Linaje de Sangre

Capítulo III

De libros de cuentos y leyendas de pueblo.

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

Summary: Han pasado siglos desde la última vez que los ninjas lucharon por la paz entre las naciones, hoy su descendencia tratará de descifrar el origen del poder milenario que les ha sido heredado.

•••

- ¿Estás segura de que esto es un buen plan?

Sakura se encogió de hombros mientras terminaba de asegurar su bicicleta, volteo a mirarme y sonrio.

-Por supuesto, si lo que te pasa no está en los libros de medicina, tal vez lo esté en los libros de historia, solo piensa ¿Qué haría Naruto en nuestro lugar?

-Le encontraría un sentido sobrenatural- susurré pensativo recordando a mi mejor amigo.

Medité un momento en silencio, el cambio repentino en las iris de mis ojos y el sangrado tenía explicaciones médicas improbables en mi caso, por lo tanto, lo único que podía hacer era recurrir al archivo de la biblioteca y solo había una persona igual de loca que Naruto que podía dar con dicho archivo.

- ¡Buen día Iruka-sensei! – Sakura ingresó al salón de maestros saludando amablemente a nuestro maestro favorito.

- Buenos día Iruka-sensei- saludé.

-Oh Sasuke, Sakura que bueno verlos ¿Cómo han estado? ¿Hay noticias de Naruto? ¿Te sientes mejor Sasuke? – su sonrisa afligida y sus ojos cargados de preocupación al vernos me hizo sentir nostálgico, Iruka, nuestro maestro de historia, era un hombre joven, serio pero muy gentil, al igual que Naruto sentía una enorme fascinación por la historia y la fantasía, por lo que pasaban mucho tiempo juntos compartiendo historias y era además el maestro encargado supervisar a los clubes de literatura, historia, investigación, periodismo y por supuesto nuestro club de artes místicas.

-Estoy mejor- me limité a responder con voz tranquila- Naruto aún no despierta, pero empieza a responder a los estímulos así que puede que no tarde en hacerlo- mentí para no hacer sentir peor al maestro.

Sakura me miró de reojo pero no acotó nada.

- Me alegra mucho escuchar eso- sonrió- y díganme niños ¿Qué los trae a la escuela un día de verano?

-Estábamos pasando el rato recordando algunas cosas de nuestra infancia con Naruto y recordé esto- Sakura sacó el papel con el dibujo de su bolsillo desenvolviéndolo con cuidado extendiéndoselo al maestro quien lo sujeto entre sus manos contemplándolo pensativo- recuerdo haber visto esta ilustración en un libro de historias de las que a Naruto le gustaban, pero no logro recordar cual, había una que nos gustaba mucho y quisiera volver a leerla de casualidad ¿Conoce que libro puede ser?

-Oh si… me parece que…- meditó sus palabras.

Sakura y yo nos tensamos como cuerdas de guitarra en nuestro sitio, atentos a la revelación de Iruka, entonces tal vez Naruto no estaba tan loco, quizás solo Naruto puede saber lo que me pasa, justamente ahora, cuando el idiota está en coma.

-Creo reconocer este ojo de una antigua leyenda- Iruka rio con nostalgia- sí, era de las favoritas de Naruto, dijo que iba a contarla cuando se volviera presidente del club- la tristeza empaño sus palabras antes de continuar contagiándonos a nosotros con aquel aire melancólico- me sorprende que no la recuerdes Sasuke, dicen que es una leyenda ligada al apellido Uchiha, aunque también la asocian con el apellido Hyuga, aunque personalmente siento que hay más referencias al apellido Uchiha en las leyendas de Konoha que al apellido Hyuga.

Mis ojos se expandieron ligeramente con sorpresa, Sakura volteó a verme con preocupación.

-Oh… lo llaman sharingan, el ojo de los sentimientos, la leyenda cuenta que el pasado existió una familia muy poderosa, pero con una maldición, estaban condenados al sufrimiento, su sangre maldita llevaba con ellos la tragedia de la pérdida y la respuesta física, la manifestación de su dolor estaba en esos ojos, rojos como la sangre que derramaban a su paso, fruto de su odio por la humanidad.

¿Odio por la humanidad?

Personalmente no odio a nadie, es verdad que Naruto es un pesado y un fastidio, pero es mi mejor amigo, aunque jamás lo diga ni piense aceptarlo en voz alta, le tengo aprecio y quiero que despierte y siga haciéndonos la vida imposible.

- ¿Oh y recuerda el libro donde está esa leyenda Iruka-sensei?

-Honestamente no lo recuerdo niños- suspiró decepcionado- pero espero haberlos ayudado si era la leyenda que buscaban, tal vez si preguntan al bibliotecario, aunque ahora mismo no creo que le encuentren ahí, la biblioteca está cerrada.

-Gracias Iruka-sensei, en realidad era la leyenda que recordaba, Sasuke insistía en que su familia no tiene que ver con cuentos de niños- ella sonrio forzadamente.

Yo asentí en respuesta forzando una pequeña sonrisa también antes de despedirnos del maestro.

•••

-Dobe, tienes que despertar maldita sea- me senté a su lado, era tan extraño observarlo postrado, pálido y conectado a un montón de aparatos que pitaban por todas partes estresándome aún más- todo está vuelto mierda desde que te quedaste así- susurré.

Era la primera vez que lo visitaba en las dos semanas que llevaba inconsciente, había querido hacerlo antes pero simplemente no había tenido la fuerza para ver a mi mejor amigo así, la culpa de no haber podido salvarlo, de quedarme congelado como un imbécil mientras el caía hacia su muerte.

Golpee con fuerza el borde de la cama sintiendo ganas de llorar, honestamente la vida no volvería a ser igual si Naruto se moría.

Era un vegetal y la opción de desconectar su soporte vital estaba sobre la mesa y sus padres estaban destruidos por esa posibilidad.

- ¡¿Por qué estas inconsciente la única vez en la vida en que tus estúpidas historias serán útiles?!- grité furioso empujando ligeramente la camilla sin querer en un arrebato de frustración- Naruto tienes que despertar, te van a desconectar, te vas a morir ¿Puedes escucharme? Si te desconectan te vas a morir…- susurré desesperado.

No quería aceptar la realidad, Naruto moriría.

Déjame salir…

Una voz profunda me susurró en la nuca arrancándome un escalofrío, estaba totalmente solo en esa habitación del hospital, los padres de Naruto habían salido a comer a la cafetería con mi madre y Sakura no había podido acompañarme por sus clases de piano.

Niño, déjame salir…

- ¿Quién eres? ¿Dónde estás? - bramé entre asustado y furioso ante esa voz desconocida que parecía venir de ninguna parte.

Actívalo… el sharingan…

La voz sonaba lejana, la voz… venía de mi interior.

¿Qué?

- ¿Quién demonios eres? ¿Qué quieres?

Tus ojos…

¿Mis ojos?

La madre de Naruto entró apresurada en ese momento con su rostro empapado en lágrimas seguramente pensando lo peor.

¿Pasó algo cariño? Te escuché gritar desde el pasillo y vine corriendo- se acercó rápidamente a su hijo para mirarlo suspirando ligeramente aliviada cuando vio que todo seguía igual, Naruto no había sufrido más de lo que ya estaba sufriendo.

-N-no… lo siento, lo siento mucho solo… -temblé y sentí la calidez de los brazos de la mujer que era como una tía envolverme y mecerme suavemente como un niño mientras su cuerpo hipaba suavemente.

-Lo sé…- susurró- es muy duro verlo así…- ella lloró más fuerte aferrándose a mi y en ese momento entraron su esposo y mi madre con rostros preocupados.

-¿Qué pasó Kushina?- tal cual hizo su esposa se acercó a verificar que su hijo siguiera bien.

Mi madre me miró desde la puerta con una mezcla de tristeza y ternura, me mordí el labio inferior soportando las ganas de llorar.

Madre…

La voz de mi interior volvió a hablar, pero esta vez decidí pasar de él, solté suavemente el agarre de la mujer pelirroja que me sonrió llena de tristeza y volteó hacia su hijo para acariciar su rostro rompiendo a llorar sobre su cuerpo.

Actívalo ahora o Naruto morirá…

Quise gritar de furia cuando lo volví a escuchar, pero solo atiné a sujetar mi cabeza que había comenzado a rodar horrores gemí de dolor aferrándome a mis cabellos, mi madre trató de abrazarme pensando que había roto a llorar, pero sabiendo lo que vendría solo atiné a correr despavorido con dirección al baño.

Puse el pestillo a la puerta y me dejé caer de rodillas sobre la brillante porcelana blanca del suelo del baño, sentí las fuertes luces cegarme como nunca, mi vista estaba sensible sujeté con fuerza mis cabellos queriendo arrancarlos ante la insoportable migraña que me hacía sentir que me desvanecería.

Tomé aire profundamente con fuerza sintiendo el ahogo, casi grité y quise romper el espejo de cuerpo completo que adornaba la pared cuando vi aquellos ojos rojos brillantes como al sangre fresca y una tercera aspa apareciendo, provocándome un dolor indescriptible.

No te desmayes… se fuerte…

¿Quién eres?

Sasuke Uchiha…

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NOTAS DE LA AUTORA

¡Hola! Estoy de vuelta en este fic, siento mucho haber tardado en actualizar, aunque los capítulos de esta historia son cortitos no sé por qué me pesó tanto editarlos esta vez, el cuarto está directamente conectado con este, no tardo en subirlo, serán cinco así que solo quedan dos más, publiqué una nueva historia, es un poco "One-shots interconectados" así que puede ir a darle amor.

Gracias por leer!

Azulen