. Fue hace años, cuando los potros aún temían a las historias de Nightmare Moon, y la Princesa Celestia gobernaba sola desde Canterlot.

Esa tarde podríamos decir que era bastante lenta, y ya nos quedaban unos minutos para el final de nuestro turno, ¿Qué puedo decir? A mí se me hacían cortos los días cuando podía charlar con el viejo Thunder.

Nimbus - Hey, Thunder Charge. ¿Sapphire o Ruby?

Thunder - ¿Le compraste joyas a la novia de la semana?

Nimbus - No, idiota. Las mellizas Glow, las que se presentan en el teatro esta semana. ¿Cuál prefieres?

Thunder - Sabes que estoy casado, Nimbus.

Tu abuelo sabía ser leal, pero si alguien adoraba sacarlo de sus casillas, ese era yo. Y si quería hablar de yeguas hermosas, tenía que hacerlo solo con él.

Nimbus - Vale, ok. Gran Gala del Galope. Te piden escoltar a una de las dos porque pidio protección especial. ¿Con quien te vas? No puedes decir que escojan a otro.

Su risa era tosca, y la forma en que se apoyaba en el marco de las puertas era como ver a uno de esos detectives duros que salían en las novelas de esa época.

Thunder - De acuerdo, en ese caso...

Ah, pero ese día tuvimos que hacer algo, algo realmente importante, nuestros relevos llegaron casi veinte minutos antes.

No nos dijeron mucho, pero nos avisaron de que debíamos ir al salón del trono. Quizás para un comandante como tú, que ya ha hablado con la Princesa Celestia tantas veces no te sorprenda en nada, pero cuando eras poco más que un simple cadete como nosotros. Las audiencias con la Princesa te llenan de mucho miedo.

Nos presentamos obviamente. No podríamos ni debíamos faltarle el respeto a su majestad al no asistirla cuando nos lo pide. Y chico, en serio que no me arrepiento de haber ido a verla esa vez.

El salón del trono tenía ese ligero aroma a flores, y por los largos ventanales entraba la luz dorada de la tarde. Ella solo estaba revisando unos documentos, pero la paz que transmitía al hacerlo te llenaba el corazón. No tardó en darse cuenta de nosotros y cuando bajó sus documentos pude verla. Quizás ya no te tocó verla, pero antes ella solía llevar una armadura dorada, y un tocado para su cabeza, quizás un día te muestre fotos. En fin.

Princesa Celestia - Buenas tardes, caballeros. Entiendo que quizás ya es algo tarde. Pero me gustaría pedirles un favor a ambos. Normalmente enviaría a mi escolta personal. Pero siento que darle la oportunidad a un par de reclutas tan destacados podría motivar a los demás guardias.

Nimbus - Nunca es tarde para usted, Su Majestad.

Thunder - Lo que ordene se hará.

Como si estuviera coreografiado, ella nos entregó un mapa con ayuda de su sirviente. Marcaba un área específica al Oeste de Ponyville. Quizás en este momento, aquél viejo mapa necesitaría demasiadas actualizaciones, pero en ese entonces definitivamente no sabíamos qué esperar cuando llegáramos.

Princesa Celestia - Antes de trasladar la capital a Canterlot, había un castillo de la antigua era antes de la unión de las tres razas. Dejé muchas cosas por ahí y me gustaría recuperarlas antes de que se pierdan o sean hurtadas. Entiendo que quizá algunos objetos ya no estén; pero me gustaría recuperar la mayor parte de la lista.

Nos dio una lista muy extensa de objetos que aparentemente necesitaba recuperar y con poco más nos fuimos volando hasta allá. Tu abuelo era de meterse en muchas cosas, pero siempre hasta el fondo. Por lo que apenas confirmamos nuestras órdenes partimos de inmediato.

Ah, tu abuelo era un loco idiota. No le molestaba en lo más mínimo acelerar a fondo cuando había que volar. Rayos, incluso esa chica Rainbow Dash, ya sabes, la Wonderbolt de la Re-implosión sónica, ella se habría quedado de piedra si hubiera hecho la mitad de las cosas que ese tonto de Thunder Charge me hacía hacer en el aire.

Apenas y podía registrar la mitad de las cosas que sobrevolábamos. Estoy perfectamente seguro de que si su padre le hubiera negado dos abrazos o más, ese tipo habría sido el criminal más endemoniadamente difícil de atrapar.

Para cuando la noche cayó. ya habíamos llegado a las ruinas, ahora les llaman el Castillo de las Dos Hermanas. Pero en ese momento eran tan aterradoras como un cementerio. Escombros aquí y allá, todo estaba tan hecho un desastre que solo pensar en entrar ya era firmar nuestra sentencia de muerte.

Nimbus - Andando, en tanto más rápido terminemos, menos problemas tendremos.

La puerta crujía como si algo o alguien hubiera despertado a un dragón. Y al entrar la cosa no era menos atemorizante, tapices rotos, alfombras mohosas, insectos y ratas por todas partes. Ese lugar era aterrador.

Tu abuelo quizás haya sido el mejor volador fuera de los Wonderbolts, pero hasta él estaba asustado de cualquier cosa que no debiera estar ahí.

Thunder - Busquemos lo de la lista y vámonos pronto.

Creo que estuvimos dando vueltas por al menos dos horas. teníamos la noche encima y varias de las cosas que decía la lista. El problema empezó en la tercera hora.

Nimbus - Silencio.

Eran pasos de alguien más.

Thunder - ¿Por dónde?

Nimbus - A las cuatro, por el pasillo.

Thunder - Entendido.

Tuvimos que avanzar con cuidado, la idea de saber que no estábamos solos era por sí sola suficiente motivo para que nos fuéramos lo antes posible. Pero como te dije. Thunder Charge era de los que se metía hasta el fondo en lo que le pidieras.

Nos movimos en silencio por algunos metros hasta que los vimos, eran cuatro y se movían en la oscuridad con la facilidad de un saqueador profesional, de hecho, cada uno llevaba al menos una alforja llena de cosas, presumiblemente todas robadas. Thunder Charge no iba a dejar que esos tipos se salieran con la suya, y por Celestia si no lo impidió.

Thunder - Pinza, yo a las seis y tu a las once por esa ventana. A mi señal.

Entendiendo lo que quería hacer, salí de la habitación sin ser detectado. Y para cuando ya estaba en la ventana, tu abuelo estaba comenzando a pelear con dos de los tipos. En aquél entonces los guardias no eran como los de ahora, por esos años a no nos pagaban más por ser duros con nuestros golpes, pero tampoco nos descontaban dinero si los dejábamos en el hospital.

Nimbus - ¡Dijiste a tu señal, idiota!

Thunder - ¡Yo soy la señal!

No recuerdo bien la mitad de la pelea, pero vaya que les partimos la cara. Recuerdo que uno de ellos intentó apuñalarme con un cuchillo del tamaño de un cuerno de unicornio adulto. Le di una patada en la cara tan dura que hasta me dolió.

Thunder - Y no se levanten, basuras.

Cuando echamos un vistazo a lo que intentaron llevarse, encontramos mayormente cosas que venían en la lista, casi todas las que ellos tenían.

Ladrón - Oye, está bien, nos vamos no nos arresten, l-les podemos dar algunas cosas, las tomamos de otros lados.

Thunder - No tienen nada que a mí me interese. Tendrán suerte si se quedan en prisión el resto de su vida.

Tu abuelo no tenía precio, y esos ladrones fueron llevados a la cárcel esa misma noche, cuando entregamos todo lo que intentaban robarse más lo que había en la lista de la Princesa.

Princesa Celestia - Les agradezco mucho lo que han hecho por mi esta tarde, caballeros. Si fuera posible pagarles su esfuerzo extra al aprehender a esos ladrones, por favor, quisiera que tomaran alguna de las cosas que han recuperado, como muestra de mi agradecimiento.

Ella estaba tan encantada por lo que hicimos y nosotros quizás un poco arriba por la adrenalina de la pelea que no nos negamos.

Nimbus - Tomaré esto, Majestad. Creo que las botellas viejas pueden verse bien en un estante si se saben tratar.

Thunder - Entonces, quisiera llevarme esto. Mi hija quiere ser doctora, y creo que este libro de medicina puede ayudarle. Al menos podrá usarlo como tema de conversación si se da el caso.

Ella nos volvió a agradecer, y ahora estamos aquí, muchacho. Esa vieja botella sigue por aquí, la primera con la que comencé mi pequeño bar. Y el libro, bueno, la última vez que visité a tu abuelo, supe que se lo había regalado a tu hermana Sweet Care. Traté de leerlo varias veces, pero sencillamente nunca le entendí. Hablaba de una especie extraña, que nunca conocí, Hui-ma-n o algo así recuerdo que era.

Oh bueno. sea como sea, espero que te haya gustado oír esta historia de la Vieja Guardia.